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Relato 1 (Proyecto Fantasía)

Nota: este relato es de Abril del 2020

El sonido del látigo chocando contra el suelo se escuchó por toda Goldfang, aquel pueblo estaba de nuevo lleno de parásitos llamados “Toxas”, los cuales eran una especie zombies con colmillos bastante largos, parecidos a los colmillos de un vampiro. Aquellas criaturas se habían hecho con el control del pueblo otra vez. No podía permitir eso, a pesar de que la aldea estaba abandonada y en ruinas desde hacia varios años debía proteger su antiguo hogar a toda costa.

Nadie de las aldeas de alrededor sabia exactamente por que defendía aquel lugar, pero sabían perfectamente que si escuchaban el sonido de un látigo debían irse de ahí porque una batalla se avecinaba.

Cassian llamó la atención de aquellos bichos con otro sonido de látigo haciendo que estos se giraran y se quedaran mirándole durante unos segundos, como si intentasen descubrir su próximo movimiento luego empezaron a ir a por el kalai con movimientos rápidos pero precisos, el chico esquivaba los ataques e intentaba golpearles, a algunos de sus latigazos consiguieron derribar a los toxas que iban a por el pero hubo otros que no cumplieron su objetivo. Por suerte el grupo era pequeño y acabo con ellos gracias a un par de latigazos y algún que otro forcejeo para liberarse de los que se le echaban encima.

– Y recordad que si volvéis a venir aquí, os mataré de nuevo. No permitiré que unas criaturas como vosotras piséis lo que algún día fue mi hogar.

Una vez acabada su matanza, se fue a una casa de la aldea, la cual estaba más apartada del resto, cuando entró en aquel lugar, las memorias de su niñez inundaron su mente, su familia hubiese seguido viviendo ahí si no hubiese sido por aquella sanguinaria matanza y posterior incendio ocurrido años atrás.

Los pensamientos felices pudieron con el y de sus ojos empezaron a brotar lagrimas, no soportaba que su familia se hubiese ido para siempre. De aquella matanza e incendio, fuese el único sobreviviente de que la aldea, y todo gracias a los ruegos de su madre hacia los guardias que asaltaron aquel lugar.

Su madre perdió la vida aquel día, junto con muchos otras personas, todo por culpa de una falsa acusación de una reina a la que no se merece su lealtad, si no su infinito odio por haber asesinado a toda su familia aquella fatídica noche.

Después haber recordado aquellos momentos de pura felicidad, se dispuso a salir de su casa, pero una voz femenina le detuvo

– Me alegro de volver a verte Cassian.

Se giró lentamente, sabia perfectamente de quien era aquella voz. Cuando se giró por completo pudo confirmar su teoría. Un espíritu había aparecido detrás suya, pero no era un ente común, si no que era el fantasma de su madre.

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Idea Récuerdame

El sonido del timbre de la puerta del apartamento de Dayana hizo que la inquilina tuviese que interrumpir sus deberes para ir a abrir a la persona que deseaba verla. Se levantó de su escritorio e hizo el recorrido hasta la puerta, cuando la abrió se sorprendió al ver al chico que le había estado robando su tiempo y sus pensamientos desde hacía varias semanas.

- ¿Qué haces aquí Caleb? Pensé que ya te habías olvidado de mí.

- Jamás me olvidaría de ti Dayana, tenlo por seguro que cada segundo de mi vida estoy pensando en ti.

La pelirroja se sonrojó ante esos halagos mientras le invitaba a pasar adentro, ella tenía un presentimiento de que la charla iba a durar más de lo esperado. Dayana iba a guiarle hasta el comedor, pero no hizo falta, porque Caleb iba con seguridad hacia aquella sala. La muchacha supo en ese momento que había ya había venido a su apartamento antes. Lo malo es que no lo recordaba, y no sabía el porqué de ello. Mientras lo miraba irse al comedor vio que en una de sus manos llevaba una foto polaroid, no tenía ni idea de donde la había sacado a pesar de que su curiosidad prefirió callarse, no quería estropear aquel encuentro, no otra vez.

Cuando el chico llegó a su destino se dio la vuelta para mirar a Dayana, se quedó unos segundos mirando a la chica y le enseñó la polaroid, la muchacha se quedó observando la foto extrañada.

- ¿Qué es eso? - Preguntó con curiosidad.

- ¿No lo recuerdas? - Dayana negó con la cabeza, con semblante triste, se notaba que la chica estaba bastante confundida respecto a la polaroid - Esta foto nos la hicimos hace dos años, en una fiesta que hicieron tus padres para tu cumpleaños, creo que cumplías 16 años, ¿recuerdas algo ahora?

- No recuerdo nada de aquella fiesta. - Respondió con seguridad, aunque en el fondo ansiaba recordar algo de aquel día.

Tras aquella confirmación, Caleb se quedó unos segundos mirándola, después miro aquella polaroid por última vez y saco un mechero del bolsillo trasero de su pantalón.

- ¿pues sabes qué? a la mierda. - dijo mientras intentaba que el mechero funcionase - a la mierda ayudarte, el intentar que te acuerdes de mí, de nuestro grupo de amigos, de las canciones que escuchábamos juntos... - cuando por fin la llama del mechero se prendió el chico dijo en un susurro - …a la mierda todo

Caleb se dispuso a quemar la foto delante de Dayana, pero la pelirroja se lo impidió

- ¡No lo hagas! - gritó

- ¿P-por qué? - respondió con duda el chico, apagando la llama del mechero

- Me conecta a nuestro pasado juntos, no quiero perderlo. - dijo mientras se acercaba a Caleb para coger la foto y verla más de cerca

- ahora que lo dices es una forma bonita de verlo... - dijo mientras observaba a la chica analizar la foto

- ¿Sabes cuándo sacaron esta foto?

- En tu decimosexto cumpleaños.

- Y eso fue... – Dijo, para que siguiera hablando el chico

- Hace 2 años, el 25 de junio. - Justo cuando acabo de decir la fecha de cumpleaños de Dayana, se dio cuenta de que el problema que tenía la chica era más grande de lo que pensaba - Espera, ¿no recuerdas tu fecha de nacimiento?

- Sinceramente... no. Es decir, recuerdo algunos datos sobre mí, pero precisamente eso no, sabía que cumplía años en junio, pero no sabía que día.

- Parece que el accidente fue más grave de lo que creía.

- ¿Que accidente?

- No te puedo decir eso, al menos de momento, seria mucha información para ti en gran cantidad y no quiero que sepas toda la verdad todavía.