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¿La Vida o La Muerte?

Cada día, nos enfrentamos a esta pregunta. Todos somos participantes de la ruleta Rusa, llamada suerte.

Hoy voy a dormir, sin saber si mañana volveré a despertar, ¿mí corazón se detendrá?, ¿vendrá un ladrón y me acecinara?, ¿comeré algo y me intoxicare?, tantas pregunta, pero nunca una respuesta.

Grite al cielo y clame, !Muerte!,

¿Dónde estas?

...un susurro al oído, helo mi sangre, palidecí al instante, mis piernas se endurecieron y una lagrima rodo en mis mejías.

"acá estoy, desde que naciste, nunca de he dejado"

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Hombre, no es el que parece, ni el que bebe más y aguanta.

!"Hombre, si te dices hombre, no interrumpas tu jornada,

porque harás de la vida tumba y de la tumba morada"!

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Anhelo

Un rose, una caricia, la humedad de tu piel, la brisa del cabello al voltear, el latir del corazón, la caricia discreta, tu piel

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Desfragmentado.

Me recojo entre partes, como vasija seca y agrietada.

Caminado, entre dumas. El viento sopla, los ojos cargados de arena.

¿Dónde vas juventud, de que escapas?

El reloj, ríe porque al final te atrapa.

La tumba espera, en silencio, sabe que un día llegaras a visitarla.

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Invierno, infernal...

porque llega sin avisar,

destrozas, cada parte de mi ser,

Frio, Infernal...

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Navego, desde los confines de la tierra,

hasta el borde de la oscuridad.

Tú mirada, es la única luz, que me sirve de faro, entre la niebla que me envuelve.

Tus cantos de sirena, música es a mis oídos

Voy a tu orilla, espera en el alba.

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Caminante Lunar

Apocalipsis

!Yo estaba al Este! ¿o al Oeste?, no lose...

Despertaba de un profundo sueño, de angustia y de consuelo.

En el cielo vi, la marca infernal del gran Satán.

Al principio tuve miedo, más la costumbre vino luego.

Pues tras el le seguía, una mujer que vestía de blanco,

con inmenso mato, que cubrían, pies y testa,

en su puño un bastón de oro,

señalando su hogar de mármol y marfil.

Montaba en carruaje de cristal,

y emprendió su camino,

más yo vi, que no se trataba de Santo o Santa,

pues bajo el manto blanco,

se escondía el fango.

Tú tendrás que comprender,

para ser como aquel.

Distingue, el bien del mal

y descubrirás al animal.

Pues en verdad te digo,

Él, no vendrá como el dijo.

Vendrá vestido de blanco

y hablara como Santo,

más su palabra será de poder,

muchos le han de creer

muchos le han de seguir

hasta la cueva

de su muerte

infernal.

Fin.

Roger Rodriguez

Managua, Nicaragua 1993