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La Conquista
No recuerdo tanto sobre la conquista en si, pero si que fue bastante ardua. Íbamos subiendo la colina, intentando llegar a la cima, no me acuerdo contra quiénes batallábamos, pero si que batallábamos. Conquistamos el castillo, el palacio, la lujosa mansión de recursos infinitos. A medida que íbamos descubriendo y develando sectores, comedores, habitaciones, cocinas, se caía mágicamente un telón negro y el polvo, y el mármol y el brillo quedaban a la vista. Posiblemente había muchos sirvientes también a nuestra disposición, pero no estoy seguro. Primero nos tomamos unos minutos para disfrutar semejante conquista y semejante palacio, sabiendo que nuestra vida de ahora en más iba a ser en ese paraíso. Luego fue momento de que cada uno elija su habitación, y obviamente esto era importante para mi, entonces elegí una en el segundo piso, sobre el ala izquierda si uno miraba desde el palacio hacia la colina. Casi todos los cuartos tenían un baño inmenso en suite, me acuerdo el tamaño de la bañadera que eligió Edu. Mi baño no era tan grande pero la ubicación de mi cuarto era perfecta. Todo de mármol, era todo de mármol. Vivimos un tiempo en ese lujo de lugar. Luego se nos ocurrió ir con los silvestres, incluyendo a Mate, y alquilar 3 autos dado que los recursos eran infinitos, e ir desde Punta del Este a otro lugar paradisíaco por el día y volver. Pero como los recursos eran infinitos, en el trayecto al lugar donde se alquilan los autos, dijimos de alquilar 5 mejor, y de lujo. Cada uno tenía una cerveza en la mano, éramos unos cancheritos cualquiera en Punta del Este de repente. Cuestión, tenían 4 autos disponibles, no 5. Y dimos marcha atrás con el plan, al final decidimos alquilar un solo, nos ofrecieron dos marcas, Subaru una de ellas, era un poco más cara, y al final dijimos que como los recursos eran infinitos podíamos alquilar la Subaru… A la vuelta el grupo humano era diferente, y no tan divertido para ser honesto. Yo iba en el asiento de atrás de un mugroso taxi con olor a taxi, iba acostado en el asiento de atrás, tocaba muchas cosas, luego me tocaba la cara sin querer, y luego paranoiqueaba con todo este asunto del virus. Ya no era tan buena mi vida. Volvimos al palacio, pero nada era igual. “Mi” habitación ahora era un cuartito de hostal con 3 camas individuales y una cucheta, todo apretado entre mesas de luz compartidas y poco lugar para maniobrar. Ahí compartía cuarto con F y L y no se si W también o alguien más. L se fue a duchar y tardó mucho, para luego volver y decir que se había tomado una ducha express. F se probó mi remera que tengo puesta en este momento, la rayada afrancesada que se fue achicando con los lavados, y le quedaba muy chica, y me la seguía arruinando. Después abría su laptop Windows vieja y desagradable y se ponía un ratito a jugar a un jueguito o algo así antes de irse a dormir, pero al instante la cerraba fuerte y sonaba feo. Cerca nuestro estaba el lavadero que hacía ruido. Dónde estaba ese lavadero cuándo tuve que elegir mi habitación luego de la batalla que llevó a la conquista del palacio, dónde estaba ese palacio de lujo hermoso y de mármol y dónde estaba esa vida que supe saborear y me arrebataron. El error fue alquilar ese auto con la cerveza? Haciéndonos los cancheros por un roadtrip sin mucho sentido? Quizás Pali era el dueño del Palacio y el palacio era Acelain, al menos de eso hablaba con Guag mientras caminábamos por la pradera Payanesca. Nos reíamos. Al menos todavía había lugar para la risa.
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roma termini
no me acuerdo cómo pero terminamos alquilando un auto. digo “terminamos” pero en realidad tampoco recuerdo si iba solo o si iba acompañado. jugaba boca contra algún equipo brasilero esa tarde, seguramente en alguna fase de la copa libertadores. todo marchaba bien con el alquiler. ni un rasguño le habíamos dado en los dos días manejando, y eso significaba que nos ahorraríamos esos 800 euros de la póliza del seguro básico, tal como nos había indicado el muchacho de cresta y músculos pasados por crossfit en el aeropuerto de split. pero jugaba boca contra algún equipo brasilero esa tarde y por ende el tráfico estaba terrible, con la gente volviéndose loca por todas partes. ganaba boca fácil, pero el equipo brasilero lo dió vuelta, y se armó. el tráfico terminó de alterarse, con autos tocando bocina y pasando por donde podían, sin respetar los carriles, a lo egipto, o a lo india (nunca estuve en india): contexto ideal para que mi auto termine bastante abollado. abollado y rasguñado por todos lados. en los costados, atrás, adelante en los costados, en todos lados. ya estaba pensando en esos 800 euros, pero se me ocurrió ir a un taller a que me lo traten de arreglar en el momento. el taller lo atendía una peluquera, calculo de 40 años. el auto quedó perfecto en 5 minutos, pero olvidémonos del auto, porque realmente no se qué más pasó con ese auto. resulta que la peluquera era hija de una peluquera, que tendría 70, y era madre de otra niña, de unos 23, que obviamente era una joven y prometedora peluquera. madre, abuela y nieta. 3 mujeres. las 3 peluqueras. las peluqueras me llevaron a una terraza, y ahora es cuando definitivamente me acuerdo que estaba solo. y en esa terraza, donde ya era de noche, vimos el cielo, y por primera vez supe dónde estaba. estaba en un satélite de marte, girando alrededor de marte. posiblemente era un futuro cercano post o pre apocalíptico en el cual la gente evidentemente huía de la tierra. era una colonia chica la que habitaba este satélite, el de las peluqueras. era básicamente un pueblito, con gente obviamente encantadora. entendí dónde estaba cuando miré el cielo y vi un planeta gigante que ocupaba la gran parte del espacio. era marte, pero no era el marte color arcilla que conocemos, sino que era un marte con tintes azules y verdes, como aquel viejo planeta. pensándolo ahora que estoy despierto, esto me resulta un tanto decepcionante. desde aquella nueva perspectiva, obvio que todos los astros se veían diferentes, y era para pasarse horas mirando. en particular las peluqueras se esforzaron en mostrarme un cuerpito entre amarillo y blanco que se movía formando óvalos verticales y horizontales sucesivamente, era la vieja luna. nos quedamos un rato en esa terraza, era para pasarse horas mirando. en un momento apareció chapi, y pasamos un lindo rato ahí, y por alguna razón hicimos una especie de promesa de que nos juntaríamos de vuelta a ver ese cielo. ya pasaron unas horas y en este momento todo se torna muy borroso, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de pasajeros en tránsito en roma termini, pero sí me acuerdo que las peluqueras me contaron que otra gran parte de la vieja población había escapado a esa luna y a varios otros lados también (segundo momento de decepción) y no se si fue en ese momento, o ahora en roma termini entre toda esta gente, cuando me di cuenta que no somos tan únicos.
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parecido a un sueño de moto
soñé que julien barbagallo me recibía en su mansión en el interior de francia. entre las montañas y cerca del mar. itu estaba conmigo. pasando unas colinas de pasto alto, donde él tenía viñedos en verano y con eso mantenía los costos de la casona. era de piedra por afuera y de piedra y madera por adentro. hermosa. en la entrada tenía una batería desparramada y un set de ensayo para tame impala en el sector que él reservaba para 'adultos' (tenía por lo menos un hijo). en otro ambiente tenía una televisión gigante donde jugamos un rato a una especie de nintendo. a itu no le divertía mucho. desde esa habitación se podía ver la colina que desembocaba en el mar, lleno de casitas hermosas y gente hermosa paseando. después en un momento fui con alguien al supermercado en bondi, julien no vino. pasaron el tema "laguna", justo hasta antes que se ponga, y filmé un video con el celular. volvimos a lo de julien. fuimos a otro cuarto de la casa, un poquito más oscuro. ahí le pregunté cómo fue que entró a tame impala, y me dijo que kevin parker le había pedido que se aprenda elephant, y me mostró una especie de partitura del tema. me dijo que le daba miedo, sobre todo porque tenía un solo muy complicado, pero que la aprendió y entró a la banda. me dijo que kevin parker era un genio, pero que podía ser muy pajero a veces. después apareció kevin parker, y cam avery estaba por ahí dando vueltas. hablamos un rato los 3 muy amistosamente, tomando algo. julien sabía que la próxima parada de la gira era hungría o algún lugar así pero kevin no tenía ni idea. de hecho julien un rato antes me había mostrado un mapa en su compu con todos los trayectos en avión que habían hecho en el año (o harían en un futuro cercano) marcados en gris. él llevaba las cosas más prolijamente porque tenía un hijo. le pregunté si lo extrañaba cuando se iba de gira y me dijo que "obvio que sí, y mucho". no me acuerdo mucho de qué hablamos cuando llegó parker, pero en ningún momento les traté de vender mi banda ni nada por el estilo. me sentía muy capo no-haciéndolo. después por alguna razón estuve backstage en el show de hungría. pude ver la multitud de cara al escenario. era un show de día, y por alguna razón estuvo medio choto, kevin estaba en una y tuvo que terminar antes de lo previsto. y después me desperté.
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