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Considere: los extraterrestres aterrizan en la Tierra, tienen forma y tamaño vagamente humanoides, pero no existe una forma real de comunicarse con ellos. Son sociables, curiosos y amigables, e intentan conocer a los humanos e interactuar con nosotros de la misma manera que lo hacen los gatos. Reflejando.
Siguen a los humanos, no necesariamente a ninguno específico, sino que simplemente deambulan por donde quiera que vaya la gente, y hacen cosas humanas con ellos. O al menos hacer lo mejor que puedan para intentarlo. En un silencio gravemente serio, intensamente concentrado, pero profundamente confuso, unen las actividades humanas con este aire de "No entiendo lo que estamos haciendo, ni lo que esto logra, pero lo estamos haciendo juntos ahora".
Cuando haya gente esperando en las paradas de autobús, una o dos de las criaturas se unirán al grupo y estarán esperando. Cuando llegue el autobús, se unirán a la cola que se alineará en el interior y, una vez dentro, convertirán su palma abierta en una fuente de luz y se la mostrarán al conductor del autobús exactamente de la misma manera que las personas que muestran sus pases de autobús desde sus teléfonos ( La capacidad de los extraterrestres para cambiar de forma de esta manera ha generado teorías de que pueden no ser tan humanoides por naturaleza como parecen, simplemente adoptaron la forma humana para interactuar mejor con nosotros), y luego van a buscar asientos donde sea, tal como lo hacen los humanos.
No van a ningún lugar en particular, ni son capaces de pagar su viaje, pero como no parece haber ninguna fuerza que los detenga, la gente simplemente tiene que aceptar su presencia. Si el autobús está lleno de gente, se pararán como lo hacen las personas y, a veces, cuando los extraterrestres sentados ven a un humano ofrecer su asiento a una persona embarazada, discapacitada o anciana, se levantarán espontáneamente y ofrecerán el suyo al humano que esté más cercano. .
Van a iglesias, templos, tiendas de comestibles, bibliotecas, dondequiera que vaya la gente, y claramente hacen lo mejor que pueden para hacer lo que sea que la gente esté haciendo. En templos y lugares sagrados, a veces se unen a himnos en sus espeluznantes aullidos sin palabras, que no siguen ninguna melodía y se detienen cuando los humanos dejan de cantar. Se sientan y se paran donde lo hace la gente, y copian las posiciones en las que los humanos oran, y muchos lugares de culto no sólo los toleran, sino que les dan la bienvenida; no importa lo que sean estas criaturas, ¿no tienen derecho a orar?
En las bibliotecas están en silencio, deambulando inquietantemente por los pasillos, cogiendo libros al azar y mirando las páginas, pasando la página de un lado a otro cada pocos minutos. No molestan mucho a nadie, una vez que los bibliotecarios descubrieron cómo hacer que coloquen los libros que recogen en el carrito de devoluciones, en lugar de en algún lugar al azar en los estantes. Algunos de ellos parecen disfrutar simplemente tomando libros al azar y cargando montones enteros al carrito de devoluciones.
No entienden por qué hacemos lo que hacemos. No entendemos por qué hacen lo que hacen. Pero ahora lo estamos haciendo juntos.
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Pedro tiene corazón de niño. Me di cuenta que aunque creía haber estado lista, que aunque pensé que quería estar contigo No podría ofrecerte algo certero. No lo malentiendas, te quiero mucho, adoro consentirte, pasar aventuras contigo. Pero cuando las cosas se ponen difíciles no se como estar ahí, se que puedo quedarme a lado tuyo y estar en silencio, que tengo detalles para animarte, pero mi mente me traiciona, siempre es el auto sabotaje. Se estar más sola que en compañía, y me gusta estarlo porque puedo dejar mis heridas a la deriva sin preocuparme porque las vuelvan a abrir. Anoche tuve un ataque de ansiedad de pensamientos que me invadieron, en uno de ellos estaba nuevamente lo que mi mamá me dijo un día y que ni ella ni yo pensé que se me quedaría tan marcado. Me dijo que hay personas que no están hechas para compartir su vida, ¿el destino de algunas personas si será estar sola? ¿por qué? ¿A que se debe que ya no podamos relacionarnos? Siempre digo que me aterra la idea de que Pedro no pueda estar solo, que sea tan entregado en sus relaciones y siempre lo de todo. Inconscientemente se que me da un poco de envidia. Pedro cuando esta con alguien ama de verás, con esa sencillez de hacer de esa persona su vida, de procurar, muchas veces pienso que Pedro si sabe lo que quiere, aunque de repente me parece un Ted Mosby.
O una clase de wolverine de la vida amorosa, siempre sabe regenerarse de una relación fallida y dar lo mejor de si mismo, entregándose con tal nobleza e ilusión, es como un niño, Pedro tiene corazón de niño.
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NO SÉ CÓMO SALIR DE TI.
No sé como salir de ti, de la interminable oración oscura que eres, de la noche que eres para el cuerpo, de las ganas y el agotamiento de llorar que eres. No sé cómo salir. Hasta caminar el mundo me encierra, me atrapa contigo en esa jaula para animales solos y maltratados. Porque estoy separada de mi cuerpo desde aquel día. Porque estoy sola de semanas rodeándome, de futuro enorme, de presente y cosas mudas.
Y no sé cómo salir de ti. Y no sé querer olvidarte. No sé convencer a mis manos de tu partida, del pequeño abandono en el que mis días van descubriendo nuevos recuerdos, nuevas trampas para descubrirme pensándote. De la noche a la mañana cambio tu manera de mirarme. De la noche a la mañana este sol nuestro se quedó niño solo en mis manos solas.
El riesgo de amar es perderse por mucho tiempo. Quedarse sin nuestra forma de ser preferida. Sin lo mejorado que somos.
El riesgo de amar siempre le traerá al alma años de mala suerte; Un cuerpo sin alma Caminando entre un tumulto de parejas de la mano.
El riesgo es quedarse atorado , porque del amor uno nunca regresa a tiempo ni regresa limpio.
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Volví a ver la película de Dolor y Gloria del director Pedro Almodóvar,  y comienzo por decir que no hay un segundo de desperdicio en ella.
Con la pulcritud de siempre, y llegó a la pantalla grande otra vez para narrarnos la historia de un hombre con el peso de su retiro sobre las vértebras y dolores como fantasmas, como apariciones. Alumbrando zonas del cuerpo que fueran ignoradas con el gozo, y esquinas de la mente que sólo se pueden explorar en la duermevela.
La actuación de Antonio Banderas es sencilla, y en su sencillez se puede apreciar la gran cantidad de trabajo intelectual que ha invertido a este papel. Un hombre añorante de un pasado que quizás no fuera tan hermoso en realidad. Aprender de la enfermedad de la mente a través de padecer su cuerpo.
La película que sucede dentro de la película es quizás una de las formas más íntimas de aproximación que puede tener el narrador de historias hacia su público, y es llevada a cabo hermosamente. ¿Es que verdaderamente hemos sido espectadores de Dolor y Gloria o nos volvimos participantes de su puesta en escena, una y otra vez?
Conmovedora hasta las lágrimas, me ha tocado varias fibras personales. Es fácil verse a una misma en cualquiera de los personajes. Recordaba algo que me dijo un buen amigo poeta, Guilherme Ottoni, cuando le platicaba de mi angustia como escritora al hablar de mi dolor casi exclusivamente y no tener esa gran búsqueda que sí veía en muchos de mis contemporáneos. Dijo, Selene, Freud era un tipo sumamente ordinario, nada excepcionalmente inteligente, su gran aporte fue descubrir que todos teníamos miedos, que la angustia podía ser universal.
Así pues, en la película está el miedo mío que es el de todos. La paulatina muerte de mi cuerpo, que solo se olvida a intervalos de gozo, unas veces largos y otras veces cortos. La madre de mi infancia. La niña que fui, y que deseó. La angustia de no poder crear por sentirme incapaz de seguir mi propio paso. La muerte del espíritu que no crea más. Ver envejecer a mis padres. Amar y cuidar desmedidamente y el peso de vivir con mis partidas.
Tengo la sensación de que todo lo que he dicho y sigo diciendo sobre la película en este texto es torpe, o por lo menos nebuloso. Hablo como puedo, porque Dolor y Gloria nos muestra todo aquello de lo que no se habla en realidad.
Vayan a verla si es que no lo han hecho, y que sea para ustedes, como lo fue para mí, la mano maternal que te sacude del sueño y te recuerda que hay vida, que hay algo que aún se puede hacer.
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DALE FECHA DE CADUCIDAD A TUS METAS.
Empieza a ponerle fecha de caducidad a cada una de esas acciones, porque el cerebro si tu le pones una fecha límite, un dead line, actúa acorde a esto.
Ponle una fecha límite y ve enlistando cada mes que tienes que hacer para cumplir esta meta de 2023 o durante el 2023. Y ahora, te vas por un cafecito, te echas una cafecito, regresas y ya que tienes los ojos más frescos y que le dedicaste el respectivo tiempo. te abrazas, te das tu palmadite y dices: "¡wow! logré crear un plan de acción para cumplir esta meta que me ´propuse y ya vas por la siguiente y vas por la siguiente...
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Sin pastillas.
Ninguna herida cerró, y por eso ya no me quedo. Porque tú si puedes buscarme cuando quieras pero yo nunca puedo. Porque hicimos juntos lo que la primavera le hizo al cerezo, o una cosa así; sabes que domino la práctica pero siempre me pierdo en el proceso.
Y la gente me habla como si te supiera, la gente opina como si tuviera la menor de las ideas. No me voy a llevar ningún "te mereces más o te mereces menos" cuando me muera. Voy a llenar mi mochila de cuadernos que te escribí para que nunca leyeras. "¿Por qué le escribes siempre a él si nunca te lee?" ¡Faltaba más! yo le escribo a quien yo quiera.
Cada vez tienes menos lugar aquí y eso me esta matando de miedo. "La que se va un chingo", falta muy poco. Y hace mucho que te fuerzo los versos, quiero sentarme a escribirte todo el tiempo pero hace mucho que no siento los dedos. Me gritas que no te quieres ir pero me gritas escondido, muerto de miedo. Y así yo no te creo. La gente se va porque quiere y no existe otra pinche razón; el único motivo para que salga la luna siempre, es que se cansó el sol.
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No soy residente.
Sé que he dicho "No sé", cuando sí sé perfectamente, la diferencia entre loco y ser demente. De mente débil, por ejemplo, existen varios. Que se esfuerzan por perderse y disfrazar de escapularios. Y si esta bien o mal, yo ya no juzgo más.
Cuando no has entrado al juicio, el crimen se ve diferente y piensas que no dueles las veces que estás ausente.
Cuando en realidad, tu deber es más.
No escupas hacia el cielo y no voltees atrás, neta no induljas en la culpa. Y no te pierdas en recuerdos porque ya pasó y eso algo te dejó, pero si es lo único que ves, entonces el mañana no existió.
Y si no existe, entonces ¿cómo? Si no me ayudo, pues, me estorbo. Y si el morbo lo es todo, pues corro y me escondo.
Hoy por donde lo vea soy libre. Mírame escribir los días que me siento triste, es porque la ansiedad sí existe pero no me embiste, y ya perdió el chiste. Yo a la tranquilidad como las aves al alpiste.
Sigo metiéndome en problemas. Y es que la sobriedad me enferma. Empezó de experimento y ahora es un tormento, mis venas necesitan algo que ya no me inyecto.
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Cualquier persona.
Cualquier otro día te hubiera contestado que estoy bien.
Soy consciente de que la cantidad de mierda que llueve en tu día está directamente relacionada con la actitud que enfrentas el primer charpeo; si es que hay.
Toda  mi adolescencia y mis primeros veintes me la pasé arruinandome los días por pendejadas. Casi todos los día, casi todos por una pendejada.
Ni eran tragedias reales, era cualquier cosa que pasara diferente en el mundo real que en el escenario que yo había imaginado un millón de veces en mi cabeza.
Y como yo me lo había imaginado, entonces ¿Cómo iba a ser incorrecto? Seguro es el chingado universo que no puede darme una alegría en la vida, yo no sé por qué.
Al final si supe por qué y dejé de arruinarme los días.
Ahora por lo general cuando pasa una pendejada, respiro o eso intento.
Ahora me acuerdo de los pedos en los que me he metido por estar reaccionándole a las cosas a ver si así podía regresarlas a la forma correcta. La que yo tenía en mi cabeza que seguro era la mejor de todas.
Y después de bajar tres cigarros antes de reaccionar, se piensa más claro y honestamente, vale un poco menos porque ya lo procesaste y no se acabó el mundo y la vida sigue y le quedan muchos días.
Y que chinga estarlos arruinando por pendejadas. Y que fácil y sencillo suena.
Y la verdad es que sí es fácil una parte del tiempo.
Luego, en otras partes del tiempo, y ya de mierda suficiente y se te permite tener un día de mierda, Y otra verdad es que a estas alturas, es un lujo emocional tener un día de mierda.
Uno donde tienes tanta suerte que quién te pregunto si estabas bien, genuinamente preguntó para saber si estabas bien y no lo estabas. Y te sentías en la confianza de escupirlo.
Y entonces deja de ser un día de mierda malo sea un lujo no significa que a fuerza debas tomarlo.
Un lujo más grande es el de poder darte cuenta que realmente no hay tanto problema si nunca abres bien los ojos.
Quizá hablar no es la salvación de todo el mundo pero seguro si de mucha gente y yo yo soy de esa gente.
Cualquier otro día y a cualquier otra persona le hubiera contestado que estoy bien y hubiera seguido con mi día de mierda.
Supongo que hoy no es cualquier día.
Qué suerte que tú no seas cualquier otra persona.
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La depresión es la única muerte de la que se puede volver, te saca las ganas y motivación por todo. Llegas al punto dónde ni la cabeza, ni el cuerpo te funcionan como corresponde.  Terminas sólo y estancado. Sigues respirando pero dejas de tener una vida.
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Tu recuerdo
Te sigo pensando, te sigo queriendo. Porque a pesar de todo, has hecho mis días menos dolorosos, pero también sucede que ya no quiero que me vean con los ojos llorosos.
Porque recuerdo perfectamente cuando te dije que si estabas bien, yo también lo iba a estar.
Y a pesar de que me duela te dejo volar.
Y parecía una pinche mentira que ya sabias lo que pasaría y él maldito día que me dijiste que esto terminaría.
Si ya no tengo motivos para quedarme, me voy a la chingada, y te voy a olvidar a como me de la gana.
Pero conectamos tanto, que nos superamos de la misma manera, llorando a medias y a escondidas, mientras escuchamos la misma discografía.
Y de alguna manera me siento cerca de ti.
Y sigo pensando en todos esos besos que ya no te dí.
Nos quemará él mismo sol y nos alumbrará la misma luna, pero ya no seré yo quién te piense a la una.
Tu recuerdo aún perdura, porque eres importante, pero esta vez tu eres él distante.
Que triste, que deprimente es siquiera pensar en que ya no saldremos juntos a caminar.
Pero nos seguiremos superando con "The story so far"
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Un camino con árboles puede ser un buen oyente.
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