pluma-demente

[pluma-demente]

Alguna vez me dijeron que mi papá había dejado el mundo para siempre. Las voces de esos niños sin piedad alzaban sus dedos cual indolentes y se burlaban de mí. Esa vez Dios me usó y les dijo: Oigan, mi padre no ha muerto, está vivo. De hecho, está aquí justo al lado mío, ustedes no pueden verlo pero yo sí, y él me sigue a todas partes. Hubieran visto el rostro perplejo y confuso de mis compañeros de colegio. Ni yo me creía que había tenido el coraje suficiente de defenderme y de decirles lo que había salido de mi boca. Estaba tan maravillada que hasta yo me creía una vez más la niña de sus ojos.

Pluma demente