Tumgik
puntapie-blog · 7 years
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Gozaba de una muy buena reputación, normalmente entre jóvenes talentos en busca de ser alguien. Arrogantes y avariciosos chicos que no pasaban de los 25 años, se atiborraban en las calles estrechas en busca de su primer trabajo que los colocará un peldaño por encima de la competencia. Iba en busca de un buen desayuno, me encontraba agotado y hambriento después de de una buena pesca de ropa en los basureros que pertenecían a la gente adinerada. Llegué a la calle 16, donde se encontraba el establecimiento donde mi viejo amigo Bill trabajaba desde hace ya 3 años. Comencé a conversar en la acera unos metros de donde se encontraba El Charles a la espera de que mi viejo amigo terminará su turno para reunirme con el, me abordaron un par de chicos y sus citas de aquella noche, se veían tremendamente perdidos en las descarriladas fauces de la juventud del momento, sueños y pesadillas que se verían llegarían con su futuro. Uno de ellos me presento una trabajada melodía que estaba más compuesta por salvajes besos que le robaba a su chica, intercambiando saliva y motivación que llevaban al chico a seguir. Nos vimos presas del frío después de unas interminables horas de una grata conversación, de momento a otro una de las chicas comenzó a deslizar la mano por debajo del gran abrigo del sujeto que hace unas líneas nos complacía con su melodía, chocando justo con la mirada de la chica, tiernamente me hizo una señal de silencio mientras que la otra mano se movía enérgicamente de arriba a abajo, me vi envuelto en una vergonzosa situación, cuando me percaté que la otra pareja se fundia cuerpo a cuerpo en pleno asfalto, era parte de un trío, un trío donde injustamente yo participaban como vigila a alguien peligro inminente, pero aquellas calles eran frías y solitarias, ni un alma se paseaba por allí y las pocas personas que llegaban, estaban muy ocupados cuidándose de no ser asaltados, por suerte nosotros estábamos a salvo ya que no teníamos nada que pudieran robarnos. Aquella era la última vez que vendría en busca de comida en El Charles y era la última vez que me vendría a estas calles sin alguna chica bonita a la cual meterle mano, y Bill el cual esa noche nunca apareció ya que al día siguiente me enteré por uno de sus compañeros que se reportó enfermo toda la semana y a la segunda semana de su extraña desaparición fue despedido.
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