riverm

[riverm]

vilhok​

plantear pies fuera de burbuja compartida, siempre ha sido asunto a evitar. porque esta esa parte suya que suplica que haga caso omiso de las insistentes palpitaciones y los revoloteos dominando, que solamente deje a la corriente fluir y espere a que encanto inicial se apague como el resto de encuentros sentimentales que jamás han llegado a nada, pero no puede. no quiere hacerlo. siquiera siendo capaz de reducirle a idealice romántico del que buscar huir al tenerle de frente, obstáculos desaparecen, claro como agua el afecto y compresión que le ha brindado sin esperar nada a cambio, la manera en la que ha burlando toda seguridad hasta hacerse de espacio en órgano cardiaco. consigue apaciguar vorágine interna, atendiendo pensares impropios, pupilas viajando sobre rostro, completa atención vaciada, memorizando espacio temporal que siente como la calma antes de tormenta. pero pronto cayendo en cuenta que presunciones sobre dilemas internos opuestos habían sido escasas, y que son más similares a propios de lo esperado, redirección de agarre, enviando propio a comenzar serie de caricias sobre aseveran silenciosos nula intención de alejarse. convicción detrás de siguiente diálogo provoca nuevo vuelco de locomotor, luego otro, disparando calidez efervescente por venas, significado alzándose paulatinamente hasta invadir pecho. quiere creer que discurso es certero aún cuando fantasmas de pasado le acechan tan de cerca psique, con el paso de los años, perdido entre concepciones auténticas y las fabricadas por otros de sí mismos enredadas minuciosamente entre terminales nerviosas. ‘ no estoy aquí porque me sienta en deuda contigo, por cómo sé que te sientes o por los detalles… si no por ti. por lo que me has dejado conocer. ’ recupera decibeles entre nudos, súbita sensación de vértigo entre resquicios de sentido común que aclaman aún poder hacer control de daños que le llevan a recuperar espacio, reacomodando cuerpo sobre colchón, pero solo para que brazo rodeándole invite a compositor a recostarse por completo, así permitiéndole abordarle de perspectiva superior, utilizando zurda de apoyo en sintonía de diestra elevándose a pincelar cada centímetro de dermis que le es posible, descendiendo lento, trazando cuello para continuar por clavícula en sendero que regula respiración, roces que pronto complementa con breve contacto de rosáceos y brinda claridad de lo que anhela. ‘ river, me gustaría darte mas noches donde no tengas que preocuparte por esas pesadillas, acompañarte en tu propio proceso y sé que me falta mucho por descubrir sobre cómo lidiar con esos demonios, pero contigo, de verdad comienzo a creer que puedo llegar a hacerlo. ’ por fin, revela lo que esperaba se aglomeraría en interior hasta desaparecer y de la mano de liberación, el sentir, lo que fuese. es un cuento del que conoce desenlace y por ende, le asusta posibilidad de que vuelvan a darle la espalda y termine náufrago, otra vez. ‘ lo que siento por ti, el como me haces sentir, también es real. me importas, mucho y no quiero estropear esto. ‘  enreda brazos alrededor de cintura menor y rostro yendo a refugiarse contra cuello, para quien se jacta de no sentir nada, emociones sobrepasándole. ‘  no tenemos que conversarlo ahora, pero … si comienzas a hacerte de una idea hacia donde quieren dirigirse esas intenciones genuinas, ¿podrías compartirlo conmigo? ’

      son esos latidos los que condecoran la instancia, revueltos en un sentido errático, condicionado por esa efervescencia que lo envuelve, que le hace sentir una serie de nervios única, que no le hacen temer, sino que se vuelven presentes para resaltar un momento de suma relevancia. un punto de inflexión, y desde hace tiempo, cree que son fáciles de reconocer. el sentirse al borde de un precipicio, observando al vacío repleto del alquitrán interno, de las garras de una ponzoña que anhela tocarlo, y la sensación de vértigo de no ser capaz de sobrevivir a la caída. la diferencia reside en la existencia de una compañía que le recuerda que no está solo, no en esa ocasión. así que, es sencillo que se deje llevar sin resistencia, y que la espalda descanse sobre el colchón para verlo. al alzar la mirada, lo único que lo aborda es la influencia de los otros iris, en esas profundidades en las que se pierde, de las que no puede apartarse, y que le hacen verse a sí mismo también. el contacto que recibe eriza libre a su paso, convirtiéndose en el epicentro de todo lo que reciben los sentidos, que bien se sentía como si lo atravesase a través de dermis. en ese color carmín que complementa facciones, tan sólo anima a que diestra toque el costado ajeno, como sosteniéndose, y el toque entre rosáceos busca devolverle los sentidos. se cuestiona, una y otra vez, ¿estará bien? volver a entregar todo, arriesgar a perder el último pedazo de sí que lo mantiene. pero el anhelo va más allá. porque no es tan simple. desea que vilho tampoco pierda, que se mantenga pleno, que puedan encaminarse a una versión de ambos en los que nunca más exista ese miedo. ‘ hagámoslo juntos ’ logra que el hilo de voz resuene, aún si lo hace con la voz baja propia de la cercanía e intimidad que comparten, pero con la fuerza de una voluntad que habla de sentimientos genuinos. ‘ sin importar qué suceda, jamás te dejaré solo ’  la promesa que no teme cumplir, queriendo otorgarle toda la seguridad que porta, aún con todos esos temores propios, lo único que anhela es ser esa persona para él. las afirmaciones ajenas se vuelven revoloteos entre entrañas, carentes de piedad, y ante las que comisuras se elevan de forma sutil al sentirlo tan cerca. diestra va a dedicar caricias a las otras hebras, en plena muestra de afecto que busca relajarlo, mientras que con el otro brazo lo cubre en un pseudo abrazo. ‘ es algo que sé desde hace tiempo ’ a donde iban encaminadas sus intenciones, o sentimientos, ha sido algo que ha visto con tantísima claridad, que ha puesto su mundo patas arriba desde entonces. ‘ al soplar las velas de mi cumpleaños, mi único deseo fuiste tú ’ emprende, volviendo a sumirse en ese condenado nerviosismo, y en ese mando cerebral que le insta a hablar, a dejar en remarque sus sentimientos, como si el acantilado no existiese. ‘ desde que me acerqué a ti, y me permitiste adentrarme en tu mundo, eres lo único que ha existido en el mío ’ la confesión que prosigue, que inevitablemente trae recuerdos del pasado que pide silenciar, y que así hace al aferrarlo un poco más a sí, como para recordarse que vilho no merece cargar con las dudas que otras personas dejaron en sí. aún, permite que diestra abandone contacto, tan sólo para sostener el otro mentón, alzándolo para que las miradas vuelvan a encontrarse. ‘ quiero estar contigo — que estemos juntos ’ diestra va a posarse sobre la otra mejilla, sosteniéndola, dedicándole leves caricias en las que deja todos los sentimientos que le queman. ‘ que nos apoyemos el uno al otro …. que aprendamos a perdonarnos a nosotros mismos ’ dedica, los labios se aprietan leves, otorgándole una leve sonrisa. ‘ merecemos tener experiencias que nos hagan sentir felices, que hay un lugar en el mundo para nosotros  ���  y que está justo aquí’      

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dvesan​

encuentra sencillo hablar con river, compartir pequeños detalles que, tal vez, no sean tan importantes, pero que de momento se sienten parte de una sutil relevancia. no necesita considerar por mucho su respuesta; la conoce desde que le es realizada, lo ha sabido desde hacía años. “claro,” responde sin prisa, inconsciente de la media sonrisa que logra asomar en sus labios. “mi, hm, mi ex tenía un piano en casa, un viejo george steck. nunca me dejó tocarlo, era una especie de reliquia familiar, pero siempre me gustó mucho, ¿sabes? me gustaba fantasear con comprar uno, con tenerlo en alguna pared de mi casa… aunque no supiera tocarlo,” se burla de aquella ridícula fantasía cuando se le escapa una risa baja y negativa de su cabeza, sonido que deja tras de sí una fácil sonrisa. “tal vez algún día pueda aprender,” deja abierta aquella posibilidad, quizá como parte de esa larga lista de tontos anhelos que conserva para sí, de pequeñas acciones a realizar, parte de esa necesidad de pensar en bondades del mundo y verlas por sí mismo. “¿qué te dice buxtehude de mí?” curiosidad jocosa brilla en grandes orbes mientras mira fijamente a compañero de aquelarre, interés notorio en inflexión de su voz, queriendo escuchar la conclusión a la que había llegado con aquel dato. mucho se podría denotar de elecciones musicales, y lo sabe. su cabeza se ladea ligeramente, buscando perfil opuesto mientras le escucha, atento. “me gustaría mucho verlo, ¿de qué trataba?” concede con sinceridad absoluta, dedicando sonrisa suave a su acompañante. “creo que nunca te he escuchado tocar, tampoco,” recuerda mientras hace memoria. posiblemente no había prestado atención suficiente a sus alrededores en frafald, aunque tampoco pasaba mucho tiempo en la casa del aquelarre como para percatarse de alguna clase de melodía que pudiera atrapar su atención. “oh, eso no es cierto,” le acusa a la par que sus labios se fruncen ligeramente, como si comprara lo dicho por el contrario. “o, bueno, supongo que debe tener también su lado negativo, ¿hm? seguro debe ser más divertido ser capaz de reproducirlo después, o tener ese oído privilegiado que apuesto tienes,” cavilaciones son expresadas en voz alta, su atención puesta en contrario mientras continúa su camino. “¿cuál es tu favorita? no podré dar un veredicto hasta no escucharte,” palabras son acompañadas de un encogimiento de hombros, como si no hubiera de otra más que verlo y escucharlo por sí mismo para poder dar una opinión. su curiosidad respecto a las habilidades musicales del otro ha sido despertada. las palabras ajenas resuenan en psique contra su propio pensar, en cómo siempre batalló para lograr expectativas que nunca se cumplieron, en cómo detestaba todo lo que antiguo aquelarre significaba para su familia, en una pertenencia que nunca sintió propia, por mucho que lo intentara. “supongo que –es lo que frafald ha hecho para casi todes, ¿no? a veces lo siento extraño, ¿sabes? no tener que cumplir con expectativas,” coincide en una tonalidad un poco más baja, expresión pensativa que se ocupa de plasmarse en facciones por un momento. exhala con lentitud mientras se acomoda sobre su lugar, dejando que los rayos invernales de sol dieran contra su rostro. pregunta le hace volver su atención a river, párpados abriéndose con sorpresa ante halago y obligándole a apartar la mirada con la inesperada vergüenza. “ya… no me tomes el pelo,” refunfuña, ignorando el odioso calor que sube por cuello y rostro. “últimamente no tengo mucha suerte en eso,” sigue intenciones bromistas, aunque es inevitable que sonrisita forzada curve comisuras, restando importancia a tema que aún retiembla con dolorosa pesadez en su pecho, cuando inevitablemente piensa en alguien. atención se ve fácilmente desviada, entonces, hacia la bolsita de dulces, facciones suavizándose cuando alza la mirada hacia contrario, genuinamente conmovido por inesperado regalo. “¿en verdad? no debiste…” de igual manera los acepta, con la tonta sonrisa puesta en sus labios, tan fácil de complacer, mientras abre la bolsa y toma uno de aquellos chocolatitos, antes de ofrecer a contrario. “anda, prueba uno… están muy ricos,” invita, antes de inclinarse ligeramente sobre la pantalla, pasando su mirada entre rostro opuesto y la fotografía, incrédulo. “claro que deberías… ¿ya viste su cara? ¿cómo podrías negarte a esa carita?” insiste, sin dejar de observar la foto. “supongo que es mejor que buxtehude,” sugiere en medio de una risa baja, ladeando ligeramente la cabeza cuando continúa en medio de entretenida tonalidad: “¿o tal vez spring? ya sabes, como the rite of spring… aunque tiene más elegancia stravinsky.” 

    ‘ oh, no ~ ’ las palabras que le traen peculiares recuerdos, en realidad, culminan por elevar comisuras en un toque entretenido, una forma de tratar narrativa de la forma más entretenida posible. ‘ salir con personas que tocan el piano, o músicos en general, nunca es buena idea ’ emprende, alzando las cejas en un toque divertido, en el que culmina por llevar palma al pecho, en una alza vanagloria: ‘ yo, por supuesto, soy la excepción que confirma la regla ’ aquello le anima a reír de forma leve, queriendo acercarse a su punto: ‘ mi ex también era pianista, y tenía uno que tampoco me dejaba tocar, pero el suyo era un steinway ’ suspira en una exagerada decepción, pareciéndole que era un aspecto común en la personalidad de aquelles afines a la música desde un punto de vista más individualista. ‘ pero si algún día te animas, puedes probar con el mío ’ porque no existe problemática en su caso, siempre dispuesto a ofrecer a una ayuda en el momento en el que sea preciso. ‘ ¿qué dice de ti? ’ aprieta los labios, en lo que finge una expresión que exige introspección, pero por supuesto, lo único en lo que desemboca es en esa sonrisa que se escapa tan fácilmente entre comisuras. ‘ que eres todo un sentimental ’ apunta entretenido, considerando aquellas melodías más ligadas a lo solemne y voces espirituales. ‘ era una historia de amor, ya sabes, la típica historia entre dos personas que comparten un destino fatal ’ un resumen que bien podría hablar de la realidad que muches viven a diario. ‘ era más bien del tipo que se centra en las emociones dentro del mayor realismo posible, pero ya ves que no hay más crueldad que en lo cotidiano ’ comparte, asintiendo con ligereza, haber sido partícipe de aquello le hace sentirse orgulloso al respecto. ‘ espero que vuelvan a interesarse en mí cuando quieran hacer otro, la verdad es que fue una experiencia maravillosa ’ los labios se aprietan en lo que comisuras se muestran risueñas, como siempre, más que plácidas al hablar al respecto. ‘ mi piano está en mi departamento, y desde que empezó el año no he tenido la oportunidad de tocar en público, por todas las problemáticas que no han dejado de surgir ’  le comparte, pues entre ellas se encontraba su participación en el concierto de navidad que, tristemente, no se llevó a cabo. ‘ lo tendrás que descubrir por ti mismo ~ en realidad, no se me da mal transferir las partituras de un instrumento a otro, a pesar de que nunca es lo mismo, es como si se crease algo nuevo ’ anima con gracia, aunque en realidad nunca había sabido cómo responder a esa pregunta. ‘ espero que surja una oportunidad en la que puedas escucharlo ’  anima, pues siempre ha existido ilusión en mostrar su música a otres. ‘ así es, quizá porque la libertad no siempre tiene sabor dulce, o está repleta de espinas hasta que encuentras aquello que te hace sentir bien ’ sobre todo, cuando se vivía fuera de las estipulaciones de un molde, pareciera que delimitar es imposible. ‘ no estoy tomándote el pelo ~ sólo es honestidad ’ tontea, por supuesto, en lo que gracejos burbujean libres entre cuerdas vocales. aún, la expresión se alterna, volviéndose una de confusión cuando lo observa. ‘ ¿no? ¿cómo es eso? ’ inquiere, a pesar de que imagina que tratar de ser capaz de definir que se posee suerte al respecto es más complejo todavía. ‘ puf, no me vengas con esas, lo hice porque quise ’ alza cejas de forma divertida, animándose a estirar brazo para tomar uno de los dulces. al final, le da un pequeño bocado, como tratando de saborearlo. ‘ tienes razón, no están mal. son un poco diferentes, pero me gustan ’ elabora juicio, terminando con el chocolate después. ‘ ¿verdad? no me animé a sostenerlo en brazos en ese momento porque sabía que no podría quitármelo de la cabeza, pero ya ves que fallé estrepitosamente ’ suspira, apretando labios en un suave mohín, pues no había dejado de pensar en el pequeño felino. ‘ nunca he tenido una mascota, así que por eso estoy reticente ’ comparte, deslizando iris hasta el otro, no quisiera equivocarse con el gatito. aún, la idea que le otorga el otro termina por vencer en una sonrisa perlada. ‘ es bonito, sí ’ otorga, aunque aún tendría mucho que pensar al respecto. ‘ creo que me acabaría convirtiendo en un creador de contenido únicamente de gatos, ya sabes, como el de aquel video que te pasé ’  niega con la cabeza ante sus propias estupideces, ya imaginándose creándole una cuenta personal al animal.

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cicl​

          “no tienes que preocuparte” le repite con absoluta calma, deseaba de verdad que aquello no fuese otra preocupación más que le trajese a river y de haber anticipado que las cosas se tornarían bruscamente en su contra tan rápidamente quizá nunca le hubiese contado aquel pequeño secreto a su hermano. le hubiese gustado esperar un poco más, mas ahora revelación había sido hecha y debía lidiar con los contratiempos que eso dejaba atrás. “qué te pasa, que seas tan condescendiente me da miedo” menciona con sospecha entrecerrando sus párpados, no estaba acostumbrado a aquellas reacciones por parte del contrario y le resultaba extraño. no menos agradable, mas sí raro. “igual eso no es relevante ahora, lo importante es hacer lo mejor para conservar una buena relación, ¿no?” y estaba seguro que contrario le entendería, quizás no era común que tuvieran aquel tipo de relación pero ambos tendían a valorar los vínculos que creaban y solían mantenerlos a largo plazo. “¿cómo podría perderme?” estaba confundido, era la primer vez que experimentaba algo así “¿me hablas desde la experiencia?” sospecha, porque nunca conoció el origen y finalización de relaciones opuestas. quizás él también había vivido algo similar por alguien más. “no soy un bebé, river” refunfuña dándole un suave golpecito en el hombro, sintiéndose un poco mejor después de escucharle. más seguro y menos juzgado “gracias” musitó, el agradecimiento simplemente le nació repentinamente “pero ya es suficiente cursilerías por hoy, vayamos a hacer que simba se canse así duerme toda la noche” y apenas llegaron a zona de cesped lo liberó para que efectivamente lo hicieran “¿por qué no tienes tu una mascota?”

     ‘ tarea imposible, elige otro mandato que hacerme ’ le molesta, alzando las cejas en un toque casi infantil, pero lo cierto es que no existe momento en el que no haya preocupación por su hermano, tan sólo por el simple hecho de quererlo. con la reacción que obtiene, sin embargo, termina por fruncir el ceño, observándole con desdén para acabar chasqueando con la lengua. ‘ ¿miedo dices? puf, no vuelvo a decirte nada ’ vira iris, aunque es consciente de que fallaría poco después, tan pronto como atención vuelve a recaer en su hermano. ‘ supongo, imagino que ha de ser complicado perder a une amigue de un día para otro ’ lo que le recuerda a la conversación que tuvo en el festival con aludide, y el hecho de que, eventualmente, saldría de sus vidas. la cuestión aprieta labios, obligándole a apartar mirada de forma momentánea para reflexionar. ‘ cuando le entregas una parte de ti a alguien, y se marcha, no vuelve a ti ’ terminando por no sentir más que el vacío, como una condena que recuerda que nunca se debe abandonar a uno mismo. le hablaba desde experiencia, claro que sí, desde aquella que lo había absorbido tanto, que ni si quiera en el tiempo presente cree haber podido definirse de forma propia. ‘ no ’ pero es lo que opta por decirle, quizá porque es una versión de sí que no está preparada para compartir o rememorar. ‘ sí lo eres, pero sólo cuando quieres ~ ’ lo molesta, llevando palma a darle un golpecito en la otra nuca, pensando en todas esas veces que ciel ha gustado de actuar de forma consentida consigo. ‘ ¿trajiste algún juguete? ’ quizá podrían lanzárselo. ‘ pues ~ no pensé que fuese a ser lo adecuado ’ le cuenta, por falta de tiempo, o lo que fuera, nunca pensó que podría tomar esa responsabilidad. ‘ pero en el lugar en el que recogí a simba había un gato que me pareció muy adorable, aunque no termino de animarme ’

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chvemin​

‘ ¿crees que sea su único menú? ’ indaga al escucharle, como si realmente aquello fuera una posibilidad real. ‘ no me sorprende que sean tan inteligentes. ’ exagera, ciertamente, una comida no sería un factor influyente en algo como eso, entorno sería más que suficiente para colocarles en aquella posición. reacción compañera es más que satisfactoria, cediendo a carcajadas en cuanto expresión masculina parece transformarse, ni siquiera había considerado sorpresa por algo similar. ‘ podría serlo, ¿por qué no? ’ indaga. sabe, por supuesto, incomodidad de algunes frente a categoría, mas personalmente no lo ve como algo tan escandaloso en verdad. ‘ quizá le de una oportunidad. ’ no descarta idea, acaba por elevar un hombro con simpleza para dejarlo pasar. ‘ ¿quieres que busquemos uno juntos? ’ propone por lo bajo, divertida, duda que aquello despierte algún interés en interlocutor, después de todo. ingresa por delante cuando amigo cede paso, ingresando en destino solo para voltearse a verle, ladeando la cabeza para observarle detenidamente cuando información se escucha. ‘ ¿ha mejorado? ’ curiosea, no estaba al tanto de ello, pero no cree que sea algo de mayor relevancia, eventualmente todos sus poderes comenzaban a mejorar. ‘ podría ser de ayuda. ’ desconoce si realmente representará alguna diferencia o si acabaría siendo una estrategia funcional, pero poco perdían con darle una oportunidad a lectura. ‘ podemos buscar algo más cuando terminemos de comer. ’ puntualiza. ‘ ¿qué pedirás? ’ consulta con él, notando que tiene control sobre una carta del lugar. ‘ no tengo tanto hambre, tal vez solo me conforme con algo de beber. ’

     ‘ podría serlo, por supuesto, sólo me pillaste con la guardia baja ’ se excusa con un deje divertido, que por supuesto anima al gracejo que emana entre comisuras. jimin, como siempre, sabía encontrar la forma de sorprenderlo. ‘ bueno ~ lo cierto es que no he leído ninguno de ese tipo, pero deben tener tanto público por alguna razón ’ dedica desde el punto de vista más positivo posible, incluso asintiendo con lentitud, como si verdaderamente estuviera considerándolo. ‘ uhm … ’ la propuesta, que no sabe si es genuina o por simple humor, le hace gracia, pero opta por aguantar la sonrisa para ladear la cabeza, achicando párpados en lo que plantea: ‘ claro, después de comer ~ ’ sin si quiera saber que pudieran existir estantes únicamente dedicados al género, quizá alejandría tendría algo interesante que ofrecer. al final y dentro de la cafetería, niega con la cabeza. ‘ ni un poco, aunque es cierto que ha estado más tranquilo, pero creo que es porque comienzo a acostumbrarme a ello ’ una victoria que no sabía a tal, si se veía desde esa perspectiva. ‘ no te preocupes, estoy en búsqueda de una persona experimentada en la materia que preste ayuda, pero con todo lo que ha estado sucediendo, todo es más complicado de lo normal ’ acaba por encogerse de hombros, señalando la carta. ‘ ¿me vas a dejar comiéndome esta torta solo? no seas así, jimin. va, compartámosla ~  ’  pide, apretando labios en un mohín de súplica. ‘ pero también pediré un café, como siempre. siento que si no tengo los niveles suficientes de cafeína no aguantaré el día ’  

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dvesan​

“¿en qué nos convierte eso, river? no sé si es terquedad o ese deseo de querer encontrar el lado bueno a todo… tal vez una mezcla de ambas,” concluye después de una pausa de un par de segundos, con una pequeña sonrisa sobre sus labios, la resignación inevitable posándose sobre sus facciones. porque sabía que fácilmente podía volver a caer en aquello, en ese círculo vicioso que parece estar compartiendo con su compañero de aquelarre. al menos, por unos segundos, no se siente tan ridículo, no se siente como el único en aquel lugar, que parece repetirle a gritos que el querer hacer algo bien solo le traerá problemas, que el hecho de que la gente le haga daño, no es culpa de nadie más que de él mismo. “es más difícil de lo que parece…” coincide con voz apaciguadora, recordando cómo se había jurado que no volvería a caer en aquellos errores, a ser tan odiosamente blando que cualquiera podría causarle daño. se lo había prometido al llegar a la isla, y aún así, ahí estaba, queriendo darle todo a alguien, tan dispuesto. otra vez. “supongo que por eso no es el aquelarre más popular, ¿verdad? no digas que fui yo quien lo dijo, pero sí merecen perder esos libros de música,” sugiere con una entretenida sonrisita, a sabiendas de la mala fama que traen consigo aquellos pertenecientes al antiguo aquelarre, el orgullo y la inherente arrogancia que viene de la mano con pertenencia. en algún momento, recuerda, él también había sentido un poco de aquello, el ser capaz de absorber información, de saber todo lo que quería… era difícil no embriagarse del poder que conocimiento daba. “leí algunas cosas al respecto, pero nunca me dejaron tener un instrumento en casa,” comparte aquello con una curvatura que peca de nostálgica sobre sus labios, a la par que su atención es completamente dedicada a compañero, escuchando lo que tenía por compartir, una parte de él, aquella que creía olvidada, compresiva de lo que debía sentirse. nunca habían permitido que conocimiento musical fuese más allá de la teoría, en una casa que apreciaba el silencio, en más de un sentido. “es genial. a veces, por específicas circunstancias, la teoría es lo único que hay. pasé por una época en que sólo escuchaba a buxtehude. tenía en repetición su chaconne en mi menor, todo el tiempo, en mi cuarto. creo que fue la primera obra que me hizo sentir algo. me hace comprender un poco a bach, que caminó tanto sólo para escucharle. son esos pequeños datos, ¿sabes? lo que vuelve todo tan increíble, incluso para los que no sabemos tocar siquiera una tecla de piano,” admite antes de reír por lo bajo, ligeramente apenado por aquello, por el hecho de que habilidades fuesen nulas. agradece internamente la buena disposición opuesta, pronunciando un débil ‘gracias’ cuando palma se posa sobre su espalda, continuando con el camino que le puede alejar de aquel lugar, tan asfixiante, que siente cernirse sobre él. “¿y te gustaría hacerlo?” tal vez se entromete más de lo que debería, deteniéndose sólo para buscar la mirada opuesta y la verdad de una respuesta, inevitable que gesto ajeno sobre su cabello le arranque una pequeña media sonrisa, y un sutil calorcito sobre mejillas, tan poco acostumbrado a gestos físicos. “la tiene. vamos…” acepta con un asentimiento, alcanzando aquel lugar y quitándose el abrigo para que ambos puedan sentarse, dejando sus piernas estiradas y sus brazos igualmente soportando su peso, inclinado un poco hacia atrás. “¿qué vas a mostrarme?” 

     ‘ quizá sí trate de una mezcla de las dos ’ coincide, en lo que permite que una leve risa brote, concediéndose la idea de la terquedad que bien se afianza en su sistema, en su forma de ver las cosas y replanteárselas, como si siempre quisiese demostrarse algo a sí mismo. el fallo, por supuesto, siempre se da absoluto. así que, aún si los consejos vagasen de un lado a otro desde sus comisuras, tal y como ambos han decretado, simplemente es más difícil de lo que parece. termina por parecerle divertida esa visión del otro al respecto del anterior aquelarre, y de esa sensación de pertenencia que se da, pero que no siempre se siente propia. ‘ oh ~ ¿y te hubiera gustado tener uno? — nunca es demasiado tarde para decantarse por la música ’ anima, pues reconoce que muches lo han catalogado como inútil, o sin un rol de valor en una sociedad ligada a la consecución monetaria que sólo conlleva a la pérdida de la creatividad colectiva. el mundo frío como desenlace, claro, que tanto contrastaba con las pasiones vivas que se desarrollan desde su interior.   ‘ uhm … así que ese es tu estilo ’ achica los párpados con algo de gracia, como si lo estuviese observando en sospecha, o elaborando juicio, pero sólo se anima a permitir que la risa burbujee al final. ‘ el año pasado estuve trabajando con unos estudiantes de cine y de música de la universidad ogma, querían que les crease la música para una serie de cortos, tenía un corte tan emotivo que escuché mucho de él también ’ le cuenta, pareciéndole una coincidencia más que interesante. ‘ te los pasaré para que los veas ~ ’ alza las cejas, permitiendo que la emoción brille sobre iris, la común a aquellas oportunidades en las que otres podrían escuchar su música y composiciones. ‘ en realidad, siento que no siempre es preciso tener conocimiento de las cosas para disfrutarlas, teórico o práctico, a veces echo de menos esa inocencia de escuchar una melodía y no ver cada movimiento sobre la partitura en la mente ’ una conclusión que denota entretenimiento, siempre dispuesto a emanar burla sobre sí, y así concluye: ‘ yo disfruto más de las composiciones para violín, ¿quizá me equivoqué de instrumento? ’ tontea, en lo que cuestiones ajenas le invitan a la introspección una y otra vez, pero ante la que termina por encogerse de hombros. ‘ me gustaría poder hacerlo sin que significase algo para mí ’ que no llevase la carga del tiempo consigo, o de las circunstancias que le recuerdan al pasado. ‘ pero sé que no es el lugar para mí, cuando entré a frafald, me sentí libre por no tener que continuar forzándome a encajar en un molde que nada tiene que ver conmigo ’ cuenta, en una versión resumida de la realidad, el peso de embla que le oprimía fue el que prácticamente lo empujó a desprenderse de él. ‘ en realidad son varias cosas ’ emprende, recuperando la bolsa que trae consigo para colocarla sobre su regazo. ‘ pero antes … ’ se detiene, llevando la mirada a las otras facciones, que le habían parecido más que adorables al percatarse de ese color que lo había decorado. ‘ ¿cómo es que teniendo esas conversaciones tan interesantes y esa cara tan bonita estás soltero? ’ alza cejas con humor, dándole una leve palmada en la rodilla cuando el gracejo brota de nueva cuenta, pretendiendo ver en alza los ánimos del otro. ‘ estaba haciendo un estudio de la competencia en dulces cuando no pude contenerme, ’ entonces, saca una bolsita de papel que le tiende, en el interior, esos dulces que ya le había mencionado que le gustaban. ‘ me acordé de ti ’ entona con gracia, habiéndose paseado por las pastelerías con el fin de ver cuáles eran las tendencias actuales en dulces. ‘ luego ~ ’ toma el teléfono móvil, desplazándose por la galería para mostrarle la pantalla, en la que se muestra un felino. ‘ está en adopción y, no sé, ¿debería hacerlo? le podría llamar stravinsky o algo así ’ aquello, evidentemente, le anima al escape de una risa.

[riverm]

sileeo​

“Mmm, diría que está bueno. A menos que quieras regalárselos a un catador profesional de comida, no puedo decirte que tendrá la misma opinión,” oculta los labios detrás del dorso de su mano en lo que continúa masticando, lentito y con total gusto porque sí, en efecto mostraban un buen equilibrio en el sabor. “¿Hacías estas cosas más chico? ¿Para qué? Oh, no me digas– se los regalabas a tus amigos en San Valentín, o a tus crushes–” le examina, más queriendo encontrar una respuesta por su cuenta que desconfiando de la verdad que pudieran ofrecerle. En su interior ya ha barajeado la opción del ex, mas no la quiere mencionar cuando recuerda el cómo River había querido que simplemente ignorara el tema la primera vez que le presionó tras ello. Esta vez, por suerte, es el otro quien da el paso en el tema. “Ahí lo tienes, un ejemplo más de las mil y un maneras en la que tu ex era un imbécil.” Porque no necesita recibir nueva información para juzgar al desconocido con aquella dureza. “¿Interesante? No sé…” Piensa en qué ha hecho antes de encontrarse con el menor. ¿Vagar entre la gente? ¿Ven los libros de lejos porque ni ganas tenía de hojearlos? O… Oh. De fondo escucha a River hablar con algo que podría considerar nostalgia, mientras que Simon se mordisquea el labio inferior y se debate en si debía compartir lo que le había ocurrido más temprano. Siempre podía ser un accidente, una fluctuación extraña en su magia– como podía ser que no. “Quemé un libro,” suelta de repente, pero antes de que se le juzgue ya está intentando arreglarlo: “y no fue intencional, lo juro,” frunce el ceño, medio inclinade hacia su compañero para que le escuchara bien a pesar de la voz baja. “¿Te ha pasado alguna vez? ¿Que quemas algo porque sí?” Y si pregunta, es porque River se había criado entre brujos. Si había alguien que podía tener alguna idea, seguramente era él. “Puede ser síntoma de otra cosa además de… Piroquinesis, ¿o no?” Mientras espera por la respuesta, un nuevo chocolatito termina entre sus labios.

     ‘ ¿para qué quiero un catador profesional cuando te tengo a ti ~ ? ’ indaga con un punto de entretenimiento, en realidad, porque le resulta la opinión más válida en ese momento, o por lo menos, la más sincera. ‘ puf, no tienes ni idea ’ un suspiro nostálgico en remembranza de aquellos días. ‘ yo era bastante popular en esa época, pero siendo el delegado de clase todos los años, tenía que estar a la altura ’ alza cejas en un punto de teatralizada vanagloria. ‘ así que solía hacer para toda la clase, no quería que nadie se quedase sin recibir ’ en esas edades, lo imagina terrible. ‘ pero siempre había uno más especial que otro, ¿o cómo crees que conseguí el corazón de isabela pérez? ’ empieza con esa historieta que nadie le ha cuestionado, elevando comisuras con gracia. ‘ ella era la delegada de la clase de al lado, a la que ciel iba ’ porque, creciendo, siempre habían estado en diferentes grupos a pesar de compartir año. ‘ puf, era súper linda, fue mi primera cita, mi primer beso, le tengo un gran recuerdo ~ luego acabamos siendo amigos, lo último que sé de ella es que fue a la universidad en el exterior ’ asiente, pero termina por reír cuando menciona a su ex, una de las razones que se entrometieron entre isabela y él, por cierto. en todo caso, los sueños del pasado se abandonan rápido, debiendo alzar las cejas al escucharle. ‘ ¿tan malo era el libro? ’ es lo primero que plantea, en un corte humorístico, pero con la evolución en seriedad de la temática, acaba por fruncir el ceño. ‘ no, quiero decir, no es común ir quemando cosas porque sí ’ a no ser, por supuesto, que se posea piroquinesis. simon se le adelanta, pero termina por asentir. ‘ parece que has desarrollado piroquinesis, qué cool. ¿recuerdas lo que me sucedió con el descendum? escuché que varias personas experimentaron cambios en sus maravillas, o que adquirieron nuevas ’ dígitos van al mentón, como estudiando el hecho. ‘ es extraño, la verdad. es la primera vez que hay una vivencia así en la isla ’ pero, visto todo aquello que no deja de suceder, pareciera que hasta lo más bizarro tiene sentido. ‘ supongo que tendrás que aprender a controlarla, conozco a varias personas que la poseen, por si necesitas ayuda ’ ofrece, pero termina por deslizar mirada hasta las otras manos, llevando dígitos a sostener la muñeca de aquella que no está enguantada. sobre la otra, claro que se ha percatado tiempo atrás, pero ha preferido no mencionar nada al respecto hasta que simon lo hiciera. ‘ sabes, dicen que las personas con piroquinesis tienen una temperatura corporal más elevada que el resto, ¿será cierto? ’ así que, con fines educativos, la lleva hasta la propia mejilla, como si al entrar en contacto entre pieles pudiese hallar la respuesta.    

[riverm]

dizvn​

“¡es verdad! cuando vayas pediré que entre todes te cantemos cumpleaños feliz, luego te daremos una cortesía para que la joya de la corona seas tú en el escenario haciendo lip sync.” idea le entusiasma, sensación viajando hasta la mano empuñada, aclamando una supuesta victoria. “si no me equivoco el cuento de la tarde es la liebre y la tortuga, así que podrías elegir dar un par de saltitos o caminar leeentamenteee.” medita mientras evoca recuerdo del cuento infantil. “les niñes son muy inquietxs, seguramente terminarán haciendo lo mismo que tú.” narra lo que ya ha corroborado, pues mientras que leía el primer cuento no se quedaban en su sitio, encarnando emociones que transitan por los personajes. al llegar toma asiento, permitiendo que la vista vaya a paisaje exterior que goza la terraza. “uhm, me gustaría un café helado, por favor.” solo la despega cuando después segundos de deliberación va a parar a facciones menores, gestito de súplica se hace en sus manos. 

     ‘ espero haber bebido lo suficiente para entonces, pero, ¿podré elegir la canción? ’ curiosea de forma divertida, como si realmente se encontrase dispuesto a ello, aunque con el suficiente etílico en vena, se cree capaz de entregar cualquier tipo de espectáculo. imaginándose la historia que propone, culmina por reír ‘ creo que ser la liebre será más divertido, creo que acabaría convirtiéndome en uno de ellos ’ comenta con gracia, pues siempre ha disfrutado de entretenerse con les más pequeños, adentrarse en su mundo para experimentar todo aquello que no ha estado presente en la propia infancia. ‘ un café helado, hecho ’ toma nota, observándole entrenenido con el gesto ajeno. cuando vuelve, lo hace con el otro pedido y un café espresso para sí. ‘ traje esto por si acaso ’ tiende un par de bolsitas de azúcar, en caso de que fueran precisas. ‘ entonces, ¿qué feedback te dieron les pequeñes? ¿disfrutaron del cuento? ’ seguro que sí y, de hecho, es eso mismo lo que le hace lamentar haberse perdido la primera función.

[riverm]

chvemin​

niega al escucharle, porque no puede concebirse a sí misma como lectora, no al menos por iniciativa propia. ‘ los libros se me hacen demasiado aburridos. ’ supone, que es costumbre de realizar actividades y pasatiempos ligados a movimiento constante que, ciertamente, hacen ver aquel como una mala opción entre la variedad que posee. ‘ sabía que tenían una cafetería en algún sitio, me negaba a creer que alejandria solo se alimenta de conocimiento. ’ exagera, por supuesto, lo lógico sería tener algún tipo de lugar como aquel. acciones masculinas la llevan a sonreír, siguiendo guía de su amigo en lo que inician caminata hacia destino. brazos aferran libro contra su pecho al escuchar interrogante. ‘ una novela erótica. ’ bromea, por supuesto, es fácil notarlo por como sonrisa lucha por mostrarse en su rostro y exponerla. ‘ es solo información sobre nuestras maravillas. ’ concede aun con humor tiñendo su tono. ‘ dije que quería mejorar mi transmutación, creo que entenderla más puede ayudarme con eso. ’ 

      ‘ quién sabe, tal vez cuando lleguemos allí nos encontremos que el único menú que ofrecen son sopas de letras ’ se permite bromear, teniendo que reír por sus propias ocurrencias, y sacudir la cabeza con lentitud al final, como si quisiese dejar a un lado semejante absurdez. es fácil, pues cuando la escucha mencionar de qué trata el libro, la mirada se enfoca rápido en ella, en una expresión de sorpresa que no puede ocultar. ‘ ¿en seri— ’ pero cuando la ve reírse, termina por chasquear la lengua, enfocándose de vuelta en el frente con un mohín: ‘ fue tan repentino que me lo creí ’ se excusa, suspirando. al llegar a la zona, dígitos empujan la puerta que da acceso a la cafetería, haciéndole un gesto con la cabeza para indicarle que entrase primero. ‘ buena idea, ¿crees que me podrá servir con el descendum? ’ alza cejas, replanteándose esa posibilidad que lo había estado persiguiendo desde el centro génesis. ‘ tampoco me está yendo muy bien con él desde que se mejoró de un momento a otro ’ vira iris con gracia, como si de una carga se tratase. luego, toma asiento en una de las mesas, sosteniendo la carta. ‘ ah, ah ~ tienen más variedad de lo que pensé ’

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cicl​

         “tienes que enseñarme cómo lo has hecho, que ya ves que si dependo de esta gente simba se me pierde en cualquier sitio. tuve suerte que mi caída le causó gracia como para quedarse” pues el pequeñín solo decidió detenerse una vez que le vio sobre el suelo. “qué” cuestiona incrédulo y le observa con notoria inocencia. como si no supiera a qué venía aquella reacción tan natural y propia de river “¿no me preguntarás nada? ¿no te da curiosidad?” suelta insistentemente y ahora molestando a su hermano con sus mejores intenciones. su mirada desciende hacia el cachorro, jugueteando con aquella zona de su cuello que tanto parecía el can de disfrutar. cuando conversación se vuelve sobre simon su sonrisa desaparece al instante y agradece el estar observando hacia abajo. facciones yacían ocultas en lo que parecía estar distraído en algo que encontraba mucho más interesante. no quería hablar del tema, no quería tener que explicarle a su hermano lo que había ocurrido y arriesgarse a ser regañado por lo que ya sabía había fallado y hecho mal así que simplemente lo dejó estar “está bien” soltó, dirigiendo su mirada y sonriéndole con tanta naturalidad que esperaba engañase a river. sin embargo, había algo en especial que no quería ocultarle “no intentaré nada con elle, river, no te preocupes” y un pequeño suspirito escapó antes de que prosiguiera conversación “a simon le quiero mucho, ¿sabes? no quiero hacer nada que dañe lo que tenemos ni ser el responsable que se aleje de mí. supongo que he meditado lo suficiente últimamente, me gusta así, supongo que cuando tienes un amigue tan linde y agradable contigo es normal que te confundas ¿no?” y ninguna de sus palabras dejan entrever tristeza o amargura, hay tranquilidad en su tono de voz. porque en el fondo aquello era quizá lo más honesto que le había confesado a su hermano. 

      iris se enfocan en las acciones del menor, en un deje nervioso que prevalece después de la mención de sus propias palabras. desde que se enteró, ha sido incapaz de quitárselo de la cabeza, convirtiéndose en una de las tantas razones por las que el pensamiento no había estado en la versión más óptima posible, como si esa tarea pendiente fuese a asfixiarle de un momento a otro. así que, por supuesto que anticipa las palabras del menor, y las que reciben, no se encuentran dentro de sus parámetros de actuación. lo que observa, y escucha, unas palabras repletas de empatía para el otre, que revelan la nobleza del eterno sacrificio. ‘ me preocupo de ti ’ quiere dejar en claro, pues el propósito de la conversación no es otro que conocer hasta qué punto la relación de simon y ciel se daba, para cubrir esos vacíos en la historia que le hubiera gustado saber. ‘ ya veo ’ asiente, pero termina por acercarse un poco más a él, llevando diestra al otro muslo para darle un par de palmaditas. ‘ no creo que estés confundido ’ dictamina, por lo menos, no era la impresión que le había dado durante la conversación que habían compartido en el festival, pues cree que no se lo hubiera dicho así como así, ya que nunca antes compartieron conversaciones como aquella. ‘ pero está bien, comprendo que no quieras perderle ’ asiente, pues puede coincidir en que simon se trata de una persona de valor. ‘ sólo no te pierdas a ti mismo en el proceso ’ un consejo que habla desde la experiencia, de las veces que su corazón ha lamentado tomar una posición de sacrificio. porque mejor que nadie, sabe que tampoco podría soltar con facilidad. ‘ también quiero que sepas que no está mal cambiar de decisiones, de arrepentirse, o de tomar un rumbo que te haga sentir mejor ’ comparte, llevando palma a la otra cabeza para despeinar la cabellera con algo de gracia. ‘ el bebé se hizo todo un adulto ~ ’ lo molesta al final, en plena intención de amainar el ambiente, o que ciel no lo sintiera demasiado pesado.

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kvrnna​

es inevitable que se le termine colgando de los hombros de todos modos, inevitablemente inquieto al estar en un lugar cerrado que suprimía todas sus libertades. era como si su cuerpo no pudiese estar en reposo, requiriendo el movimiento constante.  ‘  ¿un zorro~? ’  cuestiona entonces, su mirada descendiendo a la portada mientras parpadea con curiosidad, sin soltarse del abrazo, su actuar talvez provocando que la figura ajena se balancee con la propia. sostiene el libro entonces con una mano, y ahí ladea su mentón.  ‘  eeh~ ¿tú crees? hay muchos libros de animalitos que no terminan tan bien, ¿no? muchos que son tristísimos,’  y ahí, hace un mohín.  ‘  recuerdo que una vez leí… ¿el ruiseñor y la rosa? ¡fue terrible! no me gustó. tampoco lo entendí. ’  espeta, negando con la cabeza.  ‘  ¿eeh? ¿quién es stravinsky, rivie? ¿escribe libros entretenidos, o algo así?’  y ahí lo suelta finalmente, devolviendo sus pies a la superficie que se cierne debajo suyo.  ‘  bueno, ¡te acompañaré entonces! para que no te aburras,’  y con eso, estira su mano para pellizcarle con suavidad la mejilla.

      sostenido por ajeno, los movimientos que este emprenden guían los propios, dejándose balancear de un lado a otro como si estuviese hecho de un material flexible, terminando por liberar un leve reír al respecto. ‘ un zorro común ’ lo deja en claro, como si se tratase de un punto fundamental para la historia. en realidad, considera que la especie en la que se transforma karma es más adorable que el resto de la familia de los zorros. con la mención del título, labios se aprietan con ligereza, ladeando la cabeza en lo que asiente. ‘ sí que es triste, pero es bueno que no comprendieras su moraleja ’ aprieta labios en una leve sonrisa, considerando que había formas de ver las cosas que, simplemente, era mejor no poseer. ‘ pero este … es imposible que lo sea, quiero decir, mira todos esos colores ’ lo señala con el mentón. ‘ uno más triste tendría una portada sutil ’ o eso quiere pensar, supone que los libros infantiles poseen ciertas auras. ‘ era un compositor ruso, a mí sus libros si que me parecen entretenidos, pero están relacionados a la teoría musical y eso ’ asiente, por lo que supone que aquelles que no comparten el interés no lo considerarían tan acertado. con el alejar ajeno, lleva ambas palmas al interior de sus bolsillos. ‘ creo que me voy a rendir, ¿no te parece mejor que vayamos afuera? creo que había personas vendiendo churros ~ ’  

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baelyvia​

‘ pues más que yo si debes de saber. ’ hace notar lo obvio, pestañeando un poquito más para que le otre acepte más rápido el llevarla. ‘ el segundo piso entonces. ’ asiente, acomodándose la bolsa en el hombro como si estuvieran por adentrarse a la búsqueda más tediosa del mundo. ‘ todo lo que sea prohibido me interesa. ’ dice en broma, comenzando a seguirlo. ‘ nah, en realidad solo estoy aburrida y no se me ocurrió otra excusa para molestarte. ’

     al verla pestañear de tal forma, no puede contener la sonrisa divertida que se forma sobre facciones, debiendo inclinarse con levedad para observarla. ‘ ¿ese truco te funciona siempre? ’ párpados se achican, dedicándole una sospecha teatralizada. ‘ esta no será una excepción ’ dictamina con gracia, irguiéndose de vuelta para emprender camino hacia las escalera. ‘ puf, elegiste fatal, soy tremendamente aburrido ’  palma va al pecho, exagerando un notorio suspiro, pero que culmina en gracejos que vagan libres. ‘ ¿qué pasa si existe algún tipo de maldición y nos condena por toda la eternidad? ¿qué haremos si, no sé, nos deja calvos? ’

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dvesan​

aprender de sus errores, son palabras que resuenan más de lo que deberían en su cabeza. porque suena lógico, algo que debería de haber hecho hacía años, pero continuaba cayendo en el mismo hoyo, otorgando todo sin esperar nada a cambio. intentaba cambiarlo, le había dicho a alguien unos días atrás, pero ¿realmente lo estaba haciendo? eleva su mirada de donde la tenía fija, inconscientemente apartándola de river mientras sus pensamientos le habían alejado de momento actual, hasta que le escucha, y no tiene de otra más que dedicarle una sonrisa suave, comprensiva. “yo tampoco he aprendido nada, aparentemente,” admite, sin orgullo, simplemente con la melancolía haciendo especial aparición por un momento, afectando la curva que se muestra en sus labios. “pero me gustaría hacerlo, ¿sabes? aprender la lección y–” dejar de ser así, cada día convenciéndose más de que, tal vez, progenitores habían guardado algo de razón en sus crueles palabras y aún más crueles acciones. exhala con lentitud, sonriendo débilmente y negando con la cabeza. no deseaba entrar en aquel tema, arruinar un poco de ambiente festivo del que parecía no ser parte. si bien no estaba en completa comodidad en la biblioteca, tampoco tendría river que pagarlo. “ha sido así por siglos, según tengo entendido… supongo que –es por ambos. conozco a muchos de alejandría que están completamente bien con eso, que son muy recelosos con la información. por eso no soportan que alguien del aquelarre sea nada menos que privado al respecto. delatar los secretos es –lo peor que puede ocurrir. mucho de lo que se guarda –estoy seguro que ni siquiera el concejo lo sabe,” comparte aquello, algo que creía era de conocimiento general. “ahora voy a pensar que lo haces a propósito… que tenemos ese trato para conseguir esos libros de música,” comicidad huye de sus labios con facilidad, continuando un poco con aquella broma, tan sencilla y alejada de realidad que no le cuesta hacerla. “me gusta stravinsky… ¿es tu compositor favorito?” inquiere con genuino interés, aunque cree que ya puede prever la respuesta positiva. de todas formas, asiente, iniciando camino sin conocer destino. “¿podemos salir un rato? aún no sé qué tan cómodo me siento aquí dentro.” 

      las comisuras se alzan en un deje que bien puede reflejar retazos de humor, o más bien, riéndose de esa ironía que se le ofrece. porque, en las más grandes evidencias, resulta un perfecto espejo de las propias vivencias. ‘ es complejo cuando siempre existe ese consuelo de pensar que esa piedra será la diferente al resto ’ alza cejas, pero bien lo dice en un toque liviano, con el propósito de no llevar temática a recovecos que pudieran ser complejos. en el propio caso, por supuesto que lo era, y cree haberse ganado el derecho a burlarse de esa mala suerte que se siente atraída por sí, como un mal augurio, que fácil podía hacerle creer que fue concebido entre morrigans. ‘ pero también me gustaría, es el propósito de todos los años ’ añade, en lo que las comisuras enmarcan una sonrisa perlada, permitiéndose que la palma descanse en el pecho, dejando escapar un leve suspiro. con atención puesta sobre daesan, los panoramas se desconocen, pero cree que tratar con otres de similar punto de vista siempre se siente como algún tipo de contención. termina por asentir leve en lo que le comparte, todo lo que ha escuchado con los años, y es cierto que la fama de alejandría no es demasiado favorable entre el resto de aquelarres. por mucho que quisieran representar lo contrario, o se dieran enseñanzas, siempre existiría ese recelo. ‘ suena interesante, supongo que es el poseer algo tan único el que hace que los humos se les suban a la cabeza ~ supongo que se merecen perder esos libros de música ’ de nuevo, le entrega palabras dentro de la tipología humorística, quizá porque plantea que situarse en un lugar como aquel, tan ligado al aquelarre al que ya no pertenece, ha de ser complejo. ‘ oh, ¿sí? ’ las cejas se alzan con absoluta curiosidad, y los iris brillan con ilusión al respecto. ‘ ¿te interesa todo esto? ’ en una mención tan ambigua, en realidad se refiere al mundo de la música y la composición. ‘ es mi favorito, pero porque me gusta cómo expresa sus ideas ’ por muchas otras circunstancias, también, pero que tampoco quiere mencionar. ‘ siento que interpretar y crear música es sencillo, pero tener las habilidades para ser capaz de teorizarlo me parece genial ’ comparte, pues desde su punto de vista, siempre ha tratado la música como todo lo abstracto, lo que no existe en el mundo del diccionario. con la propuesta, ha de fruncir leve el ceño en una preocupación que se despierta absoluta. ‘ claro ’ palma en libertad se posa en espalda ajena, como muestra de compañía hasta el exterior. allí, cuando el aire se puede respirar con índices de paz, se detiene, y lo observa en un apretar de labios que forma una sonrisa. ‘ a mí también me cuesta acercarme al refugio embla, de hecho, llevo años sin entrar ’ quedándose en la puerta, sin atravesar más que eso, supone que es un caso similar. al final, alza diestra, llevándola a reordenar cabellos del otro flequillo con cuidado. ‘ ¿quieres que descansemos un rato? la zona de césped de allí tiene buena pinta ~ ’ invita, señalando el espacio con el mentón. ‘ además, quiero mostrarte algo ’

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chvemin​

reconoce al chico apenas le escucha, aun así, lleva vista a facciones contrarias, inspeccionándole detenidamente cuando mención aparece. acepta tomo, terminando por oír compensación esperada por ayuda ofrecida, llevándola a sonreír y asentir sin más. ‘ suena bien, nunca he venido aquí. ’ confiesa, a pesar del tiempo que lleva en la isla, libros en general no fueron jamás de interés como para justificar una visita. ‘ es una buena oportunidad para conocer la biblioteca. ’ puntualiza como motivo general. ‘ una bebida de la máquina… ’ repite por lo bajo, no cree que sea un problema en realidad. ‘ ¿no debería haber un sitio donde conseguir comida y eso? ’ indaga, supone que en un recinto tan grande como aquel, debían tener uno o, al menos, ofrecer uno ocasional dado el evento que presenciaban. ‘ vamos, busquemos, podemos comer algo juntes incluso. ’

     ‘ ¿no? bueno ~ no está mal del todo, aunque admito que últimamente he estado visitándola menos de lo que me gustaría ’ comparte, más bien, porque las circunstancias de los últimos tiempos apenas despiertan energías para cultivar el conocimiento que siempre persigue al respecto del arte y la música. simplemente, pareciera que todo es más importante que eso. ‘ hay maquinas en algunas zonas, pero una cafetería también ’ indica, optando por colocar brazo sobre los hombros femeninos, dispuesto a emprender camino por el pasillo. ‘ pero sí, vayamos allí para merendar, también tengo un poco de hambre ’ se le había olvidado entre tanta cháchara, si es sincero. ‘ ¿de qué es el libro que tomaste? ’  

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vilhok​​

sistemas de seguridad alertan lo peligroso que debe de parecerle la serenidad que conquista en oleaje anatomía bajo toque impropio, pero a cambio de atenderles, emplea brazo que rodea a menor, afinándole más a su costado como si existiera espacio restante que extinguir entre ambos. latidos prácticamente palpitando a son de melodía, no costándole descifrar como sitio parece ser escape predilecto cuando cada rincón cuenta con vestigios de river decorando, personalidad que funciona como remedio a males que desconocía tenían alivio. movimiento, provoca apertura de párpados, pupilas yendo a fijarse en semblante menor, el que provoca dilatación y por reflejo, dígitos viajando a mejilla, destinando par de pinceladas de pulgar, que descienden hasta carnosos, precisando confirmación de realidad en la que habita. ‘ contigo, siempre. ’ replica, no esperando que confesión represente sorpresa para psique ajeno, hecho con el que él mismo a llegado a términos y que de ser sincero, reconocería ha estado esperando desde intercambio de textos, pero deseando recordarle cavidad que ocupa en existencia. aceleración de pulsaciones generada por tópicos rondando en profundidades de cabeza, aliviada tan pronto contacto de labios se concreta, paralelamente temas delineando epidermis de cintura. ‘ ¿especialmente esa noche? ’ invita a profundizar en mención de memorias que conserva fresca entre propias, primer detonador de presente debido a lo compartido y que no deja de sorprenderle en retrospectiva, entonces suspiro se escabulle entre rosáceos. ‘ sobre lo que dije en el picnic… ’ emprende, libres buscando contrarios para enlazarlos con suma cautela, cuidando de vivencia que teme pueda quebrantarse, unión que sabe brindará claridad a mitad de niebla mental y desearía que el núcleo de problemáticas en biografía se limitara a la pérdida de su hermana, pero no puede obviar caminos que elegido por propia convicción desde entonces. ‘ quiero compartir esas cosas contigo… conocer sobre ti también, cada detalle y de todo lo que has guardado. ’ seguridad detrás de decreto es absoluta, a pesar de que fantasmas insisten en convertirlo en dubitaciones y desconociendo el instante en el que pardos comienzan trayecto por distintos ángulos de rostro, dificultándose el sostenerle la mirada, inquieto por lo que podría transmitir. ‘ pero si lo que llegas a descubrir, no es lo que esperabas o si es demasiado, yo entendería. entendería lo que decidieras y no quisiera que sintieras que… tienes que hacer algo por mi, ¿sabes? ’

      ‘ por primera vez esa noche ’ una corrección que no sabe como tal, que se expresa sencilla, como una suma de añoranza en la medialuna que parte facciones, que le hace observar contrario con la ilusión frecuente, atendiendo a expresiones y palabras que le ofrece. rosáceos entreabiertos que quieren dar pie a una nueva intervención, pero que se evapora de mente sencilla, olvidándose en pos de timbre ajeno, que da la bienvenida a una temática que acelera el ritmo cardíaco. escuchar de nueva cuenta lo que ya se le había dicho, en esa reiteración, invita a sentir cierta inseguridad que aprisiona su estómago. se quiere replantear, y casi condenar, el por qué se le dificulta en exceso hacer uso de la palabra, o por qué siempre son sus propias incompetencias las que evitan plasmar sus emociones. en cada intento de reordenar sus pensamientos, presencia esa voz que le recuerda cuántas veces ha perdido, o cuántas veces se ha obligado a reprimirse por ser demasiado para otres. sin embargo, es el entrelazar de dígitos el que anima a la fortaleza, y si bien la sonrisa no se encuentra presente en facciones, cree que iris hablan por sí. ‘ no he podido quitármelo de la cabeza ’ emprende, cual muestra de la existencia de introspección al respecto desde que se dio, en cada instante, porque es algo que conoce a la perfección. ‘ porque lo comprendo, y no ha habido instante en el que haya planteado cómo las personas a mi alrededor me verían diferente si supieran todo sobre mí ’ es en ese instante que la mirada se pierde, se enfoca en prendas ajenas, y permanece allí estática. ‘ siempre creí que mantener esos demonios enjaulados sería el mejor método para poder vivir con paz, pero lo cierto es que nunca desaparecen ’ que se manifiesta en su persona, en esos pensamientos que lo hacen crecer, y le presionan en la creencia de que no merece la felicidad de una vida deshonesta. que para sus risas, otros han tenido que sufrir consecuencias irreparables. ‘ son cosas de las que me es imposible hablar ’ víctima del nerviosismo, de esa ansiedad que lo tensa, iris vuelven a verlo, los dígitos trémulos se alejan del contacto de la otra vez, aferrándose a la otra tela en su lugar, como sosteniéndolo sin fuerza alguna. ‘ pero quiero que lo veas … en mis sueños — desde que mi descendum se alteró, no han dejado de revivir pesadillas al respecto, salvo aquella que pasé contigo ’ cede, con el temor absoluto a las implicaciones. ‘ quiero que lo hagas porque — deseo que sepas que mis intenciones contigo son genuinas ’ que recaen en tratar de comprenderlo, de acercarse aún más a él, tan paciente como anhelase, y con el único fin de descubrir verdaderos pensamientos y emociones de vilho. ‘ siempre existirán esos demonios en los que se ha de trabajar pero, a pesar de que nos han conformado en las personas que somos, no nos definen ’ le habla, dígitos entonces van a ascender hasta las otras facciones, apartando mechones rosáceos de la frente ajena, con una calma que bien contrasta con el temblar, y el ritmo pesado que se ejerce en cada toque cardíaco. ‘ me gusta lo que conozco de ti, y no me arrepentiré de hacerlo nunca, sea cual sea el resultado, o el desenlace — y, al igual que tú, tampoco quiero que sientas que tienes que hacer algo por mí por sentirme así ’

[riverm]

sileeo​

No siente ninguna vergüenza por expresar su desagrado, por eso se alza de hombros sin pizcas de preocupación. “Quizá la persona detrás del micrófono deba tomar nota de las críticas, ¿no te parece? Hacer su discurso un poco más… coherente.” Reflexiona haciendo uso de otras palabras, aun cuando el sentimiento que estas transmiten es el mismo. Al mismo tiempo River parece no prestarle mucha atención porque se enfoca en lo suyo, o en lo que lleva en la mochila, que sabría Dios qué era. “Pero–” y su instinto es arrugar la nariz, pero sólo por la mención del conejillo de indias. “No me va a dar dolor de estómago, ¿no? Porque eso suena a que quieres experimentar conmigo y todavía no sabes cuáles serán las consecuencias,” recibe la bolsita y procede a examinar del interior mientras se pone de pie. Lo que más le gustaba de aquel concepto era precisamente el interior. “Mmmm, ¿sueles cocinar estas cosas?” Toma uno de los chocolates, le examina a ojo bien de cerca, ¡incluso lo huele!, y al final le roba un mordisquito. El sabor de la fresa no tarda en aparecer en su paladar. “Mmmm,” asiente como si realmente fuese un catador de comida. Parece que lo aprueba. “¿Harás más? ¿Esto tiene que ver con la cuestión que estás organizando para San Valentín?” Entre las preguntas roba más mordiscos, al menos hasta acabarse el chocolate que tiene en los dedos.

     ‘ en realidad fue mi culpa por haberte arrastrado, aunque también pensé que sería más general de lo que realmente fue ’ indica, quizá porque los teóricos del arte siempre buscan hacer espacio a elitismos allá donde pisan, como si no ser conocedor indica automáticamente una clase social inferior. en todo caso, verle reaccionar termina por hacerle reír. ‘ no ~ sólo quiero saber si está bueno, si el balance entre cacao y leche es el óptimo, o si está demasiado amargo o dulce ’ comparte, cual muestra de que precisa de casi un informe de resultados pero, observándole, cree que le ha gustado, y con eso es más que suficiente. ‘ hace años que no lo hago así, por lo que se precisa entrenamiento ’ luego, le hace un gesto con la cabeza para que emprendan camino al exterior. ‘ a mi ex no le gustaban los dulces ~ háblame de una red flag más grande que esa ’ vira iris, por supuesto, pero el gracejo vence. ‘ puede que tenga que ver ’ alza las cejas, como si de un elemento misterioso se tratase. ‘ pero sí, quiero regalarle a varios amigues también, sólo que tú te estás llevando la primicia ’ anima, llevando palmas al interior de la chaqueta, haciéndose paso hasta la zona ajardinada del exterior. ‘  ¿y bien? ¿algo interesante? ’ iris van a observarle desde la esquina de los ojos. ‘ yo he conseguido un montón de libros ~ ’ dedica, como si fuese algo de lo que presumir, terminando por tomar asiento sobre el césped. ‘ pero siento que está siendo más aburrida que otros años, ¿será que cuánto más mayor eres menos magia tiene? ’

[riverm]

cicl​

          “a cierto nam se le ocurrió hacerme responsable de sus locuras” canturrea en respuesta, porque ciel no era el tipo de personas que se creían capaces de lidiar con un cachorro o cualquier animal que significase una responsabilidad para él. “eso fue un buen chiste” reconoce, riéndose inevitablemente “¿tu si sabes ponerlas? ¿me enseñas?” es que es una pechera un poco extraña y la extiende hacia él, no importaba cuánto habría intentado nunca lograba obtener buenos resultados. “se lo contaré luego para asegurarme de que no me traicione por ti al final” molesta, parte de sus inseguridades latiendo incluso con el can. ¿también al final preferiría otras personas a estar con él? ¿y si lo hacía cuando ya se encariñó con el más pequeño? mordisqueó el inferior de sus labios erradicando aquellos pensamientos que últimamente parecían carcomerlo y dedicándole una de sus amplias sonrisas a river. fingida, pero perfecta. “tanto prefiere estar conmigo que se ha corrido la maratón aquí dentro evitando que lo atrapase” y se río, capturándolo entre sus brazos una vez más para que se quedase quieto y moviéndose junto a river “a qué no sabes a quién vi” le suelta repentinamente y se inclina para susurrarle completamente divertido al respecto “a vilho” si se distraía con otro tópico, los suyos dejarían de molestarle eventualmente.

     ‘ ¿ah sí? suena como una persona increíble y súper interesante ’ tontea al respecto, si bien plantea orgullo al respecto de su decisión, es consciente de que su hermano aún ha de acostumbrarse al trato con el cachorro. ‘ déjame probar ’ diestra recibe el arnés, que le coloca al animal con cuidado, como si de un bien preciado se tratase. ‘ no te creerá ~ ’ apunta con gracia cuando finaliza y se lo ofrece a ciel, quedándose observándolo en los brazos del menor. así, lleva ambas palmas a los bolsillos de su chaqueta, listo para emprender camino al exterior cuando el timbre ajeno le llama la atención. ‘ ¿uhm? ’ pero antes de girarse para verlo, la respuesta se da, y no puede evitar que una sonrisa figure sobre facciones. ‘ basta ’ indica, dándole un muy leve empujón con su hombro, planteando que quizá debería mandarle un mensaje más tarde para ver qué se encuentra haciendo. de momento, sabe que tiene una tarea pendiente con su hermano. ‘ en realidad, quiero hablar contigo al respecto de lo del otro día ’ dedica, saliendo de la biblioteca al fin, adentrándose a la zona de césped, e invitándole a sentarse a su lado. ‘ hace meses que le conozco, a simon, le considero una persona cercana ’ habla, porque no sabe cómo plantearlo de forma correcta, teme hacer trizas los sentimientos e ilusiones de ciel. ‘ quizá … ’ sin poder evitarlo, dígitos van a atrapar pedacitos de hierba. ‘ no sea el mejor momento para intentar algo con elle ’

[riverm]

baelyvia​

‘ ¿sección prohibida? ’ como en harry potter, dios mío. ahora esto de venir al evento le parecía la mejor idea del mundo. más tarda el muchacho en cuestionar que olyvia en asentir con euforia, emocionada como infante en dulcería. ‘ si, quiero buscarla. ¿vamos? ¿me llevas a la sección prohibida? ’

      ‘ sí, les de alejandría saben bien como guardar el conocimiento para lo que quieren ’ bromea, claro, aunque la propuesta le hace apretar labios con levedad. ‘ ¿crees que sé dónde está? ’ chasquea la lengua, llevando palma al pecho en lo que sacude leve. ‘ hay rumores de que está en el segundo piso, pero no hay nada oficial ’ suspira, todo teorías escuchadas en adolescencia. ‘ pero podemos dar una vuelta por ahí ’ anima, haciendo un movimiento de cabeza para que le siga. ‘ de todos modos, ¿realmente te interesa ese tipo de literatura? ’