rollingdownnn - Tumblr blog

rollingdownnn · 5 months ago

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⠀⠀❝⠀ 𝐈𝐍𝐅𝐎

001 / /⠀ Al unirse a los Gypsies y adentrarse en ese mundo de una vez por todas creyó que era irónico usar el apodo que le fue dado en el punto más alto de su vida, ahora que estaba en el más bajo, así que comenzó a tomar el nombre de Angel. En una zona donde a todos les gustan las carreras era casi improbable que no la reconocieran, y eso llevó a que uno que otro comenzara a llamarla Ángel sin alas y otros parecidos.

002 / /⠀ Si bien ya no parece estar tan… en la mierda como antes no ha dejado de beber, y sí, de vez en cuando se mete otras cosas. Está rodeada de esas mierdas y con su estado mental es muy fácil caer en ello de nuevo, pero la pandilla era su mejor opción, así se volvió parte de algo.

003 / /⠀ No quiere volver a correr, lo comenzó por su hermano y él ya no estaba. ¿Qué sentido tenía? O al menos esa era su excusa, lo que se decía a sí misma. Había terminado siendo mecánica y eso era algo que él también le había enseñado, es irónica.

004 / /⠀ Aunque intenta vivir su vida no sabe bien qué hacer con ella. Se fue al caño. ¿Qué le quede? Busca alguna razón, aunque sea pequeña, para seguir en la tierra. O solo es que teme dejarla. Claro que su personalidad decaída muy pocas veces la deja ver, para muchos es una chica que no le importa su caída y vive como quiere.

005 / /⠀ Con el dinero que le quedaba fue que se compró su moto en ese tiempo que estuvo fuera. Y, sí, tiene una moto porque a fin de cuentas no han dejado de gustarles y es su transporte para moverse.

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rollingdownnn · 5 months ago

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⠀⠀❝⠀ 𝐇𝐈𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐀

Yelena había perdido a su familia, quedándole únicamente su hermano mayor. Desde su infancia había crecido en las calles, era parte de estas, hasta que a los trece años su hermano, Iván, se encargó de cambiar todo eso. No quería que la vida de su pequeño angelito terminase igual de mierda que la de sus progenitores. Se esforzaba para trabajar duro y poder consentirla, enseñarle sobre lo que podría arruinarla y guiarla por un camino correcto.

Un día la suerte vino a ellos, ¿o fue el esfuerzo de él? pero en el taller donde trabajaba consiguió convencer a uno de sus clientes de dejar a su pequeña hermanita inscribirla en un curso para motocross. Lo pagaría absolutamente todo pero era algo difícil para ellos con… su vida y apariencias descuidadas introducirse esa clase de cosas, más si en varias zonas de la ciudad conocían a Yelena como una ladroncita. Pero desde eso todo había ido a mejor.

Pudo desarrollar gusto por los vehículos gracias a Iván, y más de una vez le había visitado en el trabajo aprendiendo cosas del oficio que su cabeza podía llegar a comprender. Así que había estado muy emocionada cuando tuvo la oportunidad de montar una moto por primera vez, se había sentido… como si perteneciera ahí. Que tonto, ¿no?

Pero aquello no había sido nada erróneo. Destacaba en la pista y había logrado aprender más rápido que varios, no es que fuera una estrella. No aún, no en ese momento. Pero el tiempo había pasado y las miradas sobre ella se habían puesto luego de varias competencias para jóvenes de su edad y cercanas. Había cierto potencial que más de una persona había logrado pillar, y eso había que aprovecharlo. Licencia sacada por aquí, unos papeles por ella, algunas conversaciones acá y habían encontrado un patrocinador que era bueno. En sus años de gloria había recibido un apodo, Angel, muchos decían que era por su manera de recorrer la pista tal cual estuviese volando pero todo había comenzando por algunos escuchar a Iván llamarla su ángel. Porque eso era, su pequeño angelito que estaba logrando recorrer una buena senda.

Al menos ella podía.

Todo ese tiempo su hermano no estuvo solo con el taller y otros pequeños trabajos, también había algo en la oscura noche. Participaba en carreras clandestinas, a veces golpeaba a algunos que debía. Todo por pagar una deuda. Sus padres no habían muerto así porque si nada, fueron ejecutados por una pequeña banda que estaba intentando alzarse en las calles y solo les habían dejado vivir bajo la condición de que Iván cumpliera con lo debido de estos. Pero, por supuesto, Yelena no conocía nada al respecto. Nunca vio a su hermano adolorido, nunca la dejó ser testigo de sus moretones y si alguna vez tenía algún golpe en el rostro decía que había sido algo en el taller. Oh, Yelena, tan tonta por creer incondicionalmente en él.

Y entonces llegó el día, la carrera más importante hasta ahora en su vida había llegado, la que impulsaría más su fama, su nombre, apenas con dieciocho años. Cuando se supone que debía estar celebrando por la victoria que había logrado era lo que menos estaba haciendo. Su hermano no había asistido, ¿cómo era posible? Entonces fue la llamada. Esa llamada de un amigo de este que jamás va a olvidar.

❝ Angel, Iván tuvo un accidente. ❞

Ese mismo día, en la noche tras ser vencedora, no pudo estar más que preocupada por la falta de su hermano. Una falta que sería permanente. Este también había tenido una enorme carrera, muy importante, era tan grande que le habían prometido que si la ganaba su deuda estaría saldada de una vez por todas. Lo que no estaba demasiado previsto era que otro corredor hiciera trampa. Bueno, eso era algo que pasaba de vez en cuando, pero nunca le había afectado demasiado. Hasta esa tarde.

Después de haberlo visto morir delante suyo, sentir por última vez la calidez de su mano, escuchar su última respiración en el hospital antes que se secara. Marcó algo en la Yelena de veinte años y desde entonces todo se fue en caída. No quería correr más, se había refugiado en los brazos del alcohol y alguna que otra sustancia que pudiera mantener su mente alejada de su nueva realidad, aquella que no tenía a Iván en sí. La ida repentina de él había arruinado lo que tanto se había esforzado por construir, ¿la estaría mirando mal desde el lugar donde estaba ahora? No quería pensarlo siquiera. Y estando en un lugar donde no debía, buscando más para meterse en el sistema, lo escuchó. Oh, tan claro que nunca antes había escuchado nada. Una conversación de uno de los conocidos de su hermano y otra persona, conversando en cómo este había terminado de aquella forma por culpa de las amezanas recibidas por el jefe de aquel grupito.

Y quizás era todo lo que tenía metido dentro, los días que había pasado lejos de la sobriedad, pero algo pasó por su cabeza en esos momentos. Algo que no parecía desear desechar. Y no lo hizo.

No había pasado ni un mes hasta que había conseguido encontrarlo, coquetearle, haberle hecho creer que era una presa fácil a conseguir. Incluso con su apariencia descuidada, casi irreconocible de la brillante muchacha que se relucía en la pista, seguía siendo algo bueno para disfrutar. Y una noche que ambos yacían procedió con su plan. Matarlo.

¿Así se sentía la venganza? Era… cálida… ¿o la sensación de la sangre que corría desde la garganta abierta hasta sus manos la engañaba?

Daba igual, al final. Se largó de ese motel asqueroso y desapareció por un tiempo. No se supo más de Yelena en las pistas. En ese momento no hubo forma de vincular que la radiante y conocida corredora había sido esa chica de mala muerte que se había acercado al jefecito. Y entonces con veinte años volvió bajo el nombre de Angel hasta los Gypsies, un "amigo" con el que más de una vez se había fumado algo en aquel período de su vida le brindó una conexión a la pandilla.

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