Tumgik
sintetasyaloloco · 4 years
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HOSTIL vs LA NADA
Aquél día me había salido todo al revés. Perdí un vuelo, después me senté en el único asiento no reclinable de todo el avión...
Un día del año pasado me encontraba yendo a ser entrevistada para un reportaje sobre el trabajo precario en las Islas Baleares. Estaba lloviendo que flipas, y fui a comer al peor sitio del barrio de moda de Palma (tras varios intentos fallidos en otros sitios: el primero cerrado, y el segundo en obras).
¿Cuál fue el error? Quizá elegir un sitio de moda. Así funciono últimamente, y por eso me salen las cosas muy, muy de culo. Puede que también haya querido ir a la entrevista por razones superficiales. Cuando no se profundiza, flotas en la superficie, asomando la cabecita y demostrando a todo el mundo lo patético que eres.
Tras haber pasado un almuerzo en solitario, otra vez perdí más de dos, o tres horas de vida haciendo absolutamente la nada, y esforzándome muchísimo en que no se note desde fuera. ¿Cómo te sentirías si, para ir de A a B necesitas pedir 4 taxis e involucrar a tres desconocidos a que te solucionen los problemas?
El primer taxi me dijo que sí pero luego que no.
El segundo taxi me lo robó otra persona que se llama como yo.
El tercer taxi me dijo que no me recogía porque le debía 4€ de un servicio que cancelé sin avisar de hace meses.
El cuarto taxi me dijo que ya había llegado y que si le veía. No, no le veía.
Tras una hora colapsando la batería de mi móvil y la de otros, me di cuenta de que había dado a todo el mundo la dirección equivocada.
Por un instante salí de mi cuerpo y me vi encorvada, sola y confusa. Con un abrigo rojo chillón que me aplastaba entera y la mirada perdida. ¿Qué cojones estaba pasando?
Recordé en ese momento aquella vez que tuve mi primer brote de lupus con 18 años. Dos meses y medio largos con 40ºC de fiebre inexplicable y una disociación con la realidad espeluznante. Cualquier suceso que me ocurría tenía un significado salido de la mente de un loco (recalco que no salía de casa durante ese tiempo). Entonces, para no ahogarme, agradecí no estar en esa situación porque si no la liaría pardísima conmigo misma. Viva la buena salud mental.
Recién cumplía los 26 años. Uno de los problemas cuando uno es superficial es que le molesta muchísimo que otro de menos edad sepa sobrellevar mejor las situaciones.
Cogí el quinto taxi y mientras iba a la entrevista con Jordi Évole comprobé que mi antigua casera y compañera de piso cambió su foto de perfil sin haberme contestado a los mensajes. “Devuélveme mis puta fianza pedazo de zorra, puta negra de mierda, tenía que haberte dejado una plaga de cucarachas en la casa...”, pensaba... Realmente no sabía cómo decirle que me devolviera mi dinero. Y ella era plena confianza en sí misma. En colgarme el teléfono y no contestar mis mensajes. Pero nunca me bloqueaba. Incluso me llamaba bonita y me preguntaba que qué tal estoy. Y tiene 21 años.
Dejé de pensar en ella porque entraba en juego mi pareja. Sin comentarios por el momento...
Llegué por fin a la entrevista con una de mis personalidades preferidas de la televisión... con una hora de retraso por todo lo que había pasado. Puedo decir que Jordi Évole me había estado esperando una hora a mí, y que el universo esto no me lo iba a reprochar.
Jordi Évole decidió que no aparecía en la entrevista. No te rayes, me dijo, porque luego me la hacía a solas ya que mi experiencia no era la misma que la del resto de entrevistados.
Pues bien, tanto él como todo el equipo audiovisual me apartaron cual mesa de niños en una cena familiar.
Hora y media haciendo nada y viendo ante mis ojos un día entero malogrado PARA NADA. Para que me hiciesen la entrevista a las 6 de la noche, sin focos y sin Jordi Évole. Una claqueta performática y una ayudante de realización que me entrevista con un cigarro de liar en la mano sin mirarme a la cara. Porque no se me ve. Es de noche.
Medité en el aeropuerto, con 3 horas muertas hasta que llegara mi avión. Me sentía un poco mejor, pero seguía sin entender la mayoría de las cosas. Me aliviaba la idea de pensar que todo es creación mía, aunque estas mismas palabras me las dijo mi novio cuando estaba en el quinto taxi y estuve a punto de volver a dejarlo para siempre por decirlo. Me aterraba la idea de que estuviera pasando aposta. Tan sólo pensar que estaba perdiendo salud mental me agobiaba y me hacía llorar. ¿Quién me estaba haciendo tantas putadas? ¿Shiva? LOL
Dejé de pensar. Si seguía, perdía el avión otra vez.
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sintetasyaloloco · 4 years
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Maneras realistas de financiar tus videoproducciones
Voy a revelarte algo muy intenso y que no dicen otros blogs.
pide una beca en tu escuela de cine o una subvención al alcalde de tu barrio
La ECAM debería darle vuelta y media a la idea de darte algo de financiación. Les donaste el riñón de tu padre y ahora el pobre está muerto no puede beber cava en navidad. Y como tu ayuntamiento local se preocupa tanto por el cine y la cultura seguro que algo suelta.
En lugar de eso lo mejor que puedes hacer es lo siguiente: meterte en el mundo de la hostelería y hacerte el mejor mixólogo de tu zona, ganando premios por tus capacidades en el flair bartending y creando el Dry Martini con sabor a palomitas. Poptiny Seco lo llamarás, y lo incluirás en la carta del restaurante que te contratará por casi nueve meses. No te preocupes, al final acabarás preparando simples gintonics y podrás estar on focus.
Y allí querida, cuando presentes la baja o te despidan, tienes que tener el dinero ahorrado tras tanto sufrimiento.
Con ese dinero -que previamente habrás estudiado para qué lo vas a invertir (unos buenos actores aficionados bien remunerados son canela en rama, por ejemplo)- empezarás a ver los primeros frutos de tu obra.
Ahora quizá tengas algo más de material para poder mirarle a los ojos a quien coño sea el que suelte la pasta por ti y decirle: “tú! mira esto, y flípalo. Gimme da loot”.
No te olvides de los bancos. Seguro que a tu gestor online no le importará dejarte algo sin intereses con tal de que sigas con ellos.
crowdfunding, siempre por favor y con una sonrisa
No me imagino un mundo sin Lola Flores pidiéndole a todos los españoles algunas pesetillas para pagar sus deudas con Hacienda.
Cuidado con esta técnica: puede ser un poco ridícula si la ejecutas antes de tiempo, porque hay que mendigar primero y recoger cable después. Pero si ya lo tienes casi listo y con la seguridad de que cumplirás, por qué no.
Si no eres un caradura como yo, ofrecer unas recompensas buenas buenas son la clave para quedar estupendamente.
El banco puede ser clave de nuevo si tu petición de crowfunding está funcionando, no te olvides. Y los anillos no se caen por volver a coger una coctelera.
En fin. Un añito más, paciencia...
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