Don't wanna be here? Send us removal request.
Text
...
But I still find pieces of you in the back of my mind
0 notes
Text
Oí, esto sólo para vos, para que no se lo cuentes a nadie.
Maga, el molde hueco era yo, vos temblabas, pura y libre como una llama, como un río de mercurio, como el primer canto de un pájaro cuando rompe el alba, y es dulce decírtelo con las palabras que te fascinaban porque no creías que existieran fuera de los poemas, y que tuviéramos derecho a emplearlas.
Dónde estarás, dónde estaremos desde hoy, dos puntos en un universo inexplicable, cerca o lejos, dos puntos que crean una línea, dos puntos que se alejan y se acercan arbitrariamente"
Rayuela , Capítulo 34
Julio Cortázar
6 notes
·
View notes
Text
“Ah, si cada vez que pasas pudiera detenerte y platicar contigo. ¡Verte de cerca, escucharte reír! Quiero aprender tu risa como he aprendido ya tu andar y tu mirada. (El conato de tu mirada, pura aproximación a tus ojos, porque jamás me miras).”
— Jaime Sabines, Cartas a Chepita.
10 notes
·
View notes
Text
Entonces las esperanzas se arrojaron sobre el fama y lo lastimaron. Lo dejaron caído al lado de un palenque, y el fama se quejaba, envuelto en su sangre y su tristeza.
Los cronopios vinieron furtivamente, esos objetos verdes y húmedos. Rodearon al fama y lo compadecían diciéndole así:
-Cronopio cronopio cronopio.
Y el fama comprendía, y su soledad era menos amarga.
Historia de cronopios y famas
1 note
·
View note
Text
Me gustaría que creyeras que esto es el irrisorio juego de las compensaciones con que consuelo esta distancia.
Sigue entonces danzando en el espejo de otro cuerpo después de haber sonreído apenas
para mí.
3 notes
·
View notes
Text
La tregua
Es evidente que Dios me concedió un destino oscuro. Ni siquiera cruel. Simplemente oscuro. Es evidente que me concedió una tregua. Al principio, me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad. Me resistí con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí. Pero no era la felicidad, era solo una tregua. Ahora estoy otra vez metido en mi destino. Y es más oscuro que antes, mucho más.
Mario Benedetti. La tregua.
3 notes
·
View notes
Text
Claro que no quería morirme pero eso era el amor, querer morirme porque vos me habías mirado... y me habías mirado a mí que te quería, pero no te importaba nada de mí, y te ibas como si nunca me hubieras visto, como si yo no estuviera ahí...
62. Modelo para armar
0 notes
Text
AUSENCIA
Ojalá, amor,
cada vez que te mires las manos, sientas que te faltan las mías.
0 notes
Text
62 MODELO PARA ARMAR
Julio Cortázar
Pensar era inútil como desesperarse por recordar un sueño del que sólo se alcanzan las últimas hilachas al abrir los ojos.
Lo que nos salva a todos es una vida tácita, que poco tiene que ver con lo cotidiano o lo astronómico, una influencia espesa que lucha contra la fácil dispersión en cualquier rebeldía más o menos gregarios, una catarata de tortugas que no termina nunca de hacer pie, porque desciende con un movimiento retardado que apenas guarda relación con nuestras identidades de fondo blanco e impresión dígito-pulgar derecho, la vida como algo ajeno pero que lo mismo hay que cuidar, el niño que le dejan a uno mientras la madre va a hacer una diligencia, la maceta con la begonia que regaremos dos veces por semana.
Ningún juego te hará olvidar: tu alma es una máquina fría, un lúcido registro.
Nunca olvidarás nada en un torbellino que arrase lo grande y lo pequeño para tirarte a otro presente.
Dormir, el olvido pequeño.
Una lenta ceremonia incomprensible nos había acercado en la noche desde nuestras infinitas distancias.
No me dormiré, no me dormiré en toda la noche, veré la primera raya del alba en esa ventana de tantos insomnios, sabré que nada ha cambiado.
No se lo diría nunca, que su nombre me llegaba como los perfumes que atraen y repelen a la vez, como la tentación de acariciar el lomo de una ranita dorada sabiendo que el dedo va a tocar la esencia misma de la viscosidad. Cómo decirlo a nadie si tú mismo no podrías saber que la mención de tu nombre, el paso de tu imagen en cualquier recuerdo ajeno me desnuda y me vulnera, me tira en mí misma con ese impudor total que ningún espejo, ningún acto amoroso, ninguna reflexión despiadada pueden pueden dar con tanto encono; que a mi manera te quiero y que ese cariño te condena porque te vuelve mi denunciador, el que por quererme y ser querido me despoja y me desnuda y me hace verme como soy.
Abrazarse interminablemente o con una violencia que los apartaba en el mismo instante, como si del deseo creciera amarga la distancia. Y siempre por debajo, un silencio agazapado donde latía el tiempo enemigo.
0 notes
Text
Me voy por los tejados
como un gato sin dueño
perdido en el pañuelo de amargura...
Joaquín Sabina
0 notes
Text
Entonces las esperanzas se arrojaron sobre el fama y lo lastimaron. Lo dejaron caído al lado de un palenque, y el fama se quejaba, envuelto en su sangre y su tristeza.
Los cronopios vinieron furtivamente, esos objetos verdes y húmedos. Rodearon al fama y lo compadecían diciéndole así:
-Cronopio cronopio cronopio.
Y el fama comprendía, y su soledad era menos amarga.
Historia de cronopios y famas
1 note
·
View note
Text
No me hables así, allá afuera voy a caer. Sería un milagro que te enamores de mí.
0 notes
Text
Y todo lo que digas me destruye, no me importa si está bien o está mal.
0 notes
Text
No me hables así, allá afuera voy a caer...
Sería un milagro que tardes poco en responder.
0 notes
Text
Ah, paso todo el día pensando en vos...
¿Qué hay de malo en todo esto?
1 note
·
View note