#( dynamic ♡ dasha & yune )

[smileflowcr]

La mente del príncipe lleva un tiempo nublada por pensamientos que cruzaban los límites de una amistad.  Al principio creyó que era simple curiosidad al sentirse cómodo junto al omega, podía ser él mismo y dejar a un lado el título que lograban intimidar a muchos, pero no a él. Poco a poco Dasha se hizo con un lugar en su gentil corazón, escapándose de sus responsabilidades para platicar aunque sea unos minutos, antes de ser arrastrado por Baekho al castillo u otras villas que requerían su ayuda. La hermosa imagen del híbrido bajo los rayos del Sol o en el agua eliminaba cualquier frase coherente de sus labios, balbuceando tonterías y recibiendo una risita burla de regreso, una que anhelaba escuchar más seguido. Le avergonzaba hablar ese tema con cualquier criatura, incluyendo su melliza, pero es tan malo ocultando lo que siente que fue descubierto por uno de los gemelos híbridos. Yune comprende que, como alfa, era natural desear a un omega, logrando convencerse cuando pasó el último rut susurrando el nombre del más bajo, imaginando cómo sería estar en su interior, cediendo a sus instintos primitivos y tomarlo hasta quedas satisfecho. Sus mejillas se tiñen de rosado ante los recuerdos y es una voz que lo regresa a la realidad, a esa improvisada cita junto a la cascada, acompañado de la misma criatura que se ha adueñado de sus pensamientos y que parece esperar alguna reacción del menor. “Hueles más dulce que de costumbre… ¿Traes perfume nuevo?” pregunta, desconociendo si realmente Dasha creó un nuevo aroma para la ocasión o su anhelo por tomarlo ahí mismo.

[smileflowcr]

Es que nunca había escuchado una expresión así... al menos en su hogar o alrededores. Entonces sí, está muy curioso sobre el significado. ¿Qué tiene que hacer?

¿Está  curioso  sobre  lo  que  dijo?  ¿Quisiera  venir  a  hacerle  una  investigación  de  campo  entre  las  piernas?

[smileflowcr]

"De casualidad, ¿Te gustan las cosas que brillan?" ahí estaba, sentando junto a la orilla de un lago cristalino y bajo la sombra de un bonito árbol de colores. Yune suele recorrer el bosque desde pequeño, acompañado de otras criaturas mágicas que lo protegen mientras resuelve uno que otro problema entre las diversas razas que habitan el lugar. Pero había algo en aquella hada que llamó su atención desde la primera plática, regresando a menudo para saber más de él y su vida. "Porque encontré esta gema preciosa... y pensé la querrías." dice, sacando una pequeña bolsa con estampado de flores y cuyo interior habita una piedra de color cian. "Al parecer se llama Aguamarina."

[smileflowcr]

Por supuesto que es para él ♡ porque no deja de hablarle a su melliza sobre la hermosa hada que lo cautivó pero eso no puede saberlo(?)

Solo  quiere  saber  si  es  para  él,  si  no,  no  le  interesa  <3

[smileflowcr]

Deja que el otro lo marque tanto como desea, importándolo poco una posible plática con sus padres o gente del castillo, sobre lo incorrecto que es tener una esencia encima, ignorando si sería comprometido o no a futuro. Todo eso le da igual ahora, cuando Dasha sigue llamándolo por su nombre después de tanto tiempo pidiéndole y no sentir que su título como príncipe era un problema para entablar una amistad, la misma que se ha tornado algo más profundo, lo sabe por la manera que reacciona a cualquier acción del omega. “¿Impregnado de ti…?” Sus grandes manos rodean instintivamente la cintura del otro, ahogando un grito de sorpresa al sentir una calidez en sus piernas pero le encanta, al igual que la manera que sujeta el rostro propio. Yune tiene un concepto de amor basado en los libros de romance leídos desde que tenía edad suficiente para historias sin dibujos, pasando horas después de lecciones reales en la enorme biblioteca del castillo, chillando cada vez que ambos protagonistas demostraban el afecto por el otro a través del primer beso y una eterna declaración, para después comprometerse y ser ‘felices por siempre’. Y es esa misma idea, sujetar la mano del hada por siempre, pasear por jardines de flores o explorando el mundo, que experimenta ahora mismo, logrando visualizarse junto a Dasha en el trono correspondido y hacerle su reina del bosque. Los iris de colores cambian de tono, tornándose rojos en respuesta, si no podía controlar sus deseos entonces se rendiría ante ellos. “Yo te elijo, Dasha.” Dice sincero, acercando su nariz a la del mayor y frotar ambas puntas con ternura, quedándose tan cerca que podría besarlo al fin. “Te elijo ahora y siempre, sobre todas las cosas… incluso si el reino cae, incluso si el destino y mundo me da la espalda. Te elijo con cada latido, con cada parte de mí, porque eres todo lo que he pedido y a quien—a quién le entrego mi corazón.”

Sabe  la  razón  por  la  cual  parecía  más  embriagante  para  él  su  esencia,  era  evidente  que  se  trataba  de  un  alfa  oliendo  a  un  omega  en  pre-heat,  su  esencia  era  más  dulce  con  el  burdo  y  simple  objetivo  de  atraer  a  un  hombre  como  aquel  para  que  pudiese  poner  un  cachorro  en  su  vientre  en  esos  días  de  calor  y  dolor.  -  —Si  te  gusta,  entonces  me  hace  feliz…  —  -comenta  con  un  tono  de  voz  bajo,  sintiendo  el  corazón  latirle  un  poco  más  fuerte  apenas  el  alfa  toma  su  muñeca  y  se  hunde  en  ella,  percibiendo  el  aroma  que  ahora  Dasha  deja  de  controlar  y  permite  que  inunde  completamente  al  otro,  lo  bañe  un  poco  con  ella  y  pueda  volver  a  casa  oliendo  completamente  a  un  omega  que  lo  ha  marcado.  Seguramente  cuestionarían  al  príncipe,  pero  no  le  importa,  no  cuando  Yuna  era  la  única  que  sabría  la  verdad  y  Yune,  era  un  caballero  para  decir  mucho.  -  —¿Hacer  que  cosa,  Yune?  —  -repite  el  nombre,  riéndose  despacio  mientras  su  cuerpo  se  acerca  hasta  el  contrario,  el  pétalo  de  lirio  los  mantiene  sobre  el  agua  sin  problema,  y  aunque  hagan  movimientos  erráticos,  los  mantendría  secos  hasta  que  decidieran  entrar  realmente  en  el  lago.  -  —Estas  impregnado  de  mí,  al  parecer  tu  lobo  ha  elegido  el  omega  que  le  gusta  para  toda  la  vida…  —  -Dasha  no  tenía  pelos  en  la  lengua,  no  se  detenía  a  masticar  sus  palabras  porque  estaban  clarísimas  en  su  cabeza.  El  hada  se  sienta  a  horcajadas  sobre  el  regazo  del  otro,  sus  dos  manos  ahora  son  las  que  toman  el  rostro  del  príncipe  y  lo  obligan  a  mirarlo  de  forma  dominante,  sus  ocelos  se  volvieron  azules,  mucho  más  oscuros  que  los  naturales,  denotando  que  su  propio  lobo  estaba  a  flor  de  piel.  -  —¿Pero  el  príncipe  está  eligiendo  al  hada?

[smileflowcr]

Yune no sabía cómo describir la belleza del contrario con palabras, completamente seguro que tendría que usar cada adjetivo existente y todavía le faltarían. Ahora y en esa posición, era mil veces más hermoso que en todas las imágenes que creó en su rut y podía fantasear nuevamente de no ser porque Dasha menciona una palabra en específico y que altera su cuerpo por completo. “Ah— sí, probablemente sea eso.” Sus enormes manos se hacen puño alrededor de su elegante atuendo azul con astros y lunas trazados, intenta mantener controlada su esencia a roble y desvía sus iris con heterocromía de la criatura, enfocándose en el pasto a su alrededor. Tiene miedo de hacer o decir algo que podría quebrar la confianza que el otro ha depositado en él, sin embargo está preocupado por su estado. “¿Es seguro para ti salir de la villa en... en ese estado?” las palabras de Nicholas resuenan en su mente, en cómo describió al mayor con “un hada de sublime belleza” y solo podía significar que existen más alfas interesados en él. Yune se pone inquieto ante la idea que, tal vez, alguien lleve ventaja y esté cortejando al hada. “¿Huh?” murmura, ante la sorpresiva pregunta su aroma a roble aparece ligeramente, como si quisiera tantear terreno o esperar a la reacción del más bajo. La diestra no tarda en alzarse en dirección al cuello ajeno y así poder atraerlo, pero a último momento cambia la trayectoria, sujetando con delicadeza un mechón de cabello ligeramente más largo, inclinándose hacia adelante para poder llevarlo a su nariz. “Dulce… tu lavanda se ha tornado más melosa que la miel y azúcar juntos.” Reafirma su comentario, ambos ingredientes solían aparecer en las infusiones que bebe junto a su familia, así que conoce perfectamente sus sabores. “Es adictiva… una fragancia que jamás había conocido.” Se siente más atrevido que de costumbre, probablemente sea por las escenas íntimas que continúan torturándolo, pero de todas formas deja algunos besos por las hebras del omega en lo que sube por las mismas, depositando una última caricia en su cuero cabelludo.

La  brisa  del  rocío  matutino  en  el  bosque,  muy  cerca  de  su  cascada  favorita  que  caía  en  un  claro  de  agua  donde  solía  tomar  baños  o  bien,  nadar  a  la  vista  y  compañía  del  futuro  rey  del  reino,  siempre  tentándolo  a  que  viese  el  brillo  de  los  rayos  del  sol  sobre  su  piel  o  su  resplandor  natural  azul  cielo  producto  de  su  genética  como  un  hada.  Ahora  no  estaba  desnudo,  solo  sus  pies  se  hundían  sobre  el  agua  fría,  su  short  negro  cubría  a  mitad  de  sus  delgados  muslos  y  el  chaleco  que  llevaba  sin  nada  abajo,  ocultaba  su  desnudez  gracias  a  un  lazo  de  color  negro  que  se  apretaba  como  un  corsé  al  frente.  El  lirio  gigante  donde  descansan  hace  más  fresco  el  ambiente,  sintiéndose  bien  sobre  su  piel  y  es  aquella  cuestión  lo  que  obliga  al  hada  a  observar  al  monarca  con  una  ceja  alzada.  -  —¿Mi  esencia?  Nada  de  eso,  estoy  próximo  a  mi  heat…  tal  vez  se  trate  de  ello  —  -confirma  algo  que  muchos  omegas  temen  decir  frente  a  un  alfa,  pero  no  él.  Yune  tenía  su  confianza  entera,  sabía  que  nunca  haría  nada  que  no  quisiera  y  el  rut  del  otro,  que  al  parecer  fue  duradero  y  doloroso,  había  pasado  no  hace  mucho,  no  corrían  realmente  peligro  uno  con  el  otro  en  ese  momento.  -  —¿A  que  huelo,  majestad?  —  -pregunta,  invadiendo  ligeramente  su  espacio  personal,  acercándose  por  si  deseaba  percibirlo  del  cuello,  o  tomar  una  de  sus  muñecas  y  sentir  la  esencia  directamente.  -  —¿Es  delicioso?

[smileflowcr]

El sonido emitido por el hada lo estremece levemente, no sabe cómo explicarlo pero lleva unos días sintiendo su corazón acelerado cada vez que pensaba en él. Aún no tenía tiempo para comentárselo a Yuna y pedir algún consejo, pues pasa más tiempo cerca del mar que en casa debido a cierta ninfa. “A mi me gusta tu esencia, en especial la bergamota… es fresco y alegre como tú.” agrega, sintiendo algo raro en el estómago cuando regresa a su posición inicial y cruza miradas con el contrario, como un cosquilleo. Decía la verdad, está acostumbrado a que los omegas que conozca tengan un aroma a flores y si bien Dasha posee uno a lavanda, el que más le atrae es a la fruta mencionada. “Dudo mucho poder olvidarte pero me gustaría, así tendré un pedacito de ti conmigo.” Confiesa con un ligero toque a nerviosismo en su voz, es un alfa pero todos sus sentidos están descontrolados y además, la sonrisa de Dasha lo altera otra vez, causando que su esencia a ciruela florezca entre ambos.. “Hump— ¿Cómo está tu madre? ¿Has ido a visitarla?” intenta desviar el tema, sabiendo de sobra lo apegado que es a la sirena. Él ha visto algunas en sus paseos guiados por Yuna y sus adorables mascotas, siempre atento a sus movimientos pues algo conoce sobre la naturaleza de las mismas.

Ríe  bonito,  con  ese  deje  de  inocencia  fingido  que  le  gusta  usar  con  otros  para  manipularlos  y  conseguir  que  hagan  cosas  por  él,  pero  Yune  lograba  sacar  esa  parte  de  él  sinceramente.  -  —“Yune”  suena  demasiado  informal,  príncipe  —  -se  emociona  cuando  consigue  una  afirmativa  por  parte  del  contrario,  fascinándose  con  el  color  que  provocaba  en  su  tez  blanca  y  espera  con  paciencia,  una  que  comúnmente  no  tenía.  No  sabe  en  que  punto  comenzó  a  resistir  la  respiración,  pero  un  suave  jadeo  escapa  de  su  boca  cuando  el  roce  entre  la  nariz  contraria  se  da  tan  cerca  de  la  zona  que  añoraba  mordiera.  -  —Peonía  y  rocío  luego  de  una  luna  llena…  —  -enumera  los  ingredientes  de  su  perfume,  girando  un  poco  la  cabeza  al  tenerlo  tan  cerca.  Susurra,  porque  no  requiere  hablar  más  alto  con  el  contrario  tan  cerca  de  su  zona  de  confort.  -  —Tiene  un  toque  de  cítricos,  como  mi  esencia  natural…  —  -sonríe,  separándose  solo  lo  justo  para  hacer  contacto  visual.  El  azul  gélido  de  sus  orbes  en  contraste  con  los  ojos  distintivos.  -  —Podría  darte  un  frasco  con  el  perfume,  para  que  me  recuerdes  siempre.

[smileflowcr]

El escuchar que sí gustan alivia la leve inseguridad sobre su pecho, tomando también un pequeño recordatorio de buscar más seguido objetos de diversos colores para regalar. La sonrisa del contrario es contagiosa y linda, haciendo que el príncipe forme una curva en sus labios, manteniendo sus ojos de distinto color fijos en él y la belleza incomparable que emana por cada poro. “Todavía no soy rey, Dasha, además tú tienes el privilegio de llamarme por mi nombre.” comenta, rascando la mejilla propia, un poco avergonzado de ser tratado con tanto respeto por alguien cercano y de su edad. “Con glitter quedará perfecto, que esté presente es casi tu firma.” iba a comentar algo sobre el brillo de color único de Dasha, pero es callado por una pregunta que no se esperaba y sus mejillas tiñen de un rosado pálido. “Me encantaría…” Yune siente su corazón latir un poco más rápido al ver cómo el otro dejaba relucir su piel, acercándose con timidez pero también atraído por la calidez que emana. Se inclina ligeramente hacia adelante, percibiendo poco a poco el aroma que lo hechiza al punto de rozar con la punta de la nariz la zona indicada. “Es dulce… y veo tu glitter también, ¿De qué está hecho?”

Dasha  conserva  los  pies  sumergidos  en  la  cristalina  agua  del  lago,  moviéndolos  suavemente  para  alejar  a  los  gansos  y  patos  que  nadaban  cerca,  riéndose  con  cierta  malicia  propia  de  sus  dos  especies  que  lo  impulsaba  a  cometer  esos  actos  delictivos  contra  la  fauna.  -  —Si  que  me  gustan  —  -le  hubiese  gustado  decirle  “me  gustas  tú”  pero  eso  sería  muy  directo  para  el  pobre  príncipe.  Gira  un  poco  su  cuerpo  en  dirección  al  otro,  tomando  la  gema  que  se  le  ofrecía  solo  para  elevarla  y  observarla  contra  sol,  sonriendo  por  los  colores  que  observaba.  -  —Es  como  el  color  de  hortensia  azul,  me  gustaría  hacer  un  perfume  con  estos  colores,  majestad.  ¿Con  glitter  o  sin  glitter?  —  -pregunta,  claramente  ilusionado  con  incluirlo  en  el  proceso  creativo.  -  —Traigo  justo  ahora  un  perfume  nuevo,  ¿quieres  olerlo?  —  -cuestiona,  apoyando  sus  palmas  entre  el  espacio  entre  los  dos,  inclinándose  con  dirección  al  príncipe  y  mostrándole  el  cuello,  prístino,  sin  ninguna  marca  de  dientes. 

[smileflowcr]

Espera, ¿Cómo que peligro? He's very confundido.

¿Dasha  que  tienes  entre  las  piernas?  peligro,  eso  es  lo  que  tiene,  gracias.