Tumgik
#*lo patea de regreso a la cama*
dafponcletra · 2 years
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Este es el Inicio del segundo libro "Historias de Simul" el cual irá justo después de los sucesos de Chak y donde se profundizará sobre la ciudad
Capítulo #1 Callejones sin salida
Por debajo de la tierra, Eco huia como podía hasta salir al parque en ruinas de Simul, ahí al ver que no había nadie, regreso a su forma humanoide que no ha podido usar desde que salió del Olimpo como muestra de tranquilidad al haber escapado de una muerte segura, solo le tocaba regresar para matar a Shiva aprovechando que sabía que estaba débil emocionalmente y recuperar a Tiempo, por lo que regreso a su forma líquida a buscar un nuevo refugio, fue hasta que llegó a una casa tranquila que parecía haber encontrado refugio, al inspeccionar un poco el lugar, vio que era la casa de Mel, la cual el vio entrar a la oficina de Shiva luego de matar a Melody, así que pensó en que serviría como un caballo de troya el quedarse ahí.
El creía que la casa estaba sola ya que Mel aún seguía con Shiva, Melody y la recién nacida, así que se reclino en un sofá en paz, pero ahí al girar la cabeza, vio a una chica saliendo de la cocina con una mirada de muerte, ella era Evelyn, la novia de Mel que acababa de llegar. Tras eso, Eco trató de huir volviendose líquido pero no podía moverse, fue que vio a Evelyn extendiendo su mano, ahí le advirtió que le mostraría lo que le pasa a los intrusos en casa de Mel, al igual que Cupa, empezó a hervir a Eco pero al no tener motivos para déjarlo vivo, simplemente lo prendió de un fuego violeta aún teniéndolo inmóvil hasta deshacerlo por completo, matándolo.
Pasaron los días pero las tragedias de ese día seguían abiertas como heridas profundas. Sati buscaba por todos lados que había pasado con la mansión y sus habitantes, ya que todo había desparecido, también buscaba un nuevo lugar para vivir y fue que encontró la casa del árbol de Zero, sabía que era una gran amistad de Shiva así que subió a la entrada pero al llegar, había manchas de sangre y el suelo tenía marcas de quemado, a pesar de todo, ya tenía mucho en su cabeza, así que no le importó eso, pensó que solo era un ritual o algo rato que hizo Zero así que no le tomo importancia, simplemente se acostó en su cama abrazando sus piernas y se puso a llorar, no sabía que hacer ahora, ya no tenía a donde ir, el Imperio la quería muerta y su nueva familia había desparecido sin rastro, simplemente se quedó llorando hasta que el sueño le ganó y se quedó dormida ahí misma.
A la mañana siguiente, unas pisadas despertaron a Sati y esta se levantó de golpe, sabía que Zero había regresado y se alistó para explicarle la situación, pero al asomarse por una ventana para ver, no era Zero, si no un tipo albino afuera de la cabaña, las dudas solo aumentaron para Sati así que bajo extrañada preguntando que quería o si conocía a Zero, el tipo no quería responder más que no reconocía mucho de lo nuevo, que el acababa de regresar del extranjero de un país que Sati no conocía llamado Cuba, además de que su nombre era Fnk.
Sati no conocía nada al sujeto, pero le pregunto si conocía a los trillizos, ahí Fnk dijo que los conocía a la perfección, pero le preguntó que tenía que ver con ellos, a lo cual Sati le dijo que fueron casi su familia pero que desparecieron sin dejar rastro hace días, Fnk al oír eso, le pidió repetir eso, Sati repitió que ellos habían desparecido, por lo que Fnk solo sonrió y se le acercó, Sati intento alejarse por incomodidad, pero el árbol de Zero la detuvo, ahí Fnk poniéndose un guante, presiona la mente de Sati con su pulgar y le da una descarga eléctrica, Sati reacciona al instante y lo patea con fuerza alejándolo bastantes metros, no se sentía con ánimos para pelear así que solo extendió sus alas y empezó a volar lejos, sin embargo se sentía débil de un momento a otro, lo que la hizo bajar de altura hasta caer en un callejón, sentía como sus recuerdos se desvanecían hasta el momento en que le ordenaron matar a Shiva, fue ahí que ella cerró sus ojos quedando inconsciente.
Mientras tanto con Shiva, todo iba quizás peor.
La culpa, la tristeza, el arrepentimiento, todo lo estaba carcomiendo. Mel cada ciertas horas al día pasaba a revisar a Shiva y a la recién nacida Zoey, la cual a pesar de su violento nacimiento, era una bebé bastante sana, no necesitó incubadora ni nada por el estilo, asi que de una Mel la puso a dormir en una cuna para ella, la principal razón por la que hacía eso es porque sabía que Shiva estaba demasiado mal en todo sentido, estaba destrozado emocionalmente así que no quería dejarle toda la carga al mismo, sin embargo, lo dejaba ocuparse de la bebé cuando ella no estaba ya que era su labor de padre, lo cual Shiva hacia como podía, ya sea preparar leche para dársela, revisar su cuna, atenderla cuando lloraba, lo necesario para cuidar una bebé.
A pesar de todo, su interior se agrietaba por la muerte de Melody, fue una pesadilla hecha realidad para Shiva, perder a la primer persona que amó y la que le mostró el amor de una manera tan cruel, violenta y rápida fue un trauma que lo estaba matando por dentro, incluso sus grietas no eran sólo emocionales, ya que su cara la cual ya para ese momento era pálida al Shiva no salir nada de casa, estaba llena de grietas en su piel fruto de la reacción de su sello de sangre a sus sentimientos muertos.
Un día Shiva llegó al límite, ya no podía soportar ese dolor interno así que decidió tomar una decisión, Mel sería buena cuidando de la pequeña Zoey, ya que ella tenía experiencia con niños, el por sí parte, no podía aguantar más, la culpa lo mataba, cada noche pasaba llorando por lo sucedido, así que tras traer de su cocina un cuchillo a su habitación, se quedó acostado meditando lo que iba a hacer, sabía que en unos minutos Mel llegaría, así que la bebé estaría bien a pesar de todo, tras eso, se convenció y tomó el cuchillo para sentarse en la cama, estaba listo para enterrarlo en su propio vientre, sin embargo, cuando iba a dar el último impulso con sus manos, se oyó en el otro cuarto a Zoey llorar, eso interrumpió el último plan de Shiva, el cual se levantó dejando el cuchillo atrás a revisar a la niña, tras llegar al cuarto, solamente parecía asustada, así que la cargó tratando de calmarla y diciendo unas palabras de aliento con la intención de hacerla sentir segura, "no llores por favor pequeña, no te preocupes, papá está aquí, todo estará bien".
No supo si fueron sus palabras, el calor de sus brazos o algo más, pero ahí Zoey dejó de llorar y abrió sus ojos por primera ves, dejando ver a Shiva sus pupilas doradas, y riendo al ver a su padre, el cual al ver eso, no pudo evitar quebrarse en llanto aún abrazándola y pidiéndole perdón por lo que estaba punto a hacer. Mel al rato llegó abriendo y llamando a Shiva, no tuvo respuesta así que con algo de susto, revisó el cuarto del mismo encontrando solamente el cuchillo en la cama, asustada de lo peor, corrió al cuarto de Zoey donde los encontró a ambos, Shiva sentado reclinado en una pared con Zoey en brazos y meciéndola para que esta durmiera, ahí Shiva mira a Mel con una pequeña y débil sonrisa pidiéndole gracias por cuidar de Zoey, pues mel no sabia que esa pequeña le acaba de salvar la vida a su propio padre.
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ozil-jan44 · 4 years
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Por primera vez en dos días completos, desde que salí de mi casa, cerré los ojos y me quedé dormido. Tengo trescientas veintiocho libras, que es todo lo que tengo ahora en la vida. Veo una mesa muy enorme, la como con avidez, mientras mis hermanos me miran con asombro, yo sabía que estaba soñando, pero tenía tanta hambre que no me importaba. Más bien, un conductor de tren, le di dinero y él me dio dinero, trató de volver a la deliciosa mesa y falló, frente a mí una pareja de ancianos, una mujer de sesenta años brillando de su boca su año dorado, debe valer más de dos mil libras, y un hombre de setenta, tal vez, durmiendo casi sobre su hombro, y a mi lado un joven mayor que yo. Tiene libros de texto en la mano Dormía en mi hombro, roncaba y de su bolsillo sacó su billetera con dinero en efectivo que se me acercaba, imaginé que todos íbamos de viaje, pero no lo estábamos.
En la estación de llegada, yo tenía seiscientas ochenta y nueve libras, él tenía un poco más que yo, pero estaría bien. El próximo tren llegará en hora y media, salí de la estación y fui al primer restaurante que vi, un restaurante de pescado, pedí medio kilo de camarón a la plancha. Después de media hora de cincelar y dos tazas de té, salí del café rumbo a la estación, conmigo seiscientas ochenta libras, el tren llegará en un cuarto de hora, me río cada vez que pienso en el dueño del restaurante esperando a que regrese, pero su mundo es estable y estable, y sería estúpido si se permitiera que algo tan pequeño lo perturbara. . También compré una mochila, que creo que en el tren me dará el prestigio de quien sabe adónde ir. No en la estación a esta hora, solo cuarenta
Casi una persona, si excluimos a los trabajadores, treinta personas de mi lado, diez del lado opuesto, veintitrés hombres, diez mujeres y siete niños, dos niñas y cinco niños, todos tienen sueño, excepto una niña que gira alrededor de su madre, exactamente como lo hacía mi hermano pequeño con mi madre desde entonces. Tres semanas, un baile mágico para convocar un colapso, tal vez su madre lo supiera, y por eso dio sus dos golpes consecutivos en el rostro, dirigiendo la mirada durante medio segundo, antes de que los ojos volvieran a escapar del peso de la posibilidad de la necesidad de intervenir. O sus bolsas sobre algo, su último trimestre menos uno, intercambiaron miradas de desaprobación y solidaridad sobre el silencio al mismo tiempo, y solo uno me miró y señaló a la mujer y re-representó los dos latigazos de una manera teatral y no sensible.
El tren llegó con diez minutos de retraso y me resistí a dormir en él con toda mi voluntad. Me senté en un asiento vacío, luego me senté frente a mí, el portavoz enojado y lloroso, fingiendo buscar algo en mi bolsa nueva y vacía, fingiendo que saqué un sombrero de la bolsa y me lo puse, exhalé el golpe. Denunciando mi absurdo, nuestro cuádruple está lleno de drama impenitente, tenemos un largo tiempo por delante, durante el cual la capacidad de ambos para ignorar el llanto de la mujer maltratada y el aburrimiento de la camada se derrumbará. Y tal vez porque me vio hacerlo, el dramaturgo fingió buscar algo en su bolsillo, sacó un sombrero falso, se lo puso en la cabeza y luego lo volvió, el slamter aplaudió con desaprobación.
Y miré la ventana entreabierta, a los cinco minutos el niño se calmó un poco, y para celebrar eso, el teatralista sacó un cigarrillo falso del bolsillo y fingió encenderlo, la mujer agitó la mano como si estuviera quitando humo, y sonrió al darse cuenta de que había participado en nuestro juego, luego cortó la sonrisa y le pidió a su niño que dejara de temblar. Su hombre, una señal que fue suficiente para que la niña recuperara la capacidad de llorar, el dramaturgo comenzó a llorar, pero él estaba llorando de verdad, por lo que su llanto real calmó al niño. Los cuatro hombres de la puerta de al lado nos estaban mirando, así que le di un codazo y la señalé claramente, para que fingieran ser Sarhan, los cobardes.
Debo estar soñando, de lo contrario, que harían el toletero y el maltrecho y los cuatro hombres y el teatral hacer en nuestro salón, comer y ver la tele, mientras mi madre prepara el almuerzo, y me pide que despierte a mi hermano gemelo del sueño, entro a nuestra habitación y lo encuentro chocando con el conductor del tren, el dueño del restaurante de pescado, y el joven de la billetera, salto Al dominio de inmediato, y entre puñetazos y patadas levanto al dramaturgo que también salta hacia ella, y lo golpea y patea en el aire, lo que llama a la sorpresa de los tres enemigos y la risa de mi querido hermano.
Después de una hora y diez minutos, que es una cuarta parte de todo el viaje, la niña, su madre y tres hombres cobardes, en un sueño profundo, despiertos de los cuatro, miran fijamente un libro que no ha pasado las páginas desde que fue abierto. Y de vez en cuando se ajustaba su gorro falso, me molestaba, así que se lo quité y lo tiré fuera del tren, con mucha calma sacó otro gorro falso del bolsillo y se lo puso en la cabeza.
¿A dónde vas?
_Tú caminas Luego se dirigió a su asiento, sacó una frescura imaginaria de su bolsillo, sacó un libro imaginario y fingió estar absorto en leerlo, el hombre despierto cobarde lo miró, entonces me senté e hice lo mismo, y comencé a completar palabras al azar como si estuviera leyendo en voz alta, el dramaturgo me pidió que leyera tranquilamente, y arrojé mi libro en dirección a los cobardes despiertos. Él atendió sus consejos, nos reímos
En la mitad de la distancia, estaba pensando en mi hermano pequeño, que nos dejó hace tres semanas, en mi hermano gemelo que lo siguió hace dos semanas, y en mi madre que ahora está desaparecida, tres de sus hijos, en ese momento los cuatro cobardes se habían convertido en tres, uno se fue y una niña de mi edad se sentó en su lugar. Cuando nos miró por primera vez, y sin estar de acuerdo, ambos levantamos nuestro sombrero con respeto, sonrió y agitó la cara.
La lattma se despertó angustiada mirando por la ventana, y en su pierna estaba la maltrecha y acostada durmiente, en esa etapa yo había sabido algunas cosas, la más importante de las cuales era que el Latimah no tenía más que el precio del viaje, y su esposo la estaba esperando en la estación de llegada, el dueño del teatro tenía más de mil libras, los tres hombres dos tenían su billetera Lleno de dinero en efectivo del que no podía decir la cantidad, en esa etapa también, el dramaturgo estaba leyendo un periódico falso y refiriéndose a mí de vez en cuando, a cierto párrafo, así que finjo leerlo y discutirlo en voz alta, y el cordero ya no estaba tan enojado con nosotros.
Y en el cuarto cigarro de verdad, supe en el teatro que en realidad no se va a ningún lado, y que tomará el tren de regreso a la misma ciudad en la que partimos, y mintiendo, le dije que yo también lo estoy haciendo, y cuando me preguntó de dónde soy exactamente, le dije que vivo cerca de la estación de tren, No pidió más detalles, alto, corpulento, blanco, con el pelo corto y liso, las prisas de los que no perdieron a un ser querido, es decir, completamente opuesto a todo, y acordamos pasar el rato juntos en la ciudad donde termina el viaje.
Fuimos juntos, todos fingiendo estar arrastrando pesadas bolsas detrás de él, y en la estación, el esposo del Latamah se enfadó por el retraso de su esposa y comenzó a amonestarla en voz alta, mientras su hija cargaba, decidimos seguirlos y nos embarcamos en una gran aventura, que terminó nada más salir de la estación, con los tres en taxi. El dramaturgo quedó en una encrucijada, ninguno de los dos sabía lo que el otro quería y hacia dónde se dirigía en realidad, caminamos mucho sin rumbo, levantamos el sombrero ante la gente y evitamos obstáculos imaginarios, y casi de la nada, sugirió el dramaturgo, que entramos en una casa que nos gusta y fingimos.Conseguimos la risa fuerte, estuve de acuerdo, y entramos a un edificio, y llamamos a la primera puerta que encontramos, y un hombre enorme del trigésimo se nos acercó. Nos dijo que tuvimos la risa fuerte y que se rió con 1.346 calorías con una voz estimada en 95 decibelios, y tuvo que pagar ciento diecisiete libras a cambio, nos acusó de locura y agarró Con mi asfixia, me empujó contra la pared, y cuando traté de aflojar los tornillos, me dio un puñetazo en la cara y la sangre brotó de mi nariz. Eran las once de la noche y habíamos acordado dormir en el primer miserable hotel que encontramos.
En nuestra habitación doble, hay una televisión rota en el medio y un balcón con montones de tierra que da a un mercado en una calle muy estrecha, una radio rota, dos toallas sucias, un cuadro al óleo arrancado de los bordes de un barco en el mar y un reloj parado a las nueve y cincuenta y cinco minutos, diecisiete después. Varios cigarrillos en el suelo, cada uno en una cama silenciosa excepto por los insectos que la atraviesan de vez en cuando, y tal vez con el efecto del cansancio y la aventura comencé a contarle todo. Mi hermano pequeño, que murió en un accidente automovilístico, y los detalles del funeral y las condolencias, donde mi hermano gemelo y yo estuvimos al frente de quienes nos dieron el pésame con los trajes grandes de mi padre, el colapso de mi madre y su pelea con mi padre, porque dejó morir al pequeño frente a sus ojos, y finalmente, mi hermano se escapó de casa.De hecho, lo busco así, porque a menudo decía delante de mí que le gustaría viajar en tren de ida y vuelta hasta el infinito, robando viajeros y ganándose la vida con su dinero, y por eso tomo un tren diferente en ambas direcciones todos los días para poder encontrarlo. Por otro lado, me dijo que esta es la novena vez que se escapa de casa, específicamente de su padre, y que está decidido a buscar trabajo para no volver nunca más con él. Para encontrarlo, una semana es lo máximo para fugitivos sin plan, le pregunté por su plan, entonces me dijo que además de buscar trabajo cambiaría su nombre y se casaría lo antes posible.Puede llevarse a cualquier chica, luego todavía se mudará de una casa a otra para que nadie lo encuentre, y que tomó todas sus precauciones, la sexta vez lo encontraron porque le contó su plan a su hermana, en la séptima vez, porque ya encontró trabajo, pero cerca de la estación de tren lo vio uno de los conocidos de su padre. Octavo, porque se involucró en una pelea con su patrón, por lo que luego de largos detalles tuvo que llamar a su madre para buscarlo.
No parece tan triste como sus historias, le dije eso, entonces me dijo que no está realmente en una situación trágica, vive su vida día a día, y cuando falla vuelve a intentarlo, y es lo suficientemente grande como para soportar los golpes de su padre, estuve de acuerdo con él en que no lo dejaré hasta que encuentre un trabajo adecuado, entonces Voy a volver a casa. Él mentía sobre todo, por supuesto, y yo mentía sobre todo.
Sueño con una estación de tren muy ancha, veo a mi madre buscándome debajo de los asientos, a mis hermanos jugando a la pelota con los trabajadores de la estación, la jugada es el árbitro del partido, y el enorme trigésimo camina con su ropa interior y arrastra un collar de perro detrás de él sin perro, riendo a carcajadas.
El teatral me despertó por la mañana, y él se rió de que estaba abrazando mi bolso por miedo a que me lo robaran, mi bolso estaba completamente vacío, caminamos en busca de trabajo, esto es mucho más difícil que mi imaginación, por hasta el trabajo más cruel y mal pagado, necesitas parte del sistema, en su punto más bajo, pero estás en él, el tuyo. Una dirección clara, un nombre real y un mínimo de conocidos comunes, para que puedan estar seguros de ti, les preguntamos a todos, tiendas de ropa, talleres de reparación de automóviles, estaciones de servicio, carritos de frijoles y hígado, cafés, vendedores ambulantes, incluso lugares donde los trabajadores diarios se reunían, nos sentamos y nos echaban de ellos. No llevábamos ningún equipo público que nos permitiera sentarnos con ellos, tengo suficiente Durante unas dos semanas, si ni siquiera logré aumentarlo de una forma u otra, y esto parece suficiente, pero el teatro está decidido a continuar la búsqueda, pasamos otra noche en nuestra habitación sucia, y durante una tercera y cuarta noche, nos gastamos la mitad con nosotros en comida y bebida, y se hizo inevitable acumular algo de dinero. Para seguir buscándolo para un trabajo, no éramos carteristas profesionales, pero alguien tiene que dejar su billetera fácilmente accesible aquí o allá. Recordé que una vez perdí mi teléfono móvil, cuando dos me ocupaban hablando y un tercero me lo robó. El teatro acogió la sugerencia, y esperamos afuera de una estación de metro para buscar El cliente, debe ser joven, más pequeño que nosotros, por si Para cualquier peligro, el teatro tiene que encenderlo y yo tengo que levantar el teléfono, un viejo fantasma de la escuela me dijo que la tecnología es tocar a la persona que vas a poner en partes separadas de su cuerpo varias veces, hasta que se pierda de ti y tomes lo que quieras, no estaba seguro de eso, pero lo habríamos hecho. El dramaturgo fingió frente al cliente que lo conocía, lo abrazó, le dio una palmada en los hombros, luego lo volvió a abrazar, y el cliente se asombró, se adelantó y lo abrazó, e invirtió el plan, tomó el dramaturgo portátil, y antes de que el cliente hablara, nos habíamos ido y le estábamos indicando que nos volveríamos a encontrar, así lo hicimos. Una segunda, tercera y cuarta vez
Fuimos a un hotel mejor, borrachos en los mejores bares, ante nosotros las chicas más bellas de la ciudad, y caminamos largas noches, peleamos interminables peleas, con toda la gente, nos sentamos en cafés como reyes disfrazados, y de un hotel a un hotel a un hotel, arrastramos decenas de bolsos falsos detrás de nosotros, le dije todo De nuevo, sobre mi madre y mi hermano pequeño que se escapó de la casa, y mi hermano gemelo que fue a perseguirlo, y yo fui a perseguirlos, y él le contó sobre su violento padrastro, sus peleas juntos y sobre su escape de él, después de que hirió a su padrastro con un cuchillo de cocina, él estaba mintiendo y yo estaba mintiendo.
Apostamos por aquellos que realmente pueden sacar el valor de una risa fuerte de la gente. Tocamos todas las puertas, nos golpeamos en la cara y en el estómago, patadas de varias mandíbulas en las nalgas, algunas precedidas de un salto alto, luego pies verticales, algunas desde una posición estable, otras precedidas por retroceder y correr hacia adelante. Madres de cuarenta, niños de diez, niñas de la misma edad nos gritaban en la cara, algunas en pijama, otras en ropa de calle, corrimos por calles anchas que terminan en calles más estrechas, calles más estrechas que terminan con carriles atascados y carriles atascados que terminan en carriles calientes, compartidos por sinvergüenzas. Incluso se atreven a mirarnos directamente a los ojos si estuvieran solos.
Acechamos a los compañeros de hotel, los molestamos en sus placeres secretos, veinte jóvenes huyendo de cosas que no sabíamos, mujeres jóvenes que buscan trabajo en la ciudad, hombres misteriosos abrazando con fuerza sus maletas como si contuvieran el secreto de la vida. Nos hicimos amigos de los fantasmas de la ciudad, entramos en sus casas, les robamos, nos robamos, escribimos decenas de cartas amenazantes falsas, las entregamos nosotros mismos como carteros, escribimos cientos de cartas de amor al azar y las distribuimos, diseñamos nuestra ropa oficial como coleccionistas de carcajadas, hasta que estuvimos cerca del éxito, la prensa escribió sobre nosotros, sobre ladrones de carcajadas,Así que tocamos puertas nuevas, como investigadores en el caso de la risa, y les quitamos a las personas nuestros honorarios iniciales oficiales, y les prometimos hacer un seguimiento.
Soñé con mi hermanito trepando a un árbol gigante, robando su fruto y corriendo por los aires, mientras mi hermano gemelo volaba detrás de él, y detrás de ellos un pájaro teatral, y luego yo estaba al fondo mirándolos una bandada de pajaritos riendo, indicándome que los seguiría, movía mis alas en vano.
Probamos todos los nombres, todos los días cada uno escogía un nombre, nos llevábamos bien, luego lo cambiamos al día siguiente, éramos dueños del mundo, hasta que el tonto dramaturgo se enamoró, así que una chica del quinto piso del Edificio No. 87 de Fourth Hotel Street, la conocimos por primera vez como investigadores, se levantó el sombrero El fantasma se fue y se rió, y el tonto cayó, luego fuimos a verla al día siguiente, para decirle que el caso va bien y que necesitamos su número para seguir el caso. Su sombrero y se lo puso en las manos, y le dijo que en realidad no estábamos investigando un caso.Riendo a carcajadas, pero los investigadores encubiertos de la Organización Internacional de Belleza, para vigilar cualquier que exceda el límite permisible de belleza, y que la estamos investigando. Ella se rió sarcásticamente, cínicamente y aburrida, pero él permaneció rígido y mugriento, y yo estaba confundida por su seriedad, y cerré la puerta.
Nos sentamos frente a su edificio todos los días siguientes, ella no salió, nuestros caminos, entonces su padre abrió con una mueca y sostuvo un cuchillo en la mano, corrimos y regresamos como carteros, dejamos cartas de amor frente a la casa todos los días, luego, con el tiempo, comenzamos a cobrar el valor de exceder la belleza permitida. Con manos suaves y fluidas, levanté todo tipo de zapatos, zapatos deportivos para mujeres jóvenes trabajadoras, zapatos con tacones puntiagudos, tacones anchos, niños Zenouba, y luego todos cayeron sobre nuestras caras. A otra ciudad, luego a otra, luego a otra, teatral Todos los días escribe una carta de amor y la envía a Arquitectura 87, leemos la palma de la gente en las calles, organizamos el tráfico, todo en un solo sentido sin retorno, y probamos todo tipo de mendicidad elegante, el truco del arruinado, el truco del extraño, el truco robado, durante un tiempo dormimos por todas partes, en Hoteles gigantes, en calles sucias, en autos robados, en casas abandonadas. Le hablé de mi hermano gemelo que murió en una pelea, de mi hermano menor que perdió el habla por el horror del accidente que vio con sus propios ojos, y de mi padre que me culpa por haber iniciado esa pelea, y me contó que le robó a él y a su hermano el marido de su madre, y luego se pelearon juntos contra él, por su madre. Que los repudió, mentíamos
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beshakarenice · 6 years
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20.1 - Inside both minds
Yo:
Esa noche un pensamiento y solo un pensamiento ocupa mi mente, Atlas diciéndome:
" Quieres que sea tuyo pero no quieres ser mía completamente, y no hablo de sexo, porque seamos honestos y yo jamás te lo he pedido siendo que estar junto a ti sin tocarte es la peor tortura de todas TE DESEO ...Dios sabe que no te hubiera permitido salir de ahí sin haber saciado todos mis más oscuros deseos, pero ahora no me bastará , quiero que tú también lo desees"
No puedo dormir analizando cada palabra y me encuentro intentando darle un nuevo significado e imaginando la definición de "oscuros deseos" sin quererlo mis pensamientos me llevan a recordar cada una de las ocasiones que hemos intimado el no se ha mostrado tímido por el contrario ¡sabe lo quiere y lo toma! eso me gusta, debo reconocerlo. Me encantan sus apasionados besos y la manera en como recorre mi cuerpo provocando descargas eléctricas en mi.
La frase Oscuros Deseos conduce a mi mente a verme atada  a una cama mientras él me observa con esa sonrisa que me encanta, desnudo y listo para entrar en mi cuerpo, extrañamente el pensamiento me excita, mi mente se transportó a cierto cuarto rojo, ¿Es lo que él desea? Por unos momentos me niego a aceptarlo pero sé que le daría todo lo que me pidiera ese simple pensamiento no me disgusta si no que me tiene excitada, expectante y muy húmeda.
Después de todo el es lo que deseo, y lo decido: a mi regreso aceptaré su propuesta.
Atlas:
¿Realmente darle un ultimátum fue lo mejor? No reaccionó de la manera en como lo esperaba pero nunca lo hace. Ahora los muchacho lo saben: ella es mi objetivo, ella será mi esposa. A causa de ello mi cuerpo está golpeado y mañana no podré moverme sin sentir dolor, el precio lo vale, sabía que llegaríamos a esto tarde o temprano el precio que tuve que pagar por sus celos no me importa en lo más mínimo, lo único que me importa es poder estar con ella a mí libre antojo teniendo su bendición, sonrio solo de pensar que obtener su bendición significó tremenda golpiza, si tan solo esa pequeña patea traseros hubiese obedecido no hubiese tenido observar a sus tíos golpeándome. Me duelen los huesos como hacía años no sentía. Dormir a su lado hubiera minimizado el dolor.
Ya no lleva su correa, debo idear un castigo original por ello, no es que me importe pero disfruto esas pequeñas batallas con ella, anhelando algún día poder llevar la pelea a la cama, recuerdo su boca en mi miembro y aparentemente el también lo está recordando. Desde los primeros días que la he visto terminar sus entrenamientos he deseado tomarla ahí mismo, disfrutar de  su sabor mezclado con sudor, introducir mis dedos en su sexo, quiero tenerla solo para mí.
Desecho todos esos pensamientos, pronto me iré y ella quedará libre nuevamente.
Me enfurezco.
Aunque después de todo se colocó entre ellos y yo para defenderme, quizás después de todo él ultimátum la ha despertado al fin.
Buenas noches MI hermosa patea traseros.
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aome-chan-official · 6 years
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Lost Memory: Capítulo 5 (Final): Desenlace
Aunque una amistad sea fuerte, siempre habrá personas quieran sabotearla, pero... ¿Eso no quiere decir que no era tan fuerte como se decía? Al día siguiente, Amanayo se encontraba dormido en la silla con un diario abierto en su pecho. Mitsuki abre la puerta sigilosamente - ¿Kitsune-san? - Lo llama en un susurro. Sin embargo, Daidagua abrió lo que quedaba de la puerta de un portazo. - ¡Despierta! - Grita. Al instante, Amanayo se despierta de golpe. - ¡¿Qué?! ¡¿Cuándo!? ¡¿Donde?! - Amanayo mira alrededor mientras sostiene el diario. - Ya es de día - Frente a él. - Tsk, gracias por decírmelo. No me había percatado - Amanayo habla sarcástico. - De nada - Daidagua usa el mismo tono. Mitsuki suspira - Bueno, los tres debemos de salir. El doctor le dará la última revisada a Kina, ¿No despertó en todo el día? - Pregunta Mitsuki a Amanayo. - No, pero alcance a escuchar gemidos o jadeos - Explica. - Ya veo... - Mitsuki baja la mirada preocupada. - Tranquila estará bien - Daidagua la toma de los hombros y ambos salen. Amanayo los mira salir, y tras unos segundos sale con el diario. Tras unos minutos, el doctor sale de la habitación. - ¿Cómo está Doctor? - Pregunta Mitsuki inquieta. El Doctor le da una sonrisa - Ella está bien, solo se la ha pasado descansado. Si ha despertado en leves momentos, pero no tarda en recobrar el sueño. No debe tardar en despertar, cuando eso pase la daremos de alta - Explica colocando la mano en el hombro de Mitsuki. Mitsuki suelta un suspiro largo - Me alegra - - Bien, cuando despierten llamen a una enfermera para hacer el papeleo - Aclara y se va. Mitsuki se gira para mirar a los chicos - Ella estará bien, no tardará en despertar, debo ir a avisarle a su padre, así que - Amanayo la interrumpe. - Yo me quedaré - - ¡¿Eh?! - Lo mira sorprendido - ¿Quién te dio esa autorización? - Daidagua lo cuestiona. - Yo mismo - Responde tranquilo. - ¿De verdad? Entonces- - ¡Basta! - Mitsuki se pone en medio - Él se quedara - Mira a Daidagua. - ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! - Daidagua se altera. - Porque yo lo digo. Ya cuidarte a Kina dos días seguidos, date un descanso - Daidagua suspira - Bien - Insatisfecho. - Bueno, Kitsune-san - Él la mira atento - Cuidaras a Kina hasta la tarde. No tardaremos - - Esta bien - - Bien, nosotros nos vamos. Daidagua no tardes - Comienza a irse. Daidagua se acerca a Amanayo y se coloca al lado de el - Cuídala - Acto seguido se aleja. Por su parte, Amanayo solo hace una mueca y entra a la habitación de nuevo. No perdió ni un minutos más, tomo el diario y comenzó a leer sin detenerse, tenía poco tiempo así que estaba algo inquieto. Tras una hora él creía a ver terminado. Estiró su cuerpo para descansar un poco y suspira - Fue demasiado extenso - Mira el diario - Pero valió la pena, me alegra saber que sentiste más que una amistad, igual que yo - Mira a Kina y vuelve a mirar el diario, se percata de que aún le falta una página - ¿Eh? - La gira y la lee. "¡Un nuevo día! Últimamente he estado muy agotadora, lo bueno es que tengo a Amano para que me ayude cuando lo necesito. Ya 3 años desde que nos conocemos, creo que ya es tiempo que sepa quién soy yo, él me ha confiado tantas cosas, yo debo de hacer lo mismo, se lo diré mañana cuando lo vea y también... le diré mis sentimientos hacia él." El libro fue manchado por lágrimas de parte de Amanayo - Kina... Perdóname... - Llora un par de segundos y luego su expresión cambia - Daidagua... Tú la lastimaste... ¿Qué es lo que le hiciste desde un principio? - Va hacia las primeras páginas del libro y comienza a leer. Mientras tanto, Daidagua regreso momentáneamente a su casa, solo iba a recoger unas cosas, pero al subir las escaleras, el recordó algo. - Señor, ¿está bien? - Su mayordomo le habla preocupado. - Si, solo, recordé algo - - ¡Oh! Entiendo, permiso - Se retira. Daidagua subió a su cuarto y se tiró en la cama recordando las palabras escritas en el diario. "Capítulo Final: Mi muerte ¡Hoy es mi primer día de escuela! ¡Estoy tan emocionada! Ida-chan ira a la misma primaria que yo, así no me sentiré tan sola. Espero hacer muchos amigos y llevarme bien con ellos. Eso fue lo que pensé en ese momento... Pero no me esperaba que lo que pasará días después, fuera un infierno" Daidagua al instante recordó ese mismo día. Flash Back Tocan la puerta - Ya voy, ya voy - Daidagua abre la puerta. - ¿Por qué tardas tanto? - Kina le pregunta impaciente - ¡Vámonos! - Lo toma de la mano y lo jala. - ¡Oye! ¡Espera! ¡Kina! ¿Por qué la prisa? - - Es el primer día de clases, no quiero llegar tarde - Alegre. Fin del Flash Back - Je, sí que estabas muy emocionada esa vez - Habla para sí mismo. "No tarde mucho en hacer amigos, siempre hablaba con ellos, teníamos todas las clases juntos. Era muy divertido, aunque un día paso algo extraño, Ida-chan pareció hacer amigos, lo cual me alegro mucho. Flash Back - ¡Daidagua! ¡Amigo! - Un compañero lo abraza del hombro. - ¿E-Eh? - Nervioso. - Ven con nosotros, queremos mostrarte algo - Otro chico lo jala hacia ellos. - ¿Eh? - Kina mira la escena - Jejeje - Sonríe - Me alegra de que este haciendo amigos - Entra al salón. Kinaiya: Eh?... Jejeje, está haciendo amigos, me alegro por él Fin del Flash Back "Aunque... desde ese día se alejó de mi más de lo normal, creí que no quería hablarme, así que decidí averiguarlo por mi cuenta." - Ese día... - Daidagua puso una cara depresiva. Flash Back - ¿Ida-Chan? - Le toca el hombro - Hoy no viniste conmigo a la escuela, y ayer te fuiste muy temprano, ¿sucede algo? - Preocupada. Daidagua no voltea a verla - ¡N-No! ¡Nada! - Se encontraba muy nervioso. Uno de los chicos empuja a Daidagua con el hombro. - ¿Seguro? - Kina insiste. Finalmente Daidagua se gira, pero no parece muy amable - ¡Dije que no pasa Nada! - Alza la voz. - I-Ida-Chan... - Kina se aleja un poco por el susto. Daidagua vuelve a girar y se va caminando. Una chica de acerca a Kina y coloca su mano en su hombro - Tranquila Kina - La consuela. - El solo se ha dado cuenta de la persona que realmente eres - Otra chica se pone frente a ella - Eres un asco - La empuja y tras esto, Kina se cae al suelo y todos los libros que tenía se desparraman. - El ya no te quiere cercas, le das asco - La abofetea. Kina toca su mejilla que fue atacada y las mira desconcertada. La chica frente a Kina la patea - ¡Eres autista! ¡Aléjate de el! - Desataba su irá en Kina. Kina reprimía las ganas gritar, cuando finalizaron las patadas ella toca su estómago adolorido - Ida...-Chan... - Pronuncia débilmente. Daidagua no volteo en ningún momento, la ignoro totalmente. Kina no pude hacer nada más que llorar. Sin embargo, al llegar a la esquina, Daidagua se recargo en la pared y llora en silencio - Lo siento Kina. ¡Perdóname! - Daidagua llegó a su casa después de ese día. No tenía ánimo alguno. - Ya llegue... - Se quita su suéter y lo cuelga. - Buenas Tardes Señor Konogua - Saluda su mayordomo. - Buenas - Se quita los zapatos. - ¿Le pasa algo, señor? - Pregunta preocupado. - Pues... - Sus empiezan a llorar - La verdad es que... es que - Se cubre la cara y se tira al suelo. En el presente Daidagua se levanta totalmente molesto - ¡Fui manipulado! ¡Me engañaron! - Aprieta los puños y algunas lágrimas salen. Daidagua volvió a recordar ese día, en donde todo empezó. El chico quien antes lo estaba abrazando, ahora lo empuja hasta caer. Daidagua se queja por el golpe, pero no tarda en incorporarse en el suelo mientras lo mira con enojo - ¿Qué es lo que quieren? Sea lo que sea, tengan por seguro que no lo tendrán – Se encontraba de verdad enojado. - No te preocupes, no es nada material – Dice otro de los chicos que salía detrás de Shinkar y se pone a un lado de Daidagua. - ¿Eh? – Daidagua lo mira confundido. - Lo que queremos... – Shinkar se acerca a su oído – es que nos ayudes a lastimar a tu querida amiga Kinaiya – Sonríe. - ¿Eh? – Se exalta y se aparta rápidamente – ¡Eso jamás! ¡Aceptare cualquier otro maltrato a mi persona, pero jamás sería capaz de lastimar a Kina! – Shinkar le sonríe sínicamente – Sabíamos que dirías eso – Saca su celular, marca y llama – ¿Lucy? Pueden ejecutar el plan – Mira a Daidagua. - ¿Plan? ¿Qué plan? – Cierta duda y temor comenzaban a dominarlo. - ¡Oh! Nada importante – Dice el otro chico – Solo que si tu no cooperas en lastimarla, nosotros lo haremos sin problemas – Sonríe macabramente. - ¡¿Qué?! ¡No! – Se levanta rápidamente, sin embargo Shinkar impide el paso. Mientras el otro lo sujeta por detrás, Daidagua luchaba para zafarse, pero su forcejeo fue interrumpido por un golpe en su estómago. - Oh no, eso no. Ella sufrirá de una u otra manera. Le da la espalda – Así que... ¿Qué decides? – Sujeta el celular y pone la llamada aun entrante en altavoz. - Estamos cerca, ¿seguimos con el plan? – Pregunto la chica al otro lado de la línea. Shinkar esperaba la respuesta de Daidagua. Tras unos segundos de pensarlo el suspira cansado – E-Esta bien... Los ayudare – Se rindió. - Cancela el plan – Tras escuchar la afirmación del otro lado, Shinkar cuelga la llamada. El otro chico ante esto lo suelta de su agarre y Daidagua cae al piso de rodillas. Shinkar se acerca a él y levanta su cabeza - ¡Anímate! Te ira mejor sin ella, ya lo veras y nos lo agradecerás – Sonríe, lo suelta y se incorpora – Nos vemos en clase – Acto seguido, el junto al otro chico se van y lo dejan solo en ese lugar. Daidagua quien tras esperar que ellos se alejaran un poco más comenzó a sollozar lentamente - ¿Por qué? – Tapo su cara con sus manos preguntándose constantemente porque se encontraba en esa situación. De vuelta en el presente, Daidagua se tiro de rodillas y comenzó a llorar. Recordaba cada una de las veces que le causó daño a la mujer que amaba y que en algún momento le prometió que la protegería de cualquier persona. Le dolía pensar que él era capaz de sacrificar su persona por la vida de ella y que sin importar eso, no pudo hacer nada, al final resulto un acto cobarde a pesar de tal valentía. Sabía que estaba perdiendo el tiempo, había olvidado por qué regreso a su casa, así que rápidamente se levantó se dispuso a hacer lo que tenía que hacer. Tras pocos minutos Daidagua se encontraba de nuevo frente a la habitación donde estaba Kina y Amanayo, con algo de temor respiro hondo y se adentró en ella. Amanayo quien estaba sentado cruzado de brazos espero unos segundo para abrir los ojos y mirar a la personas que arruino la vida de su amada. El lugar quedo en silencio durante unos pocos segundos, que para ellos de seguro que eterno. Finalmente Amanayo fue quien decidió hablar – Te atreves a volver – Se levantó de la silla. - No sabes nada sobre mí – Se defendió. - ¡Oh! Claro que lose, a estas alturas ¿Quién no te conoce? – Molesto. - ¡No todo lo que dice la prense es cierto! – Alzo la voz molesto. - ¿Y esto? – Muestra el diario - ¿Esto también son mentiras? – Lo cuestiona. Daidagua bajo la mira de inmediato, pero trago saliva y lo volvió a mirar – No, todo lo que dice ese diario, es la verdad – Su voz parecía quebrarse. - ¡Te atreves a admitirlo! – El enojo comenzó a dominar a Amanayo. - ¡Solo conoces una parte de la historia! – Daidagua le gritaba desesperado. Se acercó un poco más a la cama, Amanayo hizo lo mismo. - ¡No necesito conocer más! ¡Ella no merecía todo lo que le hiciste! ¿Qué quieres decirme? ¿¡Las razones por la cual la despreciaste!? – Alzo la voz. - ¡No es así! ¡No es así! ¡No es así! ¡No es así! – Daidagua grito con fuerza repetidas veces. Mitsuki quien escucho el alboroto desde el corredor se apresuró para ver qué era lo que pasaba, el Doctor hizo lo mismo. Al llegar encontraron la escena actual. - ¡Lo único que hiciste fue arruinarle la vida! ¡No la protegiste como tanto prometiste! ¡La abandonaste! ¿Por qué? No lose, y la verdad es que no me interesa saberlo – - ¿Y tú? ¿Eres un héroe? – Daidagua apretó sus puños y lo miro frio - ¡También prometiste protegerla! ¡¿Pero de que sirvió?! ¡No pudiste hacerlo! ¡No quería ver como fracasaba mi inútil intento de protegerla¡ - ¿¡Entonces prefieres dañarla tu ¡? ¡Jamás la dañaría! ¡Daria mi vida con tal de no verla sufrir! - ¡No estuviste en mi lugar! ¡No sabes lo que sentí! – - No, no sabes lo que sentirás – Se truena los puños. - ¿Así? – Ambos se acercaron entre sí, sin embargo Mitsuki detuvo a ambos colocándose en medio. - ¡Deténganse! ¡Esta no es la forma de hacer las cosas! - Tenemos un paciente en esta habitación, sin mencionar la molestia a los demás en este hospital – Comento el Doctor. - No solo la dañaste físicamente, sino que rompiste su corazón – Esas palabras le llegaron a Daidagua, quien por alguna razón, se volvió arrogante después de eso. - ¿Y eso es malo? – Presumió – Al menos no se ha olvidado de mí, nunca lo hizo – Sonrió – A pesar de todo lo que le hice, ella siguió amándome, ¿tu? Solo fuiste un reemplazo. Apuesto que si tuviera que elegir, me elegiría a mí, puesto que soy el amor de su vida, tu solo un amor pasajero de la adolescencia – Su arrogancia subía de nivel. Amanayo no supo que decir, ese comportamiento era vulgar y desconocido para él, sin embargo, siguió dando comentarios crueles al igual que Daidagua. A pesar de que Mitsuki los separaba, ella no era suficientemente fuerte, el Doctor trato de ayudarla sujetando a Amanayo de los hombros y alejarlo, Mitsuki empujaba a Daidagua los mas que podía mientras sujetaba sus muñecas. Pero, sin importar de lo que hicieron siguieron gritándose entre sí, la cordura de ambos de iba poco a poco las palabras salían de sus bocas, y más cuando se trataba de las mujer que ambos amaban, pero que pasaría cuando ella despertara y de verdad tuviera que elegir solo a uno, ¿Cómo reaccionaría el otro?, ¿Por qué eligió al contrario?, ¿Quién es al que ella ama en realidad? Esas preguntas tal vez nunca sean contestadas, por una simple razón. Kinaiya abrió los ojos lentamente mientras se acostumbraba a la luz de la habitación, pudo distinguir a los cuerpos frente a ella, pero miraba a su alrededor, tratando de encontrar y descifrar el lugar donde se encontraba, el oído regreso poco a poco identificando lo que ellos gritaban entre sí, fue entonces que pudo pronunciar palabra. - ¿Do-Dónde estoy? – Dijo confundida al desconocer su alrededor. Todos se callaron y llevaron sus miradas hacia Kina, se percataron de que había despertado, pero no sabía que decir, sin embargo, solo dos pudieron decir solo una palabra. - Ki-Kina... – Dijeron Amanayo y Daidagua en unísono mientras veía asombrados a la mujer que amaban. Fin... Espera... ¿El fin?
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