Tumgik
#Expedición Ballenera
cuidarelplaneta · 1 year
Text
La nueva Greenpeace
Tumblr media
Tras la muerte, en octubre de 1974, de Irving Stowe, principal defensor de una Greenpeace exclusivamente antinuclear, y con la dimisión del presidente, un profesor llamado Neil Hunter, la Fundación Greenpeace prácticamente dejó de funcionar. De hecho, Robert Hunter y los demás miembros del comité del Programa Achab se convirtieron en la nueva Greenpeace.
A primeros de 1975 alquilaron su primera oficina de verdad, tres pequeñas habitaciones pertenecientes al grupo anti contaminación situadas en la Cuarta Avenida Vancouver, donde empezaron a recaudar fondos para financiar la expedición. Organizaron conciertos benéficos, vendieron insignias, camisetas, pegatinas y carteles. subastaron pinturas y esculturas y sortearon una parcela que les había entregado un autoproclamado chamán zen.
Localizar los barcos para el viaje fue esta vez cosa fácil:el Phyllis Cormack y el Vega entraron de nuevo en acción (el Vega lo compró a McTaggart un profesor de derecho retirado llamado Jacques Longini, que se puso junto con el barco a disposición de Greenpeace). 
La organización sólo tenía que superar un último obstáculo: alguien del grupo tendría que localizar a las flotas balleneras, porque de otro modo los barcos de Greenpeace se verían obligados a recorrer el Pacífico entero hasta dar con ellas.
El trabajo recayó en Paul Spong que, a primeros de 1975, se desplazó a Europa para consultar los archivos de la Oficina internacional de estadísticas sobre la caza de ballenas, situada en Sandefjord, Noruega. Presentándose como investigador de las ballenas, Spong consiguió cartas de navegación en las que figuraban los puntos donde las flotas soviética y japonesa habían cazado en años anteriores. Si los balleneros volvían a las zonas de captura de temporadas anteriores, Spong calculó que, dado el escaso radio de acción de las embarcaciones de que disponían, la mejor oportunidad de interceptar a alguna de las dos flotas se presentaría en junio, fecha en la que los soviéticos pasarían a 60 millas (100 km) de las costas de California.
Temiendo que la flota soviética adivinase sus planes, Greenpeace decidió salir dos meses antes, lo que además permitiría a los participantes realizar experimentos de comunicación con las ballenas. El 27 de abril de 1975, el Phyllis Cormack y el Vega zarparon de Vancouver enarbolando la bandera de las Naciones Unidas y llevando el símbolo recién adoptado para la campaña de la ballena: el emblema de la orca de los indios Kwakiutl. Acudieron a despedir- les a Jericho Beach, una base aérea abandonada cercana al centro de la ciudad, alrededor de 23.000 personas.
Al cabo de unos días, los periódicos japoneses estaban llenos de reportajes sobre la protesta, y el gobierno de ese país amenazó con emprender acciones jurídicas si Greenpeace interfiere sus operaciones de caza de ballenas. 
Se encargaron de coordinar la cobertura en los medios Robert Hunter y el responsable de fotografía, Rex Weyler, un desertor norteamericano refugiado. En esta ocasión, los cámaras Fred Easton y Ron Precious filmaron toda la misión, con el fin de realizar un documental que Greenpeace esperaba vender en todo el mundo. 
También formaban parte de la tripulación del Cormack Patrick Moore, Walrus Oakenbough (especialista en nutrición y «hermano guerrero» adoptivo de los Oglala Sioux), Paul Watson (asimismo adoptado como guerrero por los Sioux, con el nombre de Lobo gris aguas claras, tras participar en la insurrección india de Wounded Knee, Dakota del Norte, en 1973). Ramon Falkowski (que navegó a Moruroa en el Fri en 1973), George Korotva (de nacionalidad checoslovaca) y Carlie Trueman, de Victoria (ambos expertos en inmersión y en el manejo de lanchas Zodiac).
Durante las cuatro semanas siguientes, los dos barcos. operando desde una base situada en Winter Harbour, en la isla de Vancouver. realizaron varias incursiones a la búsqueda de ballenas. Siguiendo los consejos del experto en comunicación con las ballenas. Dr. John Lilly, se montaron en el Cormack altavoces e hidrófonos subacuáticos, mediante los que Greenpeace podría reproducir música para las ballenas y recoger las posibles respuestas de los cetáceos.
Con ocasión del primer encuentro con un grupo de ballenas grises se comprobó que éstas no eran aficionadas a la música de gustos indiscriminados. Según relató Jack Richardson a Playboy, «Los tonos más ásperos del sintetizador y la música rock no despertaban mucho entusiasmo entre los cetáceos, que responden sumergiéndose y reapareciendo al cabo de varios minutos en un lugar muy alejado del origen del concierto. ‘Son de gustos clásicos’. afirmó Korotva y. como para corroborar este punto de vista, diversos pasajes de la Quinta Sinfonía de Beethoven suscitaron una respuesta feliz».
El 1 de junio los dos barcos tomaron rumbos divergentes. El Vega se dirigió hacia Long Beach, al sur de la isla de Vancouver, para seguir entreteniendo con su música a las ballenas. La misión del Cormack tomó un carácter más serio.
Originally published at https://cuidarelplaneta.com/ Juny 14, 2023.
0 notes
munove · 6 years
Text
Japoneses matan a 122 ballenas minke preñadas en la Antártida
El gobierno japonés afirma que la caza de ballenas es una parte antigua de la cultura de Japón, sin embargo, las expediciones a la Antártida para la carne de ballena sólo comenzaron después de la Segunda Guerra Mundial. Un informe enviado a la Comisión Ballenera Internacional (IWC, por sus siglas en inglés) reveló que Japón mató a 122 ballenas minke preñadas en su última expedición de caza, en la cual capturó a un total de 333 cetáceos.
etiquetas: japon, ballenas, minke, antardida
» noticia original (www.excelsior.com.mx)
0 notes
cuidarelplaneta · 1 year
Text
Sangre en el Hielo
Tumblr media
EN EL PERÍODO comprendido entre las dos campañas balleneras, Greenpeace abrazó otra causa: la caza de cachorros de foca groenlandesa en Terranova. Todos los años mueren cientos de miles de focas, sobre todo a manos de cazadores profesionales de Noruega y Canadá. Los cazadores caen sobre los cachorros en febrero y marzo, cuando sólo tienen unas semanas de edad, los golpean con un palo en la cabeza y les arrancan la piel inmediatamente.
A mediados de la década de 1270.al Intensa caza había reducido la mitad la población de focas. Los pueblos nativos y los primeros colonizadores de aquellas tierras cazaban focas adultas para aprovechar la carne, la piel y el aceite, pero los cazadores profesionales, que actuaban desde hacía muchos años sin cuotas. sólo querían las pieles para hacer abrigos, guantes, complementos forrados de piel, botas de esquí y otros artículos «de lujo»
La opinión pública ya había reparado en las carnicerías de focas años atrás, irónicamente gracias a una película de promoción turística de Quebec; los espectadores de Canadá y EE.UU. contemplaron conmocionados una secuencia, ideada por reflejar la vieja
lucha entre el hombre y la naturaleza, que recogía la muerte a palos de focas recién nacidas.
Entre aquellos espectadores estaban Walrus Oakenbough y Paul Watson, que habían hablado de la caza de focas a bordo del Phyllis Cormack durante el viaje de San Francisco a Vancouver en la fase final de la expedición contra los balleneros de 1975. Su idea era
viajar a Terranova y tratar de detener la masacre rociando a las focas con un tinte verde inocuo, para que las pieles perdieran todo valor a ojos de los cazadores.
El 2 de marzo de 1976 partió de Vancouver la primera expedición de Greenpeace para salvar a las focas; atravesaron el país en tren hasta Nueva Escocia, cruzaron a Terranova en un transbordador y viajaron por carretera hasta el puerto de St. Anthony, en el extremo de la isla. Allí les esperaban dos helicópteros que habían alquilado para trasladarse a las masas de hielo.
El invierno estaba avanzado y barrían la zona furiosas tempestades de nieve. En varias ocasiones, la furgoneta en que viajaban se salió de la estrecha y resbaladiza carretera de St. Anthony, donde la temperatura había descendido hasta – 20°C. Como si el pésimo tiempo no fuese suficiente, los expedicionarios de Greenpeace se encontraron con una banda de furiosos habitantes de Terranova bloqueando la carretera de acceso a la población. La furgoneta de
Greenpeace se detuvo lentamente, y la multitud empezó a empujar. tratando de volcarla. Pero la violencia se extinguió pronto, y se organizó una reunión para la noche siguiente en la que cada Insignia de protesta La campaña de Greenpeace llamó la atención sobre la inhumana muerte de las focas de las partes podría exponer su caso.
Los habitantes de Terranova no fueron los únicos molestos por la interferencia de Greenpeace. El gobierno canadiense había promulgado apresuradamente un decreto en virtud del cual era ilegal rociar a las focas, y prohibió desplazar a los cachorros e interponerse entre ellos y los cazadores. Los activistas se enfrentan ahora a la perspectiva de acabar en la cárcel. «Parecía aconsejable», recuerda Hunter, «cambiar de táctica, y deprisa».
En una agria reunión a la que acudieron 400 personas, Hunter anunció que, como gesto de deferencia hacia los residentes de St. Anthony, Greenpeace había decidido abandonar la idea de rociar a las focas y entregaría el tinte al día siguiente. La decisión fue controvertida, y causó protestas entre los partidarios de Greenpeace, que la veían como una rendición. La oficina de Greenpeace en Vancouver quedó bloqueada por las llamadas de donantes que reclamaban la devolución de su dinero. Pero Greenpeace no tenía intención de rendirse. Su nueva táctica consistía en centrar la atención sobre las flotas de cazadores profesionales noruegos.
Para entonces, St. Anthony ya estaba lleno de periodistas y fotógrafos procedentes de Alemania, Canadá y EE.UU. Cuando David McTaggart llegó desde Francia, llevaba consigo un equipo de televisión y un fotógrafo de una agencia de prensa internacional. 
El 15 de marzo, los helicópteros de Greenpeace despegaron de la base de Belle Isle, a unos 50 km al norte de St. Anthony, rumbo a la zona de operaciones de los noruegos. Como estaba prohibido aterrizar a menos de 800 metros de las focas, tuvieron que avanzar a pie, a través de hielos movedizos, hasta los terrenos de caza.
Originally published at https://cuidarelplaneta.com/ Juny 21, 2023.
0 notes
cuidarelplaneta · 1 year
Text
Guerreros del Arcoiris
Tumblr media
Partieron del lugar en que se celebraba la conferencia «Hábitat» sobre medio ambiente organizada por las Naciones Unidas, que lograron alargar de manera que la clausura coincidiese con el inicio de su expedición. En el muelle, Fred Mosquito, hechicero Cree, dijo a los tripulantes: «Vosotros sois los guerreros del arco iris»
Tras hacer escala en San Francisco y Portland, Oregón, el barco de Greenpeace partió al encuentro de los balleneros. Una vez más, detectaron a la flota soviética en torno al buque factoría Disney Vostok. El mes de julio, para interrumpir una cacería en marcha que se estaba desarrollando a unas 1.400 millas (2.250 km) al suroeste de San Francisco, cuatro lanchas hinchables de Greenpeace formaron una barrera entre los barcos soviéticos y una familia de pequeñas ballenas, imposibilitando a los arponeros hacer blanco.
Durante 10 días, el barco de Greenpeace se enfrentó a la flota soviética o la siguió muy de cerca. En una ocasión lograron colocarse al costado del Daily Vostok y. a través de los altavoces, pedir a la tripulación en seis idiomas distintos que dejasen de cazar Círculo de vida Desde tiempo ballenas. Durante el viaje de vuelta hacia el norte, los ocupantes del inmemorial, el motivo de dos ballenas James Bay se dieron cuenta de que les seguía un submarino; éste se formando el círculo infinito de la mantuvo en su estela, emergiendo y sumergiéndose, durante una naturaleza ha simbolizado el deseo de semana, pero nunca se acercó lo suficiente para identificarlo, y pueblo marinero de los Kwakiutl de nunca descubrieron qué país se dedicaba a vigilarlos con tanto vivir en armonía con el mundo ahínco natural. 
Para los miembros de los balleneros japoneses no daban señales de vida, pese a Greenpeace fue un honor aceptar el informe del servicio de guardacostas de EE.UU. según el cual una como símbolo cuando les fue ofrecido. La flota japonesa operaba cerca de las islas Hawaii. Con la ayuda oficiosa de los simpatizantes pertenecientes a dicho servicio. Greenpeace organizó una exploración aérea sobre una superficie oceánica de unos 440.000 km 1⁄2, desde Oahu hasta Midway, pero en seis días de búsqueda, el equipo de reconocimiento no logró dar con los japoneses. Más tarde, comenta Robert Hunter, «un informe procedente de Honolulu indicó que el embajador de EE.UU. había sugerido al de Japón que, dada la fuerza que habían cobrado los sentimientos contrarios a la caza de la ballena, consideraría oportuno un enfrentamiento entre balleneros y antiballeneros en aguas de los alrededores. La petición de abandono no afectó sólo a la flota ballenera, sino también a todos los barcos de pesca japoneses
Según Paul Spong, durante su segunda campaña anti ballenera. Greenpeace salvó directamente a cien cetáceos e indirectamente, al apartar a los barcos de las zonas normales de caza, a 1.300 o más.
Originally published at https://cuidarelplaneta.com/ Juny 19, 2023.
0 notes
cuidarelplaneta · 1 year
Text
Salvar a las ballenas
Tumblr media
DESDE AMCHITRA A MURUROA, la principal preocupación de Greenpeace fue hasta 1975 la cuestión de las pruebas nucleares; pero las cosas iban a cambiar de forma radical, porque la organización era cada vez más consciente de la situación de las grandes ballenas, muchas de cuyas especies se encontraban al borde de la extinción a causa de la caza de que eran objeto por parte de la industria ballenera. La figura clave en esta nueva toma de conciencia fue Paul Spong. psicólogo neozelandés despedido de su trabajo como investigador en el acuario de Vancouver por declarar públicamente que la orca (ballena asesina) que tenía cautiva deseaba estar libre.
Al principio, la acción antinuclear de Greenpeace se resistió a embarcarse en el asunto de las ballenas, por lo que Spong y Robert Hunter elaboraron sus primeras ideas bajo la bandera del Programa Achab.
En 1973. Spong con la ayuda de Hunter, empezó a recaudar fondos para hacer un viaje a Japón, una de las principales naciones balleneras. Durante la primera parte de 1974 recorrió más de veinte ciudades reproduciendo los sonidos que emiten las ballenas, enseñando diapositivas. hablando por televisión y dando conferencias. 
Pese a la influencia que ejerció en Japón, era obvio para los promotores del Programa Achab que había que recurrir a medidas más enérgicas, y empezaron a planificar u n a expedición para enfrentarse a las flotas balleneras que operaban en alta mar. Examinando las fotografías de la persecución del Vega por soldados franceses a bordo de Zodiacs hinchables muy rápidas, Hunter y Spong tuvieron la idea de emplear el mismo tipo de lanchas para protestar contra la captura de ballenas.
En septiembre de 1974, el comité expuso sus planes ante una gran audiencia de voluntarios y solicitó su ayuda.A lo largo de los meses siguientes. gentes de la más variada condición empezaron a colaborar en la campaña. Robert Hunter escribió: «Era una magnífica y nada convencional mezcla de recursos y talentos humanos. Había docenas de habituales del I Ching, la astrología y los antiguos calendarios aztecas; pero por cada místico había al menos un mecánico, y viejos expertos en motores diesel y cascos marineros de la costa oeste que aparecían en las reuniones y se sentaban junto a jóvenes vegetarianas. Hippies y psicólogos se mezclaban tranquilamente con amantes de los animales, poetas, investigadores marinos, amas de casa, bailarines, programadores y fotógrafos».
El sonido de las ballenas
Los miembros de Greenpeace, inspirados por los relatos que hizo Paul Spong del año que pasó estudiando la orca capturada en el acuario de Vancouver, decidieron dedicar algún tiempo a intentar comunicarse con las ballenas. Fue entonces,en el curso de una serie de experimentos orientados a explorar la capacidad de aprendizaje de los cetáceos, cuando Spong descubrió su extraordinaria sensibilidad para el sonido de estas criaturas.
«Jugando, empecé a probar el funcionamiento del sonido como recompensa, y observé que las ballenas estaban dispuestas a hacer casi cualquier cosa a cambio de escuchar algo. Primero emití señales de tonalidad pura y a continuación pasé a las campanas y las copas de cristal.
«Al golpear suavemente bajo el agua un par de copas de cristal, obtenía un sonido maravilloso. La ballena se acercaba y se colocaba casi tocándose con la el extremo
de la frente o retrocedía alrededor de un palmo y se quedaba absolutamente quieta, con la cabeza vuelta un poco hacia un lado, como para percibir el sonido desde otra perspectiva.
«La primera vez que interpreté el concierto en re menor para violín de Beethoven ante la ballena, arqueó el cuerpo, manteniendo fuera del agua la cabeza y la cola, y se puso a lanzar chorros de agua por la boca al ritmo de la música. Las aletas pectorales golpeaban y abusaban de la superficie o se agitaban en el agua, siempre en perfecta sintonía con el ritmo de la música. La cola oscila graciosamente en el aire hacia adelante y hacia atrás. Era asombroso. Literalmente, estaba bailando».
Originally published at https://cuidarelplaneta.com/ Juny 12, 2023.
0 notes