#La voz de las espadas

[amigodegandalf]

Booktrailer La voz de las espadas, de Joe Abercrombie

[kathelovecatsandfeminism]

Filete - Rhaenyra Targaryen x reader

A rainha negra se encontrava de pé no meio da sala do conselho negro, havia há pouco dispensado todos, precisava alinhar seus pensamentos e necessidades frente a usurpação de seu trono, de sua herança. Rodava incessantemente seus anéis nos dedos, mas evitava olhar para eles, havia muito o que considerar.

Ressentia-se do velho rei por não te-la instruído na arte da guerra, não sabia em quem confiar ou recorrer, a ameaça vinha de todos os lados, provavelmente de sua própria morada também. Seria Daemon tão confiável assim? Sabia que não o agradava o posto de consorte, ou ter que reconhece-la como sua superior. Mas pensar nele agravava sua aflição pois era impossível cobiçar lealdade e não pensar naquela que havia jurado lhe proteger, mesmo que no começo Rhaenyra não acreditasse que alguém tão delicado aos seus olhos seria capaz de empunhar uma espada em seu nome, mas supreendentemente ela havia se provado errada. A dama selvagem de espadas, de pele parda, longos cabelos cacheados, olhos gentis e fala desconcertante. Sua protetora jurada.

Pensava em sua declaração frente ao conselho

“à minha rainha juro lealdade, pois ela não possui apenas minha honra e espada, mas toda a minha existência se assim desejar, me aponte o caminho e irei”

Nem o mais honrado dos homens construiria uma frase assim, tampouco esse comportamento era novo. Virando-se para a parede direita e encarando a chama de castiçal se lembrou de quando a havia perguntado se o fardo de seu trabalho não era deveras pesado, sua resposta simples e melódica “faço por amor a minha rainha”, não respeito, não temor ou obediência, mas amor. Pensar tais coisas fazia uma culpa crescer em seu peito, havia uma guerra lá fora em seu nome, logo logo as baixas iriam começar, não era hora de se perguntar a extensão dessa devoção.....mas então..........então havia o seu companheirismo para com ela. Sua delicadeza ao repreende-la longe dos olhos, o modo como tratava seus meninos e como possuía um tom único de voz para acalma-la quando a tormenta chegava.

Lembrava de suas secretas aulas de luta, a seu pedido, uma surpresa para quem ousasse chegar perto demais da rainha dragão. Se arrepiava da mesma forma que se arrepiou quando as mãos dela se colocaram sobre as suas para demostrar a firmeza com a qual se empunha um espada e suas bochechas coraram ao lembrar de sua voz melindrosa ao pedir para ser atacada, sua cavaleira não apenas se desviava, mas dançava com a leveza de uma pluma tornando cada vez mais difícil se concentrar, e ela sabia, claro que sabia....

Por isso quando a lamina rasgou uma de suas mangas e tirou um filete de sangue não havia raiva ou preocupação em seu rosto, contrastando com a situação.

A rainha largou a espada no chão  e agarrou o braço ferido, não era grande coisa, porém os olhos de Rhaenyra pareciam turvos e tristes.

“Minha rainha” disse segurando suas mãos vacilantes “isso não é nada” sorria espirando tranquilidade para o rosto platinado um pouco acima do seu.

“como nada, lhe tirei sangue” havia irritação no tom

“eu poderia lhe mostrar diversas cicatrizes que tenho espalhadas por todo o meu corpo, marcas de luta, de guerra e honra, duvido que esse arranhão vá deixar marca, embora admita de seria uma bela medalha” enquanto falava posicionou as mãos em cada lado do rosto da rainha e a olhava com ternura e algo mais que isso.

Confusa com a intimidade do toque arriscou perguntar o por quê.

“quando um dia eu vier a perecer em batalha, seja contra a carne ou contra a roda vida, parto com algo de minha rainha comigo”

Por um segundo os olhos da rainha percorreram o rosto da moça, os olhos dela miravam seus olhos mas vez ou outra se demoravam em seus lábios. Não havia se enganado, em um impulso de valentia beijou sua professora, que retribuiu sem demora com ardor faminto.

Tocando os próprios lábios Rhaenyra é desperta de seus devaneios por uma de suas criadas que avisava, como fora instruído, que o jantar estava servido.

Como era penoso estar entre o dever e o desejo.

[oinorinoyaiba]

Miyabi es alto, pero bastante delgado y con facciones envidiables... Aún así nunca ha tenido problema para intimidar a nadie con su voz, con su actitud, con su expresión o con algo menos físico. Y hoy parece ser de esas noches en las que cualquiera con ojos, orejas y sexto sentido es lo suficientemente sabio como para apartarse de su camino.

El viejo casino de la calle Murata, uno de los primeros "negocios" a los que su padre le mandó para "ofrecer sus servicios" y cuyas deudas llevo al dueño a, según informes policiales, ahorcarse en su despacho... Allí se había asentado el enjambre de Takeuchi Daisuke bajo la idea de tener a hombres en ese barrio para lo que pudiera ser, una zona privilegiada no por la cantidad de clientela que hiciera vida nocturna si no por la "calidad" de esta.

Perfecto para que una rata sarnosa llenara los bolsillos de posibles alianzas, o influenciara a cualquier joven con malas ideas y peores notas.

Ahora no era más que un local con un par de paredes de pachinko funcionales, dos mesas de apuestas y una amplia barra de alcohol... Pero las coloridas luces del exterior le hacen entender rápidamente de que efectivamente, ese sigue siendo el nido de la serpiente.

Miyabi no es de sutilezas, Miyabi no es de pensar en estrategias ni mucho menos... Pero por la calle en la que va tiene justo delante la caja de fusibles del edificio y, en ese momento, le parece buena idea dejar que Kuroha la derrita.

En apenas unos segundos las luces del edificio saltan, dejando solo las parpadeantes luces de emergencia como única fuente de luz. Nadie parece especialmente alertado, la energía general parece ser la de una fiesta momentáneamente fastidiada.

A punto de demostrarles lo contrario, Miyabi entra en el edificio. No conoce tan bien el edificio como los que están en él, y eso le pone en desventaja. Pero tanto el factor sorpresa como su increíble sintonía con su perra son sus ases en la manga. Eso y el no estar borracho, no como sus contrincantes.

Desenvaina su espada y se queda con la saya en la mano izquierda. Corta la primera cabeza tras ver a su primera víctima en un destello de luz. Engancha a su acompañante usando su brazo y la funda, solo para clavarle la espada en la espalda.

Un grito, que le indica donde está su próxima víctima. Kuroha salta al cuello del primer idiota que, entre el pánico, se le ocurre disparar al aire revelando también su posición.

Entre gritos, disparos, golpes y ladridos, ninguno de los presentes es capaz de esconderse de Miyabi en la intermitente oscuridad. Y cada uno de ellos recibe la misma porción de ira que el anterior, la cual no parece tener fin y más parece crecer mientras la adrenalina se adueña de su cuerpo.

Porque cuanta más carne corta, más cerca está de Takeuchi.

Cuando finalmente está delante de esta se detiene. Sabiendo perfectamente que el jaleo ha sido oído de todos modos, manda a Kuroha a derretir la puerta. Las llamas reciben alguna que otra bala, de algún comensal intentando eliminar la amenaza, clavándose en las paredes y el techo.

Aparece, sin miedo ninguno, de entre las llamas una vez estas se han calmado un poco, como un espíritu colérico mandado desde el mismísimo infierno.

Para los presentes, de hecho, ahora mismo lo es. Porque el hijo del Oni está muerto, y lo que tienen delante no puede ser más que un fantasma.

De nuevo Kuroha, como si fuera invocada y creada desde las llamas, salta en escena a acabar con el primero que alza su arma. La espada de Miyabi acaba con los más sorprendidos y con aquellos que han creído que ahora es un buen momento para creer en Dios.

Takeuchi queda el último. Está sentado en el suelo, reculando con las manos, llorando. Tan patético como lo recordaba... Solo que con mejores camisas y un bigote bajo el que seguramente ha ido escondiendo su nueva sonrisa de soberbia ese último año.

E-Espera... ¡Espera! Podemos llegar a un acuerdo... ¡T-Te daré lo que sea! Su voz se vuelve más y más nerviosa al ver que los pasos del ahora ensangrentando Miyabi no se detienen. ¡Te diré lo que se-!

Ni siquiera le permite terminar la frase, deja que sea la hoja de su katana el que le interrumpe.

Miyabi yergue después del movimiento, sin dejar de mirar a los ojos de la ahora inerte cabeza del yakuza. Siente su sudor empapar su cuerpo, los golpes que ha recibido en algún que otro forcejeo arder, y la sangre ajena que tiñe su ropa gotear al suelo.

[latinotiktok]

Propaganda:

Percy

-Percy Jackson porque yo lo digo idc (no hay explicación blanca para ese muchacho ese mae es latino)

-Percy Jackson from the Percy Jackson and the Olympians series. Has mad silver teeth energy.

-Percy Jackson. He's an outsider. He works hard to get where he wants to be. He's cool. He's funny. He's an icon. He's from New York. Must I say more.

-percy jackson pq ele é rato de praia e só se fode se isso não é a experiência unificadora da América Latina não sei o que é

-Percy Jackson. Eu sei que tem pessoas com argumentos legítimos para isso, mas estou indo apenas pela ~vibe~

-Percy Jackson porque es de nueva york yo digo que es puertoriqueño 🫡

-percy jackson. he has to be latino he lives in nyc and is coded to be a minority. personally think he's argentino but i've seen hcs for venezuela, brasil, and puerto rico. shoutout to tumblr user latinopercy btw

Percy Jackson, por que ele claramente é latino. Ele deveria ser especificamente brasileiro e carioca. Filho do DEUS DO MAR !!!!! bebendo um mate na praia!!!!! 

Percy Jackson. Mírenme a los ojos y díganme que no. Trauma con su papá ausente. Mamá adolescente. Un padrastro de mierda al que su mamá asesina. Un medio hermano al que al principio no quiere pero después adora. Le dan una espada y procede a desafiar dioses. Eso es muy de niño latino peleando con las autoridades del colegio. 

-Percy Jackson, not only he lives in the harlem (wich im told is v latino heavy in the us) just look at him!! the attitude, the sarcasm the underdogism the jokes the flavour the disrespect to autority cmonnn, meu filho brasileiro eu sinto desde os 13 essa verdade! me diz se a sally n tem mó cara de tia mãe do seu amigo da escola, bota ai um sandra nela e fechou. (pros brarg ainda podiamos vencer por percabeth aka percy brasileiro/annabeth argentina abram seus olhos!!) enfim façamos o que rick não teve coragem!!

-Percy Jackson. He just has the vibes. After all the bullshit my boy went through, he just deserves it, as a treat.

- percy jackson bc seeing a demi god kid have adhd AND be latino would be epic especially bc he's the main character of the series also when i first read the book i kinda did read him as latino bc of certain thing described in the book

-Percy Jackson. en el libro dicen que su madre y poseidon cojieron durante un verano pero su cumpleaños es en agosto, lo que significa que tuvieron que cojer alrededor de diciembre. eso solo tiene sentido si es del hemisferio sur así que en mi corazón es latino

Peter Parker

-Spiderman. ya sabés

-Spiderman (Peter Parker). Por vibes y porque en cada maldita esquina de Latinoamérica hay un tipo vestido de spiderman. Qué sería de nosotres sin él

-El hombre araña, literal no hay trencito de la alegría o pelotero donde no aparezca, no importa la edad si le preguntas a alguien por un superhéroe te lo van mencionar. Es básicamente como Goku pero de cómics, hay publicidades y graffitis de él por todos lados, vas a una parrilla y lo tenés ahí pintado al spiderman en un pared preparando unos choris. Tenemos canónicamente? nuestro propio hombre araña (Julián 💙) y tengo fotos de un hombre araña con la camiseta de la selección festejando sobre un camión. (Disclaimer soy argentina 😅)

-Peter parker de Ultimate Spiderman 2012 por que NO DEJO DE VER UNA PROPAGANDA DE BELDENT CON SU ACTOR DE VOZ. TODO EL CAST DE DOBLAJE DE USM ES ARGENTINO Y ME ATORMENTA.

-homem-aranha, tem forte presença no carnaval de rua brasilero e claramente sabe dançar funk

[46snowfox]

Subaru Sakamaki Chaos Lineage Capítulo 07

[Capítulo 6]

Lugar: Mansión Violet, Pasillo

*choque de espadas*

Ayato: ¡Maldición! A este paso no acabaremos nunca.

Ayato: Es una pena que deba depender de esta cosa, pero si es para robar a Eva, entonces lo haré.

Subaru: ¿Qué va a usar…?

Subaru: ¡…! ¡Agáchate!

*explosión*

Yui: ¡Kya…! ¡¿Q-qué fue eso?!

Subaru: Una bomba. Maldita sea, ¡no puedo creer que tuviera ese as bajo su manga!

Subaru: No te quedes allí parada, ¡sal de aquí! ¡¡Antes de que lance otra bomba!!

Yui: ¡¿…?!

Yui: (¡Debo huir! ¡Pero mi cuerpo no responde…!)

Ayato: ¡Toma! ¡Aquí va otra, cómete esto!

Subaru: ¡Cuidado…!

*Subaru te cubre de la explosión*

Subaru: ¡Auch…!

Subaru: (Pude protegerla de la explosión, pero mi cuerpo…)

Yui: ¿Subaru-kun…? Perdóname Subaru-kun. ¡No me digas que me cubriste…!

Subaru: Mierda…

Yui: ¿Estás bien? ¡Estás muy herido…!

Ayato: …Tsk. ¿Aún no la palmas?

Subaru: ¡Ayato! ¡¿Acaso eres imbécil?! ¡¿Cómo se te ocurre atacar a Eva?!

Subaru: Si ella hubiera muerto, ngh…

Subaru: (¿Si ella muriera…?)

Yui: ¿Qué sucede Subaru-kun? ¿Estás bien? ¡Resiste…!

Subaru: (No, ¡eso jamás! Ella no puede morir.)

Subaru: —Ugh…

Yui: ¿Qué pasa? ¡¿Acaso te duelen tus heridas…?!

Subaru: …Ugh… N-no…

Subaru: (Ya que yo decidí que la amaría eternamente.)

Subaru: (Ella lo aceptó y entonces…)

Subaru: (¡Maldita sea! ¡¿Qué es este paisaje desconocido?! No debería resultarme familiar, pero me suena…)

Subaru: ¡Aah, aaaaaaaaaaaaaaaaaah!!

Yui: ¿Subaru-kun…?

Subaru: …Aah… Aah.

Subaru: …No eres Eva…

Subaru: Tu nombre no es… Eva…

Subaru: No es Eva, ¡¿verdad que no…?! ¡Yui…!

Yui: ¡…!

Subaru: Juro que a ti…

Subaru: …Solo a ti… te protegeré…

Yui: ¡¿Subaru-kun?!

Yui: Resiste Subaru-kun. ¡Por favor abre tus ojos…!

Subaru: …

Subaru: Je… No necesitas gritar tanto, puedo escucharte…

Subaru: Estoy aquí. Así que ya no llores…

Yui: ¡Sí, sí, estás aquí, Subaru-kun! Oye, antes me llamaste por mi nombre…

*explosión*

Yui: (¡¿Otra explosión?! Pero esta vez vino desde donde está Ayato-kun…)

Subaru: ¡Maldición! Estas pisadas… ¿Acaso los enemigos se han reunido?

Subaru: ¡Yo no puedo moverme, así que al menos tú debes alejarte de aquí…!

Yui: ¡No, no me pidas eso! ¡No puedo abandonarte…!

???: Así es, los necesitamos juntos.

Yui: (¡¿El enemigo ya llegó…?! Pero esa voz es de…)

Subaru: Kou…

Kou: ¡Bingo! ¡Acertaron! ¡Kou-kun ha venido a salvarlos!

Kou: ¿Estás bien, Subaru-kun?

Laito: ¿Eh? Subaru-kun está colapsado y cubierto de sangre, es una vista poco común.

Azusa: Lamento haber… tardado. Me alegro de haber llegado a tiempo… Pero están heridos…

Yui: Acabó así por protegerme del ataque de Ayatao-kun… Por cierto, ¡¿y Ayato-kun?!

Kou: Ah, Ayato-kun se desmayó tras recibir nuestra bomba… pero ya se levantó.

*sonido de escombros*

Ayato: ¡Mierda…! ¡No me jodan!

Laito: Wow, que resistente es.

Azusa: Laito y yo lo detendremos… Kou, llévate a Subaru…

Kou: Sí, entendido. Eva, ¿cuál es el estado de Subaru-kun?

Yui: Subaru-kun me protegió. Estaba consciente hasta hace unos minutos, pero parece que se desmayó…

Subaru: …

Kou: Ya veo… estas heridas pueden ser peligrosas hasta para él.

Yui: No puede ser…

Kou: Como sea, ¡escapemos mientras Azusa-kun y Laito-kun frenan a Ayato-kun!

Yui: ¡Pero Subaru-kun…!

Kou: ¡Tranquila, yo lo cargaré!

Kou: Si lo cargo como princesa… Subaru-kun se enojaría.

Kou: ¡Así que será a caballito para poder correr! ¿Puedes correr Eva?

Yui: ¡Sí! ¡Gracias, Kou-kun!

Monólogo:

“Los miembros de la familia Orange invadieron la mansión Violet—.

Para secuestrarme a mí, a [Eva].

Jamás olvidaré las siluetas de Subaru-kun y Ayato-kun. Esa no fue una riña entre hermanos, ambos atacaban al otro como si fueran desconocidos.

Gracias a que Kou-kun llegó a nuestro auxilio fuimos capaces de llevar a un inconsciente Subaru-kun hasta su habitación.

Tras eso, gracias a los esfuerzos de Carla-san, Laito-kun y Azusa-kun los Orange acabaron siendo expulsados.

La paz y tranquilidad ha regresado a la mansión Violet, sin embargo, desde aquel entonces que Subaru-kun se ha encontrado sumergido en un profundo sueño sin señales de que vaya a despertar.”

Lugar: Mansión Violet, habitación de Subaru

Yui: (Los chicos dijeron que no eran heridas mortales, pero Subaru-kun sigue sin despertar.)

Yui: (¿Qué haré si nunca vuelve a abrir sus ojos?)

Yui: (…Es mi culpa. Es porque lo retuve.)

Yui: (Si Subaru-kun no hubiera peleado mientras me protegía, estoy segura de que no habría acabado tan malherido.)

Yui: Perdóname Subaru-kun.

Yui: Todo esto es mi culpa, de verdad lo siento.

Yui: …Además, si hubiera intentado explicarle a los demás sobre nuestra situación actual.

Yui: Es probable que no hubieran tenido que pelear.

Yui: Lo siento, si hubiera sido más proactiva, si tan solo hubiera buscado una forma de regresar a casa…

Yui: La mano de Subaru-kun es tan grande… Esta es la mano que me protegió.

Yui: No solo desde que llegamos a este lugar, sino que desde mucho antes.

Subaru: …

Yui: (Su mano… ¡La mano que sostengo acaba de moverse un poco!)

Yui: Subaru-kun, ¿acaso puedes escucharme?

Yui: Oye, Subaru-kun…

Subaru: …Nn…

Subaru: Que ruidosa eres… No necesitas llamarme tantas veces, puedo escucharte.

Yui: ¡Subaru-kun! ¡Despertaste!

Yui: ¡Gracias a Dios…! ¡Me alegro de que hayas recuperado la conciencia!

Subaru: Rayos, no llores.

Subaru: Ya te lo dije antes, los vampiros no morirían por algo como esto.

Yui: ¿Antes…?

Yui: (No fue algo que me dijera en este lugar, ¿verdad?)

Yui: Ahora que recuerdo, cuando me cubriste, dijiste mi nombre, ¿no…?

Yui: En aquel momento estaba en estado de shock y pensé que fue mi imaginación.

Subaru: No fue tu imaginación, Yui.

Subaru: …Perdóname por haberte olvidado.

Yui: ¡Subaru-kun…!

Subaru: Parece que el resto no se ha dado cuenta de esta anomalía.

Subaru: Debes de haberte sentido desolada. Lamento haberte dejado sola.

Estaba muy nerviosa. ♟

No te disculpes. ♙

Estaba muy nerviosa:

Yui: Sí… Me comían los nervios al no saber qué pasaría.

Subaru: Me lo imagino. De verdad lo siento…

Yui: Pero ahora que has recobrado tus memorias al fin estoy tranquila.

Yui: Porque ya no tendré que pensar en esta situación yo sola.

Yui: Ya no estaré sola. Eso me basta para relajarme.

Yui: Además, ahora que has recuperado tus recuerdos… finalmente me vuelves a tratar como a tu novia y eso me hace muy feliz.

Subaru: …Yo también me siento satisfecho.

Subaru: Cuando mis recuerdos estaban alterados me sacaba de quicio que el resto fuera tras de ti.

No te disculpes:

Yui: Por favor no te disculpes, Subaru-kun.

Yui: No tengo ni la menor idea de por qué nos está pasando esto.

Yui: Pero sé que no has hecho nada malo, es más, me protegiste.

Subaru: …Pero si no me disculpo no me sentiré satisfecho.

Yui: Típico de ti.

Subaru: Me saca de quicio no haber podido estar a tu lado cuando estabas sufriendo.

Subaru: Estoy enfadado conmigo mismo por permitirme perder mis recuerdos.

Fin de las opciones

 Yui: Ya no estaré sola. Eso me basta para relajarme.

Yui: Además, ahora que has recuperado tus recuerdos… finalmente me vuelves a tratar como a tu novia y eso me hace muy feliz.

Subaru: …Yo también me siento en paz.

Subaru: Cuando mis recuerdos estaban alterados me sacaba de quicio que el resto fuera tras de ti.

Subaru: Pero era normal, en algún lugar de mi ser recordaba que no querían que te apartaran de mí.

Subaru: Tú eres mía. ¿Verdad?

Yui: …Sí, así es.

Yui: Fufu… Siento que han pasado siglos desde que me abrazabas.

Yui: Estoy tan feliz que mi corazón no deja de latir.

Subaru: No digas eso… vas a seducirme y no me haré responsable de lo que haga.

Yui: Pues no lo hagas… En este momento quiero estar a tu lado. Estuve mucho tiempo sola.

Subaru: …Sí, tienes razón.

Yui: (Subaru-kun… me está abrazando con tantas fuerzas que siento que no podré respirar.)

Yui: (Es como si intentara compensar la soledad que pasé.)

Yui: (Estoy segura de que se siente arrepentido por pasar tanto tiempo sin recordar nada.)

Yui: (Ese es el amable Subaru-kun al que tanto amo.)

Subaru: Oye Yui.

Yui: ¿…Dime?

Subaru: Déjame succionar tu sangre. Te haré sentir un placer descomunal para compensar el tiempo que te dejé sola.

Subaru: Por eso, ¿puedo?

Yui: …Sí, puedes.

Yui: Yo también quiero que bebas mi sangre. Si lo haces es posible que tus heridas se curen más rápido.

Subaru: Sí, puede ser.

Subaru: Succionaré desde tu cuello. Hueles muy dulce, no podré contenerme… Nn.

Yui: …Aah.

Subaru:  Nn… Nn, ngh…

Yui: (Está… succionando mi sangre…)

[Si tocas las flores:

Brazo de Subaru: ¿Tan bien se siente? Entonces sostente firme para no caerte.

Hombro de Yui: Yo también me siento genial. Puedo sentir tu goce y es irresistible.]

Yui: (Está succionando con una suavidad incomparable a la de las veces anteriores…)

Subaru: Aah… Je, ¿qué tal? ¿Cómo se sienten mis colmillos tras tanto tiempo? ¿Se siente bien?

Yui: Sí, se siente bien…

Subaru: Entonces sigue gozándolo. Apenas he empezado. Y tengo que compensarte un montón.

Subaru: Aah, nn… Nn…

Yui: ¡Aah…!

Yui: (Es intenso, pero sé que igualmente es cuidadoso conmigo.)

Yui: (Es como si chupara la soledad y ansiedad que he sentido hasta ahora junto con mi sangre.)

Yui: (¡Subaru-kun, Subaru-kun…!)

Yui: (¡De verdad me alegra que finalmente hayas regresado, Subaru-kun!)

[Capítulo 8]

[Masterpost]

¿Te gustan mis traducciones? Puedes apoyarme en ko-fi nwn.

[yuzuyom]

Hola que tal. Soy la loquis del Au! Universitario jjk.

Con el Gojin.

Tengo una obsesión con hacer como historietas de estos dos, es lo único que hago al chile.

El caso.esto no lleva un orden bais

?así debía usarse? No che.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~••~

—¡Satoru!

Lo primero que pasó por su cabeza al oír su nombre a lo lejos fue "demasiada confianza". Una mueca quizo aparecer en su rostro ante la idea de tener que soportar contacto fisico no deseado.

Satoru aprendió a lo largo de su vida que ser uno de los mejores significaba renunciar a su espacio y privacidad. Siendo propiedad del pueblo para su libre admiración y sus comentarios juiciosos.

Entonces, cuando la amiga de Shoko se detuvo frente a él preguntando por la muchacha no hizo nada más que sonreír y contestar.

Claro que se imagino que ella se quedaría a su lado, también comenzó a idear respuestas para desviar las preguntas que invadirán su privacidad e incluso formas de esquivar los coqueteos.

Era una forma de lidiar con su belleza. (Humildemente)

Sin embargo, lo que fue un tanto desconcertante fue que la persona que se sentó a su lado guardara silencio y simplemente mirara su celular con suma atención. No debió haberle sorprendido, la había visto apenas unas pocas veces y ella siempre se mantenía callada a cualquier lugar que iba con Shoko, Satoru estaba seguro que sola la vio hablar con su amiga en voz baja.

Otra cosa que el jugador del equipo de la universidad debía admitir era que odiaba el silencio. No le gustaba estar quieto y aunque tampoco le agradaba las conversaciones entrometidas, tampoco le agradaba del todo el silencio incómodo. Busco cualquier cosa para hablar que no fuera de su familia, el equipo o su pequeña carrera de modelaje.

Hasta que un sonido que el reconocía llegó a sus oídos. Sus ojos azules miraron de reojo la pantalla del celular de la muchacha y cuando notó un árbol cuadrado no dudó en acercarse y preguntar interesado.

—¿Que juegas?

Una mueca avergonzada apareció en el rostro de Naoki mientras ocultaba su celular en su pecho.

—Minecraft — murmuró.

Satoru sonrió de forma genuina, comenzando a sacar su celular sin dudar ni un segundo.

— Yo también lo tengo.

Ella guardó silencio, ambos mirándose fijamente mientras esperaban algo del otro.

— que bien.

Satoru la miró con una mueca de indignación, eso le había dado por completo en su ego.

— Pásame tu nombre de usuario para mandarte una invitación — soltó ignorando por completo si ella quería jugar con él o no.

Ya había creado el mundo y no estarían en silencio por más de media hora.

—¿Eh? — soltó ella confusa, como si apenas estuviera procesando la interacción — Pero, o sea qué. Vale, si, nombre de usuario.

....

Cuando Suguru se encontró con Shoko saliendo de él edificio supo que probablemente Satoru había estado solo con la amiga de ella y que probablemente está noche mientras jugarán oiría quejas y quejas de como ella no lo dejaba de tocar y coquetearle.

No dudó en hacérselo saber a su amiga, la cuál lo miró sin expresión. Soltando que estaba más preocupada por aquella chica.

— ¿Se agobia al socializar?

—Y más con una persona tan enérgica como Satoru — exclamó la castaña comenzando a sacar un cigarrillo — Además ustedes dos son bastante burlescos.

—eso no es verdad.

—Por algo no le agradan a Utahime.

—Utahime es sensible — seguru lanzo un suspiro, tomando el cigarrillo que le ofrecía la chica — De todos modos, sabes que es bastante molesto.

—Lo sé, ella no es así. Les aseguro que no se las hubiera presentado si fuera distinta.

—¡PERO, PORQUÉ TE VAS!

—Nonono, quinientas, Satoru — le contesto la muchacha con una sonrisa — ¡Quinientas arañas!

Ambos se quedaron quietos mirando con sorpresa como un alterado Satoru reclamaba el abandono cuál niño berrinchudo. Y como una risueña Naoki reía ante los gritos del hombre a su lado.

— ¡Cinco arañas! ¡Cinco arañas detrás mío y me abandonas!

Ella volvió a carcajear.

—¡Te dije que todavía no debíamos meternos a la cueva!

— ¡Tenia una espada de diamante!

Suguru y Shoko se miraron sonriendo mientras avanzaban.

— Nos preocupamos demasiado — señaló Shoko tranquila.

Suguru asintió.

— A veces se me olvida que la estupidez de Satoru se pega.

(Conocidos)

.......

¡Tachaaaaaan!

Una de las pequeñas interacciones de estos dos. Ni se hablaban estos tontos.

Los bestos frendos se preocupan por sus besties, lo que no saben es que los dos forman una neurona.

[crarinhaw]

Calmar Mi Sed

Olá estrelinhas queridas!! Bem vindes a mais um imagine! ✨

Esse imagine aqui é o outro que foi postado originalmente lá no wattpad e de longe é um dos que mais amo, tem um espacinho em meu coração dedicado só pra ele 🥹

Nunca vi ninguém escrevendo sobre o Rocco então fiz esse imagine ainda mais por estar completamente viciada na discografia desse divo, por favor escutem, não vão se arrepender!!

Avisos: Um fluff meio tristinho pra esquentar o coração de vocês nessa segunda feira! 🫶🏻

♡

Nina sabia que ele estava ali, mas ela queria fazer questão de que ele soubesse que ela também estava lá. Encorajada pelas amigas e pelos dois shots de vodka seguidos, ela se levanta de sua cadeira e pega o microfone de karaokê do bar, escolhe minuciosamente a musica no aparelho e dá o play.

O riff de guitarra de Calmar Mi Sed do cantor Rocco Posca começa a tocar, e o corpo de Nina logo é levado a se mover em uma leve dança, seguindo o ritmo da canção que ela tanto amava.

Rocco a princípio se assusta, de repente sua musica ecoava pelas caixas de som do bar, e logo depois se emociona ao ver a mulher que ele mais amava no mundo cantar com aquela voz angelical a letra que ele havia escrito para a própria.

"Estabas conectada

Sintiendo en vos mi cama

Y yo esperaba que vinieras hoy

Para explicarme todo aquí mejor"

Nina e Rocco namoraram por três anos, e já estavam separados a dois.

A brasileira percebe o olhar do argentino queimar seu corpo, e o encara de volta, uma conexão inexplicável de duas almas que nasceram para ficar juntas, mas que o universo as obrigou a se separarem.

O casal era digno de comercial de margarina. A dois anos atrás os pombinhos dividiam um apartamento bem no centro da movimentada Buenos Aires e viviam o melhor momento de suas vidas. Até que de repente a vida deles vira de cabeça para baixo quando, no mesmo dia, Rocco e Nina recebem propostas irrecusáveis, mas, com um alto preço a se pagar.

Rocco foi o escolhido para interpretar Ramon Sabella, um dos sobreviventes do acidente aéreo de um avião uruguaio que colidiu com a Cordilheira dos Andes no filme que contará a história do acidente, e Nina por sua vez recebe a proposta de voltar para Fortaleza, sua terra natal e praticamente do outro lado da America do Sul, para concluir sua faculdade de medicina fazendo sua residência em um dos melhores hospitais do Brasil.

Após dias de discussões que não levavam a nada, o casal percebeu que o melhor para cada um deles era seguir seus caminhos separados. Foi doloroso, é claro, mas foi a única maneira que foi encontrada para que ambos seguissem seus sonhos, mas tanto Nina quanto Rocco sabiam que a história deles não iria acabar assim.

Era a primeira vez de Nina de volta na Argentina em dois anos, a residência havia acabado e com isso ela viu a oportunidade de voltar a morar no país que havia ganhado seu coração. A primeira semana foi marcada por comemoração, vinda de suas amigas da faculdade que a acolheram de volta como se a mesma nunca tivesse partido.

E foi nessas comemorações que o grupo de amigas parou no bar karaoke que elas tanto amam frequentar, e tamanho foi o frio na barriga da médica ao ver ele ali. Nina precisava fazer com que aquele reencontro fosse inesquecível.

"Mi mente susurraba

Tu nombre sin escalas

Y yo esperaba que vinieras hoy

La noche es fría sin vos"

Cada palavra da canção atingia como uma espada no cacheado, que sentia a necessidade ardente de encarar cada centímetro da mulher sem desviar o olhar nem por um segundo, com o medo de que aquela miragem divina desaparecesse e o deixasse com ainda mais sede de a ter de volta. Como ela poderia estar ainda mais linda?

Quando a canção acaba, o argentino não tarda em aplaudir de pé a brasileira, permitindo que algumas lágrimas desçam por seus olhos. Nina por sua vez finalmente desvia seu olhar de Rocco para ver a mesa onde suas amigas estavam, e todas esboçaram a mesma reação.

Vá lá e fale com ele, foi o máximo que Nina conseguiu entender pela leitura labial, me desejem sorte, foi o que ele respondeu para as argentinas.

Com o coração a mil e borboletas no estômago, Nina chega até a mesa do bar onde Rocco estava, ambos os olhares se cruzaram como na noite em que se conheceram, a chama do amor que habitava neles voltou a queimar seus corações que a anos se encontravam tão frios.

- Te extraño tanto - O cantor argentino fala alto o suficiente para que Nina pudesse ouvir entre a música razoavelmente alta do bar.

- Yo estoy aquí - As palavras da médica são o gatilho final para que Rocco se atire em seus braços, tocando o corpo da mulher e sentindo cada centímetro de sua pele que ele pudesse alcançar.

Não tiveram pressa para finalizar o abraço, precisavam matar a saudade que os corroía por dentro. Foi questão de segundos até os lábios deles estarem unidos no beijo que exalava todos os sentimentos que a tempos foram reprimidos por ambos: carinho, ternura, desejo, paixão, tesão, amor.

- Você voltou mesmo? Pra valer? - Rocco ainda sente a respiração de Nina em seu rosto quando pronuncia com certo desespero as perguntas que martelavam sua mente desde quando a viu no palco - Não aguento mais viver um dia sequer sem você.

- Eu voltei, meu amor, e não pretendo mais te deixar - Nina fala enquanto distribui beijinhos em seu rosto, da mesma forma que costumava fazer, finalizando com um na pontinha do nariz, o que deixa o argentino boiolinha.

- Gracias a Dios, finalmente irei calmar mi sed.

[pips-plants]

Task 03: Defeito fatal

Era curioso como, mesmo com os ânimos à flor da pele entre os filhos da magia, a conselheira do chalé de Hécate mantinha-se firme em sua missão incumbida: proteger o acampamento.

No início Pietra acreditava que não tinha magia, foram meses sem saber porque era tão diferente dos irmãos e não era capaz de desenvolver qualquer fagulha mágica por si só sem acabar se machucando. Eram treinamentos e mais treinamentos que a levavam a enfermaria com enxaquecas enlouquecedoras ou narizes sangrando. Após muito sofrimento, descobriu o motivo: ela possuía o dom de 'espelhar' magias já realizadas. A partir daí, buscou ajuda dos irmãos, dedicando-se a treinamentos diários e a vasculhar meios de conseguir novas paginas de grimórios. Ela só sabia que queria ser como os irmãos, queria ser merecedora da sua vaga no chalé de Hécate e com isso ser capaz de se transformar em uma verdadeira filha da magia.

Anos se passaram aprimorando seus poderes e expandindo seu próprio grimório, até alcançar uma posição de destaque dentro do grupo. Para eles, a magia não era apenas um capricho; era uma dádiva que protegia quem amavam e mantinha a barreira do acampamento segura. Mais do que isso, eram incumbidos dos meios para identificar e corrigir ameaças além do alcance de semideuses comuns. Durante a vida foram diversas missões de resgate, foram inúmeras vezes que Pietra esgotara sua magia para conseguir proteger os campistas e mais ainda as vezes que usou seus conhecimentos para dar uma forcinha em alguma outra coisa...

O problema foi que depois do evento feito por Afrodite ela se sentia como se um caminhão tivesse passado por cima de si. Não importava quantas vezes já tinha feito uma magia antes ou se tinha seguido exatamente o que o grimório dizia, sempre algo saía pela culatra e ela acabava sendo acertada por algo ou algum objeto perto explodia. E antes que ela acabasse sendo gravemente ferida a Venancio preferiu se afastar e focar suas forças em estudar mais sobre o que tinha acontecido, tinha que entender o que poderia ter causado um surto nos filhos da magia e como evitar serem afetados futuramente. Ela não podia permitir ser derrotada por algo que havia dedicado mais da metade de sua vida para domina! Sentara horas a fio na biblioteca para tirar algo dos escritos, levava consigo livros antigos de seu chalé e ia montando um mapa mental na tentativa de decifrar o elo de ligação... Porém sem nem mesmo perceber seu corpo novamente amoleceu sobre suas incontáveis anotações.

Não haviam gritos ou o desespero que permeava os colegas do lado de fora, só que isso não impediu a magia entremear os livros e atingir o corpo inerte de Pietra. Novamente estava no meio da visão que o grimório de Hécate tinha lhe dado

TW: TORTURA, VIOLÊNCIA, ESTRANGULAMENTO, MORTE

Os passos de Pietra eram lentos ao emergir da floresta, o ar parecendo recusar-se a encher seus pulmões diante do caos que tomava conta do acampamento. O fogo rugia alto, devorando chalés inteiros, e os gritos raivosos dos semideuses se misturavam ao som de seu nome sendo clamado com ódio. A figura de Yasemin, empunhando uma espada ameaçadora contra ela, era assombrosa. Ao tentar virar para escapar, seu corpo foi brutalmente contido por uma figura imponente, que arrancou seu grimório com violência.

"Não adianta fugir, Pietra. Você precisa enfrentar as consequências do que causou", disse a voz firme, seus olhos encontrando os de Hektor com incredulidade. A voz não saía da garganta da filha de Hécate, enquanto pouco a pouco um grupo se reunia ao seu redor: Aidan, Joe, James, Fahrie, Aslan... Todos aqueles que ela amava profundamente, agora gritavam e desferiam golpes contra a pequena filha de Hécate, indefesa e incapaz de se defender. Lágrimas quentes escorriam por seus olhos quando seu cabelo foi puxado para impedi-la de escapar, a partir dai foram ossos quebrados e o sangue marcando seu corpo ferido...

"Ela é minha" ecoou uma voz grave, impregnada de uma dor profunda, apertando ainda mais seu peito. Kit avançou na direção do corpo caído de Pietra e, apoiando um joelho no chão, envolveu seu pescoço com mãos enormes, sufocando-a com toda sua força. Mesmo lutando desesperadamente para se libertar, Pietra logo percebeu que não havia escapatória. "Isso é pelo Fly" Ela cogitou gritar sua inocência, mas o estalo que ecoou foi o ponto sem retorno. Todos ali pareciam indiferentes à brutalidade do momento; na verdade, alguns até pareciam saciados com seu sofrimento. Trocaram sorrisos cínicos entre si antes de virarem as costas e afastarem-se, como se tivessem acabado de testemunhar a morte de Pietra.

O grito dilacerante irrompeu dos lábios de Pietra, ecoando pelos corredores silenciosos da biblioteca. Ela se ergueu abruptamente, o coração martelando no peito descontrolado enquanto o ar parecia faltar aos pulmões. As sombras dançavam ao redor, ampliando a sensação de solidão que a envolvia.

A respiração entrecortada se misturava ao soluço desesperado que escapava de seus lábios trêmulos. As mãos tremiam violentamente enquanto secava as lágrimas e tentava processar o que acabara de acontecer. A imagem vívida e assustadora ainda dançava diante de seus olhos, como se o pesadelo tivesse ganhado vida! "Era tão real..." murmurou entre soluços, enquanto a sensação de abandono e desamparo continuava a apertar seu peito com garras. Pietra tentava se acalmar e reunir coragem para enfrentar a realidade, mas a sensação de estar à beira de um abismo sem fim persistia, como se cada sombra ocultasse solitária.

A solidão naquela biblioteca se tornara sufocante, a solidão era não apenas física, mas também emocionalmente opressora. A morena agarrou suas coisas o mais rápido o possível, tentando se convencer de que aquilo tinha sido apenas um sonho, uma manifestação de tudo o que estava acontecendo... Porém ao sair do local pode perceber que o que tinha vivenciado não era exclusivo seu: A vulnerabilidade estava crua em toda feição dos semideuses que encontrava.

Semideuses citados: @misshcrror, @aidankeef, @jamesherr, @opiummist, @leaozinho, @kitdeferramentas, @somaisumsemideus e @fly-musings

@silencehq

[not-sad-just-tired]

Laurita se despierta tarde, para no variar, pese a su deseo de pasar tanto tiempo con Miyabi como le sea posible. Y no le sorprende que el johtonés no se encuentre a su lado, lo supuso, la verdad, porque entiende como funciona.

Aún así, está tan relajada, tan a gusto, tan contenta después de la noche que ha pasado, que se permite unos minutos de bañar su cuerpo desnudo en la luz del Sol que se cuela por sus persianas.

Se levanta a buscar a @oinorinoyaiba, envuelta en uno de sus batines, distinto del que llevó anoche para que su novio pueda verla de otra manera distinta. Debajo no lleva nada más que una tobillera en el pie izquierdo, que tintinea con cada paso que da.

Iba a ir directa a su jardín, pensando que estaría entrenando con la espada, pero frena de golpe en el comedor, donde Miyabi parece estar haciendo guardia.

Buenos días~ Le dice con la voz aun melosa, recordando los sonidos que le arrancó anoche. Se pasa una mano por su larga y revuelta melena pelirroja, que ni se ha molestado en recoger. Que pronto, ¿Que haces? Dice mientras se coloca delante de él, para que pueda verle bien.

[letra-vagabunda]

"Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.  Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.  La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.  ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,  la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,  la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,  los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?  Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.  Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se  levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.  Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.  Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.  Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.  Ya los ejércitos me cercan, las hordas.  (Esta habitación es irreal; ella no la ha visto).  El nombre de una mujer me delata.  Me duele una mujer en todo el cuerpo".

-Jorge Luis Borges; El amenazado

[sonofthelightning]

TASK 003 - please, tell me i'm dreaming.

Sentado ao lado de fora do chalé, Ian encarava o céu noturno, observando cada pequeno ponto de luz nas nuvens tempestuosas. Era tarde já, e assim como os demais campistas, ele deveria estar dormindo, acontece que ele sequer conseguia se recordar qual a última noite em que havia dormido bem. A mente trabalhava em um fluxo tão rápido de pensamentos que ele sequer sentiu a mudança do tempo, se dando conta apenas quando enxergou a névoa densa pairando ao seu redor. Estava levantando da cadeira quando ouviu o primeiro grito. Sem pensar muito, correu para a parte de dentro, pegou sua arma e logo foi até o gramado, e foi então que tudo pareceu mudar. 

No instante seguinte ele já não estava mais no acampamento, na verdade, sequer sabia onde estava. As roupas de dormir haviam sido substituídas por uma armadura escura. Ainda podia sentir o peso da espada em sua mão, ainda que a mesma sequer parecesse real. Um barulho de explosão, no entanto, chamou sua atenção. Ao se virar o que viu só podia ser descrito com uma palavra: pandemônio. Feras monstruosas que ele nem mesmo era capaz de reconhecer todas corriam pelos campos em combate direto com outras pessoas que ele julgou serem outros semideuses. Era como se Equidna e Tifão houvessem soltado todo o bestiário que eles chamavam de filhos sobre a terra. 

— Vai encarar mais ou pretende ajudar de alguma forma? — A voz hostil o fez acordar de seus devaneios. Não reconhecia a voz e nem mesmo sua dona, no entanto não pensou duas vezes antes de se lançar no campo de batalha. 

Com ambas as espadas em mãos, saltou sobre as costas de uma criatura prestes a atacar uma pessoa e posicionou as lâminas sobre seu pescoço, cruzando-as de forma que a cabeça do monstro logo caísse no chão, seguido de seu corpo. Não ficou para prestar qualquer tipo de auxílio, logo já estava se lançando sobre as demais bestas. 

Era impossível ter uma noção exata do tempo em que estava ali. Sua vestimenta já se encontrava suja do que poderia ser considerado o sangue de cada criatura que havia despedaçado até o momento e os cabelos loiros se encontravam grudados em sua testa. Há tempos já havia perdido as contas de quantos monstros havia eliminado, fora as demais pessoas junto dele ali. Isso estava começando a deixá-lo irritado. 

— Ele está indo para perto dos humanos! 

Ouviu alguém gritar. No mesmo instante a cabeça girou na direção apontada e pôde perceber um monstro com o dobro do tamanho dos que haviam lidado até então correndo na direção de um aglomerado de pessoas que já haviam começado a correr em completo pânico. Ian sentiu o próprio sangue ferver. Lembrou-se das vezes em que ele, a mãe e os dois sátiros que sempre os acompanhavam tiveram que fugir de monstros que acabavam descobrindo seu paradeiro, a expressão de horror no rosto da mãe e a culpa que vinha sempre que pensava que tudo aquilo era culpa dele, que se ele não tivesse nascido, talvez a mãe poderia ter tido uma vida mais tranquila, sem precisar se preocupar com um monstro centenário aparecendo em sua cozinha querendo matá-la em um sábado a noite. 

Cego pela raiva de si mesmo, do pai e de qualquer outra coisa ligada ao Olimpo, embainhou as espadas e então se concentrou. No mesmo momento pode sentir todo o metal presente no local ser atraído para os campos magnéticos que se projetaram de suas mãos. Com rapidez ele os moldou em inúmeros projéteis de diferentes tamanhos e os disparou pela campina, fazendo-os serpentear e atingir tudo o ali estava presente. Era impossível distinguir humanos de não humanos, semideuses de monstros. Corpos humanos e não humanos caíram conforme os projéteis passavam pelos alvos, deixando buracos em seus corpos.

O poder consumia suas forças, afinal, nunca havia conjurado algo de tal magnitude, nem mesmo sabia se era capaz daquilo, mas ainda assim ele não parou até ver a última criatura cair. Com o nariz sangrando e a cabeça prestes a explodir, se permitiu olhar com atenção para o que havia acabado de fazer e o temor logo se apossou de seu corpo. Sim, ele havia conseguido matar os monstros, mas eles não foram os únicos prejudicados. Diversos corpos vestidos de forma similar a ele também estavam caídos.

Acompanhado de um outro grupo, começou a percorrer o campo em busca de sobreviventes enquanto algumas pessoas abatiam os últimos monstros restantes. Havia sido tão simples deixar que a raiva se apossasse de seu corpo anteriormente; não havia precisado ou pensar ou até mesmo planejar nada, apenas se deixar levar. Parecia certo, ao menos no momento, porém agora, enquanto andava, desviando de corpos que até pouco tempo atrás lutavam ao seu lado, Ian sentia a culpa invadindo os cantos de sua mente junto de um crescente pensamento de “O que foi que eu fiz?”

Os olhos varriam o chão em busca de rostos conhecidos e pequenas ondas de alívio se faziam presentes entre o nervosismo cada vez mais intenso toda a vez em que não reconhecia quem encontrava, até que algo o fez paralisar. A menos de um metro, ele pode ver o corpo da mãe deitado ao lado de um dos sátiros que haviam feito parte de sua infância. “Não…” murmurou antes de correr na direção de ambos. Se jogou no chão, caindo de joelhos ao lado do corpo da mãe e logo o tomou nos braços. Com delicadeza, ele a balançava, pedindo que acordasse. 

Um pequeno e débil sorriso surgiu nos lábios da mulher que agora tinha os olhos parcialmente abertos. “Está tudo bem…” ela murmurou, a voz fraca, praticamente inaudível. A mão trêmula pousou sobre o antebraço dele, estava gélida e mal fazia peso sobre a sua pele. A palma escorregou para o lado enquanto seus olhos perdiam o foco. Novamente ele a balançou, tentando fazer com que tornasse a olhar para ele quando enfiam sentiu as próprias palmas molhadas. Com calma, ele retirou uma das mãos das costas da mãe, se dando conta de que estavam encharcadas de sangue. O sangue dela. 

Os olhos percorreram novamente seu tronco, identificando dois pequenos buracos do tamanho exato dos projéteis que a pouco ele havia feito varrer toda a campina. Ele havia feito aquilo com ela. Não os monstros ou outros semideuses desavisados. Ele. E não apenas a ela como para mais dezenas, talvez uma centena de outras pessoas que estavam lutando ao seu lado e tentando escapar das bestas que até pouco tempo corriam pelos campos. Podia sentir um grito entalado em sua garganta, mas nenhum som saía, assim como todas as lágrimas pareciam estar presas aos seus olhos. 

Com calma, ele fechou os olhos dela e abraçou o corpo da mãe, trazendo-o para mais perto de si. Seus olhos se fecharam e ainda assim nenhuma lágrima ousava cair. Sentia como se estivesse em queda livre, e até certo ponto queria estar. Não conseguia imaginar continuar vivo após aquilo. Pode sentir as lágrimas começarem a descer pelo rosto e, antes que a cena pudesse ter continuidade, ele se viu no acampamento mais uma vez. 

Desnorteado e ainda segurando a dual thunder, ele olhou ao redor, percebendo que tudo o que havia vivenciado a recém era apenas uma ilusão, porém ele ainda podia sentir o peito apertado e a ardência em seus olhos. As demais pessoas no gramado pareciam igualmente desnorteadas enquanto se sentavam ou simplesmente desapareciam dali. Tentando parecer bem o máximo possível, ele se levantou e falou com alguns campistas conhecidos, questionando como estavam antes de se retirar novamente para o chalé. Foi direto para a cama, e não demorou a pegar no sono. Entretanto, aquela noite foi diferente, e ao invés de uma noite sem sonhos, ele foi atormentado por cada pequeno detalhe da visão.

[aguillar]

　　 　　　　 TASK 003: the fatal flaw

For we were little Christian children and early learned the value of forbidden fruit. 　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　　⸻ MARK TWAIN

Sonhos são as histórias que contamos a nós mesmos frente à amarga realidade. Quando deturpados, se transformam em armas.

Estava dormindo quando foi acordado pelo som das sirenes, um feito inconstante diante da fiel companhia da insônia. Nas raras ocasiões em que seu cérebro decidia ser gentil, sonhava com um mundo em que fazia suas próprias escolhas.

Em um momento estava cercado de sorrisos conhecidos no Anfiteatro, e no outro estava sozinho no completo escuro de seu chalé. Do lado de fora, a cacofonia da guerra era um chamado que pedia resposta. Colocando-se de pé, Santiago partiu na direção dos sons de agonia, tateando ao redor pelo seu equipamento de combate enquanto corria porta afora. O instinto o puxava em mil e uma direções – rumo à Ilya e Tony, à Anastasia e Kitty, à Alina e Zev – e, em meio a névoa de adrenalina que cobria a sua visão, quase podia enxergar os fios do destino que a eles o ligavam, agora tensionados sob a lâmina das Parcas. Seus pés responderam ao condicionamento de anos de treinamento, indo de encontro ao perigo a passos largos, procurando por cada um dos amigos no desespero de os poder salvar. 

Ao desembainhar sua espada, seus olhos escanearam a multidão – em busca dos rostos familiares a quem queria proteger, e que como ninguém o podiam ancorar. O tempo pareceu-lhe quase líquido, gotejando a cada batimento cardíaco invés da enxurrada habitual que o ameaçava carregar. Quando os gritos tornaram-se quase ensurdecedores, soube ter alcançado o centro do Acampamento, e tão logo pôde ver o que o esperava, também o pôde sentir.

A bainha de ferro estígio escorregou de seus dedos, e o tilintar do metal sobre o chão terroso foi o último traço de realidade que registrou antes de a névoa invisível da magia o tomar. 

Estava de volta ao sonho, mas não havia viva alma no Anfiteatro que não a sua. Sentado junto à fogueira, a chama alta projetava sua silhueta junto a duas sombras que não sabia identificar. Quando virou na direção de sua origem, as serpentes entrelaçadas de Hermes o cumprimentaram, próximas o suficiente para as ouvisse sibilar. Nunca o havia visto antes e, no lugar onde estaria o rosto do mensageiro, havia somente o vazio. 

Ao lado dele estava Afrodite, ambas as mãos estendidas em sua direção. A reconheceu não por quem era, mas por quem se parecia, por muito que lhe faltasse coragem para nomear. Trazia em suas palmas uma maçã, e o gesto era tentação e oferta.

Promessas foram feitas com o silêncio de um olhar, como se colocá-las em voz alta as fosse esvaziar. Sabia o que a deusa oferecia sem que ela o precisasse falar.

O amor que move o Sol e as outras estrelas.

“Não coma a maçã.” Alertou Hermes. Sua voz era a de Zeus e de Hera, de Poseidon e de Deméter, de Apolo e de Ártemis, de Héstia e de Hefesto, de Ares e de Atena. Soava, sobretudo, como a de Hécate.

Serpente. Maçã. Autoridade divina. Os símbolos lhe eram conhecidos, por muito que atrelados a um deus com D maiúsculo, a quem entendia como a verdadeira mitologia. 

Ao buscar a resposta nos olhos de Afrodite, tão parecidos com um par que já conhecia, sentiu como se pudesse provar o suco adocicado da fruta na ponta de sua língua. O sabor foi suficiente para o fazer salivar. Ali estava a deusa a quem mais temia, e ela sorria ao oferecer de bom grado tudo aquilo que se esforçara em lhe negar. 

Uma deusa fazendo-lhe uma oferenda, se colocando em seu patamar.

“Não coma a maçã.” Disse Hermes uma outra vez, e a orientação transformou-se em ordem, o som de cada sílaba parecendo ecoar. De um lado estava a vontade do Olimpo, e do outro desejo mais íntimo que ousara sonhar. Estava sozinho diante de poderes além da sua compreensão, e a realização pouco fez para o assustar. Seu único medo era a solidão, e a maçã era a oferta de um par.

A decisão já estava tomada, percebeu. Encheu seus pulmões de oxigênio e, buscando por força, encontrou em si a coragem para a concretizar.

Aceitou o fruto proibido de Afrodite com reverência. O tom de vermelho o lembrou de sangue ao levar a maçã até os lábios. Quando a mordeu, o gosto metálico tomou conta de seu paladar. Bebeu do misterioso elixir da vida, sem saber o que acabara de sacrificar.

“Um presente de casamento.” Alguém disse, preenchendo o silêncio com uma gargalhada. Os lábios de Afrodite se moveram como os de um boneco de ventríloquo, mas a voz feminina não lhe pertencia – reconheceria o quase canto da deusa do amor em qualquer lugar. 

“Não coma a maçã.” Hermes e todo o Panteão ordenaram uma última vez e, se prestasse atenção às entrelinhas, perceberia que nelas havia certo suplicar. Santiago os ouviu, e escolheu os ignorar.

A primeira mordida foi mais que suficiente para a desmascarar. Não conhecia a deusa diante de si mas, ao encarar a maçã em sua mão, notou ser dourada e não vermelha, espólio de uma guerra há muito deixada para trás. 

Girou a maçã em suas mãos e, onde não a havia mordido, três palavras haviam sido gravadas.

To the fairest.

Como peças de um quebra-cabeças por fim se encaixando, entendeu com quem havia escolhido barganhar: Eris, a deusa da discórdia. Para o próprio horror, notou que uma vez tendo começado a comer a maçã, já não podia parar.

Quando nada restava além do miolo da fruta, aos seus pés apareceu o preço que escolhera pagar. Uma pilha de corpos sem vida, seus rostos conhecidos – não há muito escaneara uma multidão para os procurar.

Em troca de um amor prometido, sacrificara cada uma das pessoas que o haviam ensinado a amar.

O sonho se dissipou até que se viu de joelhos, a espada caída ao seu lado, o som do próprio grito ainda a reverberando ao pé do ouvido. A visão tinha ares de profecia, entregue em enigmas, e o peso de suas próprias escolhas era o verdadeiro castigo. 

Mais do que perder os amigos, os havia condenado à morte sem saber, em nome do desejo de ser amado, pelo impulso de desafiar aos deuses e a necessidade de os enfrentar. O preço de sua desobediência era mais alto do que jamais poderia pagar e, ao levar a mão até o rosto, percebeu que já não lhe restavam mais lágrimas a serem derramadas.

Só o que havia sobrado era a culpa, apertando-lhe o peito e o ameaçando esmagar.

↳ para @silencehq. personagens citados: @prideisgonnabeyourdeath, @arktoib, @ncstya, @kittybt, @nyctophiliesblog, @zevlova.

[swfpetrus]

𝙰 𝙴𝚂𝙿𝙰𝙳𝙰 𝙴 𝙰 𝙲𝙾𝚁𝚄𝙹𝙰.

𝗧𝗘𝗥𝗖𝗘𝗜𝗥𝗢 𝗣𝗢𝗩.

Deitado na cama desconfortável que Quíron tinha lhe dado em um dos quartos da Casa Grande, a escuridão da noite envolvia o ambiente que parecia combinar bem com os sonhos que habitavam na mente de Petrus. As árvores lá fora não tinham sombra para criarem figuras macabras nas paredes, mas os galhos batiam na janela, embalando seu inquieto sono. Estava sob supervisão constante pois seus últimos encontros com monstros, visões perturbadoras e a visita de Hades exigiam vigilância de Argos, caso contrário… estaria em perigo. A vigilância não era para mantê-lo longe de perigo, mas sim para evitar que os outros campistas resolvessem se vingar e lhe causar algum dano. O ódio de todos era sufocante e óbvio, conseguia notar no rosto das pessoas o quão incômoda era sua presença. Mas para onde iria? Não tinha memória. Até onde sabia e tendo descoberto semanas atrás, sequer pertencia àquele século.

Enquanto Petrus tentava encontrar um pouco de paz no sono, uma sensação de inquietação crescia dentro de si. Seus olhos pesaram e logo foi puxado para o abismo dos sonhos, onde o terror e a escuridão o aguardavam como sempre.

Petrus se viu em um bosque escuro, o ar carregado com a umidade e o cheiro de folhas em decomposição. As árvores altas cercavam-no, seus galhos nus parecendo garras esqueléticas. No centro desse cenário, uma espada estava fincada no chão, sua lâmina de ferro estígio brilhando sob a fraca luz da lua. A lua. O céu era iluminado por uma bela lua cheia. O cabo da espada tinha uma coruja entalhada, seus olhos parecendo observá-lo com um olhar penetrante e antigo.

De repente, uma figura começou a emergir das sombras. Uma silhueta feminina, translúcida. Não parecia realmente estar ali presente, era apenas uma névoa densa que tomava forma de… não conseguia decifrar mas via olhos pretos ardendo em uma raiva penetrante, aproximando-se lentamente do semideus. Sua presença era sufocante, uma aura pesada que fazia a temperatura do ambiente cair ainda mais, mesmo que sequer estivesse de fato presente ali.

"Eu quero de volta o que é meu, filho de Hades." ela sibilou, sua voz ecoando pelo bosque. "Você não tem ideia de como quem está brincando. É a minha chance de vingança, você tem que me devolver."

Petrus tentou falar, mas sua voz não saiu. Ele estava preso no pesadelo, impotente. O medo paralisava seus membros enquanto a figura se aproximava mais, seus olhos fixos nele com uma mistura de raiva e desespero. Sentia-se petrificado de medo, ouvindo baixo um som de chocalho.

A visão mudou abruptamente e agora Petrus estava no Riacho Zéfiro, suas águas tranquilas refletindo a luz da lua. Se via ajoelhado na margem, cavando freneticamente com as mãos. Sentia o peso da espada enquanto a enterrava no solo úmido, o cabo com a coruja desaparecendo lentamente na terra. Pronto. Nunca mais iria tocar nisso. Ninguém saberia.

O sonho se fragmentou novamente, e Petrus estava de volta ao bosque sombrio, estava mais escuro porque agora nuvens pesadas cobriam a lua. A figura da névoa estava mais perto agora, o barulho do chocalho parecia um pouco mais alto, aos poucos soando mais ameaçador. "Traga de volta." ela ordenou, sua voz um comando imperioso que reverberava em sua mente. "Ou você e todos à sua volta sofrerão as consequências e nem seu pai ou Hécate conseguirão me parar dessa vez. Quando o aviso for dado, devolva o que me pertence antes que eu envie meus servos para buscar o que é meu."

Com um sobressalto, Petrus acordou. Seu coração batia descontroladamente, a respiração rápida e superficial. O quarto da Casa Grande estava silencioso, mas o terror do sonho ainda lhe fazia tremer. Ele sabia que a visão não era apenas um sonho comum, mas um aviso. A espada, o chocalho, o bosque... o riacho. Sentiu o suor frio em sua testa enquanto se sentava, tentando acalmar seu coração acelerado. Quem era aquela mulher em seu sonho? Ela queria a espada? Ele sabia exatamente onde encontrá-la, mas algo em si gritava que não deveria ceder, não podia entregá-la.

A espada é minha. Eu a peguei. É minha. Os pensamentos eram firmes e tão seguros que ele sequer sabia de onde vinha tamanha convicção. Não lembrava-se de como pegou a espada ou se isso era real, mas assim como sabia que deveria manter o cão infernal longe da percepção dos semideuses e dos diretores, sabia que precisava manter a espada em segurança e longe da mulher. A mente manteve-se presa na imagem do riacho Zéfiro e foi uma surpresa imensa quando de repente as sombras do quarto se moveram, envolvendo-o em uma escuridão silenciosa antes de lhe expelir no chão… do bosque. A água fria tocava suas mãos enquanto ele tentava se equilibrar e não cair de cara no chão. O riacho Zéfiro. Tinha se teletransportado pelas sombras? Seu poder não deveria fazer isso, ou deveria? A falta de lembranças dificultava todo o processo. Mas ao olhar em volta, viu que o cenário parecia com o que experimentou no sonho. Ficando de pé, deu alguns passos sem um rumo específico… e parou. Parou de frente a uma árvore de aparência antiga que tinha círculos grandes entalhados. Um barulho parecido com um pio baixo lhe chamou atenção para cima, em um dos galhos, uma coruja o encarava.

Era ali.

De joelhos no chão, assim como no sonho, começou a cavar. Dessa vez foi preciso cavar mais do que na visão, a terra cedia sob seu toque e se espalhava, seu poder ajudando a fazer um buraco no chão. Algumas camadas de terra, pedras e lá estava. A espada. O ferro estígio parecia novo, os olhos da coruja no cabo ainda davam a sensação de lhe observar. Mas a espada não era a única coisa ali enterrada. Havia um espelho. Ao redor do espelho, pequenas luas e estrelas adoravam o objeto, apesar de estar enterrado há quase um século, nem o espelho e nem a espada pareciam ter sofrido as consequências do passar do tempo. Quando pegou o espelho nas mãos e ergueu até a altura dos olhos, viu uma criatura pálida atrás de si. Automaticamente largou o objeto e pegou a espada pronto para se defender. Mas se defender de que? Estava sozinho. Não havia nada atrás de si, por que teve essa impressão? O frio na barriga lhe incomodava e Petrus, confuso, recolheu o espelho, tampou o buraco fazendo uso dos próprios poderes e mergulhou de novo nas sombras para voltar ao quarto. Esconder os dois novos pertences no baú e jogar aquilo debaixo da cama foi sua melhor escolha no momento. O coração ainda parecia querer sair pela sua boca e erguer a vista para a janela, percebeu que no galho da árvore mais próxima, a mesma coruja de antes lhe encarava.

[littlfrcak]

𝕴 𝖈𝖆𝖓'𝖙 𝖋𝖆𝖈𝖊 𝖗𝖊𝖆𝖑𝖎𝖙𝖞 𝖈𝖆𝖚𝖘𝖊 𝖙𝖍𝖊 𝖜𝖊𝖎𝖌𝖍𝖙 𝖎𝖘 𝖙𝖔𝖔 𝖒𝖚𝖈𝖍 𝖙𝖔 𝖇𝖆𝖗𝖊.

— task #03

— tw: menção: morte, fogo, agressão (leve) contra criança.

ʿ a tranquilidade no acampamento deveria ter sido sinal o suficiente de que as coisas iriam dar errado em breve. mas a falsa segurança lhe iludiu, se deixou ser envolto no silêncio da madrugada e relaxar, dormir. o sono já o tinha arrebatado profundamente quando, de repente, a paz foi interrompida por gritos estridentes que ecoaram pelo acampamento. em instantes, o alarme soou, um som agudo que anunciava a presença de um monstro. os gritos se transformaram em rugidos horríveis, cortando a noite, misturando-se com a voz de quíron e os sons dos semideuses se preparando para a batalha. sasha despertou, seu coração acelerado, a adrenalina correndo em suas veias. de novo não. sem fogo, sem água, por favor, rogou internamente para qualquer divindade que pudesse estar olhando por eles naquele momento. trêmulo e sem ter a certeza se deveria lutar contra o que estava sendo anunciado pelo alarme ou apenas se esconder nas sombras até aquele pesadelo passar, o semideus pegou rapidamente suas armas – a espada em uma mão e a kusarigama na outra – e saiu correndo do chalé. o caos se instalou tão rapidamente quanto era possível ali, com semideuses correndo em todas as direções, tentando se armar e se preparar para o ataque inevitável.

assim que sasha saiu, foi atingido por uma magia poderosa que o derrubou no chão. tentou resistir mas seu corpo foi forçado a ficar de joelhos. para qualquer espectador, seus olhos ficaram brancos, veias vermelhas apareceram em sua face enquanto o feitiço o dominava. sentiu-se sendo arrastado para um abismo escuro, onde o passado se mesclava com o presente de maneira terrível.

quando a visão se estabilizou, percebeu que estava no chão de uma floresta, o cheiro de fumaça impregnando o ar. seus ouvidos zumbiam e ele sentia dores por todo o corpo. à sua frente, uma cabana em chamas. sua antiga casa. o fogo ainda ardia, embora estivesse diminuindo aos poucos. estava de volta ao momento que perdeu a mãe? seu corpo tenso parecia pesado, menor. uma olhada para as mãos e podia ver que eram mãos infantis, era uma criança de novo. recebia uma segunda chance ou estava sendo torturado com a lembrança? não dava para ter certeza mas não havia realidade paralela em que ao ver a cabana em chamas, o pequeno sasha não entrasse para tentar salvar sua mãe.

a visão dentro da cabana era um pesadelo. a primeira coisa que viu foi sua mãe, caída no chão, imóvel. ao contrário do que realmente aconteceu, a mulher não agonizava presa embaixo de uma viga, ela já estava morta, mal dava para reconhecê-la; apenas parte do rosto era reconhecível e estava marcado em suas memórias como um carimbo. o coração de sasha apertou, mas o horror estava apenas começando. dessa vez nada explodiu, nada o expeliu para fora para acabar com seus tímpanos; mas o que acontecia era muito pior. bastou olhar ao redor para ver que havia mais corpos no chão. “não, isso não está certo! isso não aconteceu!” gritou alto, a voz soando crua com dor e desespero. as perninhas eram curtas, magricelas, sasha tinha que encolher suas asas mas estava com as costas tão doloridas que não dava para guardar, apenas as encolhia com sacrifício enquanto avançava pelo fogo. o primeiro que avistou foi nico, seu irmão; o corpo inerte e tão queimado como o da sua mãe lhe deixou tenso. nico não existia naquele passado, não deveria estar ali. junto a ele estavam kitty e sefa, suas irmãs; os três semideuses estavam caídos encolhidos contra a parede, presos por uma madeira que ainda se encontrava em chamas. o desespero crescia em seu peito, cada passo um tormento. os soluços da criança eram altos, navegava pelo fogo sem parecer ser queimado, embora a quentura sem dúvida fosse sentida.

no cômodo que parecia ser a cozinha. anastasia e bellami... cada uma delas caída em um canto. a criança não conseguia continuar, queria sair dali porque não havia nada o que pudesse fazer para salvá-los; mas como voltar se o caminho que percorreu tinha sido tomado já pelas chamas? havia uma janela mais a frente e era para lá que ia… até que tropeçasse em algo e caísse no chão com as mãos minúsculas em brasa quente. o grito de dor foi automático, ao tirar as mãos do chão sentiu o quão profunda era a queimadura. ao olhar para o lado confuso no que podia ter tropeçado… viu melis. os olhos abertos, as lágrimas caindo pela face machucada pelo fogo. “você está viva.” ele murmurou baixo, a voz infantil soando assustada e incrédula.

“por que você fez isso, sasha?” a garota perguntou… e então os soluços cessaram. ela estava morta também. o menino gritou, engatinhando até a semideusa ignorando as chamas, a brasa, as queimaduras que ganharia com aquilo. as mãos em carne viva foram colocadas na face alheia tentando fazê-la voltar a prestar atenção em si; aqueles olhos vazios, sem vida, não combinavam com a filha de hermes.

a dor e o desespero o sufocavam, não era apenas a fumaça e o fogo que o impediam de respirar. o som de seus próprios gritos era a única coisa que soava ali dentro junto com o barulho de madeira se despedaçando. cada pessoa, cada detalhe daquela visão era uma faca cravada em seu coração. e no fundo de tudo isso, o sentimento esmagador de impotência, a percepção de que não podia fazer nada para mudar o que havia acontecido; que de alguma forma parecia ser sua culpa. ao invés do fogo lhe consumir junto com a casa e com todas as pessoas que amava, as chamas… pararam. suas asas se esticaram enquanto os soluços escapavam livremente. quando abria os olhos, não havia mais corpos ao seu redor, não havia mais a cabana em chamas. porém ainda continuava uma criança sozinha, com as mãos no chão de terra enquanto chorava. o toque em sua cabeça veio de repente, um puxão no cabelo loiro e curto. o grito que soltou foi de susto ao ser arrastado para cima, colocado de pé forçadamente. “eu disse para você guardar essas asas nojentas. isso é tudo sua culpa!” a voz da mãe era rígida, irritada. o garoto ofegou, os olhos azuis assustados, o choro continuava mas de maneira silenciosa, confusa. a aparência da mãe não estava certa, metade da face queimada e tão escura que parecia quase carbonizada, a outra suja de terra, com poucos sinais da violência do fogo. “eu disse para você não falar com aqueles espíritos, para parar de ser esquisito. e o que você fez? me matou. a culpa foi sua, sua pequena aberração!” a força que a mulher segurava seu cabelo era o suficiente para arrancar alguns fios, seu grito agora era alto de dor. “você nos matou. você nunca passará de uma criança assustada que nunca consegue fazer algo certo.” o jeito como a mulher lhe jogou no chão foi abrupto mas tão familiar. tudo naquela cena era familiar demais.

ao atingir o chão, porém, sasha olhou rapidamente para cima; sua mãe vinha em sua direção com a mão erguida pronta para lhe atingir, mas antes que ela fizesse isso, ele gritou. e seu grito foi real, mas tão real que o puxou para fora daquela visão.

caiu para frente pois estava ajoelhado ainda na frente do chalé de hades. seu corpo tremia e os ouvidos zumbiam. não tinha colocado seu aparelho auditivo então sentia apenas as vibrações ao redor. não conseguia ouvir os próprios soluços e nem em seguida os próprios passos voltando para dentro do chalé.

apesar de reconhecer que não tinha passado de uma visão, sua mãe tinha razão em algo: sempre seria uma criança assustada no fim de tudo.

citados: @sefaygun ; @kittybt ; @ncstya ; @thxbellamour ; @melisezgin.

para: @silencehq

[silencehq]

O dia parecia começar como outro qualquer. As nuvens escuras no céu carregadas escondendo o sol, o vento frio, os pássaros cantando com pouca animação e o barulho dos semideuses treinando com espadas, foices, flechas cortando o ar. Tudo normal.

Exceto que os Filhos da Magia treinavam na colina com o Grimório e com a varinha de Hécate.

Isso por si só já deixava Quíron nervoso. Mas o fato de já ser o quinto dia de treino e nada ter dado errado ainda fazia o centauro ficar mais inquieto. Talvez tenha sido por essa sua inquietação que foi o primeiro a notar uma diferença no ambiente. Parecia mais frio. Tomava um pouco de café na varanda, a voz de Dionísio reclamando no fundo sobre como os pestinhas gritavam enquanto treinavam; os olhos castanhos passavam pelo campo até que… não. Não podia ser possível. A Barreira Mágica sempre emitia um brilho etéreo, quase como a aparência de um plástico contra o sol, era impossível alguém passar perto da fenda ou olhar de longe e não notar que algo existia ali, que a barreira estava ativa. Mas agora? Aquele brilho não existia. A fenda estava desprotegida. Antes que pudesse gritar para que saíssem de perto do buraco, um rugido alto esbravejou parecendo vir de todos os lados, impossível identificar de onde.

Todo mundo ficou em silêncio, até Dionísio.

O chão estremeceu, todos assustados puderam apenas olhar para a fenda antes que a voz de Quíron soasse alta. “PATRULHEIROS A POSTOS, SEMIDEUSES! CRIANÇAS PARA TRÁS!” a ordem dada veio alta, projetada para que todos pudessem ouvir e o novo rugido também soava mais perto, acompanhado dessa vez por uma fumaça verde de veneno escapando de dentro da fenda antes que um Drakon saísse dali de dentro. O corpo esguio de serpente o trouxe rápido para a superfície, as patas imensas batendo no chão com força. O grito de raiva que soou alto no meio do desespero dos semideuses era reconhecível, Clarisse La Rue reconhecia seu antigo inimigo. Aquele que levou sua melhor amiga estava de volta. E com os olhos vermelhos ativos, parecia de novo sedento por sangue.

O caos se instalou, alguns corriam para salvar as crianças do veneno, os Filhos da Magia desciam a colina com pressa para tentar selar de novo a fenda e quem não desmaiava com o veneno do Drakon, começava a lutar. Corpos caídos no chão eram apenas pulados para que não atrapalhassem, ninguém conseguia prestar socorro no momento porque a prioridade era matar a criatura. O combate entre o Drakon e os semideuses foi sangrento, apesar de ser apenas um monstro, era um dos mais perigosos. Os Patrulheiros e as equipes de patrulha tomavam o pior impacto; com outra rajada de veneno, o Drakon derrubava mais semideuses. Eles precisavam ser rápidos.

Clarisse gritou ordens para os irmãos e juntos atacaram com uma estratégia montada na hora. Enquanto ela usava de sua lança para furar mais uma vez os olhos do monstro, e os outros o cercavam, foi Aidan O’Keff que deu o golpe final. O rugido de dor do monstro abalou o acampamento e o som estrondoso dele caindo no chão foi seguido de um silêncio que durou alguns segundos antes do caos explodir. A comemoração, choro de alívio e então o barulho do Pânico de socorrer os caídos. A barreira estava erguida de novo, mas os Filhos da Magia estavam… quietos demais. Calados demais enquanto se entreolhavam. Algo estava errado, mas no meio daquela confusão, ninguém notou. Exceto Quíron. Que no meio do campo enquanto ajudava a erguer os semideuses feridos, olhava com atenção para os que estavam mais perto da fenda.

Os feridos eram tantos e em tantos estágios de gravidade que a enfermaria ficaria lotada de novo. Dentre os rostos conhecidos era fácil ver que alguém carregava Pacífica Raynott, outro apoiava Mookda Panyawong que pelo menos parecia mas desperta e conseguia caminhar com as próprias pernas e pelos deuses! Era Beatrice Hwang desacordada sendo levada às pressas? O veneno do Drakon era potente e as semideusas precisavam de atendimento rápido antes que o pior acontecesse. Os Curandeiros iriam cuidar disso.

Por enquanto, Quíron se aproximava dos Filhos da Magia e a primeira coisa que lhe disseram foi: A barreira mágica foi derrubada de dentro. Havia um traidor entre eles.

SOBRE O DRAKON

Drakon de Lídia é um dos mais perigosos dos drakons, com o corpo esguio como uma serpente, ele tem asas mas se move com agilidade sem a necessidade de usá-las muito. Os olhos normalmente são amarelos… mas os olhos deste estavam vermelhos, semideuses especulam o motivo mas ainda não se tem informações o suficientes, ainda mais porque ele evaporou ao ser morto por Aidan. A primeira vez que essa geração teve que lidar com essa espécie foi na Batalha de Manhattan, onde ele devastou vários semideuses, dentre eles estava Selena Beauregard, de Afrodite, melhor amiga de Clarisse La Rue. Na época, Clarisse matou o Drakon movida pela raiva e vingança. Seu olhar é capaz de petrificar de medo os alvos, suas escamas são indestrutíveis e por isso é tão difícil matá-lo, para conseguir esse feito é preciso encaixar a ponta das armas entre as escamas. Seu veneno é altamente mortal se não tratado com rapidez, corroi até armaduras então é provável que muitos precisarão de armaduras novas. O veneno é tão forte que quando atinge a pele, causa queimaduras. Se ingerido ou respirado, pode queimar os pulmões e é por isso que é tão perigoso.

Para ler mais sobre o DRAKON DE LÍDIA clique em qualquer lugar dessa frase.

SEMIDEUSES CITADOS:

FERIDOS: @paseafica , @kittymook e @mindkiler.

MATOU O DRAKON: @aidankeef

INFORMAÇÕES EXTRA

(do conhecimento geral)

A barreira de proteção da fenda não foi derrubada pelo Drakon e muito menos rompida sem querer. Foi derrubada de dentro do Acampamento e de propósito. Ninguém sabe quem foi, mas para derrubar a barreira é preciso ter magia, então a suspeita imediatamente cai sobre os ombros dos semideuses que seus poderes envolvem magia, seja pertence aos Filhos da Magia ou não.

O Drakon evaporou no segundo que caiu no chão morto, algo incomum para essa espécie de monstro que geralmente demora um pouco. Seus olhos também estavam vermelho ao invés de amarelo, outro ponto incomum para discussão.

Semideuses que não foram citados podem ter sido feridos em batalha, apenas não foram feridos o suficiente para ficar em estado grave como os nomes ditos no texto.

Os nomes ditos no texto podem escolher se o veneno foi ingerido, respirado, ou queimado a pele.

O ataque ocorreu na tarde do ENCONTRO 6, então a partir disso quem quiser mencionar em seus encontros pode fazer.

OOC

O primeiro ataque surpresa! Isso quer dizer que teremos mais, Dionísio? Ora, quem quer paz vai para os Campos Elísios!

Quem tiver alguma dúvida pode chegar no chat ou na ask que estamos aqui para esclarecer tudo.

Sim, existe um traidor entre nós, alguém que pratica magia então não corram para culpar o pobre do Petrus que dessa vez ele ainda está sob a guarda de Argos.

Não temos uma data de término para isso porque não é um drop, é uma ambientação. Aconteceu durante a tarde do encontro 6, bem dentro do cronograma de Afrodite e vocês podem interagir sobre essa batalha quando desejarem.

Lembre-se, todo mundo pode se ferir, mas APENAS quem foi citado é que acabou na enfermaria por causa do veneno. Os outros são ferimentos de batalha e não tão graves, claro. Haverá vez para todo mundo! Acreditem, vai mesmo. E quem proferiu o golpe final foi Aidan O'Keff, isso também não muda ok?

Enfim!! Se divirtam!

[latinotiktok]

[ID: una presentación de artes marciales, una niña se acerca con paso firme. El segmento es narrado por dos presentadores con una voz en off.]

Presentador 1: Qué ternura, José Raúl. Con tan solo 7 añitos Elizabeth Killa viene a mostrarnos sus katas, que seguramente aprendio en el verano

Presentador 2: Así es José Mario y ahora dejan a los peques eh. Domingo por la mañana; categoria infantil, Elizabeth Killa, señores. Una ternurita de niña la verdad. Va a la escuela...

[La niña comienza a dar movimientos rápidos con la espada demostrando su habilidad]

Presentador 2: ¡ES UNA ASESINA, JOSÉ MARIO! ¡NOS VA A MATAR A TODOS! ¡Guerrera de nacimiento, soldado persa, hija de Odin, espartana! ¡Vikinga de Vallhala, chancla de hule grueso, José Mario! ¡Bélica, amazónica, combatiente marcial, pide elote con chile del que pica, José Mario! ¡Sabe hacer tortilla a mano, diosa griega, hermana de Thor! Mariposa de barrio, José Mario! Lava y plancha a mano, sabe a donde va el aceite del carro, José Mario. No le a pagado a Electra. Hija de Jenny Rivera. Vende loteria cargando al niño, José Mario. Guardiana de las puertas de Asgard. Maestra de los elementos ¡Liberadora de un pueblo oprimido, Jose Mario!

Presentador 1: Muchas gracias, José Raul. Y al regresar, más de estos chiquilines.

Fin del ID.]