Al final somos la suma de manías, olores, recuerdos, alegrías y tristezas de todas las personas que llegamos a querer y amar.
Es decir, preparo el arroz como mamá me enseñó, uso el reloj como lo usaba la abuela y aún preparo las palomitas como la última persona que me lastimó.
Entonces no puedo dejar de pensar y preguntarme, si al final somos una suma de manías, olores, recuerdos, alegrías y tristezas de todas aquellas personas que dejamos entrar en nuestra vida y corazón…
¿Qué es lo que nos hace únicos?
¿De qué está hecha nuestra esencia?
¿Qué es mío y de nadie más?