Tumgik
#WAIT! ERA ESCUCHA POR FAVOR*
neswina · 1 year
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Fuego y luz de luna
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Promt: 06 - “I can't wait for you..." / "Estoy deseando..."
Fandom: Safir
Ship: AtFer (Ateş Gülsoy / Feraye Yilmaz)
Audiencia: E
TW: Sex
◞───────⊰·☆·⊱───────◟
Ates cerró la puerta de la habitación de Feraye con cuidado y se fue a la planta de abajo a por agua y para pasear un poco. Cuando llegó a la cocina vio en la encimera el móvil de su mujer y, en la isla, el suyo que se estaba iluminando, alguien le estaba llamando se acercó, vio el nombre en la pantalla y lo cogió inmediatamente.
—¡Ates! Menos mal que me lo coges, ¡llevo intentando llamar a Feraye desde hace horas! —La chica sonaba desesperada— ¡Yaman va para allá! Por dios, Ates, que no le pase nada a mi niña. —Tranquila, no te preocupes. Ya estuvo aquí y ya le mandé a casa. —¡Qué! ¿Estáis bien? —Sí, tranquila. Solo nos llevamos el susto, si no llego a llegar a tiempo… No sé qué hubiera pasado. —¿Cómo? ¿Qué ha pasado? —la chica cada vez estaba más preocupada y parecía que forcejeaba con alguien—. ¡Espera! Ahora pongo el “manos libres” y lo escuchas tú también, pesado. Perdona Ates, por favor qué pasó. —Lo encontré a punto de agredir a Feraye —Se escuchó un ruido al otro lado de la línea telefónica, como de alguien cayéndose— ¿Pasa algo Hazal? ¿Estás bien? —Okan, que se ha caído de la impresión. Pero está bien. Dame un momento. (Tú qué quieres, entre tu y tu hermano me vais a matar de un disgusto ¿estás bien? Sí, sí. Ahora le pregunto. ¿Pero estás bien? —Hazal se había olvidado de que tenía el “manos libres” y que Ates estaba escuchando todo— Me pregunta tu hermano pequeño si sabes dónde está el imbécil de Yaman. —Ahora mismo no lo sé y ni me importa sinceramente. ¿Cómo ha llegado a esto? —Ates solo quería proteger a su familia y no se había dado cuenta de que su propia familia era el enemigo. —No lo sé. Y sinceramente, como a ti, no me importa. Espero que por fin se haya acabado todo. —Yo también lo espero, Hazal. Por cierto, ¿Cómo se enteró de que estábamos aquí? —Damla. Me contó que pasó la noche con Yaman y que le pidió que averiguase donde estabais de luna de miel, que quería mandaros un regalo. Y como es tonta y le gusta ser tonta, se lo creyó. Rebuscó en mi cuarto y encontró la dirección y el teléfono que me diste por si pasaba algo y se la dio. En cuanto me lo contó empecé a llamaros, pero ninguno me cogíais el teléfono. Así que vine en busca de Okan a ver si el me confirmaba mis sospechas de que Yaman se había ido, y así fue. —¡Ah! Encima adúltero. Genial mi hermano. —Hermano, no seas duro con Yaman. Ha pasado por mucho… —Okan, lloroso, tomó la palabra. —Mira, podrán pasar muchas cosas, pero ninguna que lleve a pegar a una persona inocente por no querer irse contigo. No es no, aquí y en todo el mundo. Ya está bien. Y tu hermano está casado. Ca-sa-do. Si tanto quería a Feraye que se hubiera casado con ella en vez de ocultarla como si fuera un ladrón. —Eso, Okan, calladito estás más guapo. Entonces, ¿Estáis bien? —Sí. Feraye está descansando el estrés de hoy la ha dejado sin energías. —se agarró el puente de la nariz con los dedos de su mano libre—. Voy a ver como está. —Descansa y dale un beso de mi parte. Si está despierta dile que la quiero mucho y que mañana la llamo. —Gracias, Hazal. Qué bueno que existas. Buenas noches. —Buenas noches.
Después de la conversación bebió un poco de agua, se preparó una jarra con agua fresca y se encaminó a su habitación. Cuando estaba entrando en su habitación oyó como la puerta contigua se abría.
—Feraye, ¿estás bien? —Sí. Iba al baño. —estaba somnolienta. —Dejo esto en mi habitación y te espero en la tuya que te tengo que contar algo. —Vale.
Cuando Feraye volvió ya estaba más espabilada y vio que Ates estaba fuera, en la terraza, sentado en uno de los sillones mirando el cielo. Feraye salió al balcón y se sentó a su lado.
—La vista es espectacular. —La verdad es que sí. —Feraye miraba el cielo sin darse cuenta que Ates la miraba fijamente. —No me has entendido. —Qué. —Nada, nada. —Ates se rio por lo bajo—. Espero que estés mejor. —Sí. Es raro, ahora me siento mucho mejor como si me hubiera librado de un gran peso. —Es lo que tiene que la verdad salga a la luz y ver la verdadera cara de las personas que creíamos conocer. Por cierto, el consejo que te di, de decirle a Yaman que es el padre de tu hijo, olvídate. Ahora no es el momento, no está en sus cabales y no quiero saber que podría hacerte si se entera de la situación. —Ah, no pensaba hacerlo. No quiero que se acerque a nosotros. —Feraye se abrazó el abdomen—. Por lo menos tú serás su padre. Eso me hace feliz. —Feraye… —Las palabras de la chica llegaron al corazón de Ates y le hicieron inmensamente feliz—. No sabes lo que significa para mí que digas eso. Gracias. —Es la verdad. Tú lo dijiste, no hace falta ser padre biológico para querer a un hijo y sé que tu lo vas a querer muchísimo. —Feraye sonrió de corazón, por primera vez en mucho tiempo se sentía libre, sin ataduras y con un futuro prometedor.
Ates estaba embelesado con la belleza de Feraye a la luz de la luna, observaba como la brisa movía la camiseta de tirantes de satén que llevaba, que le hacía la competencia a su piel de alabastro, su mirada se estaba enturbiando y eso no lo podía permitir. Se levantó y entró en la habitación, Feraye le siguió confusa.
—¿A dónde vas? ¿No me tenías que contar algo? —Sí, es cierto. Pero ya te lo cuento mañana, tienes que descansar. Me voy a dormir. Buenas noches Feraye. —Pero Ates… —La chica le sujetó la camiseta por la espalda, estaba confusísima por la reacción del chico—. ¿Qué ha pasado? —Nada. —Ates se dio la vuelta intentando sonar casual y despreocupado, cosa que no pasó. —Pues no lo parece. —La chica se acercó, estaba a un palmo de él.
Ates se peinó con los dedos y se echó el pelo hacia atrás y bajó la vista para mirar a los ojos a su mujer. Acarició la cara de la chica y le puso un rizo rebelde detrás de su hombro.
—De verdad, no pasa nada. Solo que ha pasado algo que no pensé que ocurriría. Buenas noches. —Ates sonrió y le dio un beso en la frente a su mujer y se dispuso a irse, otra vez. —¿Y qué es eso qué no pensaste que pasaría? —Feraye le volvió a coger de la camiseta para impedir que se fuera, esta vez por la parte delantera. —Feraye, estoy seguro que no quieres saberlo. —Igual te sorprendo. —La chica le miraba a los ojos con intensidad. —No… —Deja de remolonear y cuéntamelo. Siempre me dices que no haya mentiras entre nosotros. Desembucha. —Seguía sin soltar la camiseta negra de Ates. —Vale, pero no digas que no te lo he advertido. —No creo que sea tan malo. —No. Es solo que estoy deseando verte sin ropa. —La mirada de Ates era distinta, salvaje e hipnótica. Feraye soltó la camiseta. —Ah. Era eso.
Feraye no sabía cómo reaccionar porque ella también sintió el fuego cuando estaban fuera y entendía las reticencias que podía tener él. Pero no sabía si solo era algo del momento o algo más profundo.
—No te preocupes, me voy a dormir. Descansa. —Ates se dio la vuelta y volvió a notar el tirón de su camiseta, cuando su mujer le agarró. —No quiero que te vayas. —Feraye lo miraba tímida y juguetona. En un instante decidió que nada importaba ya, que esa noche quería disfrutarla. Por ella. Sin reproches y sin remordimientos. Solo serían Ates y Feraye. Fuego y luz de luna.
Ates se dio la vuelta su mirada seguía siendo salvaje, se acercó a Feraye, despacio.
—¿Estás segura? De verdad que quieres… —Sí. Solo seremos tú y yo. No importa nada más.
Ates besó con dulzura a su mujer y esta le rodeó con los brazos el cuello, jugueteando con el pelo de su nuca, la levantó y se encajó entre sus caderas, sintió como Feraye cruzaba las piernas por debajo de sus glúteos, atrayéndolo hacia ella, haciendo que casi no cupiese el aire entre ellos. Los besos se iban intensificando, pasaron de ser suaves y sutiles a salvajes y hambrientos. El chico se centró en el cuello de ella, besando, lamiendo mientras la llevaba a la cama y la posaba con suavidad. Una vez que la dejó en la cama, la observo; tenía las mejillas sonrosadas y la piel brillante, el pelo alborotado le daba un aspecto de diosa mística. Se quitó la camiseta, la lanzó lejos, y cubrió a Feraye con su cuerpo. Siguió besándola, jugando con sus lenguas, enredando sus manos en su pelo mientras disfrutaba de los pequeños gemidos que ella iba soltando. El calor iba aumentando, notaba las manos de su mujer en la espalda, a veces eran caricias otras sus uñas recorrían el camino que iba de su espalda al cuello. Ates disfrutaba cada contacto y decidió subir una marcha más. Empezó a besar su cuello y hacer un camino de besos desde allí hasta su ombligo, por encima de la ropa, acariciando suavemente el cuerpo de Feraye, deteniéndose un momento a jugar con sus pezones y disfrutar del arqueo del cuerpo de la chica entre sus brazos, siguió bajando y acabó de rodillas fuera de la cama.
—¿Qué haces? —Feraye hablaba con la voz entrecortada. —Llevarte al cielo.
Ates le quitó despacito los pantalones cortos del pijama, a juego con la parte de arriba, también de satén blanco, y acarició la ropa interior que dejó al descubierto, sintiendo la adrenalina que le recorría el cuerpo, introdujo los dedos en la goma de la cadera y se las quitó con reverencia, le separó las rodillas con cariño y hundió la cabeza entre las piernas de su mujer.
Feraye abrió fuerte los ojos cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo Ates y gimió más alto cuando el calor empezaba a embargarla, bajó una de sus mano y empezó a acariciarse el pecho y con la otra acariciaba la cabeza del chico, en un momento hundió la mano en la mata de pelo cuando sintió que estaba a punto de explotar y Ates la atrajo más hacia el rompiendo el agarre y notó como una de las manos de él la buscaba y la agarró, justo cuando la oleada empezaba a ser insoportable y el placer explotó, gimió de placer y apresuró al chico para que fuese a su encuentro. Ates sonrió, seguía de rodillas, se desabrochó los pantalones, se puso de pie y se quitó todo lo que le estorbaba. Feraye lo observó y pensó que ningún artista de la Grecia clásica le haría justicia si intentase representarlo en mármol. Aprovechó la situación para librarse de su camiseta, quería sentir la piel de Ates por todo su cuerpo, quería sentirle a él. Como si le hubiese leído el pensamiento, se subió a la cama, despacio como una pantera acechando a su presa y la cubrió con su cuerpo y volvieron los besos apasionados, las caricias y la conquista por sentir todos los centímetros de piel posible.
—Ates te necesito. —¿Estás segura? No tengo preservativos. —Da igual. Por favor. —Joder, no puedo negarte nada.
Ates sonrió y besó a su mujer y la atrajo hacia sí e hizo que ella quedara encima de él para que llevara el control. Y tanto que lo tomó, sentada a horcajadas encima de él, poco a poco hizo que encajaran, Ates se mordía el labio de placer al notar como entraba y ella seguía jadeando de placer mientras ascendía y bajaba. En un momento ella bajó el torso y Ates aprovechó para acariciar y disfrutar de los pechos de Feraye mientras sentía sus jadeos y gemidos en su oído, era música para su alma. El ritmo aumentó y ya no hubo vuelta atrás, Ates se semincorporó y agarró el culo de su mujer e intensificó las embestidas, mientras notaba los dientes de Feraye en el cuello explotó.
Y luego la calma. Besos y caricias en la cama, hasta que se quedaron dormidos al rumor de las olas y la brisa.
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screwderia · 2 years
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Wait what?
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Por favor siéntate, tómate un café y cuéntame: cómo que Carlos no escucha bien??? 👀
Holiii si eso leí una vez! Que escucha poco, pero quise buscar una source o algo y no encontré así que tal vez no era verdad 😩
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pinkcaseotakadl · 7 years
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Diabolik lovers Lost Eden: Reiji Sakamaki [Dark 5] ~translation|traducción~
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Thanks to @sakurainishimura-princess for having helped me with this translation
[DARK 4]
-Yui's monologue-
The time has passed very quickly since that day Richter-san died.
The situation has worsened. The demon hunters have become more active, regardless of whether it is the Human or the Demon World. Until now I’ve only heard really disturbing stories.
Reiji-san has inspected the house many times and has made an exhausted expression. But we haven't found the delinquent yet.
I am worried about this exhausting moment, but I shut my mouth before saying unnecessary things.
And then that day... ...---
-Monologue's end-
Place: Sakamaki Mansion - Living room.
Ayato: Ahh~, too much, too much, too much free time! Damn, why The Great Ore-sama has to be locked up here! Raito: ''Since we don't find the delinquent it's dangerous to go outside unnecessarily.'', it's not necessary to say it~ Ayato: Ch... ... Oí Chichinashi! Hurry up and hurry Reiji's ass so he can resolve this out! Yui: Reiji-san is doing his best Ayato: Listen, I don't care if he's doin' his best. The most important thing is the result! Ayato: The old man must have been crazy to give the powers to this guy incapacitated Subaru: Besides, it's weird that they don't know who is the leader of the Demon Hunters. Yui: But unlike Makai, he can't control his powers very well in the Human World... ..... Ayato: Haa? So how did the old man do it? The place had nothing to do Kanato: That's right.  This is all Reiji's Fault for not being well capacitated. Yui: Such a thing... ... Shu: ... ...The old man was strange Yui: Eh... ...? Shu: We shouldn't compare him with that monster[Karl] just because he inherited the power [Reiji] Raito: Well, that's true... ... Kanato: But Reiji inherited Father's power, so it's obvious that we will compare them. Yui: (All of them have recently been acting like this... ...) Yui: (It's like they're talking behind their backs, just seeing it's painful) Yui: (This is what KarlHeinz-san had said... ...?)
*Flashback*
KarlHeinz: The meaning of obtaining the power… … KarlHeinz: You will learn it by yourself. This… … is your trial… …
*Flashback's end*
Yui: (Trial... ... surely that is connected with this) Yui: (I don't want to get depressed ... ... ah, I know!)
CHOICES: 1. Make something sweet [Yep] 2. Look for Reiji [Nope- wait why nope?]
1:
Yui: I'll make some sweet things! Yui: (I hope this annoying air will go away with this) Kanato: ... ...Make them exceptionally sweet please Yui: Okay! Ayato: Then I want takoyaki! Raito: But is it NOT something sweet? Yui: (... ...Yep, I have the feeling that the heavy air has gone a bit) Yui:(I will make some sweet things, and in the meantime I could give it to Reiji-san) Yui: ... ...Okay, then I'm leaving
*Yui leaves*
Yui: (Well now... ... oh? There's something on the floor... ...) Yui: They are some cuted flowers. They are scattered on the ground, will it be somebody's joke? Yui: (... ...Wait a moment, when we were getting back in the limo Reiji-san had said he wanted to change the flowers---) Yui: ... ...Reiji-san? Are you here? Yui: ... ... ... ... Yui: (No doubt, Reiji-san was listening to the conversation of just a moment) Yui: (What should I do... ... I have to follow)
-Yui's monologue-
I'm picking the flowers under my feet one by one.
Every step I take I get closer to Reiji-San is, while in my head I choose the words I'm going to tell him.
What will I can do[for him]?
I think that while I walk, then I made a very colorful bouquet of flowers at the end of my thoughts.
-END-
Correct words: ''I can do'' ''thoughts''
ESPAÑOL~
-Monólogo de Yui-
El tiempo ha pasado muy rápido desde el día que Richert-san ha muerto.
La situación ha empeorado. Los cazadores de demonios se han vueltos más activos, independientemente de que sea el Mundo Humano o el Mundo de los Demonios. Hasta ahora no he dejado de escuchar historias muy pertubadoras.
Reiji-san ha vaciado la casa muchas veces y ha hecho muchas veces una expresión agotada. Pero aún no hemos encontrado al delincuente.
Me preocupa este momento tan agotador, pero cubro mi boca antes de decir cosas innecesarias.
Y entonces ese día... ...---
-Fin del monólogo-
Lugar: Mansión Sakamaki - Living room.
Ayato: Ahh~, demasiado, demasiado, demasiado, demasiado tiempo libre! Maldición, por qué El Gran Yo tiene que quedarse encerrado aquí! Raito: ''Ya que no encontramos al sospechoso es peligroso salir innecesariamente afuera'', es una conversación innecesaria~ Ayato: Ch... ... Oí Chichinashi! Date prisa y apura el trasero de Reiji para que ya resuelvan esto! Yui: Reiji-san esta haciendo lo mejor posible Ayato: Escucha, no me importa si se esta esforzando. Lo más importante es el resultado! Ayato: El viejo debió esta loco para darle los poderes a ese tipo tan incapacitado [MIRA QUIEN HABLA PRRO] Subaru: Más bien, es extraño que hasta ahora no sepan quien es el lider de los Cazadores de Demonios. Yui: Pero a diferencia del Makai, él no puede controlar muy bien sus poderes aquí en el Mundo Humano... ... Ayato: Haa? Entonces como lo hacía el viejo? El lugar no tinia nada que ver Kanato: Es verdad. Todo es culpa de Reiji por no estar capacitado Yui: Algo así... ... Shu: ... ...El viejo era extraño Yui: Eh... ...? Shu: No deberíamos comprarlo con aquel monstruo[Karl] sólo porque él heredó la fuerza[Reiji] Raito: Bueno, eso es cierto... ... Kanato: Pero Reiji heredó el podre de Padre, así que es obvio que vamos a compararlos. Yui: (Todos recientemente han estado actuando así... ...) Yui: (Es como si estuvieran hablando a sus espaldas, de sólo verlo es doloroso) Yui: (Esto es lo que KarlHeinz-san había dicho... ...?)
*Flashback*
KarlHeinz: El significado de obtener la fuerza... ... KarlHeinz: Lo aprenderás por ti mismo. Esta... ... es tu prueba... ...
*Fin del Flashback*
Yui: (Prueba... ... seguramente eso esta conectado con esto) Yui: (Yo tampoco quiero deprimirme... ... ah, ya sé!)
ELECCIONES: 1. Preparar algo dulce [Correcta] 2. Ir a buscar a Reiji
1:
Yui: Prepararé algunas cosas dulces! Yui: (Espero que este ambiente molesto se vaya con esto) Kanato: ... ...Hazlos excepcionalmente dulce por favor Yui: Sip! Ayato: Entonces yo quiero takoyaki! Raito: Que acaso eso no es algo dulce? Yui: (... ...Sip, tengo la sensación que el ambiente pesado se ha ido un poco) Yui: (Prepararé varias cosas, y de paso también podría darle a Reiji-san) Yui: ... ...Bien, entonces me iré yendo
*Yui sale*
Yui: (Bien ahora... ... oh? Hay algo en el suelo... ...) Yui: (... ...Es una flores cortadas. Están dispersas por el suelo, habrá sido la broma de alguien?) Yui: (... ...Un momento, cuando estabamos volviendo en la limusina Reiji-san había dicho que quería cambiar las flores---) Yui: ... ...Reiji-san? Estás aquí? Yui: ... ... ... ... Yui: (No cabe duda, Reiji-san estaba escuchando la conversación de recién) Yui: (Qué debería hacer... ... tengo que seguirlo)
-Monólogo de Yui-
Voy recogiendo las flores debajo de mis pies una por una.
Con cada paso me voy acercando a Reiji-san, mientras en mi cabeza elijo las palabras que voy a decirle.
Qué será lo que yo puedo hacer.
Pienso eso mientras camino, armé un ramo de flores muy colorido al terminar mis pensamientos.
-Fin-
Palabras correctas: ''Puedo hacer'' ''pensamientos''
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celestegerhard · 6 years
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3 de agosto de 2018.
«She can't lose with me in tow, I refuse to let her go at her side, and drunk on pride, we wait for the blow.»
— Creía que te haría feliz que viniese a visitarte. — Perdona. Es que… Estoy intentando ir por el camino que debería ir. Tal vez fallo en algo, creo que pasa algo malo conmigo, Bianca... — ¿Eso te dicen aquí? — No. Bueno sí. ¿Y, sabes? Creo que tienen razón. — Pues no la tienen, créeme. Solo estás pasando por un bache, es algo que le puede pasar a cualquiera. A todo el mundo, en realidad. — No, Bianca, ahí fuera hay un mundo de gente que todo lo hace bien. Viven bien, no beben, no toman drogas. Y son felices. — Eso es una gilipollez. No son felices, ningún ser humano adulto es feliz. Las personas nacen, pasan por una etapa en la que creen que la vida es una fiesta, pero luego inevitablemente llega la tragedia y comprenden que vivir es sinónimo de perder y el único objetivo del juego es intentar minimizar el dolor de ese sinónimo. Algunos lo consiguen teniendo hijos, ganando dinero, o dedicándose a la jardinería. Y otros lo consiguen colocándose, haciendo que el interruptor de la cabeza apague la luz negativa y encienda la positiva. — Nadie hace daño plantando árboles. — Todo el mundo hace daño a todo el mundo, esa es la condición humana. Venga, Celeste, no dejes que te digan que fallas en algo. Estás bien. — No estoy bien. — Claro que no. Estás sobre el nido del cuco rodeada por un atajo de sobrios gilipollas, y no estás conmigo. Venga, yo tampoco estoy bien y creo que es porque estamos separadas. Te echo de menos y te quiero. — ¿Para qué me quieres, Bianca? Soy un desastre. — Puede que me gusten los desastres. — susurra Bianca, con los ojos deslizándose hacia un lado, como si estuviera pensando para sí misma. Hay maravilla en su voz. Amor. Amor. Un amor que estaba impidiéndole deshacerse de sus propios demonios. — Yo también te quiero. (…) Pero por favor, no vuelvas a venir. No me llames. No me escribas. Se acabó, Bianca. Viene de la nada, un trueno en un cielo sin nubes, y Celeste ni siquiera reconoce su propia voz. Quiere recuperarlo, rebobinar el tiempo y recortar los últimos segundos para quemarlos y nunca enfrentar sus consecuencias. Pero es muy tarde. Todo el daño que ha hecho no se puede deshacer, y su amistad con Bianca se ha terminado. Está hecho. Lo que le había tomado años y una gran cantidad de dificultades de construir, — la decisión de desintoxicarse — ahora es como un castillo de naipes en el viento, y Celeste sabe que el viento siempre, siempre gana. Está hecho, así que no tiene sentido negarlo. Se bebe el resto de la cerveza de Bianca de un solo trago y deja el vaso vacío sobre la mesa mientras lanza una audaz mirada a la pelirroja, manteniéndose en silencio. Su corazón late tan rápido que apenas puede sentirlo. No la mira cuando le da la espalda, ni Bianca intenta seguirla. Celeste solo escucha su voz, distante e irritada, llamándola. — ¿A dónde vas? Todo lo que Bianca obtiene a cambio es un corte de manga mientras Celeste se aleja a través de la multitud y desaparece, sin mirar atrás. (….) Las ruedas recorren el camino en un rugido furioso que rompe la paz de la noche. Celeste no está buscando paz. Celeste está buscando alivio y, esta vez, va a necesitar más que un paseo salvaje a ninguna parte para calmar la tormenta que se desata en su interior. Ese es el problema con Nueva York: no importa lo lejos que intentes irte, nunca estás solo. Y eso es tan terriblemente irónico que Celeste tiene ganas de echarse a reír a carcajadas. Es casi divertido, casi bonito, cómo, en cierto modo, ni Bianca ni sus adicciones la dejan en paz nunca, ni siquiera cuando hace lo imposible por dejarlo todo atrás. O tal vez sea ella quien nunca parece poder dejarlas realmente atrás. Una parte de ella quiere llorar, otra parte quiere volver con Bianca, golpearla contra la pared y gritar en su cara lo que ha estado conteniendo durante años, si no décadas. Ha pasado demasiado tiempo desde que se enamoró de la vida que Bianca le ofreció: dinero, alcohol, fiestas, y exención de cualquier tipo de obligaciones. Demasiado tiempo, y muy doloroso. Y precioso, también. Todo es un desastre entre el alcohol y ella. Un gran desastre. Celeste ni siquiera puede recordar cómo era la vida sin este dolor desagradable y sordo en el fondo de su pecho. A veces, se siente claustrofóbica en sus propios sentimientos, oprimida por la fuerza de ellos y por la enfermiza conciencia de que nunca desaparecerán. Conduce la moto a la máxima velocidad por un tramo recto, agradeciendo el viento frío y sibilante alrededor, la luna y las estrellas arriba y nada más adelante. Nada. Celeste descubrió a muy temprana edad lo que significa estar sola en medio de una multitud de gente. A la edad de doce años ya había perdido la cuenta de las veces en que le habían fallado, pero desde que Bianca entró en escena... había habido un cambio constante entre la suerte y el fracaso, que está empezando a cansarla. Tal vez es por eso que ella ha dejado escapar todo. Tal vez está cansada de un llanto inútil y cadenas de estúpidas esperanzas alrededor de su cuello. Cuando se da cuenta de que le tiemblan las manos y le duelen las rodillas, se aparta de la carretera, frustrada y un poco asustada. Si continúa conduciendo, puede desmoronarse. Se quita el casco y el aire fresco de la noche llena sus pulmones y alivia, al menos en parte, el desagradable nudo que quema en su garganta. La oscuridad es profunda y bonita y el silencio alrededor de ella  ahora que se ha alejado de la ciudad parece estar allí para recordarle que, no, no tiene escapatoria. Cuando deja el casco en el asiento de la moto, mira la imagen que tiene enfrente por un momento. Imagina otro casco junto al de ella, alguien sonriéndole bajo las estrellas, y de repente vuelve a estar allí: el dolor fuerte y feroz en su pecho. El efecto Jim Morrison. Una gota cae sobre la pintura pulida del casco. Luego otra. Celeste mira hacia arriba en busca de nubes y lluvia, pero el cielo está cerrado. Lleva una mano, sin quitarse el guante, a su mejilla y se burla cuando el cuero vuelve mojado. Frota sus dedos con un frustrado resoplido y echa la cabeza hacia atrás, luchando por apartar las lágrimas. El nudo en su garganta casi la asfixia, pero no puede dejar de llorar. Necesita seguir adelante, pero no sabe cómo hacerlo. Ella nunca planeó tener que sacar a Bianca de su vida con el propósito de alejarse de aquella espiral autodestructiva, pero desde que fue ingresada había creído que soltarla al menos le daría una tregua, que la liberaría. No había funcionado. Ha dicho que me quiere. En todo caso, Celeste lo único que siente es que ha perdido lo único que realmente le importa. Sin Bianca, está sola. Más que una amiga, ha sido su hermana desde el principio. No puedo hacerlo sola. Inhala profundamente, el aire salado del océano se mezcla con el sabor salado de sus lágrimas, y no puede hacer más que pensar en la ironía de toda esta situación. Pensaba, ingenuamente, que deshacerse de la persona que la inició en sus adicciones la liberaría de una jaula de mentiras y verdades no dichas, pero lo único que ha hecho ha sido atarle la soga con más fuerza alrededor de su cuello. No es que no supiera antes que Bianca no la entendería, pero... ¿qué creía que le iba a decir? Si sabes que vas a caer, cae de forma gloriosa. — Tanta sinceridad compulsiva…- le dice a nadie, con sus ojos parpadeando sobre la playa frente a ella. Qué romántico y simbólico sería si pudiera sumergirse en las aguas brillantes y disolverse en sus profundidades. Inhala nuevamente, profundamente, y cuando deja salir el aire es como un suspiro roto. ¿Qué c*ño hago ahora?
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