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#buque insignia de la armada española
generaldavila · 1 year
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JAVIER TRIAS: «QUE US BOMBIN A TOTS». A TI EL PRIMERO General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Quería ser alcalde de Barcelona o algo así, sin democracia, porque sí, sin más; quería y quiere ser alguien porque ser Donnadie le parece poca cosa. Y como no lo ha sido: «Que os den». No me doy por aludido. ¿Ustedes? Algunos no olvidamos su poca cosa para dar, su falta de talla moral y española, por tanto su escasa talla catalana. Ni para dar ni para alcalde de Barcelona; que hasta lo ha sido…
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gonzalo-obes · 7 months
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IMAGENES Y DATOS INTERESANTES DEL DIA 13 DE FEBRERO DE 2024
Día de los Enamorados o Día de San Valentín, Día de Mundial de las Cardiopatías Congénitas, Miércoles de Ceniza, Día Europeo de la Salud Sexual, Día Mundial de la Energía, Día Mundial de los Sonidos Curativos, Año Internacional de los Camélidos.
Santa Febronia, San Arnaldo y San Valentín.
Tal día como hoy en el año 1946
Los profesores de la Universidad de Pennsylvania (EE.UU.) J. Presper Eckert Jr. y John W. Mauchly, presentan al público la ENIAC (Electronic Numerical Integrator and Computation), primera computadora electrónica digital multipropósito de alta velocidad. El aparato ocupa una superficie de 120 metros cuadrados, pesa 30 toneladas, consume gran cantidad de energía y genera mucho calor. Su costo es de alrededor de 600.000 dólares de la época. Con sus 18.000 válvulas de vacío, puede realizar varios cientos de operaciones por minuto. La programación con que cuenta la computadora está integrada en el procesador y debe modificarse manualmente. (Hace 78 años)
1939
En Hamburgo (Alemania), las fuerzas navales nazis botan el acorazado de guerra Bismarck, de 260 metros de eslora y un desplazamiento en vacío de 41.000 Tm (50.900 Tm a plena carga), con el fin de ser el buque insignia de la flota de superficie alemana. (Hace 85 años)
1929
En Chicago, EE.UU., tiene lugar "La matanza del día de San Valentín", cuando miembros de la banda de Al Capone masacran a siete miembros de otra banda rival, dirigida por George Moran, durante los años de la Ley Seca. (Hace 95 años)
1918
El Gobierno soviético instaura en Rusia el calendario gregoriano en lugar del juliano. (Hace 106 años)
1879
Chile ocupa militarmente el puerto de Antofagasta, que pertenece a Bolivia, pudiéndose considerar el inicio de la llamada Guerra del Salitre entre Chile y la alianza boliviano-peruana por los terrenos salitreros del desierto de Atacama. El ejército chileno conquistará Lima en 1881. La paz se firmará en 1883 mediante el tratado de Ancón y Bolivia perderá tras esta guerra, su única salida al mar. (Hace 145 años)
1797
Con el Cabo de San Vicente (sur de Portugal) de testigo, la Armada Española, que se dirige a Cádiz escoltando un grupo de barcos mercantes que transportan mercurio, sufre una fácil derrota frente al poderío naval británico. Aunque no es ninguna batalla decisiva, el Comandante español que la comanda, José de Córdova será privado de su empleo tras un consejo de guerra. (Hace 227 años)
1502
En Castilla, actual España, se publica la pragmática de los Reyes Católicos por la que se obliga a los musulmanes mudéjares a elegir entre el bautismo o escoger el camino de la emigración. En Aragón se hará lo mismo en 1518 y en el año 1526 en Valencia. (Hace 522 años)
1349
Con la llegada de la peste negra a Europa, la envidia y el odio por la prosperidad de los judíos ha ido en aumento, por eso en este día, en la ciudad de Estrasburgo (Alsacia, Francia), unos 2.000 judíos, usados como chivos expiatorios, son quemados vivos por la población en lo que se conocerá como la Matanza de San Valentín, al considerarlos responsables de provocar la terrible plaga. (Hace 675 años)
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munove · 3 years
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El 'Hespérides' zarpa hacia la Antártida en 'modo burbuja'
El buque insignia de la ciencia española ya navega rumbo al Polo Sur. El buque de investigación oceanográfica 'Hespérides', de la Armada Española, zarpó este jueves desde el Arsenal de Cartagena para afrontar su vigesimosexta campaña antártica, más dura que las anteriores porque la restricciones anti Covid impedirán a su dotación bajar a tierra durante los próximos 156 días y por el recuerdo del año pasado, cuando, de camino, suspendió la misión por un contagio masivo a bordo que se cobró la vida del sargento primero Francisco Rodríguez.
etiquetas: hespérides, zarpa, antártida, investigación
» noticia original (www.laverdad.es)
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001 – BARCOS FAMOSOS - EL VICTORY –
El HMS Victory es un navío británico que participó en la batalla de Trafalgar como buque insignia del almirante Horatio Nelson, donde éste falleció por un tiro de mosquete que entró por su hombro izquierdo y bajó directamente hasta sus costillas, rompiendo dos de ellas, que perforaron su pulmón izquierdo y cortaron la arteria pulmonar, provocando una lenta muerte al entrar sangre al pulmón con cada latido del corazón del almirante.
Este buque está fondeado permanentemente en la ciudad de Portsmouth como museo. Actualmente posee tripulación e incluso capitán, siendo una de las piezas más simbólicas de la Royal Navy por su importancia en su última batalla, que daría a Inglaterra soberanía marina por casi un siglo.
El Victory es un navío de línea que en la batalla de Trafalgar disponía de 104 cañones. Cubierta inferior 30 cañones de 32 libras. Cubierta media 28 cañones de 24 libras. Cubierta Superior 30 cañones de 12 libras (largos). 4ª Cubierta 12 cañones de 12 libras (cortos). Castillo 2 cañones de 12 libras (medios). Castillo 2 Carronadas de 68 libras.
En 1758, después de que el presupuesto y los planos de un nuevo navío de tres puentes fueran aprobados, la Marina Real británica dio orden a los astilleros de Chatham que empezaran la construcción del buque, comenzada al año siguiente, en 1759. Se debatió durante un tiempo acerca de si se debía o no bautizar al buque con el nombre de "Victory", puesto que el precedente Victory había zozobrado en 1744 con toda su tripulación a bordo, pero el HMS Victory fue finalmente botado y bautizado en 1765. El resto de obras (arboladura, velamen, armamento, etc.) fue progresivamente completado hasta que en 1778 el navío pudo ser atribuido al servicio activo.
El Victory conoció su bautismo de fuego en el año mismo en que entró en servicio, 1778, año en que participó en la primera batalla de Ushant, durante la guerra de Independencia de los Estados Unidos. También participó en la segunda batalla de Ushant (1781, también durante la guerra de Independencia estadounidense) y en la batalla del Cabo de San Vicente (1797, durante las guerras revolucionarias francesas).
En febrero de 1798 el Almirantazgo Británico decidió anclar al Victoryen Chatham para que fuera reconvertido en un buque hospital destinado a prisioneros de guerra españoles y franceses. Sin embargo al año siguiente, en octubre de 1799, el HMS Impregnable encalló por accidente frente a las costas de Inglaterra. Escaseando cada vez más en primera línea de combate los buques de tres puentes, la pérdida de estos tres puentes hizo tomar al estado mayor británico la decisión de volver a poner al Victory en servicio activo en alta mar.
Las obras de reacondicionamiento para el combate naval, en Portsmouth, encontraron una serie de dificultades y tuvieron que durar tres años, de 1800 a 1803. El 11 de abril de ese año zarpó de Portsmouth al mando del capitán Samuel Sutton, quien a bordo del Victory recuperó la fragata Ambuscade el 28 de mayo (esta fragata británica había sido capturada por los franceses y rebautizada como Embuscade y sólo fue de vuelta a Inglaterra en 1803, cuando recuperó su nombre original inglés).
El 30 de mayo, frente a las costas de Tolón, el capitán Sutton intercambió el mando del Victory con el del Amphion, comandado hasta entonces por el vicealmirante Horatio Nelson, quien daría al Victory la fama que aún posee hoy en día.
Dos años después de ser asignado al mando del Victory, Nelson participó en la batalla de Trafalgar, la más decisiva de las guerras napoleónicas, pues fue la que puso término a las armadas francesa y española ofreciendo de este modo al Reino Unido una supremacía marítima que duraría hasta la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, Nelson no tuvo ocasión de saber de su victoria pues falleció durante la batalla en el curso de un combate cerrado con el Redoutable, un gran navío francés de 74 cañones. Desde las cofas del Redoutable un tirador alcanzó entonces a Nelson. El tiro de mosquete entró por su hombro izquierdo y bajó directamente hasta sus costillas, rompiendo dos de ellas, que perforaron su pulmón izquierdo y cortaron la arteria pulmonar, y finalmente se alojó en su columna vertebral, provocando una lenta muerte al entrar sangre en el pulmón con cada latido del corazón del vicealmirante.
El HMS Victory continúa activo como buque insignia del Segundo Lord del Mar, ​ y sigue estando abierto al público como barco museo (recibe más de 350 000 visitantes al año).
El Victory es pues el buque de guerra más antiguo del mundo en servicio, ​ con treinta años de ventaja sobre la fragata USS Constitución. Esta última es sin embargo el buque más antiguo del mundo en estar en servicio activo además de encontrarse todavía en estado de navegar – Barcos Famosos – [email protected]
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hojadecampanha · 3 years
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Don Francisco Alsedo y Bustamante, el héroe santanderino de Trafalgar
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Nacido en Santander, el 3 de septiembre de 1758, fue uno de los marinos que murieron durante el combate de Trafalgar, el 21 de octubre de 1805. Vino al mundo en el seno de una familia noble, su padre, Francisco de Alsedo y Agüero, era caballero comendador de la Orden de Santiago, además de coronel de los reales ejércitos de S. M., fue gobernador de Ocaña y de las Cuatro villas de la costa: su madre, que murió cuando él era muy joven, era María Antonia de Bustamante, marquesa de Villatorre y vizcondesa de Cabañas.
Al año siguiente del nacimiento de Alsedo, el 10 de agosto de 1759, se produce el prematuro fallecimiento del rey Fernando VI y la llegada a España, procedente de Nápoles, de su hermanastro Carlos III que, ante la actitud hostil del gobierno británico de William Pitt, estableció con Francia el tercer Pacto de Familia del año 1761, que trajo consigo la declaración de guerra con Inglaterra el 2 de enero de 1762. El 13 de agosto se rinde La Habana a los ingleses y el 22 de septiembre lo hace Manila.
Alsedo recibió sus primeras enseñanzas en el Real Seminario de Nobles, ingresando el 27 de abril de 1774 en la compañía de guardiamarinas de Cádiz. Finalizados los estudios embarcó en el navío “Paula” de la escuadra mandada por el general Arce, condujo un convoy de Cádiz a Cartagena, donde pasó al jabeque “Gamo” de la escuadra del teniente general Pedro de Castejón que el día 8 de julio de 1775 batió las fortalezas de Argel protegiendo el desembarco y posterior reembarco de las fuerzas del conde de Orelly. Finalizadas estas operaciones embarcó la fragata “Santa Marta” y, posteriormente, en el jabeque “Atrevido”, desembarcando el 21 de octubre de 1775 en Ferrol.
Al año siguiente, embarcó en la fragata “Dorotea” navegando por el golfo de México, pasando en 1779 a la fragata “Nuestra Señora de la O” realizando varias comisiones por aquellos mares. En abril de este año, Carlos III decide intervenir junto a Francia en ayuda de las trece colonias inglesas en Norteamérica, que se habían sublevado contra la metrópoli. En el mes de julio de 1779 las tropas españolas inician el bloqueo de Gibraltar.
El 16 de octubre de 1780, Alsedo formó parte de la expedición organizada por el general Bernardo Gálvez, gobernador de la Luisiana, que, al mando del jefe de escuadra José Solano, salió de La Habana para tomar Pensacola y terminar con la ocupación inglesa de la Florida occidental. Un fuerte temporal impidió que se pudiera llevar a cabo la misión. La fragata de Alsedo, que estuvo a punto de naufragar, consiguió regresar a La Habana en compañía de la fragata “Santa Cecilia” y del paquebote “Pío” después de apresar a dos fragatas inglesas que, armadas en corso, navegaban de Jamaica a Nueva York.
En octubre de 1781, regresó a Cádiz y embarcó en el navío “San Vicente” de la escuadra del general Luis de Córdova, donde estuvo hasta el 20 de marzo de 1782 que pasó al navío “San Dámaso”, buque insignia de la escuadra del jefe de escuadra Antonio Osorno, que se incorporó a la del contralmirante conde de Guichen para participar en la expedición a las Islas de la Madera, actuales Islas de la Bahía (Honduras), y Puerto Santo (Venezuela).
Posteriormente, ambas escuadras en unión de la de Luis de Córdova, tomaron parte en la última campaña en el Canal de la Mancha y el 13 de septiembre en el fracasado intento de asalto con baterías flotantes a Gibraltar. En esta última acción, Alsedo resultó herido, al proteger a dichas baterías durante el ataque. A pesar de lo cual, no consintió en retirarse del combate hasta que éste finalizó al día siguiente. Restablecido de su herida, embarcó en el navío “San Pascual” como ayudante del teniente general Juan de Lángara, cuya escuadra partía hacia América. El 21 de diciembre de 1782 fue promovido al empleo de teniente de navío, pero la escuadra de Juan de Lángara no llegó a salir y Alsedo embarcó sucesivamente en los navíos “San Fermín” y “Santa Isabel”, del que desembarcó con licencia para Santander. Terminada la licencia volvió a incorporarse, destinado a los batallones y brigadas de marina, que, por entonces, mandaban oficiales del cuerpo general de la armada. En junio de 1986 fue nombrado alférez de la compañía de guardiamarinas.
A principios de 1787 embarcó en la fragata “Paz” como oficial de órdenes del jefe de escuadra Gabriel de Aristizábal, encargado del mando de los guardiamarinas de la compañía de Ferrol, destinada en la escuadra de evoluciones de Juan de Lángara. El 14 de junio de 1791, Alsedo ascendió a capitán de fragata y embarcó en el navío “Europa” como comandante de los guardiamarinas destinados en la escuadra del general Francisco de Borja. Pasó a Cádiz, embarcando en el navío “Salvador” como primer ayudante, en la escuadra del teniente general marqués del Socorro, José Solano y Bote, participó en la campaña del cabo Finisterre y regresó a Cádiz, sirviendo sucesivamente como ayudante mayor de los generales Gabriel de Aristizábal, Francisco de Borja y Felipe López de Carrizosa. El 12 de julio de 1792 fue nombrado teniente de la compañía de guardiamarinas de Ferrol.
El 15 de mayo de 1793, la Convención Francesa declaró la guerra a España, Alsedo embarcó en el navío “San Eugenio” como mayor general de la escuadra del teniente general Gabriel de Aristizábal, destinada a la América septentrional, teniendo como misión la protección del comercio español y el hostigamiento a la parte de la isla de Santo Domingo que estaba en poder de los franceses, desde donde actuaban los corsarios contra los buques españoles. En la noche del 27 de enero de 1794, Alsedo participó de forma muy activa en la toma del puerto de Fuerte- Delfín (Santo Domingo). Al frente de cuatrocientos hombres, tomó por sorpresa el fuerte de la Boca y la llamada batería de Llars, permitiendo la entrada de una fragata y un bergantín ofrecieron la rendición de la plaza que, capituló a pesar de estar guarnecida por fuerzas muy superiores a las españolas. Regresó a La Habana y continuó prestando servicios, en aquellos mares, durante la guerra con Inglaterra.
El 22 de julio de 1795 se firmó la Paz de Basilea, por la que Francia devolvió a España los territorios conquistados y percibió como contrapartida la parte española de Santo Domingo. El 18 de agosto de 1796 se firmó entre España y Francia el Tratado de San Ildefonso y el 6 de octubre se inició una nueva guerra contra Inglaterra. El 29 de octubre de ese mismo año, Alsedo ascendió a capitán de navío, y el 14 de febrero de 1797, una escuadra española, al mando del teniente general José de Córdova y Ramos fue derrotada en cabo San Vicente por la inglesa que mandaba el almirante John Jervisy en la que se encontraba el comodoro Horacio Nelson. Este mismo mes, el almirante Eliab Harvey se apoderó de Trinidad y fue derrotado en Puerto Rico. En julio Nelson atacó Cádiz y posteriormente Santa Cruz de Tenerife, donde fue rechazado y sufrió la pérdida de un brazo.
El 6 de mayo de este año, 1801, Alsedo tomó el mando del navío “San Ramón” y el día 8 salió de La Habana con la fragata “Anfitrite”, que arbolaba la insignia del brigadier Francisco de Montes, escoltando un convoy para los puertos de Barlovento. Al regresar a La Habana, tras separarse de la “Anfitrite”, se encontró con un navío, dos fragatas y una corbeta inglesas, una de las fragatas le dio alcance y tuvo que batirse en retirada ante la superioridad enemiga, durante la noche se refugió en el placer de la Cruz del Padre en las cercanías del puerto de Matanzas (Cuba) y a la mañana siguiente consiguió entrar en este puerto, donde permaneció bloqueado dos meses y medio hasta que, aprovechando un descuido de las fuerzas que efectuaban el bloqueo, salió rumbo a La Habana escoltando un convoy con un valioso cargamento.
En diciembre del mismo año tomó el mando del navío “Asia”. Al zarpar hacia España, a la salida de puerto, un tremendo temporal dejó al buque desarbolado y con una importante vía de agua que le obligó a entrar en Puerto Rico para repararla. Reparadas las averías salió para Cádiz, trasladándose posteriormente a Cartagena donde el buque entró en obras.
El 27 de marzo de 1802 se firmó la Paz de Amiens, una tregua entre Francia e Inglaterra, que permitió a España recuperar Menorca a cambio de ceder Trinidad a Inglaterra. El 29 de marzo de 1804, Napoleón se convirtió en emperador de los franceses. Godoy se inclinó de nuevo hacia Francia, Alsedo fue nombrado mayor general del departamento de Ferrol y en junio de 1805 tomó el mando del navío “Montañés”, incorporándose a la recién creada escuadra del general Grandallana.
El 14 de agosto salió de la ría de Ares con la escuadra combinada de Francia y España a las órdenes del almirante Villeneuve y del teniente general Federico Gravina con rumbo hacia el canal de la Mancha para tratar de dominar estas aguas mientras las fuerzas terrestres de Napoleón desembarcaban en las islas Británicas.
En la mar avistaron a la flota del almirante francés Allemand que había salido de Rochefort para unirse a la escuadra de Villeneuve. Allemand entró en Vigo el día 16, y la escuadra combinada se dirigió a Cádiz para evitar el enfrentamiento con la que había creído que era una flota enemiga. El día 19 fondeó en la bahía de Cádiz la escuadra, formada por treinta y tres navíos (dieciocho franceses y quince españoles), cinco fragatas y dos corbetas. Napoleón les ordenó salir de puerto y dirigirse al Mediterráneo para junto a la flota que al mando de Salcedo se encontraba en Cartagena, realizar desembarcos en Nápoles y hacer la guerra a ingleses y sus aliados y finalmente entrar en Tolón. Pero los ingleses los bloquearon con una flota al mando del almirante Nelson. Ante lo cual, decidieron esperar a que se presentase una situación favorable para salir. Napoleón impaciente por la tardanza, decidió sustituir a Villeneuve por el almirante  Rosily Merós.
Enterado Villeneuvede las intenciones de relevarle en el mando, decidió salir de Cádiz, cosa que hizo el día 20, enfrentándose ambas escuadras el día 21 en el memorable combate de Trafalgar. El navío “Montañés”, al mando de Alsedo, formaba parte de la escuadra de observación, quedando a retaguardia de la línea de batalla, en la que tuvo lugar lo más duro de la pelea. Se batió durante mucho tiempo con un navío inglés de tres puentes que le ocasionó importantes daños. Alsedo recibió el impacto de una bala de cañón en la espalda y murió en el acto, le relevó en el mando el segundo comandante del buque, capitán de fragata Antonio Castaños, que al poco tiempo sufrió la misma suerte, siendo relevado por el teniente de navío Alejo Gutiérrez de Rubalcaba que continuó el combate hasta recibir la orden de incorporase al Príncipe de Asturias, buque insignia de Gravina, con el que navegando en conserva regresó a Cádiz.
El nombre de Alsedo figura en una placa que, por orden del rey Alfonso XII se colocó en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando para honrar a marinos ilustres muertos en combate. En una de las fachadas de la casa-palacio en que nació, en Santander, se colocó en el año 1880 una placa conmemorativa de su nacimiento. En el Museo Naval de Madrid hay un retrato de Alsedo cuando era teniente de navío con uniforme del cuerpo de guardiamarinas de la época, pintado en óleo sobre lienzo.
En honor de Alsedo la Armada ha denominado con su nombre a un bergantín que estuvo en servicio entre 1851 y 1869; un cañonero, en servicio de 1882 a 1898; un destructor, en servicio de 1924 y 1957, y un patrullero, en servicio de 1977 a 1993.
Bibliografía: Elogio de Don Francisco Alsedo y Bustamante, Valladolid Viuda e Hijos de Santander, 1806 Marinos Ilustres de La Provincia de Santander Enciclopedia General del Mar, Barcelona, Ediciones Garriga. Imágenes de WikipediA
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rutaporlahistoria · 6 years
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En el programa de esta semana vamos a repasar, a petición vuestra, la historia operativa de algunos de los barcos más importantes de la Historia de nuestro país. 
Como siempre hemos dicho, los marinos españoles han escrito con letras de oro grandes páginas de nuestra Historia, y si anteriormente hemos rendido homenaje a estos marinos, había llegado el momento de hablar de sus barcos:
En primer lugar subimos a bordo de la La Real, la galera capitana de Don Juan de Austria en la célebre batalla de Lepanto.
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Después viajaremos a bordo del galeón , San Mateo, la roca flotante del Imperio español, que en la batalla de las Terceiras (1582) combatió a ocho galeones franceses en solitario.
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En tercer lugar nos visita el navío de línea "El Glorioso", que libró tres combates contra 12 barcos enemigos, de los que hizo volar uno y hundió otro.
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Nuestro siguiente invitado fue el "Santísima Trinidad", el navío mejor armado y el más grande del mundo en su momento, siendo el buque insignia de la España de finales del XVIII y principios del XIX.
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Los dos últimos barcos a los que nos subimos difieren de su misión de los cuatro anteriores, el buque escuela Juan Sebastían Elcano; y la corbeta María Pita, quizá el barco más desconocido de los que hemos hablado hoy, pero que se ganó su página en la Historia llevando a cabo "La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna".
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Pulsa aquí para escuchar nuestro homenaje a los barcos de la Armada española.
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dyskolo · 4 years
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Cuadro quinto (VIII). La expedición del almirante Vernon (1738)
[Decimoquinta parte de “Los piratas en Cartagena”, de Soledad Acosta de Samper]
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Capítulo VIII. Dentro de las murallas de Cartagena
Desde fines de 1739 había arribado a Cartagena el nuevo virrey del Nuevo Reino de Granada, el cual, como comprendiese que podría servir mejor al rey permaneciendo en la costa, en donde había riesgo de invasión extranjera, resolvió quedarse allí todo el tiempo que fuese necesario.
Nombrado como gobernante sucesor del presidente don Francisco González Manrique, don Sebastián de Eslava tenía vara alta en la corte, en donde había ejercido el cargo de ayo del infante don Felipe, y era comendador de Calatrava y teniente general. Como hombre de gran valer, de pericia y de mérito, se le había encomendado la reinstalación del virreinato, suspendido desde 1724 por la inercia e ignorancia del primer virrey, don Jorge Villalonga.
Hallábase Eslava en Cartagena cuando ocurrió la sorpresa de Portobelo, a fines del año de 1739, y en seguida la tentativa que hizo Vernon para entrar en el puerto de Cartagena. Aquello le obligó a quedarse allí para animar con su presencia a los defensores de la plaza, así como para aguardar la contestación a las representaciones que hizo consecutivamente a la corte, en que pedía encarecidamente y con urgencia socorros para Portobelo y Chagres, que habían sido arruinados por los ingleses. Suplicaba también que cambiasen al teniente general de Portobelo, don Dionisio Martínez de la Vega, el cual ya se había inutilizado por motivo de su edad y enfermedades. Pedía que mandasen en su lugar un empleado importante, pues aquellos sitios debían conservarse de manera que los enemigos no pudiesen volver a apoderarse de ellos. Además de esto pidió que le mandasen de España la tropa, municiones y pertrechos de guerra que consideraba indispensables para defender aquella ciudad, asegurando que si le enviaban lo que necesitaban él y el teniente general don Blas de Lezo, respondían ambos con sus cabezas de la conservación de Cartagena.
Por esta vez se manifestó el gobierno español activo y cuidadoso: despachó inmediatamente a Cartagena tres segundos batallones con banderas y oficiales de los regimientos de España, Aragón y Granada, y grande acopio de armamentos, pertrechos y cuanto podía necesitar la plaza. Entre tanto, don Blas de Lezo había hecho trincheras formidables, y guarnecídolas con muchos cañones de superior calibre, de a 24 y de a 18. El gobernador de la plaza, don Melchor de Navarrete, había tenido cuidado de preparar con tiempo, enseñándoles sus deberes con la mayor actividad, a los mil cien soldados españoles, quinientos criollos y seiscientos indios de trabajo que tenía a su cargo, junto con las seis naves de guerra, tripuladas con cuatrocientos soldados y seiscientos marinos, que se hallaban en el puerto.
Pero si los ingleses habían sido tan descuidados que no se tomaron el trabajo de averiguar con certeza cuál era la guarnición de las plazas españolas, don Blas de Lezo, al contrario, había logrado introducir dos espías en la armada de Vernon, los cuales, no bien hubo surgido la escuadra en Playa Grande, cuando aprovechándose de una noche oscura y lluviosa, lograron alejarse de las naves del enemigo, y desembarcar en la Punta de la Canoa, y de allí, por veredas recónditas y excusadas, entrar en Cartagena y presentarse al bravo don Blas, que les aguardaba con la mayor ansiedad.
—No hemos podido, —dijo uno de los espías—, averiguar cuáles son las intenciones de los ingleses con respecto a la manera como atacarán la plaza.
—¿Y a qué os mandé entonces? —exclamó el teniente general
—A que averiguásemos la fuerza exacta que tiene el enemigo, y lo demás que pudiésemos descubrir.
—Es verdad. ¿Y lograsteis esto?
—Cumplimos enteramente con la primera parte de nuestra comisión, y en el papel que tenemos aquí hallará su excelencia apuntado el número de naves que posee el enemigo con sus cañones y los nombres de sus comandantes y capitanes. Además de eso, supimos, de una manera exacta, que traen nueve mil hombres de desembarco; dos mil negros de trabajo tomados en Jamaica y armados con excelentes machetes, fuera de las tripulaciones de los navíos; el servicio de hospital, que viene en una nave aparejada para el caso, y noventa buques de transportes, dos bombarderas y otras embarcaciones de menor fuerza, con un soberbio tren de artillería de primer orden.
Leyó don Blas de Lezo el papel que le entregaron los espías, y al cabo de un momento dijo:
—Así, pues, nosotros por todo no alcanzamos a contar con tres mil combatientes; ellos nos atacarán con mucho más de doce mil hombres por junto… Pero eso no importa. Juro a Dios que, con la protección que no dudo nos dispensará El, y la intervención de su Santísima Madre, hemos de rechazar a los ingleses y levantar en alto el estandarte que nos ha confiado nuestro señor el rey de España.
—Traen unas medallas, dijo uno de los espías, con las cuales pretenden recompensar a los más valientes de los suyos, en las que dicen que han representado a usía entregando las llaves de la plaza de Cartagena y con rodilla en tierra.
—¡Los malvados! exclamó Lezo, palideciendo de rabia—. ¡Primero me verán muerto que cobarde! ¡Si Dios me concede la victoria, estoy listo a entregar la vida en la demanda, pero no antes de haber visto huir vergonzosamente de estas playas al jactancioso y soberbio enemigo!
La Providencia aceptó aquel voto del valiente general, como después veremos.
No bien había clareado el día 5 de marzo, cuando los cartageneros vieron una nube de naves pequeñas del enemigo, fondeando en línea lo más cerca posible de la playa, sin duda para defender y proteger el desembarco de las tropas sobre la Playa Grande.
El general español mandó inmediatamente que se atrincherase una gran parte de las tropas por aquel lado. Pero en breve se vio que aquélla era una estratagema del enemigo para dar tiempo a varios oficiales marinos e ingenieros a que reconociesen el puerto y la plaza, y buscasen un sitio propio para el desembarco de las tropas, así como también sondear las costas para reconocer hasta qué punto podrían acercarse las naves grandes de guerra.
Varios días gastaron los ingleses en aquellas averiguaciones, sin que los de adentro pudiesen impedirlo. Al amanecer del día 9 de marzo sir Chaloner Ogle en su buque —El Jersey—, enarbolada bandera inglesa y la insignia de su rango, llevando a su bordo al general Wentworth, seguido de otro navío de alto bordo en que iba el almirante, y con mucha tropa de desembarco en ambos navíos, se encaminó hacia la boca del puerto, a batir los fuertes de Santiago y San Felipe, en Boca Chica y tratar de apoderarse de la pequeña fortaleza de Chumba. El comodoro Lestock, con la tercera división, trató entre tanto de dividir la atención de los que defendían la plaza, mientras que otros buques, el Norfolk, el Shrewsbury y el Russell, iban a reforzar a los jefes que atacaban los castillos de San Felipe y Santiago. En la fortaleza de Chumba se encontraba una pequeña guarnición, la cual trató de abrir fuego sobre los buques a su paso por delante; pero entonces el capitán de la Princesa Amalia, navío de 80 cañones, la atacó con tanto brío, que los españoles no pudieron defenderse por no haber artillado con tiempo las baterías de fajinas, y sus fuegos fueron apagados.
Entre tanto los ingleses habían atacado los castillos de San Felipe y Santiago con una fuerza tan superior a la que había adentro, que no sólo apagaron sus fuegos en el espacio de una hora, sino que desmantelaron y abrieron enormes brechas a las fortalezas, las cuales fueron abandonadas por los españoles. Pero si los ingleses eran dueños de los dos castillos de la isla de Tierra Bomba, los españoles conservaban los de San Luis y San José, el primero en el extremo de la isla de Barú, y el otro en un islote del mismo lado. Los ingenieros de los enemigos pasaron varios días disponiendo las baterías que deberían defender a los que fuesen a atacar aquellos dos castillos.
Al fin, el 19 de marzo, resolvieron atacar una de aquellas baterías, la cual, aunque defendida con brío, no pudo resistir al gran número de los que la embestían, y los españoles la abandonaron. Desde aquel día hasta el 23, en que el enemigo atacó simultáneamente con todas sus fuerzas de mar y tierra y de artillería la fortaleza de San Luis, el fuego no cesaba por ambas partes día y noche.
Allí fueron desbaratados dos buques ingleses, muerto el comandante de uno de ellos, el jefe de ingenieros y varios oficiales; gran número de subalternos quedaron fuera de combate. Los españoles perdieron un buque que les llevaba auxilios y municiones, y después tres navíos de guerra, y quedaron desmanteladas y arruinadas las fortalezas durante el ataque del día 24.
Era imposible ya defender aquellos fuertes, y el gobernador de San Luis resolvió echar bandera blanca y tocar llamada de capitulación. El almirante Vernon, que iba en uno de los buques que más se habían acercado a las fortalezas, exclamó con vengativa ira:
—¡No hay cuartel! ¡A ellos!
Así fue como los ingleses respondieron a aquella señal de rendimiento con todo el fuego de sus baterías, a tiempo que se vio que sus tropas en tierra hacían ademán de acercarse, aunque no lo ejecutaron inmediatamente.
Entre tanto, el gobernador de San Luis mandó tocar retirada, y con las primeras sombras de la noche se embarcó con el mayor orden y serenidad en lanchas y botes que tenía preparadas para el caso el virrey Eslava, que había previsto aquel trance, y esta guarnición, así como la del fuerte inmediato de San José, se incorporó sin el menor desorden a las tropas de la plaza, a la cual lograron retirarse durante la noche. A la madrugada los ingleses tomaron posesión de la entrada del puerto y de los castillos adyacentes.
Fuera de haber perdido la tropa enemiga algo más de quinientos hombres en aquella empresa, los españoles tuvieron la satisfacción de ver completamente destruidos a cañonazos y casi inservibles, varios navíos de guerra, y entre otros el famoso navío Shrewsbury, que tuvo que retirarse a una playa cercana, ya enteramente destrozado.
Los ingleses eran dueños de Boca Chica y de la entrada de la bahía de Cartagena; pero aquel triunfo les fue fatal. Como desembarcasen las tropas en las cercanas playas malsanas, expuestas a ardentísimos soles, careciendo de agua y del abrigo necesario en aquellos climas, al cabo de pocos días habían muerto muchísimos ingleses de fiebre, sin poderse defender absolutamente de aquel contagio, que atacaba a oficiales y soldados.
Habían encomendado a los ingenieros ciertos trabajos preparatorios para atacar la plaza de Cartagena; y como éstos tardasen mucho en aquellas operaciones, Vernon se enfureció, buscó al general Wentworth, que nada tenía que responder de la morosidad del ingeniero, y le dijo palabras tan recias e insultantes, que Wentworth se resintió, hizo propósito de nunca más volver a tratar a Vernon, y resolvieron ambos hacerse una guerra cruda, cada uno para que se desluciese el otro. La verdad era que ambos comprendían, aunque tarde, que el valor de los españoles y las intemperies del clima, que diezmaba a los soldados y marinos, les producirían más pérdidas que ganancias, y que la toma de la plaza de Cartagena, si acaso la llevaban a cabo, costaría más caro de lo que habían pensado. Entonces, para sincerarse de los cargos que indudablemente les harían en Inglaterra, ambos resolvieron echar cada cual la culpa de todo a su compañero y cofrade en el mando de la expedición.
(Continuará...)
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demianblog · 5 years
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El buque español Hespérides recala en Montevideo antes de zarpar hacia la Antártida
El buque español Hespérides recala en Montevideo antes de zarpar hacia la Antártida
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El buque oceanográfico Hespérides, de la Armada española, recaló en el Puerto de Montevideo, la primera escala en la ruta de su XXV Campaña Antártica, después de una travesía de 21 días por el océano Atlántico.
El buque insignia de la investigación polar española, que partió de su puerto base, el Arsenal Militar de Cartagena (sureste de España), el 12 de noviembre, atracó este miércoles…
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generaldavila · 3 years
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MADRID: LA ALCALDÍA DE ESPAÑA. Rafael Dávila Álvarez
MADRID: LA ALCALDÍA DE ESPAÑA. Rafael Dávila Álvarez
  Guste o disguste la Comunidad de Madrid viene a ser la alcaldía de España. Es por lo que el presidente del Gobierno ha irrumpido en la campaña electoral como si en ello le fuese la presidencia. Seguramente hace bien porque le va. Ser o no ser, aunque nada sea, ostenta el cargo y eso engancha. Claro que para que esa Comunidad o alcaldía sea roja, roja, además del color y las estrellitas, sería…
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12endigital · 6 years
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El buque insignia de la Armada Española LHD “Juan Carlos I” hace escala en Alicante
El buque insignia de la Armada Española LHD “Juan Carlos I” hace escala en Alicante
El LHD “Juan Carlos I”, buque insignia de la Armada, tiene previsto na hacer escala en el Puerto de Alicante del día 14 a 16 de diciembre para realizar presencia Naval y descanso de la dotación, después de participar en las maniobras “Eagle Eye” relacionadas con la defensa del espacio aéreo nacional.
Durante su estancia, permanecerá atracado en el Muelle 14, estando prevista visitas de colegios…
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MAY - 02 - (AÑO 1866) - UN DÍA COMO HOY – El Combate del Callao.
El Combate del Callao, también llamado Combate del 2 de mayo (2 de mayo de 1866), fue un enfrentamiento en aguas de este puerto peruano entre una escuadra de la Armada Española, al mando del almirante Casto Méndez Núñez, y las defensas del Callao, bajo mando del entonces Jefe Supremo de la República del Perú, Mariano Ignacio Prado, en el transcurso de la Guerra hispano-sudamericana.
Tras el bombardeo de Valparaíso la escuadra española se dirigió al puerto del Callao. La batalla y su resultado aún son objeto de polémica. Mientras que la historiografía española sostiene que la escuadra se retiró sin daños graves tras arrasar las defensas del Callao, dando por cumplido su cometido, los peruanos mantienen que las baterías de tierra conservaron su capacidad de combate, y que la escuadra se retiró debido a sus daños y la falta de munición.
En 1862, España organizó una expedición naval científica y diplomática que debía recorrer toda la costa americana, desde Río de Janeiro hasta San Francisco. La Escuadra española realizó su misión, llegando hasta California. De regreso, los buques pararon nuevamente en el Callao (a la ida también habían fondeado allí) y recibieron noticias de que en la hacienda de Talambo habían sido asesinados unos colonos españoles. Para algunos historiadores en realidad lo ocurrido fue una riña entre los colonos y los peones de la hacienda que pretendían apresar a uno de ellos que había sostenido un altercado con el propietario, los ánimos se caldearon y en medio de los disparos que intercambiaron ambos grupos, resultaron muertos un español y un peruano quedando también varios heridos, para otros autores se trató de una reacción xenófoba en el contexto de un altercado contra colonos vascos recientemente llegados al lugar. En esos días se sucedieron una serie de cambios en la representación diplomática española ante el Perú que dejaron como único representante al vicecónsul José Antonio Albistur Hurtado.
El 2 de mayo de 1866, a las 10:00 la escuadra española, que se hallaba fondeada en la isla de San Lorenzo, comenzó a levar anclas para marchar en dirección a El Callao. El buque insignia, la fragata "Numancia", encabezaba una formación en V, sirviendo además de protección y buque insignia para los demás barcos. Desde una perspectiva técnica esta formación pudo haber sido mejorada, según diversos autores, si el ataque hubiera sido tomando a las baterías del sur entre dos fuegos incluyendo por retaguardia, se hubiera bombardeado a la población para finalmente lanzarse sobre las defensas del norte. Pero, por una cuestión de honor militar la intención del almirante español era atacar las baterías de frente.
A las 11:30 la "Numancia" largó la señal de zafarrancho de combate. La escuadra española se dividió en dos grupos. El primero (I División), compuesto por la "Numancia", la "Blanca" y la "Resolución" se dirigió hacia las defensas de la zona sur. El segundo, compuesto por la "Berenguela" y la "Villa de Madrid" (II División) y por la "Almansa" y la "Vencedora" (III División), se dirigió hacia el norte. La II División debía atacar las defensas de la zona norte y la III debía enfrentarse con la flota peruana y bombardear el muelle y la población.
Según el Parte de Combate de la Escuadra las bajas españolas fueron de 43 muertos, 83 heridos y 68 contusos, entre los segundos el Almirante Méndez Núñez y algunos otros oficiales y comandantes. Los catálogos españoles respecto a las bajas son de mayor precisión que los listados peruanos, incluyendo todo tipo de datos como el número y tipo de heridas recibidas, la parte del cuerpo afectada o la evolución del enfermo.
Del lado peruano no se sabe con exactitud el número de muertos y heridos. Todas las listas que se confeccionaron entonces eran parciales. ​ En unas se incluían sólo militares, en otras sólo peruanos, la mayoría no incluía extranjeros, y no se llegó a hacer una lista completa y definitiva. Este hecho es descrito por el corresponsal del New York Times en un artículo sobre el combate.
En las Crónicas del Deán Juan Gualberto Valdivia Cornejo públicas en 1873 aparece una relación de 83 individuos muertos que comprende desde el Ministro de Guerra José Gálvez hasta los ciudadanos voluntarios, incluyendo a extranjeros como el ingeniero colombiano Cornelio Borda y el capitán de artillería chileno Juan Salcedo ambos muertos en la Torre "La Merced". Revista Historia del Perú – [email protected]
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teleindiscreta · 6 years
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Primera misión exterior del buque «Juan Carlos I»
El buque «Juan Carlos I» zarpa hoy a las 11:00 horas desde la Base Naval de Rota (Cádiz) con rumbo a su primera misión exterior: su participación en la operación «Inherent Resolve», el operativo de apoyo a Irak en su lucha contra el Estado Islámico.
El buque insignia transportará una unidad de helicópteros del Ejército de Tierra hasta Kuwait, donde volarán con destino la base norteamericana de Taji (Irak). Serán tres helicópteros Chinook HT-17 y dos Cougar HT-27 (estos últimos se encuentran en la base El Copero, Sevilla) de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra los que se desplegarán en el país iraquí para integrarse en la Coalición Internacional contra el Daesh con el objetivo de facilitar las operaciones de transporte de tropas entre los acuartelamientos en los que se encuentran desplegados: Bagdad, Besmayah y Taji, unos helicópteros que también estarán a disposición de la Coalición.
El viaje del buque insignia de la Armada que comienza desde Rota durará aproximadamente 20 días hasta que llegue a Kuwait y en su ruta cruzará el canal de Suez, el estrecho de Bab el Mandeb y el estrecho de Ormuz. Cuando los helicópteros se encuentren en Kuwait desplegarán su vuelo hasta la base de Taji –un recorrido que se espera que finalice a finales de junio– y el «Juan Carlos I» regresará a su base naval. En el camino de retorno, los miembros de las Fuerzas Armadas que irán a bordo del buque realizarán actividades de diplomacia de Defensa con escalas en los puertos de Bombay y Alejandría para contribuir a los intereses de la industria de defensa nacional y, con su presencia, a la estabilidad en áreas de interés en el norte de África.
La operación estará bajo el mando operativo del Jefe del Estado Mayor de la Defensa y pretende ser una muestra más de la capacidad de la Armada para proyectar medios de combate en escenarios lejanos en conflicto para cumplir con sus compromisos en favor de la seguridad y defensa.
El buque cuenta con una Unidad Aérea Embarcada compuesta por 95 personas, 4 aviones AV8B Harrier de la 9ª escuadrilla y 2 helicópteros SH3D de la 5ª escuadrilla, y un Grupo Naval de Plata compuesto por 20 personas y dos LCM. Al «Juan Carlos I» le acompañará para proporcionarle protección de escolta la fragata «Blas de Lezo» (buque multipropósito) donde navegan los 194 miembros de su dotación incluido un equipo operativo de seguridad de Infantería de Marina.
Al mando de la unidad de helicópteros del Ejército de Tierra y de los 74 militares que participarán en la operación «Inherent Resolve» estará, una vez que lleguen a Kuwait, la comandante Gala Gallego, destinada en el batallón de Helicópteros de Maniobra IV, con sede en la base El Copero.
Ésta es la primera vez que una mujer se sitúa al frente de una unidad operativa en las Fuerzas Armadas Españolas. Gallego es natural de La Línea de la Concepción (1975) y ha participado en cuatro misiones en el extranjero: Bosnia y Herzegovina y tres en Afganistán. Su quinta –y desde la dirección de mando–será Irak.
► Una mujer liderará un batallón de helicópteros del Ejército español en Irak
Desde el año 2000, como teniente, es piloto de helicópteros, su primer destino fue el Batallón de helicópteros de Ataque I en Almagro (Ciudad Real). Como capitán se trasladó al Batallón de Helicópteros de Maniobra IV (Bhelma IV), con base en Dos Hermanas (Sevilla).
Las Fuerzas Armadas españolas toman parte en esta misión internacional desde el año 2015. En la actualidad el contingente español en Irak está compuesto por 542 militares y guardias civiles. Su misión es la de adiestrar al Ejército iraquí por equipos conjuntos hispano-estadounidenses desde la base española en Besmayah con el objetivo de que sea capaz de luchar contra los yihadistas y garantizar la seguridad de su país, así como fortalecer sus estructuras de defensa.
Fuente: La Razón
La entrada Primera misión exterior del buque «Juan Carlos I» se publicó primero en Teleindiscreta.
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fidelidadpatria · 3 years
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El LHD “Juan Carlos I”, buque insignia de la Armada española, se certifica para el combate. – Galaxia Militar
El LHD “Juan Carlos I”, buque insignia de la Armada española, se certifica para el combate. – Galaxia Militar
El LHD “Juan Carlos I”, buque insignia de la Armada ha llevado a cabo del 10 al 28 de mayo su periodo de Calificación Operativa (CALOP). Estas Calificaciones Operativas, dirigidas y evaluadas por el Centro de Evaluación y Certificación para el Combate de la Flota, son el instrumento de que dispone el Almirante de la Flota para conocer el grado de adiestramiento de los buques y unidades y su…
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judoforum · 7 years
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Nuevo año, nuevo blog ¡¡Feliz año nuevo!! El Club Forum os desea un feliz año nuevo a todxs. Tras diez años representados por el buque insignia de la Armada Española, Juan Sebastián Elcano, debemos actualizarnos.
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El portaeronaves Juan Carlos I se podrá visitar de manera GRATUITA este fin de semana
El portaeronaves Juan Carlos I se podrá visitar de manera GRATUITA este fin de semana
El Juan Carlos I es el mayor buque de la historia de la Armada Española y su actual buque insignia (más de 27.000 toneladas de desplazamiento y 231 metros de eslora). Durante este fin de semana hace escala en Valencia y se podrá visitar sábado y domingo. El buque anfibio portaeronaves ‘Juan Carlos I’, que se encuentra inmerso en el ejercicio ‘Brilliant Mariner-17’ (un entrenamiento de la OTAN…
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Vídeo: El portaaviones «Príncipe de Asturias» zarpa para su desguace en Ferrol
Vídeo: El portaaviones «Príncipe de Asturias» zarpa para su desguace en Ferrol
Publicado por Esteban Villarejo el Aug 9, 2017 Surus Inversa, empresa propietaria del portaaviones «Príncipe de Asturias» (R-11), ha iniciado esta mañana los trabajos de remolque del que fuera buque insignia de la Armada Española durante 25 años (1988-2013) con el objetivo de trasladarlo a Turquía para su desguace. Este viaje se espera realizar en 20 días y en la operación de salida del Arsenal…
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