#como para que se anime a contar una historia pendeja

[diesiraev]

           ❝ Soy una ladrona . . . ❞ pronuncia al tiempo en que deja la segunda copa delante del cliente, una sonrisa divertida acompaña sus palabras; el sonido de piano de fondo y las conversaciones a los costados, así como la mirada risueña que dedica; parece quitarle seriedad a aquella oración apenas dicha. Sora se encoge de hombros, sirviendo vodka en el vaso que recién ha coloca delante de ella  ❝ No me creas totalmente, ahora sólo puede ser una historia divertida que cuento mientras bebo. Tal vez ya le he colocado mil retazos de un sin fin de sin sentidos. ❞ inclina su rostro al tiempo en que su hombro se eleva. Mirada busca la ajena para cerciorarse que le pone atención, a pesar de que solo le ha servido dos copas; no logra descifrar si su soporte al alcohol es lo suficientemente bueno como para creerle o para tildarla de loca  ❝ Me encontraba en una esquina, frente a una tienda de instrumentos, cuando vi que del camión bajaban algo grande, era un piano . . . ❞ deja escapar una risa junto al nombre del instrumento, pupilas brillan picaras como si realmente las imagenes de aquellos momentos estuviera cruzando su mente  ❝ Yo solía tocar el piano ❞ pronuncia, sus cejas se alzan casi al tiempo en que su mano lo hace  ❝ En serio, yo era buenisíma  ❞ se apresura a aclarar, augurando que pudiera no creerle  ❝ Recuerdo que tuve que abrir y cerrar el paraguas en mis manos para disimular la ansiedad que sentí en mis dedos, al asomarme al escaparete. Quería tocarlo, pensé, si tan sólo lo tuviera, lo tocaría mejor que nadie. . . ❞ hace de su mano un puño, imagenes propias de una versión infantil acuden a su mente; las clases, las lecciones y el futuro que ella misma se auguraba. Si tan sólo hubiera tenido la oportunidad  ❝ Entonces me propuse, durante la madrugada, yo robaría ese piano. ❞   ﹙      𝐬𝐭𝐚𝐫𝐭𝐞𝐫 𝐩𝐫𝐢𝐯𝐚𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 : @cinmvclub​     ﹚     ⠀     

[raulcardos]

Carolina.

Soy un metiche. Confieso que, siempre que estoy solo en algún lugar, tiendo a querer escuchar con morbosa atención las conversaciones de la gente que me rodea. Lo hago en parte porque estoy convencido de que entender mejor a todas las personas me ayuda a comunicarme mejor con ellas y, como me dedico a la publicidad, me parece también que mientras más las conozco más probable es que los anuncios que escribo conecten con ellas de manera relevante.

 Pienso además que cualquier cosa que ocurre a tu alrededor, cualquier anécdota, cualquier conversación, puede detonar una idea o una historia que contar.

 Pero más allá de toda esta explicación o “justificación” de por qué lo hago, supongo, y acepto, que en fondo debo ser un metiche profesional. Sí.

 Escucho conversaciones ajenas en los cafés, en los restaurantes, en las salas de espera, en todos lados cuando estoy solo. Las conversaciones de la gente, por más profundas o banales que sean siempre están llenas de insights, siempre tienen algo de información que puede ser relevante y que se puede usar para algo. Si las historias me parecen interesantes, dramáticas o divertidas, las comparto.

 La del día de ayer, fue un caso particular.

 Estaba en un avión de Guadalajara hacia Cancún. A mi lado, una pareja en sus 30’s. Tapatíos. De esas parejas fresas, fresas. Dos chicos que iban a Cancún a pasar el puente, supongo, con otras 3 o 4 parejas que estaban sentadas más adelante. Ella muy linda. Arreglada impecable, delgada, pelo negro rizado, look “casual chick”, bolsota de marca, maquillaje, sombrerote listo para no perder el estilo en la playa, en fin, el estereotipo de la “niña bien”. Él, galanazo Mirrey. Jeans, barba a medio crecer, playera polo negra con el cuello alzado, mocasín con hebilla Ferragamo sin calcetín, relojazo.

 La conversación, al principio, era bastante normal. Ella miraba fotos de sus hijos en el teléfono mientras le hablaba sobre “lo divertida que había estado la comida en casa de su mamá” y él parecía no prestarle mucha atención ni estar muy interesado en el tema.

 De pronto, sacó su celular, se puso a checar algo que debe haber sido un estado de cuenta de su tarjeta y empezó con las preguntas.

 “¿Santa Marcela?” le preguntó, muy serio.

 “Santa Marcela, es en Chihuahua mi amor”, le contestó ella.

 “¿Y eso qué o qué?”

 “Te dije, es al que fui con mis amigas ahora que estuve de viaje…”

 “¿Mil quinientos pesos?”, siguió él.

 “Te dije que yo pagué la comida y ellas me dieron el efectivo mi amor”

 “Pues yo nunca vi ese efectivo”

 “Lo usé después para pagar el gas y la limpieza mi amor, te dije”.

 “¿¿5 mil pesos en Cosco??”, fue la segunda pregunta.

 “Compré las sábanas y las pijamas de los niños mi amor”, contestó entonces ella, que empezaba a ponerse nerviosa al grado que dejó de ver las fotos y se puso mirar la pantalla del estado de cuenta con él.

 “¿¿¿5 mil pesos en sábanas y pijamas???”, su tono de voz se ponía más alto y más serio.

 “Eso cuestan las sábanas, los niños necesitaban pijamas mi amor”

 Me llamó la atención como mientras la voz de él iba subiendo de tono, la de ella bajaba, le hablaba muy dulcemente y terminaba cada frase con un “mi amor…”

 “¿¿¿Y estos 1,700 en la boutique no sé qué, esto de qué chingados es???”

 “Es el regalo de cumpleaños de Toño mi amor, me dijiste que lo comprara yo”

 “Sí pero no te dije que te podías gastar 1,700 pesos en un puto regalo, ¿en qué estabas pensando?”

 “En tu amigo, mi amor, en que para ti sería importante quedar bien con tu amigo”

 “Pues eso lo decido yo, no tú”

 Y aquí es donde la conversación empezó a ponerse todavía más incómoda.

 “Esto no es en lo que quedamos Carolina. Estoy muy emputado y tú parece que no me entiendes. El dinero lo gano yo. Tú vives de mí y no puede ser que hagas estas pendejadas todo el tiempo. ¿Quién te ha dicho que puedes gastar así porque sí?, síguele y te quito la puta tarjetita vas a ver”

 “¿Cómo que el dinero lo gano yo?, ¿¿qué carajo es eso de “tú vives de mí”??, ¿¿¿cómo que “te quito la puta tarjetita”???”, pensaba yo mientras escuchaba todas esas estupideces. Me daban unas ganas enormes de interrumpir al tipo y decirle lo equivocado que está y lo imbécil y retrasado emocional que es, pero pensé que sería peor o, no sé, simplemente no me atreví.

 Silencio.

 Él le dio la espalda y se volteó a mirar por la ventana. Ella se quedó callada, pasmada, viendo al frente, agachada, llevándose las manos a la cabeza. Esa linda mujer que entró al avión seguida de un tipo con cara de niño pendejo que debería agradecer a Dios todos los días por estar a su lado, caminando con actitud de comerse el mundo como si fuera una modelo, hiper arreglada aunque eran apenas las 6 de la mañana, parecía ahora un pajarito recién nacido y herido que había caído de un nido. Frágil, descompuesta, tratando de aguantar las lágrimas. Estaba ahí sentada, en medio de nosotros dos, atrapada, sin saber qué hacer y evidentemente, sin saber qué decir. Y yo, incómodo, enojado, tampoco. En un momento me miró apenada, consciente de que yo estaba escuchando toda la conversación y suspiró y me sonrió levemente, como buscando algo de alivio y complicidad al hacerlo. Yo traté de hacer un gesto de comprensión que espero ella haya notado.

 “¡Este asiento no se reclina Carolina!” dijo de pronto él, rompiendo de nuevo el silencio.

 “Nos tocó detrás de la salida de emergencia mi amor (¿¿¿mi amor???) estos asientos no se reclinan”.

 “Echtoch achentos no che reclinan, echtoch achentos no che reclinan”, le arremedó él fingiendo una voz como de niñita pendeja, mientras acomodaba su chamarra contra la ventana para volverse a recargar y dormir.

 Desde mi asiento yo lo miraba serio y “retador”, tratando de hacerle notar mi evidente molestia. Fue lo más que me salió hacer. Literalmente, en ese momento no sabía qué más podía hacer. ¿Decirle algo?, ¿decirle algo a ella?...No pude hacer nada. Me quedé inmóvil.

 “¿¿Y por qué chingados no pagas boletos en primera clase para entonces ir más cómodo y la dejas de chingar de una vez, mal parido??” pensé. Encima el imbécil se había tomado el asiento de la ventana para ir más cómodo y la había dejado a ella en medio.

 Lo pensé, sí. Pero no se lo dije. Me sentí inútil. Frustrado, incómodo y muy, muy enojado. Conmigo por no saber qué hacer, con ese estúpido neandertal que hizo que me avergonzara una vez más de mi género y también con ella, por soportar esa humillación que seguramente era solo una de muchas que debe tener que soportar todos los días de su vida.

 Despegamos. Para terminar con la escena, el tipo se dio el lujo de llamar a la azafata tronando los dedos para preguntar (a las 6:15 de la mañana, sí) si podía traerle un whisky. Obviamente ella le respondió que no, que no había whisky y se durmió.

 Carolina se quedó en silencio. Sacó de nuevo su celular y siguió viendo las fotos de sus hijos. Refugiándose en ellos, supongo, (un niño y dos niñas, por cierto) tal vez sin darse cuenta del daño que les debe estar haciendo crecer con un padre así.

 No creo que Carolina lea nunca esta historia. Pero igual le ofrezco una disculpa por no haberme atrevido a hacer nada. Y otra, a nombre de todos los hombres, porque ninguna mujer, ningún ser humano, merece ser tratado así.

 Y si por casualidad tú que me lees eres una Carolina que vive con un tipo así o al que le ves el potencial de ser así, detenlo. Enfréntalo. O vete, corre, escapa, haz lo que sea, pero no te dejes. Sé que es fácil decirlo, pero no te dejes. Sé que puedes pensar que sin él vas a estar peor pero en verdad, créeme, no es así.

Cree en ti misma, date fuerzas, sácalas de donde puedas, pide ayuda, pero no dejes jamás que nadie, ningún hombre, te quiera hacer sentir menos ni te falte al respeto de esa manera. No dejes que tus hijos lo vean. No dejes que piensen que “es normal”.

 Y a ti, hombre, espero que esto te indigne tanto como me indignó a mí y te invito a que si alguna vez eres testigo de algo así, encuentres la inteligencia que yo no encontré y hagas algo. Yo no entiendo por qué no pude hacer nada. Me vinieron mil pensamientos a la cabeza, pero no hice nada. Pensé que tal vez estaba exagerando y que no me debía meter en “un pleito de pareja”, pensé que tal vez ella se enojaría y me diría “usted no se meta”, pensé que el tipo podría ponerse todavía más agresivo, en fin, no sé qué carajo me pasó pero el hecho es que no supe cómo reaccionar. Si alguien que me lee ha estado en una situación similar o sabe qué se debe o no hacer, me encantaría que me lo diga.

  Ahora, que espero de corazón que no, pero si por desgracia eres parecido al imbécil del marido de Carolina, entiéndelo de una vez:

 Ninguna mujer “vive de ti” ni “tú traes el dinero”.

 Una pareja es eso: una pareja. Un equipo que se divide las tareas, de la manera que sea, para poder vivir y convivir juntos en armonía, en paz e, idealmente, con felicidad. Si los dos trabajan, bien. Si ella (no tú, ella) decide no hacerlo porque su foco o su felicidad están en administrar el hogar y cuidar de los niños, bien también, porque vaya que eso también es un trabajo que implica mucho esfuerzo. Pero ésa es SU decisión, no tuya. El ingreso es de los dos y los dos viven con los dos, como equipo. Tu mujer no es tu esclava, es tu pareja y es una persona totalmente independiente de ti. No depende de ti ni puedes andar por la vida amenazándola, condicionándola ni cuestionando lo que hace o por qué lo hace, pedazo de animal.

 No sé si porque no hice nada o por qué, pero esta vez no escribo todo esto por metiche, como lo hago tantas veces en twitter cuando escucho conversaciones ajenas. Lo escribo para sacármelo de encima y para tratar de ayudar pensando que tal vez alguien que lo lea cambie. Si por lo menos una “Carolina” se ve reflejada en esto y reacciona, me sentiré mejor. Y si por lo menos un (ojalá y muchos) hombre de los que actúan así también se da cuenta de lo mal que está, se avergüenza y cambia, mejor aun.

  Termino de escribir de nuevo en un avión, llegando a Monterrey, esperando que Carolina esté disfrutando la playa en Cancún y reflexionando sobre lo maravillosa que podría ser su vida cuando se de cuenta de que no, no “vive de él”.

[thestar-xvii]

" ...love is evil, It's a version of perversion that is only for the lucky people..."

Pasé muchísimo tiempo de mi vida esperando a esa persona especial que llegaría a cambiarlo todo y volver el mundo de color rosa; pese a que todo siempre pintaba a que iba a ir ridículamente mal, nunca perdí la esperanza. Las ilusiones iban y venían desde que tengo memoria, me decepcionaba pero la vida seguía, normal.

A los 18 años tuve mi primer relación de verdad tóxica, sin embargo eso no cambió mi perspectiva de las cosas...

"No todos son iguales..." me repetía.

A los 20 tuve el corazón roto por primera vez, pero roto de verdad, no como antes, no de esas veces que lo superaba en una semana y seguía con mi vida...

Parece que me quiero victimizar, pero no... estoy consciente de que el 99% de la culpa fue mía, por creer todo lo que me decían.

Fueron dos años de reproches a mi misma, por caer una y otra vez, porque su labia era más poderosa que mi conciencia o simplemente porque me dejaba llevar cada que veía sus ojitos azules mirándome y esa sonrisa prometiéndome que esta vez no me iba a fallar. Sin embargo lo hacía.

Después de él, solo vinieron confirmaciones a lo que me negaba a creer...

"TODOS SON IGUALES"...

La historia se repetía una y otra vez, no entendía porque simplemente no eran capaces de decir la verdad o de actuar firmemente. Un no a tiempo es mejor que un no cuando ya hay más sentimientos involucrados.

No voy a contar cada cosa que me ha pasado, que aburrido.

Creo que mi problema más grande es que lo daba todo de golpe, sin pararme a pensar si lo merecía de verdad. Además de que solía apoyarme en esas personas en los momentos mas complicados y creaba una clase de dependencia emocional por pendeja.

La última vez que estuve frente a una situación "difícil" simplemente me cansé, fue como si algo en mi interior dijera "Ya, hasta aquí, esto no es para mí" y solamente comencé a creerlo. Es como si algo se hubiera roto.

La sola idea de tener que enfrentarme a ese tipo de sensaciones de nuevo me repele, me asquea. Creo que si tuviera que ponerle un color a lo que estoy sintiendo respecto a todo esto en esta etapa de mi vida, seria gris. Sin matices, sin nada, solo gris y ya.

Ni siquiera quiero dejar un mensaje positivo en esto. Solo quería desahogarme. Así que la verdad no me importa si tienen algo que decir acerca de lo que acaban de leer.

[amyleeryba]

No se que poner de titulo pero es una historia B: pinchesvatosdeveras

 Amikas les voy a contar algo que acabo de razonar hoy en mi work mientras me hacia (like always) pendeja y esperaba mi hora de salida para ir a ver toy story 4 con mi vato (QUE POR CIERTO DESPUES DE VERLA ESTOY EMPUTADA PINCHE BONNIE HIJA DE TU REPUTA MADRE NETA OJALA EN LA SIGUIENTE ALGUIEN TE META UN PUTAZO PORQUE TE LO MERECES)

la cuestion es que me estaba acordando de mi pinshi ex que para acabar con todo esto me dijo al final

ay yo solo te segui el juego cuando me dijiste que me gustabas y psss te dije que me gustabas tambien pa ver que pasaba y ya tu tampoco nunca me interesaste

el principio de esta historia meca es que cuando yo estaba estudiante en mi escuela de dibujo este morro llego cuando estaba en segundo semestre y a este wey lo vi cuando fui a direccion a comprar unas cosas y estaba el ahi pidiendo informes, la neta no me llamo nada la atencion pero le vi y dije “ah alumno nuevo” me fui a mi salon ya, paso como una semana y el entro ahi a tomar clases junto con otro wey que era su compa a mi ex le pondremos el namikomoon enviado del genesis y a su compa el greñas (pínchegreñas)

la cosa es que no se como vergas les comence a hablar pero el era bien pinshe otaku de esos que vez y quieres patearlo y su amigo no se que era un greñudo que le gustaba lo radical

yo comence a hablarle al greñas y pues el namikomoon me empezo a interesar y asi y me dije ahh podria funcionar, nunca le hablo a morros asi porque si, tal vez se de algo lindo y yo con buenos sentimientos me dije jalo

la cuestion es que no se en que momento las cosas cambiaron, recuerdo que hubo un evento del dia de muertos (ajuaaa) y una maestra bien culera que casi me reprueba nos hizo pintarnos nuestras caritas y recuerdo que el me gusto un poquito pero no tanto XDDD la cosa es que despues del evento como que su amigo ya sospechaba de que me gustaba o algo ya que nos hizo tomarnos una foto y reucerdo que la pinche foto la vi una vez y jamas la vi de nuevo pero recuerdo que yo salia linda y es raro que yo salga linda

yo tengo un mejor amigo porque aun existe (un saludo morro donde quiera que estes B:) y namikomoon y el greñas lo detestaban, asi les cagaba y el sentimiento de mi beffi era mutuo pero el namiko se encelaba y todo y siempre decia cosas como ay es que yo quiero protegerte y ay es que yo te aprecio y el no me agrada ay te ven como si fueras de su propiedad y no me gusta

telosico che morro meco c:

y yo ya me sabia que le gustaba y dije ah bueno si se da algo chido, si no no hay problem no me aguito pero este wey no lo dejo asi, a veces nos ibamos en metro y yo me bajaba antes pero siempre era como que todo el grupo de amiguis se iba junto y el y yo quedabamos al ultimo y asi, la cosa es que un dia solo estabamos el greñas el namiko y yo, y el greñas se fue y nosotros nos quedamos ahi, recuerdo que el vato greñudo le dijo algo asi bien obvio de que dejara de hacerse pendejo o algo asi y el wey solo le grito devuelta que se callara

a todo esto yo estaba toda de what

toda meca sin entender como que si tenia el presentimiento de que algo iba a suceder, total al final el me dijo es que pasa algo y no quiero arruinar la amistad y que no se que, me echo un rollo que ya veia venir como acabaria, mas o menos

y yo recuerdo que le dije, ay ya dilo, total capaz y yo ya arruino tambien, total el dijo que le gustaba y yo tambien lo dije

bai nos fuimos a mi estacion y yo algo feliz porque al fin el resultado era mutuo y a tiempo no como lo demas que siempre que me gustaba alguien era imposible, o ya no le gustaba o le gustaba tarde y a mi no y pendejadas asi, nos fuimos en el metro y nos bajamos en mi estacion, me pidio ser su novia y le dije que simon

cuando me di cuenta de mi error fueron dos dias despues porque actuamos todo normal y asi, dos dias despues el morro me beso, fue mi confieso primer beso y neta lo deteste

estabamos igual en la misma estacion y yo no estaba segura de querer besarlo, no se miedo, nervios ñañaras lo que fuese yo no queria, al final de muchos intentos y de que me quitara se me hizo tarde, me iba a ir y cuando lo hacia el dijo, que linda no quiere que la bese y sacatelas!!! me beso, me quite rapido le dije casi “te veo en quimica” y hui, baje corriendo las escaleras y me fui y mientras caminaba recuerdo que pense que diablos, no se sintio nada, no se sintio bien ni correcto, no me gusto simplemente y ya habia olvidado la sensacion

 que perro miedo

le hable a mi mejor amiga de todos los tiempos y ella me dijo amiga date cuenta ese vato no te gusta ni nada pero yo aferrada me dije que no mames habian pasado dias tenia que darle una oportunidad

pero nel pastel

 conforme pasaron los dias me segui sintiendo igual y no me gustaba que me besara, no se, me daba cosa porque no sabia yo besar, la cuestion es que por mucho que lo retrasara sabia que esto no podia seguir asi, asi que pasadas dos semanas o casi tres

termine con el B:

y diran a weno pos bai todo kul y ya,

NOOOOOOOOOOOO cuando lo estaba terminando el pendejo este se puso a llorar y a rogarme que no lo hiciera que le diera una oportunidad que no fuera mala y yo no sabia que hacer, estabamos en la escuela bien temprano porque era de las primeras en llegar y el men se puso asi de dramatico ahi y yo por mas que decia que sentia que no estaba esto bien que nos habiamos apresurado y todo me mando a la verga y siguio en su papel de drama queen y ya no supe que mas decirle asi que no terminamos, me hizo sentir como una zorra todo el santo dia y al final me fui en camion pa no verle, y recapitular

me senti bien meca y me dije que haria lo posible por avanzar y tener una bonita relacion :)

pura verga, pasaron los dias y me sentia peor, hasta parecia que dejaba de gustarme, las veces que saliamos fuera de la escuela fue para acompañar al greñas a comprar lenceria para su vieja en turno mientras nos haciamos weyes en la tienda y asi, a veces saliamos a una plaza friki ahi por la ciudad y recuerdo que un dia intento besarme asi bien rudo y yo estaba espantada y de repenete escuchamos un ruido bien cabron atras y era un señor en muletas que se habia caido con una banca y el y otros le fueron a ayudar mientras yo estaba agradecida por ello XD sorry señor de las muletas C: lo siento por su caida pero tenkiu porque me salvo ohsiohsi

la cosa es que asi paso el tiempo, de hecho nos vimos un dia despues de navidad, porque salimos de vacaciones de la escuela y pos nos vimos, la cita fue en la plaza comercial esa friki apestosa, estaba cerrada, asi que solo caminamos, yo le compre una cajita bien kawaii desu ne con chocolates caros, cuando nos detuvimos en una especie de teatro asi como al aire libre y solo pues el trataba de besarme y por mas que me hacia para atras no se iba, hasta que me toco el pecho y me senti bien disgusting

no mames me quede traumada con eso, no lo hizo bien se sintio raro y nos quedamos incomodos, yo me queria ir, ya deveras no podia

al final le di los chocolates y el me dio,muchos dias despues, de hecho hasta terminar las vacaciones y volver un puto collar de 20 pesos de era frikiplaza de L

wey no mamar plox

ya le habia dicho cuales putos animes me gustaban, ya sabia yo sus gustos culeros de chico ecchi haremnosos que le gustan las tetas y los culos grandes, ya ok entendia, te gusta el hentai morro, y quieres llegar virgen al matrimonio bien no problem pero A MI NO ME GUSTA DEATH NOTE Y YA TE LO HABIA DICHO NI SIQUIERA HE VISTO EL PUTO ANIME CON UNA CHINGADA!!!! Y SI SABIAS MIS PUTOS ANIMES PORQUE TE LOS DIJE PINCHE PENDEJO Y ME CAGA PORQUE FUE UN REGALO QUE COMPRASTE AL AHI SE VA PORQUE TE VALIO MADRES!!!

prosigo B:

dias despues dije ya a la verga esto no avanza ya hasta me caia gordo y mas porque le hacia bullying a mi beffo y yo estaba asqueada de eso, el y el greñas y la novia de ele greñas que se que me odia yo a ella tambien porque pendeja no estoy darling B: se lo que hiciste el verano pasado y me cagas

esa no es la cuestion, la cosa es que me hartaron sus comentarios mecos de morros de 13 años y yo dije, wey no avanzo, ya estuvo bueno

porque aparte no nos hablabamos en clase ni nada, me ignoraba por completo, como que no queria que nadie se diera cuenta que andabamos ni verga

al principio si llegaba temprano iba y me buscaba al salon me besaba y se iba y todo el dia me ignoraba  

que pedo

asi era la rutina en clases le valia kk y el resto del dia en mi casita no dejaba de chingar en meceenjer, me dije hasta aqui y un dia que hacia la tarea y el me invito a una convencion de no se que verga  (por 14 de febrero) le dije, oye no gracias, escucha mañana puedes llegar temprano de verdad necesitamos hablar, el me dijo ok y ya dejo de fregar la madre

lo intuyo el vato, al dia siguiente ya hablamos y todo y el morro volvio al mismo pinshi cuento de antes pero me amache y dije no today bro, y segui firme en mi decision porque no habia caso

al final me dijo bueno me das un abrazo, y lo hice porque equis ya era lo ultimo

pero NOOOOOOOOOO

se hizo peor una vez que terminamos

tambien me pidio que le besara una ultima vez y yo oc pero rapido y lo hice y me fui la cosa es que despues el seguia llegando sospechosamente temprano y eso hubo dos ocasiones en que estuvo medio culero porque me beso a la fuerza, la primer vez estabamos afuera y yo estaba buscando un banco afuera del salon en el patio trasero y el llego y no se que me dijo y se acerco y me sujeto y bam!!! me beso, no me pude zafar y por mucho que no quise no logre mucho, recuerdo que le grite histerica y hui al baño a llorar B: porque morrita sad que no sabe detener morros acosadores

estaba de ¿is this the real life o is just fantasy? porque no podia soltarme y me dio miedo, espere a que la escuela se llenara para entrar a clases, lo peor era que tenias que compartir varias horas, trataba de ignorarlo pero oir su estupida risa me daba coraje, nunca se lo dije a nadie en esos momentos. Ese wey me empezo a seguir, se ofrecia un chingo en acompañarme a la estacion a la frikiplaza favorita y a todos lados a donde yo lo decia, en las salidas de amigos ahi estaba y yo me sentia atrapada, me cagaba de miedo y no sabia bien que hacer

se pasaba molestando a mi beffie y el greñas igual, no dejaba de querer seguirme, de repente ya lo veia ahi bajarse de la misma estacion, ua vez fuimos a un  paseo y todos llegamos ahi por separado y el estaba en la misma pinche estacion en el mismo momento y le ignore, al final todos e dijeron que como no llegue el vato se habia ofrecido a ir por mi y asi, hasta recuerdo haberle mentido con algo bien pendejo para que dejara de seguirme y cuando llegue al lugar el ya estaba ahi, me shokee un chingo y hui

la cosa que me colmo fue cuando intento besarme de nuevo, creo que lo hizo, estaba sola en el salon y mi beffie se retraso, la cosa fue que llego bien sobres pero esta vez estaba bien enchilada para responder, lo golpee en la cara y y me aparte de el cuanto pude, me golpee con los bancos y le dije asi bien seria como nunca no vuelvas a tocarme nunca oiste, porque te juro que te vas a arrepentir, bien catalina creel me sali de ahi con todos mis tiliches y no fui a clases

de ahi en mas no volvimos a hablar pero el agarro conmigo y el greñas tambien pero todos pensaban que era adorable y asi, la cosa es que me valia madre lo que sucediera con ellos, cuando llego una estudiante de intercambio nos hicimos amiguis y ella era super adorable, era muy hermosa, una chica darks bien tumblr que no creia en el amor

practicamente lucia como

asi de pishiosa estaba, la cosa es que el morro le gusto y anduvo con ella, yo a ella le conte lo que paso entre nosotros y que tuviera cuidado, anduvieron y duraron como dos semanas y ya la morra le termino por sus demonios internos o algo asi, es que ella no creia en el love, la cosa es que ella me conto luego que el pinshi de namikomoon le dijo que yo fui una histerica y que lo trataba mal que cuando anduvimos yo tuve la culpa de todo y que le habia rogado por no terminar, que yo habia deseado que no hubieran andado porque aun me gustaba

hijo de la gran verga

me empute

me acuerdo que era la salida y nos topamos en el metro y le dije

que chingados, que eso que le dije a --------- de mi ¿neta wey? ¿neta vas diciendo eso de mi?

para entonces yo nunca le hable a nadie de esto que habiamos pasado

y el puso sus excusas pendejas y a hacerse la pinshi victima del asuntirijillo y recuerdo claramente que e dijo

ay de todos modos tu nunca me gustaste, solo te segui el juego para que no quedaras en ridiculo, ese dia en la estacion, solo lo hice por lastima

NOMAMES

explote

me senti bien pendeja, estaba de no mames neta me cabas de decir esto, me acuerdo que me senti bien culpable y bien mal, ahora la pendeja era yo por haberle creido? la cosa fue que me quede como impaktada por ello le dije y de que te sirvio fingir todo este tiempo, para que decirme que si y me fui de ahi impaktada, no se si dijo algo mas, no recuerdo, me fui de ahi y soporto un chingo a esos morros el resto de mis dias, trate de defender a mi beffie de esos y de todos los que se pusieron en nuestra contra, me emputa que se haya vuelto asi como asi, lo que pense es que si tanta caca le valio la relacion porque me hizo continuar y porque aun queria continuar con ello

la ultima vez que lo vi, fue en mi primera convencion con mi actual, estaba yo vestida de maid por una apuesta, estabamos viendo un torneo de nosequechingadera y yo estaba en el suelo, tragando galletas, mi novio  estaba parado todo malote a mi lado como siendo mi guardaespaldas pa protegerme de los pubertos acosadores que suele haber ahi

mire hacia la izquierda y el namikomoon estaba ahi tambien, en un momento nos miramos y fue de no mames, morro no mames

me senti bien mal pero me recupere porque no tendria porque sentirme asi por un wey que estaba pendejo aparte de que no estaba sola esa vez

asi que junte las piezas de mi dignidad y disfrute de esa conve

no se si haya leccion aqui, solo me queria desahogar, la mera neta nunca habia analizado la situacion 

en conclusion, pinche morro meco B:

[eleningrado]

El reencuentro y las 3 noches de infierno

Noche 2

Es que tal vez esto nunca tuvo que ver con el sexo, solo era otra forma de hacer realidad mi profecía autocumplida de nunca ser importante, de querer ser “la” importante y no lograrlo. Al final del día, en mi historia nunca se va a borrar que me rompiste el corazón, que fuiste algo duro de superar y que sufrí como pocas veces, expuse y viví toda mi vulnerabilidad, hice carne mis temores y el detonante fuiste tú, y que parte de lo que soy hoy, lo deberé a esa experiencias... Mientras que para tí, fui la pendeja a quien te follaste un par de veces, que hizo esta ciudad un poco más agradable una vez, que estuvo ahí en ese período entre-amores, donde nada ni nadie marca tanto, es -quizás- solo una anécdota para contar al inicio de otra relación, o como ejemplo en un carrete entre amigos, el ejemplo de lo que no había que hacer, de cómo todo se va al carajo de repente o de una situación decadente que todos tienen que vivir alguna vez, en palabras sencillas, nada relevante, nada proyectable, inmanente en un episodio ridículo y perdido de tu historia, aplastado y subordinado a los amores reales y las conexiones genuinas, a los​ ​proyectos​ ​vitales​ ​determinantes.​ ​Yo​ ​no​ ​soy​ ​eso,​ ​nunca​ ​lo​ ​soy.

Porque hoy igual te irás pensando que mi rollo es con el sexo, y no te darás cuenta de que los reclamos de un alma herida, de esta persona patética, iban mucho más ligados a un querer re-conectar, reencontrarnos, como alguna vez, volver al espacio seguro y cálido que una vez construimos, seguir avanzando en una relación cercana y de confianza, de un futuro tenerte en mi vida como una de las personas con quien me siento feliz y me hace bien; y para eso, sólo se ofrecer sexo, cuerpos que al calor de la pasión se abren y se entienden como nunca, en un espacio de tiempo particular, que extiende esa “ventana abierta” en la conversación de sobre-cama o del cigarro descansado de un orgasmo mutuo... pero no, tú crees que me frustra, que me pica que no me hayas dado la pasada al encuentro casual que podríamos tener, al sexo de despedida/ reencuentro desinteresado y superficial; porque aunque tu retórica pretenda que no, igual te compraste el cuento que vende mi personaje, mi coraza más infantil, mi parte más caprichosa, esa que te cuenta que el sexo es lo máximo y los cuerpos solo sirven para eso, que la persona que habita dentro no importa y que a quien habite dentro mío no le interesa conocer. Rabia. Porque no es así, nunca es así. Pero sentirme así de patética, rogando por un poco de cariño, que no es ni será suficiente para suplir las carencias afectivas de un corazón hecho trizas, o para llenar la expectativas de una mente ansiosa y obsesa, es algo a lo que mi cuerpo se resiste infinitamente, de todas las formas, que logra ponerse el parche antes de la herida, pero falla con torpeza cuando la intensidad de llenar ese vacío desborda. Y me frustro. Y me corto. Y pienso que tener sexo como competencia y ganarte en mi cabeza, me podría dar algo de satisfacción, podría fortalecer mi ego y hacerme olvidar que camino con el autoestima en los zapatos, que pongo a esa niña insegura, miedosa y dependiente, triste y patética, en una bolsa con piedras y la lanzo al Pacífico, y se ahoga, y se hunde, se pierde en la inmensidad de sentires reprimidos, de manos atadas, de negaciones conscientes. La que sale a flote es el volcán en erupción, Pandora, el animal instintivo que utiliza cada táctica para ganar, que es torpe e inmadura, que no sabe jugar, pero le entretiene la batalla de los egos, y piensa -optimistamente- que puede ganar, que va a dominar al Sexo Rey, que va a controlar cuerpo y alma del sujeto del deseo. ¿Que se encuentra? Un muro de concreto que no se quema con su fuego, y que tampoco descifra el acertijo, no levanta ninguna de las pistas arrojadas cuidadosamente en su camino, y termina la película tal como Hollywood quería, viendo lo que ellos querían poner como premisa detrás de las escenas, pero no lo que el libreto escrito de la directora realmente revelaba, no levanta las rendijas del suelo que cubren el agua, tumba que desborda, océano eterno que sigue deseando los anhelos de la niña, cariño intenso, preocupación y cuidados, clama a gritos apagar ese fuego, que algún día terminará por evaporar la honestidad que vive líquida en el subsuelo; será solo un cuerpo, rostizado de pasiones frustradas, de encuentros casuales, de orgasmos insatisfechos...

¿Y contigo?, ¿qué hago contigo? Si tal vez conscientemente decidí quemar el barco, para entender que nunca más, que todo se pudrió en niveles insalvables, que la relación está gangrenada, que el cáncer la mató, y la enfermedad comenzó y terminó siendo la ansiedad, la angustia y la adicción, que ya no es posible en esta vida, quemar el libro para matar las ganas de saber su final. Perdóname por ningunearte constantemente, me produce una vergüenza total, por subestimarte a niveles sancionables, por tampoco ayudar a crear el espacio que buscaba. Me pido perdón a mí misma por exponerme así, por no cuidarme ni valorarme, por ofrecerme cual banquete putrefacto, por ponerme en la vitrina de una tienda en quiebra, amarrarme a un edificio que ya estaba demolido, por derrumbar mis certezas y promesas, por violar mis determinaciones e incumplir mis compromisos, por traicionar mis valores, mi sistema ético forjado a lágrimas, violencia y resiliencia, por tirar como bolitas de papel con saliva por un envase de lápiz pasta al techo de la sala del colegio todas las páginas de esos libros favoritos en los que encontré palabras para entender cómo me siento, lo que deseo y lo que​ ​soy,​ ​quizás​ ​y​ ​principalmente,​ ​lo​ ​que​ ​no​ ​quiero​ ​ser.

En cambio, aquí estoy otra noche más, de mirar el celular con la desilusión de la certeza de no encontrar un mensaje tuyo, de entender que esa ausencia significa algo, significa todo, comunica todo: la indiferencia, el aburrimiento, el hostigamiento, la desafectación completa de una persona que ha perdido todo interés, ser la caricatura muda, en blanco y negro, que muere irrelevantemente al inicio de la película, cuyo deceso no desencadena nada, es la escena criticada al salir del cine con un “podrían haber profundizado en eso, haberle sacado provecho, esperaba que esa acción implicara cierta consecuencia, pero fue una anécdota accesoria, un sinsentido sin lógica en la trama”. Es como ese chaleco viejo al fondo del cajón, que está ahí porque nadie se ha dado cuenta que sigue ahí, no es el antiguo favorito que una guarda porque es muy cómodo y aunque esté desecho se sigue usando los domingos en la tarde, simplemente está por descuido, porque no habría una diferencia en que esté o no ahí. Es la muerte de los violinistas en el Titanic, y la premisa detrás de la decisión de seguir tocando porque sí, porque ya qué, sabían que igual iban a morir. Te maté simbólicamente en mi vida, y sepulté cualquier posibilidad, cualquier camino alternativo al desencuentro total, condené a la silla eléctrica a cualquier relación cercana o íntima, terminé con el absurdo de la fantasía de algún futuro conjunto. Eres crema de estrellas en la bola de helado que se me cayó en un estacionamiento. Eres la música que me gusta sonando en una micro que pasó por al lado mío demasiado rápido. La salsa que se acabó muy pronto y terminé comiendo tallarines secos, sin sal ni aceite, aún más desabridos después de haberla probado. Y ya, me haré cargo de mi decisión, viviré con ello como la adulta que se supone que soy, y aceptaré el fracaso, suavemente, hasta que lo deje de sentir como el azote de mi cráneo contra el asfalto, hasta que seamos desconocidos que se incomodan cuando se encuentran, porque está todo resuelto, no hay cabos sueltos, pero la historia sigue ahí, y evidencia raudamente todos los malos momentos, los más incómodos, como el recordar la imagen desnudos y gimiendo, las caras durante un orgasmo, los coqueteos infantiles y los despertares abrazados a esta persona desconocida, que hoy me es indiferente, con quien no quiero re-establecer una comunicación, pero que sabe algo de mí que lo hace dueño de una parcela de mi ser: descuidada, sin árboles ni flores, sin habitantes, abandonada hace mucho, pero que sigue ahí, fiel a su dueño, inconsciente de ser acreedor de esa pertenencia. Así las fantasías mueren, los predios se secan... y nada, la vida sigue igual. Hasta​ ​que​ ​un​ ​día,​ ​ya​ ​no​ ​sigue​ ​más.