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aldarraxeditions · 4 years

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AL·Words Selu Herraiz

Pequeño viaje simbólico by Selu Herraiz

23/04/2020 / noche

Hoy me sangraba la encía, mucho. Me veía sangrar mientras rapaba mi cabeza, al dos,19 mm para ser exactos. Puede que mi bazo no tenga energía o que tenga fuego en el estómago. Puede que esté volviéndome hipocondríaco desde una perspectiva médica china. Puede que me vaya a estallar el cerebro de meterle información o puede que no pase nada y solo sea un poco de sarro acumulado.

He rapado mi cabeza porque siento que tenía que quitar algo de mi que no es yo, aunque “yo“ no tengo muy claro quién es. Me gusta pensar desde la poesía que no soy nadie, y a veces lo vivo, sucede realmente que dejo de ser alguien o algo identificado, limitado, concreto. Éste no es ese momento. Desde hace días, me siento perdido y perdedor. Metido en un personaje que me juzga, que se juzga y se obsesiona por cosas banales o más bien estúpidas, porque la banalidad puede incluso ser Zen. Me refiero más a un boicot radical en el que falta el amor por mí misma, por la vida y por los demás.

Si tuviera que escribir sobre lo que ocupa mi cabeza estos últimos días, escribiría sobre tecnología, aparatos musicales, sobre cuál será mi siguiente compra y sobre cómo organizaré mi estudio con la nueva adquisición y cómo adaptaré a ella mi proceso creativo. Un poco triste en tiempos de confinamiento mundial, un poco evasivo ciertamente. Por eso he venido a la rambla, ahora estoy aquí, en la rambla de las Salinas, he tomado el camino de la derecha, que creo, por lo que me han dicho, que conecta con la rambla de San Benito. Tengo una compañera lechuza, la oigo. Sé cómo suena gracias a Carlos, un buen amigo que solía venir por aquí a encontrar el silencio, a lo mismo que he venido yo. Además me acompañan unas cuantas arañas que yo sepa y un bicho bola. ¿Cuantas arañas habrá en el mundo? ¿Y bichos bola? ¿Habrá más que humanos? Supongo que si… Claro, si… Qué tontería.

Escribir es como pensar despacio. Es más difícil conectar con el corazón escribiendo que hablando. La lengua es una ramita del corazón, aunque a veces se independiza y solo dice tonterías. Tonterías. ¿Qué son las tonterías? ¿Y por qué lo son? ¿Quién lo decide? El silencio a veces es triste. La tristeza a veces se disfruta. Deberíamos disfrutarla siempre y estaría menos presente. A veces no es fácil vivir el momento como única realidad posible. A veces, a veces, a veces… Nunca nada es siempre o nunca, o todo o nada, pero es difícil hablar sin utilizar estos términos. Mi fueguito se está apagando y tengo que coger más madera. Hay muchos grillos, se me había olvidado nombrarlos. Son el lienzo del paisaje sonoro.

24/04/2020 / medio día

Todo aquello fue ayer y ahora ya es lo que ayer era mañana, aunque mi mente, que es mucho más que el cerebro, sigue un poco allí. Allí, un adverbio de lugar que utilizo para referirme a un momento temporal. Espacio y tiempo siempre bailan juntos o juntas si hablo de espacialidad y temporalidad. Tal vez en otra lengua el tiempo sea la tiempa y el espacio, la espacia, como en alemán el sol es femenino y la luna masculina, lo cual provoca en mí una especie de dislexia simbólica. Nada que tenga mucha importancia.

La mente, como decía, parece habitar diferentes planos espacio-temporales simultáneamente. Hay teorías expuestas por movimientos místico-filosóficos de carácter pisciano, que defienden que debiéramos habitar el presente, “aquí y ahora”, continuamente para estar más sanos. Y es cierto que cuando focalizo en el momento dirijo mi atención plena a la realidad que se manifiesta en el ahora, hay una sensación de paz muy agradable, pero eso dura un tiempo limitado. Después es inevitable, para mí, volver a la amalgama de recuerdos y planes futuros o imaginaciones.

Hoy estoy mucho en ayer. En mi momento de raparme la cabeza y salir andando desde casa hacia el espacio infinito, hacia la vastedad del desierto de Cárcavas, previo a las Sierra del Oro. Hacia el silencio, hacia esta libreta que quería empezar en uno de esos pensamientos futuribles de recuperar la escritura como hábito para vaciar mis miserias y densidades y acabar hablando de grillos.

Después de los grillos y de reavivar el fuego, inhalé 10 mg de 5-Meo-DMT, que había adquirido la semana anterior a través de una web de forma totalmente legal. Sí, soy hijo del capitalismo global. Me he ido en busca del silencio, a lo Ibn Arabí, con una bolsita de droga comprada en Holanda vía Internet y transportada hasta aquí seguramente en avión. La mística de hoy es tecnológica. Podría decir a mi favor que las intenciones son las de no alimentar el mercado negro y saber qué lo que me meto no está adulterado.

El viaje fue corto, debió de durar entre 15: 30 minutos. Me aparté un poco del fuego y, después de inhalar dos veces, me recosté y dejé la pipa en el suelo. Fue violento al principio, convulso, me levantó de un golpe y luego caí de rodillas. Un túnel de geometrías se apoderaba de mi conciencia que dejaba de estar en este lado del mundo. Mi cuerpo se resistía, por eso las convulsiones, creo. A cuatro patas y mirando a la tierra, me daban muchas ganas de vomitar. Vomité solo un poco y un hilo de conciencia conectado a lo real me decía desde lejos que todo iba a pasar, que no duraría mucho. Así el efecto fue suavizándose hasta convertirse en algo más óptico, dejando espacio mental para recuperar la sensación de persona, de algo reconocible tras haber expulsado por mi boca una gran cantidad de miedo condensado en unos cuantos escupitajos. Mi cuerpo cayó a tierra, me sentía fundido con el paisaje y envuelto por el cielo, las estrellas parpadeaban y se movían. Ya no tengo miedo, sentí… Y sonreí. Vi las cosas claras. Cada pensamiento se auto-limpiaba y bajaba al corazón para instalarse en forma de verdad, sin parafernalia. Todas mis neurosis y densidades de los últimos días carecían de sentido. Tenía ganas inmensas de abrazar a gente concreta y, en general, al mundo.

03/05/2020 / medio día

Los psicodélicos ayudan pero no resuelven el problema. Una semana más tarde vuelvo a sentir el espíritu reflexivo de la época, me doy cuenta de que, sin una enorme dosis de voluntad, no va a ser fácil superar la depresión que es el verdadero virus. El Corona es un depresor, afecta a los pulmones que son nuestra vía de intercambio con el universo, nuestra respiración toma aire del medio que nos rodea, lo transforma y lo exhala devolviéndolo al medio, es una forma de comunicación muy profunda. Como defensa, y de forma inconsciente, en estos momentos, respiramos menos, nos comunicamos menos con el ambiente, nos aislamos y nos alienamos, tememos al aire. Este efecto sumado con la distancia social, cronifica la mirada hacia dentro y nos va deprimiendo poco a poco. No es una depresión fatídica en principio, estamos bien reencontrándonos con nuestro ser, que andaba un poco perdido, pero a la larga puede producir diferentes tipos de asocialidad. Hay que respirar hondo y abrir los hombros y masagear el torax, mirar a los ojos de la gente y expresar sentimientos para rehacer poco a poco nuestra hoguera. Es importante conservar la memoria de la piel.

Después del viaje a otra esfera, mi fuego se había apagado quedando las débiles brasas de una madera vieja, reanimarlo en el estado que me encontraba no fue fácil, a penas me quedaba madera y no tenía rastrojos a mano ni fuerza para ir a buscarlos. Me sentí incapacitado para auto-cuidarme y viví el mayor miedo a la soledad que jamás había experimentado. Esta sencilla metáfora me gritaba: “cuida tu fuego amigo; y que nada te desvíe de la tarea del auto-amor”.

A la mañana siguiente reinicié la marcha rambla arriba. Había un hilo de agua que corría, el camino trazaba curvas cerradas, la vegetación iba creciendo en densidad y el terreno se hacía más fangoso. Piedras de derrumbe impedían el paso en algunos tramos en los que había que trepar para continuar. Me imagine siendo una señal eléctrica y viajando por los recovecos de mi sistema nervioso hacia el hipotálamo de mi mente, en búsqueda de una transformación, tal vez hacia una materialización de la idea de evolución. Superé escollos y desesperaciones durante tres horas hasta llegar a un camino sin trazar que intuí me sacaría de semejante laberinto. Ascendí por un peñasco y pude ver con perspectiva el lugar donde me encontraba, el fondo de un barranco. Tras caminar unos minutos fui a dar con una senda marcada, civilizada, todo un respiro. Tomé la dirección que más me acercaba a casa, sin saber si quería volver o seguir. Anduve un rato hasta divisar una casita pequeña, como un refugio. Me acerqué al lugar y decidí quedarme a pasar otra noche. Todavía no era momento de volver, el silencio tenía más cosas que decirme. La Casa del Ojo me acogió. Limpié un poco su interior de escombro y polvo, el tejado estaba en buen estado, si llovía podría dormir dentro. Fui a por leña, mucha leña, quería un fuego generoso y duradero. Dibujé un ojo sobre el marco de la puerta con un trozo de carbón que encontré dentro, de ahí el nombre que puse a mi transitorio hogar. Escribí, leí, comí una manzana y unas cuantas olivas, caminé un poco reconociendo los alrededores, dormité levemente y al atardecer encendí la hoguera. Miré largo tiempo al fuego que parecía bailar al son de mis senti-pensamientos. Cada cierto tiempo me sobresaltaba un disparo, coto privado de caza. Tomé una mini-dosis de 2-CB, una sustancia lisérgica de laboratorio que llegó en el mismo paquete nombrado anteriormente. Muy suave, pero de largo recorrido. Tenía una temperatura ideal, me habitaba una lucidez extrema y acogedora. Estuve mucho tiempo sentado delante del fuego, sobre el poyete de la entrada de la casa. Después me levanté y anduve mucho en poco espacio, iba y venía en un deambular agradable que dinamizaba mi actividad neuronal. Cuando mis pensamientos se aceleraban, el fuego lanzaba una llama larga y esbelta, armónica y viva. Entré en una catarsis creativa, saqué la libreta y escribí decenas de ideas. De repente, mis proyectos tomaban forma y sentido. Me sorprendí de nuevo tumbado sobre la tierra. Hablé con una estrella que decía ser mi hermana Marieta, una persona muy de tierra, una niña todavía, una mujer a la vez, una madraza. Le envié, vía estrella, mis mejores deseos de bienestar y salud. Al incorporarme, una planta me miró y dialogué con ella. Yo le preguntaba cosas y ella respondía con movimientos elegantes de sus filamentos casi invisibles. Encendí el frontal y la luz dio vida a ese ser tan extraordinariamente bello y entonces apareció el gran amigo sapo, un símbolo relevante en los viajes enteogénicos, como el que había tenido la noche anterior. Saqué mi móvil de la mochila por primera vez en dos días. Era hora de tomar notas visuales para la película que quiero hacer: El Sonido del Valle. El sapo huyó y yo le pedí que se quedara, le dije que la cámara era sólo un instrumento inofensivo, que lo único que quería era tomar unas imágenes que eran importantes porque él era uno de mis personajes principales. El sapo me miró y aceptó grabar su secuencia para después desaparecer por una fisura de una roca. Comenzó a chispear un poco. Yo quería que lloviese fuerte, lavarme con agua de lluvia, por suerte no pasó, creo que habría sufrido un poco después, todo mojado a altas horas de la madrugada. Me tumbé dentro del saco y dormí ocho horas. Al despertar conecté con la realidad virtual, llamé a Mariana y le conté un poco mi experiencia, necesitaba compartir. Ahora sí, rumbo a casa. La senda me condujo, como había previsto, a la Rambla de San Benito, por la que bajaba agua suficiente como para sumergirme tumbado. Así hice. Me lavé con agua de rambla y observé una enorme alga con aspecto de hongo que tenía formaciones fálicas que se movían con la corriente. –La masculinidad siendo lavada, depurada, rebautizada– pensé. En lo que quedaba de camino hasta casa, observé y escuché el Valle, la belleza del territorio, las voces que salían de las casas diseminadas. Por último, encontré un gato atropellado en la carretera, siendo comido por bichos. La imagen de la muerte generando nueva vida.

Ahora tengo muchas ganas de abrazar a mis amigas del alma, a mis dobles, a las personas que me acompañan en lo profundo, siempre. Nuestras direcciones no son rectas, tampoco son de un solo sentido, ahora son vectores que miran hacia dentro y, encerradas, nos convertimos en un sólo cuerpo, el de la tribu, el de las personas importantes que comparten estrella. Eso es amor para mi, lo demás son convenciones acerca de las formas de relacionarse.

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lescomuneseba · 4 years

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Mele Bruniard: el artista siente la necesidad de contar al mundo su mundo.

“Yo nací en 1930. Mi vida ha sido trabajar, trabajar y trabajar como cualquier ser humano para sobrevivir. Me pasaron cosas buenas y malas como a todo el mundo le pasa en la vida. Lo primero fue perder a mi padre, Pedro Antonio Bruniard, a los 10 años. Desde que nací hasta la muerte de mi padre todo fue vivir en un país hermoso, sobre todo porque nací en el norte, en Reconquista, cuando la ciudad era un pueblito y vivíamos en una esquina, frente a un hotel. Mi padre era escribano y estuvo dos años en la intendencia de Reconquista, en la época de Manucho Iriondo como gobernador, con quienes eran amigos de infancia. Me acuerdo de la experiencia que tuve de chiquita en el jardín de la casa. Era un jardín de cuarto de manzana, con muchos árboles. Teníamos pomelos, mandarinas, naranjas, un granado enorme, gallinas, pavos, un mundo de animales. Y yo me la pasaba con el viejo jardinero, un inmigrante de Italia. Yo recorría el jardín, tomaba las hojas, las pelaba. Contra la calle había una alambrada y teníamos ligustro cerrando el jardín. Me quedaba la hoja de ligustro pelada, con todos los nervios, parecía un arbolito. Muchos años después, en un cuadro de Magritte, con tres árboles, los troncos desnudos, vi mis arbolitos de chica. Entonces era mirar todo: la forma de la rosa, de las flores, las estrellas federales. Era un país encantado. Todo eso se incorporó a mí. Después de la muerte de mi padre, la vida cambió. Mi mamá, Nélida Barraco y del Mármol, se enfermó de los nervios y yo le ayudé a desarmar la casa y a malvender todo. Teníamos una muñeca de porcelana que era más alta que yo, me acuerdo de haberla llevado a una casa donde componían muñecas porque mi mamá me dijo: “Esto no lo vamos a llevar, deciles que se las doy para que la vendan”. Tardamos un año en levantar la casa, y nos vinimos a vivir a Rosario. Me sentía sola, el trasplante fue muy duro.

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Yo no pensaba en el arte. Me gustaban los colores, los lápices. Con mis hermanos jugábamos con lápices de colores, teníamos unas pinturas que habían salido en el Billiken y pintábamos, a ver quién hacía el pájaro más lindo. Mi hermana fue al profesorado del Normal número 2, la escuela de plástica y música. Y yo terminé en el Colegio del Huerto, donde me recibí de maestra. Quise seguir Bellas Artes. En ese momento se rendía un examen, era hacer un dibujo. Ponían cosas en la pieza y había que dibujarlas. Lo hice, y entré. No me gustaban todas las materias, pero me encantaba dibujar. Lelia Pilar Echezarreta, una señora muy agradable, que tenía una casona en Saladillo, nos llevaba hojas, ramas, flores, para que dibujáramos, y las acuarelábamos o las pintábamos con lápices de colores. Tenía pintura con Juan de los Ángeles Naranjo, que nos traía tarjetas y copiábamos con lápices y acuarelas. Y Nicolás Antonio de San Luis me enseñó escultura y además me prestaba libros, me prestó la Vida de Miguel Ángel, y después me regaló la Vida de Rafael, cuando terminé la carrera. Lo tuve también a Uriarte, que ponía modelos y se iba a fumar al patio. Nos traía, por ejemplo, a un anciano de la calle, con olor a peste, a mugre, lo sentaba frente nuestro y había que dibujarlo; o nos llevaba a la esquina a dibujar tal casa. Yo, dibujaba. Pero no estaba estructurada la parte formal de una carrera. Tuve varios profesores, pero no puedo decir que entonces contactara con el arte. Estaba sumergida en una escuela donde se pretendía hacer arte, pero la esencia no se enseñaba. No había elementos, no había libros de artistas, no había historias y los profesores eran pintores que enseñaban dibujo o pintura. Yo no tenía idea si estaba bien o mal lo que hacía, tomaba el lápiz y dibujaba, nada más. Me recibí, aprendí grabado. ¿Aprendí? Lo único que hice fue una chapa que el profesor nos trajo pulida de la casa.

Terminé el profesorado y el verano siguiente me compré unos cartones y los pinté de blanco. Me compré unas flores chinas, las dibujé, las pinté. Y las rompí en edazos, las tiré a la basura y dije: “yo no sé dibujar, no sé pintar, no sé nada, porque hago lo que veo y no se trata de eso”.

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A mí me enseñó a grabar Grela, Juan Grela. Primero fui a ver a Uriarte, a buscar pintura. Eramos cinco: Rosa Aragone, Nilda Bustos, Ana María Pusso, Zulema Piazza y yo. Uriarte nos dijo: “Grela les va a enseñar dibujo, porque ustedes no saben”. Los dos vivían en Alberdi, a cinco cuadras. Nosotros fuimos y nos encontramos ante un hombre fino, respetuoso, que sabía lo que decía. Un hombre que pensaba. Pensar, y buscar a través de los ojos fue su tarea. Grela nos enseñó primero la línea. Después los grosores de la línea. Después observar todo. Nos decía: “El domingo que viene tráiganme treinta dibujos”. Porque íbamos los domingos a la mañana. Yo tomaba el tranvía, el 15 me llevaba a la casa de Grela. Grela quería que estuviéramos a las 7 de la mañana, entonces yo tenía que salir a las cinco y media; volvía a las tres de la tarde. Nos pedía cincuenta y si podía ser cien dibujos. Ante esa exigencia hacíamos tres, cuatro. Él decía: “Piensen, si están en la casa, está el papá o la mamá, dibújenlos. Pero no los pongan ahí, dibújenlos en acción. Si tienen un gato, dibujen el gato, el gato se mueve, se rasca. O toman las tazas del desayuno y las apilan, les miran el contorno, la curva, la recta, la línea, la manija. Y dibujan las tazas.Una latita con un malvón: la dibujan. Dibujan todo lo que hay en la casa: el hermano, la hermana, el novio, el perro, si la vecina tiene una vaca también la dibujan. Dibujen todo lo que hay en el mundo. Pero mírenlo”. La cuestión era mirar a través de la línea.

Después, cuando era profesora de dibujo, me paraba en el salón y decía: “Yo soy el punto. Debajo mío hay un punto. Miro hacia el norte y camino; cada paso que doy es un punto. Llego al final, he hecho una línea de puntos. Hago otra línea hacia el oeste, otra línea, otra línea. En fin, queda formado el plano, la superficie donde se va a hacer el dibujo”. La actitud es distinta. No es copiar ni dibujar la copa sino mirar para adentro y manejar lo que nos da el dibujo: la recta y la curva. La recta se corta y se quiebra, la curva se ondula o se cierra, se mueve, va, viene, es pequeña, se inclina para un lado o para el otro. Y la línea. No hacemos la manzana, no hacemos el caracol. La manzana y el caracol están hechos. Nosotros dibujamos con una curva, otra curva más pequeña, el borde del caracol, seleccionamos lo que mejor nos parece. Me maté en la escuela enseñándoles a los chicos que venían de sexto grado que la realidad en el arte es muy distinta a la realidad que vemos y tocamos.

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En 1954 hice mi primer grabado fuera del taller de Grela. ¿Cómo lo hice? Como me enseñó el maestro. Me planteé un problema formal: blanco, gris claro, levemente oscuro, más oscuro, más oscuro, más oscuro y negro. Un valor. Lo llamé “La vela apagada”. Participé en la Asociación de Grabadores Rosarinos y cuando se hizo la muestra en el Círculo Italiano, que estaba en Mitre y Córdoba, mi grabadito brillaba. “Bruniard, vení, te quiere conocer Hilarión Hernández Larguía, pregunta por vos”, me dijeron. “¿Usted ha hecho este grabado? —me dijo Hernández Larguía— .Yo creía que era un hombre”.

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Yo no lo conocí a Eduardo hasta los 28 años. Y nos casamos a los 30. Tuvimos una amistad muy linda, llevamos una vida plena. Fui a ver una muestra a la Galería O, de Lidia Borgonovo “que fue la que metódicamente introdujo las vanguardias plásticas en Rosario”, dice Emilio Ellena, y que había inaugurado en 1956 con una muestra de Clorindo Testa. Llego una tarde con una amiga a ver una muestra donde exponían Eduardo con Susana Zinny. "Mele, te ha estado llamando Eduardo Serón”, me dice Lidia Borgonovo. “No lo conozco", le contesté. "Quiere hablar con vos, llamalo", me dice, y me da el número. Cuando le hablo él me dice: "Me acaban de nombrar secretario del Museo Rosa Galisteo de Rodríguez de Santa Fe y vamos a instituir una sala para jóvenes artistas. Querríamos que usted haga una exposición". Viajé a Santa Fe y lo conocí. Nos hicimos amigos. Íbamos a tomar café al Savoy. Hablábamos de libros. La afinidad fue muy grande. El trato era de usted a usted, él me traía libros. Yo leía, leía, leía. Aprendí mucho de Eduardo. Me siguió enseñando lo que me enseñaba Grela y lo que se debe enseñar. Es decir, todo sale de adentro. Hay un libro de Lewis Mumford, de los tantos que trajo Eduardo, que comienza así: “Por necesidad se cantó, por necesidad se habló, por necesidad se escribió, por necesidad se pintó”. Por necesidad se hizo todo.

••••• En Álbum de familia, una de mis series, me hice yo de 3 años, de recuerdo. No miré la tarjeta, la tengo adentro, me fui dibujando. y agregué un cochecito que había hecho en mimbre. Lo hice a mi padre. Hice un tío. Me acordaba del tío. Las tías, también las recordaba. Todo está adentro, la búsqueda de la forma está adentro de uno. Gatos, he hecho tantos gatos que estoy asombrada. Pero nunca tuve uno. Sigo dibujando al gato y el gato siempre es distinto. Y tengo el animal que creé yo, el tortimulitatú; torti, de tortuga, muli de mulita y tatú. Le puedo hacer liso, negro, rayado; más finito, más grueso, con pintitas. Me gustan los críticos de arte que dicen en televisión “sí, pinta muy bien las caras, las hace igualitas”. Pero nadie hace nada igual. Entre vos y yo hay espacio, aire, vos me ves y yo te estoy mirando, estoy hablando, y este momento es único. Nos encontraremos en otro lado y las cosas serán distintas. Todo cambia y el mundo sigue andado, como decía Gardel. En escultura, ¿cómo enseñás a hacer una manzana? Tomás la arcilla, la tenés que amasar, darle la forma, mirar la manzana. Pero no te la podés comer cuando terminás, porque no es una manzana, es una forma que parece una manzana. No hacés una cara. Tenés que mirar y continuar dibujando la línea, sacar el espíritu de la línea que se desarrolla a través de lo que podés mirar. Pero todo tiene que salir de adentro, y de la necesidad de hacerlo y de hacerte. Yo soy figurativa, pero no copio la realidad, yo tengo mi realidad. Como dice Mumford, el artista siente la necesidad de contar al mundo su mundo.”

“Mele Bruniard, el arte vivido como necesidad en un mundo propio” en diario La Capital, domingo 16 de Junio de 2013, https://www.lacapital.com.ar/senales/mele- bruniard-el-arte-vivido-como-necesidad-un-mundo-propio-n422933.html consultado 2 de abril de 2020, fragmentos. Foto: Silvina Salinas.

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hela2romantikos · 3 years

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23 de Septiembre

Querido diario, Hoy me desperté a las 2 de la tarde, desayuné un tazón de lentejas y 4 vasos de café mientras escuchando Eddie Santiago. Había nadie en la casa entonces canté. Al lado de nuestra casa en Mexico había un campo de casas abandonadas. La primer noche que yo conocí a Natalia quedamos toda la noche despiertos y por la mañana fuimos a la terraza de la primer casa, que era rosada y para mi la mas linda de todas, a ver el amanecer. Después de aquel día no hablé con ella durante mas de una semana, y la segunda vez que encontramos fue en ese mismo casa, supongo que fue también nuestra primera cita. dibujé, hicimos grafitis, caminamos con nuca hablando sobre abuelas y muchas otras cosas que ya no me acuerdo. Hoy cuando fui a caminar para el parque, pasé por ese campo y ví que todas las casas ahora están destruidas, incluso la casa rosa, que ayer aún estaba. Te estoy escribiendo desde la parque en una libreta, son casi las 7 y es esa tiempo del día oro, unos minutos antes del atardecer. Tengo Nuca a mi lado y estoy sentado frente del cancha de basquet, escuchando las voces de tantas niños jugando, de pelotas, de un niño montando patineta delante de mi. Un luz suavecito me da alivio y me hace sentir un nostalgia que no entiendo, pasando por los arboles iluminando todo el parque. Estos últimos tres dias había un festival de cine en este pueblo, yo solo fui el martes, fui solo y ví una película muy linda que se llama Noche de Fuego. A noche ví a las 2 de la mañana Perro Come Perro de Carlos Moreno. Me encantó, es divertido como ver una película de Tarantino (de verdad no me gusta tanto a sus películas pero me admito que son divertidas) y orgullosamente la vi sin nada de subtítulos. Hoy solo fumé 2 cigarros, pero acabo de caminar al tienda buscando cigarillo y ya han cerrado. entonces llegue a la casa y vi 4 colillas de cigarro tirados por las escaleras frente de la casa, y fumé todos. Estos dias han sido difíciles, y incomodos. Me conflicto porque no me duele. A veces siento que no puedo respirar, pues en este momento hay que luchar para mi propio espacio y mi propio voz. Pero estoy aprendiendo como poner mis limites, como protegerme, y como decir no. Te mando un abrazo desde Mexico, espero que lo recibes. Me hace tan feliz escuchar de ti. TQM<3

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danilamandarina · 3 years

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aquí vamos de nuevo

son la una y diecisiete de la mañana y tengo ganas de escribir acá.

Estos estoy con una creatividad tremenda, como que vienen las ideas así como lluvia una atras de la otra. Estoy muy agradecida por eso y me hace sentir demasiado bien. Es como si tuviera algo adentro que me empuja y me lleva, motivación¿?

Estoy en un proceso de cambiar mi manera de pensar o la forma en la que me hablo. Toda esta cosa empezó hace unos meses cuando fui a ver tocar en vivo a un amigo de mi amiga, este amigo, antes de cantar una de sus canciones contó una anécdota que me dejó pensando hasta ahora. Unos meses anteriores a este show, el había estado en ese mismo bar tomando algo, y empezó a sonar la canción de un amigo de su amiga, entonces el, sentado en el teclado cuenta como se preguntó en ese momento, ¿y si están pasando su canción por que no podría estar también la mía?

Cuando escuché esa pregunta se me prendieron todas las luces, y medio que registré que nunca tengo ese tipo de pensamientos, son todos en forma de crítica, quizás yo hubiera pensado está sonando su canción porque claramente es mejor y la mía no vale la pena.

Y un poco a partir de eso, de terapia, de registrar la forma en la que me hablo/ hablo de mi misma, me di cuenta que estaba generando yo misma toda esa inseguridad, de que me estaba poniendo trabas y por eso no lograba avanzar ni sentirme mejor.

Entonces decidí seguir registrando estos pensamientos cuando están ahí gestándose y cambiarlos, aunque no me lo crea ni un poco, darle otra vuelta y dudar más de esa voz que me dice que todo lo que hago es una mierda.

Ayer me pasó algo en particular, hubo un zoom de escultura donde teníamos que mostrar un trabajo que consistía en hacer formas con alambres y después proyectar la sombra del alambre en una hoja para dibujar eso que se formaba. Espero se entienda.

Cuestión, empezaron compañeras a mostrar sus trabajos que eran MUY elaborados ej: una libélula, una flor, un hombrecito meditando. Y yo había literalmente retorcido los alambres sin ningún objetivo, eran todas formas así muy aleatorias que ni siquiera corregí, los hice, los dibujé y ya.

En primer momento fue como jaja mira el mío es un coso, no me sentí mal pero pensé que no le había puesto demasiada intención al trabajo, que podría haber hecho algo mejor. Aunque la consigna era solo experimentar, totalmente libre. Lo pensé como un paso super importante porque me senté a hacerlo sin ninguna expectativa y en modo de juego, y fue muy liberador no tomarlo como algo malo o como algo inferior, valorar lo que salió en el momento y la intuición que me hizo armar esas formas.

En esto de cambiar mi manera de pensar también se pone en juego el valorar más lo que hago, porque por algo estoy poniendo la vista ahí y no en otro lado.

A partir de todas estas cosas que parecen muy chiquitas o que pasan muy desapercibidas en el caudal de los pensamientos, a partir de ponerme a trabajar en eso (una falta de respeto a los trabajadores)

realmente me siento mucho mejor, no quiere decir que esté todo el tiempo como yass me amo soy la mejor, pero me siento mucho más en paz y más poderosa también por que no.

Hasta la proximaaaa

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joven-oscar · 3 years

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Okay... 2 de febrero de 2021,

Siempre que escribo aquí pienso en cómo me sentiré al leerlo en unos meses o unos años, ayer estuve hablando con Natalia, últimamente he hablado todos los días con ella, me gusta hablar con ella, hace días hablábamos en la madrugada y me envió un mensaje super emotivo sobre lo que siente por mí, se sintió hermoso leerlo, incluso lo guardé en menajes favoritos, me gustan mucho esos detalles de que se tome el tiempo de escribirme un mensaje así, yo a ella la quiero mucho y me gusta mucho, para mí es una chica preciosa, me gusta físicamente, me gusta su cabello, me encantan sus ojos, su voz es hermosa y su risa es tan tierna... Me gusta su modo de ser, su modo de pensar, el como actúa, como es; pero hay veces que no se, creo que por muchas razones no debería seguir sintiéndome así por ella, momentos como lo que pasó ayer me lo recuerdan, yo soy un muchacho muy casero, muy tranquilo, disfruto las cosas simples, me hace feliz hacer ejercicio, leer y escribir en una libreta, me gusta salir a caminar y ver el cielo, soy tranquilo y me encanta que ella sea así también, que disfrute las mismas cosas que yo, pero hubo un tiempo en que me desequilibré un poco, tampoco me fuí a los extremos del pecado jajaja pero si salía a bares de rock, tomaba alcohol, poco pero igual tomaba, ocacionalmente fumaba weed pero igual salía a lo mismo, aunque de vez en cuando andaba con conocidos, la mayoría del tiempo, más del 90% me gustaba andar solo, sin droga, sin nada, solo salía a caminar, tal como lo hacía hace un año y tal como lo hago ahora, siempre he disfrutado de la belleza de ver el atardecer desde algún sitio y pensar que se sentirá volar, que se sentirá respirar bajo el agua, que se sentirá morir y que se sentirá volver a nacer, creo que Natalia tiene conceptos erróneos de mi, cuando, cuando me pregunta sobre esos años, me siento no se, en parte juzgado, ella conoce mucho de mi, conoce cosas buenas y cosas malas, creo que conoce cosas que no debería conocer y puede que haya malinterpretado algunas, ella me conoce pero no tan bien y es raro contarle ese tipo de cosas a una persona que puede que se esté haciendo una imagen diferente de lo que en realidad soy.

Llevo años despertando temprano, desayunando avena, frutas y alguna proteína, generalmente calculo calorías, suelo comer bien, leo, escribo, estudio si debo estudiar y trabajo si debo trabajar, me agradan los insectos, el mundo de los artropodos es fascinante, las arañas, escorpiones, escolopendras, hormigas, escarabajos, son tan únicos y tan geniales, me gusta cocinar, me gusta escuchar música, cuando estoy solo canto, dibujo cuando me estreso y lloro cuando estoy triste, amo entrenar y sacarme sangre de las manos, me hace feliz explotar y ver hasta dónde puedo llegar físicamente y mentalmente, me gusta ver el cielo, me gusta salir y caminar, admirar el mundo tan bonito que muchas veces es ignorado por andar pensando en cosas superfluas o por el trajín del día a día, me gusta ducharme con agua fría y ponerme mis pijamas con muñequitos... Siempre he sido así, mis gustos no han cambiado mucho desde que tengo uso de razón, yo creo que soy un buen muchacho, si he hecho cosas "malas" pero eso no me hace "malo", quisiera que ella no supiera muchas cosas de mi, quizá me vería diferente, quizá mejor... Estaba estirando así que preferí hacer audios mientras hablábamos, olvidé que a ella no le gustan los audios y me sentí apenado, pensé rayos, que estúpido y encima hablando de esas cosas que para nada me favorecen, no quise hablar más, dejé el celular lejos y dibujé un paisaje con dinosaurios, me gustan los dinosaurios jaja me siento raro con Natalia, me siento vulnerable, no me gusta sentirme vulnerable frente a nada ni nadie y no es por temas tontos de orgullo sinó que ya estuve mal por ella, muy mal y no me apetece volver a estar así ni por ella ni por nadie, si, me asusta que vuelva a suceder, creo que lo mejor sería conocernos de 0, como si nunca hubiésemos hablado, pero no se puede, ella ya conoce a Óscar, ya conoce a Óscar y Óscar ya conoce a Natalia, no sé cómo mirar esto, somos amigos creo, no me gusta la etiqueta, ni le digo así ni me gusta que ella me diga así, no somos novios, ni sé si ella siquiera tome como opción tener un noviazgo conmigo, ni sé si le gusta alguna otra persona, si, le gusto yo pero eso no quiere decir que sea el único muchacho que le atrae, no sé si quiere ser siempre mi amiga o si en algún momento se comenzará a comportar como antes... Son muchas cosas, ella es genial pero con estos temas muy impredecible, eso es bueno creo, pero en todo caso ni se qué hacer, no sé si invitarla a salir así como la última vez, si ocurriera no sabría si darle los regalos cursis que tengo para ella, no sé si espera a que la invité o si por el contrario no quiere salir, le he dicho que quiero y ella dice que si, pero es diferente decirme "oye, sería lindo salir otra vez" a decirle "oye salgamos mañana a caminar juntos" yo no quiero ser rechazado por ella, no otra vez, ni se cómo la invité ese día, hay veces que creo que disfruta de hablar conmigo y otras que pues... No se ni qué decir o sobre qué charlar, puede que solo deba esperar hasta que de una u otra manera se aburra y ya... Creo que tomaré una siesta, si, eso haré.

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whataboutstartfeeling-blog · 7 years

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Toda una vida preparandose para vivir.

Educación formal tras educación formal, apellido tras apellido, hasta que acaba. Acaba y se está alfrente de un mundo grande, lejos de los oníricos de infancia, y los deseos sublimes de la adolesencia. Volviéndose adulto.

Hay muchas maneras de pasar. Cuando se estudia el comportamiento del agua en función de la presión y la temperatura se obtiene un gráfico bastante bonito. El agua es transformación, y puede tomar infinitos caminos para convertirse de hielo en agua y de agua en vapor, de vapor en hielo y bailar como quiera. Pero existe un punto triple, en la cima de la campana. Un paso abajo es agua, a la izquierda es hielo y a la derecha es vapor. Punto triple, donde la niñez, la infancia y la adultez se juntan.

Es un plano, dos dimensiones. No descarto que en ese punto triple existan otro tipo de pasos que pueda convertir al agua en un estado totalmente desconocido para nuestra percepción. Si es que no lo hace y no lo estamos viendo.

Me siento así, a veces la presión del sistema en el que estoy me tiende a convertir en vapor. A veces la frialdad del sistema me convierte en un ser aparentemente duro, aunque si me ves con detención verás la fragilidad fractal de los cristales que me forman.

Punto triple.

De las cosas mas fuertes que leí hoy está “La maestría comienza cuando se termina la educación formal. Encuentra el tema que arda tu corazón. Ahí, combustiona”- James Altucher

Entonces me pregunto ¿qué hace arder mi corazón? No es una pregunta simple, si se tiene consciencia de las cosas que hacen arder de verdad el corazón, nos podemos concentrar en fuertes goces propios, en vez de vivir la vida dejándose llevar por los estímulos simples y suficientes que nos entrega una vida bajo el control de un sistema.

Música? Ver a the strokes en vivo y saltar como si no hubiera mañana, a pesar de tener el cuerpo jodidamente cansado y hambriento luego de un fin de semana con 2 comidas. Ver a Pond en vivo por segunda vez, primera en conocimiento de toooda su discografía, saltar y gritar como un adicto que está recibiendo su dosis justo en el punto de inflexión entre la ansiedad y la frustración? Tocar ensayos con los cabros y ver como de querer tocar en algún lugar, las cosas se fueron convirtiendo exponencialmente. De las ganas de tocar the police, a limpiar una piez antigua, a darle cuerpo a nuestra primera canción, cuya letra nació en la cuna más triste que cobijó mi primera depresión, a tener más de 15 temas propios, cada uno con su vaivén de enamoramiento, algunos quedando en el olvido y otros más sin poder olvidar.

Work? No dudo que existan mecánicos que les arda el corazón al ver sistemas de transmisión de energía o movimiento potentes, o que rocen el arte. ¿Que mierda significa ser ingeniero mecánico? Estoy a semanas de defender, todos los esfuerzos hasta ahora han tenido argumentos basados en mi contexto social. Al terminar esto quedaré a merced de mis propias decisiones, quizás guiadas por el camino hasta ahora construido, y proyectado, quizás guiadas por la necesidad de ser un adulto correctamente formado, quizás estancada por mi falta de valentía, quizás opacada por mi inquebrantable personalidad infantil. ¿Qué mierda pasa cuando un niño de 23 años es papá y está en posesión de un título universitario en sus manos, la responsabilidad de tener todo para la hija en la espalda, e innumerables ideas diarias en la cabeza?, ¿Donde mierda terminaré?, ¿Qué quiero?, ¿Cómo quiero mantener mis responsabilidades naturales a flote?, ¿Encontraré la manera de hacer todo, o tendré que dejar cosas atrás?... Cuantas preguntas...

Cuantas preguntas...

Me pregunto si algún día tendré la fortaleza de tomar las riendas del caballo que me llevará por el camino correcto. ¿Tendré el caballo?, ¿Sabré el camino? ¿Puedo emprender un camino sin fuerzas, caballo ni camino?... Creo que no. Sería como subirse a un barco sin timón ni mapa. Sería guiado por fuerzas externas, lo que le quitaría todo el sentido humano a mi vida actual.

Qué hace arder mi corazón? Me apasiona asistir a conciertos, me apasiona sentir vivencias únicas e inexplicables, me gusta escribir lo que pienso. Me encanta escribir lo que pienso, puedo sentir el acople entre mis pensamientos y mis dedos que practican bitácoras de vida desde los 8 años. ¿Por qué mierda escribía un resumen del día cuando llegaba a casa? Recuerdo que en ese computador dibujé una bandera chilena en paint. Encima de ella un escudo circular, con diametros dibujados caóticamente, y en cada sección un color distinto. verdes fuertes, azules, amarillos. Un dibujo realmente penca. Nunca olvidaré el suspiro de mi mamá cuando lo vió en una hoja carta de su querida y cuidada impresora a color. O cuando mi papá me dejaba vigilando la impresión. Esta última era otra impresora, era de estas que tenian una especie de manivela como las llaves de mariposa de algunos baños antiguos, que servía para hacer avanzar la hoja mecánicamente. jaja. Me daba tanta paja esperar a que las hojas se terminaran de imprimir, que aceleraba el proceso. Claro, como no sabía que estaba imprimiendo, no sabía si lo estaba haciendo bien. jajaja. Cabro culiao. Siempre fuí bueno pa mandarme cagás Siempre fuí bueno pa divulgar secretos sin querer

Ahora, ¿Para qué soy bueno?

Me gusta subirle el ánimo a la gente. Hacérles saber el valor de sus ideas y sueños. Me gusta saludar amablemente a la gente en la vía pública. No soy bueno en mi carrera profesional. Creo que es muy difícil ser bueno en algo que no quieres ser. No me imagino así. Seguiré este camino a paso firme para que no caigan las responsabilidades que llevo a cuestas. Seguiré este camino con los ojos bien abiertos. Espero con ansias sentir la dilatación de pupilas, como cuando tuve una epifanía tan increíble al mirarme a los ojos fijamente por un espejo.

Chamber of Reflection Melody Echo Chambers Reflektor Ecos de ondas sonoras y lumínicas Ideas de transformaciones en habitaciones tras intensas reflexiones Luz Rebotando de manera infinita. Todo esto en mi cabeza toma fuerza y fuerza y cada vez que pienso en esto me hace feliz.

Espero de corazón algún día mostrar tangiblemente lo que tengo en mi cabeza. En serio es bonito, en serio quiero construirlo. Será gratis, ojalá sanador, libre, introspectivo, empático...

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santiagoreinamartinez · 6 years

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Bitácora 1 - 23/7/18

Santiago Reina Martínez

Investigación Social

El lunes 23 de Julio, me desperté a las 4:25 de la madrugada para llegar temprano a clase, a las 5:20 de la mañana salí a esperar el carro que me llevaría desde el municipio de Mosquera hasta la universidad, llegamos antes de las 7 por lo que tuve que esperar hasta las 8 para que se diera inicio a la clase de Investigación Social, durante la hora que esperé me encontré con mi amigo Pablo que me contó sobre su horario, sus vacaciones y su vida personal, además aproveché para tomar café caliente que había traído en un termo, la hora pasaba y me encontré con mi otro amigo, Sebastián, me habló sobre su horario y sus vacaciones, llegó el momento de dirigirse al salón para tomar clase, nos recibió el profesor Juan Sebastián Cobos, se dirigió a presentarse y a darnos la información de contacto junto al blog de la asignatura, nos preguntó sobre qué sabíamos o qué nos habían contado sobre Investigación Social, unos comentaron que la asignatura se acercaba a las ciencias sociales para analizar problemáticas, que se acercaba a las persona, que era una materia muy útil en la facultad de Comunicación, que debíamos leer bastante al igual que escribir, hubo personas que estaban bien informadas gracias a que tenían un conocido que había cursado la materia anteriormente y llegaron a comentar temas que veríamos más adelante, posterior a esto el profesor dio a conocer el documento de presentación de la clase junto a las temáticas que trataríamos. Seguido a esto, el profesor nos pidió que realizáramos la siguiente actividad, que en una hoja blanca intentáramos dibujar un objeto el cual nos representara, nos dio 2 minutos para esto, yo dibujé un intento de nota musical que se reconoce fácilmente, aunque no tengo conocimientos teóricos sobre música, dibuje la nota puesto que tengo afinidad con los instrumentos y la música en general. Posteriormente, el profesor se dirigió a recoger todos los papeles y a explicarnos la siguiente parte de la actividad, iba a entregarnos los papeles aleatoriamente con el fin de que cada persona tuviera un papel distinto al propio, siguiendo esto, nos indicó que intentáramos describir a la persona que había realizado el dibujo, que intentáramos hacer una análisis no solo dando cuenta del dibujo mismo sino también nos fijáramos en valores como el tamaño, posición dentro del papel, calidad del trazo y dirección del objeto, nos dio 5 minutos para esto, el papel que obtuve tenía dibujado una esfera con unos detalles dentro que la hacían parecer un balón de futbol, me dispuse a caracterizar a la persona que había dibujado el balón, escribí “probablemente es un hombre, disfruta del futbol, se vio el mundial de futbol, le gusta Fifa o Pes (ambos videojuegos de futbol), es hincha de algún equipo”. El profesor nos pidió regresar los papeles, nos informó que leería cada papel para que cada persona informara de quien provenía el dibujo y quien lo había caracterizado, con cada papel que el profesor tenía en sus manos, primero mostraba el dibujo, leía la descripción de la persona y luego preguntaba quien lo había dibujado para saber si la descripción se acercaba o no a la persona que realizó el dibujo. Con la actividad del dibujo los estudiantes notábamos que había personas a las que se les facilitaba caracterizar a una persona por un dibujo que hubiera realizado como personas que en nada habían acertado con la descripción, por mi parte, erré en la descripción que di, principalmente pensaba que se trataba de un balón de futbol y resultó siendo uno de voleibol, también escribí que se trataba de un hombre y resultó siendo una mujer, desde ahí, todas mis descripciones resultaron siendo incorrectas. El profesor también se dispuso a hacer un pequeño análisis de las letras de quienes habíamos escrito mientras tenía los papeles, así llegamos al tema de la grafología, nos contaba que podíamos conocer a una persona por como escribe, nos hizo énfasis en la frase “todo comunica” diciéndonos algo relacionado con la afirmación de que hasta las acciones más ordinarias del hombre, por más simples que parecieran, tenían un significado según su personalidad. Según esto, nos comentaba mientras leía los escritos que las personas que marcaban el papel con fuerza tendían a tener un temperamento fuerte, las que tenían una letra grande se expresaban mejor que las que tenían letra pequeña, que al ver algunos dibujos podía decir que la persona tenía un apego grande a su familia por tender hacia la izquierda, que dependiendo la posición del dibujo con respecto al papel la persona quería destacar o pasar desapercibido, la actividad finalizó y el profesor se dispuso a dictar la primera clase.

En primer lugar, nos comentó acerca de la naturaleza del aprendizaje en las personas ilustrándolo con el cono del aprendizaje de Edgar Dale que refleja de manera muy acertada como las personas al involucrarse de manera activa en un tema, sea participando en un debate, ilustrando lo que se quiere aprender, simulando experiencias muy reales con lo que se quiere aprender, se dice que las personas recordaran el 90% del total de estas experiencias pasadas 2 semanas, mientras tenemos experiencias pasivas, sea audiovisual, lectura, dibujos, el porcentaje de información que recordamos es menor al 50% pasadas 2 semanas, seguido a esto, el profesor nos planteó la duda sobre qué era el conocimiento y lo ilustró con la taxonomía de Bloom refiriéndose a que el conocimiento es aquello que recordamos. La taxonomía de Bloom refleja los objetivos del aprendizaje en las personas, en un primer momento, las personas recuerdan cualquier tipo de información, tiene que comprenderlo y saber como funciona, debe aplicar eso que ahora recuerda y comprende, después debe analizar puesto que comprende los procesos anteriores, después deberá evaluar, lo que compromete los procesos anteriores, y finalmente crear o teorizar.

Como tarea, cada uno de los estudiantes debíamos hacer un análisis grafológico de la persona que había analizado nuestro dibujo, para esto el profesor nos compartió links a videos de Youtube sobre análisis grafológico para que fuéramos más objetivos con nuestro análisis, en los videos vistos, se comentaba que la escritura era un reflejo de nosotros mismos, que con nuestra firma podíamos mostrar rasgos muy marcados de nuestra personalidad según la posición, el trazo, el tamaño, los detalles que marcábamos, la longitud y la linealidad, se mencionaba también que con el pasar de los años, la letra a mano de las personas jóvenes se veía afectada por el consumo de texto digital y la falta de escritura a mano por lo que desarrollaban un tipo de caligrafía muy parecida a la de imprenta. La persona que hizo el análisis de mi dibujo escribió lo siguiente: -Amante de la música. -Toca algún instrumento. -Probablemente es una persona muy positiva y enérgica. -No es muy bueno dibujando, mal pulso. -sencillo y descomplicado.

Realizaré un análisis grafológico teniendo en cuenta las siguientes variables, tamaño de la letra, forma de la letra, inclinación de la letra y distribución del papel.

Tamaño y forma de la letra: el tamaño de la letra indica el grado de comunicación con los demás, el tamaño de esta letra se ajusta al límite del tamaño del formato cuadriculado de la hoja por lo que podríamos decir que se clasifica como grande es decir, que esta persona tiene mejores “habilidades” de comunicación, por otro lado, la zona superior de las letras, marcadas por las letras l, b, d, no sobrepasan el límite de los cuadros, esta área representa la parte espiritual de una persona, la conexión con las ilusiones y los pensamientos elevados, por lo que podríamos deducir que esta persona no es muy religiosa. El área central de las letras de esta persona tiene un tamaño igualmente acorde a la cuadrícula, ni muy pequeño ni muy grande, esta parte central representa la parte motriz, la acción y la emotividad, por lo que podríamos deducir que, en este aspecto, la persona analizada es balanceada en cuanto a sus capacidades físicas. La zona inferior de las letras, representadas por las letras q, p, g, supera el límite de los cuadros, esta área representa la conexión con lo material, la pasión y la sexualidad, por lo que podríamos deducir que esta persona le importa o tiene apego a las cosas materiales.

Inclinación de la letra: Con respecto a la inclinación, esta persona tiene una letra centrada, los que nos puede dar indicios sobre su equilibrio mental.

Distribución del papel: Con respecto a la distribución del papel, esta persona tiene una forma “restringida y tacaña” de ubicar su texto, pues teniendo una zona amplia para escribir, decidió ubicarlo en la parte superior derecha sin dejar renglón alguno.

Con este ejercicio comprobamos que con un texto simple realizado por una persona desconocida podemos realizar una investigación cualitativa de su caligrafía para conocer a la persona misma.

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recopyartemc-blog · 7 years

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He sido el típico chico tímido, desinhibido, debido al rico licor en público me he desvestido, he sido un mero gamberro, testaferro del terror cuando sacaba la polla en la barra del bar y meaba como un puto perro, aún así sobreviví sin que nadie me reventara y conseguí parar a la gente antes de que se pegaran, milagrosamente he driblado al diablo, yendo muy ebrio, no sé cómo he llegado a casa andando sano y salvo, en serio. Litro de Vodka con Blue Rives, un pelotazo de Pacharán, humo del porro, quiero más chorro, voy a ese corro pa' ver qué me dan, ponche con vainilla con mi chica en el parque, yo aún no sabía que ella iba a dejarme aquella tarde. La vida del truhan, ciego habitual, van a situar a Kase.O como un pésimo Don Juan. Cuando esto sucedió, todo empeoró, se multiplicó mi sentido del gusto, era la época en la que dejé la universidad, no dije nada en casa, durante un tiempo oculté la verdad, hacía como que iba, pero cambiaba de ruta siempre en busca de la pulpa ahogando la culpa en la cicuta. ¿Te acuerdas Hate, aquella mañana en el Entalto? ¡Si! Yo estaba escribiendo mierda en un ritmo del Rasko, dile a la gente, cuando bajaste ¿qué fue lo que viste? Rap hardcore, vasos vacíos y al Javi triste. Ciegos, en el parque. Ciegos, en conciertos. Ciegos, en la casa. Ciegos, en el pueblo. Ciegos, en la playa. Ciegos, en la calle. Ciegos, en los bares. Ciegos, en locales. Ciegos, con colegas ciegos ¡Vaya vaya! Borracheras que me pillaba, cuando gritar por la ventana era la red social más usada, mi primera novia me puso los cuernos. Hay quien saca conejos del sombrero y hay quien se saca un sombrero del conejo. En la infancia todos vemos documentales de animales para que el niño aprenda, igual que una serpiente comiéndose a su presa me desencajo la mandíbula para comerte las tetas. Ligar lo hice malamente, si la vida es una peli porno a muchos nos tocó ser el cámara siempre. De haber habido educación sexual en el cole, hubiera suspendido en Junio para repetir en Septiembre. De chicos fuimos flacos, luego crece la barriga, "¿El vino cuenta como fruta en la dieta?" Me lo pregunto cada día, ¡Eres un vago! Descuida, lo bueno de no hacer nada, es que cuando mueres pareces que no cambies de vida. Mira, he vomitado en alfombras, garitos, incluso garajes, da igual el lugar, aprendes a bailar esperando que salgan del baño pa' poder mear. Hice deporte borracho sin que se me llegase a notar: Camarero, ponga un vino de reserva y un buen ron de titular. Mira la edad, vuelve al hombre un viejo verde, a la mujer vuelve madura. ¿Salimos? ¿De copas? ¿¡O de dudas!? Juventud inmadura, en la personalidad de muchos tíos el rasgo más sólido es tener la polla dura. Como buen adolescente guarro, busqué novia 6 meses seguidos, 2 veces al año. Luego te haces mayor y aprendes la verdad, quién busca la persona ideal no busca una persona, busca un ideal. Mi primer litro me causó odio, me lo bebí sin tener dinero para otro. Cuando muera, en mi funeral no quiero tristeza, tengo alergia al polen, si me traes coronas, que sean de cerveza. Mi primera melopea con Cointreau y Vodka con quince, no sabía lo que era esa sensación increíble, colosal odisea, el simple hecho de quedarme en pie, la boca balbucea en un idioma ininteligible. ¡Eh! En el bar Metamorfosis, entrábamos siendo renacuajos y salimos siendo ranas con cirrosis. Bodegas de abuelos en la zona de San Miguel, botella de Font Vella rellena de Moscatel a granel. Cumpleaños en el Juan Jesús o en el Bar La Hermandad, las peores marcas nunca vistas atrofian el paladar. Sírvale a este Che, ponme un Ponche, Champán o Pacharán, acabé las existencias antes de que chaparan. Viernes, fiesta de instituto con pseudoropa de gala, colonia falsa para engatusar a alguna chavala, demasiado tarde para mostrarle mi amor, y en la potada de bilis fosforita le dibujé un corazón, todo el bocata de calamares, gente mirando con estupor, disimulando limpio el abrigo de mayonesa con tropezón, cachos por boca y fosas nasales, adolescente en plena función, años me abalan en este gremio, Genio Beodo, ese soy yo. Viaje de estudios alcochólico en el 2010, fotos verifican que yo estuve allí, sino ¿de qué? Solo recuerdo beber en Paris, Amsterdam, Bruselas, bañeras llenas de priva con agua fría pa' mantenerlas. Doctorado en calimocho, licenciado en chupitos, graduado en botellines, diplomado en garitos. Saco la burla bajo esta borla que cuelga de este birrete, hoy sigo celebrando el aprobado ¡Sobresaliente! - ¿Cuál es su nacionalidad? - Soy borracho... Viejos ciegos, están donde tiene que estar, vienen nuevos, hazles hueco. Viejos ciegos, están donde tiene que estar, vienen nuevos, lo celebro. Viejos ciegos, están donde tiene que estar, vienen nuevos, hazles hueco. Viejos ciegos, están donde tiene que estar, vienen nuevos, ¡Qué coño busco ciego! Ciegos, ciegos, ciegos.

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