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#directivo de sector de Vox
ruthimages · 2 years
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unpensadoranonimo · 5 years
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El presidente de Santander España tiene razón. Y será peor todavía
Rodrigo Echenique, presidente de Santander España, se lamentó el pasado miércoles, en presencia de Pedro Sánchez, de la situación de ventaja con que juegan las empresas tecnológicas respecto de los bancos, y solicitó al presidente en funciones una regulación que permita una competencia equilibrada. Echenique demandaba reciprocidad, ya que su firma está obligada a compartir datos, y entendía que las diferencias de trato fiscal no podían seguir manteniéndose, ya que "todas las empresas deben tributar en los territorios donde generan valor". Afirmó, además, que su entidad siempre ha creído en la competencia y que si bien las 'fin-tech' llegaron para favorecerla, la aparición de las plataformas tecnológicas ha cambiado el escenario.
Estas quejas son recurrentes en el mundo de los negocios españoles. Las ha formulado Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica, respecto de esas plataformas que ofrecen voz y mensajería, y llegó a afirmar que no tenía problema en que no estuvieran reguladas pero que, en ese caso, tampoco su empresa debería estarlo. Hace prácticamente un año y medio, el entonces presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, formuló una petición similar al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al solicitar "un marco regulatorio eficaz y justo que se adapte a la era digital para que todas las empresas puedan competir en igualdad de condiciones" y no parece que las cosas hayan cambiado desde entonces, salvo la alianza de la popular firma con Aliexpress.
En situación de ventaja
Tienen razón los directivos: las firmas tecnológicas no triunfan solo por su modelo de negocio o por su carácter innovador, sino porque las enormes inversiones que captaron (que las soportaron hasta que empezaron a generar beneficios) y su carácter global les han permitido tejer estructuras sólidas y amplias redes de influencia, y con ellas han conseguido una notable permisividad institucional, gracias a la cual operan en condiciones mucho más ventajosas que el resto de empresas tanto en el ámbito laboral como en el fiscal, en el financiero, en la relación con sus proveedores o en el administrativo.
Hasta ahora, la ortodoxia explicaba esta disparidad en el funcionamiento del mercado desde la falta de previsión y de adaptación de las viejas empresas. Así, los grandes almacenes eran lógicos perdedores frente a la agilidad y comodidad de Amazon, los taxistas llevaban todas las de perder ante nuevas aplicaciones mucho más prácticas y atentas al cliente y los establecimientos hosteleros tradicionales tendrían que ver cómo inevitablemente menguaba su cuota de mercado por la aparición de nuevas formas de alojamiento. Ha ocurrido en muchos ámbitos, y también el periodismo se ha visto sustancialmente transformado por la distribución de sus contenidos que realizan unas empresas tecnológicas que acaparan buena parte de los recursos publicitarios. Las tecnológicas han irrumpido en sectores de lo más dispar y se han convertido en mediadoras necesarias que, bajo la excusa de las enormes posibilidades de la digitalización, se han apropiado de partes sustanciales del mercado.
Los 7.000 millones de Apple
Ahora es el turno, entre otros, de los bancos, que ven una amenaza seria en las intenciones de esas compañías de penetrar en su mercado. Son empresas que cuentan con grandes ventajas, entre ellas la permisividad de las autoridades: su margen de maniobra para pagar impuestos donde deseen o para saltarse las normas nacionales es muy elevado, e iniciativas como Libra, la moneda de Facebook, ni siquiera podrían haber sido enunciadas por otras firmas. Además, cuentan con acceso fácil y barato al dinero: Apple acaba de pedir prestados 7.000 millones de dólares en lugar de recurrir a las ingentes cantidades de capital que acumula, algo habitual en la firma, porque le resulta mucho más rentable.
A ese punto de partida, que otorga grandes ventajas, se suma un aspecto crucial, el del acceso a los datos y el desarrollo de la inteligencia artificial, el terreno de juego en el que se están librando las grandes batallas. Si empresas con grandes cantidades de capital, con poderosos fondos de inversión detrás, con dimensiones globales y con desarrollos tecnológicos sofisticados pueden, por ejemplo, ofrecer préstamos personalizados a través del móvil gracias a los datos que poseen, las entidades tradicionales tendrán un serio problema. Por citar una iniciativa entre otras. Los bancos hacen bien en preocuparse, porque les puede pasar lo mismo que al taxi en un tiempo no muy lejano.
La puerta de entrada
Las tecnológicas, además, ya están aquí, ya sea mediante la prestación de servicios o a través de alianzas estratégicas. Amazon Web Services asegura que más de dos tercios de las empresas del Ibex 35 utilizan su nube, entre ellas, Telefónica y BBVA. Repsol está trabajando con Google Cloud en un proyecto de inteligencia artificial y big data, y Telefónica ha llegado a un acuerdo con Microsoft en el terreno de la IA, y se ha asociado a Amazon en un proyecto para impulsar los servicios en la nube para empresas. Hay que recordar que estas alianzas, que suenan lógicas y que parecen beneficiar a ambas partes, han sido un camino usual de entrada de las tecnológicas en otros sectores para adueñarse posteriormente de mayores partes del mercado. El pez grande no suele ser muy amigable con los de menor tamaño.
En definitiva, en este juego llamado globalización, las grandes firmas nacionales, muchas de las cuales han salido ganando hasta la fecha, están viendo cómo la situación se invierte e intuyen (con razón) que pueden resultar dañadas. En el caso de los bancos, además, la situación se complica, porque en un mundo bifurcado, el efecto Mateo funciona plenamente: como bien explica 'The Wall Street Journal', los bancos estadounidenses se han convertido en los grandes dominadores del mundo, mientras los europeos se han hecho menos rentables y más pequeños. Por decirlo de otra manera, los bancos nacionales y los continentales están empezando a sufrir la misma posición de debilidad que nos ha afectado a las poblaciones occidentales en estos años. Por algún motivo, las grandes empresas españolas pensaron que esa dinámica de los tiempos no les iba a afectar, que estarían siempre en el lado bueno. No es así, y menos en nuestro país.
Desde esta perspectiva, resultan mucho más comprensibles las demandas de competencia justa con que los directivos de las grandes firmas insisten a los gobernantes. Esta igualdad de condiciones operativas puede provocarse de dos formas: o reduciendo la capacidad de acción de las tecnológicas para que se ajusten a las mismas reglas que el resto, o ampliando el número de jugadores exentos de cumplir las normas. Esa elección tiene consecuencias políticas notables.
La primera pregunta
Antes de llegar a ellas, hay un paso que suele obviarse y que en la tesitura europea resulta crucial. Es el de quién tiene el poder para tomar esas decisiones y llevarlas a la práctica. Los gobernantes españoles cuentan con un margen estrecho, porque las acciones verdaderamente eficaces se dictan en el seno de la UE. Esta, por su parte, está atravesada por dos grandes problemas que hacen difícil una decisión coordinada, firme y efectiva, el de los diversos intereses de cada país (con Alemania como Estado dominante) y el de su decreciente influencia en un mundo reconfigurado a partir de la lucha entre el imperio hegemónico, EEUU, y el emergente, China.
En este contexto en el que el respaldo de los Estados cuenta mucho más que en la época global feliz, la presión de Trump para que las firmas estadounidenses, y entre ellas las grandes tecnológicas, tengan más recorrido y menos límites en el exterior es insistente. Al mismo tiempo, China sigue pugnando por expandirse, y no solo mediante la ruta de la seda. Un ejemplo: el miércoles pasado, el embajador asiático en Alemania, en el tiempo de la visita de Merkel a Pekín, afirmaba que, al contrario de las cifras que suelen manejarse, China ha incrementado en más de un 80% la inversión en Alemania durante el último año.
Es un ejemplo más de cómo en esa guerra comercial en la que estamos inmersos, con el 5G, los datos y la inteligencia artificial como telón de fondo, la UE se encuentra en un fuego cruzado. Dependemos demasiado de EEUU y China, y al mismo tiempo carecemos de la fuerza propia, comercial, militar y financiera como para constituir otro polo de influencia que resiste con solidez las presiones de los dos imperios. Y eso genera problemas a las empresas europeas, porque los límites que pueden establecer las autoridades nacionales y europeas a China y EEUU no son lo suficientemente fuertes. Eso no significa que España o la UE no puedan hacer nada, pero sí que su margen de acción no es muy amplio: es complicado pensar que se pueden fijar diques a esta invasión cuando Washington o Pekín pueden contraatacar comercialmente con armas muy potentes.
La pregunta crucial: qué hacer
El segundo dilema, más allá de a quién pedir ayuda, es el del contenido de la misma, qué hacer para revertir esta situación. En estos contextos, es frecuente que las élites caigan en tentaciones duras, y los últimos años apuntan en esta dirección. Cuando el capitalismo se ha concentrado en monopolios y oligopolios, ha sido usual que se refugiara en nacionalismos fuertes que defendieran el mercado interior y pugnasen por abrir al máximo los mercados exteriores. Las tecnológicas forman parte por completo de esa dinámica, y el giro geopolítico no es comprensible sin ello.
Estas tentaciones, que hoy llevan el rótulo de populistas, se han convertido en realidades en EEUU con Trump, con el Brexit en el Reino Unido y amenazan con extenderse insistentemente: esa es la apuesta de las nuevas extremas derechas, como la de Bolsonaro o la de Vox, que insisten en profundizar en el modelo neoliberal con la bandera como emblema. Su objetivo es profundizar en un modelo desregulado, en el que la falta de control actual se amplíe y se deje cada vez más mano libre a las grandes empresas. Este es el modelo político hacia el que nos dirigimos, cuya contrapartida es la de deslizarse peligrosamente hacia el capitalismo sin democracia.
La otra opción política, la de incrementar el control, regular el mercado, poner límites y realizar reformas para que la competencia sea justa, es decir, para que esas disparidades de poder dejen de causar disfunciones económicas y sociales, no es demasiado popular en el mundo de los negocios, y menos aún cuando sólo la defiende la izquierda. Como dicen los conservadores británicos en estos días, si hay que elegir entre Corbyn y el Brexit duro, bienvenida sea la dureza. La prevención ante el auge de Elizabeth Warren también ha calado en EEUU, ya que es quien ha sabido leer mejor que nadie en el ámbito político los problemas que causan las concentraciones y la financiarización en los mercados y en las sociedades y en su programa se reflejan medidas muy contundentes al respecto, y dirigidas a favorecer a los 'makers' en detrimento de los 'takers'.
Este es el momento político-económico, y se refleja también en las peticiones de los directivos nacionales. Se puede optar por un capitalismo más desregulado o por otro más controlado, pero ya no se puede seguir haciendo lo mismo: el giro geopolítico obliga al cambio. Las élites europeas no parecen muy favorables a reconducir el mercado hacia un modelo más manejable y redistributivo, y suelen apostar, como ha ocurrido históricamente, por ahondar en la desregulación. Esa visión tiene muchos costes, sociales y económicos, pero a corto plazo genera la sensación de que todo puede seguir igual. No es así, y menos si se vive en España. Tampoco las grandes empresas nacionales podrán resistir a esta tendencia, y ya hemos comenzado a ver muchas señales. Quien tenga sentido de la Historia puede imaginar dónde acaba esto políticamente.
Fuente: Esteban Hernández
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elviajeronero · 4 years
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Dilemas académicos
Traigo una incomodidad y una duda enorme. Es inevitable que la Covid19 nos haga caminar sobre una cuerda floja llamada “Dilema”  (Un dilema es algo, inevitable, trágico y moralmente irresoluble, el dilema siempre se presenta sobre opciones que uno no desearía o que no puede justificar pero esto lo podría desarrollar después)
Sobre el regreso a las aulas, y perdón que me enfoque solamente a mi universidad pero es la que más me tiene pendiente pues porque sigo asistiendo a ella.
Primero, los niños del Pies, o bueno el “Feet”, son niños que piden y piden, que sus demandas deban ser atendidas o todos son discriminadores, golpistas.
El proceso de admisión 2020 de la BUAP debe ser limitado al menos este año por cuestiones de salubridad.
El rector debe aceptar que la infraestructura y personal de algunas carreras/facultades no es óptima para el distanciamiento físico o la Sana Distancia. 
¿Dónde meter tanto niño que logró (con éxito y esfuerzo) completar el proceso de admisión?. Y sobretodo, quien lo orientará en las clases. Ahi si, se debe garantizar la educación para todos, pero ¿y la calidad 'apa?
Aterrizando el caso en Psicología, que es un lugar donde se cuecen habas y se llega a ejercer la hiperexaltación, todos y todas deben de entender la situación en la que se debe convivir y estar dispuestos a cooperar en esta situación, no niego la Vox Populi, pero si todo el populi habla, nadie se escucha.
No es secreto para nadie los grupos de más de 50 alumnos en un salón, en los que algunos, pueden rehusarse a asistir por lo aglomerado. Agregando la baja plantilla del profesorado, que por supuesto debe ser ampliada, bueno, primero recortada atendiendo también las denuncias de hostigamiento y agresiones, los retiros o reserva de las profesoras y profesores de sector vulnerables. 
Espero tanto la visión panorámica (si esperan la palabra "critico", no, la detesto) y responsable de los directivos y se que en esta situación, que por supuesto, a nadie va a complacer porque nadie va estar conforme. (Vuelvo a lo del dilema)
Estrategias, apertura de espacios, de plazas, intercambio de docentes entre facultades e institutos para enseñar en determinadas materias. 
Que el instituto o dependencia encargada, adquiera pruebas rápidas para detección de la Covid19, como se llegan a aplicar las pruebas de VIH, y sea sustentado por el H. Consejo Universitario la aplicación de estas a la comunidad, a TODA LA COMUNIDAD. (claro, que lo desee, (Sin vulnerar su “libertad”)
Que el grupo que se armó el rector a principios de la contingencia sirva de algo, y no se vean como el florero más caro de la universidad, no sean otro gabinete de la “cuatrote”.
La BUAP debe demostrar, y no solo aparentar, que va a ver por sus alumnos y alumnas primero y antes que nada, por toda su comunidad que es esencial y que ha quedado demostrado ya en diversas ocasiones recientes.
No paremos la universidad cuando algo no nos gusta, todo lo contrario, que no paren los que no deben parar, los que pueden proponer y hacer posible nuestras peticiones, que el alumno participe en conjunto con ellos, creer en el diálogo y en el poder que cada individuo tiene y el resultado que da al unirse con otras compañeras y otros compañeros
Que el lema de la universidad, de nuevo, sirva de algo, que se ejerza.
Pensemos bien (y piensen bien), para (sobre)vivir mejor.
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jccamus · 5 years
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Periodismo, medios y tecnología: tendencias y predicciones para 2020
Periodismo, medios y tecnología: tendencias y predicciones para 2020 https://ift.tt/2vk9M9N
1. Tendencias y predicciones clave para 2020
En esta sección exploramos asuntos clave para este año, integrando datos y opiniones de nuestra encuesta a directivos. Para cada tema proponemos algunos indicios sobre qué puede pasar después.
1.1 Las perspectivas para el negocio son las más positivas en años, pero persisten preocupaciones sobre el periodismo
Casi tres cuartas partes de los encuestados (73%) se sienten confiados o muy confiados sobre las perspectivas de sus empresas para 2020. Se trata de un dato sorprendentemente positivo teniendo en cuenta la incertidumbre constante en áreas editoriales y comerciales, aunque refleja el optimismo de muchos que consideran que el ingreso vía lectores y la diversificación de estrategias empiezan a dar sus frutos.
Esos mismos ejecutivos, no obstante, tienen menos confianza en el periodismo en general (46%) y en el periodismo de interés público en particular. Hay una inquietud extendida por el debilitamiento de la información local y las presiones políticas y económicas a los periodistas que tratan de controlar a los ricos y a los poderosos.
“Me preocupa que los periódicos locales y tradicionales estén golpeados por deudas corporativas, la caída del ingreso por publicidad y una transición lenta a las ganancias digitales”. Jeremy Gilbert, director de Iniciativas Estratégicas del Washington Post
“Es deprimente y preocupante ver los continuos ataques de jefes de Estado contra medios independientes”. Karyn Fleeting, Reach plc, Reino Unido
Confianza en mi compañía y en el estado del periodismo
Preguntas 1 y 2: ¿Hasta qué punto tiene confianza sobre las perspectivas de su compañía y las perspectivas del periodismo para 2020? Respuestas: 230.
Una tendencia notable es la falta de confianza de los medios públicos (PSB), muchos de los cuales afrontan caídas veloces de audiencias por la creciente competencia de Netflix y Spotify y, en varios casos, ataques de políticos populistas y dueños de medios privados comerciales. Entre los encuestados de emisoras públicas el promedio del índice de confianza fue de 46%, frente a un 73% del promedio general. Estos números están influidos por recortes presupuestarios recientes o próximos en numerosos países, entre ellos Dinamarca, Australia y el Reino Unido.
Foco en los ingresos vía lectores
En contraste, los medios privados (especialmente aquellos que representan calidad en el mercado) muestran confianza creciente sobre el futuro de los contenidos de pago. Empresas grandes y chicas alcanzaron importantes hitos durante 2019. El New York Times tiene 4,9 millones de suscriptores digitales y de papel, casi la mitad de su objetivo de 10 millones.1 El Financial Times quebró la meta del millón de suscriptores, en tanto que el Guardian volvió a tener beneficios (tras años de pérdidas fuertes) al lograr más de un millón de contribuciones de sus lectores en los últimos tres años.2 Los ejecutivos en varios países dicen que los ingresos vía lectores representan ya una fuente estable y creciente, mientras que la publicidad ha permanecido volátil y muchos en 2019 reportaron resultados peores de los esperados.
“Las fuentes de crecimiento, específicamente el ingreso vía lectores, tienen perspectivas muy positivas. El ingreso por publicidad sigue siendo una preocupación principal”. Jon Slade, jefe del Departamento Comercial del Financial Times
Fuentes de ingresos más importantes para mi compañía hacia el futuro
Pregunta 3: Pensando en su empresa, ¿con cuál de las siguientes declaraciones coincide más? El ingreso vía lectores va a ser el más importante hacia adelante/ El ingreso vía lectores y la publicidad tendrán la misma importancia/ La publicidad será más importante. Respuestas: 189.
Pero no sólo las grandes empresas están haciendo funcionar el ingreso vía lectores: las publicaciones más pequeñas también están teniendo éxito mediante una variedad de modelos de suscripción y membresía. El sitio neerlandés de investigación Follow the Money y el medio danés de “periodismo lento” Zetland figuran entre los que llegaron al punto de inflexión de rentabilidad.
“Gracias a una muy exitosa campaña de embajadores (miembros que traen nuevos miembros) este año tuvimos 25% de crecimiento en agosto y por primera vez nuestro presupuesto está equilibrado”. Lea Korsgaard, editora jefa de Zetland, Dinamarca
“Tenemos una base sólida de suscriptores y sabemos que eso incrementa nuestra audiencia y mantiene baja nuestra tasa de cancelaciones. Estamos convencidos de que el modelo de suscripción tiene garantía de futuro”. Jan-Willem Sanders, director de Follow the Money, Países Bajos
Opciones de pago on El Mundo
Este año veremos medios del sur de Europa inclinándose más por la suscripción. En España, El Mundo empezó a cobrar por contenido premium mientras que El País se prepara para seguir ese camino a comienzos de 2020 y ya pide registrarse (gratis) para leer columnas de opinión y artículos de fin de semana. Se trata de un notable cambio de dirección para medios que hasta hace poco perseguían una estrategia basada en escalar la cantidad de usuarios, lo que a veces ha provocado acusaciones de clickbait (artículos creados para generar clics fáciles) y periodismo de baja calidad.
Otras cadenas regionales españolas como Vocento y Prensa Ibérica instalaron muros de pago en la mayoría de sus medios, en tanto que el sector independiente se inclina más por las opciones de membresías y/o donaciones.
¿Qué esperar en 2020?
¿Se desmigajan las cookies? Los medios impulsarán de una forma más agresiva la estrategia de registro e inicio de sesión tras las regulaciones sobre privacidad de datos y las decisiones de navegadores como Safari y Firefox, que combaten el rastreo de datos para publicidad e impusieron mayores restricciones al uso de cookies. Recolectar información de primera mano será crucial, aunque beneficiará aún más a plataformas como Google y Facebook que tienen cientos de millones de usuarios autentificados y conectados. En contraste, algunos medios pueden pelear por persuadir usuarios para que inicien sesión. Siguiendo esta tendencia, se esperan más alianzas de medios como NetID3 en Alemania y Nonio4 en Portugal.
Más consolidación. La disminución en los márgenes por la caída de lectores y el creciente poder de las plataformas ha provocado ya una serie de megafusiones, lo que motiva nuevas preguntas sobre pluralidad y concentración de la propiedad. Las cadenas estadounidenses de periódicos regionales Gannett y GateHouse Media combinaron fuerzas en noviembre de 2019 para crear un conglomerado que tendrá aproximadamente una de cada seis publicaciones diarias en los Estados Unidos. Vice compró Refinery 29 mientras que Vox Media adquirió New York Magazine en operaciones que llaman la atención y al mismo tiempo crean escala y audiencias complementarias. En el Reino Unido la compañía que posee el Daily Mail sumó el periódico i a un grupo que incluye el gratuito Metro y concentra alrededor de un 30% del mercado nacional de diarios. El regional JPI Media está en problemas y en venta, y es probable que lo compre Reach plc o Newsquest, y se rumorea que también está en oferta el periódico nacional Daily Telegraph. En el pasado varias de estas fusiones destrozaron valor, por lo tanto probablemente el foco sea conservar las propuestas editoriales distintivas e integrar las áreas tecnológicas, los equipos de datos y la tecnología publicitaria.
Alianzas editoriales. Los medios se dieron cuenta de que no pueden cubrir todas las opciones y buscan cada vez más alguna oportunidad de alianza. En las recientes elecciones en el Reino Unido, Sky News se asoció con BuzzFeed News para tener más presencia en la conversación social. A cambio, BuzzFeed obtuvo acceso a exponer su marca ante una audiencia mucho más amplia. En el área del podcast, las alianzas están a la orden del día con Gimlet trabajando con el Wall Street Journal y Slate juntándose con The Economist para producir Secret History of the Future.
Se evitan las suscripciones. Más medios buscan nuestro dinero, la gente encontrará más y más muros de pago y los usuarios serán cada vez más conscientes respecto de cómo burlarlos. La mayoría está dispuesta a suscribirse a un medio digital o a dos,5 pero aún podría interesarle acceder a más. El vacío legal en torno a la navegación en modo incógnito se va cerrando mediante las estrategias de registro, aunque surgen sofisticados bloqueadores de muros de pago capaces de abrir los sitios más seguros. Los usuarios también sabrán aprovechar mejor las ofertas especiales a la hora de renovar una suscripción.
Ver también “Construyendo el negocio que queremos”, por Rasmus Kleis Nielsen “Lograr que los lectores paguen”, por Eduardo Suárez
1.2 La política de la posverdad y la respuesta periodística
Las elecciones en el Reino Unido constituyeron otro ejemplo de políticos tomándose los hechos a la ligera, evitando el escrutinio del periodismo y denigrando a la prensa. “Ha sido la elección más superficial, mentirosa y frustrante que puedo recordar, y una mala propaganda para la democracia”, declaró el veterano analista político Peter Kellner.6 Full Fact, organización independiente dedicada a la verificación de datos, dijo que la campaña de seis semanas mostró “tácticas inapropiadas y engañosas que no habíamos visto antes”. Eso incluyó una cuenta oficial del Partido Conservador en Twitter haciéndose pasar por una entidad de verificación y editando imágenes de un político laborista para mostrarlo como si no pudiera responder una pregunta sobre la posición de su partido sobre el Brexit.
Los medios integraron la verificación de datos en sus coberturas y controlaron a los políticos cuanto pudieron, pero cada vez menos gente sigue esos debates y esas entrevistas en TV. Y cada vez más los políticos tratan de evitar a la prensa y emiten sus mensajes directamente en redes sociales. Boris Johnson no aceptó someterse a las preguntas del entrevistador más duro de la BBC, Andrew Neil, y se escondió en una cámara frigorífica para esquivar otra entrevista televisiva. Channel 4 reemplazó a Johnson con una escultura de hielo que se derretía cuando se negó a debatir con otros líderes sobre cambio climático. Tras estos desafíos, los tories advirtieron a los periodistas que iban a revisar la licencia de Channel 4 y el mecanismo de financiación de la BBC.7
En nuestra encuesta, el 85% coincidió con la premisa de que los medios deberían hacer más para señalar las mentiras y medias verdades. Pero no queda claro si esto funciona con las audiencias, e incluso pueden endurecerse las críticas tanto desde la izquierda como desde la derecha.
Estos dilemas se agudizarán este año, mientras más políticos en el mundo adoptan el manual de Donald Trump para enfrentarse a la prensa. Desde lo sucedido en 2016, los medios han robustecido sus verificaciones de datos aunque varias empresas que tienen equipos de chequeo temen que eso no tiene “nada de impacto en amplias franjas del público”.
Los medios deberían hacer más para señalar las declaraciones engañosas y medias verdades que dicen los políticos
Pregunta 7: Hasta qué punto coincide con la siguiente frase: Los medios deberían hacer más para señalar las declaraciones engañosas y medias verdades que dicen los políticos. Respuestas: 223.
“La falta de consecuencias para un presidente que miente repetidamente ha incentivado a que toda una generación de políticos abandonara el compromiso con la honestidad. Es nefasto”. Editor líder en los Estados Unidos
Ver también “Periodismo bajo presión”, por Meera Selva
No obstante, las reacciones no son obvias y los medios muchas veces no ayudan al repetir o amplificar mentiras y narrativas engañosas. Incluso entre quienes tratan de atacar las falsedades e inventos descarados hay preocupación por si dedicar tiempo a la verificación de datos puede desviar recursos y atención de otras tareas periodísticas. Otros dicen que existe una delgada línea entre “señalar una frase y las percepciones de sesgo”, lo cual puede erosionar la confianza de lectores, oyentes y televidentes. Los medios también pueden tener en cuenta nuestra investigación, que muestra que el público a menudo siente que los políticos (y otras figuras públicas) muchas veces no reciben trato equitativo8 y que la prensa adopta una mirada excesivamente negativa de los hechos.9 Algunos esperan más matices que simplemente señalar a políticos cuando no dicen la verdad.
“Ciertamente necesitamos ofrecer verificación de datos, pero también contenido que explore las políticas de buena fe, lo que puede estar funcionando bien, cómo la política marca la diferencia. Si no, alejaremos aún más a nuestras audiencias de la política y haremos que confíen aún menos en ella”. Mary Hockaday, directora en BBC World Service
“Siempre tengo optimismo sobre la industria. Pero este año me preocupa más que nunca el cansancio de los lectores y cómo evitan las noticias. Esto es claramente un problema para la democracia y el debate, no sólo para la industria”. Sarah Marshall, jefa de Desarrollo de Audiencia en Conde Nast
El alejamiento de los lectores y la evitación de las noticias surgen como preocupaciones crecientes entre muchos ejecutivos. Contrarrestar el escepticismo y la negatividad probablemente sea este año un tema importante para los periodistas.
La responsabilidad de las plataformas
Al enfocar el problema de la desinformación, los periodistas son tan críticos con las plataformas tecnológicas como con los políticos. En la encuesta de este año son condenatorios sus veredictos sobre los intentos de las plataformas para solucionar el problema. Menos de uno de cada cinco (17%) le da crédito a Facebook por sus esfuerzos durante 2019, pese a que eliminó millones de cuentas, financió verificaciones de datos e incrementó la transparencia de la propaganda política. YouTube tuvo apenas 18% de aprobación, pese a que se dedicó a promocionar fuentes fiables sobre noticias de última hora y además presentó herramientas para señalar la desinformación. Las búsquedas en Google lograron un porcentaje algo mejor con el 34% después de sus cambios en el algoritmo para favorecer el contenido original y el periodismo local en sus resultados. Twitter llegó al 41%, posiblemente por su reciente decisión de prohibir toda propaganda política en su plataforma.
Cómo califican los editores a las plataformas según su lucha contra la desinformación
Pregunta 8: ¿Hasta qué punto usted cree que las siguientes plataformas han hecho lo suficiente durante el último año para combatir la desinformación? Respuestas: 221.
Pero el mensaje general de los editores es que esos esfuerzos no están cerca de combatir la escala y el alcance del problema.
“Todas las plataformas gastan una fracción ínfima de sus vastas ganancias y sus recursos tecnológicos en esta área, pese a que una prensa justa y transparente es un ingrediente absolutamente vital en una democracia saludable que funciona. La mayoría de sus esfuerzos parecen palabrería para calmar a los reguladores”. Editor británico
Nuestra encuesta también revela los diferentes enfoques de Europa y Estados Unidos sobre dónde deberían estar los límites de la libertad de expresión.
“La mayoría de las plataformas aún mantiene la posición ‘Si no es delito, es libertad de expresión’, lo cual resulta inaceptable. Se llevan el dinero y dejan que el trabajo duro (verificación de datos, refutaciones, etcétera) lo hagan los periodistas que trabajan en medios”. Vinzenz Schmid, estrategia en SRG SSR de Suiza
Es difícil separar la responsabilidad de las plataformas de las tensiones más amplias que existen en una sociedad y que alimentan esas tendencias. Y sin una guía clara sobre los límites de la libertad de expresión, cada vez más se pide a las empresas de Silicon Valley que tomen decisiones editoriales sobre qué contenido debe eliminarse o degradarse. Hagan lo que hagan, es complicado que logren satisfacer a editores o políticos en 2020.
¿Qué esperar en 2020?
Regulación de plataformas. En algunos países (como el Reino Unido) es probable que este año haya un regulador tecnológico con poder para supervisar un código de conducta aplicable a las empresas más grandes como Facebook y Google, y nuevas reglas para darles a los usuarios más control sobre sus datos. Pero los asuntos vinculados a libertad de expresión y elecciones van a ser mucho más difíciles de regular. En gran medida los políticos van a eludir estos desafíos otra vez en 2020.
El foco en la elección estadounidense. Las redes sociales van a estar en el centro de atención en los prolegómenos de los comicios presidenciales de noviembre: habrá actividades coordinadas de campaña y más acusaciones de parcialidad a las plataformas, tanto desde la derecha como desde ciertas voces de la izquierda. Se esperan más calumnias contra candidatos y más actores domésticos intentando armar campañas coordinadas en distintas redes, desde discusiones hasta bronca sobre qué mensajes políticos falsos o engañosos deben ser verificados o sobre si hay que darles menos relevancia. Concentrarán cada vez más atención los grupos cerrados en Facebook y WhatsApp, donde es más difícil controlar y refutar información falsa.
1.3 Las plataformas y su relación con el periodismo
Nuestra encuesta a líderes digitales muestra que se mantienen más positivos sobre Google y Twitter que sobre Apple, Facebook, Snapchat y Amazon en cuanto a las iniciativas para apoyar al periodismo. Más de la mitad califica a Google con un 3 o más en una escala de 0 a 5, pero las otras plataformas obtuvieron más opiniones negativas que positivas y en términos generales existe una considerable cantidad de escepticismo sobre sus motivaciones reales.
Cómo califican los editores a las plataformas en función del apoyo al periodismo Porcentaje de respuestas de 3 o más en una escala de 0 a 5
Pregunta 9: ¿Hasta qué punto cree usted que las siguientes plataformas han hecho lo suficiente para apoyar al periodismo? Respuestas: 221. * Estas cifras son bajas en parte debido a la cantidad de respuestas “No sé”: 13% para Apple, 26% para Amazon y 38% para Snapchat, comparado con apenas 2% para Google y 3% para Facebook.
La calificación más alta para Google se refleja con varios encuestados que tienen o han recibido fondos de innovación de esa empresa (DNI o GNI) y con quienes colaboran con la compañía en sus productos relacionados con la información. La puntuación baja para Facebook puede vincularse a la histórica desconfianza por la serie de cambios en la estrategia del producto que dejaron a algunos medios financieramente expuestos. En 2019, de todos modos, Facebook reforzó su compromiso con el periodismo mediante varias iniciativas nuevas y la promesa de invertir en los próximos años alrededor de 300 millones de dólares en proyectos relacionados con el periodismo.
No obstante, la sensación general de nuestro sondeo indica que los editores no quieren limosnas de las plataformas: prefieren un escenario parejo para competir en condiciones justas y obtener una compensación acorde con el valor que aporta su contenido.
“Pocas plataformas se toman en serio el negocio del periodismo. Fondos y pequeñas migajas de compromiso no alcanzan. La industria necesita modelos de negocio reales y significativos para el periodismo. Apple News+ logra lo opuesto, que es ofrecer beneficios a Apple mientras las condiciones para los medios son horribles”. Líder de un medio global
Los legisladores siguen hablando de diferentes tipos de intervenciones para ayudar al sector de los medios. Incluyen imponer las nuevas directivas de la Unión Europea sobre copyright, a menudo denominadas “impuesto al enlace” porque implican que la plataforma pague por el contenido que aparece en sus agregadores de noticias sin autorización. Se trata de un resultado directo de la presión que ejercieron los grandes grupos mediáticos, aunque todo arrancó de forma escabrosa en Francia, el primer país miembro que lo implementó: Google optó por mostrar menos información en los resultados de búsquedas en lugar de establecer un precedente costoso. Con los medios recurriendo a la Justicia y ambos bandos atrincherándose, parece que los únicos ganadores este año serán los abogados.
La Unión Europea tomó otros caminos más positivos para colaborar con las organizaciones periodísticas, como permitir que sus miembros exceptúen a los medios digitales de pagar el impuesto al valor añadido (VAT), al tiempo que varios gobiernos en el mundo abordan cuestiones de transparencia y precios excesivos en el mercado de publicidad digital.
Como hemos documentado en un informe reciente, los legisladores tienen un rango de opciones factibles si pretenden crear un ambiente más propicio para el periodismo digital independiente, incluyendo acciones para proteger la libertad de prensa, mejorar la sostenibilidad del negocio informativo y ayudar a que la industria y la profesión trabajen hacia su futuro digital.10
Aún no se sabe si los legisladores van a dar esos pasos, pero en nuestra encuesta los editores sienten que tales intervenciones son más propensas a dañar el periodismo (25%) que a ayudarlo (18%) y la mayoría cree que no marcarán la diferencia (56%).
¿Las intervenciones legislativas este año van a ayudar o a dañar al periodismo?
Pregunta 13: ¿Espera que las intervenciones de legisladores ayuden o dañen al periodismo este año? Respuestas: 217
¿Qué esperar en 2020?
Se hace global la pestaña de noticias de Facebook. Al desplegarse más allá de Estados Unidos, se pueden esperar más discusiones sobre qué medios deberían estar y cuánto se les debería pagar. Sin embargo, quizá la pregunta más importante es si los usuarios van a prestarle algo de atención a un jardín amurallado repleto de medios fiables. Nuestra investigación sugiere que Facebook no es un destino para informarse: ahí las noticias corresponden más a una cuestión fortuita y cambiar esos comportamientos puede ser difícil. Mark Zuckerberg públicamente mencionó su objetivo de tener decenas de millones de usuarios, es decir, apenas un pequeño porcentaje de los 2.000 millones de usuarios que tiene Facebook en el mundo.
Noticias controladas fuera de las plataformas. La pestaña de noticias de Facebook es parte de una tendencia más extendida de las plataformas que buscan crear ambientes informativos confiables y curados en lugar de mezclarlos con el contenido generado por usuarios. YouTube empezó a impulsar medios confiables cada vez que surge una noticia importante y Google ofrece una selección cuidada de noticias en productos apoyados en inteligencia artificial como Discover. Vemos también más personas involucradas en el proceso: las plataformas contratan editores para manejar ciertas sutilezas.11
1.4. Diversidad y talento en la redacción
En los últimos años la industria despertó frente a la falta de diversidad en las redacciones y las complicaciones que eso crea a la hora de representar a las sociedades de manera justa y rigurosa. La mirada mayormente se ha concentrado en el género al compás del movimiento #MeToo, la exposición de las diferencias salariales en el Reino Unido y las arraigadas actitudes sexistas en redacciones francesas. Pero a raíz del Brexit, Donald Trump y las protestas de los “chalecos amarillos” también hubo introspecciones sobre falta de diversidad política en el periodismo y la incomprensión sobre qué preocupaciones tiene la gente que no vive en las grandes ciudades.
Varios editores dicen en nuestra encuesta que dieron grandes pasos sobre diversidad de género: tres cuartas partes (76%) creen que su medio está haciendo un buen trabajo. De todos modos, se ponen peor nota en cuanto a diversidad en zonas no metropolitanas (55%), en diversidad política (48%) y en diversidad racial (33%). Los críticos dirán que estos números relativamente altos indican cierta autocomplacencia entre los ejecutivos y que es necesario hacer mucho más.
Mi medio hace un buen trabajo sobre…
Pregunta 5: ¿Hasta qué punto coincide con las siguientes frases? Respuestas: 227.
En esas cifras podemos detectar diferencias significativas según la región, con los escandinavos mucho más seguros de la diversidad de género que sus colegas de otras partes de Europa. En general, las mujeres se muestran mucho más escépticas que los hombres en términos del progreso que hubo.
“En Francia somos particularmente malos en cuestiones de diversidad. En mi redacción pienso que esa conciencia no llegó aún al nivel adecuado”. Líder de un medio gráfico francés
Otros reportan progreso en las franjas de empleados menos experimentados, aunque a menudo las decisiones editoriales siguen en manos de hombres:
“Los medios portugueses están muy equilibrados en cuanto al género… excepto entre los directores”. Catarina Carvalho, directora editorial de Diário de Notícias
En nuestro sondeo se registra un amplio reconocimiento de la necesidad de expandir el reclutamiento de personal más allá de las élites liberales urbanas. Los medios nativos digitales en particular han recurrido al trabajo remoto para incrementar la diversidad, pero en países como Sudáfrica se trata de una modalidad laboral difícil de implementar y su rentabilidad muchas veces no cuadra:
“La presión de los costes y un país muy dispar geográficamente implican que es difícil cubrir suficientemente áreas periféricas, y la mayoría de los medios se concentra en zonas metropolitanas”. Editor sudafricano
Un reciente informe del RISJ sobre diversidad y talento12 concluyó que los periodistas deben llegar a audiencias cada vez más diversas, al tiempo que las redacciones se tienen que hacer más atractivas para nuevos empleados a quienes es necesario convencer de que el negocio de los medios tiene futuro.
Según nuestra encuesta, los directivos sienten que será una tarea más fácil en las áreas editoriales (76%) que en ciencia de datos y tecnología (24%) o en producto (39%), donde existe una intensa competencia con las plataformas tecnológicas y las grandes marcas que frecuentemente pueden ofrecer salarios más altos, más estabilidad laboral y una cultura en la que las personas pueden producir su mejor trabajo.
“Se intensifica la competencia por el talento en tecnología y datos. Google y Facebook contratan incansablemente en Londres. En 2019 se llevaron a algunos integrantes del equipo e indirectamente vemos también una presión significativa hacia arriba en los salarios”. Editor del Reino Unido
Hay algunas zonas conflictivas más allá de la confianza general sobre retener personal en el área editorial. The Athletic, que lanzó su servicio de suscripción deportiva en el Reino Unido, contrató a parte de los mejores reporteros regionales y nacionales, supuestamente duplicando salarios de varios periodistas. El panorama también es complicado en audio: hay una pelea por quienes tienen talento en este sector y por los productores de podcasts. Los medios gráficos y las emisoras compiten con plataformas tecnológicas como Spotify y con estudios independientes.
Confianza sobre atraer y retener el talento en distintas áreas Porcentajes que afirman tener mucha o extrema confianza
Pregunta 6: ¿Cuánto confía en que su medio pueda atraer y retener el talento necesario en las siguientes áreas? Respuestas: 225. Photo: Shutterstock/lassedesignen 
“Tenemos menos confianza respecto del personal editorial más joven (menos de 30 años). Tienden a dejarse llevar por el podcast y al ser digitales puros se alejan de redacciones más apoyadas en textos”. Troels Jørgensen, director digital de Politiken
En líneas generales, muchos editores se abrazan a la esperanza de que el “entusiasmo de trabajar en los medios y ser capaz de lograr un impacto positivo en la sociedad” seguirá atrayendo talento, incluso aunque el salario y las condiciones materiales sean mejores en otro lado.
¿Qué esperar en 2020?
Iniciativas para incrementar la diversidad. Algunos medios empezaron a imponerse objetivos de equilibrio de género entre los colaboradores. El proyecto 50:50 de la BBC arrancó con 500 equipos que se sumaron voluntariamente y la vasta mayoría (75%) logró la meta.
Más herramientas para ayudar a medir la diversidad. En otras partes, los medios digitales tienen cada vez más herramientas de software que dan datos en tiempo real a los editores. Probablemente veremos más control externo este año como el rastreador de diferencias entre géneros en los medios canadienses (que actualmente muestra una sobrerrepresentación de hombres entre los colaboradores de las principales publicaciones). Se espera que esta clase de herramientas también ilustre la falta de diversidad en otras áreas.
Proporción de fuentes masculinas y femeninas por cada medio
Ver también “Manejando las tensiones intergeneracionales en los medios”, por Lucy Kueng
1.5 Nueva era de oro para el audio, pero ¿dónde está el dinero?
Todo parece indicar que será otro gran año para hacer podcasts: más de la mitad de los encuestados dice que impulsará diferentes iniciativas este año. Nuestro reciente informe sobre News Podcasting and the Opportunities for Publishers (Podcasts informativos y las oportunidades para los medios13) encontró que el éxito del producto The Daily del New York Times (y el creciente interés de destacados anunciantes) entusiasmaba a los editores. Identificamos 60 podcasts informativos diarios en cinco países, la mayoría de los cuales empezaron en los últimos 18 meses. Y hay más en camino. The Times de Londres es uno de varios medios que lanzarán un podcast informativo diario en 2020. Otros invierten en formatos de entrevistas o documentales. Le Monde, por ejemplo, acaba de sacar tres nuevas series de podcasts adaptados de artículos de investigación.14
Iniciativas importantes en audio para 2020
Pregunta 10: Se abren nuevas oportunidades en formatos de audio y voz, con audiencias e ingresos publicitarios crecientes: ¿hasta qué punto las siguientes iniciativas serán importantes para su compañía en 2020? Respuestas: 221
Audiencias más grandes, mejores mediciones y acceso fácil se combinaron para cambiar la rentabilidad de los podcasts informativos. Esto alienta a que los medios inviertan en crear más contenido de calidad y a que las plataformas inviertan en mejor distribución y monetización: un círculo virtuoso de crecimiento. Los medios ven al podcast como una oportunidad para atraer audiencias más jóvenes, construir hábito y arrimar ingresos adicionales.
En Estados Unidos se proyecta que el ingreso vía podcast va a crecer alrededor de 30% este año y superará los mil millones de dólares en 202115, pero en otras partes los ingresos andan más lentos y, pese a la clara oportunidad en términos de audiencia, varios medios aún se resisten:
“El problema del audio es la dificultad para monetizarlo, porque en estos momentos los anunciantes en España no están invirtiendo”. Vicente Ruiz Gómez, subdirector y jefe digital de El Mundo
“El audio y la voz parecen cada vez más importantes, pero todavía nos queda camino por recorrer para generar suficiente participación o ingresos que den algún tipo de retorno frente a la inversión nada despreciable que implica hacerlo con un estándar razonable de calidad”. Editor nacional del Reino Unido
Las organizaciones que se apoyan en suscripciones se resisten por diferentes motivos. Hay pocas oportunidades para que funcione un trabajo de alta calidad en audio, y escaso foco de las plataformas en esta área. Mientras tanto, las emisoras tienen que invertir en varias opciones de audio a la carta para proteger sus posiciones en el mercado y atraer audiencias más jóvenes y diversas. Las emisoras públicas experimentan con nuevos audios a la carta para dispositivos de voz, desarrollando boletines informativos cortos y poniendo a prueba formatos interactivos. La BBC invierte fuerte, igual que NPR en EEUU, ABC en Australia y Sveriges Radio en Suecia, pero preocupa enormemente que las plataformas usen esos contenidos para construir sus propios negocios.
Este año se verán más tensiones entre emisoras y plataformas, con “boicot de contenidos” y estrategias en las que el contenido se lanza primero en las aplicaciones propias.
“Tenemos planes ambiciosos para transmisiones en vivo, podcasts y nuevos clips. La decisión estratégica que debemos sopesar es cuánto hacer y lanzar en plataformas externas como Spotify y Google”. Olle Zachrison, jefe de Noticias de Sveriges Radio
Con Google lanzando internacionalmente su agregación de audios informativos y Spotify Drive mezclando listas musicales con breves contenidos noticiosos en audio, puede ocurrir otro momento crítico. Las emisoras temen que esos servicios les hagan perder su conexión directa con las audiencias.
Algunos medios boicotean servicios de agregación de audios de Google y Spotify
Los medios impresos tienen menos que perder, aunque varios permanecen cautelosos para no repetir errores del pasado:
“Los medios, con razón, se han resistido a proveer contenido de audio a los servicios de agregación hasta que haya un camino claro para monetizar. Google va a gastar dinero para licenciar audios noticiosos en 2020, así que veremos si puede convertirse en un producto informativo financieramente sostenible”. Editor del Reino Unido
¿Qué esperar en 2020?
Podcasts más allá del idioma inglés. Hasta ahora, la acción se ha concentrado mayormente en Estados Unidos y un puñado de países angloparlantes, pero esto va a empezar a cambiar. Brasil ya es el segundo mercado mundial de podcast, según algunas mediciones,16 y este año será un objetivo central para Google y Spotify. España y Francia también experimentan un fuerte crecimiento en las audiencias y en el desarrollo de estudios independientes para producir podcasts.
Artículos en audio como estándar. Mejoras tecnológicas permiten nuevas oportunidades para que los medios generen rápidamente una versión en audio a partir de un texto. En Canadá, el Globe and Mail es uno de los primeros en usar Amazon Polly, un servicio de conversión de texto a audio que suena mucho más natural para el oído humano que las versiones anteriores. Los suscriptores pueden escuchar artículos seleccionados en inglés, francés y mandarín y elegir su voz preferida.17
En Dinamarca el sitio de “periodismo lento” Zetland provee todas sus historias con la opción de un audio donde una persona lee el texto. Ahora alrededor de un 75% de los artículos se escuchan en vez de ser leídos (ver el cuadro de abajo), quizá una señal de lo que viene en otros medios. Mientras tanto, en Brasil el periódico Estadão hizo una alianza con Ford para crear un servicio diario de audio leído por un humano y emitido en Spotify. Cada parte del periódico tiene su propio álbum y cada artículo, su pista. Muchos medios ven a los vehículos conectados a internet como una nueva oportunidad de llegar a audiencias, y al audio como una forma clave para distribuir periodismo en el futuro.
¿Guerra de plataformas? Spotify viene erosionando el dominio de Apple en el ámbito del podcast y ha invertido 500 millones de dólares para mejorar el descubrimiento de contenido original y comprarlo. En varios países durante 2019 duplicó su participación en el mercado18 y en pocos años quiere transformarse en la plataforma líder del sector. Sin embargo, se espera que Apple presente batalla este año, al tiempo que empresas especializadas como Luminary en EEUU, Sybel en Francia y Podimo en Dinamarca y Alemania compiten para ser “el Netflix del podcast”.
1.6 Surgen dudas sobre el rol de la inteligencia artificial en la redacción
Un informe reciente de la London School of Economics reveló innumerables formas en que la inteligencia artificial (o al menos el aprendizaje automático conocido como machine learning) ya tiene su despliegue en el periodismo, y también señaló los desafíos éticos que están por venir.19 El informe detalló cómo se usa la inteligencia artificial 1) para obtener información, 2) en la producción (incluyendo distintas clases de automatización en la redacción) y 3) en distribución y recomendación.
En nuestro sondeo los líderes digitales dicen que este año el foco apuntará sobre todo a crear recomendaciones más efectivas (53% califican esto como “muy importante”) seguido de usos comerciales como localizar potenciales suscriptores y optimizar los muros de pago (47%) y opciones para generar más eficiencia en la redacción, como ayudar a la edición fina (subbing) o mejorar la consistencia del etiquetado o tagging (39%). Solo una minoría de editores cree que este año será importante explorar áreas como el periodismo automatizado (robo-journalism, 12%) o el uso de inteligencia artificial para obtener información (16%).
¿Qué usos de la inteligencia artificial en las redacciones será el más importante en 2020?
Pregunta 11: ¿Hasta qué punto van a ser importantes para su empresa en 2020 los siguientes usos de la inteligencia artificial? Respuestas: 218.
Algunos editores hacen una clara distinción entre el uso de inteligencia artificial en el ámbito editorial y fuera de él. The Times de Londres, por ejemplo, tiene un eslogan para ayudar a enfocar sus esfuerzos: “Escrito por humanos, seleccionado por humanos, distribuido por robots”. Este año va a extender James, su motor de recomendaciones apoyado en inteligencia artificial, desde los correos electrónicos a una gama más amplia de recomendaciones en aplicaciones y en la web. Algunos medios empezaron a experimentar con asistentes electrónicos de edición como Tansa y Grammarly para automatizar tareas de edición.
“Por ahora no está para hacer todo el trabajo, pero ciertamente resuelve el 80% de lo preliminar.” Chris Duncan, director general, The Times y Sunday Times
La compañía Schibsted, con base en Escandinavia, ha ido más lejos: delegó algunas funciones de curación en algoritmos manejados por inteligencia artificial, con portadas semiautomatizadas para medios como Aftenposten y VG. El objetivo de su “Proyecto Curación” es replicar el flujo de trabajo de los portadistas a fin de “liberar tiempo para hacer más actividades creativas”.20 Aunque a algunos encuestados les preocupa que dueños sin escrúpulos usen la inteligencia artificial para recortar más puestos laborales, la mayoría se muestra optimista y cree va a redundar en un beneficio para el periodismo.
“Es un regalo que nos ofrece beneficios económicos y eficiencia. Pero no reemplaza a los periodistas: les permite volver a su función primaria de hacer noticias, descubrir hechos y entregar información.” Editor de un periódico nacional en Canadá
Para otros, la inteligencia artificial abre nuevas oportunidades. Traducciones automatizadas, subtitulado y mejor tecnología para sintetizar voces han permitido a la BBC relanzar su servicio de video en japonés con mínima intervención humana.21 Las agencias de noticias apuntan más a transformar datos de deportes y finanzas en artículos automatizados, para expandir la velocidad y el alcance de su producto. La BBC usó una técnica similar para publicar 689 historias locales semiautomatizadas en apenas unas horas durante la noche de las elecciones (diciembre de 2019), mientras que el Guardian publicó su primer artículo automatizado en 2019 sobre la financiación de las elecciones en Australia. Agencias de noticias y medios de negocios como Bloomberg y el Wall Street Journal vienen usando inteligencia artificial para producir rápidamente noticias sobre ganancias de compañías y buscan otras formas de beneficios comerciales a partir de datos a escala.
“Estamos a la vanguardia de la automatización de noticias para transacciones operadas con máquinas. También somos líderes en la industria con nuestro muro de pago según tendencias, que se ajusta a la probabilidad de que un lector se convierta en suscriptor”. Edward Roussell, jefe de Innovación en el Wall Street Journal
Pese al optimismo generalizado, nuestro sondeo también revela significativas preocupaciones.
Medios más pequeños temen quedar atrás debido a la complejidad, el coste y la escasez de habilidades: “No tenemos la capacidad técnica ni el presupuesto para solventar el uso de inteligencia artificial como nos gustaría”, dice Esther Alonso Rodríguez, directora de Marketing y Desarrollo de eldiario.es en España.
Otros tienen miedo de que la falta de comprensión entre los ejecutivos lleve a una sobreestimación de las capacidades actuales de la inteligencia artificial. “Es genial para transcripciones y traducciones, pero aún es inútil para escribir historias”, dice un editor experimentado que ha usado estas tecnologías. “Es como preguntar sobre el impacto de las hojas de cálculo: son útiles, pero no cambian lo básico.” Otros advierten que la industria no debería “distraerse con tendencias” y sí, en cambio, debería alinear las soluciones tecnológicas con la estrategia central.
¿Qué esperar en 2020?
Desinformación producida por inteligencia artificial. “La IA tiene el potencial de impulsar las campañas de desinformación mientras se acerca la elección de 2020 en Estados Unidos”, advierte un alto ejecutivo de uno de los medios nacionales más grandes y respetados. La inteligencia artificial puede facilitar la producción de noticias basura en texto, audio y video, y ese contenido potencialmente de baja calidad y engañoso, disfrazado de información profesional, puede reducir aún más la confianza en el periodismo.
Foco más amplio y mejor cobertura sobre inteligencia artificial. La aplicación de la inteligencia artificial y sus implicaciones para la privacidad y la democracia serán un asunto decisivo no sólo en 2020 sino en la próxima década. Pero muchos temen que la tecnología irá por delante de nuestra habilidad para echar luz sobre cómo se programan y usan esos sistemas. Nuestra investigación revela que la mayoría de los reportes noticiosos tratan a la inteligencia artificial como una novedad y cuesta explicar sus consecuencias más inmediatas y apremiantes.22 Hay señales de que esto puede cambiar este año, con más medios (Tortoise Media) teniendo la IA como un pilar de sus coberturas.
1.7 Resumen
Este será el año en que el periodismo busque recuperar relevancia y confianza en un mundo fragmentado e incierto. Empujados por presiones económicas y políticas, los medios siguen a la defensiva pero también vemos por todo el mundo varios ejemplos positivos de periodismo valiente e innovación en el negocio.
El cambio hacia el cobro a los lectores (claramente marcado otra vez en nuestra encuesta a líderes digitales) está en pleno auge y se extenderá este año en lugares tan diversos como España, Hong Kong y Argentina. Los medios ahí esperan emular y aprender del éxito de empresas pequeñas y grandes de Estados Unidos y Europa que se ocupan incansablemente de mantener contentos a sus lectores/televidentes y de nuevo comienzan a referirse a las noticias como un “negocio en crecimiento”. Pero es improbable que el cobro a los lectores funcione para todos, y requerirá compromisos más profundos y extendidos en el tiempo, y nuevas habilidades y procesos.
Teniendo en cuenta que más periodismo de calidad desaparece detrás de las barreras de registro y los muros de pago, los peligros para la democracia pueden lucir más evidentes en 2020. El miedo apunta a que el consumo de información seria quede en gran parte confinado a las élites que pueden pagar, mientras la mayoría de la población toma títulos y memes de las redes sociales o directamente evita las noticias.
Nuestro sondeo muestra que algunos medios piensan encarar estos problemas arraigados a través del periodismo de soluciones, los eventos y formatos más accesibles como los podcasts. redacciones más diversas también ayudarán a ampliar la agenda informativa y a modernizar la presentación. Pero ganar la atención y conservarla sin comprometer la calidad (y la confianza) continúa siendo el desafío clave de la industria informativa.
En este contexto, la inteligencia artificial ofrece la posibilidad de dar servicios más personalizados y relevantes, y también formas más eficientes para presentar y distribuir el contenido. Pero las plataformas también deberán asumir un rol, especialmente para ayudar a que los medios lleguen a audiencias nuevas y más diversas. Pese al escepticismo extendido en la industria, el crecimiento del contenido licenciado vía la pestaña de noticias de Facebook y Apple News+ es un desarrollo interesante y será fascinante verlo. Para Facebook en particular esta iniciativa será crítica para reconquistar la confianza de los medios.
Los editores siguen resentidos por lo que consideran es una competencia desleal de las plataformas y las compañías tecnológicas. Debido a la inminencia de una regulación, es probable que veamos cómo los medios defienden sus derechos mucho más de lo que lo han hecho en los últimos años pese a que la mayoría de los encuestados se declaran escépticos en torno a una posible ayuda de los legisladores y a que algunas plataformas parecen considerar seriamente cuán importantes son las noticias para sus principales servicios y productos.
Al mismo tiempo, el estado de ánimo abrumador en la encuesta de este año es el de una tranquila determinación para no distraerse con las últimas innovaciones y a cambio concentrarse en aportar valor a largo plazo para las audiencias. No hay un único camino al éxito (y habrá varios medios que no lo lograrán) pero ahora existe más confianza en que el buen periodismo puede continuar prosperando en la era digital.
Posdata
Agradecemos otra vez a quienes contribuyeron para las predicciones de este año y a los líderes digitales que completaron nuestra encuesta. Nos encantaría conocer sus comentarios o sus sugerencias para el próximo año en el correo electrónico [email protected].
Metodología de la encuesta
233 personas completaron en diciembre de 2019 una encuesta cerrada. Los participantes, de 32 países, fueron elegidos porque tienen puestos de liderazgo (en áreas editorial, comercial o de producto) en medios tradicionales o nativos digitales y porque tuvieron responsabilidad en algún aspecto de la estrategia digital o global. Los resultados reflejan esa muestra estratégica de líderes seleccionados, no una muestra representativa.
Base: 233 líderes digitales de 32 países, encuestados entre el 29 de noviembre y el 31 de diciembre de 2019.
Los puestos incluyeron directores o ejecutivos, CEO, jefes del área digital, de innovación y de producto, directores de multimedia, etcétera. Poco más de la mitad de los participantes pertenece a organizaciones con antecedentes impresos (54%), cerca de un cuarto (26%) representa a emisoras comerciales o públicas, más de uno de cada diez trabaja en un medio nativo digital (14%) y un 6% es de compañías B2B o agencias de noticias. Entre los 32 países representados figuran Estados Unidos, Australia, Kenia, Sudáfrica, México, Argentina y Japón, pero la mayoría de los encuestados vive en Europa: el Reino Unido, Alemania, España, Francia, Austria, Polonia, Finlandia, Noruega y Dinamarca.
Los participantes respondieron a un cuestionario online con preguntas específicas sobre estrategia digital para 2020. Alrededor del 95% contestó la mayoría de las preguntas, aunque la tasa de respuestas varía. El 80% contribuyó con comentarios e ideas en preguntas abiertas y algunos están citados en este documento con su autorización.
Sobre los autores
Nic Newman es investigador principal asociado en el Reuters Institute for the Study of Journalism, donde desde 2012 lidera como autor el Digital News Report. También es consultor sobre medios digitales y trabaja activamente en compañías informativas en áreas como producto, audiencia y estrategias de negocio para la transición digital. Lleva 12 años produciendo un informe de predicciones sobre el periodismo y los medios. Este es el quinto publicado por el Reuters Institute.
Richard Fletcher es becario principal de investigación en el Reuters Institute for the Study of Journalism, donde comanda el equipo de investigación. Sus áreas primordiales de trabajo son tendencias globales de consumo informativo, estudios comparativos de medios, uso de redes sociales en periodistas y medios y, en líneas generales, la relación entre tecnología y periodismo. Lidera la investigación del Reuters Institute y es coautor del Digital News Report, la encuesta anual más grande del mundo sobre consumo informativo.
Lucy Kueng es investigadora principal asociada en el Reuters Institute for the Study of Journalism y experta en estrategia, innovación y liderazgo, con particular énfasis en digitalización y transiciones tecnológicas. Es profesora invitada en la Universidad de Oslo, donde enseña Innovación en Medios; consejera del NZZ Media Group de Suiza y consultora estratégica de medios. Escribió numerosos libros, incluyendo Innovators in Digital News y Strategic Management in the Media.
Rasmus Kleis Nielsen es el director del Reuters Institute for the Study of Journalism y profesor de Comunicación Política en la Universidad de Oxford. Su trabajo se centra en los cambios de los medios informativos, la comunicación política y el rol de las tecnologías digitales en ambos campos. Es autor, editor y coeditor de varios libros, incluyendo The Changing Business of Journalism and its Implications for Democracy (2010, editado con David A.L. Levy) y Ground Wars: Personalized Communication in Political Campaigns (2012).
Meera Selva es la directora del Programa de Becas Periodísticas del Reuters Institute for the Study of Journalism. Periodista consumada con experiencias en Europa, Asia y África, llegó al Reuters Institute desde Handelsblatt Global de Alemania. Su trayectoria incluye varios años en Associated Press y tres años como corresponsal en África para el Independent, más colaboraciones sobre periodismo económico en distintos medios como el Daily Telegraph.
Eduardo Suárez es el director de Comunicación del Reuters Institute for the Study of Journalism. Es un consumado periodista con experiencias en Europa y los Estados Unidos. Empezó su carrera en El Mundo de España, donde trabajó 14 años y fue corresponsal en Londres, Nueva York y Bruselas. Cubrió la campaña presidencial de 2016 en EEUU para Univisión y publicó tres libros sobre la política estadounidense. También es cofundador de El Español y Politibot.
Agradecimientos
Los autores agradecen el aporte de 233 líderes digitales de 32 países que respondieron un sondeo sobre los desafíos y las oportunidades clave para 2020.
Entre los encuestados hubo casi 50 directores, casi 40 CEO o gerentes y 30 jefes del área digital provenientes de algunos de los principales medios tradicionales del mundo y también de organizaciones nativas digitales (ver el detalle completo al final del informe).
Sus respuestas ayudaron a guiar algunos temas de este informe. Muchas citas carecen de atribución a petición de la persona involucrada.
Como en varios informes sobre predicciones, existe un nivel significativo de especulación, particularmente en torno a detalles, así que debe ser leído teniendo en cuenta eso. Por lo demás, cualquier error debe ser considerado total responsabilidad de los autores.
Publicado por el Reuters Institute for the Study of Journalism con el apoyo de la Google News Initiative.
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cubaverdad · 8 years
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Ser o no ser corrupto, ese es el dilema cubano
Ser o no ser corrupto, ese es el dilema cubano "Se roba tanto que luego hay suficiente dinero para sobornar" Martes, enero 10, 2017 | Ernesto Pérez Chang LA HABANA, Cuba.- Aunque en varias ocasiones Raúl Castro ha insistido en la necesidad de ventilar públicamente los problemas de corrupción que afectan al país, su convocatoria no resulta congruente con lo que realmente sucede a diario. Pensando malévolamente, la contradicción de inmediato pone en duda la credibilidad del mandatario. Sin embargo, soy partidario de ofrecerle el beneficio de la duda, lo cual me genera sospechas sobre la existencia de al menos dos facciones dentro del poder político. Una, que ha visto en la corrupción un caso de vida o muerte para el sistema y decide enfrentarla; y otra que, a sabiendas de su existencia enraizada en la economía cubana, ha optado por no visibilizarla, ya sea para aprovecharse de los favores directos o colaterales manteniendo el status quo, o bien porque ve en la corrupción la estocada final al sistema y la desea y la auspicia. Aunque es un verdadero cáncer para el socialismo, la prensa oficial continúa cuidándose de no revelar nombres ni casos, a pesar de que en los tribunales de la isla se acumulan, como nunca antes, los procesos penales asociados a la corrupción. El único programa televisivo que toca el tema solo se limita a ficcionalizar los casos reales, a maquillarlos, de modo que el espectador no los asume como un llamado de advertencia sino como un show divertido donde el personaje malo jamás es un dirigente partidista sino ese delincuentillo de barrio que todos sabemos no es más que el eslabón más débil en una cadena de corrupción, bien vertical, que se engruesa en la medida que asciende ¿a los cielos? Por otra parte, en los núcleos del partido comunista se continúa apelando al viejo y contraproducente secretismo de siempre, siguiendo las pautas de esa norma del extremismo político donde la información solo es privilegio de unos pocos elegidos. Solo un par de veces en el año se proyecta algún video sobre un directivo "tronado", tras el cual algunos se preguntan por qué razón no se actuó en tiempo para evitar males mayores o por qué los servicios secretos cubanos tardaron tanto en descubrir que el salario de un directivo estatal jamás podría alcanzar para que este vacacionara en Madrid junto con la esposa y los hijos, mucho menos para comprar ropas en tiendas exclusivas y alojarse en hoteles de lujo. Siguiendo las escasas y cabalísticas noticias en nuestros órganos de prensa oficiales o atendiendo al informe del ministro Cabrisas donde apenas se alude a la corrupción, pareciera que nada grave estuviera sucediendo en Cuba. Sin embargo, en la calle es vox populi que una decena de policías pertenecientes a las unidades de patrulla en La Habana han sido detenidos y se encuentran en proceso de investigación acusados de estar vinculados a una red de contrabando que operaba en importantes almacenes de insumos pertenecientes a empresas estatales. ¿Es cierto o solo es un mito urbano que responde a una realidad concreta? Se rumora que las operaciones de contrabando eran tan precisas como una coreografía. Otros cuentan que, desde los mismos almacenes salían las mercancías en caravanas de camiones que eran custodiados por autos patrulleros y que por tanto no había razones para las sospechas. Tiemblo al escribirlo. De ser cierto, no se trata de una simple historia apta para un guion cinematográfico, es una situación de caos que no beneficia a nadie porque describe y denuncia una cultura de la corrupción que a final de cuentas destruirá el país porque hará a sus ciudadanos inútiles para trabajar y producir "con todos y para el bien de todos". En las empresas estatales y hasta en los ministerios se ha asumido como algo muy normal que cerca del cincuenta por ciento de los recursos, incluso más, terminen desviándose a las redes de contrabando o que contra los dirigentes sancionados por corrupción no existan leyes severas, irrevocables, que les prohíba asumir nuevamente cargos administrativos en otros sectores de la economía. Se sabe que una sanción de 10 o 15 años de privación de libertad nunca llega a cumplirse en su totalidad. Al tercio de la condena, según estipula la ley, los delincuentes son perdonados "por buena conducta" y regresados a ese círculo vicioso de la corrupción donde la cárcel se convierte en solo un pequeño accidente, en gaje del oficio. "Se roba tanto que luego hay suficiente dinero para sobornar policías, abogados, jueces, fiscales, para desaparecer pruebas y silenciar testigos. Cuando es demasiado el desfalco, se va a la cárcel pero tranquilo, que no pasa nada, la cárcel no es igual para todo el mundo. También queda el recurso de escapar en lancha para Estados Unidos o simplemente esperar a salir, porque el dinero está esperando en algún lugar o porque el tipo asume toda la culpa y protege a los demás y estos quedan en deuda con el héroe, y vuelven a ayudarlo y a reintegrarlo en el sistema como si no hubiera pasado nada", me comenta un amigo que fuera fiscal y que, según dice, debido a las malas experiencias del oficio decidió renunciar hace ya algunos años. La corrupción es tan gigantesca que se nos dificulta verla. Es como el planeta tierra, sabes que está ahí porque lo pisas a diario pero no puedes verlo en su dimensión total. Así está sucediendo en Cuba donde pareciera que se insiste en ignorarla. Demonizadas en extremo quizás para desviar la atención sobre el verdadero dilema cubano, la disidencia o la prensa independiente, sin poder económico considerable como para influir determinantemente dentro del aparato estatal, no son fuerzas ni numerosas ni de gran impacto popular como para responsabilizarlas con una debacle del sistema imperante en la isla. No hay por qué arrebatarle a la corrupción ese protagonismo indiscutible. Source: Ser o no ser corrupto, ese es el dilema cubano | Cubanet - http://ift.tt/2ieRtJM via Blogger http://ift.tt/2iYwUAh
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latikobe · 8 years
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Ser o no ser corrupto, ese es el dilema cubano
LA HABANA, Cuba.- Aunque en varias ocasiones Raúl Castro ha insistido en la necesidad de ventilar públicamente los problemas de corrupción que afectan al país, su convocatoria no resulta congruente con lo que realmente sucede a diario.
Pensando malévolamente, la contradicción de inmediato pone en duda la credibilidad del mandatario.
Sin embargo, soy partidario de ofrecerle el beneficio de la duda, lo cual me genera sospechas sobre la existencia de al menos dos facciones dentro del poder político. Una, que ha visto en la corrupción un caso de vida o muerte para el sistema y decide enfrentarla; y otra que, a sabiendas de su existencia enraizada en la economía cubana, ha optado por no visibilizarla, ya sea para aprovecharse de los favores directos o colaterales manteniendo el status quo, o bien porque ve en la corrupción la estocada final al sistema y la desea y la auspicia.
Aunque es un verdadero cáncer para el socialismo, la prensa oficial continúa cuidándose de no revelar nombres ni casos, a pesar de que en los tribunales de la isla se acumulan, como nunca antes, los procesos penales asociados a la corrupción.
El único programa televisivo que toca el tema solo se limita a ficcionalizar los casos reales, a maquillarlos, de modo que el espectador no los asume como un llamado de advertencia sino como un show divertido donde el personaje malo jamás es un dirigente partidista sino ese delincuentillo de barrio que todos sabemos no es más que el eslabón más débil en una cadena de corrupción, bien vertical, que se engruesa en la medida que asciende ¿a los cielos?
Por otra parte, en los núcleos del partido comunista se continúa apelando al viejo y contraproducente secretismo de siempre, siguiendo las pautas de esa norma del extremismo político donde la información solo es privilegio de unos pocos elegidos.
Solo un par de veces en el año se proyecta algún video sobre un directivo “tronado”, tras el cual algunos se preguntan por qué razón no se actuó en tiempo para evitar males mayores o por qué los servicios secretos cubanos tardaron tanto en descubrir que el salario de un directivo estatal jamás podría alcanzar para que este vacacionara en Madrid junto con la esposa y los hijos, mucho menos para comprar ropas en tiendas exclusivas y alojarse en hoteles de lujo.
Siguiendo las escasas y cabalísticas noticias en nuestros órganos de prensa oficiales o atendiendo al informe del ministro Cabrisas donde apenas se alude a la corrupción, pareciera que nada grave estuviera sucediendo en Cuba.
Sin embargo, en la calle es vox populi que una decena de policías pertenecientes a las unidades de patrulla en La Habana han sido detenidos y se encuentran en proceso de investigación acusados de estar vinculados a una red de contrabando que operaba en importantes almacenes de insumos pertenecientes a empresas estatales. ¿Es cierto o solo es un mito urbano que responde a una realidad concreta?
Se rumora que las operaciones de contrabando eran tan precisas como una coreografía. Otros cuentan que, desde los mismos almacenes salían las mercancías en caravanas de camiones que eran custodiados por autos patrulleros y que por tanto no había razones para las sospechas. Tiemblo al escribirlo.
De ser cierto, no se trata de una simple historia apta para un guion cinematográfico, es una situación de caos que no beneficia a nadie porque describe y denuncia una cultura de la corrupción que a final de cuentas destruirá el país porque hará a sus ciudadanos inútiles para trabajar y producir “con todos y para el bien de todos”.
En las empresas estatales y hasta en los ministerios se ha asumido como algo muy normal que cerca del cincuenta por ciento de los recursos, incluso más, terminen desviándose a las redes de contrabando o que contra los dirigentes sancionados por corrupción no existan leyes severas, irrevocables, que les prohíba asumir nuevamente cargos administrativos en otros sectores de la economía.
Se sabe que una sanción de 10 o 15 años de privación de libertad nunca llega a cumplirse en su totalidad. Al tercio de la condena, según estipula la ley, los delincuentes son perdonados “por buena conducta” y regresados a ese círculo vicioso de la corrupción donde la cárcel se convierte en solo un pequeño accidente, en gaje del oficio.
“Se roba tanto que luego hay suficiente dinero para sobornar policías, abogados, jueces, fiscales, para desaparecer pruebas y silenciar testigos. Cuando es demasiado el desfalco, se va a la cárcel pero tranquilo, que no pasa nada, la cárcel no es igual para todo el mundo. También queda el recurso de escapar en lancha para Estados Unidos o simplemente esperar a salir, porque el dinero está esperando en algún lugar o porque el tipo asume toda la culpa y protege a los demás y estos quedan en deuda con el héroe, y vuelven a ayudarlo y a reintegrarlo en el sistema como si no hubiera pasado nada”, me comenta un amigo que fuera fiscal y que, según dice, debido a las malas experiencias del oficio decidió renunciar hace ya algunos años.
La corrupción es tan gigantesca que se nos dificulta verla. Es como el planeta tierra, sabes que está ahí porque lo pisas a diario pero no puedes verlo en su dimensión total. Así está sucediendo en Cuba donde pareciera que se insiste en ignorarla.
Demonizadas en extremo quizás para desviar la atención sobre el verdadero dilema cubano, la disidencia o la prensa independiente, sin poder económico considerable como para influir determinantemente dentro del aparato estatal, no son fuerzas ni numerosas ni de gran impacto popular como para responsabilizarlas con una debacle del sistema imperante en la isla. No hay por qué arrebatarle a la corrupción ese protagonismo indiscutible.
Ser o no ser corrupto, ese es el dilema cubano
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