Cuando tienes una sesión de fotos al aire libre y el tiempo dice que lloverá y lloverá...es maravilloso tener buenos amigos. Si llueve, mejor bajo techo. Fuimos con Rocío y sus papis a una casa muuuy especial, preciosa. Más parece un estudio de grabación que una vivienda. Exploramos cada rincón. Subimos, bajamos, entramos, salimos...y entre tanto movimiento Rocío empezó a dejar a un lado su timidez (y me dejó acercarme a esos ojazos azules). Cuando menos lo esperábamos, salió el sol...y nos fuimos a buscar el verde (la cabra siempre tira al monte). Lo encontramos en un parque espectacular...con cascada incluida.
Una nueva experiencia, diferente y muy positiva...tarde perfecta!!