#lolaalvaradopresente

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ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟝: 𝕃𝕒 𝕔𝕒𝕦𝕥𝕚𝕧𝕒.

𝓑𝓾𝓮𝓷𝓸𝓼 𝓐𝓲𝓻𝓮𝓼, 2017.

En los noticieros aparecía el cartel de "Carolina Fazzio apareció con vida". La noticia de que habían encontrado a una mujer con las mismas características se había filtrado y los medios no paraban de buscar más información.

Lola se encontraba junto a Nicolás y a Federico, viendo si al menos daban alguna información que ellos no tenían.

"Según lo que se informa, Carolina Fazzio habría disparado a un oficial de policía en la pierna..." Se escuchaba en el noticiero a lo que Nicolás apagó la televisión bufando.

- Deja, quiero saber - Le pidió Lola mientras le preparaba la mamadera a su hermano.

- No, esa no es mamá - Le contesto Nicolás.

- Yo ya no se quien es mamá - Dijo Lola negando mientras soltaba un suspiro.

- Pero no entiendo, ¿Tu papá te dijo algo? ¿Está con ella, es ella? - Le pregunto Federico mientras miraba a Nicolás.

- No, no llama, no contesta. No sé que pasa.

Santiago no contestaba las llamadas y nadie sabía lo que pasaba. La mujer que habían encontrado había escapado y la buscaban nuevamente para saber que había pasado.

#ElDolorDeLosEngañados

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ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟜: 𝔽𝕦𝕘𝕚𝕥𝕚𝕧𝕒. ℙ𝕒𝕣𝕥𝕖 𝟛.

𝓑𝓾𝓮𝓷𝓸𝓼 𝓐𝓲𝓻𝓮𝓼, 2017.

Lola se encontraba acostada en posición fetal en su cama, ya no le salían lágrimas de sus ojos. No dejaba de pensar en que le había pasado a su mamá, en donde estaba, en que había estado pensando.

Nicolás entro rápidamente y se sentó frente a ella. - Vos tenés que saber. - ¿De que hablas? - Preguntó la chica con un hilo de voz. - Vos laburaste con Kaplan. ¿No viste nada? - Todo lo raro que vi en esa pesquera es de Andrés - Confesó sentándose con pesar. Tenía ojeras y los ojos rojos de tanto llorar. - ¿Nada? Ella negó con su cabeza acomodando su cabello detrás de su oreja y mirando hacia abajo. - ¿Vos crees que mamá y Damián tenían algo? - Insistió Nicolás. Lola lo quedo mirando y frunció sus labios. - Eso es lo que cree Andrés... Y papá. Me lo dijo recién. Mamá nunca fue a ver al tío - Le dijo a su hermano mientras lo miraba fijamente. - ¿Y a dónde iba? ¿A dónde se fue? Lola tomó las manos de su hermano y las apretó. - No sé. Pero papá la encontrará. Me lo prometió a mí y a Benja. Así le cerramos la boca a Andrés que anda delirando cosas mucho peores. - ¿Qué? ¿Qué puede decir Andrés? - Quiso saber Nicolás con curiosidad. - Que mamá entregó a Damián. Nicolás la quedó mirando ¿Esa era una posibilidad? Ya no sabían que más creer.

El timbre de la casa sonó y los hermanos saltaron para ponerse de pie y ver quién era. El comisario amigo de Santiago entró en la casa diciendo que tenían novedades. - ¿Qué pasó? ¿Pueden escuchar los chicos? - Preguntó Santiago al ver que los jóvenes se reunían con ellos. - Y es su mamá - Dijo el comisario mirando a los tres. - ¿Está bien? ¿Hay novedades? - Preguntaron entre Lola y Nicolás a lo que el policía asintió. - Lo que nosotros recibimos en la comisaría es un reporte de una mujer. Parece que conoció a Carolina por fotos que vió en la tele. Eso asegura ella. - ¿Y cómo está? - Lo interrumpió Santiago. - ¿Está bien? ¿Está sana? - Dice que está bien, que está con ella, que los está esperando...

Los tres se miraron y sonrieron, era un alivio tener alguna noticia buena después de tantas malas... aunque no sabían que no era todo lo que esperaban.

#ElDolorDeLosEngañados

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ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟜: 𝔽𝕦𝕘𝕚𝕥𝕚𝕧𝕒. ℙ𝕒𝕣𝕥𝕖 𝟚.

𝓑𝓾𝓮𝓷𝓸𝓼 𝓐𝓲𝓻𝓮𝓼, 2017.

En la sala de la casa de Lola sonaba el noticiero, notificando el grave estado del empresario Damián Kaplan que viajaba con una mujer. La imagen de Carolina Fazzio ocupaba toda la pantalla mientras que el periodista daba detalles de la investigación. Santiago estaba escuchando mientras jugaba con su hijo menor, Benjamín. El niño al ver la imagen de su madre, se quedó mirando la televisión y murmurando "mamá".

- Ya va a volver mamá - Le decía Santiago aunque se lo notaba ausente.

Lola entró a la casa y en seguida tomó el control de la televisión apagandola.

- No lo dejes ver eso - Le recriminó a su padre.

- No me di cuenta - Contesto Santiago volviendo a jugar con Benjamín. - ¿Alguna novedad?

- No - Dijo Lola sacandose el abrigo. - las mamás del colegio no tienen ni idea. Pero viste que mamá nunca fue de hacerse muchas amigas - Dijo mientras tomaba asiento con su familia y soltaba un suspiro pesado. - Ya no sé donde más buscar - Confesó con tristeza sin dejar de ver a su padre. - ¿Por qué no se van al campo del tío Vicente?

Santiago hizo una pausa.

- No hay nada en el campo.

- ¿Que quiere decir nada? - Preguntó Lola.

Santiago hizo otra pausa y suspiro.

- Lola... Tu mamá nunca estuvo en el campo. Nos estuvo mintiendo a todos.

- ¿Por qué decís eso? - Pregunto con seriedad Lola sin quitarle la vista de encima.- ¿Dónde está? - Al no recibir respuesta volvió a insistir. - ¿En qué nos mintió mamá?

Santiago se quedó en silencio. La noche anterior luego de recibir la llamada, junto a Raquel habían ido a donde tenían los restos del auto de Damián. Al tener amigos en la policía, no era tarea difícil conseguir permiso. Buscaron pistas entre los llantos de Raquel al darse cuenta de cómo había quedado el auto de su esposo y en la bronca que aún tenían por las verdades descubiertas. Raquel busco en la guantera del auto hasta que se topo con dos pasajes a nombre de Carolina y Damián. Se iban a fugar.

¿Cómo le diría a su hija que su madre había sacado pasajes para irse a República Dominicana con su amante? ¿Cómo decirle que iba a abandonarlos sin importarle nada?

- El camión con el que está jugando tu hermano ahora era para tu primo... Pero nunca llegó al campo. Como nunca llegó tu mamá.

- ¿Que tiene que ver Damián con todo esto? - Preguntó Lola, aún cuando ya sabía la respuesta.

- Que para mí no era la primera vez que viajaban juntos - Confesó Santiago, mirando a su hija.

- ¿Por qué decís eso?

- No importa Lola, no se demasiado - Quiso excusarse Santiago mirando con pena a Lola. - Lo importante es que aparezca tu mamá.

- ¿Pero a donde se iban? - Volvió a preguntar la chica aguantandose las ganas de llorar. - ¿Por qué está sola? ¿Por qué no viene? - Comenzó a preguntar rápidamente acercándose más a su papá. - No, no, no entiendo cómo nos pudo hacer todo esto... ¿Cómo nos va a mirar a la cara cuando venga?

- No la juzgues - Dijo Santiago. A pesar de todo era la madre y jamás dejaría que cambiará la imagen de aquello. - Es tu mamá.

- Y vos sos mí papá - Dijo esta vez con enojo la joven. - Y no te mereces todo esto.

Santiago la quedó mirando con emoción. El apoyo de su hija mayor era muy importante.

- Andrés me dijo cosas horribles - Continuó Lola.

- ¿Que sabe Andrés?

- No se. Cosas que el supone porque trabaja en la pesquera con Damián.

- No estamos para suponer cosas. Estamos para que aparezca tu mamá. Ella nos va a decir que mierda le pasaba por la cabeza.

Lola lo quedó mirando, deseaba con toda su alma que Carolina apareciera pero cada día que pasaba era más difícil.

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𝓑𝓾𝓮𝓷𝓸𝓼 𝓐𝓲𝓻𝓮𝓼, 2017.

- Carolina, ¿Dónde estás? Hola Carolina, ¿Dónde estás? - El tono de Santiago se iba haciendo cada vez más desesperado a la vez que sus hijos lo interrumpían preguntando si era su madre, si estaba hablando o si sabía dónde estaba. Raquel mientras tanto buscaba calmar a los jóvenes aunque un golpe con el celular en la mesa los hizo sobresaltar a todos. Santiago se llevó ambas manos a su rostro, claramente toda la situación se le iba de las manos y no sabía para donde seguir.

- ¿Que te dijo? ¿Era ella o no? - Le preguntó con desesperación Lola sin dejar de mirar a su padre. - ¿No te dijo nada? - se unió Nicolás a la desesperación mientras Santiago negaba. - Se cortó, se cortó - Repetía sin sacar la mano de su rostro.

Lola se apartó, apoyándose en la barra que tenían en la cocina cruzada de brazos y sollozando. Ni en sus peores pesadillas pensaba que podía vivir aquella situación. Raquel seguía buscando calmarlos, era una mujer fuerte ya que a pesar de estar viviendo aquellas situaciones siempre estaba buscando el lado positivo y ayudar a sus amigos. Además de querer saber dónde estaba Carolina, necesitaba explicaciones de cómo había estado con Damián a la hora del accidente y si todo lo que había pasado era real.

Nicolás volvió a tomar el celular que se había desarmado y lo arregló, a lo que Santiago volvió a recogerlo.

- Quédate tranquila, es muy importante que se hayan comunicado, están intentando hablar - Dijo Raquel poniéndose de pie y abrazando a una Lola nerviosa. - No se escuchaba nada, no sé si era ella - Decía Santiago mirando a la nada, pensando en todo lo que había pasado. - ¿Y quién va a ser sino? - Preguntó ácido Nicolás.

En la casa de los Alvarado se vivían momentos tensos y cada movimiento que hicieran era un motivo para discutir.

#ElDolorDeLosEngañados

308 palabras. #Lightning10 + #Innuendo 400 tesoros. 

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ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟛: 𝕍𝕠𝕔𝕖𝕤. ℙ𝕒𝕣𝕥𝕖 𝟚.

Lola no tuvo otra opción de subirse al auto de Andrés. Era muy tarde y para una mujer sola en aquel barrio oscuro, era muy peligroso.

A su suerte, Andrés no hizo nada fuera de lugar pero fueron en silencio mientras la cabeza de Lola no paraba de pensar en todo lo que estaba pasando. Cuando estacionó frente a la casa de Lola, estaba el auto de Raquel, la mujer de Damián. En seguida la chica se bajó para poder entrar a su casa.

- Invitame a un cafecito - Le dijo Andrés, bajando también de su auto. Lo que a él le interesaba, era saber porque Raquel estaba allí.

- No me tendría ni que haber subido a tu auto después de lo que me dijiste. - dijo cerrando la reja con llave.

- No te quedes resentida conmigo, nos tenemos que ver todos los días en el laburo. Estoy viendo que está el auto de Raquel, ¿Será que tiene novedades? Me gustaría saberlas.

- Si son importantes, te vas a enterar - Dijo Lola con una sonrisa falsa y cuando se dio la vuelta para irse Andrés la tomo de la mano. - ¿Que haces?

- Quiero pasar. Raquel es la mujer de mí primo y quiero saber qué hace acá.

- Te digo que te vayas.

- No, no me voy a ir - Seguía insistiendo a lo que Lola seguía diciéndole que se vaya hasta que la puerta de la casa se abrió y salió Santiago.

- ¿Que haces vos acá? - le dijo a Andrés, sin disimular la poca simpatía que tenía con el.

- Agradeceme que te estoy cuidando a la nena - Dijo con una sonrisa falsa a lo que Lola se acercó a su padre para abrazarlo. - Que si te la dejaba sola en la pesquera no te llegaba entera.

- Bueno gracias. Listo.

- ¿Noticias de Carolina?

- No. - Dijo Santiago muy seguro.

- Pensé que tendrían noticias porque está Raquel acá... Tendrá otro motivo para venir. Déjale mis saludos - Dijo mientras hacía pasos para atrás y así ir hasta su auto.

- ¿Juan te dejo sola con este tipo? Sabes que no me gusta que andes sola con él - Le dijo a Lola a lo que ella asintió y solo paso a su casa.

Dentro de la casa se encontraba Raquel y Nicolás, este último tratando de meter el chip de su madre en un celular para leer los chats.

- ¿No preferis que vayamos a otro lado mejor los dos? - pregunto con la suavidad característica de Raquel.

- No, nosotros queremos saber. Somos grandes y es nuestra mamá - dijo Lola firmemente. Ya no quería que nadie ocultara nada. - Tiene que tener mensajes, algo - dijo mirando el celular que recién había prendido.

- ¿No los habrá borrado? - Pregunto Santiago al no encontrar nada.

- ¿Por qué los va a borrar? - dijo Lola mientras hablaban todos al mismo tiempo.

Todos se callaron cuando el celular comenzó a sonar. Santiago lo quedo mirando y atendió, mirando a sus familiares.

- ¿Carolina? ¿Sos vos?

#ElDolorDeLosEngañados

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𝓑𝓾𝓮𝓷𝓸𝓼 𝓐𝓲𝓻𝓮𝓼, 2017.

Lola apenas se había enterado de la desaparición de su madre junto a Damián, quería buscar en todos lugares que fuera posible encontrar aunque sea una pista de dónde estaba Carolina.

Junto a Juan, su novio, fue hasta la planta de pescados, donde trabajaba ella y la que Damián era dueño junto a su primo, Andrés.

Andrés era un tipo despreciable, arrogante y egoísta pero quizá el sabía algo que los Alvarado ignoraban.

Ya era tarde, no habia nadie en la planta pero a su suerte, se encontraba Andrés a lo que accedió a hablar con Lola. Muy a su pesar, Juan quedó fuera de la oficina.

- ¿Que es lo que querés saber, Lola? - preguntó Andrés mientras trituraba algunos papeles.

- Lo que sabes vos - Le dijo tajante la castaña. Hacía rato había conocido al verdadero Andrés y no buscaba tener mucho contacto con él.

- Del paradero de tu mamá no se nada..

- ¿Que pasa entre mí vieja y tú primo? - lo interrumpió la chica apoyando las manos en el escritorio sin apartarle la vista a Andrés que este se enfocaba a seguir con la trituradora. Lola se daba cuenta de que algo escondía.

- ¿Por qué no se lo preguntas a ella?

- ¿Me estás jodiendo? Porque no aparece - Le contesto rápidamente.

- Lola, ¿Vos de verdad querés saber lo que yo pienso? - Hizo una pausa rápida - Que tu mamá entrego a Damián - Dijo Andrés rodeando el escritorio para encontrarse de frente a Lola.

- ¿Qué quiere decir eso? - le preguntó a la vez que se cruzaba de brazos.

- Carolina lo llevó a una ruta que él jamás pisó que yo sepa - Andrés era un manipulador nato, haciéndose el inocente lograba convencer a cualquiera. - ¿Para qué? Para que lo asalten, o para que lo secuestran o vaya a saber para qué. Por eso tú mamá está desaparecida. Porque algo le salió mal - seguía hablando mientras Lola negaba con su cabeza. - Y se escondió. Tu mamá es la entregadora.

- ¿Vos te estás escuchando, Andrés? - le preguntó Lola sin apartarle la mirada de encima - Mí mamá y tú primo eran amigos. Éramos todos amigos.

- Lo de tu mamá y mí primo empezó por interés... Y termino por interés.

Afuera de la oficina Juan no paraba de enviarle mensajes a Lola, apurandola.

- Hermosa, tu mamá se deslumbró con la plata de Damián y Raquel. Y de sus vidas... Ya casi se cargó la de mí primo - Andres fingía dolor al pensar en eso aunque solamente esperaba ese momento para ser el único dueño de la empresa.

- Sos un hijo de puta, Andrés. - Le dijo Lola haciendo una mueca de asco.

- No, hermosa. No te confundas. La hija de una bien puta sos vos - Dijo con una sonrisa burlona a lo que Lola no tardó en querer darle una bofetada pero Andrés fue más rápido y tomo las manos de la castaña.

En ese momento entró Juan a sacar a Andrés de encima de su novia. Andrés hecho una furia comenzó a insultarlo, diciendo que llamaría a seguridad. Lola intentó calmar a su novio pero era imposible cuando se ponía de ese modo.

- Yo me encargo - Lo tranquilizaba Lola.

- ¿Me estás jodiendo? Te estaba tocando - Estaba hecho un manojo de nervios y Lola quería evitar que se metiera en más problemas.

- Yo me arreglo, espérame en el auto y yo te llamo - Le dijo con suavidad a lo que su novio la miró con más enojo.

- Búscala sola a tu vieja - dijo mientras se iba a lo que Lola lo llamaba y soltaba un suspiro, no tenía tiempo para encargarse de los problemas con Juan.

- Como estan las cosas, perdón, perdón, estamos todos muy nerviosos - Decía Andrés buscando justificarse ante sus actitudes. - Te llevo a tu casa Lola.

- No, no, yo a tu auto no me subo ni loca.

- Lola, el barrio de la pesquera es muy peligroso... No te podes ir sola. Yo te llevo. Te espero en la cochera - dijo acariciando el hombro de la castaña y salió por la puerta.

Lola se quedó parada alli, sabiendo que no tendría otra forma de irse que no fuera con él.

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𝓑𝓾𝓮𝓷𝓸𝓼 𝓐𝓲𝓻𝓮𝓼, 2017.

Lola había pasado toda la tarde en la plaza junto a su novio y a su hermanito, hasta que entró a la camioneta y descubrió que tenía llamadas perdidas de su padre y de su hermano. "Vení a la clínica, Damián se accidentó" le había escrito su hermano y al ver la insistencia en encontrarla, le dijo a Juan si podía llevarla a la clínica a lo que el chico aceptó.

Cuando llegaron, Juan sostenía a un Benjamín dormido y Lola caminaba a su lado hasta que vió a su padre totalmente ido parado en medio de la puerta de la clínica donde el amigo de la familia se encontraba en coma. Lola lo quedó mirando asustada, jamás lo había visto así.

Santiago camino rápidamente hasta el auto donde se encontraba el detective Godoy y lo miró fijamente.

- Quiero saber todo - dijo mientras Lola se abrazaba con su hermano que salía a su encuentro. Santiago mediante la policía se había enterado de que su mujer, Carolina Fazio era amante de su mejor amigo y viajaban juntos en el auto que habían tenido el accidente. Los hijos de Santiago todavía no se habían enterado de la noticia que les cambiaría la vida.

[...]

Santiago continuaba hablando con el detective Godoy y seguía teniendo intrigados a sus hijos que no sabían que estaba sucediendo. Godoy al tener una emergencia familiar, se fue rápidamente a lo que Santiago se reunió con sus hijos.

- Papá, ¿Podes decirnos que está pasando? - Le preguntó Lola ya algo histérica mientras buscaba llamar la atención ya que su padre parecía estar en otro mundo. - Tu mamá... Tu mamá desapareció - Dijo Santiago seriamente sin dejar de mirar a sus hijos que se quedaron helados apenas escucharon lo que les decía - Ella iba en el auto con Damián - Dijo con enojo el padre, aún sin poder creer lo que estaban viviendo.

Lola quedó inmóvil en su lugar, agradecía que Juan sostuviera a Benjamín ya que no sabía cómo estaba en pie. Santiago se disparó hasta su camioneta para ir a buscar más pistas en su casa. Nicolás estaba igual que Lola, aunque sabía que su madre era infiel nunca pensó que había sido con el padre de su mejor amigo. Los hermanos se abrazaron, lo único que pedían era que su madre apareciera de una vez por todas.

#ElDolorDeLosEngañados

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𝓑𝓾𝓮𝓷𝓸𝓼 𝓐𝓲𝓻𝓮𝓼, 2017.

- Ahora te agarro, toco timbre y te agarro - Le dijo Santiago al pequeño Benjamín luego de abrir la puerta trasera de su camioneta. El pequeño río, como siempre hacia cuando veía a su padre. Santiago se acercó al timbre de la casa donde vivia el novio de su hija mayor Lola y volvió a tomar a su hijo menor. - Te vas a quedar con tu hermana que tengo que trabajar.

- ¡Hola Benja! - Exclamó Lola abriendo la puerta acercándose al padre y a su hermano pequeño que tomó en brazos. El pequeño al verla en seguida estiro sus brazos para ir con la castaña. El padre antes de irse le hizo unas cosquillas logrando arrancarle unas carcajadas al niño y Lola con su hermano en brazos rió. - Luego lo vengo a buscar - le dijo Santiago tirándole un beso a sus hijos y subió a su camioneta.

- Hola campeón - Le dijo Juan, el novio de Lola a Benja y el niño le estiró sus brazos para que lo tomara. - ¿Que vas a querer hacer? - le preguntó el chico a la vez que acariciaba la espalda de su novia. - Podemos llevarlo a la plaza ¿No? - Y como si entendiera, el niño aplaudió con alegría. Juan acepto mientras que entraba a buscar las llaves del automóvil.

El niño se portaba tan bien con Lola que casi no extrañaba a sus padres, aunque amaba a su hermano la hija mayor de los Alvarado le había dejado en claro a sus padres que no sería su niñera, no quería ligarse con esa responsabilidad. Pero a su papá no le quedó otra, debía trabajar y Carolina estaba en el campo de visita a su hermano, o al menos eso era lo que le decía a su familia.

[...]

Entre juegos y risas paso la tarde, lo que Lola no sabía era que su celular no paraba de sonar dentro del auto de Juan.

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Escritos sobre las consecuencias de enterarse la verdad y del accidente de los amantes.

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