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#meloncita
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SessRin art by Mmmilk
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jakensama · 1 year
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❤️🌙🎐🎈🛍️🧸🎐🌙❤️
✨Happy Children's Day!Here’s our Minimaru and his beloved Meloncita’s itabag!!✨
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h-fm1 · 4 days
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Meloncita, te amo
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miss-vanille · 6 years
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¿Me Has Olvidado? | Capitulo 7: Su Libreta
Antes de iniciar el capítulo, quiero decirles que la demora de este se debió a múltiples situaciones familiares, al comenzar el séptimo capítulo no tenía idea de por dónde comenzar, de hecho el inicio cambió radicalmente, deseché una cuartilla completa de texto, antes de llegar a este resultado.
Este capítulo en especial se vio influenciado por mi vida personal, pues mientras escribía este capítulo, una tía muy cercana a mi falleció, fue muy difícil para mí retomar el habito de escribir después de eso.
Mientras me decidía nuevamente sobre cuál sería el tema principal de éste capítulo, pensé en que hasta ahora, no había tocado el tema del fallecimiento de los padres de Lysandro y el efecto que tuvo en él, al menos no desde la perspectiva de nuestro amado victoriano.
Así que advierto desde este momento que el capítulo toca temas sensibles, si alguna persona está lidiando con el fallecimiento de un ser querido o se encuentra en depresión y no encuentra salida, los invito a asistir a terapia, a hablar con un amigo, con un extraño, con quien sea, pero que sepan que no están solos, y que siempre hay esperanza para seguir adelante.
En el capítulo solo toqué el tema de los sentimientos que agobiaron a Lysandro, sin embargo, en los próximos capítulos estimo que para el 9no explicaré como fue que el lidió con esto cuando llegó al punto en que tocó fondo.
Lo que está en italica del inicio es lo que me hizo falta en el capitulo anterior (6.3), por si algo les resulta familiar
Sin mas, espero lo disfruten.
—Querras decir a tu cuarto—corregí.
—Bueno, si es mi cuarto pero de momento tu eres quien lo utiliza—argumentó.
—¿Tú no tienes sueño?—pregunté confundida, Lysandro había bebido unas 6 copas y parecían no haberle afectado en lo más mínimo.
—Si, si tengo sueño, pero ahora es más importante asegurarme de que llegues a tu habitación—Explicó mientras que me acomodaba entre sus brazos.
Caminó lentamente hacia mi habitación, acurruqué mi cabeza en su pecho lo que me permitió escuchar los latidos agitados de su corazón. Ese sonido tan bello solo me inspiraba a dormir más y más.
—Ya estamos en tu habitación—me susurró Lysandro al oído, mientras que me recostaba en la cama.
—Espera—rogué—quédate conmigo—añadí mientras que con mis últimas fuerzas me sujeté de su brazo izquierdo—recuestate a un lado de mi—le pedí.
Mis ojos ya no se lograban abrir pero podía sentir la calidez del cuerpo de Lysandro cerca de mi, así como su aliento chocar con el mio.
—¿Así?—me preguntó.
—Si, sobre tu pregunta de hace rato—añadí
—No tienes porque responderme ahora, se que no te lo pregunté en el mejor momento...
—shhh—lo silencié con uno de mis dedos acariciando sus labios.
Abrí ligeramente mis ojos, y con lo poco de sanidad que me quedaba me acerqué lentamente hacía sus labios y con mis dedos en su nuca me impulsé para terminar con la distancia que existía entre sus labios y los míos. Lysandro respondió al beso y con su mano quitó el cabello de mi rostro, nuestras bocas estaban impacientes por más pero el cansancio hizo de las suyas dejándome completamente dormida y frustrando nuestros planes.
Abrí mis ojos con pesar, descubrí que me encontraba sola. Mi cabeza dolía, sentía náuseas y un nudo en la garganta.
Me dispuse a tomar un baño, tomé una muda de ropa, mi toalla y entré a la tina.
Con la cabeza aun dándome vueltas traté de recordar lo que había pasado antes de caer dormida la noche anterior, lo más que podía revivir de la noche anterior era la presencia de Lysandro frente a mi mientras estaba recostada, y la cercanía de nuestros labios, pero no podía recordar si nuestros labios realmente se habían encontrado o solamente soñé que había sido así. Esa imagen la tenía muy presente sin embargo no podía corroborar que así era, al menos no sin tener que preguntarle al hombre con el que había compartido ese beso.
Terminé mi baño, me puse una blusa azul tipo campesina, unos jeans grises y mis pantuflas.
Bajé al comedor, solo para presenciar algo que nunca pensé podría ser adorable; se encontraban Lysandro y Castiel sentados, tomando café, hablando de la noche anterior, estaban tan atareados poniéndose al día que no pude más que quedarme a escucharlos desde lejos.
—Entonces cultivas fresa, crías conejos y estudias música los fines de semana, jamás me imaginé que pudieras hacer tantas cosas aquí, cuando estábamos en el instituto detestabas el campo y solo queríamos ser músicos—expresó Castiel melancólico.
—Sí, bueno tú lograste cumplir ese sueño—respondió Lysandro.
— ¿Y tú?—preguntó Castiel con cierta amargura—Sé que estás contento con tu vida ahora pero...no puedo evitar preguntarme si tú has logrado eso—añadió.
—Pues...cumplir con mi sueño del Instituto tal cual como yo lo añoraba no, pero conseguí algo mejor—respondió.
Castiel suspiró.
—Lysandro, tu vida aquí es completamente diferente a lo que tu querías para el futuro, que digo completa, es absolutamente lo contrario—argumentó—tu siempre decías que aspirabas conocer el mundo, que tus canciones tocaran el corazón de mucha gente, y ni en sueños querías volver aquí...
—Eso era antes de que mis padres nos dejaran.
—Si Lysandro, pero ¿A caso tus padres no hubieran querido que fueras detrás de todo aquello que más amabas?
—Mis padres no hubieran querido que perdiésemos la granja, ni todo por lo que ellos trabajaron solo por ir a probar mi suerte como músico o compositor—respondió Lysandro claramente alterado.
— ¿Ah sí? ¿Y qué hay de Sucrette?—contraatacó
— ¿Qué hay de ella?—rebatió.
— ¿No deseaste muchas veces poder ir tras ella y decirle que la amabas? ¿Tus padres no querían solo lo mejor para tu relación?
Lysandro bajó la mirada, el comedor se quedó en silencio unos momentos.
—Yo...hice lo que creí mejor, no negaré la frustración e impotencia que sentí cuando Sucrette tuvo que irse y yo tuve que quedarme aquí—respondió con tristeza—No te imaginas cuantas veces quise irme sin decirle a nadie, ir a verla. Hablar con ella de todo, y hacerle saber que en ningún momento había dejado de pensar en ella...Pero tampoco podía abandonar este lugar, durante muchos años éste fue mi hogar, dónde crecí junto a Leigh, el lugar dónde conocimos lo que significaba tener una familia y aunque vivir aquí nuevamente nunca estuvo en mis planes, la idea de que pudiera ser destruida u ocupada por alguien que solo quisiera desmantelar lo que alguna vez fue nuestro hogar, simplemente me hacía sentir ansioso.—añadió
—Lo siento amigo yo...—balbuceó Castiel
—Por eso no pude irme, desprenderme de lo último que me une a mis padres, no...no es algo para lo que me sienta listo, por lo menos no todavía—continuó—el verlos aquí a ti y a Sucrette, me hizo muy feliz, me sentí bien de aceptar ir con ustedes al tour salir un poco, descansar de mis responsabilidades, me entusiasma un poco lo que pueda pasar—confesó—Pero no puedo mentirles ni a ti ni a Sucrette, después de que todo esto ocurrió me sentí muy solo, como si no existiera para nadie, tú estabas ocupado con la música, acababa de terminar con Sucrette, de lo que me arrepentí justo después de haberlo hecho...Mi hogar fue el único refugio que tuve, el único lugar en el que pude respirar, tranquilizarme, volver a la vida—hizo una pausa— Aun así, dejar éste lugar no es una opción para mí, y me gustaría que aceptaras mi decisión por ahora. Además… ahora que he podido verte a ti y a ella, que las personas más importantes para mí del instituto están conmigo, y en especial que ahora todos somos adultos y después de lo que pasó anoche...No puedo evitar sentir que me hacía falta verlos después de todo. Así que apreciaría que me visitasen más seguido.
Mi corazón casi se escapa al escuchar lo último que Lysandro había dicho, mi rostro estaba ruborizado, mis piernas flaqueaban.
— ¿Qué pasó anoche?—sonsacó Castiel intrigado
— ¿Entre Sucrette y yo?—inquirió un poco apenado.
—Oh, pensé que te referías cuando estábamos en el pórtico, no recuerdo mucho solo que dijimos muchas estupideces, ¿Pasó algo entre Sucrette y tú?
Lysandro se quedó mudo.
—Lysandro... ¿Ustedes...?
—No—sonrió para si—pero creo que existe la posibilidad de que volvamos a estar juntos.
— ¿Qué? ¿Cómo? ¿En serio?—preguntó— ¿Y estás bien con eso?, sé que la quieres mucho y si es lo que tu deseas adelante, pero han pasado 4 años entre su ruptura y ustedes...No quisiera que salieran lastimados por una noche de copas...
—Buenos días Sucrette—vociferó Jean el baterista, al salir de su habitación y verme.
Me giré a toda velocidad para saludarle, escuché las sillas moverse.
—Buenos días—saludó Lysandro animado con su mano descansando en mi hombro.
—Oye Jean, ¿Cómo está Marcel?—preguntó a su amigo tomándolo del hombro llevándoselo consigo. —Te veo más tarde—Se despidió Castiel.
Nos quedamos solos, Castiel nos había dejado solos a propósito. Después que Jean anunciara al mundo que estaba ahí, no me sorprendía mucho la idea de que alguno de los dos quisiera hablar conmigo.
—Puedo suponer que nos escuchaste—comentó Lysandro directamente.
—Muy poco—confesé
—Sucrette, tengo que atender a los conejos, darle agua a las fresas y quitar las malas hierbas...además de despachar a los muchachos...—comenzó—Trataré de terminar todo más temprano, y si no fuera mucha molestia quisiera hablar contigo a solas—dijo finalmente
— ¿Ya se irán Castiel y los chicos?
—Jean y Marcel, quieren irse un poco más temprano para visitar a sus padres antes del tour y Castiel dice que quiere pasar un rato más aquí, él se irá más tarde.
—Entonces... ¿Me quedaré sola?
—Castiel se quedará en la casa, si llegas a necesitar algo tienes mi número o puedes ir a buscarme con los conejos o al sembradío, después de dejar a Marcel y a Jean en el centro de la ciudad.
—E-Está bien
Después de pasar parte de la mañana desayunando y ordenando un poco la cocina, me dirigí al pórtico en donde me encontraría a Castiel sentado descansando pacíficamente.
—Es increíble la paz que se disfruta aquí ¿No?—comenté tratando de iniciar una conversación.
—Pareciera que no hay nada de qué preocuparse—respondió
—Tal vez por eso Lysandro disfruta de vivir aquí.
—Por poco y se lo creo—contestó con amargura.
—No te gusta que Lysandro haya decidido quedarse aquí ¿cierto?
—Pues no, pero eso ya lo sabes—se volvió hacia mí con una sonrisa burlona.
Me limité solamente a mirar hacia otro lado ruborizada.
— ¿Sientes que no es feliz aquí?
—No lo sé—confesó—Siento que algo no está bien, siento como si ocultara algo. Lysandro nunca ha sido bueno para esconderme cosas—continuó— ¿Tú no lo sientes?—inquirió.
—Bueno, sin duda él ha cambiado mucho, todo lo que el pasó estos años...creo que es natural que quiera guardarse ciertas cosas.
Frunció el ceño.
—No, la verdad no creo que el haya cambiado tanto ¿Sabes?—respondió—De haber cambiado tanto, no se hubiera dejado influenciar por ti como antes...
— ¿A qué te...?
—Si tú no estuvieses aquí, él nunca hubiese aceptado ir conmigo al tour. Es obvio que todavía te quiere y quiere estar a la altura de tus expectativas, por eso aceptó. —Interrumpió—También es obvio que tu aún le quieres, y tal vez no le hayas puesto tanta atención por lo mismo, pero creo que si le observas detenidamente te darás cuenta.
— ¿Te refieres a que ahora fuma?—pregunté inocentemente tratando de adivinar.
— ¿Lysandro fuma?
—Ah...—Balbuceé
—Me lo imaginé cuando vi el cenicero escondido al lado del columpio, no recordaba haberte visto a ti fumar y Lysandro no nos ofreció un cenicero anoche así que…no quedaba de otra más que fuera de el, que él quiera ocultar eso es solo una prueba más para mí.
— ¿Cuál es tu teoría?
—Hay algo que Lysandro no quiere que sepamos sobre el tiempo que pasamos sin verle, tengo el presentimiento de que es algo serio.
— ¿A qué te refieres con algo serio?
—No sé, no me refiero a algo tan serio como asesinar a alguien, pero si temo que él no esté bien.
—Lástima que no hay nada como para comprobar tus sospechas.
El rostro de Castiel se iluminó.
— ¿Sabes si todavía tiene su vieja libreta?—inquirió.
—Tiene una nueva...—respondí ingenuamente, hasta que segundos después me percaté de a dónde quería llegar con esa pregunta. —Castiel...Conoces a Lysandro igual que yo y sabes que no le gusta que la gente invada su privacidad...además no podemos saber dónde está su libreta.
—Lo sé, pero realmente me preocupa y me sentiría mejor si pudiera desmentir éste presentimiento...y sobre dónde podrías encontrar su libreta... ¿Estás durmiendo en su habitación no?—Soltó.
Mi rostro se encendió de un rojo brillante.
—Me refiero a que la habitación en la que estás durmiendo es la que era su habitación, no a que duermen juntos—corrigió divertido.
—Pues si—contesté.
—Entonces solo tienes que entrar a "tu habitación" y buscarla.
—Su libreta no está en mi habitación, yo se la di a él, el primer día que llegué aquí así que debería estar en su habitación—expliqué a Castiel
Entonces busca en su habitación—Replicó
— ¿Y si me encuentra?, ¿Qué voy a decirle?—Continué nerviosa.
—Algo como que tenías ganas de verle, que se te perdió un arete...yo que sé.
—Lysandro no me va a creer, y menos si descubre que su libreta no está.
—Él te creerá lo que digas siempre y cuando sea convincente y tenga sentido, tu solo preocúpate por buscarla y de regresarla...la dejamos en algún lugar de la casa, como si a él se le hubiera perdido, yo me encargo de distraerlo si llega.
—Castiel...
—Hazlo, ¿Acaso no quieres saber si el oculta algo muy serio?, ¿No querrías ayudarle así como lo hiciste con el Junkie de Nathaniel y lo de su papá?
—Está bien, pero necesito que me mandes un mensaje o algo si viene a la casa, sin que se dé cuenta...
—Si yo me encargo, no te preocupes, ahora vete no tenemos tiempo que perder.
Castiel encendió un cigarrillo y yo entré a la casa a toda velocidad.
Subí lo más rápido que me permitieron mis piernas, recordé que la primer noche Lysandro había sacado su libreta, unas cartas y su estuche desde el escritorio que estaba frente a la cama de mi habitación, así que me desvié con intenciones de ver si podía encontrar algunas pistas más sobre él, abrí el cajón principal lentamente.
Nunca me había dado curiosidad de indagar entre sus cosas, y si realmente encontraba algo en su escritorio, era por dos razones:
1. El confiaba en que no husmearía su escritorio.
2. Había olvidado sacarlo.
Al abrir el cajón principal me percaté que no había nada más que una caja de plumas, recibos del agua y de la luz, unos sobres vacíos, clips entre otras cosillas.
Confirmé que tendría que entrar en la habitación de Lysandro para poder encontrar su libreta, pues no había trazos de que hubiese más cosas que pudieran servirme.
Corrí hacia la habitación de Lysandro echando un vistazo al piso de abajo, la vista de las escaleras solo me permitía ver al pasillo y parecía que Castiel todavía estaba afuera.
Entré a la habitación de Lysandro para toparme de nueva cuenta con ese aroma tan característico a él, su perfume, combinado con un aroma a tabaco y roble, su habitación estaba completamente ordenada. Lo que poco a poco me llenó de ansiedad fue la ausencia de algún otro lugar en el que pudiera estar mi objetivo, pues la habitación carecía de un escritorio, solo tenía un par de encimeras a los costados de su cama y su armario. En mi memoria estaba claro que Lysandro había acomodado sus pertenencias sobre la mesita de noche, pero no se encontraban allí y ésta solo tenía un cajón. Me abalancé sobre el cajón, antes de que intentara abrirlo me di cuenta que éste tenía una combinación de números y un pequeño botón.
El pánico comenzó a entrar en mí.
— ¿Cuál habría de ser la combinación para abrirlo? —dije para mí.
Intenté su cumpleaños tal y como lo había hecho en su casillero años atrás, pero no era la respuesta. Intenté mi cumpleaños, no funcionó. Pensé que lo más seguro sería la fecha de defunción de sus padres pero no tenía idea de cuando había ocurrido, sin pensarlo mucho, le envié un mensaje a Rosa preguntándole a lo que respondió rápidamente y un tanto confundida.
Intenté primero la fecha de su padre pero no funcionó, ni fue hasta que puse la fecha de la muerte de su mamá que el cajón abrió.
Su libreta se encontraba ahí, la tomé cuidadosamente y me senté en la cama de Lysandro para comenzar a hojearla.
Respiré profundamente, deslicé con cuidado mis dedos entre la portada y las primeras páginas.
Algunas tenían letra de canciones bastante extrañas, algunas eran tristes otras eran románticas, otras hojas contenían poemas, poemas sobre el sentido de la vida, sobre la muerte, sobre el desamor, sobre amor, sobre melancolía...también tenía escrito pequeños pensamientos cómo:
"Es tan extraño estar en casa y saber que ustedes no volverán a estar aquí"
"¿Sabían que esto pasaría?"
"Todo sería mejor si no estuviera aquí, podría estar con ustedes, no estaría sintiendo éste dolor, ¿Por qué tenían que irse?"
"Ustedes dijeron que todo saldría bien, ¿Por qué me mintieron?"
"Ya no quiero sentirme así"
"Te extraño papá"
"Mamá, la casa se siente tan sola sin ti...a veces voy a la cocina y creo verte allí pero ya no estás"
"Mamá ya no quiero ser una carga para Leigh, pero no sé qué hacer, ayúdame mamá, por favor"
"Papá, ayúdame"
Cada frase que leía era aún más desgarradora que la anterior, entre tantas notas escritas a sus padres, comencé a encontrar frases dirigidas a mí.
"¿Por qué tenías que irte cuando más te necesitaba?"
"¿Sabes Sucrette?, soy un egoísta, a veces desearía tener las fuerzas para pedirte que abandonaras todo y que vinieras para estar conmigo hasta que todo pase. Pero no debería hacerlo ¿Cierto?"
"Sucrette...a veces me pregunto si estaría bien que yo me fuera...para siempre, ¿Llorarías por mí?"
"No quiero hacerte llorar por mi culpa"
"¿Todavía hay algo por lo que puedo vivir?"
"A veces me pregunto...que pasaría si solo muriera, ¿dejaría de sentirme tan agotado todo el tiempo?, ¿El dolor de mi pecho se iría?, ¿Todos los problemas desaparecerían?"
"Nuestras deudas están cada vez más difíciles de pagar, el hospital, la funeraria...el negocio de Leigh no genera suficiente para mantenerme y pagar las deudas, no sé qué hacer"
"Sucrette...ayúdame"
"Oye Sucrette, ¿Me has olvidado?"
La pregunta era insistente, en cada página que leía estaba siempre esa pregunta.
Lágrimas recorrieron a toda velocidad mis mejillas. Todo era tan triste, se sentía la desesperación de sus sentimientos en cada página, su hambruna por compañía, un hombro en el cual llorar, todo era tan crudo y tan poderoso que me sentí mareada de tan sólo imaginar todo lo que tuvo que soportar mientras estuvo aquí.
Entonces sus notas dejaron de ser notas...comenzó a escribir borradores de cartas, para sus papás, para Leigh, Rosa, Castiel y para mí. Todas de despedida...
Hasta que en una de las hojas, todas esas cartas cesaron, y comenzaron a aparecer canciones nuevamente, sobre dejar ir, sobre empezar nuevamente, sobre volverse aún mejor persona...
El panorama parecía animarse, me topé con una pequeña carta que decía:
"Sucrette, muchas gracias por tu carta, pensé que jamás sabría de ti nuevamente, me siento contento de saber que aún te preocupas por mí, creo que no me sentía tan contento desde la primera vez que te besé... ¿Sabes? Me encantaría volver a verte, volver a sostenerte entre mis brazos, sentir la calidez de tu piel, mirar tus bellos ojos, acariciar tus labios...besarte...te extraño, nunca dejé de extrañarte. No puedo creer que quieras venir a verme... ¿Está bien si muero de felicidad? ¿Te molestarías conmigo?
Está bien exageré…pero eso no quiere decir que no esté emocionado por verte"
La siguiente página hablaba de mi llegada a la granja.
"Pareciera que estuviese soñando, mis esperanzas por reencontrarnos habían sido reducidas a que nuestro encuentro sería fruto de un evento completamente aleatorio, nunca creí que vendrías aquí conmigo, me siento muy feliz, bueno...para que he de mentir...emocionado como nunca"
Dejando un espacio continuó.
"Te ves aún más hermosa de lo que mi memoria te hacía justicia, al verte esperando afuera con tus ojos brillando, el rubor de tus mejillas, tu cabello largo adornando tu rostro, la traslucidez de tu ropa, me inspiraban solamente a besarte en ese momento y olvidarnos por completo del mundo entero. No pude evitar sentirme nervioso...Después de todo y con todo el respeto para ti, aún vive en mi la imagen de tu cuerpo, y tu ropa no hace más que intrigarme si éste ha cambiado desde la última vez que estuvo entre mis brazos. Sin embargo con todo y estos deseos que emergen nuevamente, quedo completamente a la espera de tus sentimientos, no quisiera incomodarte si tus sentimientos no fueran recíprocos, hacía tanto que no me sentía así"
Mi nuca cada vez se sentía más y más cálida, una sensación de nervios, excitación, adrenalina y miedo se apoderaban de mí.
Lo último que él escribió en su libreta decía:
"¿Sería egoísta de mi parte dar por hecho que aún hay una posibilidad para que volvamos a estar juntos?".
Mi corazón se detuvo un segundo al leer lo anterior. Mi estómago estaba vuelto un nido de mariposas revoloteando, mi cabeza se sentía liviana, mis piernas aún temblaban. No podía ponerme de pie...al menos no hasta que escuché la voz de Castiel.
—Creo que deberías guardar su libreta, ya viene para acá—dijo plantado frente a mí.
Castiel tomó de mi brazo al ver que tenía dificultades para reaccionar.
Salí del trance, guardé la libreta en la cómoda y cambié la clave que había introducido volviendo a cerrar el seguro.
Castiel me llevó hasta la puerta de mi habitación y el entró al baño.
Fue entonces que escuché los pasos de Lysandro, me acerqué a las escaleras y pude ver como se dirigía hacia la cocina.
Sus ropas estaban un tanto sucias, vestía una camisa de manga 3/4 color mostaza, y unos jeans de corte recto, además de sus botas de trabajo. Le observé un poco más de tiempo sin que se diera cuenta.
Ése hombre por el que decidí emprender este viaje, con quien pasé tantos momentos de confusión, momentos embarazosos, algunos otros de increíble felicidad. Por quién a pesar del tiempo todavía guardaba un espacio en mi corazón...
No pude evitar sentirme afortunada de estarle viendo, el sólo recordar los sentimientos tan poderosos y destructivos que se apoderaron de él, que por poco esfuman la sonrisa que siempre tenía al verme, esos demonios que le hicieron dudar sobre si continuar o no su vida. Me ponía la piel de gallina.
— ¿Qué fue lo que te sacó de ese lugar tan horrible Lysandro?—dije para mí misma.
— ¿Sucrette?—Me llamó.
— ¿Si?
—Tengo que terminar de quitar la maleza de los sembradíos, después de eso y de llevar a Castiel, me gustaría tener la charla que te mencioné en la mañana—agregó.
—Yo te espero, no te preocupes.
—Está bien, hablando de él ¿has visto a Castiel?—curioseó.
—Creo que está en el baño—respondí.
El momento en que respondí se pudo escuchar el sonido del agua correr del inodoro.
—Oh...está bien, ya que salga, ¿puedes pedirle que me diga a qué hora le gustaría que le llevase a la estación de autobuses?
—Sí, claro—asentí
—te veo más tarde.
—Hasta más tarde—me despedí.
Castiel apareció tras de mí, asegurándose de que Lysandro ya se hubiera marchado.
— ¿Y bien? ¿Encontraste algo? ¿Tenía razón? —interrogó.
—Siendo honesta...si pero no creo que sea lo que esperabas. Su diario no era muy sencillo de comprender.
— ¿Qué lograste descifrar de lo que leíste, Sherlock?
—Tenías razón, Lysandro pasó por tiempos muy difíciles en nuestra ausencia, impotencia, tristeza, desesperación...ya no encontraba que hacer y durante un tiempo consideró...—no pude continuar, pronunciar esas palabras, me colmaban de sentimientos encontrados.
—Lo sabía—gruñó Castiel golpeando violentamente la pared.
Respiré profundamente.
—Eso no es todo...lo más extraño de ésta historia es que de una nota a otra comenzó a escribir como si nada hubiera pasado, sin dolor...sin arrepentimientos, tan solo unas hojas más para mí y ya.
—No escribió nada acerca de éste lugar ¿Cierto?—preguntó.
—No, nada...pero después de lo que leí creo que entiendo mejor porque le cuesta alejarse de aquí. Todos los recuerdos de sus padres y de su vida fueron creados aquí, es su última conexión con la realidad de lo que ocurrió.
Castiel quedándose mudo, se limitó a sentarse en el piso, recargándose en la pared.
—No puedo creer que considerara...—pronunció Castiel ocultando su rostro con una de sus manos—Fui un estúpido al pensar que estaría bien, no tenía ni idea...—una expresión de terrible tristeza sombreó su rostro.
—Lo importante ahora, es estar con él, no podemos arreglar lo que hicimos o lo que no hicimos, lo mejor es comprenderle y hacerle saber que puede contar con nosotros—expliqué intentando tranquilizar a Castiel.
Castiel no dijo más, solo asintió, se puso de pie y se fue a su habitación.
Por mi parte me di la tarea de preparar la cena. Era lo menos que podía hacer siquiera para apagar mi mente y sus "¿qué hubiera pasado si...?".
Escuché la puerta de la entrada abrirse, me giré un poco para confirmar que era Lysandro quien había entrado.
—La cena estará lista en unos 15 minutos, por si gustan cenar antes de irse—avisé con intenciones de animarle un poco.
—Huele delicioso—sonrió—gracias, iré a tomar un baño y le diré a Castiel. ¿Te dijo a qué hora le gustaría que le llevase?
—Sabía que algo se me había olvidado—me reproché.
—No te preocupes, yo le pregunto, gracias por hacernos cena—agradeció sonriendo cálidamente.
Me concentré en los últimos detalles, y comencé a emplatar.
Unos 5 minutos después llegaron Castiel y Lysandro, con una camisa negra de botones manga 3/4 y unos jeans negros rotos, y un sweater tejido tinto y un pantalón negro respectivamente.
— ¿Segura que tú cocinaste esto?—curioseó Castiel rompiendo la tensión.
—Sí, estoy segura—alegué usando el mismo tono en su contra.
Lysandro sonrió para sí y silenciosamente se sentó en la cabecera de la mesa, dejándonos a mí y a Castiel a sus costados.
—Nunca pensé que llegaría el día en que comeríamos nosotros juntos algo que yo cociné—opiné.
—Ni yo que supieras cocinar—objetó Castiel.
—En un punto de mi vida, no creí que los volvería a ver...a ambos. Así que me siento agradecido de poder compartir una cena con las personas más importantes para mí.
Castiel y yo no pudimos evitar ponernos sentimentales. Después de todo, el tema todavía nos resultaba irreal.
Lysandro inmediatamente se dio cuenta del cambio de nuestras expresiones y comentó:
— ¿Por qué se quedaron serios de repente?, ¿Fue algo que dije?
—No, es solo que...tienes razón—reconoció Castiel—oportunidades así solo ocurren una vez, y a pesar de todo lo que hemos vivido cada uno, he nos aquí sentados comiendo algo que Sucrette cocinó, en tú casa, después de más de 8 años de amistad.
—Es sin duda algo que nunca había ocurrido y que jamás imaginamos pasaría—añadí.
Lysandro sonrió ampliamente.
—Jamás pensé escuchar eso de ustedes—agregó.
—Bueno, ¿Ahora nadie piensa comer? Se va a enfriar la comida—regañó Castiel.
Soltamos una carcajada para después iniciar con la cena, platicamos unas cuantas horas más, hasta que dieron las 8, Castiel sugirió que acompañase a Lysandro a dejarle a la estación, para que no regresase solo, a lo que acepté. Hablamos un poco más mientras esperábamos que llegase el último autobús.
Hasta el momento en que la espera terminó, Castiel se despidió de ambos, más no se fue sin antes decirme mientras me abrazaba:
—Lo que sea que decidas hacer con su relación, aprovecha estos últimos días para disfrutar de su compañía. Traten de controlarse un poco en mi ausencia…—susurró con picardía.
Una vez dicho eso último, mientras me abrazaba, me aseguré de apretarle con toda mi fuerza para sacarle el aire y darle entender que no me había hecho gracia su broma.
Lysandro y yo volvimos a la camioneta y nos quedamos sentados en silencio durante unos momentos, de estar alguien más con nosotros creo que podrían asegurar que la tensión entre Lysandro y yo ya era insoportable.
Me volví hacia el solo para encontrarme con su mirada. Acerqué mis labios a los suyos, acortando nuestra distancia, Lysandro en aquel momento respondió besando mis labios, pero esta vez con las ansias que tanto habíamos cultivado desde la noche anterior, poco a poco nos fue faltando el aliento, el separar nuestros labios me llenaba de ansias y por la respiración de Lysandro creo que podía asegurar que sucedía lo mismo con él. Llegué a un punto en que mis manos se sentían inútiles al no estar acariciando su nuca, sus manos, sus brazos…lo que fuera, con tal de no distraerme con el poco uso que estaba haciendo de ellas. Lysandro dándose cuenta de la ansiedad que sentía, procedió a tomar mi mano, y con sus dedos comenzó a acariciar mi mejilla, para después rozar mi cuello hasta llegar a mis hombros. Como acto de reflejo la mano que tenía libre la utilicé para profundizar nuestro beso tomándole de la nuca, mostrándole mi agrado por el gesto.
Contrariamente a lo que en un principio había pensado, besarnos no había calmado para nada el nerviosismo que nos poseía, creo que ambos sabíamos que no sería suficiente. Nos detuvimos un momento, mareados por las emociones.
—Antes de continuar, me gustaría saber algo…—exhaló— ¿Es justo de mi suponer que tu…respuesta de anoche y nuestro acercamiento de ahora, es una prueba concluyente de que los sentimientos que tengo por ti son correspondidos? ¿Quieres volver conmigo?
—Siendo honesta…me tomó mucho decidir que quería hacer cuando escribí la carta y recibí tu respuesta. Venir aquí implicaba para mi decidir eso que me preguntas desde antes, quiero decir… ¿qué exnovia iría a la casa de su exnovio a pasar una semana, si no es con intenciones de regresar? —Cuestioné—Cuando decidí hacer todo esto no estaba pensando de esa manera, pero decirlo ahora en voz alta…creo que es bastante claro…
— ¿Bastante claro?
—Hasta yo estaba muy confundida, todo lo que hemos cambiado, las nuevas responsabilidades de ambos, tu tour con Castiel, mi último año de la universidad, regresar…jamás sería lo mismo de antes…Pero confundida y todo, siento que de no existir todavía sentimientos muy fuertes por ti, ni ganas de descubrir todavía más sobre ti, además de ser ahora consciente que nuestra ruptura no fue por otra razón más que por un mal momento, sinceramente no estaría aquí. Así que…Si, si quiero intentarlo una vez más.
Se limitó a verme enternecido.
— ¿Puedo besarte?
—Si—Sonreí.
Soltamos una risa nerviosa un poco antes de permitirle a nuestros labios volver a encontrarse.
Regresamos a la casa, pero el camino nunca se nos había hecho tan largo.
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I started playing My Candy Love  because of the avatar customization a long time ago and thanks to how big it has become now we get a lot of events and lots of more clothes and customization options.
Since the game is hinting at sexy things happening soon I thought of dressing up my Candies for the occasion  ( ͡° ͜ʖ ͡°)!!
This is part 1 of 2, maybe more if I get inspired.
Made in My Candy Love
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maggie-piste · 3 years
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Y es que es inevitable dejar de pensar en ti, porque para mí fuiste mi todo, con el que visualice mi vida entera, mis sueños, mis metas, mi futuro, nuestra familia, nuestra felicidad, contigo lo quise todo, creía que era amor verdadero lo que sentiamos, creía que en verdad llegaríamos a viejitos juntos, creía en todo lo que me decías y prometias, principalmente en que estarías conmigo sin importar lo que pase y que siempre serias mi principe. No es justo que hables de mi como la culpable de todo, porque tu no eres perfecto y también fallaste. Ya has sido muy claro conmigo en cada situación que tu no me amas, porque bien lo dijiste, el que ama va y busca a la persona que ama, y tu no quieres hacer nada por estar juntos de nuevo, todo lo quieres a tu manera sin pensar en otras opciones porque tu opción para ti es perfecta careciendo así de humildad. Si me amaras a mi y a nuestra hija buscarías protegernos de manera legal, porque las cosas ilegales que se quede para los delincuentes, porque además no es una condición para reparar nuestra relación, lo es para vivir juntos. Tu sabes muy bien que yo siempre te abrí las puertas de mi casa para que vinieras a ver a nuestra bebé todos los días si podías y querías, tu sabes mejor que nadie cuantas veces te pedí que hablemos para solucionar las cosas, porque yo en verdad visualice mi vida contigo, pero no puedo permitirme cometer el error mas grande que cometí contigo, el cual fue haberme callado, por eso es que no permitiré cosas con las que no estoy de acuerdo o que no quiero en mi vida. Me duele saber que creas que en un futuro podemos estar juntos y solo te quedes esperando a que suceda cuando no deberíamos perder tiempo y dejar pasar el tiempo para hacer algo y ser la familia que quisimos, porque te diré algo, nuestra bebé es cada día más hermosa pero no sólo por fuera, es aun más hermosa por dentro, es muy muy fuerte, inteligente, amorosa, obediente, es la hija perfecta y me duele mucho que te lo estés perdiendo, porque lo que un día dijiste que meloncita estaría bailando contigo se que ella si lo hubiera hecho, ella es encantadora, le encanta bailar, lo más hermoso de ella es que se la pasa sonriendo hasta dormida, se que pudimos haber sido los mejores papás juntos, pero aún separados yo daré todo de mi por ella al doble, se muy bien también que no toda la culpa la tuve yo y que por lo mismo no soy la única que tiene que reparar los daños y menos si tengo que aceptar cosas que no quiero y que no creo que sea lo mejor.
Te amo, pero esta vez no cedere, no se trata de humillar, de pelear o agredir, se trata de mejorar y solucionar, unirnos como familia pero ser independientes como persona, no se trata de condicionar, se trata de llegar a un acuerdo y dar todo por nuestra familia, por nuestra bebé.
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noaaaahblack · 7 years
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Si alguna de vosotras, seguidoras de Eldarya y Corazón de Melón, tiene cuenta en fanfiction, os invito a participar en mis historia y mandar fichas de original character -o vuestra Sucrette/Candy/Lyn/Meloncita como queráis llamarla- por mensaje privado en fanfiction, como review en fanfiction, o incluso por chat de tumblr, incluso de a mi correo electrónico [email protected] de mi nueva historia -como parejas de alguno de los chicos de cdm y eldarya-. Si os interesa, por supuesto.
Aqui os dejo el enlace para que deis un vistazo:
https://m.fanfiction.net/s/12698026/1/Sins
Gracias por leer.
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omg-mcl · 7 years
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CDM / MCL Xmas 2016
Hola! If you want to add me I'm Rogaciana ad MeDuPeLu in spanish server!!! :)
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Rin fanart by 금수 (@gold_water_Z)
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Rin in Hanyo no Yashahime manga chapter 22
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Rin is so precious, you guys
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Rin art by SugarSourr (@Sour999Sugar)
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Rin art by Gaby (@ohmagaby)
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Rin and Tenseiga
Art by Tokio Cristal (@Tokiocristal)
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Yashahime Manga Chapter 15 - Cover
Rin on the cover of the latest chapter of the Hanyo no Yashahime manga.
A young girl becomes a woman. A fragile life shines with dignity—
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Rin💜
Hanyo no Yashahime Episode 47
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