[ESP] NU: Carnival — Capítulo 1: Thrust Into a New World —
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— Aster: Hey, íncubo tonto... He pensado en algo.
— Morvay: Que coincidencia, pequeño vampiro de mierda, yo también.
— Aster: Él podría ser del linaje del Maestro. Uno de sus descendientes perdidos de hace mucho tiempo o algo.
— Morvay: Hmm, podrías tener razón. Siempre he pensado que es extraño que un maestro sea tan generoso... *Toser* Tan querido por la gente extraña...
*Toser* Ajem... Bueno, no es imposible que concibiera algunos hijos...
— Aster: Vaya, si un tonto íncubo tan leal hacia el maestro como tú piensa eso también, entonces supongo que realmente debe ser posible.
— Morvay: Eso significa, sorprendentemente, que esa patética excusa para una ceremonia que ideaste realmente tuvo éxito.
— Aster: ¿Huh? ¿Quieres repetirlo, tonto íncubo? ¡Te secaré como a un hueso!
— Morvay: ¡Hazlo! Justo, me estoy muriendo de hambre. ¡Vamos a ver quien seca a quien!
— Eiden: ... Ermm... Aún estoy aquí...
(Aunque... Como que estoy disfrutando mirar a esas dos bellezas pelear de esa manera...)
(*jadear*... Ughh... Mi cabeza... Tan mareado de nuevo... Puedo oír un zumbido... ¿La fatiga realmente me está está atrapando?
— Eiden: Ahhh... Sentirme cansado incluso en mis sueños... Esto es demasiado. Después de terminar este trabajo, no me importa si es mi día libre o no, voy a... tomar... un largo descanso...
— Aster: ¿Huh? ¡Maestro! O descendiente del maestro... Ahh, ¡Es realmente un dolor decirlo! Sólo te llamaré Maestro por ahora. ¿Estás bien? No te ves muy bien...
— Morvay: ¡Hey! Mestro... Bien, te llamaremos Maestro por el momento... ¿Huh?
... Aster.
— Aster: S-Suena tan extraño cuando dices mi nombre real...
— Morvay: ¿Puedes sentir la esencia del Maestro?
— Aster: ¿Huh? L-La esencia del Maestro...
... Morvay.
— Morvay: Efectivamente, será mejor que hagamos algo rápido. Parece ser más serio de lo que pensamos.
(¿S-Serio? ¿Debido a que he tenido exceso de trabajo? ¡Tiene que serlo! ¿Me intoxiqué con muchas bebidas energéticas?
(O-O quizás es porque la única cosa que como son esos suplementos de salud que promocionan las celebridades cuando tengo hambre... Tengo que pensar más en mi figura después de todo...)
(¡Mierda! Hay tantas causas posibles. Si me llevan al hospital, apuesto a que los doctores tendrán que filtrar todo de mi cuerpo uno por uno... ¡Estaría atascado allí para siempre!)
— Aster: No es bueno. Si no hacemos algo pronto él podría morir.
— Eiden: ¿Puedes morir por exceso de trabajo? Ah, supongo que se puede...
— Morvay: Sabía que nada bueno saldría de esa ceremonia tuya crudamente preparada...
— Aster: ¡Incluso si añadíamos esas malditas rosas que sugeriste, el resultado hubiera sido el mismo!
Ser invocado repentinamente a este mundo probablemente hizo que la esencia del Maestro se saliera de control, eso es todo.
— Morvay: ¡Tonterías! ¿Cómo podría ser afectada la esencia del maestro por algo tan simple como la invocación? Definitivamente es debido un problema con con la manera en la que hiciste la ceremonia.
— Aster: Entonces será mejor que tratemos a este “Maestro” como si fuera nuestro “Maestro” anterior, ¿Cierto? Si es solo un descendiente, la repercusión por la invocación podría ser enorme...
— Morvay: ... Entonces... nosotros...
— Aster: Tendremos que tomar la responsabilidad...
[ H♡ ]
En circunstancias normales, ser atendido por dos ejemplares tan buenos haría a Eiden sentirse más alto que una cometa.
Aunque pasó por su mente que podría haber caído víctima de algún tipo de plan tortuoso,
decidió que si sus captores fueron lo suficientemente generosos de enviar a dos subordinados tan exquisitos, entonces no haría ningún daño en dejarse llevar por ahora.
— Eiden: Ustedes dos... ahh...
Ugh... ahh... ahhh...
En un parpadeo, Eiden está desnudo. Morvay baja su cabeza y toma el pedazo de carne entre las piernas de Eiden en su boca.
Su suave lengua juega con la punta y Eiden se pone duro en un instante.
— Eiden: Ahh... ughh... si sigues lamiendo así... ¡Ahhh...!
La lengua de Morvay recorre toda la punta del pene de Eiden, cubriéndolo con saliva brillante. Entonces él empuja su cabeza hacia abajo y succiona fuerte en el eje palpitante de Eiden.
— Morvay: Hmm... gulu... mmm...
— Eiden: Ahh... tu boca... es tan cálida... ahhh...
Morvay se tensa mientras el pene de Eiden golpea la parte de atrás de su garganta. Pero esto solo lo hace succionar incluso más fuerte. Golpe tras golpe de placer se eleva de las entrañas de Eiden.
Con Morvay apretando su pene con la cantidad justa de fuerza, un dolor sordo comienza a extenderse por la entrepierna de Eiden.
Millones de fragmentos de deseo comienzan a correr salvajes por la holgura abultada de Eiden.
— Eiden: Ahh... ¡Ahhh...! Mmm... ¡Ahhh...!
Morvay abre más las piernas de Eiden mientras continúa proporcionando su servicio especial. Saliva cae de la unión entre la boca y el eje.
La lujuriosa escena en frente de sus ojos envía a Eiden a la sobrecarga.
— Morvay: Gulu... mmm... gugh...
— Eiden: Tan... bueno... Me estás... dejando... totalmente seco...
Como si lo elogiara, Eiden extiende una mano y acaricia la cabeza de Morvay. La expresión resultante de Morvay es tan linda que podría derretir tu corazón.
— Morvay: Hahhh... mmm... unghh...
Morvay entrecierra los ojos mientras sus mejillas se ruborizan con un tono más brillante de rojo. Sin embargo, no hay nada de timidez sobre la manera insaciable en la que está chupando la hombría de Eiden.
— Morvay: Este sabor... está llenando toda mi boca...
Tan esencia feroz... Es solo tan... deliciosa... Ha pasado tanto tiempo desde que probé algo así de bueno --
La lengua de Morvay recorre a través de las hinchadas venas del eje de Eiden. Al llegar a la punta, él lame cada una de las gotas emergentes.
La estimulación causa que fluyan más pequeñas perlas líquidas. Sin pensarlo dos veces, Morvay las sorbe todas.
— Eiden: Ahhh... ahhhhh...
¿Ungh?
Eiden siente un suave soplo de aire en su oído. Él gira su cabeza para ver a Aster con una dulce sonrisa en su cara.
Aster lame los lóbulos de Eiden mientras desliza sus largos dedos blancos dentro de la boca de Eiden.
— Aster: Mmm... Tu esencia se está volviendo más y más intensa. Déjame probar un poco también.
Aster posee un diferente tipo de encanto que Morvay. Con una mirada traviesa grabada en su cara, abre su boca para revelar dos colmillos puntiagudos.
Acaricia el cuello de Eiden mientras lame su suave piel.
— Aster: Hey, íncubo tonto... siempre eres tan pícaro... y tan malditamente codicioso...
¡Tienes que dejarme succionar primero algunas veces!
— Morvay: No... gulu... hay forma... unghh...
Con Morvay ocupado succionando el pene de Eiden, Aster presiona sus suaves labios rosas contra el cuello y el hombro de Eiden.
La suave lengua de Aster deambula por la piel de Eiden haciendo sonidos de succión mientras tanto.
Al ser servido arriba y abajo por dos hermosos pares de labios y lenguas, el sentido de la razón de Eiden lentamente da paso a los crecentes deseos interiores.
— Eiden: Mmmmhhh...
(¿Realmente trabajé hasta la muerte? ¿Estoy en el cielo ahora mismo? ¿Qué hice para recibir tan increíble tratamiento aquí?)
— Morvay: ... Unghh...
Con una mirada satisfecha en su cara, Morvay hace sonidos lascivos mientras toma el pene de Eiden profundo en su boca.
Los poderosos dedos de Morvay lentamente acarician desde el abdomen hasta los muslos de Eiden.
Entonces comienza a masajear uno de los testículos de Eiden, casi como si tratara de sacar el tesoro escondido dentro.
— Eiden: Allí... mmm... no aprietes... ahhhh... succionando... tan profundo... mmmhhhh...
Ahh... ahora estás... succionando más fuerte... ¡Hahhhh...!
— Morvay: ... Maestro... eres tan grande... quiero engullirte...
Aquí abajo también... hay mucho almacenado dentro... necesito probar...
— Aster: No te olvides de aquí, Maestro.
Mientras Aster masajea sus pechos, un entumecimiento se extiende a través del cerebro de Eiden.
El interior de su pecho comienza a tensarse. A medida que se vuelven más y más apretados, el intenso placer, casi similar a un orgasmo, perdura por todo el cuerpo de Eiden.
— Aster: Maestro, eres tan lindo. Ya están tan rojos e hinchados después de un pequeño masaje...
— Eiden: Porque sigues... frotándolos... así...
(Unghh... Si sigo siendo atacado por todos lados así... no seré capaz de... durar mucho más...)
Los ojos de Morvay se estrechan como si señalara su disgusto porque la atención de Eiden cambiara a Aster. No tiene más opción que subir de nivel usando sus propios dientes.
La sensación de entumecimiento del cerebro de Eiden se intensifica. Sus dedos y pies se curvan. No puede parar de dejar salir altos y obscenos gemidos.
— Eiden: No... casi... aghhh...
— Morvay: ... Mmm... no lo resistas... Maestro... hazlo...
Ughh... dámela... tu gran carga... Maestro... gughh...
El sonido de Morvay succionando fuertemente su pene envía a Eiden el inmenso impulso de eyacular.
— Aster: Sin importar cuántas veces... mientras el Maestro lo quiera...
Aster continúa estimulando los pechos de Eiden. El sonido gentil pero seductor de la voz de Aster junto a su oído hace que Eiden arquee su espalda en placer.
Eiden quiere más y lo quiere duro. El sonido del deseo reemplaza el zumbido que resuena en los oídos de Eiden.
— Eiden: Mmhh... ah... ahh... ¡Ahhhh...!
El extraño mareo que estaba sintiendo antes ahora se arremolina junto a sus crecientes deseos internos. Eiden siente como si todo su cuerpo estuviera por explotar con euforia.
(Ahh... tan bueno... Comparado a recientemente... masturbarme solo en medio de la noche... esto es mucho mejor...)
El pensamiento previo envía una repentina oleada de vergüenza a través del cerebro de Eiden.
Quizás es una combinación peligrosa de mucho trabajo y falta de sexo la que lo ha guiado al borde del colapso.
¿Quizás sus instintos de supervivencia han tomado el control, causando que creara este absurdo pero hermoso mundo de sueños?
— Eiden: No... voy... ahh... voy a correrme... mmmhh... ¡Ahh...!
Eiden aparta la cabeza de Morvay y él obedientemente libera el escroto de Eiden. Aún sin llenarse, Morvay fija su mirada de nuevo hacia el pene de Eiden.
Gota tras gota de dulce néctar fluye de su punta hinchada.
— Aster: Maestro... mira la cara de Morvay... muere por ser recompensado...
Aster se mueve más cerca y usa su voz dulce y seductora para susurrar en el oído de Eiden. Aster se deleita con la mirada hambrienta y desesperada en la cara de Morvay.
Morvay mueve su lengua a lo largo del pliegue encima del pene de Eiden - sus labios ya cubiertos con reluciente jugo del pene.
— Morvay: Aún... no es suficiente...
Los labios sedientos de Morvay se frotan contra el brillante eje de Eiden, causando que sus venas latan y palpiten.
Las mejillas de Morvay están rojas con la vergüenza de ser tomado cautivo por esta raro manjar. Su cara cubierta de saliva hace a la imagen frente a los ojos de Eiden incluso más obscena.
— Aster: ¡Abre grande! El Maestro quiere darte tu premio especial.
Con total obediencia, Morvay abre grande su boca.
El pene de Eiden empujando dentro. Morvay baja su cabeza, sus ojos llorosos, pero su boca sigue chupando tan ferozmente como siempre.
— Morvay: Euchh... euchh... unghhhh...
— Eiden: ... Hahhhh... ¡Me... vengo...! ¡Nghhhh...! ...
Eiden jadea mientras la estimulación entre sus piernas alcanza el punto de quiebre.
Su abdomen bajo se tensa. Sus caderas empujan hacia arriba. La punta de su pene golpea contra la parte de atrás de la garganta de Morvay.
Temblando por todas partes, libera ola tras ola de líquido espeso y cremoso.
— Morvay: Mmmhhh... nghhh... Maestro...
Con lo que parece una mirada de gratitud en su cara, Morvay continúa succionando el pene de Eiden.
Él lame hasta la última gota de semen y luego sujeta el eje de Eiden en sus manos y comienza a masajear.
— Eiden: Ughhh... acabo de... venirme... nghhh...
El pene de Eiden comienza a ablandarse, sin embargo Morvay no parecer terminar. Parece que aún no está satisfecho.
— Aster: ¡Hey! ¡Vamos! ¡Ahora es mi turno!
A pesar del descontento de Aster, Morvay agarra el pene semi duro de Eiden y lo frota contra su cara.
— Morvay: No quiero... Esto es todo mío ahora...
(...Bueno, en teoría, es realmente mío...)
Parece que esos dos se llevan bastante bien. La manera en la que estaban discutiendo antes debe ser como demuestran sus sentimientos por el otro.
— Eiden: Ahhh... ¡¿De nuevo...?!
Morvay abre su boca y comienza a succionar el pene ahora blando de Eiden. Esta vez lame a un ritmo mucho más lento como si saboreara su distinto sabor.
— Aster: Maldito... codicioso íncubo tonto...
Aster hace pucheros mientras la punta de su traviesa lengua continua lamiendo el cuello de Eiden.
Morvay succiona profundo mientras siente endurecerse al pene de Eiden una vez más.
El par combina sus ataques - uno ligero y lento, el otro feroz y obsceno - mientras se deleitan ante la vista del palpitante pedazo de carne de Eiden.
— Eiden: Nghh... ahhh... d-detente... me vengo... me vengo... ¡Ahhhh...!
Los dedos de Aster juegan con los pechos de Eiden, antes de moverse para rodear su apretado ano. Aster es claramente un pequeño chico travieso que ama bromear.
Ha pasado tanto tiempo desde que Morvay y Aster probaron algo tan dulce.
Con cada uno usando su habilidad para darle a Eiden el servicio de más alta calidad posible, no falta mucho para que la próxima ola de semen comience a fluir.
— Eiden: Unghhh.... ahhhh.... ¡Aaaahhhh....!
— Morvay: Nghh... bienvenido de nuevo... Maestro.
— Aster: Jeejee... ¡Bienvenido a casa! Maestro...
[ 1-6 ]
— Eiden: Bueno... erm... ¡V-Voy a ir a dar un paseo... y a reflexionar sobre el significado de la vida...! O algo como eso...
— Morvay: Oh, no hay problema.
— Aster: ¡Ten cuidado, Maestro!
— Eiden: Ustedes dos realmente se ponen manos a la obra, huh... Pero... por ahora... *toser*... Gracias...
— Aster: ¿Huh? ¿Gracias? ¿No es esa nuestra línea?
— Morvay: ¿Quién sabe? Él es tan educado. El Maestro Huey era siempre tan despreocupado. Este es totalmente diferente. Incluso si su esencia es similar, yo aún...
— Aster: Hey, íncubo tonto, ¿Aún sospechas? ¡¿Quién era el que succionaba un pene como si fuera el fin del mundo justo ahora?!
— Morvay: Eso es porque era... urgente... ¡Una situación muy urgente, pequeño vampiro de mierda!
(Morvay: Aunque, tengo que admitir que fue realmente delicioso. Han pasado años desde que probé una esencia tan buena...)
— Aster: Ermm...
— Morvay: ¡¿Ahora qué?!
— Aster: Esa piedra brillante en el piso. Es eso --
— Morvay: ¿Huh? Esa es la “piedra preciosa” del Maestro. El humano debe haberla traído con él.
— Aster: Entonces eso debe significar...
[···]
— Eiden: Vaya, ¡Este jardín es enorme!
Mientras Eiden camina fuera del gran pasillo de entrada, se sumerge en un patio tan grande que ni siquiera puede ver en dónde termina.
Probablemente tomará una hora y media recorrer a las puertas principales. Los árboles se ven como si fueran podados regularmente y, hay solo algunas hojas caídas en el césped.
El jardinero debe estar orgulloso de su trabajo.
— Eiden: ¿Es algún tipo de villa o mansión?
Esta no es la primera vez en la que Eiden toma un trabajo urgente para un cliente rico, pero el la primera vez que ha sido traído a una residencia tan extravagante.
Mientras respira profundo varias veces, las calurosas e incómodas sensaciones que podía sentir antes desaparecen.
Eiden había supuesto que, tan prono como cerrara sus ojos de nuevo, regresaría a su oficina... o su casa... o en el peor (de los casos), en el hospital.
Pero aún está en este lugar. Se pellizca a sí mismo en la cara y, lo suficientemente seguro, el dolor es real.
— Eiden: Entonces, después de todo... ¿Este no es un sueño realmente...?
(¿Entonces dónde demonios estoy? Si este no es un sueño, debo haber sido arrastrado en algún plan maligno, ¿Cierto? O quizás, ¿Realmente morí y fui al paraíso?)
— ? ?: GRAAARRR --
— Eiden: ¡Wahh! ¿Perros? N-No, espera un minuto... ¡¿Lobos?! ¡¿Qué demonios son esas cosas?!
¡Aghhh! ¡Están viniendo por aquí!
— Morvay: ¡Maestro! Cuidado --
— Aster: Ohh... ¡Mierda! ¡Maestro! --
[ 1-7 ]
— Eiden: *jadeo*... ¿Por qué demonios hay criaturas tan peligrosas aquí...?
(No hay manera en la que pudieran haber cosas tan aterradoras en el cielo! Es lugar definitivamente no es el paraíso...)
— Morvay: ¡Pequeño! ¡Vampiro! ¡De mierda!
— Aster: Está bien. Cálmate. Aquí vamos. No hay nada por lo que estar asustado.
— Morvay: Tan pronto como te doy la espalda, ¡Corres y desperdicias dinero en mascotas nuevas!
— Eiden: ¿Mascotas? ¿Dónde conseguiste esas cosas?
— Aster: Ermm, déjame explicarlo --
— Morvay: ¡Solo porque tienes el dinero suficiente para cubrir los próximos cien años, no hay necesidad de gastar de esta manera!
¡¿Te olvidas de la última vez que tus mascotas se escaparon y atemorizaron a un pueblo cercano?! ¡Aún no has aprendido tu lección!
— Aster: ¡Hey, no es justo! ¡Ese incidente fue hace mucho!
— Morvay: ¿Te refieres a cómo manipulaste la mente de los pueblerinos y cambiaste sus recuerdos de haber visto a tus “mascotas”, en ver al jefe de una pandilla local de bandidos corriendo desnudos?
— Eiden: Vaya... pobre chico...
— Aster: ¿No soy el más inteligente? Los bandidos hacen todo tipo de cosas malas, de todas formas. Lo merecía.
— Morvay: ¡Inteligente mi trasero!
— Aster: Ohhh... mis pequeños bebés adorables... Bobo, Pipi y Momo... Lastimándose de esta manera... Solo quiero que se acostumbren al jardín, eso es todo...
(¿Qué diablos son esos nombres...?)
— Morvay: ¡Pah! Solo perdieron algunos dientes, eso es todo. Les crecerán de nuevo mañana... De todas formas, los vas a sofocar hasta la muerte, sosteniéndolos de esa manera.
— Aster: ¿Huh? Yo nunca... ¡Ahh! ¡¿Por qué Momo está echando espuma por la boca?!
— Morvay: *suspiro*...
— Eiden: Jah...
(Después de todo, aún no tengo idea de qué demonios es este lugar--)
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