Tumgik
#no va a hacer nada por nosotros pero por EEUU y por Israel? lo que sea
elbiotipo · 2 months
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Mientras tanto el arrastrado de Milei está haciendo un "comité de crisis" (nunca por la crisis sanitaria de dengue o la caída de todos los indicadores sociales) y ya sacó un comunicado completamente violento y fanático sobre "apoyo incondicional a Israel" y "defender la civilización occidental"
Argentina siempre estuvo a favor de la paz entre las naciones y la libertad del pueblo palestino, que es reconocido como nación soberana por nosotros. Me revienta que tengamos que tener un desquiciado atado al imperio de EEUU y un régimen apartheid y genocida como presidente y la persona más incompetente posible como canciller. Bronca.
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latikobe · 6 years
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Ros-Lehtinen: Díaz-Canel es “un títere de Raúl Castro, un idiota útil”
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MIAMI, Estados Unidos.- La congresista cubanoamericana de Florida Ileana Ros-Lehtinen, a punto de retirarse de la vida política, dio una extensa entrevista al Diario las Américas.
Trece precandidatos medirán sus fuerzas en las primarias del próximo 28 de agosto por el distrito 27. Los dos finalistas que salgan de esa contienda inicial, demócrata y republicano, se enfrentarán en la elección general de noviembre. Quien gane ocupará no sólo el escaño que deja vació Ros Lehtinen, sino su silla en la oficina de Miami y en Washington D.C.
-¿Ve a una mujer sentada en esa silla?
No creo que los candidatos tengan una ventaja por el hecho de ser hombres o mujeres. Lo que importa es la filosofía, la plataforma para este distrito. Tenemos candidatos excelentes, nueve republicanos y cuatro demócratas, porque el huracán Donna (Shalala) ha aplastado a muchos. El que gane será el mejor candidato y le dará una tremenda contienda al que sea el ganador de la primaria demócrata.
-Deja el Congreso con una serie de asuntos pendientes, como Venezuela, Nicaragua, el Obamacare…
…Y también inmigración, tiene que ver mucho con los asuntos domésticos de Venezuela, Nicaragua y Cuba. Lo que está ocurriendo en esos países para nosotros son temas locales. La tarea no la he terminado. Todas las semanas hablo de ellos porque me preocupa mucho Latinoamérica. Yo siempre les digo a mis colegas: Si ayudan a esas naciones no van a tener estos problemas de inmigración. Como exmaestra de la Florida no me voy a dar una A por terminar la tarea. No hemos visto el resultado positivo de muchos temas. Cuba no es libre, tampoco es que pensáramos en la liberación de Cuba desde Washington. Con Venezuela, felicito al presidente Trump porque ha sancionado a muchos de estos delincuentes de Maduro. Antes de irme, quiero que se apruebe el Nica Act, que le va a negar fondos internacionales a Daniel Ortega si no hay elecciones libres, transparentes, justas y respeto por los derechos humanos. El presidente Trump y el consejero en seguridad nacional John Bolton nos están ayudando. Quisiera también resolver el tema de los dreamers.
-A propósito de calificaciones, ¿en qué cosas le pondría al presidente Trump un A+, una B o una D-?
Yo sé que la prensa muchas veces destaca la oposición que le hago a Trump por su política. Los proyectos que presenta los considero antiinmigrante, no benefician al tono del debate en el Congreso y no están uniendo a demócratas y republicanos. Yo no voté por él, escribí el nombre de Jeb Bush en la boleta electoral. Valoro sus éxitos en temas internacionales, como la mudada de la embajada de EEUU de Tel Aviv a Jerusalén, la capital de Israel. Muchos presidentes dijeron que lo iban a hacer y no lo hicieron. Donald Trump prometió eso y lo cumplió.
-Usted ha sido una gran abanderada de la defensa del Estado de Israel. ¿Cree que algún día se pueda lograr un acuerdo de respeto entre israelíes y palestinos?
Yo creo que sí. Israel les ha dicho a los palestinos que quiere la paz con ellos. Pero mientras haya grupos terroristas en Gaza, por ejemplo, lanzando misiles hacia Israel, no se podrá lograr esa paz. A los terroristas los palestinos les están pagando miles de dólares por sacrificarse, por amarrarse una bomba a su cuerpo y matar a inocentes, y después a la familia (del inmolado) le dan dinero. De esa manera no se puede lograr la paz. Ahora tenemos un problema muy grande en Siria: Ahí Irán está construyendo bases militares.
-¿Es una buena idea entonces salirse del acuerdo multinacional con Irán?
Yo creo que sí. Pienso que podemos hacer una coalición de nuevo, trabajar con nuestros aliados de Europa, poner sanciones severas, porque Irán ejerce una influencia negativa en todas partes del mundo. Hubo un vacío en Irak, Irán entró; se dio un vacío en Líbano, y lo llenó con Hezbollah (milicia shiita apoyada por Irán); en Siria, Irán está entrando. Tenemos un problema muy grave y no podemos seguir con ese acuerdo mientras Irán asesina. Tiene que haber sanciones.
–A su manera de ver, ¿cómo han evolucionado los temas internacionales –Venezuela, Cuba, en general América Latina- en todos estos 29 años?
En 1989 la atención estaba enfocada en las naciones que antes eran territorio de la Unión Soviética. Rusia empezó y la URSS se acabó. Entonces se cayó el muro de Berlín justamente dos meses después de yo llegar a la Cámara y captó la atención mundial. Todo el mundo decía que el comunismo se había derrotado y era el fin de la Guerra Fría. Yo siempre decía, bueno, eso habrá pasado allá, pero en Cuba sigue esa Guerra Fría y muchos otros países no son libres todavía. La atención no se ha dedicado a Latinoamérica en los años que he estado en el Congreso. Hemos tratado de enfocar la atención de nuestros colegas en el Congreso, se han comprometido en temas de Cuba, Venezuela y Nicaragua, de eso no hay duda. Pero siguen mirando a lo que ocurre en el Medio Oriente. Ese es el problema en Washington: los congresistas piensan que si no hay una crisis (apremiante) la actitud es que esa región no tiene nada qué ver con ellos.
-¿Cómo percibe las relaciones presente y futuras del Congreso con el “presidente” recién nombrado en Cuba?
Ese “presidente” se verá de la misma manera que los previos dictadores. Igual que Fidel y Raúl Castro, (Diaz Canel) es un dictador seleccionado, ha dicho que está con la revolución, eso quiere decir que no desea democracia para su pueblo, ni derechos humanos, va a poner a los disidentes en la cárcel y está a favor de que el pueblo pase hambre y necesidades porque lo que importa es mantener el status quo. Yo les digo a mis colegas que no tienen que conocer el nombre de ese señor porque es un títere de Raúl Castro, un idiota útil.
–Como representante republicana no ha debido ser fácil tomar posiciones favorables con los derechos de los transgénero, el matrimonio del mismo sexo e incluso votar en contra de la derogación del Obamacare.
Creo que nuestro partido va a cambiar, lentamente pero va a cambiar. Porque en cada familia alguien conoce un pariente, un colega, un vecino que es gay o lesbiana. Antes las personas no expresaban su condición de manera libre. Pero ya eso no ocurre. Esa situación ayuda a entender que más allá de su identidad sexual, esa persona quiere trabajar, estudiar, avanzar en su carrera, al igual que el resto de seres humanos. El Partido Republicano todavía no ha llegado a ese punto, como yo he llegado. Claro, tengo un caso personal de mi hijo que es transgénero, eso te ayuda a aprender rápidamente.
¿La experiencia de su hijo le abrió a usted la perspectiva en el resto de campos de su vida política?
Yo creo que sí. Aunque mentalmente no tuve ese tipo de transformación, es muy difícil divorciar lo que te pasa en tu vida de tu actitud política. Eso sería incorrecto. Porque tienes que pensar: lo que estoy viviendo lo deben vivir otras familias, vamos a ver cómo las podemos ayudar. La realidad es que esas personas gay, lesbianas, transgénero, tuvieron una crisis en su familia, y ese muchacho o muchacha corre mayor riesgo de probar las drogas, tener problemas en los colegios por bullying (acoso), ser rechazados por sus padres o parientes e incluso ser expulsados de sus casa. Es lamentable, muchos de esos jóvenes se suicidan. Es una tragedia que se puede evitar y, por el contrario, convertir en un triunfo.
-Cuando se retire de su puesto de congresista, ¿cómo quisiera que la recordaran?
Que me recuerden como una persona sincera, sencilla, siempre unida a su distrito. Para mí ha sido el honor más grande de mi vida profesional, estoy muy agradecida con el pueblo por esta oportunidad. Quiero darles las gracias siempre a los votantes por darme este tremendo privilegio, que es para una cubanita que llegó a los Estados Unidos, de ocho años de edad, sin saber una palabra de inglés. Llegar a ser congresista y presidenta del Comité de Relaciones Exteriores dice mucho de este gran país y de las posibilidades que existen para todos los cubanitos que llegaron como yo, para los recién llegados y los que han estado aquí por muchas generaciones. Todos tenemos la misma oportunidad.
Ros-Lehtinen: Díaz-Canel es “un títere de Raúl Castro, un idiota útil”
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filosofiaenlauni · 7 years
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HARARI, HOMO SAPIENS
Yuval Noah Harari: "La mayoría de la gente será innecesaria en el siglo XXI" El historiador israelí, autor de 'Sapiens', pinta un negro futuro para la humanidad en su nuevo libro, 'Homo deus'
LUNES, 10 DE OCTUBRE DEL 2016 - 19:34 CEST
Con libros como ‘Sapiens. Breve historia de la humanidad’, el joven historiador israelí Yuval Noah Harari (1976) ha sido leído y recomendado por lectores como Barack Obama o Mark Zuckerberg. La élite de la élite que puede hacer realidad, o no, los negros presagios sobre el futuro de nuestro género que plantea en ‘Homo Deus. Una breve historia del mañana’ (Debate / Edicions 62), el libro sobre el que este martes debatirá con Jorge Wagensberg en el ciclo Converses a la Pedrera (19 horas, entradas agotadas). En él expone que en el último siglo la humanidad ha reducido drásticamente el hambre, ha retrasado la muerte y acotado las guerras. Ese proceso puede seguir progresando para conseguir más felicidad (pero gracias a la bioquímica) y más longevidad (para unos pocos) hasta llegar a crear una nueva figura, el ‘Homo deus’, con capacidades que nuestros ancestros reservaban a los seres divinos. Pero ese planteamiento aparentemente optimista es un ‘macguffin’, y la historia puede ir por otros derroteros, mucho más funestos. Y es que uno de los méritos de Harari es su habilidad para utilizar recursos narrativos…
"En un mundo con castas biológicas, las ideas fundamentales de la democracia pueden quedar obsoletas" Así que de optimismo nada, ¿no? El primer capítulo del libro es una historia simple, la que nos suelen explicar científicos y futurólogos sobre lo que sucederá en los próximos 100 años. Una simple proyección del presente sin grandes cambios. En el pasado conseguimos superar el cólera, el tifus y la tuberculosis y ahora venceremos el cáncer y el alzhéimer y encontraremos la manera de rejuvenecer el cuerpo. Pero en la mayor parte del libro lo que hago en realidad es complicar la historia. No solo porque vaya a haber imprevistos sino porque los ideales fundamentales que nos impulsaron en esta dirección están en peligro, pueden colapsar. En el próximo siglo encararemos no solo cambios tecnológicos sino también ideológicos. Y la idea de que podemos mantener los valores humanísticos que han sido predominantes durante el siglo XX, solo que con una mejor tecnología para hacer realidad estos ideales, es muy naïf.
¿Así, la libertad, la democracia, los derechos humanos, cree que son valores que corren peligro? Sí, por supuesto. Las ideas fundamentales de las democracias liberales con las que estamos familiarizados, como ‘un hombre un voto’, en un mundo con castas biológicas, ciborgs e inteligencia artificial pueden quedar completamente obsoletas. Los superricos podrán conseguir para sí mismos o para sus hijos capacidades que les harán superiores a la población media, que no podrá competir, y la brecha se hará cada vez mayor. Hoy no, y por eso el hijo de un pobre aún tiene alguna oportunidad. Cuando haya estas diferencias biológicas no tendrá ninguna.
"Debemos ser realistas: durante la mayor parte de la historia, la gente ha sido insignificamente para las élites" Quedémonos de momento dentro de esta narración que dice que viviremos más y nuestra especie mejorará. Toda la humanidad no se convertirá en ‘homo deus’. Solo unos pocos. ¿Y los demás? Durante el siglo XX la igualdad fue quizás el valor más importante de la humanidad. En gran parte, la historia del siglo XX es una historia de victorias, incompletas por supuesto, sobre la desigualdad. El mundo es ahora mucho más igualitario entre razas, entre clases, entre géneros, incluso entre padres e hijos. Esto ahora quizá va a invertirse. Veremos mayores desigualdades que en cualquier otro momento de la historia. Podremos ver a una pequeñísima minoría de personas que monopolice el poder económico y político, los algoritmos y la tecnología, y utilice este enorme poder para empezar a mejorar biológicamente y crear clases biológicas. Esto es abstracto, así que podemos poner un ejemplo: pensemos por ejemplo en los coches con pilotaje autónomo. Serán casi inevitables en los próximos 10 o 20 años. Hoy, millones de personas comparten las decisiones sobre la movilidad. Taxistas, conductores, profesores de autoescuelas, guardias de tráfico… Dentro de 20 años todos los vehículos estarán conectados a una única red que estará controlada por un único algoritmo. ¿Y quién será el propietario? Quizá una corporación como Google controlará toda la red de transporte de Barcelona. Ese es el tipo de monopolización del poder que puede venir.
"No creo que las personas vayan a ser criadas en granjas como en 'Matrix'... las máquinas no necesitan comer personas" Usted dice que en esa sociedad la clase mayoritaria pasaría a ser la de los innecesarios. El momento más inquietante del libro es cuando usted plantea que ya hay un modelo de cómo sería esa relación entre superhombres y homo sapiens: la forma como hoy nosotros tratamos a los animales. Bueno, me parece que no se los comerán, no creo que lleguemos a eso. No creo que la gente vaya a ser criada en granjas como en ‘Matrix’, eso no es realista… las máquinas no necesitan comer personas. Lo que quiero dar a entender es que en el siglo XX las mejoras en la vida del humano medio se produjeron sobre todo debido a que los gobiernos, en todo el mundo, establecieron sistemas masivos de educación, salud y del estado del bienestar. Hasta Hitler necesitaba que millones de alemanes estuvieran en condiciones de servir en la Wehrmacht y trabajar en las fábricas. Tenía sentido invertir en su bienestar. En el siglo XXI las élites perderán sus incentivos para invertir en la salud, la educación y el bienestar de la mayoría porque la mayor parte de la gente será innecesaria. Esto no significa que los vayan a exterminar de forma activa, solo que los gobiernos invertirán cada vez menos en ellos. Y esto ya está sucediendo ahora en el todo el mundo.
¿El futuro se parecerá a esas sociedades del pasado en que el 20% de la población podía morir de hambre sin que se inmutaran en el palacio real? Podría ser algo así. Tenemos que ser muy realistas: durante la mayor parte de la historia, la mayor parte de la gente ha sido insignificante para las élites y los centros de poder. Hemos vivido en una sociedad muy especial, en la que solo durante los siglos XIX y XX las masas han sido vitales para la economía y por lo tanto han tenido derechos. Que ya no sean necesarias por razones económicas o militares tendrá consecuencias desastrosas sobre las personas.
Hubo otra razón: leyeron a Marx, creyeron en la amenaza de una clase obrera organizada y reaccionaron preventivamente. Tienes el argumento ético, que debería ser suficiente, pero me temo que no lo es. Marx escribía en el siglo XIX bajo la idea de que el proletariado era el elemento imprescindible para la economía. Y que la huelga general era su arma irresistible. Pero ahora es irrelevante. La mayoría de las personas serán económicamente innecesarias. ¿A quién le importa que hagan huelga los mendigos? ¡Los algoritmos no van a la huelga!
¿Hay hoy alguna amenaza que disuada al poder de dejar a la mayoría de población a la intemperie? No lo sabemos. Cuanto más globalizada y automatizada es la economía, menor es el poder de la clase obrera. Creo que esta es una de las razones por las que la gente vota a Donald Trump en EEUU, por el Brexit en el Reino Unido o por los nuevos partidos en España, Grecia e Italia. La gente se da cuenta de que está perdiendo su poder e intenta desesperadamente demostrar al sistema que aún lo tiene votando todo tipo de políticas antiestablishment. Pero temo que es un gesto. No consigo adivinar cuál puede ser la amenaza que pueda invertir esa concentración de recursos que hace que las 60 personas más poderosas tengan más riqueza que el 50% de la población mundial, 3.500 millones de personas.
"Iremos cediendo poder de decisión pero no porque lo imponga un poder dictatorial, sino que lo haremos voluntariamente" Le pone nombre a ese futuro amenazante. Dataísmo. ¿Cómo lo define? Para dar una definición breve: dataísmo es la situación en la que, con suficientes datos biométricos sobre mí y suficiente poder computacional, un algoritmo externo puede entenderme mejor de lo que yo me entiendo a mí mismo. Y una vez existe este algoritmo, el poder pasa de mí, como individuo, a ese algoritmo, que puede tomar mejores decisiones que yo. Esto empieza con cosas simples, como el algoritmo de Amazon que te propone libros, o los sistemas de navegación que nos dicen qué camino tomar. Eran decisiones que tomábamos basándonos en nuestros instintos y conocimientos. Ahora la gente cada vez confía más en aplicaciones y sigue instrucciones del teléfono móvil. Y esto irá pasando también en decisiones más importantes, cómo en qué universidad estudiar, a quién votar… Iremos cediendo poder de decisión, y no porque lo decida un poder dictatorial, sino que seremos nosotros quienes querremos hacerlo. Hay departamentos de policía de EEUU en los que es un algoritmo el que decide dónde se debe desplegar a los patrulleros en función de los patrones de delincuencia, no un sargento veterano como antes. Tengo un amigo en Israel que está investigando en una inteligencia artificial que actúe como tutor de los niños las 24 horas del día y les enseñe todo. Por supuesto los algoritmos no acertarán en el 100% de las ocasiones… pero no lo necesitan, solo necesitan ser mejores que un humano medio, y eso no es tan difícil.
Dice usted que este es solo un futuro posible. ¿Qué posibilidades tenemos de hacer que no sea así? ¿Hacer nuestros datos tan opacos como sea posible? ¿Confiar en nuestras propias habilidades? Aún tenemos mucho margen para elegir cuánta autoridad ceder a nuestro móvil. Pero hay un campo en el que será muy difícil resistir a esta evolución, el de la medicina. En 20 o 30 años, el tipo de cuidados médicos que podrás recibir si renuncias a tu intimidad será tan, tan superior al que tenemos ahora que muy poca gente elegirá preservar su privacidad. Si un Googledoctor puede monitorizarte 24 horas al día, todo lo que sucede en tu cuerpo, y puede reconocer el inicio de una gripe, de un cáncer o un alzhéimer cuando sea tratable, y has de elegir entre intimidad y salud, el 99% de la gente elegirá salud y le dará permiso al Googledoctor. Tomemos otro ejemplo: la gente dice que el futuro de la moneda es bitcoin, que eso será irresistible. Pero una economía basada en el bitcoin hará perder a los gobiernos cualquier capacidad de política monetaria y de garantizar el pago de los impuestos. No creo que sea inevitable. Aún tenemos la posibilidad de tomar otras decisiones políticas: por ejemplo desarrollar una divisa electrónica controlada por los gobiernos, con sus ventajas pero sin anonimato. Aquí podemos elegir entre dos futuros muy distintos.
"Mi temor es que el cambio climático será una catástrofe ecológica de la que las élites saben que se podrán salvar" Usted dice que en su libro expone una “predicción histórica”. Parece una contradicción entre términos. Y muchos historiadores no estarán de acuerdo con usted en que su trabajo sea el de especular con escenarios alternativos, ni en el pasado ni mucho menos en el futuro. ¿Cómo entiende usted la labor del historiador? Creo que el papel del historiador es el de plantear diferentes posibilidades. La mayoría de la gente, cuando observa el mundo, cree que lo que ve es natural, inevitable. Los historiadores somos importantes porque reconstruimos el proceso por el cual el mundo ha llegado a ser como es, cómo el capitalismo y el Estado Nación son las formas de organización dominantes hoy, y entendemos las fuerzas que nos han llevado hasta aquí y también los accidentes que han ocurrido durante este proceso y las alternativas que podrían haberse hecho realidad. Porque los historiadores no ven el presente como algo natural y eterno. Debemos utilizar este conocimiento para mirar hacia el futuro con una perspectiva más abierta, para darnos cuenta de que hay alternativas a los sistemas políticos, económicos y sociales que dominan el mundo hoy. Y esto es lo que intento hacer. No predecir el futuro, algo que es imposible, sino abrir mentes y pensar de una forma más creativa sobre el futuro.
Habla de las guerras y el hambre en África como problemas a corto plazo, y del cambio climático como una preocupación a medio plazo, pero parece que le da menos importancia que a las amenazas a largo plazo de esa sociedad de la inteligencia artificial. ¿Pero llegará, si finalmente el agua nos llega literalmente al cuello? Mi temor es que el cambio climático puede destruir la mayoría de sistemas ecológicos, la mayoría de los animales y plantas, la mayoría de la gente, pero que la ciencia y la tecnología serán capaces de salvar a las élites. Así que el el calentamiento global puede acelerar ese proceso del que estábamos hablando. El peligro es que la élite política y económica, ni que sea de forma inconsciente, siente que podrá escapar de ese desastre ecológico.
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elbiotipo · 2 months
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Tengo mucho miedo
A nosotros no nos va a pasar nada, no hagas caso de los que joden con una tercera guerra mundial, es un chiste de mal gusto que nosotros no deberíamos hacer. Esto es un conflicto regional y uno terrible que ya ha causado y va a causar muchísimo sufrimiento, pero es la consecuencia de la arrogancia imperial de Israel y EEUU que han rechazado y escupido todas las oportunidades de paz y coexistencia para continuar un proyecto apartheid y genocida.
Nosotros no tenemos que apoyarlos. Tenemos que solidarizarnos con la libertad del pueblo palestino que ha sufrido por décadas y con la paz entre las naciones, como siempre hicimos. Ningún loco nos tiene que arrastrar a la guerra.
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