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#obras contrarrevolucionarias
praenunoccult · 2 years
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También nos llamaron locos cuando...
La Ojrana (policía secreta del Imperio ruso) fomentó el antisemitismo presentando Los protocolos de los sabios de Sion como texto auténtico.25​
El asesinato de Lev Trotski en México, ejecutado por Ramón Mercader, un agente español de la NKVD soviética.
ODESSA (del alemán Organisation der ehemaligen SS-Angehörigen, Organización de Antiguos Miembros de la SS) fue una presunta red de colaboración secreta desarrollada por grupos nazis para ayudar a escapar a miembros de la SS desde Alemania a otros países donde estuviesen a salvo, particularmente a Latinoamérica. La organización fue utilizada por el novelista Frederick Forsyth en su obra de 1972 The Odessa File, basada en hechos reales, lo que le dio una gran repercusión mediática. Por otro lado, el mayor investigador, perseguidor y encargado de informar sobre la existencia y misión de esta organización fue Simon Wiesenthal, un judío austríaco superviviente al Holocausto, quien se dedicó a localizar exnazis para llevarlos a juicio. La historiadora Gitta Sereny escribió en su libro Into That Darkness (1974), basado en entrevistas con el excomandante del campo de exterminio de Treblinka, Franz Stangl, que ODESSA nunca existió. Escribió: «Los fiscales en la Autoridad Central de Ludwigsburg para la investigación de crímenes nazis, que sabían precisamente cómo han sido financiada en la postguerra las vidas de ciertos individuos actualmente en Sudamérica, han buscado entre miles de documentos desde el principio hasta el final, pero afirman que son totalmente incapaces de autentificar la existencia de ‘Odessa’. No es que esto importe: ciertamente existieron varios tipos de organizaciones de ayuda a los nazis después de la guerra — habría sido sorprendente que no las hubiese habido».
El proyecto MK Ultra —a veces también conocido como programa de control mental de la CIA— fue el nombre en clave dado a un programa secreto e ilegal diseñado y ejecutado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos para la experimentación en seres humanos. Estos ensayos en humanos estaban destinados a identificar y desarrollar nuevas sustancias y procedimientos para utilizarlos en interrogatorios y torturas, con el fin de debilitar al individuo y forzarlo a confesar a partir de técnicas de control mental. Fue organizado por la División de Inteligencia Científica de la CIA en coordinación con el Cuerpo Químico de la Dirección de Operaciones Especiales del Ejército de Estados Unidos.
La CIA ha estado involucrada en varias operaciones de tráfico de drogas. Algunos de estos informes afirman que la evidencia del Congreso que indica que la CIA trabajó con grupos que se sabía que estaban involucrados en el tráfico de drogas, por lo que estos grupos se les proporcionó información útil y de apoyo material, a cambio de permitir que sus actividades criminales continuaran, y de obstaculizar o impedir su arresto, acusación y encarcelamiento por las agencias policiales estadounidenses.
En la década de 1980, el gobierno de los Estados Unidos se vio envuelto en una conspiración para derrocar al gobierno nicaragüense, mediante la financiación, a través de la venta de armas a Irán y de drogas en las calles de los Estados Unidos, de una guerrilla contrarrevolucionaria. Estos hechos, conocidos como “Escándalo Irán-Contra” o “Irangate”, implicaron a varios miembros de la administración de Ronald Reagan, incluido el presidente, y fueron, incluso, judicializados y juzgados, lo que demuestra su veracidad.Informe del Senado estadounidense de 1977 sobre la existencia del programa MK Ultra.
La red ECHELON
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norteenlinea · 1 month
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La Búsqueda estrena su nuevo disco “Luz, Arena y Llanto” una obra antimodas y contrarrevolucionaria
http://dlvr.it/T6l8q2
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jgmail · 2 years
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LA GUERRA EN UCRANIA: LA VICTORIA IDEOLÓGICA DE LOS NEO-EUROASIÁTICOS
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Renaud Fabbri
La nueva fase del conflicto ucraniano consagra la victoria ideológica de las corrientes neo-euroasiáticas y, sobre todo, de su líder, Aleksandr Dugin. El esclarecedor punto de vista de Renaud Fabbri, doctor en ciencias políticas.
Rusia ha optado por librar una guerra fratricida y sin sentido para detener la expansión de la OTAN. Esta nueva fase del conflicto ucraniano representa sobre todo el fracaso de los intentos rusos de negociar una nueva arquitectura de seguridad con Estados Unidos. Es posible que los rusos hayan sobrestimado la debilidad de los estadounidenses y su disposición a comprometerse con ellos para acelerar su pivote hacia Asia. Los partidarios de Estados Unidos pueden afirmar, sin duda, que tenían razón y que Rusia está, en efecto, inmersa en una política de resurgimiento imperial. En cualquier caso, la ofensiva rusa socava cualquier perspectiva de acuerdo con Rusia, al tiempo que consolida el dominio de Estados Unidos sobre los países europeos. Cualquier oposición a la doxa atlantista será rápidamente sometida a la reductio ad Putinum.
La extensión indefinida de la OTAN al Este
Desde el punto de vista ideológico, esta guerra, al cortar todos los puentes entre Rusia y Occidente, marca la victoria de las corrientes neo-euroasiáticas y, sobre todo, de su líder, Aleksandr Duguin. El que podría haber sido tomado por un intelectual vago y caprichoso, sin influencia real en la política exterior rusa, o por un emisario en la estrategia de poder blando de Rusia frente a la derecha "iliberal" europea, resulta ser quizás la clave de esta invasión, que desbarata todos los cálculos racionales y demuestra que un Estado no es siempre el "más frío de todos los monstruos fríos", como le gustaba decir a Nietzsche.
Algunas aclaraciones doctrinales parecen útiles aquí. El neo-eurasianismo parte de una pregunta que atraviesa toda la historia rusa: ¿es Rusia un "estado europeo" o una "civilización" separada? El primer Putin quería hacer de Rusia un miembro de la familia europea. La extensión indefinida de la OTAN al Este parece haberle llevado a decidirse definitivamente por el segundo término de la alternativa. La crítica de Putin a la decadencia posmoderna adquiere una nueva dimensión a la luz del pensamiento de Dugin, que lleva años trabajando en la construcción de una "Cuarta Teoría Política" que sea una alternativa al liberalismo, al fascismo y al comunismo para Rusia. Desde el punto de vista ideológico, Dugin logra una improbable síntesis de los pensadores tradicionales (Guénon y Évola en particular) y de la filosofía de Heidegger, haciendo del Dasein de Heidegger, el hombre abierto al misterio del Ser, el tema fundamental de su doctrina política.
La originalidad de su pensamiento reside sobre todo en el hecho de que esta visión antiliberal, que a su manera se inscribe en la tradición contrarrevolucionaria, se traduce en una visión geopolítica. Adoptando la teoría schmitiana de los "grandes espacios", pero adoptando un punto de vista específicamente ruso al respecto, Dugin aboga por el advenimiento de un mundo multipolar uno de cuyos polos sería Rusia, al mismo tiempo que una alianza de potencias telúricas como China, Irán, Turquía e incluso la India contra las potencias talasocráticas de Estados Unidos y sus aliados. Detrás de esta oposición aparentemente sumaria se encuentra la oposición entre un mundo de arraigo y uno de disolución, la Tradición frente a la posmodernidad. Toda esta construcción puede parecer un castillo de naipes intelectual —un buen conocedor de la obra de Guénon podría preguntarse a veces qué hace en tan extraña compañía—, pero eso fue antes de la guerra de Ucrania, que metamorfosea a Putin, ese paciente jugador de ajedrez, en una figura casi mesiánica del neo-eurasianismo.
La alianza de Rusia y China
Obviamente, si las Ideas a veces dirigen el mundo, no siempre tienen la última palabra. Hay en Dugin algo de la figura del "gnóstico" de Voegelin [1] que, rebelándose contra el desorden interno y externo (el derrumbe del poder ruso tras la Guerra Fría, pero también el triunfo de una forma de posmodernidad que, en nombre de la emancipación, lo desarraiga todo y amenaza incluso la idea misma de la naturaleza humana), aspira a precipitar una crisis catártica que traería el "reino de Dios" en la tierra. Históricamente, este tipo de empresa siempre ha dado lugar a catástrofes a gran escala que han aumentado el desorden espiritual contra el que protestaba el gnóstico.
Desde un punto de vista más pragmático, el empuje de la OTAN hacia el Este y la contraofensiva rusa pueden precipitar la peor pesadilla de los geoestrategas estadounidenses como B. Brzeziński: la alianza de Rusia y China para expulsar a EE. UU. de Eurasia. Sin embargo, no es seguro que Rusia, desangrada por la ocupación de Ucrania, se libre de la vasalización gradual por parte del Imperio del Medio. Éste sería un resultado aún más paradójico desde el punto de vista neo-euroasiático, ya que la China neomaoísta de Xi Jinping parece estar mucho menos interesada en restaurar su propia tradición que en establecer una forma de totalitarismo posmoderno, logrando la peor síntesis posible de comunismo, liberalismo económico y transhumanismo.
Europa más fracturada que nunca
Al invadir Ucrania, Rusia también está arruinando toda la estrategia de poder blando que ha aplicado en Europa durante décadas. La guerra corre así el riesgo de levantar barreras insuperables, al menos durante algunas generaciones, para cualquier acercamiento entre los Estados europeos y Rusia, aunque a estos últimos les convendría formar una especie de bloque central, manteniendo la misma distancia con los dos imperios chino y estadounidense que entrarán en conflicto en el siglo XXI. Por tanto, Europa saldrá de esta guerra más fracturada que nunca. No cabe duda de que el ciclo liberal se está cerrando en todo el mundo, como lo atestigua el auge del islam político y del nacionalismo hindú, por no hablar de China, con el telón de fondo del declive de Occidente, incluso en el ámbito tecnológico. Pero uno de los frutos envenenados de la guerra en Ucrania podría ser el paradójico renacimiento de un progresismo liberal crepuscular y sin aliento en el viejo continente. A escala de un país como Francia, hay muchas posibilidades de ver a los hombres y mujeres de la derecha conservadora, seducidos durante un tiempo por un acercamiento a Rusia, alinearse mansamente tras la bandera del atlantismo. Una catástrofe nunca llega sola.
[1] No es necesario debatir aquí el uso de esta categoría de la historia de las religiones. Véase sobre este punto nuestro libro Éric Voegelin et l’Orient.
Fuente
© Éléments
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 (Leon Rozitchner, Rodolfo Walsh, Ricardo Piglia y, al fondo, Julio Cortázar. Congreso Cultural de La Habana, 1968) “Pero a pesar del sentimiento de triunfo, el hecho de que Cuba se haya convertido en uno de los países socialistas hace que muchos se interroguen sobre el destino de la vida intelectual -especialmente del arte. ¿Se conservará la libertad de expresión de los dos años anteriores? ¿O, por el contrario, Cuba, como otros países socialistas, va a implantar normas estrechas a la expresión artística? Estas preocupaciones acaban por conducir a memorables reuniones de escritores y artistas con Fidel y otros dirigentes de la Revolución, en julio de 1961. Al final de esas reuniones, en las que muchos hablan copiosa si no siempre lucidamente, Fidel pronuncia el discurso que será publicado con el nombre de Palabras a los intelectuales, en que afirma que la Revolución no implantará norma alguna en cuestiones de arte, no existiendo más limitación para este que la propaganda contrarrevolucionaria. Sin embargo, las preocupaciones no se desvanecen del todo, porque el país va a conocer lo que el propio Fidel desenmascarará, el 26 de marzo de 1962, con el nombre de sectarismo. Sectarismo y dogmatismo han encontrado siempre en el arte una víctima particularmente propicia para ejercer sus errores. Nuestro caso no habría de ser la excepción. Ello explica las enconadas polémicas mantenidas esos años en torno a los problemas estéticos. Simplificando los términos de esas polémicas, que involucraban a artistas y a algunos funcionarios, sus extremos podían ser, uno (sobre todo el de algunos funcionarios), la postulación de un arte más o menos pariente del realismo socialista; otro (el de la gran mayoría de los artistas), la defensa de un arte que no renunciara a las conquistas de la vanguardia. La derrota del primer punto de vista fue sancionada cuando el Che, en ‘El socialismo y el hombre en Cuba’ (2), dio el puntillazo al realismo socialista, aunque no le pareciera enteramente satisfactorio el segundo punto de vista: para él, es menester no contentarse con esa posición, sino ir más allá. Sólo que ir más allá hay que partir de algún lado, y la vanguardia parece un buen punto de partida -si no de llegada. Por supuesto, las discusiones sobre temas estéticos no eran solo eso. Criterios extraestéticos diversos, como no podía menos de ser, estaban en el fondo de esas polémicas. Conviene recordar la observación de Gramsci: 
Luchar por un nuevo arte significaría luchar por crear nuevos artistas individuales, lo cual es absurdo, ya que no se puede crear artificialmente a los artistas. Se debe hablar de lucha por una nueva cultura, es decir por una nueva vida moral, que no puede dejar de estar íntimamente ligada a una nueva intuición de la vida, hasta que devenga en una nueva manera de ver y sentir la realidad, y por consiguiente, en un mundo íntimamente connaturalizado con los ‘artistas posibles’ y con las ‘obras de arte posibles’.
Aún vueltos sobre los problemas gremiales, pues, habíamos ido a dar con la problemática de la Revolución toda, con la problemática de la ‘nueva vida moral’ (1), dicho en términos de Gramsci; o de la construcción del ‘hombre nuevo’, en palabras del Che. Hacia una intelectualidad revolucionaria en Cuba, Roberto Fernández Retamar (1) “¿Pero qué significa ‘cultura’ en este caso? indudablemente significa una ‘concepción de la vida y del hombre’ coherente, unificada y difundida nacionalmente, una ‘religión laica’, una filosofía que ha devenido ‘cultura’, es decir, que ha generado una ética, un modo de vivir, una conducta civil e individual.” (Literatura y vida nacional, Antonio Gramsci) (2) “Se busca entonces la simplificación, lo que entiende todo el mundo, que es lo que entienden los funcionarios. Se anula la auténtica investigación artística y se reduce el problema de la cultura general a una apropiación del presente socialista y del pasado muerto (por tanto, no peligroso). Así nace el realismo socialista sobre las bases del arte del siglo pasado.  Pero el arte realista del siglo XIX también es de clase, más puramente capitalista, quizás, que este arte decadente del siglo XX, donde se transparenta la angustia del hombre enajenado. El capitalismo en cultura ha dado todo de sí y no queda de él sino el anuncio de un cadáver maloliente; en arte, su decadencia de hoy. Pero, ¿por qué pretender buscar en las formas congeladas del realismo socialista la única receta válida? No se puede oponer al realismo socialista la ‘libertad’, porque esta no existe todavía, no existirá hasta el completo desarrollo de la sociedad nueva; pero no se pretende condenar todas las formas de arte posteriores a la primera mitad del siglo XIX desde el trono pontificio del realismo a ultranza, porque se caería en un error proudhoniano de retorno al pasado, poniéndole camisa de fuerza a la expresión artística del hombre que nace y se construye hoy.” (”El socialismo y el hombre en Cuba”, Ernesto Che Guevara)
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bookwhats-blog · 7 years
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Los huevos fatales
Inscrita claramente en la línea tradicional de la sátira rusa, el relato de Mijaíl Bulgákov “Los huevos fatales”, alegoría satírica y científica a la vez, constituye una diatriba tragicómica y surrealista contra los formalismos de la burocracia y...
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joseandrestabarnia · 5 years
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La muerte de Marat,1793, de Jacques-Louis David. Óleo sobre lienzo. Musée du Louvre. Representa el fallecimiento en 1793 del líder revolucionario francés Jean-Paul Marat, fundador del periódico radical L'Ami du peuple (El amigo del pueblo) y muy relacionado con la facción jacobina durante el reinado del Terror, aunque nunca fue un miembro indiscutible. Marat fue apuñalado el 13 de julio de 1793, mientras trabajaba en su bañera, por Carlota Corday, quien apoyaba a la facción girondina, más moderada. Corday marchó de Normandía a París obsesionada con la idea de asesinar al hombre a quien ella percibía como una «bestia», para así «salvar a Francia», y consiguió aproximársele usando el subterfugio de alertarle de una supuesta conspiración contrarrevolucionaria. Logró entrar en la casa de Marat con la pretensión de presentarle una lista de gente que debería ser ejecutada como enemigos de Francia. Marat se lo agradeció y le dijo que serían guillotinados la semana siguiente, momento en el cual Corday inmediatamente lo apuñaló con un cuchillo que había escondido entre sus ropas. Carlota fue guillotinada poco después. Marat solía llevar un turbante empapado en vinagre y tomar baños fríos para suavizar los violentos picores de una enfermedad de la piel que, se decía, había contraído un par de años antes, cuando se vio forzado a esconderse de sus enemigos en las cloacas de París. Exámenes más recientes de los síntomas de Marat han llevado a afirmar que las erupciones cutáneas de Marat venían de una enfermedad celíaca, una alergia al gluten, que se encuentra por lo común en el trigo. Sobre el baño improvisaba un pupitre para escribir sus listas de nombres de gente que debía ser ejecutada por crímenes contra el Estado. David era un amigo íntimo de Marat, así como un firme partidario de Robespierre y los jacobinos. Quedó abrumado por su capacidad natural para convencer a las masas con sus discursos, algo que él todavía no había logrado a través de la pintura (por no mencionar sus dificultades a la hora de hablar, debido a una deformidad facial causada por una herida durante un duelo). Determinado a conmemorar a su amigo, David no sólo le organizó un espléndido funeral, sino que pintó su retrato poco después. Le pidieron que lo hiciera por su anterior cuadro, La muerte de Lepelletier de Saint-Fargeau. A pesar de la precipitación con la que pintó el cuadro (la obra fue terminada y presentada a la Convención Nacional menos de cuatro meses después de la muerte de Marat), se considera generalmente que es la mejor obra de David, un paso definitivo hacia la modernidad, y una afirmación política inspirada e inspiradora. La muerte de Marat, quizá la pintura más famosa de David, ha sido llamada la Pietà de la Revolución. Al presentar la pintura a la Convención, dijo: «Ciudadanos, , el pueblo llamaba de nuevo a su amigo; su voz desolada fue oída: David, coge tus pinceles..., venga a Marat... Oí la voz del pueblo. Obedecí.» David tuvo que trabajar con rapidez, pero el resultado fue una imagen simple y poderosa.
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dyskolo · 3 years
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Bombas en el buque La Coubre: un sabotaje a la Revolución cubana
Enric Llopis
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El Gobierno de Cuba -surgido de la victoria rebelde frente a la dictadura de Batista, el 1 de enero de 1959- consideró que se trataba de una acción terrorista.
El 4 de marzo de 1960 estalló en un muelle del puerto de La Habana el navío francés La Coubre (de la empresa estatal marítima francesa La Transat), con un cargamento de granadas y municiones belgas que tenían como objetivo reforzar al ejecutivo revolucionario. El resultado, cerca de 100 muertos y 200 heridos. A los trabajadores cubanos fallecidos y desaparecidos, después de las dos explosiones, se sumaban seis marineros franceses.
Ediciones Dyskolo publicó en octubre El enigma de La Coubre, del periodista y documentalista Hernando Calvo Ospina. “La CIA es la principal sospechosa”, apunta la editorial en la presentación del libro de 196 páginas. La obra es resultado de la investigación del autor que, más de medio siglo después del atentado, tuvo acceso a todos los archivos franceses de La Transat (consultó y copió más de 1.500 documentos), y realizó entrevistas –en Cuba y Francia- a familiares de las víctimas, supervivientes de la tripulación y sospechosos del sabotaje.
El armamento cargado en el vapor La Coubre procedía de la Fábrica Nacional de Armas de Guerra (FNAG) belga, y partió del puerto de Amberes el 8 de febrero de 1960 (el 4 de enero de 1961 Estados Unidos rompió las relaciones diplomáticas con Cuba).
El ejecutivo de la Isla, explica Hernando Calvo Ospina, “se había dirigido a los países europeos con los que tenía convenios para la compra de armas, pero las diferentes misiones diplomáticas estadounidenses se encargaron de presionar a los gobiernos para obstaculizar esta posibilidad”. El Gobierno de Bélgica no aceptó estas presiones.
El escritor colombiano, residente en París, es autor de Salsa: esa irreverente alegría (1996); Colombia, laboratorio de embrujos (2008); o El equipo de choque de la CIA. Cuba, Vietnam, Angola, Chile, Nicaragua (2010), entre otras obras. En 2000 Calvo Ospina publicó Ron Bacardí: la guerra ‘oculta’, texto reeditado en 2019 por Resumen Latinoamericano y Editora Abril, de libre acceso en el periódico Rebelion.org.
Bacardí “ha estado detrás de buena parte de los planes concebidos o apoyados por el Gobierno de Estados Unidos para destruir la Revolución cubana”, subraya el epílogo de la reciente edición, por ejemplo influyó en la redacción de la Ley Helms-Burton. Hernando Calvo Ospina ha realizado documentales –Venezuela, la causa oscura (2017) o Todo Guantánamo es nuestro (2016)- y publicado reportajes en Le Monde Diplomatique.
El enigma de La Coubre aporta razones sobre por qué el Gobierno cubano requería las armas. Según el presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower (1953-1961), la “amenaza” comunista planeaba sobre América Latina, también sobre Cuba (antes de 1959 la CIA y la embajada ya le habían advertido de la debilidad de Batista); en mayo de 1959 la Revolución Cubana había aprobado una primera Ley de Reforma Agraria e intervenido centenares de latifundios.
“11 compañías estadounidenses controlaban más de un millón de hectáreas. También las principales minas estaban en manos de empresas de ese país”, recuerda el investigador nacido en Cali (el gobierno revolucionario pretendía pagar indemnizaciones con bonos a los expropiados). En marzo de 1960 el director de la CIA, Allen Dulles, presentó a Eisenhower el denominado Programa de Acción Encubierta contra el régimen de Castro; la central de inteligencia promovió organizaciones contrarrevolucionarias en la Isla, y los atentados se produjeron –incluso- en cines y almacenes populares.
Además de los ataques a poblados, industrias, el incendio de plantaciones agrícolas o el sabotaje de plantas eléctricas, el libro de Dyskolo subraya lo ocurrido el 21 de octubre de 1959: “La Habana fue ametrallada desde dos aviones, acción que provocó dos muertos y unos 50 heridos”. En abril de 1961 mercenarios con el apoyo de Estados Unidos fueron derrotados en la invasión por Playa Girón, a la que siguió la denominada “Operación Mangosta” contra Cuba.
Por otra parte la Unión Soviética, que ya en abril de 1952 había roto las relaciones con la dictadura de Batista, envió al viceprimer ministro Anastás Mikoyán –ocho años después- a Cuba. En un contexto de progresivas barreras comerciales ordenadas por la Casa Blanca, el político soviético firmó acuerdos de intercambio (petróleo de la URSS por azúcar cubano, en términos que favorecían a La Habana) y la Unión Soviética prestó 100 millones de dólares al ejecutivo cubano, a devolver con muy bajos intereses.
El enigma de La Coubre no es arqueología ni una batalla del pasado. La prensa cubana continúa, en el presente, recordando los hechos. Así, el periódico Juventud Rebelde titulaba “Donde la memoria duele” la portada del 4 de marzo de 2021, en referencia a la explosión en el carguero francés.
El texto destacaba el “fuerte hermetismo” con el que se han topado los investigadores, lo que ha impedido probar quiénes colocaron la bomba. “A pesar de que las evidencias señalaron desde el primer momento a la CIA, el Gobierno norteamericano no ha abierto los archivos sobre este engendro terrorista”, informaba el diario de la juventud cubana.
La portada hace memoria de los datos: un centenar de personas muertas -80 niños y niñas huérfanas- y 400 cubanos heridos (en muchos casos mutilados para toda su vida). En la página 3 el periodista Luis Raúl Vázquez Muñoz firma un reportaje que titula “La calle bañada en flor”, con parte de la información obtenida del documental El enigma de La Coubre (2019), de Calvo Ospina.
Juventud Rebelde añade otras cifras, como las del cargamento del vapor: 967 cajas de municiones y 525 de granadas de fusiles FAL. Al día siguiente el periódico publicaba otra página con la segunda parte del artículo,  información sobre el cortejo fúnebre, testimonios y las palabras del Primer Ministro, Fidel Castro, durante el entierro y en una tribuna improvisada: “Pronunció por primera vez la consigna de ‘Patria o Muerte`”.
El 4 de marzo de 2021 el diario Granma incluía –en la edición digital- un texto de Pedro Ríoseco (“O la patria o la muerte, la resolución del pueblo puesto a prueba”). Cuando el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) formuló la disyuntiva histórica, estaba “fresca aún la sangre de los obreros y los soldados que descargaban el vapor francés”, explica el periodista en el órgano oficial del PCC.
Y en cuanto al material bélico, se trataba de “una carga necesaria para la defensa del proceso de cambio social (…), amenazado desde su nacimiento por el Gobierno de Estados Unidos”.
Además el diario Granma editó un vídeo de tres minutos (“Un lamentable acto de terror: el sabotaje al vapor La Coubre”), con imágenes de la época sobre la tragedia; pocos de los que fueron a socorrer a los primeros heridos sobrevivieron tras la segunda detonación, apunta el audiovisual; y añade que, entre los muertos, figuraban ocho trabajadores portuarios españoles.
Las conclusiones del vídeo ofrecen pocas dudas sobre la autoría: “Las pruebas realizadas demostraron que se trató de un hecho intencional, un sabotaje preparado fuera de Cuba, organizado por la Agencia Central de Inteligencia”.
El trabajo periodístico de denuncia ha ocasionado problemas -a lo largo de los años- a Hernando Calvo Ospina.  Algunos los señaló el fallecido escritor y periodista, Ramón Chao, en una reseña del libro Calla y respira (El Viejo Topo, 2013), del autor colombiano, publicada en Le Monde Diplomatique. Estados Unidos inscribió a Calvo Ospina en una lista negra por la que tenía prohibido sobrevolar el espacio aéreo de este país.
Y en 2009, recordaba Ramón Chao, la administración estadounidense ordenó el desvío hacia la isla de Martinica de un avión en el que se desplazaba, rumbo a Nicaragua, el autor del libro de Dyskolo. Actualmente Hernando Calvo Ospina también difunde vídeos de 10 minutos, de información y denuncia, por medios como su cuenta de Twitter, Rebelion.org y el canal Youtube. Dedicó el último, el pasado 30 de octubre, al Narco-régimen colombiano.
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juanhuayra · 7 years
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CUALQUIER OPCIÓN QUE IMPLIQUE PODER AL PUEBLO ES AXFISIADA PRESIDENTE MADURO Por la gente del cine móvil Huayra
La Creación de circuitos paralelos de cineclubes y festivales de cine, aparte de permitir una nueva relación diferente a las comerciales facilita una nueva relación entre los elementos que participan en el acto de la comunicación artística popular por lo tanto se superar la concepción mercantilizada del hecho cultural que los actuales funcionarios de la cultura y la comunicación están implementados brutalmente para estrangular al poder popular. Esto implica que hay una guerra solapada a su espalda presidente Maduro para tratar de evitar que se acerquen las formas de expresión a los lugares donde se desarrolla la vida real de las personas; a las fábricas, a los locales sindicales, a los centro educativos, en fin al barrio al cual el comandante Chávez se acercó pero hoy el ejecutivo no visita dejando el espacio abierto a todas las fuerzas contrarrevolucionarias que trabajan por seguir consolidando la tradicional dicotomía entre la vida cotidiana de la gente, el arte y a cultura que la sociedad burguesa reserva para unos locales aparte, confinados al centro de la ciudad o a los barrios ricos, y de aspecto más o menos imponerte y sacralizado tal como la actual alcaldía de Caracas ha promovido desde hace años, es decir, durante la gestión de Fredy Bernal, por ejemplo los buhoneros fueron reubicados en espacios justos de mercado y los boulevard fueron tomados culturalmente así como demás espacios cotidianos, en cambio luego de su salida de la alcaldía, hoy todos estos espacios fueron tomados por la delincuencia, los jugos de azar y envite, el fanatismos virulento religioso y el bachaquerismo descarado sin hablar de la delincuencia, que obviamente gana votos para la oposición en estas elecciones municipales.
Pues bien, a los cineclubes les está pasando lo mismo. En los años 70 y 80 sus catálogos eran enteramente de cortometrajes, filmes venezolanos y latinoamericanos no comerciales, de realizadores y colectivos sin renombre, eran comprometidos políticamente y socialmente, no eran pues obras excelsas o lumbreras del cine, a pesar de que el estado no promocionaba en absoluto. A esto se agrega el hecho de que los cineclubistas tenían que hacer de técnicos para reparar equipos, repotenciarlos. Esto le gano enemigos especialmente de los carteles de cine comercial, de la televisión y de las distribuidoras de quienes tienen el monopolio para importar repuestos, al igual que estos cineclubistas en su gran mayoría se convertían simultáneamente en realizadores lo cual estaba un sector que quitaba público a los intermediarios que importaban cine foráneo y de ahí que comenzaron a estrangular al sector través de sus testaferros gubernamentales quienes comenzaron a liquidar a los cine clubes hasta que en 1998 fue eliminado el catálogo de películas cortando el suministro de material fílmico propio. Se cerraron las posibilidades de repotenciar los equipos al restringir la fabricación o importación de repuestos. La renovación de cuadros se restringió solamente a cultores del buen cine, de exquisitos del cine que obviaban el trabajo de cineclubistas de base tal como desde el 2007 se viene desarrollando.
Pero el sector no se quedó con esa, cambio el 16mm por el video. Creó la red de medios comunitarios de televisión y radio y reimpulso la producción independiente desde 2013. Lamentablemente el flujo constate de dinero del estado a las salas del capital de taquilla, a las televisoras comerciales y a las distribuidoras gringas estranguló la iniciativa popular y prácticamente hizo desaparecer lo que quedaba del sector comunicacional comprometido políticamente con el proceso revolucionario.
Le quiero amigo Maduro trae a colación como ejemplo, como todo esto se refleja en un simple festival de cine “Documenta 2017” de un país que está promoviendo sanciones a su gobierno y al pueblo venezolano como es Francia. Este festival monto con ayuda de determinados sectores dueños de los medios y relaciones de producción un jurado de selección para hacer ganar materiales fílmicos que desvirtúan el proceso revolucionario bajo ópticas oposicionistas de hacer ver que Venezuela es un país que intimida a los pueblos y estrangula la libertad empresarial. Este sector donde estaba Rodolfo Izaguirre es el mismo que era indiferente en 1982 a la gente de la federación venezolana de centros de cultura cinematográfica-FEVEC en los diferentes eventos de cine, ignorando el trabajo cineclubista que ni siquiera se nombraba. Ese mismo grupo fue el que en 1987 excluyo a la Fevec del centro nacional de cinematografía-CNAC, organismo adscrito al ministerio de la cultura para colocar una facción que líquido a la distribuidora nacional alternativa-DAN FILMS y perdió la sede de la FEVEC, ese mismo sector que años después con Carlos Azpurua saco al sector popular de la asamblea del CNAC.
No soy ni mis compañeras y compañeros huayreños aduladores y menos seguidores del anterior presidente del CNAC Juan Carlos Lossada, pero por lo menos él no obstaculizo el desarrollo de talleres y actividades organizativas con todos aquellos espacios que no tienen posibilidad de acceder a la cultura cinematográfica, que no pueden disfrutar de un cine crítico, de no poder hacer cine y exhibirlo en público, es decir, La actual presidente Aracelis García y el presidente de la cinemateca nacional Willian Santana, adecos de práctica, y que lamentablemente usted nombro o refrendo en esos cargos por desconocimiento de la practica popular, laboran actualmente para asfixiar o excluir grupos cineclubistas aun sobrevivientes como es el caso del cine móvil Huayra lo cual genera un efecto domino que conspira contra la revolución al eliminar un espacio cultural para la gente que no tiene posibilidades de acceder al mismo así como a otros grupos de cineclubes. La fundación de un nuevo cine significa mucho mas que implementar un proceso productivo diferente, es también la esperanza de una expresión fílmica como ejemplo y patrimonio de un cine latinoamericano. El triunfo militar, no contiene de por si la victoria de la revolución y del cambio; Presidente Maduro, señales feroces, falsedad, hipocresía, bloqueos tiene que ser vencidos y desde entonces el proceso no se detendría. La agresión que hace sus funcionarios como Aracelis García, presidenta del CNAC y de William Santana estrangula a grupos comunicacionales de base como los cineclubes aquí en Catia que no son esa red personal que creo William Santana donde él se autonombro presidente y de ahí ha trabajado para detener a quienes tienen realmente un trabajo de base autónomo y comprometido y que le hacen sombra, son aquellos que denuncia por ejemplo que hoy 19 de noviembre amaneció la venta del cartón de huevos en 90.000,00 BsF, y un kilo de queso duro en 80.000,00 BsF y todas la polleras amanecieron cerradas luego que el Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios Indepabis.
Liquidarnos significa que la oposición tiene manos libres para atentar contra la imagen de la revolución, somos nosotros que tenemos que lidiar en los sectores y evitar que la oposición gane las municipales. De ahí que vale sacar en acotación que debemos reconocer que el anterior presidente del CNAC, reconoció nuestra labor (aunque hay que reconocer que Juan Carlos Lossada como otros presidentes del CNAC nunca nos reivindicaron con un verdadero apoyo económico, como lo hicieron por ejemplo con la escuálida de cine de María Cristina Capriles)
Desde décadas atrás jamás se nos facilitó, aunque sea una lámpara de proyección, gastos que si se adjudicó a grupos que se aprovecharon de eso y hasta vendieron los equipos y hoy ni siquiera existen esos grupos.
Los que trabajamos hoy y enfrentamos la contrarrevolución diariamente tal como Juan Carlos Lossada puede verificarlo en la actualidad desde la España monárquica que subsistimos sin ningún tipo de apoyo económico, sin comida, sin equipos, con grandes dificultades para desplazarnos, dando talleres con un aspecto famélico donde a veces hasta se nos van los tiempos de aseveración y aun así trabajamos todavía con el cine 16mm ya que nadie, exceptuando Oscar Acosta, nos ayuda a adaptarnos a las nuevas tecnologías. Esta misma gente es la que durante 30 años nos bloquea cualquier posibilidad de contribuir a salvar el archivo de la cinemateca nacional, al contrario, apoyan a quienes la saquean, la paralizan, la abandonan.
Amigo Maduro siendo usted presidente de este país es necesario que asuma la comandancia de la revolución ante la podrida estructura de la aún vigente pseudo IV república colonial que no escatima con su boicot económico en promover la prostitución, el juego, los despidos y los desalojos. La oposición esta desesperada y quiere hacernos morder fondo ante de las elecciones, se desmorona en estertores, coletazos patadas de ahogado, sufrimientos inmensos y odio de los prepotentes a lo cual amigo Maduro los cineclubes luchamos con imaginación, creatividad, voluntad y fuerza vital que sin cesar en la lucha contra funcionarios desalmados que aparentar ser cineclubistas o cineastas para lograr nuestra liberación. Ve amigo Maduro que usted ignora como nosotros usamos el cineclub como medio de comunicación fundamenta para difundir los propósitos, procesos y logros revolucionarios. La gente está obstinada de las cadenas de TV y de los discursos, pero nosotros al romper la rutina la gente mira con interés y desde otra óptica sus menajes revolucionarios que los funcionarios quieren acallar al estrangularnos financiera y promocionalmente y como resistimos a esta arremetida silenciosa y peor que una guarimba callejera la cual es posible visualizarla en estos jurados y festivales arribistas que continúan siendo desarrollados bajo una óptica burguesa de segregación y exclusión. Estamos acorralados por el propio gobierno cuando nombra a personajes contrarrevolucionarios y traidores como la señora Aracelis jarcia y Willian Santana que tratan por todos los medios de asfixiar financieramente estos verdaderos espacios culturales de la revolución. No basta sacar a Alejandrina Reyes si sigue al timón estos escuálidos que envenenan el proceso.
Willian Reyes convierte a la cinemateca nacional en un “Cineclubote” para opacar el trabajo militante de los cineclubes de base. Igual acontece con otros espacios de interacción de los cineclubes como es CONATEL quien desmantela a los medios comunitarios para favorecer la parafernalia electoral de “Los comunicadores populares” de los CLAP, con el fin de apropiarse del apoyo financiero a los medios comunitarios.
La diferencia entre el cineclub burgués, testaferro de las transnacionales que controlan la imagen del país a través de la producción que la vemos en el cine, la TV y la WEB con el cineclub del barrio es que este está siendo estrangulada en las trincheras de batalla de la vanguardia comunicacional a la cual lo más seguro que el nuevo ministro de cultura, Ernesto Villegas ignora totalmente que es un cineclub, que es una televisora comunitaria, que es un cine móvil, que es cine militante, que es una radio comunitaria. Seguramente si se le pregunta a usted presidente Maduro quien es Román Chalbaud usted respondería de inmediato que es el director del film “El pez que fuma” al contrario de su respuesta a la pregunta ¿quién es Libia Montes y que es el cine penitenciario? usted el responderiá ¡No sé!
De ahí que menos sabrá del libro que escribí ¡Claves del Cine Móvil!, y les respondo a todos mis lectores porque será que desde que el gobierno lo editó a través del CNAC jamás he podido conversar con el público sobre este libro tan importante para el hacer cultural cinematográfico y claro esta técnico. Le digo presidente, no es fácil para un proyecto editorial que trata de enraizarse en un cine nacional con un proyecto cultural legítimo, encontrar financiamiento (institucional o privado). A los que tienen el poder metálico y o político que usted nombra no les interesa, mucho menos les preocupa y otras les asusta, un tipo de libro que, de una forma u otra, apoya y estimula, divulga y testimonia un cine que no es tranquilizador ni escapista, para muestra un borrón vea el dinero invertido por el gobierno en la editorial del CNAC y el personaje que usted nombro, viceministra de la cultura y presidenta del CNAC prácticamente en la FILVEN 2017 no promocionó ni divulgó ningún libro de cine publicado por el ente que ella preside que aunque ella no aprobó esos libros para nada desea conocerlos ya que maneja la institución como una bodega, propiedad suya, ella obvia que es una institución del poder popular obligada a retribuir al pueblo el dinero que este invierte culturalmente. Por eso es que la gente que preguntaba por mis libros recibían la respuesta despectiva de ¿Quién es ese?
El año 2018 se no presenta oscuro con esto arribistas del CNAC, de la llamada Cinemateca Nacional y CONATEL, seguramente tendremos que retroceder más e imaginar como continuar defendiendo los pocos espacios del imaginario colectivo revolucionario que signifiquen un fuerte impulso a la toma de conciencia de los elementos de vanguardia que, a nivel nacional, militan por un cine que avive el fuego de la revolución bolivariana.
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bibliotecalacaldera · 5 years
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TRES NOVEDADES EDITORIALES
Los compañeros de Lazo Ediciones han editado tres nuevos títulos que nos parece importante compartir. Los mismos estan disponibles en la biblioteca para su prestamo como en la librería para su venta. Les recordamos que además todos los libros publicados por Lazo están disponibles para bajarlos en PDF en su página.
Fredy Perlman | La reproducción de la vida cotidiana
El presente libro reúne algunos de los textos más notables de Fredy Perlman: La reproducción de la vida cotidiana, El fetichismo de la mercancía, El persistente atractivo del nacionalismo, El antisemitismo y el pogromo de Beirut, Progreso y energía nuclear: La destrucción del continente y sus gentes y Diez tesis acerca de la proliferación de ególatras. Acompañados de una introducción de su compañero David Watson para el lector en español, nos adentramos en el pensamiento de este autor que fue más allá de los fuertes dogmas de su tiempo para abordar de manera radical problemáticas centrales de la sociabilidad capitalista.
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Miguel Amorós | Los situacionistas y la anarquía
Miguel Amorós a través del examen de una ingente correspondencia, folletos, publicaciones, ediciones críticas y conversaciones con los directos protagonistas nos relata con rigor este álgido momento histórico acompañando el recorrido de estos grupos radicales noveles hasta la inminente revuelta del 68. En el transcurso de los encuentros y desencuentros recogidos en este volumen, realiza una radiografía definitiva de la diversidad de enfoques en el complejo universo libertario y de su relación con los situacionistas en Francia, así como en Gran Bretaña y los Estados Unidos. Asimismo a través de este recorrido podremos comprender no sólo la ocasión política que se gestaba ante aquella ebullición social, sino los conocimientos históricos, antecedentes ideológicos, debates en curso y organizaciones formales que podían recoger el guante de la revuelta. A esta nueva edición del libro, corregida y ampliada por el autor, hemos agregado algunos artículos sobre la Internacional Situacionista.
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Rodrigo Vescovi | Acción directa en Uruguay 1968-1973
Partiendo de los relatos de los propios protagonistas, este libro recoge la fuerza y la radicalidad de un sector combativo de los explotados que, ante las medidas de austeridad impuestas por el capital, no se caracterizó por la lamentación contemplativa ni por esperar a que la izquierda gestionara la injusticia social desde el Parlamento. Rechazó el miedo, la espera, el reformismo y volcó toda su existencia en el enfrentamiento al sistema capitalista, empleando un amplio abanico de formas de resistir. Se trata de una investigación histórica que analiza el periodo de luchas en Uruguay de 1968 a 1973 y aporta experiencias para la transformación social de la vida en cualquier parte del mundo. La obra es una selección de los pasajes más interesantes del libro Ecos revolucionarios (2003), a la que se han añadido pequeños retoques, así como un apéndice con memorias de un militante de la época, que explica las consecuencias y la continuidad, entre el pasado y el presente, de la ideología contrarrevolucionaria de la mayoría de los de los dirigentes tupamaros y frenteamplistas.
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dimequeleer · 5 years
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El hospital de la transfiguración.
"… los manicomios siempre han destilado el espíritu de la época. Todas las deformaciones, las jorobas psíquicas y las excentricidades están tan diluidas en la sociedad que resulta difícil percibirlas, pero aquí, concentradas, revelan claramente el rostro de los tiempos que vivimos. Los manicomios son los museos de las almas…." -Stanislaw Lem.
La vida es una constante repetición que se evapora con el cerrar de los ojos y condensa con el despertar del individuo. El alma es aquello que da continuidad a la humanidad, artífice del pensamiento y reminiscencia de lo perdido, creadora de su historia y reproductora de su memoria. Si bien el alma transmigra de un estado a otro, o a una potencia aguardando realizar lo ideal; las letras son el medio por el cual obtienen permanencia estática. En ellas conlleva toda la historia cargada hasta el momento de su grabado. 
El hospital de la transfiguración, primer obra inédita de Stanislaw Lem, revela el punto de fusión entre sus dudas existenciales con las banalidades de la tierra. Su obra, además de ser un viaje al pasado histórico, también es un viaje al pasado de un individuo; al vórtice de su metamorfosis de hombre de ciencia a hombre literato. Este escrito refleja a un sujeto con bastante experiencia y estudios, tanto de lo físico como lo inmaterial, pero enfrascado en un mundo con maldad sin solución. Los pasajes de este libro brindan un pequeño vistazo al ser que está a punto de abrir puerta a un lugar en el cual todo puede resolverse, tratándose de una mente tan prodigiosa como la de él: al campo de la ciencia ficción. Aunque la obra se encuentra alejada de esa rama, no demerita su habilidad literaria, además, su tecnicismo médico genera una lectura completamente realista que al combinarse con su mordaz recurso lingüístico, resulta en un recorrido extrasensorial por los versos de su novela.
Todo comienza en una noche en Polonia, con un viaje en tren, pero no cualquier tren, éste es la conexión entre el mundo fantasioso y el real. Stefan el personaje principal  vive en un manicomio, dentro del bosque pero no tan lejos de casa. La vida en el hospital es un mundo completamente irreal, que gracias a habilidad psicológica y descriptiva del autor, nos permite vagar con vivacidad en las mentes surreales de doctores y pacientes. El tren es la conexión con su lugar de origen, Nieczawy, ciudad en donde los estragos de la segunda guerra mundial siguen al asecho.  Ambientada durante la invasión de los Nazis a Polonia y censurada por ser considerada contrarrevolucionaria, la obra transmite en cada página el choque de dos mundos: el del hospital y el de fuera, locos contra sensatos, nazis contra judíos. Paradójicamente en el mundo de los cuerdas yace el peligro demente: Schutzstaffel.
Lem, Stanislaw. El hospital de la transfiguración, traducción de Joanna Bardzinska, introducción de Fernando Marías, Madrid, Impedimenta, 2008
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culturizando · 7 years
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#UnDíaComoHoy: 26 de mayo en la historia
El 26 de mayo es el 146.º día del año en el calendario gregoriano. Quedan 219 días para finalizar el año. El día de hoy te traemos una lista de eventos que sucedieron un día como hoy 26 de mayo.
1805: en Milán, Napoleón Bonaparte asume el título de rey de Italia y es coronado con la corona de hierro de Lombardía.
-1896: Nicolás II se convierte en el último Zar de Rusia.  Nicolás, que no quería ser zar ni fue preparado para ello, no resultó un buen regente. Se dedicó a mantener una férrea autocracia en una época de cambios. Tras una serie de fiascos en la guerra ruso-japonesa y durante la I Guerra Mundial, fue finalmente destituido y arrestado en 1917. Durante la Revolución Rusa, en la noche del 16 de julio de 1918, se dictó una orden fusilamiento contra Nicolás, su esposa, sus hijos y varios sirvientes, al pensar los bolcheviques que las fuerzas contrarrevolucionarias pudieran tratar de rescatarlos.
-1897: sale a la venta la novela “Drácula”, escrita por el irlandés Bram Stoker. Sus primeros ejemplares llegaron a las librerías de Londres el 26 de mayo en el año 1897. El éxito de la novela llegó muchos años más tarde, incluso después de la muerte del autor, cuando fue adaptada para Broadway en la década de 1920. En 1931 la historia del vampiro de Transilvania llegó a la gran pantalla, de la mano del director Tod Browning. El film, protagonizado por Bela Lugosi, convirtió al Conde Drácula en un ícono cultural. Otra exitosa adaptación al cine de “Drácula” es el film de 1992 dirigido por Francis Ford Coppola.
-1907: nace John Wayne, actor de cine estadounidense.  Wayne comenzó su carrera en el cine mudo en la década de 1920, aunque alcanzó la fama entre las décadas de 1940 y 1970. Su filmografía estuvo mayoritariamente ligada al género del Western y al bélico, a pesar de que interpretó muchos otros papeles. Ganó dos Óscar al mejor en actor, en 1949 y en 1969.
-1920: el aviador francés Fronval bate el récord de acrobacia aérea con 26 loopings consecutivos.
-1933: en Alemania, el Partido Nazi introduce una ley para legalizar la esterilización eugenética.
-1940: a las 23:30 horas, en Dunkerque (Francia) se inicia la  “Operación Dinamo” para evacuar las fuerzas francesas y al cuerpo expedicionario inglés que había quedado atrapado con sus espaldas al mar durante la Segunda Guerra Mundial. Cientos de pequeñas embarcaciones pesqueras, yates privados, transportes de tropas y destructores permitieron el rescate a lo largo de 6 días de más de 200.000 soldados británicos y de 100.000 franceses y belgas que constituyeron el grueso del ejército aliado. Las tropas británicas que finalmente no puedieron ser evacuadas, unos 35.000 soldados, se rindieron a los alemanes. Los franceses, escaparon hacia el sur.
-1945: la mitad de la ciudad de Tokio amanece destruida por los bombardeos masivos aliados.
-1964: nace Lenny Kravitz, reconocido cantante y actor estadounidense.
  -1966: nace Helena Bonham Carter, actriz británica, ganadora del premio BAFTA y nominada al Óscar en dos ocasiones.
-1976: muere el filósofo alemán Martin Heidegger, fundador de la denominada fenomenología existencial y uno de los pensadores más originales del siglo XX. Su obra más conocida “Ser y tiempo”, de 1927.
-1977: nace Luca Toni, futbolista italiano, campeón del mundo en el 2006.
-1983: Japón es sacudido por un sismo de 7,7 que desencadena un tsunami y mata al menos a 104 personas y causa miles de heridos.
-1986: la Unión Europea adopta su bandera. La bandera consta de 12 estrellas que significa perfección y solidaridad; no el número de aliados, colocadas de forma circular que simboliza unidad, sobre un fondo azul.
-2001: el Real Madrid Club de Fútbol logra el 28º Campeonato de Liga de su historia.
-2005: muere Chico Carrasquel, reconocido beisbolista venezolano.
-2008: muere Sydney Pollack, cineasta estadounidense, conocido por películas como Eyes Wide Shut, Tootsie , Out of Africa, The Interpreter, entre muchas otras.
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jgmail · 4 years
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JULIUS EVOLA Y EL TRADICIONALISMO RUSO
Por Alexander Dugin
Traduccion de Juan Gabriel Caro Rivera
 El trabajo de Evola fue descubierto en Rusia en la década de 1960 por un grupo muy pequeño de intelectuales disidentes anticomunistas, conocidos como "disidentes de derecha".
 1. El descubrimiento de Evola en Rusia
 El trabajo de Evola fue descubierto en Rusia en la década de 1960 por un grupo muy pequeño de intelectuales disidentes anticomunistas, conocidos como "disidentes de derecha". Era un pequeño círculo de personas que se habían negado deliberadamente a participar en la vida cultural soviética y habían elegido la existencia clandestina. La impugnación de la realidad soviética fue tan total entre ellos porque buscaban los principios fundamentales que podrían explicar las raíces de este juicio negativo absoluto. Es en este camino de rechazo hacia el comunismo donde se descubrieron algunas obras de autores antimodernos y tradicionalistas: especialmente los libros de René Guénon y Julius Evola. Dos personajes centrales que animaron a este grupo: el filósofo musulmán Geidar Dzhemal y el poeta inconformista Evgeni Golovin. Gracias a ellos, los "disidentes de derecha" conocieron los nombres y las ideas de estos grandes tradicionalistas de nuestro siglo. En la década de 1970 se realizaron las primeras traducciones de los textos de Evola (“La Tradición Hermética”), siempre dentro del mismo círculo y se distribuyeron en forma de samizdat (1). La calidad de las primeras traducciones fue muy mala porque fueron realizadas por entusiastas poco competentes, al margen del grupo de intelectuales tradicionalistas propiamente dicho. En 1981 apareció en el mismo ambiente la traducción de “Heidnische Imperialismus”, el único libro disponible en la Biblioteca Lenin de Moscú. Esta vez, la distribución de samizdat fue muy grande y la calidad de la traducción mejoró. Poco a poco se fue formando la verdadera corriente de los tradicionalistas que pasó del anticomunismo a la anti-modernidad, extendiendo el total rechazo de la realidad soviética al mundo moderno como tal, en línea con la visión integral tradicionalista. Cabe señalar que las ideas de los tradicionalistas en cuestión en ese momento estaban muy lejos de la otra rama de los "disidentes de derecha" que eran cristianos ortodoxos, monárquicos y nacionalistas. Por lo tanto, Evola fue más popular entre las personas interesadas en el espiritismo en el sentido amplio: yoga, teosofismo (2), psiquismo (3), etc.
 Durante la Perestroika, todas las formas de disidencia anticomunista se manifestaron abiertamente y, a partir de los "disidentes de derecha", se creó la corriente ideológica, cultural y política de la derecha: nacionalista, nostálgica, antiliberal y antioccidental. En este contexto y siguiendo el desarrollo de la glastnost y las ideas propiamente tradicionalistas, los nombres de Guénon y Evola entraron en el complejo cultural de Rusia. Los primeros textos de Evola aparecieron en la década de 1990 en la prensa llamada "patriótica" o "conservadora" de gran circulación y el tema del tradicionalismo se convirtió en objeto de virulentas y muy animadas controversias en el campo de la derecha rusa en el sentido más amplio del término. Las revistas "Elementy", "Nach Sovremennik", "Mily Anguel", "Den", etc. comenzaron a publicar partes de los escritos de Evola o artículos inspirados en sus obras donde se mencionaba repetidamente su nombre. Poco a poco el campo "conservador" se fue estructurando ideológicamente y la separación entre la derecha arcaica, nostálgica, monárquica y la otra derecha más abierta, inconformista y menos "ortodoxa" - una especie de "novye pravye" en ruso, que se puede traducir como "Nueva Derecha", pero precisando que se trata de un fenómeno muy original y muy diferente a la ND europea. Este segundo partido de "patriotas" podría describirse como "terzaforzisti", "nacional revolucionarios", etc. La línea de ruptura pasa precisamente en la aceptación o rechazo de las ideas de Evola o más bien del espíritu de Evola que no puede calificarse sólo de "conservador" o "reaccionario" sino de la Revolución Conservadora, de la "revuelta contra el mundo moderno". Recientemente, el primer libro, “Heidnische Imperialismus”, se publicó en una gran tirada en 50.000 copias. Una transmisión de televisión en el primer canal de televisión estuvo dedicada a Evola. Entonces se puede decir que el descubrimiento de Evola a gran escala comenzó en ese entonces en Rusia. Lo que era un núcleo intelectual extremadamente marginal antes de la Perestroika en Rusia se ha convertido ahora en un importante fenómeno ideológico y político. Pero es evidente que Evola escribió sus libros y formuló sus ideas en un contexto temporal, cultural, histórico y étnico muy diferente. Entonces surge la pregunta: ¿qué es válido en Evola para la Rusia actual y qué parte de su obra debe ser adaptada o rechazada en nuestras condiciones? Esto requiere al menos un breve análisis de las divergencias y convergencias entre el tradicionalismo de Evola y la tradición sagrada y política estrictamente rusa.
 2. Contra el Occidente moderno
 Inicialmente hay que señalar que el rechazo del mundo moderno profano y desacralizado que se manifiesta en la civilización occidental del ciclo final es común a Evola y a toda la tradición intelectual rusa de los eslavófilos. Autores rusos como Homyakov, Kirievsky, Aksakov, Leontiev, Danilevsky entre los filósofos y Dostoievski, Gogol, Merejkovsky entre los escritores critican al mundo occidental de la misma manera que Evola. Entre ellos se encuentra la misma aversión al reino de la cantidad, al sistema de la democracia moderna, a la degradación espiritual y a la profanación total. Así, a menudo vemos correspondencias sorprendentes entre la definición de las raíces del mal moderno - la masonería profana, el judaísmo desviado, el advenimiento de la plebe, la divinificación de la razón - en Evola y en la cultura "conservadora" rusa. De alguna manera, la tendencia reaccionaria es común aquí, por lo que la crítica de Evola a Occidente es completamente comprensible y generalmente aceptable para los conservadores rusos. Además de esto, a menudo se encuentra en Evola la crítica formulada de una manera más cercana a la mentalidad rusa que a la europea: el mismo gusto por la generalización, la evocación frecuente de motivos místicos y mitológicos, el sentimiento vivo del mundo espiritual interior que comienza de la cual la realidad moderna inmediata se percibe orgánicamente como perversión y desviación. En general, para la tradición conservadora rusa, el estilo de la explicación mitológica de los acontecimientos históricos e incluso contemporáneos es casi obligatorio. La referencia al nivel supra-racional o no racional se entiende perfectamente en Rusia, donde más bien la excepción es un argumento racional. También podemos notar la influencia que ejercieron los conservadores rusos sobre Evola: en sus obras a menudo menciona a Dostoievski, Merejkovsky (a quien, además, conocía personalmente) y algunos otros autores rusos. Por otro lado, estas frecuentes referencias a Malynsky y Leon de Poncins lo hacen en parte ubicarse dentro de la tradición contrarrevolucionaria típica de Europa del Este. También se pueden citar sus referencias a Serge Nilus, el editor de los famosos "Protocolos" que Evola reeditó para Italia. Al mismo tiempo, es evidente que Evola estaba muy poco familiarizado con la cultura conservadora rusa en su conjunto, lo que, por otro lado, no le interesaba especialmente por su idiosincrasia anticristiana. Sobre la tradición ortodoxa, solo dijo algunas palabras insignificantes. Por tanto, la afinidad entre su posición frente a la crisis del mundo moderno y el anti-modernismo de los autores rusos se debe más bien a la similitud de reacciones orgánicas: excepcionales e individuales en el caso de Evola y tradicionales en el caso de los rusos. Pero gracias a la espontaneidad de las convergencias anti-modernas, el testimonio de Evola se vuelve aún más interesante y precioso. Sea como fuere, esta parte crítica de Evola encaja perfectamente en los marcos de la corriente ideológica de la derecha rusa y aporta mucho a esta visión de la decadencia histórica, dando nuevas fórmulas que en ocasiones son más completas, más radicales y profundas. En este sentido, las ideas de Evola son recibidas muy positivamente en la Rusia actual, donde el anti-occidentalismo es un factor ideológico y político extremadamente poderoso.
 3. Roma y la Tercera Roma
 El otro aspecto del pensamiento evoliano que es percibido por los rusos como un tema íntimo y extremadamente importante es su exaltación de la idea imperial. Roma es para Evola el punto crucial de su Weltanschauung. Esta fuerza sagrada, viva e inmanente que se manifiesta en todo el Imperio fue para Evola la esencia de la herencia tradicional de Occidente. Los restos del palacio de Nerón y los antiguos edificios romanos fueron percibidos por él como el testimonio directo de la sacralidad orgánica y concreta cuya unidad y continuidad han sido derrumbadas por el "castillo" kafkiano del Vaticano católico güelfo (4). Su fórmula gibelina es clara: el Imperio contra la Iglesia, Roma contra el Vaticano, la sacralidad orgánica e inmanente contra las abstracciones devocionales y sentimentales de la fe, implícitamente dualistas y fariseas.
 Pero el complejo similar se encuentra naturalmente en los rusos, cuyo destino histórico está profundamente vinculado al Imperio. Esta noción fue fijada dogmáticamente en el concepto ortodoxo del starets Filofei - "Moscú - Tercera Roma" (5). Cabe señalar que la "primera Roma" en esta visión cíclica ortodoxa no es la Roma cristiana, sino la Roma imperial, porque la "segunda Roma" (o "nueva Roma") fue para los cristianos Constantinopla, la capital del Imperio cristiano. Por tanto, la idea misma de "Roma" entre los ortodoxos rusos corresponde a la comprensión de lo sagrado como la inmanencia de lo sagrado, como una "sinfonía" necesaria e inseparable entre la autoridad espiritual y el poder temporal. Para los tradicionalistas ortodoxos, la separación católica entre el Rey y el Papa es inconcebible y revela una herejía, precisamente llamada "herejía latina".
 En esta concepción ruso-ortodoxa encontramos el ideal puramente gibelino en el que el Imperio es tan valorado teológicamente que la Iglesia no puede ser concebida como algo ajeno y aislado de él. Esta centralidad de la sacralidad del Regnum en la tradición ortodoxa rusa se basa en la epístola de Pablo donde se plantea la cuestión del "katehon", "el que apoya", identificado precisamente con el Sacro Imperio, el último obstáculo contra la invasión de “Hijos de la perdición” - equivalentes de los Gogs y Magogs bíblicos. De modo que el concepto de Moscú, la Tercera Roma, que de alguna manera es consustancial con el pensamiento tradicional ruso, corresponde perfectamente al ideal evoliano gibelino.
 Más aún, la denuncia del catolicismo y su nefasto papel en la decadencia de Occidente es casi idéntica en Evola a las acusaciones de los cristianos ortodoxos contra la "herejía latina". También en esta ocasión vemos la perfecta convergencia entre la doctrina de Evola y la actitud "normal" del pensamiento conservador ruso. Y una vez más, la exaltación espiritual y lúcida del Imperio en los libros de Evola se vuelve invaluable para los rusos en busca de su identidad auténtica y tradicional. El "imperialismo sinfónico" de los ortodoxos rusos reconoce fácilmente su imagen en el "imperialismo pagano" de Evola o más bien "gibelino". Se puede agregar un detalle más importante. Se sabe que el autor del "Tercer Reich" Arthur Mueller van den Bruck estuvo profundamente influenciado por los escritos de Dostoievski, para quien la idea de la Tercera Roma era central. La misma visión escatológica del Imperio Final se encuentra en van den Bruck, en correspondencia simbólica con las ideas "paracléticas" de los montanistas (6) y con las profecías de Joaquín de Fiori (7). Moeller van den Bruck, cuyas ideas en ocasiones evocó Evola, adaptó a Alemania el concepto de la tradición ortodoxa rusa de la Tercera Roma, elaborando el proyecto político-espiritual retomado más tarde por los nacionalsocialistas. Detalle interesante: Erich Mueller, un discípulo de Nikisch (8), que se inspiró en gran medida en van den Bruck, sugirió que, si el Primer Reich alemán era católico (El Sacro Imperio Romano), el Segundo Reich protestante (Prusia después del reinado de Federico el Grande), ¡el Tercer Reich debería ser precisamente ortodoxo! Pero el propio Evola participó ampliamente en el debate intelectual del círculo de la revolución conservadora alemana (el "Herrenklub" de von Gleichen, del que era miembro, fue la continuación del “Juniklub” fundado por Moeller van den Bruck) donde se discutieron animadamente temas similares. Aquí está la otra vía intelectual que une la corriente conservadora rusa y el pensamiento de Evola. Obviamente no podemos hablar aquí de concepciones idénticas, pero hay al menos una afinidad extraordinaria y aproximaciones "naturales" sorprendentes que también explican la facilidad de asimilación del mensaje de Evola en Rusia, donde sus puntos de vista parecen mucho menos extravagantes que en Europa, donde el conservadurismo tradicional sigue siendo en su mayor parte católico y nacionalista en el sentido moderno y muy raramente imperial y ligado a lo sagrado.
 4. Evola vista desde la izquierda
 En Evola hay otro aspecto muy interesante que se manifiesta en la primera y última etapa de su vida. A veces se le describe como "anarquismo de derecha", lo que es evidente en sus obras artísticas juveniles y especialmente en "Cabalgar el tigre". Al mismo tiempo, su postura anti-burguesa constante y permanente lo aísla considerablemente de la derecha occidental convencional. Por otro lado, incluso dentro de la Tradición, siempre se sintió atraído por los dominios inusuales que caen más o menos dentro de la perspectiva del Camino de la Mano Izquierda. Indudablemente, en el conjunto de sus escritos, lo que se podría intentar llamar la "izquierda" del mensaje evoliano es muy destacado. El inconformismo total con la realidad occidental moderna, la contestación radical de los valores burgueses acercan a Evola a ciertas ramas de la izquierda. Este fenómeno no es la manifestación de su naturaleza personal. Aquí hay un lado sintomático extremadamente importante. La revuelta evoliana contra el mundo moderno tiene aspectos destructivos como cualquier revuelta, por otro lado. Su radicalismo intransigente lo empuja a romper con el conservador habitual que defiende los valores del ayer por inercia frente a los valores del hoy. Para Evola, el "ayer" no es del todo ideal. Su orientación va mucho más allá, hacia el mito primordial, hacia la Hiperbórea perdida, hacia la Trascendencia, hacia el Eterno Presente. Esta búsqueda del absoluto aquí y ahora nos obliga a superar los límites convencionales y también a romper con las formas secundarias de la Tradición adaptada al Kali-yuga. Evola no acepta una parte de lo Sagrado, lo quiere todo, de inmediato. Esta revuelta le hace tomar posiciones "anárquicas", cuestionar la legitimidad de formas tradicionales vaciadas de toda vida. Por otro lado, es la posición auténtica del adepto del Tantra, la que explica perfectamente en "El Yoga de la Potencia".
 Pero, paradójicamente, la misma antinomia pertenece a la corriente de la izquierda radical y la fenomenología existencial y estética que a las dos revueltas, por distintas que sean, las une en cierto caso casi a la perfección. La Revolución, la guerra, la crisis, la convulsión social, siempre provocan un trauma profundo que necesariamente obliga al ser humano a encontrarse con la profunda realidad ontológica que supera los tópicos profanos de la vida "normal". Ernst Jünger, por quien Evola estaba muy interesado, desarrolló en sus novelas y escritos políticos este problema del reencuentro del hombre moderno, profundamente ajeno, con la realidad superior en situaciones de crisis extrema. Por otro lado, el propio Evola atravesó períodos de crisis personal que rayaron en el suicidio. Por tanto, la sed de absoluto se relaciona lógicamente con experiencias "negativas" y, a veces, incluso "antinómicas". Estas consideraciones también explican el interés de Evola en ciertos personajes juzgados por otros tradicionalistas (Guénon, Burkhardt, etc.) como claramente "contra-iniciáticos": Alister Crowley, Giuliano Kremmerz, Gustav Meyrink, etc. En la izquierda, especialmente en la extrema izquierda, se puede encontrar fácilmente el mismo complejo, la misma pasión, la misma exaltación de la experiencia traumática y al mismo tiempo el mismo rechazo al conformismo, la misma aversión visceral en relación a las normas y convenciones, la misma revuelta contra lo habitual.
 Por otro lado, la cultura ideológica de la "izquierda revolucionaria" no está exenta de yuxtaposiciones esotéricas que a veces son las mismas que en el caso de los tradicionalistas y la "revolución conservadora". ¡Citemos como ejemplo a Theodore Reusse, activista de izquierda e iniciador en la masonería del propio Guénon! El lado "izquierdo" de Evola recuerda la paradoja política de la Rusia actual, donde los neocomunistas, antiliberales, unen fuerzas con los conservadores ruso-ortodoxos. También se pueden pensar en ciertos aspectos del bolchevismo ruso histórico en el que las tendencias profundas de la sacralidad ortodoxa rusa - la aversión al mundo occidental burgués, la búsqueda del Regnum, los factores escatológicos - se desarrollaron de manera heterodoxa y contradictoria con la experiencia directa, revolucionaria e inmediata de la Verdad. Más aún, en los albores de la corriente comunista rusa se produjeron yuxtaposiciones esotéricas extremadamente curiosas con los representantes de las corrientes espirituales locales y europeas. Se puede decir que entre Evola y Rusia no sólo existen correspondencias a nivel de la corriente ideológica "conservadora", "derecha", sino que también ciertos lados de la "izquierda" rusa, en su dimensión profunda y paradójica, pueden compararse con los escritos de Evola y también se aclaran gracias a su método de investigar la estructura de los fenómenos traumáticos. El mismo hecho de que el comunismo haya ganado en el país más conservador y tradicionalista de Europa nos obliga a revisar los esquemas conservadores habituales sobre el carácter profano y moderno del comunismo, como una etapa avanzada en la degradación de la civilización actual. Por otro lado, las predicciones de conservadores y contrarrevolucionarios (como Léon de Poncins) sobre la necesidad de la victoria de la cuarta casta proletaria en todo el planeta son refutadas por el triunfo actual de la civilización burguesa (presunta tercera casta) en la Rusia postsoviética. El mismo Evola cometió el mismo error al aceptar la posición radicalmente antisocialista y anticomunista, propia de los reaccionarios conservadores con los que, a nivel metafísico, estaba en total desacuerdo, debido a la profunda diferencia entre el Camino de la Mano Izquierda que era el suyo y el Camino de la Mano Derecha que (a veces) inspira indirecta y parcialmente a los conservadores convencionales. En otras palabras, la "izquierda metafísica" en Evola no ha podido encontrar la manifestación doctrinal coherente a nivel político y el lado "anárquico" y "esotérico" siguen de alguna manera muy contradictoriamente superponiéndose a su fidelidad a la "reacción" política.
 El mismo malentendido existe en sus relaciones con el fascismo y el nacionalsocialismo donde criticó el aspecto político de izquierda y al mismo tiempo intentó fortalecer el aspecto de "izquierda metafísica" (por ejemplo, insistiendo en el paganismo contra las relaciones con el Vaticano). La historia política de las décadas de 1980 y 1990 muestra que el comunismo no fue la última forma del declive de castas. Por tanto, Evola se equivocó al predecir la victoria de los soviéticos y, en consecuencia, al adoptar la posición radicalmente anticomunista y no reconocer el lado paradójico y de alguna manera tradicional de la Revolución. A pesar de su particular interés en "El trabajador" de Jünger, Evola identificó falsamente, siguiendo la lógica de la derecha no revolucionaria, las castas tradicionales con las clases de la civilización occidental. En este sentido, podemos recordar la advertencia extremadamente importante de George Dumezil sobre el hecho de que, en la sociedad tradicional indoeuropea, por lo tanto, aria, los trabajadores pertenecen a la tercera casta y no a la cuarta. Además de esto, los comerciantes (es decir, los proto-capitalistas) no pertenecen completamente al sistema de castas en esta sociedad y todas las funciones de distribución de bienes y dinero han sido prerrogativa de los guerreros, los kshatryas. Esto significa que la clase comerciante no se corresponde en absoluto con la estructura de la sociedad aria y se superpone históricamente con la mezcla cultural y racial. Así, la lucha antiburguesa de los socialistas posee implícitamente la dimensión tradicional e indoeuropea, que explica perfectamente las tendencias “antijudías” (incluso antisemitas) de un gran número de teóricos socialistas comenzando por Fourier, Marx y hasta Stalin. Esta consideración muestra la justificación del elemento socialista (y también nacional-comunista) en las corrientes de la Revolución Conservadora, especialmente en Spengler, Sombart, van den Bruck, Jünger y hasta Niekisch. No hay duda de que Evola tenía excelentes relaciones intelectuales con este entorno alemán de antes de la guerra, lo que, lamentablemente, no lo ayudó a difuminar sus posiciones y rectificar sus costumbres doctrinales y tradicionalistas. Esta contradicción en Evola es notable si se comparan "Orientaciones" y "Hombres y ruinas" por un lado, y "Cabalgar el tigre" por el otro. El "Evola de la izquierda" aún no se ha descubierto y reconocido. Pero, una vez más, Rusia y su historia antigua y moderna, conservadora y revolucionaria, paradójica y reveladora, nos ayuda a comprender a Evola en sus ideas explícitas y sobre todo en el significado implícito de su mensaje que queda por descubrir y asimilar. No solo en Rusia, sino en este último aspecto también en Occidente.
 5. La cuestión cristiana
 Lo que plantea los mayores problemas en la asimilación de los escritos de Evola en Rusia es su enfoque decididamente anticristiano. Según él, toda la tradición cristiana es la expresión de la degeneración cíclica, la raíz de la decadencia del Occidente tradicional y de la "subversión" del espíritu del Sur, de la mentalidad "semítica" proyectada al Norte europeo ario. Es en esta cuestión donde hay aspectos inaceptables de su mensaje para el contexto del tradicionalismo ruso. Aquí debemos al menos distinguir dos aspectos diferentes del problema.
 1) Por un lado, Evola conocía sobre todo la forma católica de la tradición cristiana, la propia de Occidente. Aquí la severa crítica de Evola al papel del cristianismo occidental en el proceso de caída de la civilización europea es bastante acertada (aunque no sin ciertas generalizaciones infundadas). Además de esto desde el punto de vista de la Iglesia Ortodoxa, y especialmente desde el punto de vista de la Iglesia Rusa después de la caída de Constantinopla y la adhesión del Patriarcado de Constantinopla a la Unidad Católica, las mismas razones se encuentran a menudo en la denuncia de la "herejía latina". El devocionismo, el racionalismo escolástico y el papismo vaticano son objeto de constantes críticas de la Ortodoxia contra el catolicismo con más o menos las mismas conclusiones sobre la responsabilidad de la "desviación católica" en la desacralización del conjunto europeo que ha llegado casi al rechazo total de la tradición y el advenimiento de la era secular. La tradición cristiana ortodoxa se diferencia mucho de la tradición católica en puntos esenciales dogmáticos, rituales y (lo que es más importante en nuestro caso) metafísicos. El espíritu ortodoxo es contemplativo, apofántico, hexicástico, comunitario y decididamente anti-individualista. El objetivo claramente declarado de la ortodoxia es la "deificación" del hombre por el camino ascético descrito en términos puramente esotéricos y utilizando procedimientos iniciáticos. Esta forma de deificación es absolutamente otra cosa comparada con el misticismo exotérico occidental donde se exalta el humanismo. Ésta es la visión tradicional de la realización metafísica. En otras palabras, la Ortodoxia no es una religión entendida en el sentido de Guénon (definición luego retomado por Evola), porque no apunta a la "salvación del alma individual", sino a una realización puramente espiritual y metafísica, por lo tanto, supraindividual y supra-psíquica. La ortodoxia no es un exoterismo que requiere la existencia de sociedades iniciáticas externas para alcanzar la realización espiritual completa (la ausencia histórica de sociedades iniciáticas fuera de la Iglesia en los países ortodoxos lo atestigua de manera sorprendente). Es más bien la tradición completa que abarca el esoterismo y el exoterismo como en el caso del Islam. El ejemplo más cercano en este detalle de la Iglesia Oriental se encuentra en el chiísmo iraní, donde ya no hay una distinción clara entre el dominio esotérico y exotérico (a este respecto, véase Henri Corbin: "L'homme de la lumiere"). La diferencia esencial entre las tradiciones católica y ortodoxa hace que la posición anti-católica y "anti-güelfa" de Evola sea completamente comprensible y aceptable. Además de esto, ciertas objeciones formuladas por Evola contra la insuficiencia metafísica de la actitud de la Iglesia occidental ayudan mucho a los ortodoxos a hacerse conscientes de su propia tradición, algo que falta de forma fatal en el catolicismo.
 2) El otro aspecto de este problema consiste en el rechazo evoliano de la tradición cristiana primordial, en su desprecio por la naturaleza del cristianismo primitivo, al que siempre describió como "plebeyo", "semítico" y pre "antitradicional". Se inscribe definitivamente en la tradición romana precristiana y anticristiana, repitiendo en términos generales las acusaciones contra la Iglesia por parte de filósofos paganos y neoplatónicos. Sacó ciertos elementos de fuentes anticlericales masónicas a través de Arturo Reghini, etc. Tiende a identificar la tradición cristiana con la tradición judeocristiana que es sólo parcialmente exacta e históricamente se aplica sobre todo al origen y particularidad de la tradición propiamente católica, tanto que la Iglesia Oriental (o las Iglesias Orientales) debe ser calificada de Cristianismo helenístico. (Un excelente análisis de esta diferencia fundamental se encuentra entre autores rusos como Nikolaev "V poiskah sa Bojestvom", V.Lossky "Theologie mystique" y más recientemente en autores franceses como Jean Bies en "Voyage au Mount Athos" y Michel Fromaget en "Cuerpo, alma, espíritu"). La tradición de la devoción pasiva, la búsqueda de la salvación individual, el igualitarismo póstumo, etc., no caracterizan la esencia de la Tradición cristiana contrario a las afirmaciones de Evola. Pero es un tema demasiado complejo para tratarlo en este artículo. Solo puede notarse que a los ojos de los cristianos orientales este aspecto de la crítica de Evola no solo no es aceptable, sino que sigue siendo difícil de entender, porque los motivos propiamente judeocristianos son muy raros y marginales en la ortodoxia. La Iglesia bizantina y tras su caída la Iglesia rusa heredó la parte más sublime de la tradición helénica incorporándola al conjunto armonioso de la Revelación evangélica. En la Iglesia oriental, los apóstoles "gnósticos" y contrajudaicos son particularmente venerados: son San Pablo, Juan el Apóstol, Andrés (patrón de la Iglesia rusa), etc. Por el contrario, San Pedro o Santiago (los polos judeocristianos del cristianismo primitivo) tienen papeles secundarios. El espíritu de la Iglesia oriental sigue estando muy caracterizado por el marcionismo o monofitismo implícito. Cristo aquí es sobre todo Pantokrator y Zar, el Dios terrible y omnipotente de la Segunda Venida. También es el espíritu aristocrático y ascético activo y heroico. El punto culminante de la afirmación consciente de esta naturaleza de la Iglesia Oriental fue la santificación de San Gregorio de Palamas, el eminente esoterista cristiano cuya doctrina embriagadora de la Luz Increada y la deificación escandalizó tanto a los católicos como al sector procatólico de la ortodoxia. Este mismo hesicasmo pertenece a la mayoría de los santos rusos - San Sergei de Radohej, San Nil Sorsky, etc., hasta los artistas icónicos - Andrei Rubliev recientemente canonizado como santo por el consejo de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Así, en el rechazo absoluto del cristianismo como tal, Evola plantea un serio obstáculo para su asimilación por parte del tradicionalismo ruso.
La aceptación literal de su llamado al retorno al paganismo solo daría efectos ridículos debido a la ausencia total en Rusia de vestigios de la tradición eslava precristiana cuyas mejores partes se encuentran más en la particularidad de la tradición ortodoxa específicamente rusa que en los fragmentos incoherentes de los mitos y cultos cuyo significado y lógica se olvidaron por completo. La adaptación del anticristianismo de Evola a la realidad rusa se puede producir a través de la aceptación de su crítica del catolicismo, del espíritu judeocristiano con la búsqueda simultánea de los aspectos positivos - heroicos y viriles - dentro de la propia tradición ortodoxa y sobre todo en el dominio esotérico de éste, en el simbolismo de los iconos, en el hesicasmo, en los procedimientos iniciáticos de deificación. Se puede estar de acuerdo con el rechazo del espíritu "semítico" y con el elogio del espíritu "ario" y "helénico". Pero en Rusia todo esto está obligado a permanecer en el marco de la ortodoxia cristiana, porque tales son las condiciones históricas y "geográficas-sacras" de la civilización rusa.
 6. Las raíces hiperbóreas de los eslavos
 Hay en Evola un aspecto sumamente importante sobre los orígenes hiperbóreos de la Tradición. La misma idea se encuentra en otros tradicionalistas, especialmente en Guénon y B.G. Tilak y también del ensayista alemán Hermann Wirth. Por otro lado, Evola habla de Guénon y Wirth como dos de los tres personajes que le influyeron más que a otros (el tercero fue Guido de Giorgio). Este es el punto fundamental de su doctrina. El gran mérito de Evola consiste en que intentó resucitar el mito hiperbóreo, proponerlo como una realidad espiritual concreta, como la orientación por excelencia no solo en la investigación esotérica, sino también como factor metapolítico y casi existencial. Esta reactivación del argumento hiperbóreo es el aspecto más sorprendente de su Weltanschauung. Una vez más, esta idea de Evola aparece muy cercana al tradicionalismo ruso, porque el pueblo ruso, al ser un pueblo indoeuropeo, por lo tanto, ario, debe necesariamente tomar conciencia de su pasado más lejano para reafirmar su identidad y encontrar la esencia espiritual en sí mismo. Debe reconocerse que, a pesar de su importancia fundamental, esta cuestión casi nunca se planteó seriamente en el tradicionalismo ruso, salvo algunas intuiciones muy vagas de los ensayistas prerrevolucionarios que se ocuparon de los orígenes de los eslavos. La visión tradicional de los orígenes presupone el conocimiento de las leyes cíclicas y sus correspondencias cósmicas. En este caso, el trabajo de Evola nos proporciona mucha información valiosa sobre el tema. El propio Evola estaba bastante interesado en el estudio de las influencias hiperbóreas en Europa Occidental y el Cercano Oriente, aplicando los métodos de Guénon, Bachofen y Wirth para reconstruir la tipología cíclica de civilizaciones desde la Edad de Oro hasta nuestros días (“Revuelta contra el mundo moderno"). En sus obras dedicadas al problema de las "razas espirituales", ha concretado ciertos datos tradicionales sobre los tipos de hombres europeos en sus particularidades físicas, psíquicas y espirituales. En todas partes destacó la centralidad del tipo "hiperbóreo", "nórdico", "apolíneo". Estas investigaciones ayudan a comprender las relaciones que existen entre la dinámica histórica (entendida en la perspectiva tradicional) y el statu quo crítico de nuestra situación moderna. Trazó las líneas principales del itinerario de las corrientes hiperbóreas en correspondencia con las etnias y regiones europeas. Evidentemente, todo esto se aplica sobre todo a la realidad europea occidental o mediterránea. Los espacios étnicos y geográficos del noreste de Eurasia quedan fuera del marco de su investigación. Pero el método y los principios de investigación desarrollados por Evola, así como el ejemplo de su aplicación a la realidad concreta, nos da la oportunidad de hacer un trabajo similar en relación a Rusia y sus vínculos con las tendencias hiperbóreas. Se puede decir que Evola es sumamente importante para Rusia en esta cuestión porque abre vías de investigación de los orígenes primordiales que antes de él eran desconocidos y casi impensables. El otro motivo de gran interés para Evola en Rusia, donde inspira fuertemente los "estudios hiperbóreos" aplicados a Rusia y Eurasia. (Como ejemplo podemos citar a A. Dugin "Continente Rusia", Parma, Ed. Del Veltro, 1991, y del mismo autor "Rusia - Misterio del Eurasia", Madrid, Grupo libro 88, 1992, donde intentamos definir las líneas del estudio "hiperbóreo" de Eurasia).
 6. Imperio euro-soviético de Evola y Jean Thiriart
 La adaptación de las ideas de Evola a Rusia y el descubrimiento a través de su método tradicional de la sacralidad rusa plantea una serie de preguntas interesantes sobre la doctrina de la Tercera Vía en general, tanto a nivel metafísico como a nivel geopolítico y político. Estos dos niveles están en realidad siempre íntimamente ligados y la vida misma de Evola atestigua la absoluta importancia de descubrir esta correspondencia "natural" y sagrada que el mundo moderno siempre tiende a negar u ocultar. No hay nada casual o convencional en el compromiso político de Evola. Sus ideas esotéricas y puntos de vista políticos están en perfecta armonía. Es un extraordinario ejemplo de coherencia y firmeza de espíritu frente al caos moderno que siempre intenta engañar a los hombres en su búsqueda de la verdad. Se puede decir que existe una lógica notable entre el tradicionalismo metafísico de Evola y su defensa de la idea política imperial, antimoderna, "hiperbórea" y europea. Su posición ideológica parte directamente de la identificación de las dos formas de degradación espiritual de Occidente en el capitalismo estadounidense (polo occidental) y en el comunismo soviético (polo oriental). Por tanto, políticamente está contra el mundo burgués y el mundo socialista, geopolíticamente está contra el extremo Occidente (Estados Unidos, Francia, Inglaterra, por tanto, los países atlantistas) y contra el Oriente comunista (el bloque socialista euroasiático). De ello deriva lógicamente una cierta simpatía innegable, aunque vaga, por el fascismo y el nacionalsocialismo a nivel político y por la defensa de la Europa central germánica a nivel geopolítico. En esta visión muy coherente, Rusia (y el mundo eslavo) política, geopolítica e incluso racialmente ocupan la posición del enemigo natural, de ahí esta afirmación extrema de que "los eslavos nunca tuvieron la tradición" ("Heidnischer Imperialismus"). Se puede suponer que esta visión geopolítica tuvo en Evola los cimientos en la geografía sagrada o más bien en una cierta versión de la geografía sagrada propia del occidente imperial, primero helénico, luego romano y finalmente germánico, que vio en los espacios euroasiáticos las tierras de la barbarie, pobladas por "untermenschen” eslavo-tártaros. Esta misma concepción fue adoptada por el catolicismo occidental, especialmente después del cisma. Esta tercera fuerza de Evola (ni occidental, ni oriental, Europa) está íntimamente ligada a los demás aspectos ya mencionados que le impiden integrar plenamente su doctrina en el tradicionalismo ruso-ortodoxo sin matices.
 La valoración del socialismo como algo esencialmente antitradicional va de la mano de la baja estima por la civilización eslava. Estos dos aspectos están intrínsecamente vinculados. Si en el caso de Evola existe una correspondencia directa entre visión metafísica y doctrina política, hubo otros representantes de la misma tendencia política que siguieron la misma línea sin ninguna referencia esotérica, pero en plena conformidad con los principios que ellos mismos ignoraban totalmente. El “terzaforzismo”  geopolítico y político del Tercer Reich (que, por desgracia, no es el de van den Bruck, sino el de Adolf Hitler) y, en menor medida, el Estado fascista italiano que se han fundado en su ideología, en términos generales, sobre la misma base doctrinal. De ahí el ataque a la URSS y la guerra contra las potencias atlantistas: Inglaterra y Estados Unidos. Se puede decir que la misma visión ha sido hasta ahora típica de los círculos europeos de extrema derecha independientemente de que sus representantes lean o no "Orientaciones" o "Los hombres y las ruinas", sin mencionar "Revuelta contra el mundo moderno".
 Es bueno recordar el caso sumamente interesante de la evolución política de la ideología de la " Joven Europa " de Jean Thiriart que perteneció a estos movimientos de tercera fuerza de extrema derecha en el sentido amplio de la posguerra, tratando de aplicar el concepto de patria en la realidad concreta de la Europa democrática y desnazificada. El Thiriart de los años sesenta representó la versión “secularizada” y “racionalizada” de la doctrina de Evola, desprovista de sus aspectos metafísicos, pero manteniendo una coherencia puramente política. El mismo Evola menciona a Thiriart en "Los hombres y las ruinas". Thiriart comenzó con la fórmula restringida "Ni Oeste ni Este - Europa Imperial", así que era la misma fórmula de la visión de Evola, solo que los negativos de esta fórmula ya no son iguales. Reconoció en el sistema socialista soviético mucha más afinidad con sus propios ideales que en el mundo capitalista. Lo mismo encontró en las corrientes de la Revolución Conservadora alemana, en el fascismo de izquierda europeo e italiano, en la República Social y también en el Nacional Bolchevismo Ruso, etc. A partir de esto, proclama el eslogan algo provocador del "Imperio euro-soviético desde Vladovostock a Dublín", afirmando así la compatibilidad política y geopolítica del “terzaforzismo” europeo con el socialismo euroasiático. Estas ideas han influido mucho en el entorno nacional revolucionario en las corrientes políticas europeas. Cabe señalar que todo esto se hizo en el espíritu del pragmatismo político más frío, sin apelar a la Tradición. Pero podemos, al menos teóricamente, encontrar la correspondencia metafísica exacta con la operación geopolítica de Thiriart. Esto significaría la revisión del pensamiento evoliano desde el punto de vista "eurasiática" y desde la perspectiva del tradicionalismo ruso-ortodoxo. Como Thiriart se mantuvo fiel a su primer impulso de compromiso político (era, además, un luchador de las SS) cambiando por completo su visión geopolítica, también se puede permanecer fiel a la profunda esencia metafísica del mensaje de Evola, adaptándolo a algunos de los aspectos de la visión “euroasiática” con todas las implicaciones necesarias. Thiriart y también algunos representantes de la ND europea y de las corrientes NR han optado decididamente por la designación del único enemigo absoluto que es el capitalismo cosmopolita y la dominación geopolítica de Estados Unidos. El campo socialista fue percibido más bien como "el posible aliado". Si esta evaluación política se traslada al más alto nivel espiritual, conducirá a una apreciación sumariamente positiva de la tradición ruso-ortodoxa, al descubrimiento del componente eslavo del conjunto indoeuropeo y también al reconocimiento en el bolchevismo ruso de sus aspectos anti-modernos y de alguna manera tradicionales. En este caso, llegaremos a la fórmula "Oriente contra Occidente", "socialismo y nacionalsocialismo contra el capitalismo", "eurasianistas contra atlantistas", "Rusia junto con la Europa germánica y continental contra los Estados Unidos y los países anglosajones", etc. Al mismo tiempo, se revisan las ideas de Evola, que corresponde exactamente a la lectura "rusa" de sus escritos (más la acentuación de su aspecto revolucionario, de "izquierda"). La Tercera Roma, el Tercer Reich y la Tercera Internacional se mostrarán repentinamente como símbolos íntimamente vinculados, como las tres formas diferentes pero complementarias de la Revuelta contra el mundo moderno, no siempre conscientes de sus trascendentes y, a veces, desviadas y puras implicaciones paródicas.
 Pero quizás en la edad oscura en la que nos encontramos, en este Kali-juga, las realizaciones brillantes y sublimes de las verdades tradicionales no deberían esperarse de la realidad externa. Ciertos aspectos repugnantes de las ideologías contemporáneas y sobre todo su implementación pueden a veces esconder tesoros espirituales como los monstruosos y agresivos "guardianes del umbral" de la tradición tibetana, que custodian el preciado depósito de la Tradición (esta metáfora fue utilizada una vez por Prof. Claudio Mutti sobre el aspecto externo de los regímenes comunistas; hay que precisar que él mismo es un tradicionalista guenoniano y evoliano, un ruso y al mismo tiempo un admirador de las ideas de Jean Thiriart!). Se puede agregar que a pesar de muchas comparaciones en relación al lado esotérico del nacionalsocialismo y de muchas palabras severas al respecto, el mismo Evola aceptó participar en la lucha intelectual precisamente en este campo ideológico, tratando de "corregir los nombres" (según la expresión esotérico de la tradición china) y abrir las perspectivas del tradicionalismo auténtico, no desde el exterior, sino desde el interior del movimiento que representó, aunque sea aproximadamente, la Revuelta por lo Absoluto. Así, los "guardianes del umbral" del neoespiritualismo ariosofista no impidieron que Evola se entrometiera activamente en el combate espiritual junto a los nacionalsocialistas. Hay que reconocer que el propio Evola no llevó a cabo una evolución similar a la de Thiriart. Sin embargo, el hecho es que su último libro doctrinal es "Cabalgar el trigre" y no "Orientaciones". El Imperio euro-soviético desde Vladivostock a Dublín, el campo de la paradójica revuelta de los "roji-pardos" euroasiáticos en busca del Regnum, se opone totalmente a la modernidad, a esta modernidad que escatológicamente se concreta en la "dominación absoluta del capital" y en el " Mentalidad semítico-mercantil ", en el advenimiento final del tipo social que no pertenece ni a la tercera ni a la cuarta casta tradicional indoeuropea - todo esto se puede deducir de la lectura" rusa "de Evola, de la lectura" revolucionaria "de Evola que se desmorona impotente en el tradicionalismo escolástico, académico, y que anima y reaviva su espíritu que, además, no está muerto.
 7. Conclusión
 Julius Evola fue un hombre brillante. Más aún, fue el hombre arquetípico que vivió el destino de la Tradición en su destino personal en medio de la oscuridad escatológica. Su legado es más que precioso. Sus errores tan llenos de significado como sus auténticas revelaciones. Testificó la calidad de la realidad actual, mostró heroicamente la orientación que lleva más allá. Su mensaje es necesario para Europa. También es necesario para Rusia que atraviesa un momento histórico crucial en el que la cuestión de su identidad tradicional y sagrada surge en cada alma rusa. Gracias a la luz de sus ideas, aunque no estemos de acuerdo con todas ellas, podemos restaurar nuestra tradición metafísica, encontrar las claves olvidadas o perdidas. Esto explica la popularidad de Evola en la Rusia actual. Esto también explica el motivo de la apasionada polémica que provocan las traducciones de sus libros y artículos. El encuentro de Rusia con Evola no es una cuestión de erudición, de un extremismo político marginal o un asunto de "espiritualistas". Los aspectos que toca Evola son realidades vivas, las fuerzas sagradas que despiertan en anticipación a la "Acción Trascendente" de la que habla proféticamente Evola en sus primeros libros. Evola es el último héroe de Occidente. Pero sabemos que desde un punto de vista escatológico "el último es siempre el primero". Entonces, el mensaje de Evola concluye un ciclo determinado, pero abre el otro: esperamos que este sea el ciclo de la Revuelta Absoluta contra el mundo moderno.
 Notas del Traductor:
 1. Samizdat fue el sistema en la ex URSS a través del cual los libros oficialmente "inadmisibles" se abrieron camino en el país; generalmente eran copias de copias y no estaban bien producidas, pero tendían a entender su punto a través de ellos.
2. Escuela de pensamiento religiosa/filosófica fundada por la ocultista rusa Helena Blavatsky.
3. Un concepto teosófico relacionado con todos los fenómenos mentales; C.G. Jung también lo discutió ocasionalmente.
4. Para los que no están familiarizados con la obra de Kafka, esta es una referencia a su libro titulado "El castillo", que trata sobre un hombre que toma lo que debería ser un trabajo relativamente simple en un lugar distante inspeccionando la tierra de un noble local, pero que es incapaz de comenzar, y mucho menos completar, su trabajo debido a la oposición de la burocracia de su propio empleador (a quien nunca conoce en persona y solo a través de un representante o el representante de un representante) y que se siente aún más frustrado por el hecho de que el enorme y opresivo castillo del Conde siempre es visible desde cualquier parte de la ciudad, pero que nunca podrá ir allí para comenzar su tarea. Obviamente esta es una acusación metafórica contra el sistema judeocristiano general y cómo se relaciona con la aparente salvación inalcanzable. De manera similar, la palabra güelfo se refiere a una coalición alemana/italiana de la Edad Media que apoyó a la casa real de Guelph contra la dinastía imperial alemana gibelina que era hostil al Papa y al catolicismo.
5. Los starets eran consejeros espirituales, pero no sacerdotes: Rasputin podía ser considerado uno de estos.
6. Los montanistas fueron los antiguos precursores de las contemporáneas sectas pentecostales, es decir, los que creen en la revelación divina personal y el hablar en lenguas.
7. Joaquín de Fiori fue el abad de Corazzo, autor de un ensayo profético sobre la "edad de la razón" alrededor del año 1200 en el que escribió "en el nuevo día, el hombre no tendría que depender de la fe, porque todo estaría fundado en el conocimiento y la razón".
8. Ernst Nikisch, un nacionalista alemán de la misma época
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La ciudad de las columnas. La ciudad de las soperas. La ciudad de los búcaros. La ciudad de los vasos. La ciudad de los cisnes. La ciudad de los portarretratos. La ciudad de lo “cincuentón-cincuentón”. La explosión de una catedral. La explosión de Cuba.
Una explosión en cámara lenta, “esparciéndose en el aire –demorándose un poco en perder la alineación, en flotar o para caer mejor– antes de arrojar toneladas de…” vasos, muñequitas de biscuit, cubiertos de plata, joyas de fantasía, “sobre gentes despavoridas” que entran en el reino perdido de Belkis Cinco Pesos.
Este es el aspecto final que ofrece la obra iconoclasta del Grupo de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio. Este el hueco que deja la madre de todas las bombas. Esta, la desintegración alfa de la República y la creación ex nihilo del castrino. Aquí la caída y metamorfosis de Carpentier en Lezama, de Lezama en Kunstkammer, en ubertrocadero, en gabinete de curiosidades, en quincallera, en museo de artes postdecorativas, en merolico rococó, en termodinámica del fidelismo koonsiano.
Si Fidel Castro fue el gorila en la cristalería, entonces el palacio de Belkis es el espacio del absoluto y definitivo “no-ser-Fidel”, aunque la dueña del local lo ignore. La artista anteriormente conocida como Belkis Cinco Pesos, se vuelve, nonchalantly, hacia el cliente que apunta a una mesita de caoba, y suelta un estimado muy superior a la cifra o dígito que le diera inmerecida fama: “De cien a ciento cincuenta, cariño”. El incrédulo, con el índice aún en el aire, no sale de su estupefacción: “¿Moneda nacional?” Y la Damita de la Cacharrera: “En fulas, amigo. ¡En CUC!”.
Dicen que, en los primeros tiempos, al preguntársele sobre el estilo de sus preciosos tarecos, la bella cuentapropista solía salir del aprieto con una frase que se ha vuelto leyenda: “¿Eso? ¡Cincuentón-cincuentón!”, intuyendo, con infalible olfato de revendedora, que lo cincuentón era el estado límite de la materia, el momento en que, por así decirlo, la llanta quemó el asfalto, en que el torero de caolín se hizo añicos en el terrazo.
¿Y acaso no es Lezama también lo cincuentón-cincuentón? Esas meriendas de Joseíto, servidas en aquellos natilleros Spode; los cafés con leche en desahuciadas demitasses que Belkis almacena y apila; esos pozuelos Limoges que Lady B. amontona y cataloga; estas cucharillas que ella acorrala y codicia lezamianamente, ¿no son el mismo Paradiso? ¿Y no es este el laboratorio de una era imaginaria ahuecada por la gran explosión de los 50, vaciada, evacuada, institucionalizada y forzada a la instantánea teleología?  ¿No es el espectro de Walterio Benjamin lo que vemos pasar por los espejos Revilla de Camargo?
Hay que venir a Cuba para verlo: nuestras viejas visiones, tan mohosas y polvorientas como los objetos a remate. Hay que embarrarse, hay que quemarse en lo vintage, pienso yo, mientras deambulo entre las columnas de lo incunable y lo maravillosamente zafio. El Big Bang, o la explosión barroca, nos lanzó a los cuatro vientos; pero en el palacio de la Cinco Pesos alucinamos con el Big Crunch, el tiempo que se muerde la cola y se recoge sobre sí mismo.
Cómo estas “cosas-de-antes”, tan frágiles e inanes, cómo esta ménagerie contrarrevolucionaria logró salvar la distancia material e ideológica que media entre el pasado crónico y el desconchinflamiento presente, es el tremendo misterio que nos propone la instalación de Belkis. Ninguna exposición en La Habana, ninguna propuesta artística tiene el interés sociológico y estético de una mansión anónima convertida en espacio aglutinador.
El otro, el de Sandra Ceballos, está a pocas cuadras de la galería de Belkis, pero allí solo vemos la matraquilla del Período Especial, reciclada y vuelta a recircular. Un show de Ángel Delgado, con la mosqueada instantánea del artista haciendo la gracia sobre un periódico Granma. Su gesto iconoclasta, enmarcado y museable, y el papel con que se limpió, y el pliego con el black hole donde cayó el mensaje, delimitan aún otra época imaginaria. Memorias del “hombre que se cagó en la noticia”, como ha dicho Héctor Antón, el único crítico de arte que vale la pena leerse hoy en La Habana.
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  El espacio aglutinador de Belkis Cinco Pesos La ciudad de las columnas. La ciudad de las soperas. La ciudad de los búcaros. La ciudad de los vasos.
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spainhistoryteacher · 5 years
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Caricaturistas de la Revolución Francesa
Si en algún momento de la historia pudo expresarse la humanidad satánica. fue en las imágenes caricaturescas que produjo, en uno y otro bando, la Revolución Francesa. Un pintor como David, autor de las obras más destacadas en la representación de la nobleza heroica y sublime, también hizo caricaturas. Por ninguna parte encontramos en estas imágenes algo noble o heroico, todo lo contrario: destacan por su violencia y sordidez, son insulto y desprecio. Los recursos escatológicos que emplea eran habituales en este género de caricaturas, como lo es también convertir a los gobiernos o a los personajes representativos en figuras infernales o completamente deformes, cuando no bestiales, y muchas veces todo eso simultáneamente.
El enemigo está equivocado porque es malo. La naturaleza del enemigo es diabólica o maligna, el suyo es un error sustancial, que no puede evitar. Precisamente porque su naturaleza es maligna, es el enemigo, Consecuentemente, no hay piedad ni cuartel, debe ser eliminado, destruido, burlado, aniquilado. Si algo llama la atención en las caricaturas revolucionarias y contrarrevolucionarias es su radical contundencia: no parece existir duda alguna, en cada bando, sobre cuál es la verdad y de qué parte está el bien.
Las estampas se pueblan de demonios y frailes, de muñecos esperpénticos, de figuras distorsionadas, monstruosas y fantásticas, muchas veces de fisonomía animal. La Revolución ha subvertido en estas imágenes el orden de la naturaleza no menos que el antiguo orden social. Los artistas, anónimos o no, acuden a los tópicos. Gargantúa y Gulliver son dos figuras recurrentes: ambas permiten poner de manifiesto el exceso que es propio de esta historia política convertida en historia natural.
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slowlysuperwolf · 6 years
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Cristina Ramos de Petit
MALMAISON: EL HOGAR DE LOS BONAPARTE
Josefina logró hacer de la Malmaison el centro de la vida familiar y, durante la etapa previa al imperio napoleónico, también el de la escena política. María Pilar Queralt del Hierro 23/08/2017 Malmaison Hogar Bonaparte La Malmaison. Foto: Wikimedia Commons / Frank Schulenburg.
Cuando, en 1798, Napoleón Bonaparte regresó de su victoriosa campaña en Egipto, hubo de enfrentarse a un inesperado sobresalto financiero. Su esposa, Josefina Beauharnais, no solo había gastado 325.000 francos en la compra de una mansión prácticamente inhabitable, sino que precisaba de una suma tres veces mayor para acondicionar el edificio y reconvertir el extenso parque en torno a él en un espléndido jardín.
La finca se conocía como la Malmaison, tenía cerca de sesenta hectáreas, estaba rodeada de bosques y se ubicaba a pocos kilómetros de París. Había heredado su nombre de la villa de Rueil-Malmaison, a cuya circunscripción pertenecía, antigua guarida de piratas normandos y uno de los lugares en los que, durante la revolución, la etapa conocida como el Terror se había mostrado en toda su crueldad.
Pero, pese al enojo de Napoleón ante la compra, Josefina consiguió que olvidara sus reticencias y acabara por compartir su sueño. De la misma forma en que la futura emperatriz se había reinventado a sí misma, supo hacer de su carísimo capricho la residencia preferida de los Bonaparte y, con el tiempo, el buque insignia del bonapartismo.
La mujer reinventada
La criolla María Josefina Rosa Tascher de la Pagerie había nacido en la isla de la Martinica el 23 de junio de 1763. Allí residió hasta 1779, cuando, para mejorar la economía familiar, se concertó su boda con el vizconde francés Alejandro de Beauharnais.
Quince años más tarde, la vida de Josefina da un vuelco. Su esposo, con quien ha tenido dos hijos, Eugène y Hortense, es guillotinado. La joven viuda busca una salida frecuentando los medios revolucionarios, donde conoce a grandes figuras políticas del momento, como el vizconde de Barras o Jean-Lambert Tallien, que acabó convirtiéndose en su amante.
Josefina de Beauharnais como emperatriz.
Por entonces era una mujer atractiva y elegante, dotada de un gran poder de seducción, cuyo único defecto físico residía en la dentadura, muy estropeada por su afición a mascar caña de azúcar. Era, además, inteligente, y, tras recuperarse de su estancia en prisión bajo la acusación infundada de haber tomado parte en conspiraciones contrarrevolucionarias, decidió que había llegado su momento.
Gracias a su amistad con Teresa Cabarrús conoció a un joven general corso, seis años más joven que ella, llamado Napoleón Bonaparte.
Reina absoluta en los salones de la nueva sociedad nacida tras la ejecución de Robespierre, el líder del Terror, mantuvo relaciones sentimentales con importantes personalidades, como el mencionado Barras o el general Lazare Hoche. Pero fue en 1795, gracias a su amistad con la española Teresa Cabarrús, con quien había coincidido en prisión y compartido el amor de Barras y otros hombres influyentes del gobierno, cuando su vida cambió definitivamente.
Conoció en su salón a quien poco tiempo después pondría fin a aquel gobierno, un joven general corso, seis años más joven que ella, llamado Napoleón Bonaparte. El entonces prometedor militar no tardó en caer rendido a sus encantos. Contrajeron matrimonio un año más tarde, y, dos días después, Napoleón partió para liderar el ejército francés en Italia.
Cuando Josefina visitó la Malmaison, estando ya Bonaparte en su victoriosa campaña egipcia, se encaprichó del lugar. La finca había pertenecido del siglo XIV a 1763 a los Goudet, una familia vinculada al Ejército, y pasó por un breve tiempo a ser posesión de una sociedad de banqueros.
Luego, en 1771, cuando las dificultades financieras acuciaron a sus propietarios, la mansión y los terrenos adyacentes fueron a parar a manos de un adinerado hombre de negocios llamado Jacques-Jean Le Couteulx du Molay, cuya esposa abrió en sus estancias un salón literario.
Fueron los Couteulx du Molay quienes, en abril de 1799, la vendieron a Josefina. Comenzaba una nueva época para la Malmaison. Tras las costosas obras de puesta a punto, entre 1800 y 1804, sus estancias fueron testigo de muchos de los más importantes acontecimientos de la Francia bonapartista.
Gracias a la iniciativa de Josefina, con la colaboración de los arquitectos e interioristas Charles Percier y Pierre François Leonard Fontaine, aquel pequeño castillo sin pretensiones se convirtió en un verdadero hogar donde Napoleón encontró el cobijo que necesitaba entre campaña y campaña.
La obra de los arquitectos e interioristas Percier y Fontaine convirtió el castillo de Malmaison en un edificio arquetípico del Neoclasicismo.
Por otra parte, el lujo y la exquisitez de la remodelación sirvieron para que quienes lo frecuentaban intuyeran las ambiciones del Primer Cónsul, ya que la residencia acabó por tener auténticos visos palaciegos.
La obra de Percier y Fontaine convirtió el castillo de Malmaison en un edificio arquetípico del Neoclasicismo. Los dos habían residido en Roma, y de su período italiano heredaron el gusto por las formas clásicas, los estucos y las pinturas murales, inspiradas en su mayoría en las de Pompeya y Herculano, cuyas ruinas se habían descubierto a mediados del siglo XVIII.
Mientras Percier era el responsable de dibujar las formas y diseñar la decoración, Fontaine tenía a su cargo la ejecución de los trabajos. Ambos fueron los artífices del gran vestíbulo de entrada que, a modo del atrium de una villa romana, daba paso al comedor, la biblioteca, las salas de audiencia y los salones de música y billar.
En el primer piso se encontraban los apartamentos privados de Napoleón y Josefina, los de los hijos de esta y unas habitaciones reservadas a madame Letizia, la matriarca del clan Bonaparte, así como la sala del Consejo.
Una hermosa galería acristalada en forma de tienda de campaña permitía a Josefina cuidar de sus plantas y exponer su colección de antigüedades, una de sus pasiones, que Napoleón había agrandado a su regreso de Egipto.
Finalmente, en los últimos años del Consulado, dado el elevado número de invitados –amigos, colaboradores y familiares– que frecuentaban la Malmaison, se habilitaron nuevas estancias y se construyó en el jardín un pequeño teatro con cabida para 250 espectadores.
El mobiliario también corrió a cargo de Percier y Fontaine. Utilizaron maderas nobles y siguieron líneas rectas, con el único adorno de pequeñas aplicaciones de distintos materiales.
La impronta de Napoleón se hizo evidente en el conjunto en una cierta sobriedad, muy bien reflejada en las telas que cubrían las paredes, prácticamente sin artificio y muy lejos de las ostentosas sedas brocadas o estampadas del palacio de Versalles o el castillo de Fontainebleau. Otro tanto sucedía con las cortinas, que vieron cambiar la blonda y el terciopelo por la muselina.
Pasión naturalista
Posiblemente fue la exuberancia tropical de su lugar de origen lo que llevó a Josefina a sentir una auténtica pasión por la naturaleza. Decidida a convertir el amplio parque de la Malmaison en “el más bello y curioso jardín de Europa”, según escribió en una de sus cartas a Napoleón, en 1800 mandó construir una orangerie lo suficientemente cálida para albergar plantas exóticas y, en 1805, un invernadero en el que funcionaban sin interrupción una docena de estufas de carbón.
La fama de su excelente colección de rosales traspasó fronteras y sirvió para consagrar artistas.
En un singular afán por la botánica, importó dos centenares de plantas desconocidas hasta entonces en Francia. Gracias a ella florecieron por primera vez en tierras galas magnolios púrpura, hibiscos, camelias y dalias.
La fama de su excelente colección de rosales traspasó fronteras y sirvió para consagrar artistas. Sus más de doscientas cincuenta variedades de rosas fueron cuidadosamente pintadas por Pierre-Joseph Redouté, quien, en 1805, recibió el nombramiento de “pintor de rosas de la Emperatriz”.
No fueron solamente las plantas. Josefina se interesó también por conseguir la aclimatación de algunas especies de animales exóticos en el extenso parque de la Malmaison. Logró que nadaran en sus lagos los cisnes negros de Australia y que, conocedores de su interés, le enviaran desde los rincones más recónditos del planeta ejemplares de avestruz, emú, canguro, orangután o cebra, que corrían libremente por una zona acotada.
No obstante, puesto que precisaban cuidados específicos, se acabó por trasladarlos al Museo de Historia Natural de París, mientras que la emperatriz se volcó en su colección botánica. Fue una labor más propia de un naturalista que de la mujer frívola que se suponía que era Josefina Beauharnais. Una labor callada y continuada que, tras su muerte, nadie prosiguió.
Retiro obligado
La Malmaison era el lugar donde el Primer Cónsul podía atender sus obligaciones políticas y militares y disfrutar a la vez de la compañía de sus amigos y familiares. Las memorias del escritor y político Benjamin Constant han dejado testimonio de las grandes fiestas que se celebraron allí.
En ellas, Josefina y otras damas de la alta sociedad del Consulado, como madame Recamier o las esposas de generales napoleónicos como Lannes o Savary, se divertían, mientras sus maridos atendían cuestiones de Estado. Fue en la sala del Consejo de la Malmaison, sin ir más lejos, donde se redactó el Código Civil, cuya versión reformada sigue vigente.
Bonaparte se acostumbró a trabajar en su jardín: “Cuando estoy en contacto con la naturaleza, mis ideas cobran vida y vuelan más alto. No concibo cómo hay hombres que puedan realizar un trabajo provechoso junto a una estufa y sin contemplar el cielo”, escribió a Josefina.
Tras su divorcio con Napoleón, Josefina emprendió unas reformas en Malmaison que reflejaban su melancólico estado de ánimo.
El Consulado fue el período de oro de la Malmaison. Luego, tras la proclamación de Napoleón y Josefina como emperadores de Francia, la mansión que había sido el auténtico hogar de los Bonaparte pareció impropia de su elevada condición, y se vio sustituida por el castillo de Saint-Cloud y el palacio de las Tullerías.
No obstante, la Malmaison seguía siendo el reino de Josefina. Al menos, el lugar donde retirarse para olvidar por unas horas su sometimiento al protocolo y la etiqueta. Posiblemente por ello, cuando, en enero de 1810, la evidencia de que no podía dar al emperador el ansiado heredero forzó su divorcio, quiso habitar en su querida mansión, que pasó a su propiedad, junto con una renta anual de cinco millones de francos.
Un año después, cuando Napoleón ya se había casado con María Luisa de Austria y de la unión había nacido Napoleón II el Aguilucho, la exemperatriz decidió hacer nuevas reformas en el lugar donde habían transcurrido las horas más felices de su matrimonio.
El encargado de ejecutarlas sería Louis-Martin Berthault. Fue el responsable de construir en el parque una fuente de trazas grutescas, un templete dedicado al Amor y, algo aún más significativo, un túmulo a la Melancolía. Unas obras que dicen mucho del estado de ánimo de quien las solicitó.
Asimismo, el salón se decoró con unas pinturas que reflejaban los trágicos amores de Dafnis y Cloe, y se remodelaron por completo las habitaciones de la propietaria. Desde ese momento, Josefina pasó su tiempo dedicada a sus rosales y a sus plantas exóticas. Nunca dejó de tener relación con Napoleón, con quien se comunicaba de forma epistolar.
Finalmente, el 29 de mayo de 1814, cuando solo contaba 51 años, falleció en su estimada mansión a consecuencia de una neumonía. Napoleón recibió la noticia durante su destierro en la isla de Elba. Regresó en dos ocasiones más a la Malmaison: tras escapar de aquella isla y tras el desastre de Waterloo.
La casa sin los Bonaparte
Aun sin sus inspiradores, la vida de la finca continuó. Si había sido refugio de una emperatriz sin corona, en 1842 se convirtió en retiro de una reina sin trono. Cuando el alzamiento del general Espartero obligó a María Cristina de Borbón, reina gobernadora de España, a dejar la regencia, la viuda de Fernando VII compró la residencia para habitar en ella junto a su segundo esposo, el duque de Riansares, y los hijos habidos de la relación.
María Cristina Borbón Malmaison Hogar Bonaparte
Sin embargo, en 1861 la vendió a Napoleón III. Luis Napoleón (Napoleón III) era hijo de Hortènse de Beauharnais y, por tanto, nieto de Josefina. En su juventud, su madre había escrito que la Malmaison era “un lugar delicioso”, pero, sobre todo, seguía siendo un símbolo evocador del Gran Corso.
En la tarea de revitalizar los días gloriosos del Imperio y legitimarse como heredero del linaje Bonaparte, Napoleón III no podía dejarlo de lado. Se encontró, sin embargo, con una residencia casi vacía, que rápidamente procuró reconstruir mediante los recuerdos de su madre y algunos documentos originales. Recurrió a los almacenes reales para rescatar piezas del mobiliario, recuperó objetos, cartas, papeles, porcelanas y pinturas de Santa Elena, Saint-Cloud y las Tullerías, y convirtió la Malmaison en un auténtico santuario a la memoria de su héroe.
Napoleón III recuperó objetos, porcelanas y pinturas de otras residencias y convirtió la Malmaison en un auténtico santuario a la memoria de su héroe.
En 1877, pocos años después de la desaparición del Segundo Imperio, el Estado francés convirtió el castillo en cuartel, para luego venderlo a una sociedad de inversiones británica. Esta parceló el parque (que de las 726 hectáreas alcanzadas quedó reducido paulatinamente a las poco más de seis actuales) y dejó languidecer el edificio.
Hasta que, en 1896, un curioso personaje llamado Daniel Iffla lo compró. Iffla, más conocido en los ambientes financieros de París por el sobrenombre de Osiris, había hecho una gran fortuna en la banca (a lo que no había sido ajena su participación en las sociedades que impulsaron el ferrocarril en España).
Filántropo y mecenas, era un apasionado defensor de la figura de Bonaparte, y había conseguido hacerse con una buena colección de objetos del emperador. Convencido de que el destino de la Malmaison acabaría siendo el derribo, dado su precario estado, la compró, la hizo restaurar y la ofreció al Estado en 1903, con la condición de que sirviera de sede de un museo napoleónico.
El museo no se abrió hasta 1924, pero, tres años después, la mayor parte de su contenido se trasladó al castillo de Compiègne. Aquí, en 1953, se inauguró un museo sobre el Segundo Imperio, mientras que los objetos más relacionados con Napoleón I se destinaron al castillo de Fontainebleau, donde en 1986 se dio inicio a una exposición permanente en su memoria.
Aun así, la Malmaison continúa siendo el testimonio vivo del bonapartismo, principalmente gracias a que un día una mujer soñó con convertir una decadente mansión en el cálido hogar del Gran Corso. ¿Conoces el hogar de Napoleón Bonaparte y Josefina? Cristina Ramos de Petit MALMAISON: EL HOGAR DE LOS BONAPARTE Josefina logró hacer de la Malmaison el centro de la vida familiar y, durante la etapa previa al imperio napoleónico, también el de la escena política.
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latikobe · 6 years
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La desperdiciada impronta china en Caibarién
CAIBARIÉN.- Aunque no constituyeron mayoría entre los inmigrantes desde mediados del XIX, los chinos aparecieron en casi cada rinconcito de Cuba exhibiendo sus típicos frenesíes comerciales.
En Las Villas, entonces provincia central, se establecieron los que, en La Habana saturada de negocios, no hallaron rescoldo promisorio que avivar.
Atraídos por las bonanzas de una isla que crecía agigantadamente con capitales mixtos —cuyas fuerzas laborales no sobraban ni resultaban, como ahora, mal remuneradas—, comenzaron a pulular sin aspavientos.
Hasta Caibarién —puerto en pleno apogeo desarrollista— llegó la familia Lou Su Ting, de Cantón (hoy Guangzhou), en la meridional costa China, tratando de importar directamente provisiones de aquellas lejanías.
A principios del XX ya existían sólidas colectividades —sin registro oficial en la Villa Blanca—, como la Colonia Internacional Min Chi Tang.
El 8 de enero de 1902 se produjo la “legalización de una casa —de madera y tejas— en la calle de Patria #247, por el Sr. E. Achón, natural de la China Imperial, y zapatero de oficio” según Folio 185, Tomo XIII, del Ayuntamiento.
Allí descansaría, a partir 1903, “La Asociación China de Caibarién” reunida en Junta General que abarcaría centenares.
Esa sociedad quedó plasmada de acuerdo con lo dispuesto en la Ley de Asociaciones, hoy extinta, como aquellos miembros y la casa misma.
La agrupación étnica virtualmente “ocupa” todavía aquel inmueble —roto y vacío—, que según copia notarial, “fue construido por el maestro-carpintero Manuel del Toro, quien lo concluyó en septiembre”, aunque la ficha date de 1890.
Hasta la fecha, ni la Embajada habanera, ni el CCPCCh —copropietarios—, han dispuesto un yuan para ayudarles.
Presencia en las tradiciones populares                        
Las famosas parrandas de la región se enriquecieron cuando los inventores de la pólvora introdujeron sus alegres explosivos. No solo por el ruido y deslumbramiento que producían, sino por los dineros que hicieron falta en lo adelante para ganar las competencias inter-barriales.
Según crónicas de 1892, (“Gacetillas”, “El Criterio Popular”, del archivo remediano), consta que Chau Gomá, —exfarolero cameral del Imperio—, construyó “aditamentos exclusivos” para el desfile triunfal del barrio “La Marina”.
El mástil del farol asiático —diferente del tradicional— en forma de L invertida, mejoraba la manejabilidad y podían añadírsele velas, banderillas y borlas.
Apenas quedan vestigios de aquellos precursores, pero los recuerdos perviven en el apego del pueblo.
En la parranda del 2009, por ejemplo, el barrio “La Loma” exhibió una carroza inspirada en una leyenda titulada “Chang-Ge, la diosa de la luna”. A lo largo del siglo anterior, devinieron exóticos temas de obligada recurrencia.
Algún 10 de octubre de la era republicana, por otro aniversario del inicio de nuestras guerras de independencia, fue mostrada la entonces iniciática “Comparsa del Dragón”, de sutiles imprecaciones esotéricas.
El asentamiento de La Sociedad se hacía llamar: “La Casa de La Patrona de Cuba”, más por ventajas políticas que por afinidad patriótica. Y era coronada por una hibridación clara y achinada de la popular virgen mambisa.
Otros aportes
El Kung Fu, Tai Chi —Chuan y Kun—, se asimilaron bien y extendieron sus experiencias a la acupuntura y la fisioterapia.
Se celebraban festividades como la llegada del año nuevo lunar —a finales de enero, principios de febrero—, resguardando la autoctonía.
Los nacidos aprendieron poco o nada del idioma original, consecuencia de discordancias lingüísticas (dialectales) con parientes naturalizados.
Los conocimientos se limitaron a ciertas expresiones, saludos y voces asociadas a la gastronomía: nombres de comidas o recetas de cocina; y no hubo aportes notables al castellano, excepto en locuciones que los estigmatizaban cuales objetos de mofa.
Difiriendo de la africanidad, no primó un sincretismo afín, aún cuando tal Asociación llevó el nombre de la Caridad del Cobre —estratagema para el visto-bueno— y gran parte asumiera la religión católica, pues las creencias enraizaban en el culto a sus antepasados.
Tampoco contribuyeron a la música del patio.
En cambio, la práctica de las artes marciales atrajo no solo a oriundos —reclutada asimismo por el DSE como arma de combate contra “el enemigo”—, sino a muchos que continuaron con más o menos estabilidad en el espacio de la Asociación, de forma voluntaria —y supervisada—  por “profesores-herederos”.
El comercio en las ciudades
Aunque los españoles se adueñaron del amurallado cambalache insular, los asiáticos se colaron maravillosamente por un resquicio para hacerles competencia.
Las bodegas “La Trocha” (Antonio Chong) y “La Paloma” (Joaquín Wong); los bares “La Chinita”, “El Madrugón” (Francisco Ley Chang); “La Estrella de Oriente”, así como la popular “Tienda de Canuto”, fueron plazas abiertas por cantoneses en Caibarién.
En Remedios reinó “La Joven China”, complejo de fonda-cafetería-bar céntrico y varios establecimientos muy rentables.
Aparte de lavanderías baratas, no pueden olvidarse los vendedores ambulantes y hojalateros, carretilleros repletos de frutas y vegetales a precios también asequibles.
Gran Tienda para atraer “marchantes”
El mayor establecimiento chino de la provincia fue “La Japonesa” (1900), suerte de nombre transnacional que acercaba al Parque “La Libertad” su espectacular fachada, copropiedad de Gladys Lou Chang hasta 1968 —fecha de la intervención “contrarrevolucionaria”—, quien heredó de sus fundadores: José Lou Su Ting y Rogata Chang, arribados en 1872 con 15 y 13 años respectivamente en la barriga de un buque.
Con 3 pisos que incluían ferretería, sedería y calzados, materiales para imprenta, objetos de decoración, porcelanas, sedas, confecciones y bisutería, daba cobijo también a toda la estirpe.
Hacia 1917, tras el conflicto del gobernante chino Yuan Shikai con el Marqués japonés Ōkuma Shigenobu, el nombre cambió al de “Casa Lou”, pero para la gente siguió siendo “La Japonesa”, aún cuando —obviando tardos compromisos— el nuevo régimen atarantado se desentendió de preservarla en calidad de patrimonio.
Entre los muchos establecimientos prósperos del pueblo, quizá fuera el más pintoresco; desigual a los pequeños negocios que constituían empresas familiares; tiendas judío-polacas abarrotadas y toscas bodegas gallegas, pero nunca fue un simple bazar de antigüedades.
Además de ropa y sombrerería, se vendían artículos para cumpleaños, juguetes, efectos eléctricos, aparatos musicales y materiales para confecciones especiales como el memorable papel crepé, cohetes y triquitraques, inciensos y objetos procedentes de disímiles culturas planetarias.
Se incluían —por supuesto— obras de arte manufacturadas en Japón; finos jarrones, pinturas duraderas, y miniaturas de papel.
El ambiente era estrictamente asiático y los empleados todos de la misma raza.
Entrar a La Japonesa era como atravesar una frontera, traspirar perfumes “Maderas de Oriente”, opiáceos, curtidos olorosos y libros —traducidos y recién impresos— de fábula y misterio.
Del techo colgaban guitarras y violines auténticos, lugar donde adquirir uñas de carey, tijas y accesorios instrumentales; adornos femeniles y abanicos de sándalo.
Las dependientas: muy refinadas. En la quincallería: el viejo investido de japonés siempre servicial y serio.
Hoy contemplamos las ruinas insultantes que nos remontan a ese pasado en que se acudía a por un avioncito impulsado por ligas, un yoyo o cuerdas para papalotes y formadores instrumentos musicales, cuando se podían imaginar vocaciones futuras gracias a aquellos tenderos únicos.
“La Japonesa” fue un lugar atractivo en su abigarramiento, y nos regaló tempranos atisbos del que sería el próximo amo voraz e industrial del mundo: El lejano —luego cercano— imperialismo chino (que no japonés).
La desperdiciada impronta china en Caibarién
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