Cuando sentimos que estamos marchitando, pensémoslo como aquel árbol en Otoño; no significa que va a decaer por siempre, significa que está cumpliendo su ciclo, y que cuando llegue la esperada primavera tendrá las más hermosas hojas que adornen sus ramas, que adornen las calles.
a(mar)
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Is done, finished and ready. This is for our art/write-trade.
My part for @autobots-and-their-crazy-kids
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“Después de todo la muerte es síntoma de que hubo vida”. 🍂❤️ . . . #diademuertosmx #diademuertosmakeup #catrina #lacatrina #catrinamakeup #artwalk #mexicana #latina #latinamodel #culturamexicana #cultura #dayofthedead #sugarskullmakeup #mexishoots #vivemexico #artcollective #cdmx #makeup #otoño2021 #sheincares #like4likes #photooftheday #mexicanartist #bailarina #life #photo (en Mexico City, Mexico) https://www.instagram.com/p/CUU6WhTsMoO/?utm_medium=tumblr
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Hoy es noche de Luna llena 🌕 en el signo Aries ♈️ es la luna del cazador 🐇🦌 🏹
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Mi compañía era aquel muchacho rubio con cara de bebé regañado y feo que estaba igual de recargado que yo con la espalda en una pared de ladrillos pintada de azul claro. Pero yo estaba en una silla de metal con base de piel negra que me elevaba como unos tres metros y desde ahí podía ver los árboles castigados por el otoño. Era una tarde de flojera y seguíamos atrás de esa casa mirando a los demás jóvenes pasar en ese parque o escuela.
De pronto vino hacia nosotros una chica muy desalineada con ropa que le quedaba muy floja, casi escurriéndosele del cuerpo.
—¿A dónde vas tan prieta? ¿Qué te hiciste en la cara?
Le dijo una voz, quizá era mi compañía. Noté que ella era de tez blanca pero estaba cubierta completamente su rapada cabeza y rostro con oscuro lodo. Nos ignoró y se desvió hacia un lado de la casa para desparecerse mientras —apurada— veía el suelo sin necesidad de esconder un rostro que olía a lágrimas.
A mí me preocupaba bajarme de esa maldita silla, sentía que estaba peligrosamente elevado. Miré a mi compañero con su rostro desconsolado por sus pensamientos y podía ver su camiseta blanca con franjas negras que se le abría por el pecho.
—Oye échame una mano, ¿no? —le dije. Pero era inútil porque yo estaba como unos tres metros por encima del suelo. Al tratar de bajarme, la altura se comprimió y sentí que bajaba no dos metros sino la mitad de uno. Y ya casi abajo, solamente tenía una mano —como simio— sujetada del asiento para descolgarme y aterrizar sin ningún afán sobre el suelo.
(Sueños 12 de noviembre 2021)
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Otoño. Estoy mudando de piel como los árboles.
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