Tumgik
#pero he's alive fjdskldsds
xuperbia · 3 years
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nombre:  kalet
edad:  aparenta  27  años  /  cientos  de  años
nacimiento  /  signo:  desconocido
ocupación:  guardián  elemental  de  sídhe  /  líder  de  akuma
raza:  humano  /  demonio
faceclaim:  zhongli
❛      ⤫      HISTORIA 。
i.- Inicio
En el remoto Reino de Sídhe, donde las grandes montañas se crecen hasta el cielo mismo y las nubes acarician los picos de estas, fue donde comenzó todo. Desde la concepción de Kalet hasta la fecha de su nacimiento fue una serie de sucesos curiosos y extraños. Nacido desde las entrañas de una poderosa shaman, que conforme la gestación se daba proceso, le trajo granes problemas de salud gracias a la energía que la pequeña criatura consumía de ella. Su madre conforme los meses pasaban comenzó a sentir algo diferente en el vientre, un tipo de maná que no había sentido antes y gracias a su increíble poder como vidente, es que se dio cuenta que lo que crecía en su interior, no era nada bueno. La mujer se obligó a dar a luz prematuramente a una criatura, que, si bien lucía angelical y de rosadas mejillas, ella podía ver en él una marca que no pertenecía a este mundo.
Balí ya era una shaman que tenía mala fama entre los suyos y los oráculos al igual que las diosas, tenían sus ojos puestos en ella. Sabía que haber engendrado algo como lo que hizo, simplemente le acarrearía muchísimos problemas más de los que estaba dispuesta a lidiar con ellos. Balí a base de su magia y fuertes sellos, es que logró suprimir el aura maligna de su bebé y con el pequeño bulto de temple tranquilo y preciosos ojos ambarinos, es que se dirigió hasta el centro de Agartha, el plano espiritual que se encargaba de proteger tanto el mundo humano como el espiritual. Balí dejó al pequeño bebé debajo de la sombra de un árbol, muy cerca de la barrera que protegía el templo de Amaru. La sonrisa siniestra de Balí demostraba que no tenía intenciones de matar a su hijo no deseado, sino de dejarlo a su suerte y ver que depararía el destino. Si moría es que las Diosas y todas las divinidades así lo deseaban, si sobrevivía, ahí comenzaría lo realmente interesante.
Y fue así como el caprichoso destino, marcó la pauta para esta historia. El llanto de hambre y frío recorrió el bosque entero, la noche había caído y el pequeño bebé llamaba rápidamente la atención de cualquier depredador salvaje y hambriento, de animas sueltas que buscaban vida para devorar. Maddox, uno de los cuatro generales elementales de la Oráculo de Sídhe (tierra), encontró a la criatura indefensa, tomándola en brazos con cuidado. Lucía frágil y pequeño en comparación a sus ropajes que denotaban estatus social y rango poderoso entre los soldados del orden. El general elemental tomó al bebé y volvió a casa, donde su esposa y sus cuatro hijos esperaban, fascinados con el nuevo miembro de su familia.
ii.- Vida
El bebé fue llamado Kalet, que significaba hermosa energía, llegando a darle aún más calor al perfecto hogar. Kalet fue criado y cuidado como un hijo más, tratado como un pequeño tesoro que era malcriado por su madre y hermanos mayores, su padre siempre teniendo un amor especial por su pequeño amuleto de la suerte, su tesoro encontrado en la oscuridad. Kalet desde muy joven seguía a su padre y cuatros hermanos al campo de entrenamiento, haciéndose especialmente talentoso en el manejo de la lanza y la espada ligera. La familia de Maddox había pertenecido, generación tras generación, a los generales elementales que cuidaban del bienestar del oráculo, sino que también fungían como consejeros y guías a estos. Inculcándoles estas ideas a sus cinco hijos, es que todos deseaban poder servirle al reino de Sídhe.
Kalet durante todos los años de su infancia, siempre tuvo una curiosa sensación de no pertenecer al lugar donde estaba asentado. No era porque su familia le tratara diferente, al contrario, era el hijo y hermano más mimado de todos. No obstante, la idea de que no era parte del clan cruzaba su mente, inclusive cuando tenía gran cantidad de amigos por su labia envidiable y personalidad sociable, un pequeño con energía para servir a los mayores y liderar a los de su edad, con gran ingenio que todo el mundo aseguraba que se volvería el orgullo de la pequeña aldea donde vivían.
No obstante, acostumbrado al sentimiento de no pertenencia, es que Kalet creció siempre queriendo ser el mejor y demostrarse a sí mismo, que tenía el mismo valor que sus hermanos y cualquier otro guerrero de Sídhe. Que, aunque la sangre del gran Maddox y sus antepasados no corriera sus venas, podía lograr grandes cosas en nombre del hombre que le dio un nombre, un techo y veló por su salud y cuidados. Día y noche entrenaba y estudiaba con sus hermanos y su madre, los mayores dejando el nido para convertirse en sacerdotes, soldados y consejeros de Sídhe, dejando a Kalet al completo cuidado de Maddox y su esposa.
Kalet viajaba con Maddox a todas partes, conociendo los demás reinos, formando amistades donde prometían enviarse cartas mágicas cada cierto tiempo, volverse a ver para enfrentarse y prometiendo volverse fuertes para competir. Pero el tiempo no pasaba en vano y conforme este seguía corriendo, inclusive en el plano espiritual donde la vida podía alargarse por eternidades, Maddox comenzó a ser comido por la edad. Maddox sabiendo que era hora de retirarse y disfrutar sus últimos años en compañía de su querida esposa y los campos que solían sembrar, es que buscó el consejo y la guía del Oráculo de aquel entonces, al igual que la aprobación de las Diosas. Maddox había postulado a Kalet como su sucesor y próximo guía elemental del Oráculo que iba a subir al puesto casi al mismo tiempo que él. Con la edad suficiente es que Kalet se convirtió en el general elemental de Zephyr, el nuevo oráculo y una vieja conocida con quien una vez, durante su infancia, se habían hecho una promesa. Ambos se volverían fuertes, mentalmente y físicamente, para poder cuidar de Sídhe juntos y seguir con la gran paz que se había germinado durante siglos.
A nadie parecía impresionarle o parecerle curioso que aquel par de jóvenes, comenzaran a enamorarse. Era sencillo para Kalet caer rendido por Zephyr, no solo porque tenía una belleza envidiable, sino porque era una mujer inteligente y generosa, que cuidaba a los suyos y hablaba con fuerza cuando algo no le parecía justo. Kalet creía en los ideales de Sídhe, aquellos que los hacían fuertes como una roca e inmutables como la montaña, siendo el elemento más próspero solo detrás del reino de Baralku (fuego).
La prosperidad emanaba de Agartha, cuidado perfectamente por el templo de Amaru y sus diosas, protegidos por los Cuatro Oráculos y sus guerreros elementales. Al menos, la paz reinó hasta que el orgullo y el deseo de poder, destruyeron el frágil hilo de la convivencia entre yin y yang.
iii. Corrupción
La tensión entre los cuatro reinos era siempre inofensiva, cosas habituales como rivalidades para ver quienes tenían el mejor ejército o la mejor forma de gobierno, quienes eran más prósperos. Sin embargo, cosas extrañas comenzaron a suceder cuando guerreros y soldados comenzaron a aparecer con notables marcas de quemaduras o siendo vandalizados en sus rondas. No solo eran la gente de Sídhe quienes sufrían estas cosas, sino también los de Thule (agua) y Avium (aire). La tensión solo se creció cuando el oráculo de Baralku comenzó a perder la razón, la conciencia sobre lo que era el bien y el mal, amenizando la tensión y pasando de largo las advertencias de sus homólogos, los otros tres pilares.
Kalet en ese momento intentaba ser la razón, buscaba dar consejos correctos a Zephyr quien confiaba en él, pero algo en su interior, se removía con odio. ¿Acaso tendrían que sucumbir a las órdenes del Oráculo de fuego? ¿Acaso la búsqueda de la paz orillaría a que él se alzara como un gobernante superior a los otros oráculos? Kalet estaba siempre al frente de las pequeñas batallas, al ser el segundo reino más poderoso, buscaban preservar la paz como lo ordenaban sus superiores, no obstante ver a los pequeños niños esclavizados, con quemaduras dolorosas y morir a los días de tratamiento, pareció que encendió una llama en su interior.
Intentó el dialogo como tanto se lo pedían, buscó ser una persona pensante y no caer rápidamente en la tentación que, como un guerrero, debía llevar la guerra. Sin embargo, la gota que rebalsó el vaso fue cuando una aldea de pequeños silfos de Avium fue reducida a cenizas, masacrada completamente por el ejército de fuego. Niños y ancianos quedaron irreconocibles, cada habitante reducido a nada. Para el justo guerrero elemental, aquello resultó una falta imperdonable, una declaración de guerra. Kalet fue entonces que decidió tomar aquello entre sus manos, sin depender de absolutamente nadie más que de su propia fuerza y de su gente más allegada, quienes fueron convencidos de que Baralku estaba simplemente pasándose de la raya, que estos estaban viendo hacia abajo a todos los demás reinos y que eso era completamente imperdonable. Con una fortaleza digna de la roca, es que el ejército de Sídhe avanzó, liderado por nadie más y nadie menos que si mismo. Su ideología de justicia y lealtad comenzó a torcerse y su juicio se oscureció, lo que inició como un intento de repeler la maldad, se convirtió en una avalancha de destrucción y muerte. Kalet y su gente dejaron de tentarse el corazón con Beralku, destruyendo sus aldeas y a sus habitantes, obligándolos a retroceder.
Thule y Avium poco a poco comenzaron a caer bajo el comando de Kalet, sometidos por el miedo de que, si no obedecían, su final sería tal cual Beralku. Ya no era Sídha protegiendo, ahora era Kalet y su gente sometiendo. Sídha dejó de tener control sobre su general elemental y esté, tomaba decisiones como si fuese él pilar de este reino. Beralku retrocedió todo lo que tenía que retroceder cuando Kalet, con su propia mano y dando un discurso aterrorizante, es que aniquiló públicamente al oráculo de fuego, poniendo fin a su reino de horror, sustituyéndolo con el propio. La tierra se erosionaba y los arboles dejaban de crecer, la llamarada fue consumida por una montaña de lodo y Kalet, se sentó en un trono de muerte, sobre las almas de inocentes.
Para Kalet su ideología de orden y real limpieza, era deshacerse de las Diosas que él consideraba inútiles al no haber intercedido cuando las cosas comenzaron a salirse de control. Su deseo era aniquilarlas, junto con todo el mundo espiritual y humano para volver a formarlo a su manera, con su propio concepto de justicia. Colocó de rodillas a todo aquel que alguna vez le faltó al respeto, de torturarlos asesinando a cada miembro de su familia frente a ellos.
Grandes meses de dolor y sufrimiento pasaron, hasta que las Diosas y los oráculos pudieron someter a Kalet y su ejército, el demonio de la tierra, el destructor de la paz de Agartha. Este fue capturado, observando que no existía ni una pizca del hombre gentil y agradable, de gran corazón, que alguna vez fue el orgullo de sus tierras. Solo quedaba un cascaron corrompido y maldito, que emanaba odio de cada poro de su piel. Su sentencia fue ser sellado por toda la eternidad en Shinku, un limbo donde las almas perdían conciencia y el descanso eterno esperaba, un páramo espiritual que servía como cárcel para todos los vándalos de la justicia que no podían ser asesinados por temor a que su espíritu, reencarnara de nuevo.
Conforme su cuerpo se adormecía y se apagaba, es que sus ojos manchados en dorado y rojo, se pasearon por los rostros de cada uno de los involucrados en su caída, quedándose en los de su amada Zephyr a quien le dedicó sus últimas palabras, prometiéndole volver para acabar con ella y todo lo que amaba, para destruirlos a todos y terminar por fin la guerra que él mismo inicio.
iv.- Resurrección.
Pocos o nulos recuerdos tenía de la conciencia en Shinku, teniendo solo algunos minutos u horas de conciencia pura antes de volver a ser sumergido en aquel lago congelado del sello colocado sobre su persona. El frío comenzaba a convertirse en calor, como sus parpados dejaron de sentirse pesados y la sangre volvía a recorrer sus venas, junto con un odio abrumador. Freya, una de sus hechiceras que quedó libre al castigo divino que se les aplicó, había pasado cada noche de luna nueva recolectando los trozos de su alma, aquella que se había escapado de Shinku y se engendraba en un bebé que debía ser asesinado apenas diese su primer respiro. Gariax, un ancestral dragón de escamas doradas y deseos naturales de destrucción, era lo que en el mundo normal se podría considerar “su creador” o “un padre”. Gariax utilizando la misma técnica, había engendrado en Balí, su madre biológica, un bebé con la marca de la maldad. Kalet era el recipiente que Gariax eligió para su liberación de Shinku, un niño nacido de la nada y de una shaman poderosa.
Su poder ya no era el de un simple general elemental, ahora equiparándose a un oráculo o inclusive a un semi-dios. A pesar de la cantidad de años donde pasó sumergido en un sueño, Kalet logró romper los grilletes en sus manos y tobillos, al igual que los sellos que mantenían a su ejército sellados. Shinku le había brindado su energía, los demonios y criaturas encerradas ahí lo aceptaron como un líder y deseosos de tener venganza con Amaru y sus Diosas, estos pusieron a disposición su energía en Kalet. Shinku había dejado de ser una cárcel de oscuridad y desolación, de frío intenso y locura; ahora era su dominio personal.
Cien años habían pasado desde su exilio y el ejercito que ahora él movía, tomó el nombre de Akuma. Su meta es exactamente la misma, traer justicia al mundo y la reconstrucción de la vida en base a su propio concepto de verdad, destruyendo a las cuatro Diosas y sometiendo a los cuatro reinos de Agartha. El mundo espiritual y mortal solo podían tener un dios y ese, sería él.
❛      ⤫      DESCRIPCIÓN。
❛      ⤫      PERSONALIDAD。
Kalet a pensar de haber crecido sintiéndose como alguien que no pertenecía, fue criado en un hogar cariñoso y amoroso, colmado de comprensión y sintiéndose parte de la familia. Fue alguien bondadoso y gentil, con grandes dotes para socializar y hacerse de amigos rápidamente. Creía en la justicia y la libertad para todos, siento bastante intenso solo con la idea de la competencia y en las batallas, donde demostró ser un guerrero formidable pero justo. Manejándose fuertemente por la ley del talión, ojo por ojo, diente por diente.
Su odio y rencor le volvieron un sujeto cruel y despiadado, que no se tocaba el corazón ante situaciones que en el pasado pudieron causarle repudio. Es orgulloso, metódico y un sádico, gustando de ver a la gente ser sometida y aniquilada de formas terribles. Podría contar con los dedos de la mano a las personas que le importan de verdad. Es alguien sediento de poder y cegado a cualquier opinión que no sea la suya. Tiene un complejo de Dios notable, de salvador como un mesías, logrando manipular a las masas con su buena lengua y formas de expresarse, consiguiendo fieles seguidores rápidamente.
Akuma es su familia y es con los únicos que aplica cierto honor y cierta comprensión, puesto que han vivido los cien años encerrados en aquel cristal helado en Shinku y siguen siendo fieles a él. El deshonor se paga con la muerte y la traición con la tortura, es naturalmente desconfiado y es difícil que alguien pueda ingresar en su sequito sin tener su aprobación directa.
❛      ⤫      FÍSICA 。
Humana (pre-corrupción): Era un sujeto grande y formado a base de ejercicio y entrenamiento, de cabello castaño y ojos color avellana, que asemejaban con la luz correcta, el atardecer. De tez blanca y facciones preciosa, era alguien de una belleza superior a los demás.
Corrupción: La piel de sus brazos comenzó a tornarse de una tonalidad oscura como la noche, de un color tan opaco que dejaba de lucir como un humano. Las venas de su cuello y alrededor de su sien comenzaron a volverse también negras, el color de sus ojos pasó de avellana a un dorado como el oro.
Gariax: Luego de su resurrección y la unión de Gariax con su cuerpo humano, de las venas en sus brazos supuró el color oro, formando vetas como en las rocas. Las escamas cubrieron alrededor de los ojos y los costados de la cara, al igual que los hombros y parte de su espalda. Los colmillos crecieron y las garras se volvieron retractiles, casi siempre llevándolas a la vista para ser imponente. Kalet dejó su cuerpo humano para tomar la forma de Gariax. Fisurándose como la piedra cuando el poder del ente, no era bien soportado en su cuerpo de carne y huesos. Teniendo que entrar en letargos en su forma de dragón completa o recibir energía de Shinku.
❛      ⤫      DATOS EXTRAS 。
Es consciente de las pautas que marcó su nacimiento y como, desde antes de ver la luz del sol, ya estaba destinado a la vida que lleva. No reniega de su existencia, simplemente ha aprendido a vivir con ella.
Tiene especial odio por todo lo que provenga del fuego, curiosamente su mejor amigo y la persona que lo liberó de Shinku, eran habitantes de Beralku y portadores de magia de fuego.
Ya no recibe energía de ningún Oráculo, siendo su fuente de poder el mismo dominio de Shinku, donde la energía maligna, al igual que Gariax, son quienes lo potencian. Él al ser un semi-dios, es quien brinda energía a sus propios servidores, tampoco necesitando ellos ya de sus respectivos oráculos.
Su magia no lleva ningún color de los cuatro reinos, es un color dorado y muchas veces se forma en pequeños cristales que tanto él, como su ejército, pueden controlar.
Su ejército es el único que cuenta con personas de diferentes reinos trabajando en uno solo. Cada uno de sus allegados tiene historia con él, desde haberlos salvado de un mal mayor o que estos generaron un sentido de pertenencia con él.
Tiene un odio enorme por Zephyr, a quien solía amar con pasión, puesto que siente que ella como Oráculo le traiciono y lo dejó morir en Shinku. Siente que le dio la espalda y como tal, ella debe morir junto con todos los demás de Agartha, dispuesto a destruirla y destrozar todo lo que ama.
Sus padres murieron antes de verlo convertirse en un demonio, no obstante, sus hermanos mayores aun luchas en el exterior para conseguir que Kalet, el dulce niño, pueda volver a ellos
Matará a quien sea que se le cruce en el camino y le fastidie sus planes, no hace ya distinción alguna de si se trata de un niño o un adulto, una mujer o un hombre.
Sufre de fuertes dolores en el cuerpo y la cabeza cuando Gariax consume más energía de él de lo que está acostumbrado, fisurándose y erosionándose hasta casi perder el control de su poder que a veces se le sale completamente de las manos.
Akuma significa demonio, y para unirte al ejército, deben enfrentarse directamente a él.
Lleva consigo el anillo con el cual iba a casarse con Zephyr antes de lo sucedido, su idea es podérselo entregar cuando sea el momento de matarla.
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