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#tenebrarios
artesanosleoneses · 2 years
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Ven a Visitarnos!!! - #Huevos decorados. - #Cruces para Papones. #SemanaSanta. - #Rosarios. - Cruces pequeñas. - #Cirios pascuales, #velas, bombillas imitación llama de vela. - #Cristos, #esculturas, la #últimacena , #relieves, #viacrucis. - #Carracas, #matracas, tabletas, carrascones, cruz carrascona, etc. - #Tenebrarios. Etc (en ARTESANOS LEONESES - Restauración Antiguedades - Construcción Artesanía) https://www.instagram.com/p/CqGG9R5IrRw/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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Sonetos marianos
I Yo pecador confieso que prefiero al pozo virgen, la trilladora noria, que no te quiero pura y sin historia, que sin altares y ángeles te espero. Yo pecador, confieso que me esmero en no rodearme de una eterna gloria: yo te quiero mortal y transitoria, transitoria y mortal: asi te quiero. Yo pecador, te quiero desflorada con sollozos y muslos y agonia, con temblores y pechos, con espasmos. Te quiero solo así, virgen de nada, así quiero quererte y que seas mía: con histerias y risas, con orgasmos. II Para tu muerte lenta, tengo un cirio. Para tu boca, un cáliz funerario. Para velar tu pecho, un tenebrario tengo, si me convidas al martirio. Ave María, flor del valle, lirio: para tu cuerpo tengo yo un sudario, Tengo si me encaminas al calvario, digo, si me acompañas al delirio. Si me acompañas, para atravesarte, bocarriba tendida y yo de bruces, tengo una lanza ungida de saliva. Y para amarte más, para matarte, tengo un amor que ha muerto entre dos cruces, para nacer de nuevo en carne viva. III Que te acaricie yo, tus pechos ave, como rezar las cuentas de un rosario y que mi amor badajo y campanario te lo repique yo, que yo te clave. Que sean mis manos, de tus muslos, llave. Tu rosa, de mis dedos, relicario. y en tu fronda la lengua de un canario con mi lengua, la sal, que yo te lave. Nada más eso pido, quiero, ruego, A eso me dedico y a adorarte A quererte, y a eso me consagro. Y te juro, las manos sobre le fuego que volveré otra vez a codiciarte cada vez que me cumplas el milagro. Fernando del Paso (Méjico,  1935) #FernandodelPaso #CuerpoErótico #JuanGustavoCoboBorda
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yemadetinta · 4 years
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Tuvieron varias hijas; en los primeros tiempos: Flamenco Rosa, Pomelo Rosa y Soledad con Rosas; años Después, Hora de Gracia y Tierra sin Ley. Vivieron una larga infancia, vestidas de organdí siempre; usaban coronas como si fueran hijas de emperadores, pero, los padres eran labradores, cultivaban hierbas de comer, flores de zapallo, que, se vendían, ya asadas y confitadas; huevos de pájaros raros que, de tan frágiles, se vendían ya, con un parche. Ellas se amaban, formaban una familia irreal, y de esos repetidos amores, surgían embarazos fugitivos (que pasaron desapercibidos para los padres), de los que nacían fantasmas, pequeños engendros de tul, que, enseguida, volaban y se izaban, pero, que seguían ansiosas, esperanzadas, hasta el último minuto en que, inexorablemente, se caían de luz. 
-Marosa Di Giorgio (Clavel y tenebrario 35) 
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roadiecrewmag · 6 years
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Roadie Crew: Tobias Sammet (Avantasia) em destaque na ed. #241 A edição #241 (fevereiro, 2019) da revista ROADIE CREW traz na matéria de capa uma entrevista com Tobias Sammet, que explica o conceito de "Moonglow", mais recente trabalho do Avantasia. "Cada música é um capítulo sobre uma criatura que foi jogada no mundo, mas que não consegue encontrar o seu lugar. Ela não consegue se conectar com o meio ao seu redor, então busca abrigo no lado mais escuro", explicou o mentor do projeto, que voltou a unir um time de estrelas, com Michael Kiske (Helloween), Jørn Lande (Masterplan), Bob Catley (Magnum), Eric Martin (Mr. Big), Ronnie Atkins (Pretty Maids), Geoff Tate, Candice Night (Blackmore's Night), Hansi Kürsch (Blind Guardian) e Mille Petrozza (Kreator). Entrevistas: Avantasia Dream Theater Amon Amarth Saxon Metal Church Soilwork Lacuna Coil Evergrey Graveyard Ashes of Ares (Matt Barlow) Affront Heaven's Guardian Wolfheart Brothers of Metal Seções: Cenário: Mutilator, Tumulto, Chaosfear, Tenebrario, Hate by Hate, Darkside, Brutallian e Kim Kehl Playlist: Vladimir Korg (The Mist, The Unabomber Files, Chakal) ClassiCrew: AC/DC, Blind Faith e Amorphis Collection: Warrel Dane Eternal Idols: Brett Hoffmann (Malevolent Creation) Hidden Tracks: Proteus Blind Ear: Gui Calegari (Venomous) Front Cover (Marcelo Vasco): Blind Guardian - Imaginations From The Other Side Headphones in Fury: Tobias Sammet (Edguy | Avantasia) Rock Average: Faith No More - The Real Thing Background: Rush (Parte 4) Profile: Marcelo Izzo (Silver Mammoth) Pôsteres: Behemoth e Zakk Wylde Colunas: A Look At Metal (Claudio Vicentin), Brotherhood (Luiz Cesar Pimentel), It's Only Rock'n'Roll (Antonio Carlos Monteiro) e Campo de Batalha (Ricardo Batalha) Para adquirir pelo site acesse https://roadiecrew.com.br/roadie-shop Ou entre em contato pelo telefone (11) 5058-0447 Facebook - https://www.facebook.com/roadiecrewmag Twitter - http://twitter.com/roadiecrewmag Tumblr - https://roadiecrewmag.tumblr.com/ (em São Paulo, Brazil) https://www.instagram.com/p/Bub9ExAnGpf/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=2eawoajuvc1g
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kinggarde · 2 years
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VII
Estoy hecho de carne de sangre de sueños de pensamientos leales  y de pensamientos funestos impuros atrevidos oscuros obscenos  Estoy hecho de risas  de dientes grandes de muchas voces que piensan distinto  y hablan a través de mí.  Estoy hecho de ideas,  de terrores,  soy un tenebrario  y también soy luz.  Estoy hecho de pieles  de pelos de mugre. en las uñas,  en la…
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maedhros-l · 7 years
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Impensado y Secreto
Día 02 - Pareja Crack (fue lo más crack que se me ocurrió y que tuviera lógica).
Pequeña sinopsis: Luego de ser tragado por el árbol Yggdrasil en Asgard, Milo despierta en una habitación oscura donde Andreas se presenta ante él e intenta ponerlo de su lado pues al verlo lo ha deseado para sí.
.
Abrí de repente mis ojos despertando de mi sueño. Estaba completamente mareado y tan exhausto que apenas podía mover la cabeza. Cada parte de mi cuerpo me parecía extremadamente pesada y hasta la piel me dolía. No sabía donde estaba ni cuanto tiempo había transcurrido desde que el árbol Yggdrasil me hubiera atacado cuanto me sentía demasiado fatigado como para defenderme. ¿Acaso estaba muerto y en el Inframundo otra vez? Eso no podía ser, no se sentía rastro alguno de aquella atmósfera de malevolencia que en el Hades se cernía sobre todo el lugar; donde estaba era en una cama o sillón, lo supe enseguida al tocar suavemente la superficie satinada con los dedos de mis manos y pies. Mis pies… ¡estaba descalzo también, y sin armadura ni ropas! Aunque algo me cubría y era pesado. Intenté con soberano esfuerzo alargar la mano hacia mi cara ahogando gemidos de dolor, mi cuerpo parecía haber sido brutalmente aplastado por aquellas raíces aún a costa de llevar la armadura. El poder del árbol era sin dudas impresionante.
—Veo que te sientes mejor —dijo una agradable voz.
Al instante dos altos tenebrarios se encendieron y me encandilaron con su luz.
—Mírate. Estás tan débil que ni siquiera puedes ver la luz de unas pocas velas —volvió a decir aquella voz.
Observé rápidamente a todas partes para buscarle, pero sólo atiné a ver solados de Asgard saliendo por una puerta antigua. Rápidamente intenté levantarme con todas mis fuerzas pero sólo logré quejarme por lo bajo al sentir una penetrante puntada en el corazón que me hizo desistir. Apenas pude levantarme unos pocos centímetros y volví a caer, hasta mi cosmos parecía ser inservible.
—Deberías calmarte, caballero —al fin aquella voz apareciendo ante mí.
Se trataba de un hombre alto de cabello color burdeos, de porte vanidoso y vestimenta similar a la de nuestro Gran Patriarca. Su sola presencia se me hizo harto desagradable. Hasta su cosmos era sin duda alguna el de un ser íntegramente ruin.
—¿Qué es este lugar? ¿Eres un dios guerrero? —pregunté con gran dificultad observando la habitación redonda más parecida a una sala de armas que a un dormitorio. Estaba llena de los armamentos de los soldados de Asgard, raíces del mismo árbol y me encontraba echado sobre una cama en el medio de todo, tapado con pieles de oso.
—Es Yggdrasil —respondió el hombre—. Y no, no soy un dios guerrero. De hecho ellos están a mi servicio, mi nombre es Andreas.
Andreas… Debía ser él quien había causado todo este desastre. Y aunque no lo fuera era él quien mandaba a los dioses guerreros, tendría que eliminarlo. No podía dejar pasar semejante oportunidad al tenerlo a unos pasos y desprotegido. Examiné la habitación buscando mi armadura en alguna parte pero sólo pude ver mi ropa tirada en un costado.
—¿Dónde están mis compañeros, Andreas? —pregunté aún desconcertado—. ¿Viven como yo?
—Por supuesto que no —replicó acercándose apenas hacia la cama.
Intenté alzar la mano derecha y sacar mi aguja escarlata pero me resultaba imposible. Me sentía loco de rabia. Todos mis compañeros sufriendo y luchando y yo durmiendo cuando no tenía derecho alguno a descansar en semejantes circunstancias.
—Aléjate de mí. No me importa quien seas. Ten por seguro que apenas pueda ponerme en pie acabaré contigo —le dije al hombre entre gruñidos mientras apoyaba un codo en la cama y lograba enderezarme para poder estar al menos un poco más en guardia. Mi cuerpo apenas se sostenía y los músculos de mi brazo izquierdo temblaban del dolor al apoyar el peso de mi torso en un sólo codo.
—Bien, me alejaré. Sé que eres sumamente orgulloso y no quisiera ofenderte —contestó lleno de soberbia volviendo a su lugar medio escondido entre dos estanterías cargadas de alabardas y con un dejo perverso añadió—; aunque tarde o temprano cederás.
<<¿Ceder? ¿Ceder a qué? ¿A su bando? Era realmente imbécil si eso creía>>.
—Me iré de aquí —reafirmé con brío, cobrada gracias a la ira que aumentaba en mí ante su petulancia.
—Lo sé. Pronto te irás al reino de los muertos. Por eso he venido, caballero. Deseo salvarte.
—¿Salvarme? Estás loco. No vas a ponerme de tu lado —exclamé encolerizado recobrando un poco mi fortaleza, la suficiente para sentarme en la cama. Mis oídos se aturdieron y mi visión se desenfocó por unos segundos en un claro descenso de mi presión sanguínea.
—No pretendo eso, aunque claramente podría hacerlo —volvió a insistir, como si sus arrogantes palabras pudieran doblegarme—. No quiero tenerte como soldado, sino como alguien cercano a mí.
—¡Deja de decir ambigüedades! ¿Qué es lo que quieres de mí?
—Simplemente te quiero para mí —susurró acercándose de nuevo dejándome totalmente anonadado.
—¿Me quieres… para ti? ¡¿Qué estás diciendo?! Nunca vas a tener nada de mí —reiteré enloquecido. Era terrible. Nunca jamás me había sentido tan débil e indefenso y esa sensación aumentaba cuanto más se acercaba ese sujeto. Era evidente que aunque el árbol guardaba una energía enorme, Andreas era mucho más poderoso. No era el árbol quien lo defendía a él, sino él al árbol y su cosmos era brutal, casi como el de un dios.
Jadeé por lo bajo ante un dolor agudo en mis abdominales por el esfuerzo que estaba haciendo al mantenerme sentado y con mi último estertor corrí las pesadas pieles que me protegían del penetrante frío. Sin conseguir ponerme de pie, me dejé caer al suelo helado por el costado de la cama para intentar ir a alcanzar mis ropas y me arrastré miserablemente hasta ellas conteniendo mi sufrimiento.
—Estás incapacitado —susurró Andreas tras de mí aferrando sus manos a mis hombros las cuales intenté quitarme de encima sin éxito—. Estamos en el mismísimo núcleo de este árbol, donde se concentra la fuerza y en tu pobre estado no sólo no puedes utilizar tus poderes, ni siquiera tienes la capacidad física de un hombre común y corriente.
Me pegué al suelo con firmeza tratando en vano de que no me moviera de mi lugar, pero de nada sirvió y pronto me rodeo con sus brazos y me arrastró como un animal hacia la cama.
—Déjame, Andreas. Haré que te arrepientas —susurré sintiéndome aturdido a punto de desmayarme de cansancio.
—Basta, querido. Deja de querer escapar —oí decirle en tono afectuoso mientras sin esfuerzo alguno me subía de nuevo a la cama y me cubría con aquellas tibias pieles.
—Antes de estar a tu lado me verás morir —mascullé entre gimoteos cuando un calambre en mi vientre me hizo retorcerme y sin poder aguantar más me desmayé.
***
Desperté de repente agitado viéndome en medio de las raíces de Yggdrasil. No llevaba mi armadura, aunque estaba vestido, pero podía sentirla cerca llamándome con vigor. Me sentía mucho más fuerte y recuperado que antes. ¿Acaso toda esa tontería había sido una alucinación? De ser el caso se trató de una demasiado vívida, pero no había en mí vestigio de semejante estado de malestar y mi cuerpo estaba realmente muy bien.
—Caballero, tendrás lo que has querido —dijo una voz sedosa detrás de mí. Al instante el mismo hombre que vi en lo que creía, había sido una pesadilla, apareció ante mí. Era él. Su mismo cabello color rojo oscuro, su túnica y su porte cargado de soberbia.
Sonreí y sin más espera me puse de pie y encendí mi cosmos, preparando mi aguja.
—¡¡¡Aguja Escarlata Antares!!! —vociferé lanzándome contra él.
A toda velocidad me arrojé a atacarlo cuando en un repentino movimiento me tomó de la mano derecha y con su mano libre me quebró la uña hasta casi arrancármela haciéndome gritar de dolor.
—Vas a tener lo que querías, he dicho. No estarás conmigo, lo acepto; pues entonces deberás morir —replicó con ardor en su voz suave, ahora entrecortada por el supremo esfuerzo con el que intentaba mantener la calma—. Pero no seré yo quien te mate. No puedo privarte de tu vida y apagar tu fuego con mis manos.
Quería que hiciera silencio de una vez pues me hacía hervir la sangre, así que intenté volver a atacar con mi aguja, pero era evidente que por un rato mi dedo estaba inservible. Quise hacerlo con la izquierda, pero al ser naturalment diestro no era ni la mitad de hábil y lancé un alarido de frustración cuando de pronto me sentí débil de nuevo. Era evidente que todo había sido real y aún continuaba mal.
Caí de rodillas mirando a Andreas con verdadera ira y él entonces sonrió con burla mientras las ramas del Yggdrasil rodeaban mi cuerpo de nuevo, aplastándolo, dejándome sin aire, cegando mis ojos. Vociferé un <<¡No!>> justo antes de que mis ojos se cerraran y caí de nuevo en las tinieblas.
Cuando volví a la vida para luchar hasta mi final definitivo no vi rastro alguno de aquel hombre que me había confesado semejante deseo estando a solas, ahora era alguien diferente, alguien inhumano. Ya no quedaba nada de lo poco que me había mostrado en la intimidad de aquel cuarto de Yggdrasil. Me hubiera gustado recibir una explicación suya pues mi dedo estaba sano y mi uña en su lugar, y yo no creía que Afrodita y su poder con las plantas pudiera haber tenido efecto en curar mis heridas. Andreas debió haberlo hecho, y curó también mi cuerpo, pues aunque no estaba totalmente recuperado sí me sentía bastante mejor.
No pude decir nada de lo sucedido por pura vergüenza. No era en absoluto culpa mía, pero de todos modos me resultaba imposible contar nada. ¡Si mis compañeros supieran! ¿Con qué cara mirarlos? Algo tan íntimo no sabría como explicárselo a nadie, por lo que decidí guardarlo para mí aunque realmente por primera vez en mi vida moría por contar un secreto, no aguantaba guardar algo tan desagradable. No obstante, tuve que hacerlo. Me callé y me entregué al fin a descansar en paz, esperando en mi otra vida dejar de pensar al fin en todas estas cosas.
.
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En tu profundo azul
No sé si fue por un dichoso error
o cosa del ineludible destino pero
me bastó un lacónico segundo,
una escueta y hedonista mirada,
para perecer mansamente, sin luchar,
en la fatal caída al profundo azul
de tus devastadores ojos marrones.
Calmoso y sosegado, su magnetismo
me fue sumergiendo gozoso en ellos.
Pánfilo y perezoso, preso del encanto
en tu abisal, perspicaz y cálido océano,
ni pude, ni quise, ni supe salir a flote
para tomar aliento, inhalar de la brisa
una bocanada de abúlico aire fresco
que, ilusoriamente, sanase mi razón.
Y así, sin querer quererlo me extinguí.
Raudamente, como una llama bajo el agua.
Abocado al fin, como la vela del tenebrario.
Eterno descanso en el lecho de tu inmensidad
que me atrapó por voluntad y me arraiga,
como las frondosas Praderas de Posidonia
se aferran desesperadas al fangoso sustrato.
Paradójicamente, preso por ti, cautivo de ti,
en este profundo azul de tus ojos marrones,
colmado de oxígeno puro e inviolable cobijo,
es donde este dichoso recluso se siente en libertad
Naxo García
http://naxogarcia.simplesite.com/443975121/category/1390492/tienda-virtual
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chamaemelumnobilel · 5 years
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citasconcafe · 5 years
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PRIMEROS SONETOS MARIANOS II Yo pecador, confieso que prefiero al pozo virgen, la trillada noria, que no te quiero pura y sin historia, que sin altares y ángeles te espero. Yo pecador, confieso que me esmero en no rodearte de una eterna gloria: yo te quiero mortal y transitoria, transitoria y mortal: así te quiero. Yo pecador, te quiero desflorada, con sollozos y muslos y agonía, con temblores y pechos, con espasmos. Te quiero sólo así, virgen de nada, así quiero quererte y que seas mía: con histerias y risas, con orgasmos. III Para tu muerte lenta, tengo un cirio. Para tu boca, un cáliz funerario. Para velar tu pecho, un tenebrario tengo, si me convidas al martirio. Ave María, flor Del Valle, lirio: para tu cuerpo tengo yo un sudario. Tengo, si me encaminas al calvario, digo, si me acompañas al delirio. Si me acompañas, para atravesarte, bocarriba tendida y yo de bruces, tengo una lanza ungida de saliva. Y para amarte más, para matarte, tengo un amor que ha muerto entre dos cruces, para nacer de nuevo en carne viva. . . . . #FernandoDelPaso #SonetosDelAmorYDeLoDiario #Books #Bookstagram #Libros #Citas #CitasEnEspañol #Quotes #Frases (en Don Porfirio Caffe) https://www.instagram.com/p/BxvlkkzAeii/?igshid=1jeftq4kfq4is
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Segunda imagen de Vero Escalante en la Galería de Cosas. ¿Damos un paseo por ese paisaje de color? ¿Montamos la jirafa?, ¿nos convertimos en jirafa?, ¿nos hacemos uno con el paisaje?
Acompañamos la ilustración con un poema de Marosa di Giorgio de "Papeles Salvajes, Clavel y tenebrario".
119 Que me den la rosa, el clavel, la gardenia húmeda, el ajo de papel de plata, la cebolla, el sapo de tes irisada, la guinda color tinta, la uva de pétalos grandes como la rosa. Que pase el viento del atardecer, y aquella extraña cosa.
¡Feliz fin de semana!
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cautioncomix · 4 years
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Listen/purchase: Urraca (single) by Tripoda, from the I Spanish Dungeon Synth Compilation "Tenebrario"
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Historia de un gallo
EL año 1830 llegó a Granada, procedente de Inglaterra, donde había permanecido una larga temporada perfeccionando sus estudios, el granadino don Alhambro.
En Londres había sorprendido de lejos la belleza de su ciudad natal y llegaba deseoso de observarla hasta en sus más íntimos detalles.
Se instaló en un pequeño cuarto lleno de relojes de bolsillo y daba largos paseos, de los cuales volvía con el traje florecido de ese verde musgo melancólico que la Alhambra pone en los aires y en los tejados. Su granadinismo era tan agudo, que masticaba constantemente hojas de arrayán y veía de noche el gran fulgor histórico que Granada envía a todas las demás ciudades de la tierra. Se hizo, además, un excelente catador de agua. El mejor y más documentado catador de agua en este Jerez de las mil aguas.
Hablaba del agua que sabe a violetas, del agua que sabe a reina mora, de la que tiene gusto de mármol y del agua barroca de las colinas, que deja un recuerdo a clavos de metal y aguardiente.
Amaba con ternura deshecha de coleccionista todos los permanentes filtros mágicos de Granada, pero odiaba lo típico, lo pintoresco y todo lo que trascendía a marcha castiza o costumbrismo.
Poco a poco la gente se familiarizó con su figura... Los enemigos decían que estaba loco y que era aficionado a los gatos y a los mapas. Sus amigos, para defenderlo en esta rara sede de los avaros, afirmaban que don Alhambro tenía guardadas cuarenta onzas de oro dentro de un calcetín de seda.
Era hombre de corazón panorámico y prudencia económica.
Por su levita azul bogaba una etiqueta de cartulina que llevaba su nombre escrito en inglés.
Granada era en aquella época una gran ciudad legendaria. Ese poema realizado que odia secretamente todo poeta verdadero. Frescas guirnaldas de rosas y moreras ceñían sus muros. La catedral volvía su grupa redonda y avanzaba como un centauro entre los tejados llenos de sueños y verdes vidrios. A la medianoche, sobre las barandillas y los aleros, candiles y gatos en vilo protestaban de la perfección de los estanques.
En la Tienda de los Limones todos los dependientes se pintaban exquisitamente el rostro de amarillo para atender a la clientela. Pasaban cosas realmente extraordinarias: dos niños de mármol fueron rotos a martillazos por el alcalde mayor, porque pedían limosna con las manecitas llenas de rocío.
Era entonces Granada, como era siempre, la ciudad menos pictórica del mundo.
Don Alhambro la veía dormir desde la Silla del Moro y se daba cuenta de que la ciudad necesitaba salir del letargo en que estaba sumergida. Se daba cuenta de que un grito nuevo debía sonar sobre los corazones y las calles.
Una noche de junio, preocupado con esa idea, se durmió en el fondo rizado de un interminable film de brisa que la ventana proyectaba sobre su cabeza. Su sueño estaba lleno de yemas de coco y botellas de un raro whisky marca Machaquito, de arcos de herradura y de grandes páginas escritas en inglés, en las cuales brillaba con fulgor de oro la palabra Spain.
¿Qué hacer, Dios mío, para sacudir a Granada del sopor mágico en que vive? Granada debe tener movimiento, debe ser como una campanilla en manos del charlatán; es necesario que vibre y se reconstruya, pero ¿cómo?, ¿de qué manera?
En este momento los cuarenta Carlos Terceros de las onzas, en cuarenta planos diferentes, rodearon a don Alhambro con el ritmo y la locura de los espejos rotos. "Bee, bee, funda un periódico, balaban aristocráticamente los borregos magníficos del perfil de Carlos. Funda un periódico, bee, bee".
Nuestro amigo se despertó súbitamente lleno de frío y de alegría. Le quedaba entre los dientes el retintín de oro y lanas episcopales del sueño, que se iba alejando por sus ojos, lleno de serpentina y caballeros de Francia; del sueño que huía con su morral de anémonas por los cristales de las claraboyas.
Un gallo cantó y otro cantó y otro y otro.
Los cantos enardecidos y rizados hasta la punta ponían banderillas de lujo en el manso corazón de don Alhambro.
Y se decidió a fundar una revista. Primero tuvo la momentánea aparición de San Gabriel, arcángel de la propaganda, rodeado de gallos encantadores. Un segundo más tarde surgió ante sus ojos un gallo único que repetía de muchas maneras el nombre de Granada.
"Ya está. El lema será un gallo."
Con este pensamiento, se puso a buscar un gallo vivo para que sirviera de modelo al artista que había de interpretarlo; porque don Alhambro fue siempre de un perfecto naturalismo.
Y ¡qué gran casualidad!
En aquellos días una cruenta epidemia diezmaba los gallos de la ciudad de Granada. Morían a centenares. Se les ponía la cresta color aceituna y el plumaje se les transformaba en una masa casi invisible que les daba un tinté de aves del desierto, de criaturas de ceniza. Daba pena las madrugadas asomarse a las torres. Se veían apagarse lentamente los "quiquiriquís", con la misma liturgia que las velas en el tenebrario durante las tinieblas del Jueves de Pasión. Desde la torre de la Vela se podía ver perfectamente el mapa de agudos y rumores de alas de las agonías de los gallos. Nunca se ha conocido epidemia tan inquietante. Don Alhambro recorría las casas lleno de angustia. Sólo encontraba plumas descoloridas y puertas abiertas. En algunos sitios le decían tristemente: "Ya nos lo hemos comido", y veía flotar en los ojos del que hablaba una cresta diminuta perteneciente ya, por su delicadeza, a la escala de las orquídeas.
Pero a pesar de todo, aunque hubiese habido gallos a millares, la busca y esfuerzo de don Alhambro hubieran sido estériles. Recién llegado a la ciudad el millonario Monsieur Meermans, compraba a excelente precio todos los gallos existentes, porque tenía el sibaritisno de comer grandes platos de crestas crudas con un tenedor cuajado de esmeraldas y sentado en una silla de oro macizo.
Ya no le quedaba a nuestro héroe otro recurso que robar un gallo del jardín de este insigne coleccionista.
Y así lo hizo.
Una noche, cuando el reloj daba con generosidad todas las campanadas que tiene, saltó la verja del parque y se internó por las avenidas.
Los jardines de los Mártires estaban llenos de gallos. Era un paraíso terrenal de Brueghel, donde resaltaba la única gloria de estas aves cantarinas.
Por los cedros, cipreses y rosales asomaban alas de bronce, alas negras, alas empavonadas, vivos puños de bastón o cabezas de pipa. Don Alhambro cogió arrebatadamente un gallo sultán que dormía en una rama y partió lleno de alegría con su tesoro.
Al abandonar el jardín, el animal lanzó su quiquiriquí de medianoche. Húmedo quiriquiquí de hongos y violetas, ahogado en la manga del erudito ladrón.
En aquella época venturosa Granada estaba dividida por dos grandes escuelas de bordado. De una parte, las monjas del Beaterio de Santo Domingo. De otra, la eminente Paquita Raya. Las monjas de Santo Domingo conservaban en una caja de terciopelo las dos agujas matrices de su escuela barroca, las dos agujas con que hicieron maravillas virginales las artistas sor Sacramento del Oro y sor Visitación de la Plata. Era aquella caja como el fuego vestal que inflamaba el corazón almidonado de las novicias. Elixir permanente de hilo y consulta.
Paquita Raya, en cambio, tenía un arte más popular, más vibrante, un arte republicano, lleno de sandías abiertas y de manzanas endurecidas sobre el tejido. Arte de exactas realidades y emoción española. Todas las personas morenas eran partidarias de Paquita. Todas las rubias, castañas y un pequeño núcleo de albinas, partidarias de las monjas. Aunque hay que confesar que las dos escuelas eran maravillosas, porque si las religiosas del Beaterio triunfaban empleando una tonelada de oro en el manto para la Soledad de Osuna, Paquita triunfaba en Bruselas con un bordado representando el Patio de los Leones, en el cual había más de cinco millones y medio de puntadas.
No dudó mucho don Alhambro qué tendencia debía adoptar para realizar su proyecto. Con el sordo hervor de la prisa, se dirigió a la casa de la bordadora y puso su mano escuálida sobre la mano cortada del postigo.
¿Quién es?
Hacía un frío limpio de nubes. La cuesta de Gomeles bajaba llena de heladas agujas de fonógrafo. Era la una de la madrugada. El duelo de los surtidores golpeaba en las praderas del silencio. Chorros cristalinos caían de los tejados y mojaban los cristales de los balcones. Al dolor fisiológico del agua quebrantada por el hilo se unía su tenaz insomnio. Insomnio lleno de pequeños tambores incesantes que ponen loca la noche de la ciudad.
—¿Quién es?
Abrieron la puerta y don Alhambro subió al primer piso. Toda la casa crujía y lloraba el desconocido martirio de la tela acribillada por las agujas.
Paquita Raya salió a recibirlo. Vestía un traje de seda verde con manga de jamón, apretada cintura, enaguas blancas rizadas con tenacillas y un corsé de ballenas de plata que ganó en un concurso de la ciudad de Reus. A sus pies había un montón de madejas y punzones de hueso, en doble símbolo de técnica y gloria.
Ni don Alhambro ni Paquita cambiaron una sola palabra, pero Paquita comprendió perfectamente el asunto y, llena de sugestivo delirio, empezó a bordar con sus agujas favoritas un admirable gallo con realce. Don Alhambro se sentó melancólicamente. El gallo vivo, que tenía fuertemente sujeto por las patas, daba grandes aletazos en el silencio, porque sentía cómo Paquita le iba quitando el espíritu, cruelmente, a punta de aguja.
Pasó un mes, y un año, y diez años. Pasaba el témpano de la Navidad y el arco de cartón del Corpus Christi. No pudo el melancólico don Alhambro fundar su periódico. Fue una lástima. Pero en Granada el día no tiene más que una hora inmensa, y esa hora se emplea en beber agua, girar sobre el eje del bastón y mirar el paisaje. No tuvo materialmente tiempo.
La reacción y suma de esfuerzos no se realiza en esta tierra extraordinaria. Dos y dos no son nunca cuatro en Granada. Son dos y dos siempre, sin que logren fundirse jamás.
Los últimos días de su vida ya no salía a la calle. Se pasaba las horas muertas ante un plano de la ciudad, soñando verla surgir con acento propio en el mapamundi. Su gallo estaba enfrente de la mesa del despacho, un poco desesperado y con vocación decidida de gallo de veleta.
Y así, en una constante aspiración de disentir de sus paisanos, pero sin expresarlo en letras de molde, llegó al filo del aljibe donde había de probar su última agua sin explicación ni onda.
¡Pero qué largo fue su martirio! Un martirio de largo metraje. Granada se rompía en mil pedazos ante sus ojos un poco anisados por la edad.
Ya en tiempos del alcalde don Adolfo Contreras y Ponce de León había visto quemar en la plaza Nueva a la última ninfa capturada en los bosques de la Colina Roja. Cantaba como una codorniz y tenía los cabellos de cuerdas de guitarra. Durante varios días estuvo el suelo cubierto de violetas, donde se hundían los pies como en los confetis después de haberse acabado el Carnaval.
La misma mañana que se aprobó el proyecto de abrir la Gran Vía, que tanto ha contribuido a deformar el carácter de los actuales granadinos, murió don Alhambro.
Cuatro cirios. Four candles.
Nadie en su entierro. Sí. Las golondrinas. The Swallows. Una pena.
Después del entierro, el gallo se fue por la ventana y se lanzó al peligro de la calle y a la mala vida. Llegó a pedir limosnita a los ingleses en la Puerta del Vino y se hizo amigo de dos enanos que tocaban la flauta y vendían toros de dulce. Un verdadero golfo. Luego desapareció.
Cuando mis amigos decidieron fundar esta revista no sabían darle nombre. Yo conocía la historia del gallo de don Alhambro, pero no me atrevía a resucitarla, y he aquí que hace varios días subieron a mi casa todos los redactores contentísimos. Traían un gallo admirable. Era de plumas azul Rolls Royce y gris colonial, con todo el cuello de un delicioso azul Falla que se le acentuaba en el espolón.
—¿De dónde es este gallo?
—¡Soy el gallo de don Alhambro!
—Pues ¡que se vaya!— gritaron todos.
Me he renovado para venir en busca vuestra y poder subir al título que tanto ansío y para el que fui creado.
—A mí, el título que me gusta es El Suspiro del Moro— dije yo.
—Y a mí, Romeo y Julieta— dijo otro.
—Y a mí, Vaso de Agua— repitió una vocecita.
—¡Señores, por Dios! —gritó el gallo—. Yo no pido que tengáis la ideología de don Alhambro; también yo he cambiado de parecer, pero no me rechacéis por mi historia. Eso no lo puedo resistir. Aquí no se puede hacer nada sin contar con la historia. Soy bello. Anuncio la madrugada y como lema seré siempre insustituible.
Hubo una discusión violentísima, en la que el gallo suplicaba de manera tierna.
—Basta, amigos míos —dije enérgicamente—. Bajo mi responsabilidad. ¡Sube al título!
Abrimos el balcón y el gallo ascendió al título con todas sus plumas encendidas. Ya en la caña del título, nos saludó a todos de manera inefable. Manera de agua y jacinto. Poema de quien rompe una guitarra sobre el mar del amanecer. Dalia en el olivo y bosque en mano. Juego y mentira.
Hemos celebrado la ascensión del gallo al título de esta revista haciéndole bordar cuatro gallinas de seda rutilantes, para que su pico guste ardiente fruta de zigzag en la evocadora madrugada oscura de la imprenta. Mientras mis amigos aplaudían, yo escuchaba emocionado la sonrisa de don Alhambro, que me llegaba envuelta en el denso algodón en tronco de la sepultura.
Canta, gallo, regallo y contragallo.
Canta seguro bajo tu sombrerito de llamas, porque una de tus gallinas puede ser muy bien la gallina de los huevos de oro.
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triste-guillotine · 7 years
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CAUCHEMAR "Tenebrario", 2013 (Great traditional Heavy/Doom Metal from Montréal, Québec).
https://nuclearwarnowproductions.bandcamp.com/album/tenebrario
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artesanosleoneses · 3 years
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Hoy Salimos en la TVE a las 20:30, en el programa Aquí la Tierra. No os lo perdais!!!! Hablamos de Tenebrarios, y veréis y oiréis nuestras especiales carracas, matracas, carrascones..... !!! 👏👏👏👏👏👏👏👏 (en León, Spain) https://www.instagram.com/p/CNCh0jPMakC/?igshid=t3v3ytc0yd3q
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artesanosleoneses · 3 years
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¡¡ VEN A VIVIR LA SEMANA SANTA DE UNA MANERA MUY ESPECIAL !! 👏👏👏👏 - Ven a por estos simpáticos Papones y Manolas, de las 16 Cofradías de León. - Ven a tocar nuestras carracas especiales !!!. - Ven a ver nuestro gran Tenebrario gigante de 5 x 3,50 m. - Ven a ver nuestras esculturas, Via Crucis, Genarín, Conejo de Pascua, y artesanías únicas y originales. Horario: 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 de Lúnes a Sábado. (Jueves Santo abrimos 11:00 a 14:00 y de 17:30 a 20:00) Si te gusta algo te lo mandamos, o si quieres que te realicemos algún trabajo😊😉, no dudes en contactar. (en León, Spain) https://www.instagram.com/p/CM-YQoXs4yB/?igshid=5r3c7kjvojkv
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artesanosleoneses · 5 years
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Preparando la Semana Santa !!!! Cruces, velas, carracas, matracas, cristos, Genarin, últimatima cena, candelabros, tenebrarios, huevos y conejo de pascua, rosarios.........etc. (en León, Spain) https://www.instagram.com/p/B9h39BBIbQw/?igshid=1hynreaxke2t7
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