Tumgik
#velvetfreedom
exoficsspanish · 5 years
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VELVET FREEDOM 05
Tumblr media
Do Kyungsoo x Lectora
Advertencia: Smut
Capítulo anterior / siguiente
El poco tiempo que me había quedado para trabajar se había pasado en un parpadeo podía escuchar el clic clac de alguien jugando con su lapicero de manera constante y fastidiosa, por mi nerviosismo golpee mi escritorio y voltee a verlo.
—¿Serias tan amable de callarte? hay algunos que aun intentamos trabajar — la persona me enseñó el dedo medio desde su cubículo a lo que rodé los ojos, me sentía muy nerviosa por tener que ver a Kyungsoo después del trabajo.
—¿Vamos por unos tragos saliendo? — preguntó mi compañera del cubículo de la izquierda pero fui rápida negando
—Lo siento tengo un compromiso— respondí, guardé mis cosas con prisa, al dar la hora de salida, corrí al baño para verme en el espejo y corregir mi maquillaje, que aunque fuera muy simple quería que se viera perfecto.
En la entrada del edificio me quedé congelada al notar  lo que se encontraba  enfrente de mí, las chicas de mi oficina se tomaban fotos junto al coche lujoso, se encontraba un chófer el cual al notar mi presencia con la mayor discreción posible señaló su celular para indicarme que viera el mío.
*Chófer* “Señorita, el señor Taejung la espera, me ha mandado para que la lleve al departamento”
*Tu*
“Oh” “Vaya” “¿podríamos vernos a unas dos cuadras de aquí, no quiero que hagan preguntas mis compañeros?”
*Chófer*
“Señorita, el señor Taejung me dio instrucciones específicas de recogerla, pondrá mi cabeza en una exposición si la hago caminar más de 10 pasos”
*Tu*
“Pfff, si claro, pues aquí no está, no era nada ;) te veo en la avenida 10”
No espere a mirar el mensaje, comencé a caminar, despidiéndome de mis compañeras, mi celular sonaba, pero lo ignore, caminé con cuidado por la ciudad, cuando llegue a la esquina sorprendentemente la limusina ya estaba esperándome.
—Señorita, por favor no haga eso, ¿quiere usted que me despellejen vivo? — él chófer abrió la puerta a lo que yo me reí por lo bajo
—No te preocupes, yo te defiendo contra el gran lobo malvado—rodé los ojos divertida a lo que el chófer solo negó con la cabeza.
El viaje fue un poco tardado, el departamento estaba en la zona de ricos, podía ver desde la ventana la colina donde vivía Ángel, pero el edificio donde llegue estaba justo al centro de toda el área, el estacionamiento era subterráneo, se abrió la ventana para que pudiera hablar con el chófer.
—Señorita, solo ponga esta tarjeta en el elevador, cuídela, es su llave— la tarjeta era negra, tenía un leve corazón en la esquina junto la K, sonreí con cierto sarcasmo ¿Qué tanto puede estar obsesionado con el rey de corazones?
Tomé mi bolsa pegándola a mi cuerpo con miedo de lo que pasaría, el elevador se abrió detectando mi cercanía, me encontraba demasiado nerviosa, tanto que tomó casi tres intentos insertar la tarjeta dónde debía, cuando lo hice el elevador comenzó a andar, el sonido de haber llegado al piso me indicó que ya estaba ahí, las puertas se abrieron, pensé que me iba a encontrar con otro pasillo pero en cambio estaba en el recibidor del departamento,  había dos puertas blancas y una negra, con curiosidad abrí una puerta, observé que había separaciones para poner zapatos junto con pantuflas de Dolce & Gabbana eran azul zafiro tenía una pequeña etiqueta “Para ti mi Ámbar”
Eran demasiado cómodas, lo compararía a caminar con colchones en los pies, al abrir la otra puerta me encontré con que era un armario para abrigos, colgué el saco que utilice todo el día en el trabajo, calmé mis nervios y abrí la puerta negra solo para sorprenderme.
La casa era lujosa, pero se sentía sin alma, colores grises, negros y blancos inundaban todos, habían pinturas en las paredes en colores neutros, decidí entrar con cuidado de no hacer ruido, la cocina parecía salida de un sueño de chef, la vi con ilusión de algún día poder cocinar con él ahí.
La distribución del departamento era hermosa, cada esquina estaba decorada de una manera que sintieras que el lugar era habitado por un hombre limpio y con gusto, pero aun así no encontraba a Kyungsoo pare al ver una pequeña nota roja.
Ve a la azotea, Cielo
Emocionada seguí las escaleras de un acero que parecía brillar por sí solo, me encontré con una estructura de cristal que dejaba ver todo el cielo, no hacía frío porque estaba con su propio sistema de aire acondicionado, plantas verdes que parecían desbordarse, lámparas amarillas con estilo antiguo iluminaban el lugar y en medio de tanta belleza estaba Do Kyungsoo dándome la espalda al voltearse fue como si todo el aire de mis pulmones saliera de un golpe.
—Esperaba por ti Cariño— mencionó mirándome de arriba abajo, a lo que yo solo me contenía para no volverme agua en el suelo.
—¿Lista para cenar? — señaló la mesa del comedor donde se encontraba una variedad de comida italiana
—¿Cada vez que nos veamos tendremos comida de diferente país? — pregunté sonriendo, por un segundo noté cierto nerviosismo en él.
—¿Qué? ¿Hay algo que no te gusta? ¿Hubieras preferido algo más? — por instinto buscó en el bolsillo de su chaqueta sus cigarros, al parecer también era un tic nervioso.
—No, para nada, me siento mimada— miré hacia el suelo con timidez, al subir la vista él observaba a través del humo de su cigarro con una sonrisa que parecía prometerme los problemas que se avecinarían
—Acostúmbrate porque a partir de ahora estaré consintiendo cada deseo que tengas—con su cigarro entre los labios abrió una silla para mí.
Cuando iba a sentarme el negó, se sentó primero y cuando comprendí lo que quería me ruboricé, recordando nuestro primer encuentro hace tantos años donde me sentí tan pequeña me senté en sus piernas con la misma delicadeza de años atrás, sus piernas se sentían más firmes, parecía irradiar calor, me acomodé un poco con cuidado de no tocar sus partes íntimas aun cuando me moría por hacerlo.
—Eres una buena chica para mí— el elogio pareció recorrer todo mi cuerpo y solo pude asentir tímida
—-¿Quieres comer? Estoy seguro de que tanto trabajar te tiene hambrienta— con cuidado puso dos servilletas de tela en la pierna que él tenía disponible y en mis piernas que se encontraban en su regazo.
—¿Qué quieres comer primero, Cielo? — me señaló todo lo que había en la mesa
Me quedé observando cada uno, pero le señalé la pasta a la boloñesa.
—Buena elección — tomó el plato con cuidado de que su cigarro no tirara ceniza y lo acercó, me dio el tenedor, comencé a comer mientras el fumaba sin decir nada.
—Esta riquísimo Kyungsoo —dije sonriendo ante la comida a lo que él me dio un beso en mi sien.
—Lo sé Querida, solo lo mejor para ti—apagó su cigarro y abrió su boca esperando que le diera un bocado, jugando acerqué el tenedor para después meterlo en mi boca riéndome.
El apretó mis muslos en advertencia.
—No juegues conmigo Ámbar — respiró la fragancia en mi cuello para besarlo, después él mismo tomó otro tenedor y comenzó a comer
—Espero que después de irme ese jefe tuyo no te haya tratado mal— me dijo a lo que yo solo negué
—Para nada, después de que te fuiste otra vez me pidió disculpas, la tarde la pasé arreglando un asunto menor que me habían dado— di otro mordisco a lo que él me limpio con su servilleta
—Eres hermosa— me dio un beso rápido en la mejilla para seguir comiendo conmigo
-Hay algo que está dándome vueltas en mi mente Kyungsoo— ante el comentario el posó sus ojos sobre mi
—Dilo Querida— se limpió la boca con la servilleta, tomo una copa de vino y observaba desde el borde de la copa.
—¿Por qué sigues tan interesado en mí? Han pasado años y ni siquiera te he dado nada a cambio— traté de evitar su mirada por lo cual me entretuve en mi plato
—Mírame a los ojos cuando me hables y más si es una pregunta—tomo mi mentón y lo subió para que lo observará
—Aun necesitamos trabajar en que no me tengas miedo— beso mi sien y peino algunas hebras de cabello que se habían escapado
—No te tengo miedo, me pones muy nerviosa, tienes toda un aura—para poner más énfasis solté un suspiro y alce mis brazos como dibujando algo muy grande — enorme, me hace sentir como una bebé cuando estoy contigo— el posó una mano en mi muslo para volver a hacer que lo viera a los ojos
—Imagina Cielo, fui a ese club con la intención de beber y coger a alguien; soy una persona que tenía a chicas  comiendo de la palma de mi mano las consentía igual que a ti, no puedes entender mi sorpresa cuando subí la vista buscando a mi próxima conquista solo para  encontrarme con unos ojos enormes mirando al infinito, estabas iluminada por una luz que hacía resaltar tu pequeño vestido, igual a una hada, incluso sonreíste en medio de todo ese inframundo  y en ese momento puse todo a tus pies como lo había hecho con otras bebés, maté por ti para ver cómo me lo pagarías a futuro, creo que no llegas a comprender lo orgulloso que estaba, en vez de estar cómoda con lo que te di, llegaste a trabajar en ser alguien por ti misma, ninguna de las chicas a las que les había pagado por su libertad había hecho eso consigo misma, siempre pedían más sin tener que trabajar, así que las dejé a todas ellas y decidí solo quedarme contigo. ¿Sabes lo único que me pediste en todo este tiempo? Verme, nadie más había pedido eso, las otras me ofrecían su cuerpo, me querían dar joyas como si yo no las pudiera comprar, en cambio tú querías mi compañía - nunca en su discurso me sentí celosa por otras personas teniendo su atención porque sabía que había salido vencedora en una batalla que ni yo misma comprendí que luchaba.
—¿Qué gané con esto? - dije mientras daba otro mordisco a mi comida
—Te ganaste al mismísimo Cerbero a tus pies, Cielo—tomo mi cara con fuerza con su mano derecha que olía a cigarro para que lo viera a los ojos, lamí mis labios intentando prepararme para una recompensa e hice un puchero
—¿Serás mi perro Kyungsoo? — pregunté con voz tierna
—El más bueno de ellos Mi vida—besó mi puchero para después dejarme seguir comiendo
Cuando terminamos de comer la mayoría de los platos en la mesa, el tocó mis piernas para decirme que las bajara y con una delicadeza que nunca alguien había tenido conmigo me levantó.
—Iré por el postre— dijo para mí.
Vi la mesa llena de platos ya vacíos así que decidí ayudar levantándolos con cuidado de no tirar nada además traía las copas de vino para poder rellenarlas.
Al dar vuelta para ir hacia la cocina choque con él, su camisa fue manchada con vino y salsa de la comida, además por la sorpresa el tiró los postres.
—Que carajo— Kyungsoo dijo en una voz enojada y eso fue lo único que bastó para que regresara a aquel momento…
Era mi segundo mes en el horrible lugar que ahora llamaba casa, había estado encargada de la limpieza, pero al parecer tenía potencial para ser algo más en Electric Kiss por lo cual me estaban enseñando por noventeava vez como preparar un Mai Tai.
—¿Que carajo pasa contigo Ámbar? — Gritó la anciana pegando en la barra pensando que me haría estar menos nerviosa
—Lo siento es que aun no puedo recordar bien las cantidades que debe de llevar— comencé a retorcer mis manos nerviosa
— ¿Acaso eres tonta? ¿No te trabaja el cerebro o que tenemos que hacer contigo? Un chimpancé no tardaría en aprender tanto como tu- bajé la vista tratando de huir de su ira
—Lo siento— dije en voz baja
—Creo que necesitas un incentivo para dejar de equivocarte— la anciana saco su vara de bambú, ni siquiera tuvo que decirme que me quedara quieta por el miedo me paralice mis pantorrillas ardían con cada golpe y en mi mente no lograba comprender como alguien podía ser tan cruel con otra persona solo por haber arruinado una bebida.
— ¿Cuándo aprenderás a hacer algo bien? niña estúpida— repetía al ritmo de los golpes la vieja bruja
—Seré mejor, discúlpeme por favor —decía entre lágrimas ninguna de las otras chicas me podía ayudar porque significaría que las castigaría a ellas también, después de todo un infierno me hizo levantarme sin que le importara el que no podía por el dolor y preparar mas bebidas, esta vez no me equivoqué ni por una onza.
—Lo siento, no me golpees por favor— me tiré al piso con miedo cubriendo mi cuerpo recordando los horribles castigos que nos daba la anciana cuando hacíamos algo mal, el pánico parecía viajar por todo mi cuerpo circulando con mi sangre envenenándome.
—¿De que hablas? ¿estás bien? — el trato de tocarme, pero todo se cerraba sobre mi
—No, seré mejor, discúlpame— me hice una bola tratando de esconder mis pantorrillas
—Mi vida— por mas que el intentaba que lo viera fue imposible, escuché como se levantó, comencé a respirar demasiado rápido imaginando como iba a maltratarme igual a como lo habían hecho, suplicaba por piedad y recitaba todo lo que debía de traer cualquier tipo de bebida.
No pude percibir como el comenzaba a tirar cosas en la cocina, hablaba por teléfono, podía escuchar como si todo estuviera muy lejos de mí, entendí muy poco
“¿Como que no sabes tratar con esto?”
“Me importa una hectárea de mierda que tu jefe este ocupado, más vale que me conteste si no yo mismo iré a cortarle los testículos y ponérselos de corbata, ponlo al maldito teléfono”
“NO, NO QUIERO A SU ASISTENTE, SI ESTOY LLAMANDO AL MEJOR PSICÓLOGO DE LA CIUDAD LO QUIERO A ÉL NO A UN MALDITO MANDADERO”
Me encogí más sobre mi misma rezando a todos los santos para que no me hiciera nada.
Paso muy poco tiempo y unas cuantas maldiciones mas para volver a tenerlo frente a mí.
—Cielo no pasa nada, todo está bien, lo siento si subí la voz es solo que me sorprendiste, todo está bien— él se encontraba en cuclillas cerca de mí, pero sin tocarme, pues sabía muy bien que lo que necesitaba era espacio.
— Cariño, vamos respira conmigo, todo esa bien, vamos a comenzar a respirar, a la hora de inhalar, inhala como si olieras el mejor de los perfumes en este mundo, hazlo conmigo— esperó a que inhalara, con lágrimas en mis ojos y la nariz tapada por el moco logré hacerlo, imaginé que olía su perfume
— Ahora cuando exhalemos, vamos a pensar que estamos soplando burbujas en un parque ¿te gustaría eso, mi vida? — su voz no se comparaba con sus gritos de minutos atrás, y de nuevo esperó a que soltara el aire imaginándome en un gran parque haciendo burbujas para los niños, repetí el ejercicio varias veces siempre acompañada con él.
—¿Ya estas mejor? ¿puedo abrazarte? — dijo él con una voz baja sin importarle el que la crema del tiramisú estaba manchando sus pantalones, mi cara llena de fluidos asquerosos junto con el rímel corrido, todo el miedo que había sentido minutos atrás parecía embarrarse en mí, todavía temblaban mis manos
—No, necesito un momento por favor— me encerré en mi mente tratando de procesar en donde estaba ahora, me sentí culpable que hubiera arruinado las cosas.
—Ya no vas a querer pasar más tiempo conmigo por lo que hice— mi voz temblaba al decirle lo que pensaba
—¿Bromeas? Es solo comida, un poco de crema, ya más tarde llamare para que limpien todo, lo que me enoja es no haber sabido responder a tiempo— respondió el sin siquiera titubear para contestarme
—Mírame soy un desastre— me limpie en mi ropa la crema del postre junto con las lagrimas
—Cielo, créeme que he visto cosas peores— yo no lo sabía, pero Kyungsoo literal había visto explotar sesos y ni siquiera eso lo había hecho parpadear
—¿Quién eres realmente Do Kyungsoo? — pregunté curiosa sin aun poder despedir los nervios que causaban temblores en mis manos.
—Ni yo mismo lo sé, pero de alguna extraña manera te quiero compartiendo esto— besó mi nudillo a lo que otra vez quise poner distancia
—Creo que es mejor que vaya a casa—mi mente me gritaba lo tonta que era por desperdiciar mi oportunidad a lo que el asintió.
—Si eso es lo que deseas, eso haremos— sin más se levantó ayudándome también con mucho cuidado de no traspasar los limites invisibles de mi espacio personal.
Caminamos untos a la salida, él se hinco frente a mí para ayudarme con ponerme los zapatos de nuevo, me ruborice un poco pero el sudor frio en mi cuello me recordó que no era momento de fantasear.
El viaje en el coche fue aún mas ansioso, el silencio parecía que me iba quebrar, todo el lugar apestaba a cigarro tal vez días atrás me gustaba el olor pero ahora me recordaba que nunca iba a poder escapar de los recuerdo que esa anciana había dejado en mí, lagrimas comenzaron a escapar de mis ojos, enojada las comencé a limpiar intentando esconderme para que el n viera que estaba siendo patética.
—Muchos dicen que el dinero te da la felicidad, incluso han hecho miles de canciones alabando como tenerlo es lo mejor, yo difiero, mírame ahora mismo, sin poder decir algo que te haga sentir mejor— me dio un pañuelo para que limpiara mis lagrimas
—Eres todo un caballero— el soltó una risa ante mi comentario
—Quienes se cruzan conmigo dicen todo lo contrario— se detuvo enfrente de mi edificio, podía notar en su mirada que se resistía a decir adiós
—Hasta ahora conmigo si lo eres— tome su mano apretándola con delicadeza
—Y así seguirá— beso mi frente
Abrí la puerta, pero aun así no me atrevía a decir adiós
—Habrá más oportunidades para pasar tiempo juntos—salí con un sentimiento de seguridad de saber que el aun quería hablar conmigo.
Ni siquiera imaginaba que después de irme a dejar, Kyungsoo se dirigió al gran consultorio del Psicólogo al cual había llamado, afuera del edificio ya estaban dos de sus amigos, Baekhyun le aventó una mascara igual a la que junto con Lay traían, simples calaveras, claro, sin olvidar sus coloridas camisas playeras con palmeras y dibujos ridículos, sacó su pistola glock y abrió la puerta como si nada.
—Dile a ese maldito que esta vez si me tendrá que atender — con una voz oscura le ordenó a la secretaria a la cual con los brazos arriba asintió, Baekhyun apretó su cuello y la hizo desmayarse.
Fue fácil de abrir el despacho, el psicólogo estaba riéndose, veía un gran partido de futbol americano.
—Toc, toc cabrón— Kyungsoo se recargó en la puerta mientras veía a Lay atar con mucha facilidad al tipo.
—Vamos a atarte como el pequeño cerdo que eres, ¿Quién te crees que eres? Ignorando llamadas cuando la gente te necesita, acaso no esta en tu código ético tener que dar auxilio, pero mira nada más, te salió el tiro por la culata— Lay le dio una nalgada riéndose
—Lo siento, por favor, por favor no me hagan nada— gritaba el sujeto a lo que Baekhyun corto un poco de la tela de uno de sus sillones y se la metió en la boca
—No soporto a la gente que habla más que yo— golpeó su cara y lo puso a los pies de Kyungsoo
—¿Sabes? Mi bebe suplicaba por ayuda en medio de un ataque de pánico al igual que tu lo acabas de hacer, traté de buscarle ayuda, pero, adivina ¿quién no me quiso contestar la llamada? — Kyungsoo se hinco junto a él, poniéndole un cuchillo en su mejilla
—Realmente arruinaste tu vida — Lay reía mientras se sentaba en el sillón mirando el fútbol americano
—Tuve que buscar en Google porque un maldito cerdo poco profesional me negó la ayuda, imagínate a mi bebe llorando y a mi como estúpido leyendo artículos en ese momento, realmente me sentí humillado, y a mi nadie me hace sentir así— esta vez el cuchillo hizo un corte en línea vertical limpiamente, el tipo gimió de dolor a lo que Baekhyun se rió.
—Enséñale como hace las cosas White Noise — sacó su zippo y comenzó a fumar mientas veía como Kyungsoo abría la camisa del tipo
—Ya que te importaba mucho tu juego vamos a dibujar el marcador, tenemos bastante espacio en tu estomago— Kyungsoo ni siquiera se inmuto al ver las lágrimas del sujeto.
No tenía la más remota idea lo que Kyungsoo hacia al otro lado de la ciudad porque al entrar al departamento no prendí las luces, me quede en la obscuridad, en medio de la sala, respirando como había dicho él, después de mucho tiempo en el que estuve tratando de ignorar los recuerdos cubiertos de nicotina y varas de bambú  decidí que me daría un baño caliente para alejar todos los pensamientos  negativos, encendí la música ochentera digna de una escena de película y me bañe cantando a todo pulmón, cuando estuve seca y debajo de las sabanas escuchando a ABBA, decidí marcar su número aunque ni siquiera el teléfono era capaz de pasar la llamada.
Tal vez era una señal de que el no me quería hablar ya, pero en ese momento mi celular comenzó a sonar indicando una llamada, el numero era desconocido, conteste con nervios.
—¿Bueno? — mi voz estaba aún un poco temblorosa
—Tenemos que platicar sobre como contestar a desconocidos no esta bien, Cielo— su voz era dulce, pero al lado de la línea Kyungsoo se deshacía de sus demás pertenencias que Chanyeol quemaba.
—Puede ser una emergencia, además eres tu — le dije acurrucándome en la cama
—Mmmm inventare algo para que sepas que soy yo el que te llama de cualquier número privado, ¿cariño? Borra el anterior número, dejé mi celular en otra parte así que tuve que conseguir uno nuevo — Kyungsoo veía como Sehun deshacía su celular en acido mientras reía con los demás.
—Ok, ¿Que pasaría si te dijera que quisiera que estuvieras aquí junto a un gran bote de helado para mí? ¿Qué responderías? - pregunte tapándome con la cobijas, quería pasar la noche con alguien, alejar todas mis pesadillas y sabia que Kyungsoo era el indicado.
—Fácil, te diría ¿de qué sabor? — al otro lado de la línea, Kyungsoo hacia señas de que se iría, me reí un poco por su contestación, pero logre contestar
—Sorpréndeme— colgué antes de que me pudiera refutar.
Pasaron minutos los cuales aproveche para mejorar mi aspecto cuando el timbre sonó yo me sentía preparada al igual que lo haría un torero al enfrentar al toro, abrí la puerta, encontrándome con un recién bañado Kyungsoo fumaba, pero en su mano derecha traía botes y botes de helados de Ben & Jerry
—No sabia cual era tu sabor favorito— dejó en la isla de la cocina la bolsa, me jalo de la cintura y me beso como si hubiera estado sediento por años.
Sus labios sabían a nicotina, gemí en su boca, lo cual el aprovecho para adentrar su lengua en mi boca, sus labios eran suaves y parecían masajear a los míos, su lengua recorría mi cavidad bucal, no sabia donde poner mis manos a lo que lo tome del cuello, sus manos bajaron hacia mi trasero y lo apretó, golpeo mis muslos, entendí su señal y puse mis piernas en sus caderas.
—No…tienes… idea…de…cuanto…quería…hacer…eso— cada palabra era dicha después de un beso.
—Pero quiero mi helado— dije entre besos
—Lo que quieras Cariño— me bajo al piso y comencé a abrir los paquetes, encontrando el de sabor a brownie
—Este es mi favorito, aunque el de Red Velvet esta cerca de volverse mi favorito— el me robo otro beso
—Lo recordaré— se puso enfrente de mí, y me cargo para que me sentara en la barra
Comimos helado hasta que me sentí satisfecha, guardé con cuidado todos los demás botes, aunque el me advirtió que no me los terminara todos en un día si no me iba a doler el estómago.
—Ven, vamos a mi cuarto— lo jalé, iba detrás de mí para después empujarme a la cama
—Kyungsoo déjame tratarte igual de bien que tu me tratas— le dije besándolo a lo que el negó
—No mi vida, hoy es solo sobre ti aunque créeme que disfrutare cada segundo— sin darle vueltas a las cosas me quito mi camisón de seda, abajo solo traía mis pequeñas bragas color azul, me observó como si representara un oasis en el desierto.
—Mil veces mejor que comer helado— beso mis pechos, haciéndome recostarme en la cama, sus labios carnosos se concentraban en mi pezón izquierdo mientras que sus manos masajeaban mi otro seno, cuando estuvo contento con su trabajo paso al otro y masajeo al que había quedado húmedo.
—Se siente tan bien— oculte mi cara en una de mis almohadas
—Apenas estoy empezando Querida — su mano comenzó a bajar, pero evito el lugar donde lo quería más, en cambio comenzó a tocar desde mis tobillos hacia arriba prestando atención a mis muslos, estrujándolos, su boca comenzó a dejar un camino de besos que terminaron en mi ombligo.
Tomo su lugar entre mis piernas, parecía un niño desenvolviendo su regalo en navidad, recostó su cabeza en mis muslos, acercó su cara, beso mi clítoris el cual estaba todavía cubierto por mi ropa interior.
—Así debe de lucir el cielo— hizo a un lado mi ropa interior, lamió despacio como un gato, sus labios se concentraron en mi clítoris, por reflejo mis caderas se alzaron gracias a la estimulación, pero su mano bajo rápidamente mi cadera para que no me moviera.
Comencé a apretar las sabanas tratando de alguna anclarme a la tierra porque su lengua parecía un tornado, cuando se aburrió de sostener mi ropa interior la jalo al punto de romperla, puso mis piernas en sus hombros y me jalo para que me acercara a el lo mas posible, si había pensado que se sentía como el cielo después de esto me sentía alucinando.
Inserto un dedo en mi vagina, lo cual me hizo gemir su nombre, dio un mordisco a mi muslo, para comenzar a sorber mi clítoris, no podía quedarme quieta por lo cual comencé a tomar su cabello intentando que no parara con sus ministraciones.
—Vamos Cariño, yo se que puedes hacer mas ruido— insertó otro dedo, todo sonaba húmedo, desde como sorbía hasta como se escuchaban sus dedos entrar y salir de mí, no podía contener mucho, su nombre salía de mi boca como si se tratara de un mantra.
Me sentía cada vez mas cerca, jale su cabello a lo que el dejo de lamer para besar el pulso de mi mano, dejando un rastro de mis fluidos
—Grita al mundo quien te está haciendo sentir así, mi vida— beso mi vientre para animarme además de aumentar la velocidad de sus lamidas junto con sus dedos.
Mis caderas comenzaron a moverse a la misma velocidad, grite su nombre y me vine en su boca, el comenzó a sorber todo lo podía, pero a la vez evitaba que me moviera, era demasiada mi sensibilidad, veía todo en blanco, cuando baje de mi éxtasis tome la mano que había estado dentro de mi probando a que sabía, fui interrumpida gracias a sus besos.
—Simplemente perfecta …— dijo mi nombre de una manera tan intima que me escondí en su cuello probando el sudor en su piel.
—Kyungsoo no es justo, yo estoy desnuda completamente y tu todavía traes tu ropa puesta— jale su playera negra
—Mmmm no importa, vamos a darte una rápida ducha y después nos vamos a la cama, debes estar exhausta, fueron demasiadas emociones por hoy— me jalo con mucho cuidado, se rio un poco por mis piernas temblorosas, me acompaño al baño.
—¿Te importa si enciendo un cigarro? — preguntó cuando estaba abriendo el agua caliente
—No, en este momento no me importa— entre al agua lavándome mi cuerpo con cuidado, el encendió el cigarro, con mucha gracias se sentó en el piso del baño enfrente de la ducha, viéndome bañarme, el humo oscureció su rostro, pero podía notar como las comisuras de sus labios estaban alzándose en un gesto de satisfacción.
Al cerrar la llave después de bañarme el estaba con una toalla esperándome para secarme.
—¿Lista para dormir? — su voz parecía haber bajado otra octava, pero le dije que sí, el se quito la playera que traía, junto con los pantalones, quedándose solo en sus boxers, me ofreció su playera, pero negué tomando el camisón olvidado al lado de la cama, me lo puse olvidando la ropa interior
—Eres toda una tentación querida— beso mi hombro, para después apagar todas las luces, lo abrace como si fuera un oso de peluche gigante, el no tuvo problema, beso mi frente y dormí como nunca.
Desperté con el olor a café y el sonido de la televisión, no estaba Kyungsoo a la vista, tallándome los ojos fui a sala, me senté escuchando las noticias esperando que eso me ayudara a levantarme más rápidamente.
“Fue encontrado el cuerpo de un hombre a las orillas del rio de la ciudad, presentaba claras señales de tortura…INTERRUMPIMOS LA NOTICIA YA QUE NOS HA LLEGADO UN COMUNICADO DE ULTIMO MINUTO LA CIA ACABA DE ANUNCIAR EL INVOLUCRAMIENTO DE MAS DE OCHO MIEMBROS DEL SINDICATO DE COMUNICACIONES EN TRAFICO DE ARMAS”
Esa noticia me había despertado, voltee por inercia buscando a Kyungsoo el cual me ofreció una taza de café y una sonrisa traviesa.
—Bienvenida al infierno Ámbar— beso mi frente y supe que yo no me quería mover de su lado jamás.
Me encantaría leer lo que ustedes piensan sobre este capitulo y también le den un corazón a la historia (también habrá playlist de este fanfic)
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velvet-freedom · 7 years
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Y no volveré a quererte tanto, y no volveré a dejarte de querer.
“Antes de que cuente diez”, Fito & Fitipaldis. 
                                                       DÍA 2
“Cada una de las frases de esta canción es una cita con la que te debes sentir identificado por lo menos una vez en tu vida.”
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exoficsspanish · 5 years
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Velvet Freedom Playlist
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Un encuentro que terminó con sangre derramada sellando el comienzo de su relación...
Blue Velvet - Lana del Rey “She wore blue velvet but in my heart there'll always be precious and warm a memory”
Make you feel - Alina Baraz “ Listen long, long enough you can love me, I’ll be just yours, you can hold me even let you undress my mind
Young God - Halsey “ Baby girl, don't get cut on my edges, I'm the king of everything and oh, my tongue is a weapon, there's a light in the crack that's separating your thighs and if you wanna go to heaven you, should fuck me tonight"
Guys my age - Hey! Violet “ 'Cause you hold me like a woman in a way I've never felt before and it makes me wanna hold on, and it makes me wanna be all yours”
Bite - Troye Sivan “ Kiss me on the mouth and set me free, sing me like a choir, I can be the subject of your dreams, your sickening desire”
Gangsta - Kehlani “ I need a gangsta to love me better than all the others do”
Dangerous woman - Ariana Grande “ I wanna savor, save it for later, the taste of flavor, 'cause I'm a taker, 'cause I'm a giver, it's only nature, I live for danger”
White Roses - Charlie XCX “ We're gonna melt down gonna disappear into the sun, gonna burn down together like fire, we can't get enough”
Love lies - Khalid feat. Normani “ It's not easy for someone to catch my eye but I've been waitin' for you for my whole damn life”
Partition - Beyonce “ Take all of me, I just wanna be the girl you like, girl you like”
Get you - Daniel Caesar feat. Kali Uchis “ Through drought and famine, natural disasters, my baby has been around for me, kingdoms have fallen, angels be calling none of that could ever make me leave ” 
Stand Still - Sabrina Claudio “ I want trust too, I want us too, I want lust too, I want lust too, I want love too, I'm wanting you”
Love on the brain- Rihanna “ I'm tired of being played like a violin, What do I gotta do to get in your motherfuckin' heart?”
Crazy in love - Eden Project  “You got me hoping you'll page me right now, your kiss, you got me hoping you'll save me right now looking so crazy in love”
Die for you - The Weeknd “ I'm scared that I'll miss you happens every time, I don't want this feelin', I can't afford love, I try to find reason to pull us apart, it ain't workin' 'cause you're perfect and I know that you're worth it
X - Code Kunst feat. Lee Hi “ I’m busy, don’t call me, especially when I’m asleep at night, It’s too late to apologize, you made me into this”
Love words - Chen “ Stars are raining down, their lights shining on you, don’t go too far, because I’m here, always, I love you”
Escuchar: Spotify / Youtube
Lee el primer capítulo de Velvet
Masterlist
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exoficsspanish · 5 years
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Velvet Freedom 01~
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(Imagen no me pertenece)
*Volví a subir el capítulo 1 porque tumblr nunca me resolvió la situación*
Do Kyungsoo x Lectora
Advertencia: Historia mas obscura que las anteriores
Numero de palabras:3670
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Mi cuerpo me gritaba que necesitaba un respiro, pero los labios de mi cliente seguían recorriendo mi piel con hambre, sentía el esfuerzo al máximo que hacia mi cuerpo por seguir el ritmo que me imponía, beso mi cuello encajando sus dientes, sabía que se uniría a los moretones por la fuerza que ponía en sus embestidas. En la mañana todo me dolería, cuando termino, se vistió dejándome en medio del cuarto, ni siquiera en mi cansancio tomé una sábana para cubrirme, caí dormida sin importarme lo pegajosa que me sentía de la zona entre mis piernas, ¿realmente vale la pena seguir así?
¿Creo que es obvio donde trabajaba o que es lo que era? Supongo que lo interesante seria saber ¿cómo había llegado a Electric Kiss?
Verán, soy una persona que hasta los 18 pudo por fin ser “libre”, olvidarse que alguna vez hubo alguna familia que cuido de ella incluso con todo el alcohol que consumían.
En la gran ciudad planeaba encontrar fortuna junto a mi amor desde la secundaria, pero tristemente la vida me golpeó en el rostro cuando el sólo me utilizó, vendiéndome a una mujer pasada de los cincuenta que fumaba los peores cigarrillos sin filtro, la cual solo soltó su humo, le dio el dinero, desapareciendo por la ciudad, después de unos años me entere que lo habían matado cruelmente, su cuerpo fue tirado al mar por meterse con las personas equivocadas, rezaba para que la mujer que me tenía muriera igual.
A estas alturas de mi vida pensé que ya podría haber pagado mi libertad pero no, tristemente solo se incrementaba más, siempre que le preguntaba era otra cantidad, me decía que no vivía solo de aire mientras viviera con ellas debía pagar mis gastos de vivienda, casi mientras ponía un pie fuera del privado ella ya estaba ella contando en su mano el dinero que había ganado la noche anterior, ni siquiera había pensado en guardar un dólar para darnos como pago, revolvió mi cabello, echo su humo sobre mí y me mando con las demás chicas.
Había muchas personas como yo, más exóticas, extravagantes, otras que parecían salidas de un sueño, con cabellos tintados de manera que jamás pensaba que alguna vez fue su cabello fue castaño, dije un hola tímido, una de ellas puso en mi mano un poco de café que sabía más a agua de calcetín y señaló la ducha.
Tallé mi cuerpo, a estas alturas el asco se había desvanecido, solo quedaba una gran sensación de vacío por lo que me seguiría tocando vivir.
-¿Ámbar?- pregunto la pequeña Fantasía
-¿Si?- conteste mientras me secaba el cuerpo intentando no rozar los lugares con moretones y chupetones
-Chispa dice que pronto estará el desayuno- me sonrió con sus ojos grandes que traían pupilentes color rosa
-Gracias Fantasía- me apure a peinar mi cabello ¿Por qué teníamos alias? No lo sé, tal vez de alguna manera queríamos pensar que aquí éramos otras personas y afuera algún día podríamos tener nuestros nombres de nuevo y ser lo que tanto soñamos.
Me senté junto a las otras 10 chicas, Chispa junto con Menta estaban sirviendo el desayuno, otras servían el jugo, contaban como les había ido, mientras que Milagro bendecía la comida ¿Cómo aun podía en creer en dios en esta situación? No lo sabíamos por eso mismo le apodamos Milagro, pero siempre decíamos Amén para que ella estuviera feliz.
-Ámbar, después de desayunar veremos si con un poco de hielo y una cuchara podemos mover eso- murmuro Rosa mordiendo con cuidado su tostada ya que sería la única que teníamos permitida, asentí porque no quería verme con estas marcas por más tiempo.
-Hay que agradecer que hoy no se abre las puertas del infierno- murmuró Fantasía refiriéndose que de alguna manera no tendríamos que “trabajar” hoy
-Eso no nos absuelve de limpiar el lugar y ensayar aún más- Sol hizo un puchero cuando probó el jugo de naranja que ya comenzaba a saber extraño
-¿Qué estará haciendo ahorita Ángel?- preguntó Perla
-Viviendo la gran vida, en algún extraño edificio de por allá- señalo Chispa a los condominios enormes, todas suspiramos, Ángel se había encontrado con un millonario anciano que la compró, volviéndose en el centro del habla de  la sociedad, al casarse con el hombre de 95 años, la habían llamado todos los nombres posibles para referirse a como era una cazafortunas en los medios, pero cada una de nosotras sabíamos que si se nos hubiera presentado la oportunidad no la hubiéramos dejado pasar, lo único que nos dolía es que se fue sin decir adiós y no nos ayudó a encontrar una salida a todo esto.
-A veces me encantaría poder haber estudiado Arquitectura y no conformarme con estos catálogos de diseño de interiores que trae esa vieja bruja- dijo Menta mirando con lastima los edificios
-Yo no quería nada fuera de este mundo, solo quería atender una papelería- respondió Fantasía
-Me hubiera gustado aprender todo sobre el arte en las uñas, al menos puedo practicar con ustedes- Sol sonrió golpeando mi hombro para que dijera lo que me hubiera gustado
-Solo deseaba felicidad- comencé a llorar haciendo que todas me abrazaran, después de un rato de que todas lloramos, decidimos empezar a los labores, limpiábamos con guantes, la voz de la anciana  nos recordaba que nadie quiere acostarse con alguien que olía a puro cloro, mientras hacíamos eso, alguna de las chicas bailaban provocadoramente, ensayando para la siguiente semana.
Me dedicaba a limpiar la barra, conociendo que ese era mi lugar, surgían ocasiones donde alguna persona se ponía terca que me quería para la noche y la anciana no era quien para negársele a un cliente, de esa manera llegue al privado de anoche.
Algunos clientes eran hombres casados, otras mujeres frustradas que llegaban a desquitarse con un cuerpo joven, drogadictos, mafiosos, cualquier día en Electric Kiss podías hacer una redada y encontrar un pez gordo entre la multitud, en ocasiones había un rayo de esperanza como oficiales encubiertos para descubrir toda la porquería que pasaba en este lugar pero, se extinguía tan pronto como sus superiores les pedían que dejaran el caso o simplemente los mataban a sangre fría.
Las noches eran calladas, Menta escapaba por la ventana para verse con algunos chiquillos que apenas iniciaban su camino en los bajos mundos y  le pagaban por sexo oral con ese dinero nos ayudaba para comprar artículos que de alguna manera se veían como lujos para la anciana.
Muchas veces los clientes regalaban cosas para sus favoritas, desde perfume, lencería hasta tacones, casi todas tenían regalos menos yo, las chicas me decían que era mejor que siguiera de esa manera, que de vez en cuando tuviera que acostarme pero que no fuera algo de siempre ni deberle nada a alguien, pero cuando veía sus batas de satín o sus champús con fragancias exquisitas tenía un poco de envidia aun cuando ellas no negaban el compartirlo con las demás.
El lunes llego con un sol esplendoroso, como cada inicio de semana la anciana nos hacia una especie de lectura de fortuna, de ninguna forma pensé que la fortuna estaría de mi lado, un escalofrió recorrió con temor de tener que sufrir más noches en el privado verde, pero cuando llego el sábado y no me había pasado nada extraordinario suspire aliviada.
La fortuna se rio de mi…
La anciana grito que era nuestro día de suerte, iba por la casa aventando lencería nueva para las chicas, me tiro un vestido de terciopelo azul y después un juego de ropa interior de un azul cielo de casi puro encaje, murmuraba cosas en su idioma, muchas veces Fantasía decía que hablaba con Satanás y nos reíamos.
Prepare todo para la noche, sacando los diversos licores que sabía que la mayoría de las veces eran los más demandados por la gente que frecuentaba el lugar, además me aseguraba de tener listas todas las bebidas para las chicas, cuando alguno de los clientes pedía algo para ellas siempre me aseguraba que fuera de la mejor calidad y no fuera dañino ni contuviera alguna sustancia.
La noche llego y con ella mis nervios, en el aire surgía un sentimiento que no le podía poner algún nombre, Electric Kiss abrió sus puertas recibiendo a su clientela con una sonrisa, la anciana parecía que tenía energía de la nada, los perfumes de la gente alrededor se mezclaba con la fragancia de los puros y cigarros, se escuchaban risas y vasos haciendo un ¡ting! Para brindar
Mis manos estaban apuradas preparando todo lo que me pedían, desde Shirley Temple, perlas  negras, martinis, hasta el clásico whiskey, en la barra había algunos hombres sentados, pero siempre se dirigían con las chicas que caminaban, le hablaban a Milagro para que les diera otra cosa.
Te podías dar cuenta que clase de persona es alguien por el licor que ordena, tenemos a los que pisaban el club por primera vez, demasiado jóvenes, sin disfrutar del licor y bebiéndolo como si fuera agua, son los que pedían Buchanan’s pensando que era lo mejor de lo mejor.
Hombres que vienen del trabajo, pero vienen más por placer carnal que otra cosa, piden una cerveza obscura, disfrutando el sabor amargo que dejaba en su boca y que la chica a su lado endulzaba con palabras
Mujeres con cocteles demasiado dulces que las envenenaba hasta que sentían el golpe de todo el alcohol, aunque siempre trataba de no poner tanto alcohol como el sugerido para mujeres con miedo de que terminaran como yo.
Los que se querían hacer conocedores, los cuales sus órdenes venían con la exacta precisión de lo que querían, su gin tonic con unas cuantas hojas de menta o cosas más exóticas,  a veces simplemente una botella de vino demasiado caro, haciendo gestos y moviendo la copa con movimientos extraños para catar el sabor.
Por fin los peces gordos, los cuales pedían los vasos, hielo y la mejor de las botellas sin más, ningún otro encargo a excepción de agua mineral para preparar algo sencillo, siempre callados, expectantes para ver quién sería la victima de la noche que acallaría la presión de tantas responsabilidades en sus hombros.
Llegaron más personas, con ellas unos chicos que tenían a Menta dando vueltas de emoción por lo guapos que eran, yo solo suspiré  acostumbrada a que cada noche encontrara una nueva persona para tener un enamoramiento pasajero, el show comenzó, Fantasía danzaba por el escenario con movimientos gráciles, parecía una pequeña hada bailando en el tubo, cuando termino había en el piso mucho dinero, en sus pequeñas bragas salía dinero a montones.
Me sorprendía que pareciera más joven que yo y  en realidad me llevaba más de 7 años, me perdía en la monotonía de limpiar la barra, poner más hielo y tener todo listo, pero me sentía un poco incomoda como si alguien me observará, lo ignore, siguiendo moviéndome por el lugar de las bebidas.
Fui sacada de mis pensamientos cuando la anciana se acercó a la barra, señalándome y haciendo gestos para que me acercara.
-Alguien pidió por ti, un baile privado a las 2 en el salón violeta- grito sobre la música donde Chispa bailoteaba por el escenario con una energía increíble, mis ojos se abrieron como platos cuando entendí lo que pasaba
-Pero…yo nunca he hecho eso- dije nerviosa sin saber a quién mirar, Chispa pudo notar mi nerviosismo desde su espectáculo entre vueltas me mandaba señas para preguntar qué pasaba
-No es la gran ciencia, querida, créeme que no tienes que ir a la universidad para saber dar un baile de regazo- dijo ella aventándome su humo en la cara
Chispa había terminado, se acercaba, Milagro logró contarle todo mientras venia hacia mí
-No es necesario que Ámbar lo haga, no tengo nada para esta noche- Chispa sonreía condescendiente
-¡Oh no, no, no!, la pidieron específicamente para él, algo sobre un regalo además son demasiado importantes para que los hagamos enojar, así que más vale que lo dejes feliz- tomó mi cara entre sus manos apretando con fuerza mi mandíbula – Se agradecida de que se te está presentando una oportunidad, la fortuna te sonríe- me soltó para irse, a lo que solo mire al piso derrotada
-Lo siento- dijo Milagro dándome una bebida la cual tome en un trago, haciendo una cara por el sabor cítrico
-Acuérdate que no tiene que pasar nada, justo como lo practicamos hace tiempo ¿ok?- me peinó Chispa a lo que solo asentí
Hace unas semanas, mientras platicábamos en la noche todas las chicas, dijeron que tenían que enseñarnos a bailar por cualquier cosa, la situación fue incomoda teniendo que bailarle a Rosa, ella reaccionaba como el hombre lo haría y me daban ciertos consejos para hacerlo mejor o quitarme de encima a quien fuera.
No podía creer que ahora lo tenía que poner en práctica.
Quise despejar mi mente de todo lo que sucedía, pero cuando arruine por quinta vez un ruso blanco Milagro me quito y me puso en labor de limpiar los vasos de la barra, la anciana vino diciéndome que era tiempo, mis piernas temblaron, escuché por arriba de la música como Chispa gemía en otro cuarto, iba hacia mi ruina.
Me pregunto qué música iba a querer, ¿Cómo podía estar tan tranquila la pervertida mujer cuando yo me estaba haciendo pedazos? Después de un momento, murmuré la música que había utilizado con las chicas, a lo que ella solo asintió, me dijo que no podía entrar hasta que ella saliera del cuarto, escuché gemidos de las otras habitaciones, movía mis manos nerviosa por lo que sucedería, la mujer salió, me dio una nalgada para la suerte según ella y cuando entre lo único que me encontré fue un hombre sentado en los sillones blancos que bajo la luz ultravioleta le daba un tono mágico.
Tenía los brazos cruzados, el ceño fruncido, traía un traje el cual era a cuadros blanco y negro, abajo una camisa blanca con colores estadounidenses contenía un mensaje el cual no podía leer, en la solapa de su traje había unas cartas de baraja inglesa,  su cabello era corto ligeramente caían unas hebras de cabello en su frente, sus labios eran carnosos casi podías ver lo jugosos y llenos, su nariz firme,  cejas llenas demostraban poder, casi me dio tristeza no poder ver sus ojos pero a la vez me encogía de miedo porque parecía enojado.
No sabía qué hacer, me sentía demasiado torpe, analicé si un hola o ponerme a bailar de inmediato era una mejor acción, pero su voz detuvo mis pensamientos.
-Mis amigos me hicieron una broma no es necesario que hagas nada- su voz era grave, profunda,  me recordó a cuando tomas un buen café cargado por la mañana, como esa vez que Dulce consiguió café de calidad para desayunar. Sus ojos seguían posados en la alfombra imitación de piel color rosa parecía iracundo.
Movía mis pies, queriendo equilibrar el peso, no tenía la más remota idea de cómo reaccionar ante la situación, sonó la música en los altavoces y sus ojos por fin observaron los míos.
Muchas personas hablaban de cómo no existía el amor a primera vista, que era poco probable, solo era lujuria queriendo ser romantizada, pero hubo algo, similar al ¡ting! De las copas al chocar, el sonido que hacemos de satisfacción cuando encaja una pieza en un rompecabezas, el dolor de estómago cuando terminas de reírte después de un gran chiste, simplemente la conexión impactó en mi cuerpo.
Su boca se abrió y se cerró rápidamente, por fin notó quien estaba frente a él, recorrió mi cuerpo con su mirada.
-¿Hola?- dije nerviosa mientras ponía mis manos enfrente de mí
Siguió callado pero observándome, tomé asiento en el sillón al otro lado de él, no paso tiempo para que él se posara enfrente de mí, me sentía pequeña ante su mirada intensa, sus dedos dibujaban mi rostro, al pasar por mis labios su pulgar jaló un poco mi labio inferior, solté un respiro nervioso
-¿Qué te hace ser tan linda?- el aire en la habitación era pesado, húmedo, tenso justo como cuando hacía mucho calor por toda la humedad de la flora de la selva, me puse de pie, nuestras alturas eran perfectas –¿Cómo te llamas?- preguntó con su voz perfecta que parecía derramar sensualidad
-Ámbar- dije con un ligero temblor en mi voz, mi vista se limitaba a recorrer como sus manos subían el tirante del vestido, luego bajaron para jugar con el terciopelo, dibujando figuras en el, mí respiración era entrecortada, se sentó en el sillón de nuevo, pero señalo a sus piernas.
-Ámbar, ¿podrías explicarme cómo es posible que hoy viniera en busca de alguien a quien coger y me encontrara contigo?-trague saliva, queriendo ignorar como en mi estómago se revolvían las emociones por su elección de palabras-baila para mí, sé una buena chica- algo en mi pareció encenderse, seguí el rimo de la música mis piernas abiertas sobre sus muslos, me acercaba pero nunca al punto de tocarnos, mis caderas moviéndose hacían que el vestido se alzara un poco.
No supe cuánto tiempo estuve de esa manera o cómo me puse de espaldas hacia él, me había bajado a acomodar mis zapatos enseñándole mi cuerpo, la manera en la que su respiración se entrecortó, me sentía poderosa pero a la vez sabía que era porque él me dejaba sentirme de esa manera, me dio la vuelta e hizo que me sentara plenamente en su regazo, llegando a apreciar su erección contra mi centro que estaba cubierto por la ropa interior.
-Toda la noche estuve observándote, sirviendo, no viendo todo lo que había a tu alrededor, tan llena de vida y marchita en este lugar- sus manos recorrían mis muslos, yo solo me quede callada, la electricidad recorría mi interior - Mis amigos notaron como estaba atraído a ti, vieron mi hambre para tenerte así, justo como estas en este momento- murmuró en mi cuello-Pensé que sería alguien más en el privado, luego te vi, parada, tan lista y a la vez tan nerviosa de hacer cualquier cosa- las yemas de sus dedos rozaron mi sexo sobre mi ropa interior, solté un suspiro.
-Dime ¿lo quieres?- sus dedos jugaban con el elástico de mis pantis, asentí a lo que él mordió mi hombro –Usa tus palabras, ¿lo quieres? -Volvió a preguntar
-Si…por favor- mordió mi labio inferior
-Eres perfecta, lo supe desde que te vi en este vestido azul, tan receptiva y dispuesta- lamio mis labios, sus dedos bajaron la ropa interior y comenzaron a masajear mi clítoris, el gemido que solté fue rápido, él sonrió en mi cuello
-Se siente tan bien- dije en voz baja, podía sentir su sonrisa junto a mi cuello, masajeaba mi bulto de placer sin mucho apuro, levemente rozándolo para luego utilizar la cantidad exacta de presión para hacer gemir más alto, se estaba construyendo algo en mi interior, podía sentirlo, iba a mover mis caderas pero puso una mano sobre ellas para que no hiciera algún movimiento, tomo mis manos e hizo que las mantuviera alzadas, su dedo índice comenzó a masajear mi entrada, mis brazos bajaron un poco, el dio una ligera palmada en mis muslos para que los volviera a subir, lentamente regreso a mi cuello sin olvidar el ritmo de sus dedos, justo cuando mis gemidos estaban en el punto máximo porque ya podía sentir llegar a la cima, se detuvo, miraba con enojo  cuando noto la marca de lo que había hecho la anterior persona conmigo
-¿Qué es esto?- comenzó a frotar el punto donde mi cuello y el hombro se unían, el maquillaje se borró y el chupetón de color purpura se descubrió, lo miro con el ceño fruncido, luego subió un poco mi vestido, en el área de las caderas los moretones se veían un poco más verdosos -¿Quién le hizo esto a mi nena?- sus palabras me daban escalofríos, se sentía bien que alguien se preocupara, jalo un poco mi cabello para que respondiera
-No lo sé, me hicieron hacer eso, yo…realmente no soy así, todo es culpa de esa vieja bruja, me tiene aquí haciendo todo eso- le dije, respiración entrecortada con veneno supurando de mi boca
-Se nota bebé- se separó de mi cuando la campanilla del tiempo había terminado, no quería admitir que me sentía frustrada por no haber podido hacer algo más con el –Nos veremos pronto, créeme- mordió mi labio, lamio sus dedos que habían estado en mí, me guiñó y salió sin voltear.
Cuando baje de mi ensoñación, salí para ver si lo encontraba pero no lo llegue a localizar por ningún rincón del club, la anciana parecía haber desaparecido, todas comenzamos a limpiar como estábamos acostumbradas después de un día de trabajo, lo que nos sorprendió fue lo que sucedió después…
Rosa gritó de una manera horrífica, cuando la encontramos, comprendimos por qué ¿quién no se iba a espantar? la anciana yacía muerta con una gran cortada en su garganta, a sus pies estaba su cigarro manchado por la sangre y en la mesa había una nota.
“Cuando te hayas cansado de la libertad, vendré a ti” ninguna dijo nada pero por la carta del rey de Corazones olvidada encima supe quien había sido no mencione ni pio.
-Rápido, ¡Menta cierra las puertas!, Milagro trae unas bolsas, Ámbar ve por cosas de limpieza, vamos a deshacernos de ella de una buena vez, Rosa asegúrate de quitarle la llave de la caja fuerte, somos libres chicas- Chispa se hizo cargo de la mayoría de la situación, aun no puedo dejar de pensar en cómo tiramos su cuerpo desmembrado en bolsas por el mar en todas las partes de la ciudad.
¿Quién había sido ese hombre? ¿Qué pasara conmigo? No lo sé, solo podía disfrutar de ver el amanecer con nuevos ojos junto a las chicas, las cuales repartían el dinero mientras decían que teníamos que separarnos, nos dimos el dinero en cantidades iguales y cada una desapareció cuando el sol estuvo en su esplendor.
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velvet-freedom · 7 years
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                                                         DÍA 1
Se sentía fuera de lugar. Como despierta cuando todo el mundo dormía, como en un bosque sin árboles, como música en un mundo de sordos, como volando cuando todos pisaban tierra, como un ave encerrada en una jaula rodeada de libertad; esa libertad que le susurraba a todo volumen que saliera... Y aunque no realmente, eso hizo.
Este es su blog, su pedazo de libertad dentro de la que todavía es su jaula. Bienvenidos a su mundo.  
VF. 
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velvet-freedom · 7 years
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                                                           DÍA X
Street at night...
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