Hay días en los que miro el cielo, las estrellas, la luna, el sol y me acuerdo de el.
Me acuerdo de su sonrisa, que brilla igual que las estrellas, me acuerdo de sus lunares, que son igual de redondos que la luna llena y me acuerdo de su mirar que es igual de radiante que el sol.
Pero... ¿Saben cuál es la parte más fea de sentir cosas por alguien y que no sea correspondido?
Es sentir que nunca nadie me había mirado así, tan mágicamente. Trato de ponerme a pensar en alguna vez que mi mirada haya conectado con alguien tan profundamente como con el, pero no, simplemente cuando me pongo a pensar, solo está su sonrisa en mi mente, y su mirada, dos partes de su cara tan lindas, que se complementan tan bien y ahí me doy cuenta... de que nadie me había mirado así jamás...