Que día más triste: hoy me permito abrir el cajón. Primera vez en casi dos años. Que raro se siente, que solitario, que angustiante, que vacío. En el fondo tenía la esperanza de que esto no fuera así. Que ensalada de sentimientos tengo. Hace dos años no sabía que existías y ahora tampoco lo sé: lo paradójico de la vida. Lo único que me calma es que si algo hubiera pasado ya lo sabría, esa frase me calmó. Es la decisión lo que duele y que yo no sea parte de ella, es verdad. No sé cuando dejarás de doler, ojalá que pronto. Ya no duermo junto a ti, ya no me quedo contigo desafiando al destino y si no recuerdas lo mucho que te quiero yo no te lo diré.
Abrazarte, mirarte y sonreír. Como antes, dormirme junto a ti.
Si no recuerdas lo mucho que te quiero, yo te lo diré.
Si se apagan las luces en el cielo, las encenderé.
Y cuando el paso del tiempo te de miedo, yo lo frenaré, y me quedo contigo desafiando el destino. Me quedo contigo.
No creas que no te extraño, que no tengo ansias por verte de nuevo y que cortemos esa distancia.
Me gustaría que siempre estemos así, poder tenerte aqui y abrazarte, mirarte y sonreír como antes... dormirme junto a ti.