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the-hell-blazer-blog · 7 years ago

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La Historia De La Chara Del Multiverso 25

[Basado en el Guión Original de Frank Miller's “The Dark Knight”, Idea Original para The Dark Knight Returns y Batman: Year One]

Una violenta tormenta golpea de manera casi furiosa a la maldita ciudad cercana al Monte Eebot, y unos Relámpagos iluminan un departamento, delineando un estudio comúnmente sin luces. Vemos una mano ensangrentada tomando torpemente un vaso lleno de jugo de naranja llevando el vaso hacia un par de magullados y hinchados labios. Chara, alguien que muchos piensan que es una horrible y despiada persona, en esta oportunidad, de 16 años, tiene su rostro golpeado hasta quedar irreconocible, y nos explica que esta temerosa de que esta noche tal vez tenga que morir.

Un segundo relámpago revela que Chara esta sola en esa habitación, salvo por una fotografía de una amiga...una amiga que murió a manos del tipo que la hizo llegar a estar en esta situación. Chara habla afectuosamente de su infancia. Recuerda las muchas ocasiones en las que su madre le dijo que su impetuosa y valiente naturaleza también podia significar un riesgo mortal.

...Chara, cuatro años de edad, ya es capaz inclusive de mantener conversaciones lógicas. Esta, explora alegremente el campo cercano a la ciudad, al cual sus padres, con el dinero que tenian, organizaron un Picnic. Su madre intenta mantener el paso a la pequeña, pero Chara corre tras un conejo, dejandola atrás. El conejo se interna en un hoyo, e, imprudentemente, Chara le sigue. Casi de inmediato, el suelo sede ante ella, y cae de cabeza en una caida larga a la oscuridad.

Sus rodillas raspadas y el eco de su caída le dicen que se encuentra en una enorme cueva. Luego, escucha chillidos, y el aleteo de miles de alas. Murciélagos se acercan hacia ella, y luego huyen, vuelan rápidamente lejos de ella cuando esta sacude sus brazos salvajemente. Mira alrededor, su visión se ajusta a la oscuridad, y entonces, algo aletea, fuera de la vista, algo succiona el aire añejo, y sisea. Volando con gracia ancestral, reacio a retirarse como lo hicieron sus hermanos. Ojos brillando, sin ser tocados por el amor, la felicidad o la tristeza. Aliento ardiente con el sabor de los enemigos vencidos, la peste de cosas muertas, cosas malditas...Sin duda, el sobreviviente más fiero, el guerrero más puro. Resplandeciendo, ODIANDO... reclamandola como suya.

Chara continúa hablándole a su amiga. Está confundida por las cosas que está pensando acerca de esa noche. Quiere que su amiga le ayude a encontrar una manera de continuar. Acaba de perder, de fallar ante la única cosa que le importa. Y entonces, de entre todo, no recuerda esa horrible cara, esa horrible sonrisa, no recuerda quien le secuestro, tampoco recuerda a la gente que no le ayudo...solo recuerda al Zorro.

...La imagen en blanco y negro de Douglas Fairbanks Jr. como el Zorro parpadea a través de una pantalla de cine. Chara, con seis años de edad, observa con los ojos bien abiertos y imaginandose hermosas aventuras heróicas, mientras el Zorro derrota a un grupo de soldados con mucha facilidad.

Chara sale con su grupo de compañeros de la Primaria del cine, Chara está en éxtasis. Sus compañeros rien y empiezan a comentar sobre la película, hasta que todos deciden separarse y tomar el rumbo a sus casas. Hasta que un puerco se fija en la pequeña Chara. Ella camina lentamente, lamiéndose lentamente los dientes. Un disparo hace que Chara voltee con horror hacia el tipo, para que este la agarre del cuello y la arrastre a la oscuridad.

El tiempo parece detenerse para ella mientras el la lleva arrastrando a un departamento de mala muerte. No sabe cuanto tiempo paso, cuantos años o meses pasaron. Pero no lo siente. Solo siente la punta incandescente de cigarros, como cosas horribles violan su intimidad y virginidad, como cuchillos atraviesan su carne, y de como se queda cada vez mas flaca, hasta que ve aquel dia en el que sonrio al fin, viendo como cientas de balas atravesaban el cuerpo de su captor, pero después de ese hermoso momento, de nuevo se pierde. Chara apenas se da cuenta de la amable atención de un Capitán de la Policía, y de otros más Policias con rostros horrorizados y consternados, y ella solo se pierde más al ver el cuerpo de una amiga mayor que ella ser sacada del baño de la vivienda. Entonces, todo sentido del tiempo se pierde. Dias y semanas de doctores, de terapeutas y de los rostros llorosos de sus padres pasan flotando, y los únicos momentos en los que no se siente lejano, es cuando un niño asustado, la visita y intenta hacerla entrar en razón...Apenas se dio cuenta de que ella cumplio 9 años. Los psicólogos la describen como traumatizada, catatonica. Pero Chara sabe qué, simplemente, dejó el mundo y no regresará a el hasta encontrar una razón valida para hacerlo.

Tres meses después de salir liberada de esa tortura, Chara encuentra su razón. Mientras este chico de nombre Bruce miraba seriamente a su amiga, Chara despierta de golpe, pero sin asustar a Bruce, quien parece en la misma catatonia que Chara, hasta que escucha de su amiga una declaración Tranquila y Solemne...Que dedicará su vida a combatir a todos los criminales. Le pregunta a Bruce si le ayudará. Sorprendido, asiente.

Seis meses después, Chara llama al abogado de la familia. Durante su desaparición, sus Padres se hicieron de una fortuna con tal de pagar a detectives privados y a la policía para encontrar a su hija. Chara se sienta de pierna cruzada sobre la enorme silla de su madre, sosteniendo sobre su regazo un enorme libro abierto. Su voz suena a vidrios rotos, junto a un imposible tono adulto para su edad, junto a un disimulado odio a todo y todos. Explica que desea solicitar los servicios de un abogado para qué, haciendo uso de su asignación, mantenga fuera de su vida los institutos mentales, los hospitales y las instituciones escolares hasta que cumpla 15 años. El abogado le dice a la pequeña con un tono de burla, como si no se tomara lo que le dice, que todo eso sera imposible. Chara dice que no, que no es así. De hecho, acaba de resolver cómo hacerlo. Comienza a leer el libro sobre su regazo.

Brevemente, vemos a Chara estudiando con tutores hasta el punto que a los 10 años, ya ha logrado cursar la primaria y secundaria, y los tutores parecen sorprendidos ante sus aptitudes y intensidad. Sus padres observan, un poco preocupados, un poco confundidos, y muy orgullosos, y Bruce, mira feliz, por ella. Sin embargo, en cierto momento, entre lágrimas y con un tono desolado, que nada en sus estudios contradice la lección que aprendio a sus 6 años: Que solo tiene sentido el mundo cuando lo fuerzas a tenerlo. Bruce, un tanto triste, recordando lo pasado dos años atras con el, se acerca a Chara, pero esta le toma por las mejillas y se funden en un apasionado beso en los labios.

Chara, con 11 años, permanece sobre la cama mientras su madre le lee las líneas finales de “La Carta Robada”. Ella sonrie, baja el libro, y habla sobre la importancia de la historia en el desarrollo de la ficción detectivesca. Chara, con la boca y los ojos abiertos, pregunta silenciosamente si el asesino fue atrapado. Y castigado. Su madre le dice que así fue. Chara cierra los ojos y duerme pacíficamente.

Chara, 14 años, está de pie en la cima de una montaña en Sudamérica. Él y una docena más de hombres y mujeres visten batas blancas de karate. Chara es atacada por la inmensa humanidad de un hombre. De manera sencilla golpea al hombre hasta dejarlo en el suelo, gira y coloca su pie sobre el cuello del hombre. Su siguiente golpe podría matar fácilmente al hombre. Chara da un paso atrás y sonríe. Se da la vuelta para mirar a su maestro, un hombre de aspecto feroz llamado Jagger. Jagger le golpea medianamente en el rostro, le dice a Chara que aún es muy violenta, demasiado severa en su acercamiento. Chara discute, diciendo que el sabe qué es la mejor estudiante del ecléctico estilo de combate de Jagger. Jagger dice a Chara que sus sentimientos están interferiendo con su concentración, que la furia a final de cuentas le está robando su verdadero poder. Chara le dice de manera burlona y meneando sus caderas que eso es un decir, avergonzando a Jagger frente a su clase, causando risas entre sus compañeros. Jagger decide hacer un ejemplo con ella, pateandola dos veces de manera severa, y la deja en el suelo. Chara le mira, sonríe, y dice que le mostrará a Jagger lo que puede hacer su ira. Chara parece volar del suelo, golpeandolo en el pecho y en el estómago con poderosas patadas, sin siquiera darle oportunidad de caer al suelo antes de darle esos golpes, luego utiliza una poderosa patada de Kung Fu para aplastar la nariz de Jagger. Jagger se colapsa, casi queda inconsciente. Observa a Chara partir, mientras ella voltea ligeramente su cabeza mientras se rie de Jagger, haciendo que el rostro de Jagger se retuerza en odio.

Chara, con 16 años de edad, regresa a la ciudad. Camina tranquilamente sobre la estrella calle en la que fue llevada a ese domicilio, y se detiene, para ver el poste de Luz contra el que ella fue noqueada, mientras recuerda los pensamientos de una niña al que su mundo fue destruido. Atrás de Chara, vemos 3, luego 6 pares de pies que se acercan.

La rodean rápidamente, muy cerca. Uno le pregunta qué hace una chica tan linda del centro en un vecindario tan pobre en una hora tan tarde. Chara, casi de manera distraida, le contesta que nació ahi. Uno de ellos empuña una pistola nueve milímetros, y le dice que entregue su cartera. Chara, sonriente, le dice qué, que no lo cree. Y entonces salta sobre el arma, arremetiendo con una patada voladora que envía desmadejado al encapuchado. Chara se arroja al suelo, tomando el arma tirada y apunta al encapuchado cercano. La pistola se atasca.

Entonces se abalanzan sobre ella, pateando, apuñalando, golpeandola horriblemente. Chara combate de vuelta, a pesar de ser superada en número, hiere a varios. Pero ellos ganan la pelea, llevándose su cartera y dejándolo como un desastre ensangrentado y quebrado sobre la banqueta. Tras una larga pausa, de alguna manera comienza su agonizante viaje de regreso a su departamento.

...Chara se sienta, suplicado a su amiga. Ella aprendio, esta noche, que no es suficiente con saber cómo pelear, no importa que tan bien sepa hacerlo. Su misión es la de uno contra miles. Necesita de algo que le dé cierta agudeza. Le ruega a su amiga. Muéstrame el camino.

Se escucha el crujir ensordecedor de un trueno. La carcasa de una ventana en lo alto se estrella hacia adentro. Por un momento todo es silencio. Y entonces, se escucha un aleteo. El enorme murciélago de la cueva que vio hace ya tanto tiempo resplandece en el estudio, desagradable, aterrorizante y poderoso. Aterriza sobre la foto de su amiga, sus alas cubren la foto. Mira a Chara. Chara mira profundamente dentro de los ojos del demonio, y sonrie.

Gracias, amiga, dice.

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