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— ¿Famoso? Preguntó con cierta curiosidad, ni siquiera le había hablado a Harmonía demasiado de su vida antes de aquello, de cuando se alistó en el ejército en detrimento de su hermano ni de las vidas que tuvo que llevarse. Tampoco de las enseñanzas que recibió de los monjes cuando estuvo recluido en aquellas montañas, unas que lleva consigo hasta el día de hoy. Hizo una reverencia con la cabeza hacia el capitán, luego estrechó su mano pues parecía más apropiado. — Como ya sabéis soy Xanthios, solo quiero que lleguemos a cierto lugar sanos y salvos, trabajemos juntos.
Llegó el día acordado, Xanthios apenas llevaba equipaje, siempre libre y alejado de los bienes materiales, a diferencia de Argyron. Se encaminó hacia el puerto de Ítaca, lugar donde Harmonía la había enviado, no conocía a su tripulación pues la Diosa era quien la había conseguido. ¿Serían humanos? @airosoaleteo
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La imagen de la preciosa cara de Harmonía frente a sus ojos consiguió calmar su corazón, junto al cálido tacto de sus suaves dedos. Pestañeó, provocando que las lágrimas terminaran de salir devolviéndole una visión cómoda. — Vi como Zeus atravesaba a mi hermano con un rayo. Mumuró tan bajo que solo ella podría escucharle, necesitaba su calidez.
Xanthios se sentía perdido, estaba sólo, caminando a tientas en medio de la oscuridad. Su reacción instintiva fue mirar atrás para tomar la mano de Argyron y que no se perdiera pero su hermano ya no estaba. De repente un relámpago cayó iluminando el suelo donde lo vio, el cadáver de su hermano, justo a sus pies.
Entonces se despertó y se dio cuenta de algo, estaba llorando. @airosoaleteo
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Xanthios se sentía perdido, estaba sólo, caminando a tientas en medio de la oscuridad. Su reacción instintiva fue mirar atrás para tomar la mano de Argyron y que no se perdiera pero su hermano ya no estaba. De repente un relámpago cayó iluminando el suelo donde lo vio, el cadáver de su hermano, justo a sus pies.
Entonces se despertó y se dio cuenta de algo, estaba llorando. @airosoaleteo
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El espadachín llevaba el cabello hacia atrás, la espada en la cintura y un pantalón bastante ancho y holgado pues el viaje requería comodidad. Se acercó con pasos firmes y silenciosos hacia Harmonía, saludándola con la cabeza al encontrarla. —¿El capitán? Está bien. De esa forma la siguió hacia la popa del barco, donde imaginaba que estaría el timón y cerca de él el camarote del capitán.
Llegó el día acordado, Xanthios apenas llevaba equipaje, siempre libre y alejado de los bienes materiales, a diferencia de Argyron. Se encaminó hacia el puerto de Ítaca, lugar donde Harmonía la había enviado, no conocía a su tripulación pues la Diosa era quien la había conseguido. ¿Serían humanos? @airosoaleteo
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Las palabras de Harmonía ahora le resultaron algo confusas, incluso se sintió conmocionado. — ¿Por qué serías patética? Yo te pedí ayuda y me entregué voluntariamente a ti. Se separó de ella, y se levantó ahora viéndola frente a frente, a los ojos. Después se abrió la camisa revelando su torso y desenvainó su espada agarrándola por el filo y cortándose la superficie de los dedos provocando que sangraran bastante. Así dirigió la punta hacia el pecho rozando el vértice contra la piel y arrebatando la primera gota. — Tú me ayudaste sin tener que hacerlo, algo que ninguno de tus hermanos haría por nada del mundo, aprecio mucho lo que hiciste, aprecio mucho nuestro vínculo y si debo escribirlo en mi piel lo haré sin dudar un solo segundo, Harmonía.
Sus alas blancas, imponentes y delicadas, envolvían con cuidado el cuerpo de Xanthios, protegiéndolo como un manto celestial mientras él descansaba plácidamente. La diosa, acurrucada en un rincón cercano al hombre que dormía con una serenidad casi etérea, comenzaba a dejarse llevar por el sueño. @theoldestbrother1
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Llegó el día acordado, Xanthios apenas llevaba equipaje, siempre libre y alejado de los bienes materiales, a diferencia de Argyron. Se encaminó hacia el puerto de Ítaca, lugar donde Harmonía la había enviado, no conocía a su tripulación pues la Diosa era quien la había conseguido. ¿Serían humanos? @airosoaleteo
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Xanthios escuchó con suma atención, le gustaba la voz de Harmonía, podría describirla como una mezcla dulce y celestial. — ¿Me liberarás después de que nos ayudemos? Harmonía... Eres una Diosa bastante extraña. Sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa de compromiso, él nunca había sido de confiar en Dioses, siempre tuvo una percepción mala de ellos, o más bien pensaba que eran unos seres egoístas. Pero sin lugar a dudas ella era la excepción.
Sus alas blancas, imponentes y delicadas, envolvían con cuidado el cuerpo de Xanthios, protegiéndolo como un manto celestial mientras él descansaba plácidamente. La diosa, acurrucada en un rincón cercano al hombre que dormía con una serenidad casi etérea, comenzaba a dejarse llevar por el sueño. @theoldestbrother1
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Iba a insistir un poco más pero la expresión dolorida y cansada de la Diosa le hizo cambiar de opinión. Miró al cielo, luego miró colina abajo viendo una buena parte de Ítaca que ahora parecía descansar tras recibir la bendición de Harmonía. — Eso voy a hacer, tú cuida de tí misma. Y con frialdad se separó para volver a palacio.
Una terrible peste había caído sobre el pueblo de Ítaca, llenando de sufrimiento a sus habitantes. En respuesta, el templo de Harmonía, construido con devoción por sus fieles, se encontraba desbordado, a pesar de su modesta dimensión. Los rezos constantes de los enfermos resonaban en el aire, y la diosa, incapaz de ignorar sus súplicas, recorría el pueblo con gracia, llevando consigo la sanación que tanto anhelaban. El suave batir de sus plumas, impregnadas de un fulgor divino, traía alivio, pero su continuo esfuerzo la había dejado exhausta. Ahora, descansaba bajo la sombra de un árbol cercano al palacio del rey, con su respiración agitada por el cansancio y sus alas temblorosas por el incesante vuelo. Su energía, mermada por la intensidad de su labor, clamaba por un momento de recuperación. @theoldestbrother1
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No termina de acostumbrarse a ese contacto físico tan cercano, uno que para la Diosa es tan habitual y que a él le produce algo parecido al síndrome del impostor. — Comprendo. Pero las últimas palabras de Harmonía si que consiguieron hacerlo reaccionar un poco más de lo que solía hacer ese hombre tan sereno y serio. — Si lo encuentro como dices, el resto de mi vida mortal te pertenecerá.
Sus alas blancas, imponentes y delicadas, envolvían con cuidado el cuerpo de Xanthios, protegiéndolo como un manto celestial mientras él descansaba plácidamente. La diosa, acurrucada en un rincón cercano al hombre que dormía con una serenidad casi etérea, comenzaba a dejarse llevar por el sueño. @theoldestbrother1
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Abrió los ojos con lentitud, no mostraba signos de sorpresa, por el contrario miró directamente a Harmonía desde abajo. — Mi barco... ¿No me acompañarás? Preguntó genuinamente, dijo que haría de guia y los dos debían emprender el viaje previamente así que no pudo evitar su curiosidad.
Sus alas blancas, imponentes y delicadas, envolvían con cuidado el cuerpo de Xanthios, protegiéndolo como un manto celestial mientras él descansaba plácidamente. La diosa, acurrucada en un rincón cercano al hombre que dormía con una serenidad casi etérea, comenzaba a dejarse llevar por el sueño. @theoldestbrother1
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— Ya. Frunció el ceño negando para sí, esa maldita epidemia estaba dejando sin comida a muchas familias en Ítaca, si era así en cada lugar no tendrían a quien solicitar ayuda. — Conoces el motivo, ¿No es así? Su tono era serio pero al mismo tiempo desapasionado y apático, no con mala intención pero sí con algo de rabia contenida.
Una terrible peste había caído sobre el pueblo de Ítaca, llenando de sufrimiento a sus habitantes. En respuesta, el templo de Harmonía, construido con devoción por sus fieles, se encontraba desbordado, a pesar de su modesta dimensión. Los rezos constantes de los enfermos resonaban en el aire, y la diosa, incapaz de ignorar sus súplicas, recorría el pueblo con gracia, llevando consigo la sanación que tanto anhelaban. El suave batir de sus plumas, impregnadas de un fulgor divino, traía alivio, pero su continuo esfuerzo la había dejado exhausta. Ahora, descansaba bajo la sombra de un árbol cercano al palacio del rey, con su respiración agitada por el cansancio y sus alas temblorosas por el incesante vuelo. Su energía, mermada por la intensidad de su labor, clamaba por un momento de recuperación. @theoldestbrother1
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Telémaco extendió una mano hacia ella desde la lejanía, su corazón casi se quebró cuando vio esa expresión en ella, una que nunca había mostrado frente a él. Le dio pena, tanta que se llevó los dedos a su propio corazón y lo habría agarrado de poder para entregárselo. El joven la idealizaba, en poco tiempo, ella se había hecho un gran hueco en él y su estima por Harmonía era casi infinita. ¿Por qué estaba así? Muchas preguntas en su mente y muchas ganas de abrazarla pero ahora no era el momento, no, debía planear bien como hacer esto, como engañar a su padre y verse con ella porque... un hombre debe hacer lo que debe hacer.
Se encontraba sumergida en las puras aguas de un lago cristalino, cuya superficie tranquila reflejaba la calma del entorno. Blancos cisnes flotaban con gracia, deslizándose con naturalidad mientras la diosa purificaba su cuerpo. Sus plumas, de un blanco inmaculado, caían suavemente al agua, mezclándose con el brillo de la luz que las acariciaba. Sin embargo, al dirigir la mirada al reflejo en el lago, este ofrecía una visión distinta: su plumaje aparecía teñido de una oscuridad profunda, intercalada con plumas de un rojo intenso, como si en ellas se manifestara el eco sangrante de un secreto no revelado. @theoldestbrother1
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Los ojos del hijo de Odiseo no dejaban de ver su figura, su cara, su cuerpo y por último sus alas, esas alas tan jodidamente majestuosas que no le permitían cerrar la boca. La vio despegar, agradeció y asintió pero cuando la chica ya volaba no pudo evitar gritar. "¡Gracias, Harmonía! ¡Eres la mejor!" ¿En serio dijo "Eres la mejor" ? Maldita sea, de vuelta al palacio se iba dando golpes en la frente, como podía ser tan torpe.
ᅠᅠ❛ᅠᅠTelémaco.ᅠᅠ❜
Desde el resguardo de un árbol, ella se inclinó ligeramente, asomándose con delicadeza. En el corazón del bosque, sus ojos se posaron sobre el hijo de aquel mortal Odioso, inmerso en su entrenamiento. Por primera vez, lo contempló sin la sombra protectora de Atenea a su lado, un hecho que despertó en ella una curiosidad silenciosa y casi etérea, como si el momento mismo estuviera cargado de un significado oculto.
ᅠᅠ❛ᅠᅠ¡Ah! Cuánto has crecido.ᅠᅠ❜
Se vio envuelta por una delicada ternura al contemplarlo, pues el recuerdo de la última vez que había posado sus ojos en aquel mortal aún persistía en su memoria: apenas un recién nacido, frágil y sin su padre. Poco después de ese encuentro, Harmonía se sumergió en un sueño profundo, un letargo divino que se extendió por treinta años.
@theoldestbrother1
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Siempre dormía sin camisa, era una de las costumbres de su pueblo, misma que respetaba a rajatabla su hermano Argyron, aunque por distintas razones. Abrió los ojos lentamente y encontró ese manto translúcido envolviéndolo, no, eran plumas, pero tan finas que tuvo que pestañear un par de veces para verlo. — Ah. Estaba cálido allí dentro, como un descanso que ibas más allá de los que solía tener. Entonces vio a la Diosa, con los ojos cerrados y la respiración lenta, pegada a él. Sí, habían formado un vínculo y ahora esto era... de alguna forma algo normal. Solo debía acostumbrarse, hasta que encuentre a su hermano. Dejó caer la cabeza, muy suavemente, contra los muslos de Harmonía y cerró los ojos nuevamente tratando de prolongar su descanso.
Sus alas blancas, imponentes y delicadas, envolvían con cuidado el cuerpo de Xanthios, protegiéndolo como un manto celestial mientras él descansaba plácidamente. La diosa, acurrucada en un rincón cercano al hombre que dormía con una serenidad casi etérea, comenzaba a dejarse llevar por el sueño. @theoldestbrother1
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No la veía como una Diosa patética, si algo podía atribuirle diferente al resto de Dioses que había conocido era... la humanidad. Era la Diosa menos Diosa que había conocido, al menos en mentalidad. Odiseo suspiró con cansancio, las cosas no estaban siendo fáciles últimamente y de nuevo sus decisiones eran cuestionadas. Cerró los ojos, sus dedos tomaron la muñeca ajena con intención de retirarla de su rostro cuando escuchó la sugerencia, entonces mantuvo la mano de ella contra su piel y abrió los ojos abruptamente. — ¿Por qué? ¿Y por qué comienza en mi pueblo? En mi casa. Si lo sabes dímelo, Harmonía.
Una terrible peste había caído sobre el pueblo de Ítaca, llenando de sufrimiento a sus habitantes. En respuesta, el templo de Harmonía, construido con devoción por sus fieles, se encontraba desbordado, a pesar de su modesta dimensión. Los rezos constantes de los enfermos resonaban en el aire, y la diosa, incapaz de ignorar sus súplicas, recorría el pueblo con gracia, llevando consigo la sanación que tanto anhelaban. El suave batir de sus plumas, impregnadas de un fulgor divino, traía alivio, pero su continuo esfuerzo la había dejado exhausta. Ahora, descansaba bajo la sombra de un árbol cercano al palacio del rey, con su respiración agitada por el cansancio y sus alas temblorosas por el incesante vuelo. Su energía, mermada por la intensidad de su labor, clamaba por un momento de recuperación. @theoldestbrother1
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No es como que le hubiera interesado demasiado el tema, solo respondía porque era su hija pero las palabras de la diosa cruzaron una linea esta vez haciéndolo enfurecerse y apretar mucho los dientes. "¡Harmonía! Atenea no me ganó, peleó como alguien tramposa y ruín, como siempre ha sido. Y tú, recuerda tu lugar en este momento. No tengo ninguna maldita hija así que no vuelvas a molestarme con eso."
ᅠᅠ❛ᅠᅠAres.ᅠᅠ❜
La majestuosa figura de Atenea avanzaba con serenidad por los pasillos que conducían hacia Ares, su tempestuoso hermano. Mientras que era común que los dioses guardaran temor ante aquel dios problemático, en ella no había rastro de inquietud ni de duda, como si una calma inquebrantable protegiera su espíritu de cualquier sombra de intimidación.
ᅠᅠ❛ᅠᅠ¿Que estás planeando?ᅠᅠ❜

@zeus123123
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Telémaco había salido a cazar, quería traerle algo de comer a su padre que él mismo hubiera agarrado con sus propias manos. Solo llevaba el arco atado a la espaldas y unas cuantas flechas cuando vio algo. Esa silueta familiar, esa silueta que desde hacía días lo volvía loco, Era Harmonía. La diosa disfrutaba de un baño, y oh, Telémaco no tenía intención de espiarla o ver más de lo que ella quisiera mostrar... pero la curiosidad de un chico joven pudo más esta vez. Se acercó, sigiloso, entre matojos y guardando una distancia prudencial para no ser él quien fuera cazado y entonces lo vió. Esas alas oscurecidas, esa expresión incómoda, preocupada de la Diosa, el joven tuvo que llevarse una mano a la boca para contenerse. ¿Qué diablos le pasaba?
Se encontraba sumergida en las puras aguas de un lago cristalino, cuya superficie tranquila reflejaba la calma del entorno. Blancos cisnes flotaban con gracia, deslizándose con naturalidad mientras la diosa purificaba su cuerpo. Sus plumas, de un blanco inmaculado, caían suavemente al agua, mezclándose con el brillo de la luz que las acariciaba. Sin embargo, al dirigir la mirada al reflejo en el lago, este ofrecía una visión distinta: su plumaje aparecía teñido de una oscuridad profunda, intercalada con plumas de un rojo intenso, como si en ellas se manifestara el eco sangrante de un secreto no revelado. @theoldestbrother1
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