Soy un chico de 26 años al que le gusta la posesión si te gusta la posesión o el cambio de cuerpo manda DM sin pena hablo español e inglés
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El experimento del protoplasma
01 de Abril del 2025
Mi nombre es Erick y estuve presente en los eventos durante Spookyland, cuando las criaturas estaban robando cuerpos para poder salir al mundo exterior, acabe en una especie de caldero con otras personas.

Todo se arregló cuando el grupo misterio a la orden llegó a la isla, y detuvieron a las criaturas, derribando el caldero para que todos los protoplasmas regresarán a sus respectivos cuerpos sin embargo ese no fue mi caso ya que la criatura aún habitaba mi cuerpo, se había escabullido y escapó de misterio a la orden.
Estuve flotando sin rumbo hasta que logré encontrar un cuerpo que estaba desconcertado por todos los protoplasmas en el aire, era el cuerpo del famoso Tom Ellis, así que me dirigí directo a él y entre en su boca.

Lo derribe al suelo, comencé a tener una pelea con la criatura por el poder de conservar el cuerpo de tom, su cuerpo estuvo retorciéndose por el conflicto entre la criatura y yo, después de unos minutos la criatura fue expulsada del cuerpo de tom asumiendo yo el control total, la criatura al estar expuesta al sol explotó.
Me senté un momento para analizar lo que estaba pasando y ver qué ventajas podría sacarle a este nuevo cuerpo, me levanté del suelo y empecé a explorar mi cuerpo, pase mis manos por mi cara sintiendo mi barba, en mi cuerpo anterior nunca tuve así que era una sensación nueva pero agradable , estire mis brazos frente a mi para ver mis manos, apretando mis puños para visualizar las venas de mis brazos, hice algunas flexiones para admirar mis biceps, el cuerpo de tom estaba muy bien trabajado, en su pecho comenzaba a brotar su vello la sensación era muy satisfactoria no podía creer que ahora estaba en este cuerpo.

Deslice las manos por mi abdomen hasta mi short, le di un buen apretón a su entrepierna y wow quedé bastante sorprendido al sentirla, me quite el short para ver qué ropa interior traía puesta era un boxer color negro ajustado, empecé a frotar suavemente para medir la sensibilidad de mi nuevo miembro, después de un rato masajeando me quite el boxer para terminar está experiencia era bastante velluda su entrepierna creo no se rasuraba cuando llegó a la isla, al terminar de correrme me limpie y volví a ponerme la ropa que traía necesitaba averiguar que es lo que había pasado.
Estuve caminando sin rumbo hasta dar con una cueva, entre en ella todo estaba hecho un desastre como si hubiera habido una batalla, sin embargo no había rastro alguno de alguna persona o criatura, explore el interior y a lo lejos vi un artefacto una pirámide, me acerque y lo recogí del suelo en la inscripción decía daemon ritus, lo guarde conmigo, segui un rastro de huellas hasta que di al muelle donde la gente empezó a ser evacuada de la isla para regresar a la ciudad.
Al pasar el tiempo había estudiado este artefacto gracias a las investigaciones de Vilma, descubrí como convertir a una persona en protoplasma y expulsar el protoplasma del huésped al que entra y capturarlo, al igual que también me hice de influencias y varios contactos para reabrir la isla para un proyecto personal, así que contacte a mi grupo de amigos para preguntarles si estarían interesados en participar en un proyecto que les beneficiaria.
Continuará.....
#malepossession#posesión masculina#possession#male body possession#protoplasma#protoplasm#scooby doo#Scooby doo protoplasm
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Switch Up: Primer Nivel
ADVERTENCIA DE CONTENIDO: Esta historia incluye temáticas de transformación y control de cuerpos con un enfoque sugerente. Si este tipo de narrativa no es de tu agrado o no cumples con la edad recomendada, te sugerimos no continuar. Todas las imágenes utilizadas (si las hay) pertenecen a sus respectivos dueños. No reclamo ninguna autoría sobre ellas y solo se usan con fines ilustrativos.
Si decides seguir adelante, bienvenido a Possessed Desires, donde la mente y el cuerpo nunca están completamente bajo tu control.
Switch Up: Primer Nivel [ Versión Español ]

Mi nombre es Ethan, voy a terminar la preparatoria en unos meses y siento que no viví esa experiencia como tenía que hacerlo. Siempre me la pase con mis dos amigos de siempre, sin ir a fiestas, ni siquiera di mi primer beso, me la pasaba en las sombras, cómo un fantasma.
Sin nada en particular para que me recordarán, un cero a la izquierda.
Muy distinto a otros tipos de mi escuela: populares, musculosos, guapos, un éxito en las fiestas. Los envidiaba.
Quería ser uno de ellos con toda mi fuerza.
Pasar más allá de ser una sombra que se confundía con la pared de los pasillos, ser como uno de esos grandes deportistas, chicos populares, incluso aquellos con pinta de "malos" que por eso parecían ser furor.
— Esto apesta – murmuré en la biblioteca, acompañado de mis amigos: Logan y Miles.
Logan era un chico regordete, con algunos granos en su rostro y aficionado a los cómics, justo en ese momento parecía absorto de todo mientras tenía la cabeza oculta dentro de un nuevo tomo de héroes.
— ¿Estar en la biblioteca? – preguntó Miles. Delgado, pálido y con unos lentes gruesos qué hacían parecer sus ojos unos binoculares, era un genio, aunque tenía un extraño siseo cada que hablaba.
— Sí, ¿qué hay de las fiestas? Es la preparatoria, tendríamos que estar haciendo otras cosas que estar recluidos en una biblioteca como ratas.
— No somos populares para esa clase de cosas – Logan musitó, apenas asomando la cabeza de su lectura.
— Además de que nadie nos nota – Miles complemeto, haciendo lo que parecían ser garabatos en su libreta.
— ¿Y eso no les frustra? ¿No quisieran tener más? Tener más experiencias, más diversión, chicos a sus pies.
Algo que se me había olvidado mencionar, los tres somos gays.
— ¿Y sirve imaginar eso?... No vas a cambiar nada con anhelar más – Logan susurró con tono pesimista.
Suspiré, sabía que tenía razón. Sólo me quede callado, con un silencio entre los tres hasta que Miles se levantó de golpe, con una sonrisa en sus labios.
— ¡Eureka! – grito con la libreta en mano, se escuchó un fuerte "Shhh" por parte de la bibliotecaria, a lo que él volvió a sentarse, pero sin borrar aquella sonrisa.
— ¿Te sientes bien? – pregunté. A lo que me interrumpió, hablando rápido por su emoción.
— Mejor que nunca, estuve sintiendo lo que describes desde hace tres años, ha sido prueba tras error, experimentos fallidos tratando de encontrar la forma de lograrlo, pero al fin lo tengo.
— ¿De qué rayos hablas?
— ¡Esto! – extendió su libreta, enseñándome el contenido en ella. Lo que antes vi cómo garabatos, ahora tenía sentido: eran planos. Había todo un esquema detallado de una especie de caja rectangular, con fórmulas, cálculos y demás símbolos que no podía entender del todo.
— ¿Una... caja?
— Es un control remoto. O al menos eso parece – detalló, señalando el esquema – es un control bio eléctrico, está diseñado para lanzar una señal doble que intercambie los pulsos neuronales entre dos individuos y-
— En español, Miles.
— Es un control que permitiría cambiar conciencias entre dos cuerpos.
Me quedé pensativo en lo que decía. Pero era imposible, ¿no? Lo que él describía parecía perfectamente algo de las películas de ciencia ficción.
— Pero aun te faltaría armarlo, diseñar las piezas, el cableado...
— No – dijo, rebusco en su mochila algo para sacar un pequeño control remoto, parecía de una cochera. Con dos botones: uno verde y otro amarillo – sólo tenía que completar unos cálculos.

A un lado, parecía tener una perilla, alrededor tenía distintos números. Miles levantó la tapa para mover un par de cables o unirlos entre sí, después la cerró y movió la perilla, en busca de una frecuencia, supongo.
— Aún así, no creo que sea algo posible, es decir... Creo en ti, amigo, sin duda eres un genio pero creo que está clase de cosas rebasan...
— Tus capacidades mentales, Miles – y de la nada, quien hablaba parecía ser Logan. Con el único detalle, de que no era Logan en realidad, sino yo.
Me encontré mirando viñetas, héroes salvando al mundo y cosas que estaba leyendo mi amigo antes.
Me sentí más pesado, pero había algo raro en todo esto también... sentía distinto el peso en mis pantalones.
Abrí un poco las piernas, sintiendo cómo algo grueso caía contra la silla. ¡Carajo, Logan si que tenía algo escondido entre sus piernas regordetas!
Levanté con temor la mirada, encontrando mi reflejo revisando sus pectorales.
Los miraba curioso, pasando sus manos por la superficie plana mientras sonreía.
— ¿Decías algo, Ethan? – Miles dijo con una sonrisa burlona en sus labios. Mire mis nuevas manos, completamente sorprendido por la experiencia. Eran muy distintas a las mías, un poco más de pigmento en ellas, más grandes y voluminosas, con dedos pequeños y gordos. Sin duda no era el mejor cuerpo pero había algo en mí que envío una carga de sangre allá abajo. Y sí que "eso" era grande.
— ¿Nos acabas de usar como conejillos de indias? – Mi antigua voz sonó, era extraño "verme" ahí, claramente era yo, mi mismo rostro, ropa, complexión, absolutamente era todo yo. Pero la posición, el lenguaje corporal, su forma de hablar... sin duda era Logan.
— Fue un riesgo que estaba dispuesto a correr por nosotros, además. Ya había calculado los peligros, no hubiera pasado nada.
— ¿Y por qué no lo probaste en ti?
— ¿Y qué mi consciencia hubiera terminado en el aire quien sabe dónde? No gracias.
Sentí un poco de molestia hacia Miles. Pero todo eso era... espectacular. Si había funcionado en nosotros, entonces todo se podía.
¡Podía ser cualquier deportista! Un representante de la clase, alguno de esos chicos artísticos o del comité de bienvenida, un profesor, algún padre sexy. ¡Quién fuera!
— ¿Y ahora?...
— Primero déjame intentar algo – Miles volvió a apuntar a cada uno de nosotros, primero a Logan, presionando el botón amarillo, y finalmente a mí, presionando en botón verde.
No sentí nada. Sólo fue de un momento a otro observarme a mí y al otro, observar a Logan. Volví a tocar mi cuerpo, sintiendo un poco más de alivio al encontrarme con mis medidas correctas. Aunque había un detalle, mi masculinidad sin duda estaba rígida, casi cómo una roca.
Observé a Logan confundido, a lo que sólo se levantó de hombros.
— Fue emocionante perder casi todo mi peso en menos de un segundo, perdón.
Hubo otra vez silencio entre nosotros. No por la incomodidad, sino por todo lo que implicaba esto.
— ¿Y ahora?...
— Ahora eligen que hacer, claro – Miles se acomodó en su asiento, casi parecía una especie de CEO proponiendo una nueva estrategia comercial – Sí seguir en sus cuerpos y en la miserable vida que llevamos, o encontrar algún cuerpo que les guste.
Hubo un poco de silencio. Y el primero en romperlo fue Logan.
— Hagamoslo.
— Genial, me alegra que ambos me acompañen en esto – una sonrisa cargada de confianza emergió de Miles – creo que ya tenemos el plan, pero ahora falta la pregunta del millón. ¿Quién?
Había al menos trescientos en toda la preparatoria, todos los grados, todos los clubes. Altos, musculosos, delgados, fornidos, de intercambio, locales, adinerados, clases medias. Era como entrar a un buffet.
— ¿Tú tienes a alguien en mente?...
— Claro. Blake Jones.

— No jodas, ¿el mejor capitán del equipo deportivo? – Logan se sorprendió excesivamente.
Aunque en parte lo entendía. Blake era bueno en casi todos los deportes, había sido el capitán de al menos 4 disciplinas distintas, rey del baile, ponía nerviosas a casi todas las chicas, maestras y mamás incluidas. Era cómo un dios caminando en la tierra, su plan se sentía cómo querer quitarle el cuerpo a Hércules.
— ¿Quién más? – Miles levantó la ceja, cómo si la pregunta fuera tonta – Lo quiero a él, quiero esa grandeza.
Hubo algo en su mirada que me heló la piel, aunque entendía el sentimiento... Miles había estado a la sombra de muchas cosas sólo por su apariencia y su forma de hablar, era claro que quería el "vehículo" perfecto para acompañar a su cerebro.
— Entonces... Yo quiero a Caleb Hawks – Logan dijo.
Miles soltó una risa.
— No inventes, es una broma, ¿no? – Pero Logan se quedó callado – ¿El tipo sin cerebro de la escuela y con el peor aroma de todos, es en serio?
Miles tenía razón, Caleb era conocido por su idiotez, su mal olor y por ser relativamente "desagradable". Había en él algo que podía ser llamativo, lo admitía, aunque no sabía bien que era ese algo.
— ¿Se puede o no? – Logan dijo serio.
— Sí, sí. Es tu decisión, tranquilo – Miles dijo. A lo que él pareció calmarse, por lo qué volvió a esconderse detrás de su cómic – ¿Y tu, Ethan? ¿Quién será tu premio?
Mi mente estaba trabajando como loca, moviéndose por todos los grados, todos los clubes tanto deportivos cómo artísticos, asociaciones estudiantiles, programas de intercambio, profesores... Era una infinita carta de opciones. Pero entonces pensé en él: Ruben Hernández.

Parte del comité de arte, buen actor, influencer y con unos atributos para morirse, a pesar de no ser parte de ningún equipo deportivo, sin duda tenía un cuerpo perfecto.
— Ruben.
— ¿El latino?
— ¿También me pondrás un pero?
— Para nada, sólo me sorprenden sus elecciones, amigos. Pensé que escogerían a capitanes y deportistas, pero respeto sus decisiones. Logan levantó la mirada, cerrando por fin el cómic.
— ¿Y cuándo empezamos?
— Fácil. Cada quién cazara lo que desea.
Entonces Miles nos extendió el control, esperando por quién lo tomara primero.
Continuará.
———
Espero que hayas disfrutado esta historia tanto como yo disfruté escribiéndola. Si te gustó, no olvides darle follow y compartirla para que más gente la descubra. Siempre estoy abierto a sugerencias e ideas, así que si tienes alguna fantasía o escenario en mente, déjamelo saber en los comentarios o en mensajes.
Está es la primera parte de "Switch Up", una nueva serie para el blog, ojalá les guste, sé que este primer episodio fue algo corto, pero los que siguen sin duda serán más largos para seguir toda la aventura de Ethan y sus amigos.
Nos vemos en la próxima historia… ¿Quién sabe qué cuerpo ocuparás esta vez?
———
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Sonó la campana que había encima de la puerta y salí lo más rápido que pude. El dueño de la tienda estaba discutiendo con otro cliente, lo que me dio la oportunidad perfecta de coger algo de los estantes y reservarlo. Había bastantes artículos en la tienda, la mayoría de ellos parecían más viejos que el polvo, así que escogí algo al azar con la esperanza de que al menos valiera un par de dólares. La discusión a mis espaldas se disipó al anochecer mientras corría por la calle evitando el contacto visual con nadie. Cuando finalmente llegué a mi apartamento, me encerré dentro y bajé la puerta.
"Veamos qué tenemos". Saqué la caja y le di la vuelta, mirando los grabados detallados a lo largo del costado. La sacudí un poco y noté que estaba cerrada con llave. Me levanté del suelo y saqué mi computadora portátil, escribí las palabras intrincadamente talladas en la barra de búsqueda solo para no encontrar nada que Internet pudiera encontrar. Busqué un poco más, recorriendo la web para encontrar algo que se pareciera, pero me encontré con páginas vacías y cebos de clics llenos de virus. La arrojé ligeramente a un lado y resoplé, dándome cuenta de que había robado la única cosa sin valor en esa tienda de antigüedades. El primer pensamiento en mi cabeza fue esto es lo que obtengo por robar y tomé la caja nuevamente.
No quería ser un ladrón, de hecho, era la primera vez que hacía algo así, y probablemente por eso elegí algo tan inútil. Siempre llego a tiempo al pago del alquiler y las facturas, pero hace poco me despidieron debido a recortes presupuestarios y mi nombre no figuraba en la lista de personas que deberían quedarse. Estaba explorando la tienda cuando ese pensamiento insidioso hizo que mis manos deslizaran la caja dentro de mi bolso.
"¿Qué es eso?" Mi compañero de cuarto había llegado a casa del gimnasio y lucía tan espectacular como siempre. Es un poco desalentador tener un compañero de cuarto modelo, pero no podía permitirme vivir en ese lugar solo y Ramón fue amable conmigo. Además, pagó el alquiler a tiempo, lo cual es más de lo que puedo decir de mí ahora.

"Es solo una cosita que recogí. ¿La quieres?", pregunté mientras la deslizaba por la encimera. Había vislumbrado sus abdominales y luego me volví hacia mi computadora. Todavía podía ver su reflejo en las partes oscuras de la pantalla, lo que me hizo sonreír. Ramon tomó la caja y jugueteó con ella, caminando hacia la sala de estar, donde escuché el clic.
—¿Qué fue eso? Me giré de inmediato y vi cómo Ramón abría la tapa. Justo cuando lo hacía, su boca se abrió y un orbe brillante se deslizó por su garganta hasta la caja. Se desplomó en el suelo, deslizándose por el suelo mientras la caja rebotaba en la madera y aterrizaba a mis pies. Rápidamente me acerqué a él, comprobando si tenía pulso y descubrí que era muy débil.

La caja retumbó en mi periferia y luego vi un par de orbes de colores aparecer de la caja. Un buen número de ellos atravesaron las ventanas y desaparecieron entre la multitud de la ciudad, pero uno permaneció allí. Rebotó en las paredes hasta que se curvó a mi alrededor y se estrelló directamente en la boca de Ramón .Su cuerpo se sacudió cuando el orbe brillante entró en su boca. Pude ver la luz brillar a través de su piel y allí se convulsionó. Tragó saliva cuando lo que acababa de volar hacia él tomó el control.
—¡Mierda, esto es increíble! —gritó, con los ojos más alerta que nunca. Bajó la mirada y su sonrisa era aún más grande.

—¿Estás bien? —pregunté, con una mano sobre su hombro. Él me miró, me miró rápidamente y luego presionó sus labios contra los míos. Mientras nos besábamos, sentí la necesidad de empujar hacia atrás, pero eso disminuyó lentamente a medida que él empujaba aún más dentro de mí, deslizando su mano contra mi nuca.
—Joder, qué rico sabes —dijo en un instante. Empujé su pecho, dudando al sentir sus pectorales bajo mis dedos.
"¿Qué acaba de pasar?" Intenté recomponerme y, aunque no quería, me levanté del suelo.
—Oh, mierda —se dio cuenta de que la caja estaba abierta—. ¡Joder, joder, joder! Corrió rápidamente hacia ella y cerró la tapa, haciendo que el mecanismo volviera a encajar en su lugar.
—¿Hola? —Fruncí el ceño y me crucé de brazos. Era muy extraño ver a Ramón actuar así, pero algo en ello me excitaba. Sus expresiones eran encantadoras y juguetonas en contraposición a la fría seriedad que normalmente adoptaba. La gente no se metía con él porque no solo era enorme, sino que parecía enfadado por la mayoría de las cosas. Solo las personas cercanas a él podían saber que era un tipo tranquilo.
“¿Viste cuántos salieron?” Incluso en pánico se veía lindo.
—No. ¿Por qué?
—Porque me distrajo con esto —dijo, moviendo los brazos de arriba abajo—, y contigo. Me sonrojé un poco cuando dijo esto. Se acercó a la ventana y miró hacia afuera para ver adónde habían ido.
“¿Qué son esas cosas? ¿Qué eres tú?”. Yo seguía mirándolo con una mirada curiosa y también confusa en mi rostro.
"Ah. Me dejé llevar por la emoción de nuevo. ¿Es este tu novio? Es sexy". Flexionó los brazos y miró su cuerpo sin camisa.

—No, me gustaría —dije demasiado rápido y la sangre volvió a correr a mis mejillas.
—Bueno, soy Luis. Me crearon como el primero en responder para asegurarme de que esas otras almas no salieran. Verás, cuando mi amo estaba vivo, esas otras almas se le cruzaron en el camino y eran personas terribles, algunas de ellas incluso asesinas. En realidad no soy humano, pero solía ser una especie de asistente. El tipo que solía habitar no se veía muy diferente de tu no-novio aquí. —Se flexionó de nuevo, enamorado.
"Está bien, deja de hacer eso", me estaba excitando muchísimo la exhibición de músculos frente a mí y necesitaba parar o de lo contrario no podría controlarme, "¿cómo arreglamos esto? No podemos tener un montón de asesinos corriendo por ahí, especialmente si se apoderan de los cuerpos como lo hiciste tú".
—Tienes razón. —Rápidamente buscó una camisa y se la puso, enredándose un poco con la camiseta suelta.

Todavía no estaba seguro de qué estaba pasando, pero pensé que sería agradable pasar algún tiempo con Ramon incluso si él no era el que tenía el control.
- ¿Ramón estará bien? - pregunté.
"Si está aquí, estará sano y salvo. Solo necesito usar su cuerpo para atrapar a los demás", se puso la camisa con éxito y se giró hacia mí, "Puedo decir que no te importa". Sus ojos se habían fijado en mi bulto y lo cubrí vergonzosamente.
"¿Qué debo hacer?" Arrastré mis pies.
—Pensé que vendrías conmigo. Después de todo, eres mi nuevo amo. —Me guiñó un ojo y luego desapareció por el pasillo, dejando la puerta abierta para que lo siguiera.
#malepossession#posesión masculina#possession#male body possession#hairy#hairyman#hairy pits#spirit#spirit possession
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Miré por la rendija de la puerta para asegurarme de que nadie me había seguido, escuchando el gemido que se oía detrás de mí. Giré la manija y cerré la puerta suavemente, evitando que se oyera cualquier sonido.
Cuando me di la vuelta, le sonreí al chico que estaba sentado en la silla. Llevaba una camiseta de fútbol con retazos del resto de su atuendo. La práctica había terminado y me aseguré de que lo mantuvieran atado en un lugar seguro hasta que estuviéramos solos. Lo tomé por sorpresa, pude dominarlo y alejarlo del resto del equipo mientras terminaban sus rituales posteriores a la práctica. Las toallas se rompieron y los traseros recibieron palmadas hasta que no quedó nadie. Arrugó el ceño cuando descubrió quién era yo.
"Hola, Alex", hice crujir mi cuello mientras arrancaba el trozo de cinta que cubría sus labios. Estiró la mandíbula y la boca antes de mirarme.
—¿Qué carajo? Sabía que eras un bicho raro, pero no así. Si no me dejas ir, te voy a patear el trasero. —Se movió, tratando de liberarse. Todas esas lecciones de atado de cuerdas en los boy scouts fueron útiles, lástima que se burlara de mí por ellas. Lo rodeé, mis dedos se deslizaron por su camiseta. Me detuve detrás de él, me quité la camiseta y la arrojé frente a él. Los bultos se arremolinaron alrededor de mi torso de las muchas criaturas que se habían instalado dentro de mi cuerpo. Incliné la cabeza hacia atrás y gorgoteé cuando una de ellas se abrió camino hacia arriba por mi cuerpo. Tentáculos se arremolinaron fuera de mi boca y saqué uno, sintiendo que se retorcía mientras volvía mi atención al deportista.
—¡Déjame ir! —Estaba en pánico ahora, incapaz de ver lo que estaba haciendo. Caminé alrededor de él con la boca abierta, babeando mientras caminaba. Una vez que estuve de nuevo frente a él, coloqué a la criatura en su cara. Alex estaba gritando en este punto, interrumpido cuando Vulka se abrió paso hacia él. Su cabeza se inclinó hacia atrás y se convulsionó cuando le robaron el control. La criatura convirtió su cuerpo en una cáscara para controlar. Miré con asombro y fascinación cómo mi criatura se apoderó de su cuerpo. Lo desaté tan pronto como dejó de temblar y se puso de pie, flexionando sus dedos y luego mirando lo que ahora estaba controlando.
"¿Estás bien? ¿Cómo estás ahí dentro?", pregunté cuando Scott se levantó la camiseta y vi cómo la criatura que acababa de salir de mí se arremolinaba alrededor de sus abdominales y luego desaparecía más adentro. Me miró con una sonrisa y asintió mientras se bajaba la camiseta.

Me acerqué a él con mi polla ya presionando contra mi cremallera. Scott también estaba excitado, su polla dura mientras empujaba mi mano por sus pantalones. Sus ojos revoloteaban por el placer que le recorría la columna vertebral, todo su cuerpo temblaba de placer. Me quité la camiseta en segundos y lo empujé contra los casilleros, besándolo apasionadamente mientras nuestros bultos se deslizaban uno contra el otro. Agarré sus músculos, disfrutando la sensación de su cuerpo antes de tomar mi lengua y deslizarla por su torso. Deslicé mi lengua a lo largo de su polla antes de tomar su longitud hasta el fondo, chupando fuerte mientras se retorcía bajo mi agarre. Podía sentir el pre-semen goteando de él y bajando por mi garganta. Me puse de pie, me di la vuelta y me incliné. Mis pantalones se deslizaron y mi agujero estaba listo para él. Al principio no estaba seguro de qué hacer, pero lo guié y terminé llenando el vestuario con mis gemidos mientras se apretaba dentro de mí. Sus embestidas se volvieron cada vez más agresivas a medida que el placer se apoderaba de él y podía pensar en follarme.
Agarré la silla que tenía frente a mí y gruñí con cada embestida, mientras lo escuchaba perder el control. Embestida tras embestida, llenó mi agujero con su semen y no pude evitar sonreír mientras escupía mi propia carga cremosa en el piso debajo de nosotros.
—Este mundo es tuyo para que lo explores, Scott. —Respiraba con dificultad y me lamía los labios. Él seguía admirando su cuerpo, flexionando los músculos para comprobar su fuerza.
—Gracias, humano. —Me besó, sabiendo que sólo era el primero y que ahora me iba a ayudar a llevar al resto del equipo.

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Charmed
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Poseer cuerpos siempre ha sido mi forma de disfrutar de mi vida. La sensación de tener el control de alguien me pone muy cachondo. Actualmente vivo solo en un condominio de dos habitaciones y normalmente contrato a un stripper gay para que venga a mi casa y me apodere de su cuerpo cuando no está mirando, pero solo podría quedarme en ellos una noche y devolverlos al día siguiente para no levantar sospechas. No quiero que la policía venga y llame a mi puerta. Un día se me ocurrió una idea: ¿para qué tener un compañero de cuarto? Trabajo desde casa, así que apenas salgo, el alquiler no es un problema debido a mi trabajo y tener un cuerpo agradable disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sin plantear ninguna pregunta, es un plan perfecto.
Publiqué un anuncio en Internet buscando un compañero de piso y he recibido varias llamadas. Después de un par de entrevistas y encuentros, me he decidido por mi nuevo "compañero de piso". Alexis, de 25 años, busca un lugar donde quedarse mientras busca trabajo. Sus pasatiempos son hacer ejercicio y nadar. Tiene una personalidad increíble, pero lo más importante es que tiene un cuerpo atractivo.

El día de la mudanza, saludé a Alexis afuera de mi departamento y lo ayudé a llevar sus pertenencias. Después de que todo estuvo listo en el departamento, le dije que se sintiera como en casa y que fuera a descansar a mi habitación, ya que su cama aún no estaba allí. Me agradeció y entró a mi habitación. Sonreí cuando entró y comenzó a quitarse la ropa hasta quedar en calzoncillos tipo bóxer. Se volvió hacia mí y me preguntó si me molestaba que se desnudara, ya que estaba más cómodo así cuando estaba adentro. Le dije que no me molestaba. Agotado, se acostó en mi cama y se quedó dormido.
Momento perfecto. Me quité la ropa y entré en mi habitación y le sonreí al príncipe dormido. Serás mío. Lentamente le quité los calzoncillos boxer y me coloqué encima de él. Hay muchas formas de poseer un cuerpo, pero esta es, de lejos, mi forma favorita, el sexo. Pensar en estar dentro de su cuerpo ya me tiene dura, coloco mi pene frente a su ano y empujo lentamente hacia adentro. La invasión repentina despertó a Alexis cuando giró la cabeza para ver qué estaba pasando. Grita preguntando qué le estaba haciendo. Antes de que pudiera escapar, lo inmovilizo con mi cuerpo. Le digo que no se preocupe y que solo dolerá un poco antes de que se convierta en nada más que placer. Se retuerce debajo de mí haciendo todo lo posible por liberarse hasta que la cabeza de mi pene completa su entrada. Jadea por la sensación y deja de moverse. Sonreí y continué empujando más, lo que le hizo gemir. Una vez que todo mi pene estuvo dentro de él, me incliné hacia sus oídos y le susurré que su cuerpo iba a ser mío. Comencé a empujar dentro y fuera de él, lo que le hace gemir aún más fuerte. Antes de que se diera cuenta, comencé a fusionar sus piernas con las mías hasta que solo las suyas eran las únicas allí. Miré hacia atrás y admiré mis nuevas piernas antes de continuar el proceso. A continuación fue su torso inferior, mientras continuaba empujando pronto fue solo su cadera la que empujaba y se frotaba contra las sábanas. Gime aún más ahora que es su propia polla la que siente el placer de ser frotado contra las sábanas combinado con mi placer. Luego su torso superior, luego sus brazos y finalmente fue solo mi cabeza sobresaliendo de su cuello. Antes de completar la posesión, me puse de pie con nuestro cuerpo y caminé hacia mi espejo colgante para admirar nuestro cuerpo. Sonreí cuando vi a Alexis jadeando por el proceso de posesión tratando de recuperar el aliento. Alexis se mira a s�� mismo y a mí sobresaliendo de su cuello y me ruega que pare. Sonreí y con sus propias manos agarré la cara de Alexis y la giré hacia la mía y cerré mis labios con los suyos antes de decirle que no. Regresé a la cama y comencé a frotar nuestra polla en las sábanas lo que lo hizo gemir nuevamente. Después de un par de frotamientos más, puedo sentir que estamos a punto de corrernos y antes de que nos corramos, empujé mi cabeza contra la suya y tomé el control total y me corrí por todas las sábanas. Me acosté boca arriba y admiré mi nuevo cuerpo mientras el semen seguía goteando de mi nueva polla. Tomé el semen y lo esparcí sobre mis nuevos músculos y sonreí. Voy a disfrutar de este cuerpo.

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“Fuerte y robusto”. Flexioné mis nuevos músculos mientras tomaba el control. Había estado observando a este chico desde que empezó a venir a este gimnasio y una vez que entró al sauna sin nada puesto supe que tenía que ser mío. Cuando estuvo solo, salté directamente dentro de su piel, sin darle tiempo a defenderse y una vez que tuve el control, sentí todo como si fuera la primera vez.
—Oh, joder. —Baje el short negro que sostenía y miré la polla gigante que se balanceaba entre mis piernas. Será un buen saco de carne y tendrá suerte si recupera su cuerpo.
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Mi novio y yo hemos frecuentado este gimnasio durante años. Hemos ocupado muchos cuerpos en forma para satisfacer nuestra necesidad de un buen contacto físico. Hoy será el 28.º aniversario de nuestra muerte y de nuestra relación y lo vamos a celebrar con dos personas afortunadas. Estábamos recorriendo el gimnasio para nuestro anfitrión cuando ambos vimos a un chico haciendo estiramientos.
Ambos reclamamos su cuerpo al mismo tiempo y corrimos a reclamarlo. Mi novio llegó primero y se embistió contra el trasero del chico. Esto hizo que el chico se agarrara al pilar frente a él mientras arqueaba la cabeza por la presión repentina en su ano. Aproveché esta oportunidad y me zambullí en su boca y competí con mi novio por el control. El chico tuvo espasmos mientras ambos intentábamos tomar el control de él. Mientras me sumergía más profundamente en el cuerpo del chico, encontré a mi novio en su estómago y procesé empujándolo hacia afuera.
Mi novio fue empujado lentamente fuera del ano del chico y yo reclamé el control sobre el cuerpo del chico. Sonreí y puse a prueba mi control flexionando mis nuevos músculos. Escuché a mi novio protestar que quería el cuerpo. Me reí mientras continuaba flexionándolo frente a él. Mi novio finalmente admitió su derrota y le dije que se apurara y encontrara un cuerpo porque quería pasar un "tiempo de calidad" con él. Me dio una sonrisa mientras se lamía la boca. Rápidamente se dirigió a la ducha del gimnasio. Definitivamente debería haber un cuerpo allí para él y por suerte para él lo había. Un hombre acababa de terminar su ducha y actualmente está posando frente al espejo y tomándose fotos. Mi novio entró rápidamente en su boca y el hombre dejó caer su teléfono por la repentina invasión.

Mientras mi novio continuaba su entrada, el hombre se movía con espasmos por la habitación tratando de recuperar el equilibrio. Se agarró del lavabo y se miró en el espejo antes de soltar un jadeo antes de perder el control ante mi novio. Mi novio enderezó su nuevo cuerpo y flexionó sus músculos recién adquiridos y se vistió antes de encontrarse conmigo en la parte delantera del gimnasio. Admiramos el nuevo cuerpo del otro antes de dirigirnos a la "casa" de mi novio y disfrutar de una noche de sexo maravilloso.

#malepossession#posesión masculina#possession#male body possession#ghost#boyfriendpossession#ghost boyfriend
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Danny phantom possession
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Hola, soy Alex y esta historia es sobre cómo conocí a mi novio fantasmal Sam. Verás, soy un mago, así que tengo una especie de sexto sentido cuando se trata de seres sobrenaturales. La primera vez que conocí a Sam fue en mi penúltimo año de universidad. Había ido a estudiar fotografía y tenía una pasantía los fines de semana con un gran fotógrafo llamado Julio.
Conocí a Sam cuando regresé de clases, él había poseído a mi vecino llamado Ben que vivía en la habitación de enfrente de la mía en el dormitorio.
Acababa de entrar y dejé la puerta abierta de par en par porque estaba a punto de irme y estaba recogiendo algo. Escuché un gemido que venía del otro lado del pasillo, detrás de la puerta de Ben. Debía haber estado “estudiando” muy duro.
De repente me sentí muy frustrada porque no podía encontrar mi portafolios. Busqué por todos lados y lo vi cuando estaba en el suelo. No tenía idea de cómo, pero se había caído detrás de mi armario. Traté de alcanzarlo con todas mis fuerzas, pero no pude, así que me levanté e intenté mover todo el armario.
No se movió, en ese momento Ben salió y preguntó: "Oye, ¿qué es todo este alboroto?"
Me volví hacia él y le respondí: “Oh, hola, solo estaba tratando de acceder a mi portafolio que, sin ningún motivo, está detrás de mi armario”.
Sus ojos se iluminaron y sonrió: "¿Quieres que te ayude a moverlo?", preguntó con esa voz profunda y tranquilizadora suya.
“¡Eso sería genial, gracias!”
Él se puso de un lado y yo del otro, y los dos movimos el armario hacia delante, alejándolo de la pared. Intenté alcanzarlo, pero mis brazos no eran lo suficientemente largos. Ben puso su brazo detrás y agarró la carpeta con su mano fuerte. Volvió a subir y movimos el armario de nuevo a su lugar.
“Muchas gracias Ben, ¿cómo puedo pagarte?”
Se mordió el labio y dijo: “ummm…”
“Tengo cinco dólares conmigo, ¿será suficiente?”
Suspiró y dijo: “No sé. ¿Qué tal si llegamos a un acuerdo?” con una sonrisa.
“¿Qué tipo de arreglo?”, pregunté.
Se acercó a mí de modo que su pecho quedó a escasos centímetros de mi cara, se inclinó cerca de mi oído y susurró: "¿Qué tal una sexual?"
Estaba confundida, ¿un chico realmente atractivo, heterosexual y con novia, me acaba de pedir que le pague sexualmente?
En ese momento pasé junto a él y cerré la puerta. Me volví hacia él y le pregunté sin rodeos: "¿Quién eres?"
Él sonrió y dijo: "soy yo, Ben".
Puse los ojos en blanco y pregunté: “Sé que no eres Ben, entonces, ¿quién y qué eres?”
Su rostro se puso serio y dijo: “¡Maldita sea! ¿Cómo me has pillado?”
“Me insinuaste algo. Era obvio porque Ben es heterosexual”.
Él sonrió y suspiró, y luego dijo: "Mi nombre es Sam y soy un fantasma, me hice cargo de tu amigo aquí porque quería ser humano por un tiempo".
“En primer lugar, Ben nunca ha sido mi amigo, siempre me llamaba maricón. Y en segundo lugar, ¿por qué no saliste con su novia?”
Él se rió entre dientes y dijo: "Porque no me gustan las chicas y pensé que eras linda".
Me quedé allí un segundo y pensé: por un lado, podía tener sexo con Ben y dejarlo en ridículo o podía ir rápidamente a entregar mi portafolio.
“Está bien”, le dije, “esto es lo que va a pasar: te quedarás aquí en este cuerpo y regresaré en veinte minutos”.
Él me sonrió y dijo: “Bueno, ¿por qué veinte minutos?”
Suspiré “porque necesito entregar mi portafolio”
“Está bien, pero ¿qué quieres que haga durante veinte minutos?”
Lo miré interrogativamente y le dije: “Quédate aquí y luce bonito, y cuando regrese, tú y yo podremos explorar tu cuerpo”.
Su sonrisa se amplió y dijo: “Será mejor que te apures porque puedo llevarte aquí mismo”.
Sonreí y salí corriendo a entregar mi portafolios. Cuando regresé, él ya estaba desnudo y esperándome en mi cama.
Exploramos nuestros cuerpos durante toda la noche. Me encantaba besar y lamer sus grandes pectorales peludos y tener su enorme pene de 20 centímetros en mi culo.
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Me senté junto al chico que había visto cuando subí al tren. Estaba ocupado escuchando música y leyendo correos electrónicos en su teléfono. Sabía que no tendría mucho tiempo en el tren, así que bien podría aprovechar al máximo el tiempo que tenía y dejar que se sintiera como un novio.
Recité el encantamiento para liberar el espíritu de mi novio del talismán en el que lo tenía guardado. Vi como el hombre a mi lado se tensaba mientras mi novio lo tomaba. Entonces escuché una exhalación profunda del chico a mi lado y luego sentí que su mano se acercaba a la mía, sentí que su dedo meñique tocaba el mío. Tenía al chico, lo miré y se giró hacia mí con una sonrisa amistosa para que no pareciera fuera de lugar en el tren. Vi que sus ojos se movían de mí al cartel del baño frente a nosotros. Asentí levemente, me levanté y comencé a caminar hacia el baño. Lo escuché levantarse también, el sonido de sus zapatos chirrió cuando caminó detrás de mí.
Me metí en el baño y, unos segundos después, entró él. Estábamos apretados el uno contra el otro, podía sentir su aliento en mi piel, que olía a café. Se elevó sobre mí y me sonrió mientras su mano desaparecía detrás de él y la cerradura del baño se cerraba con un clic.
Él trajo su mano hacia atrás y la colocó sobre mi mejilla, acarició su pulgar suavemente sobre mi mejilla y luego me atrajo hacia mí para besarme.
Podía saborear el café que había olido antes en su aliento, su barba incipiente era suave contra mi piel, el olor de su colonia era tentador con sus profundos tonos de madera, pero por mucho que me deleitara en el momento, me alejé.
“¿Qué pasa?” dijo levantando las cejas con un tono preocupado pero confuso, “¿estás bien?”
Él preguntó
—Sí —jadeé mientras trataba de recuperar el aliento después del beso—. Es solo que no tengo mucho tiempo, eso es todo —respondí mirando sus ojos verdes.
“No te preocupes”, dijo con una leve risa y una suave sonrisa, “tenemos suficiente tiempo”, dijo en un tono relajado.
Solté un suspiro y dije: “Está bien”. “Tienes razón, creo que solo estoy nervioso por la entrevista”.
“Es comprensible, es el trabajo de tus sueños, ¿por qué no lo serías? Pero debes recordar que eres la persona adecuada para el trabajo”, dijo con su mano todavía en mi mejilla. “Quiero que me digas ahora mismo que estás bien y que puedes hacerlo”, dijo mirándome a los ojos.
—Está bien —dije, tomando aire—. Lo tengo todo bajo control. Soy la persona indicada —dije en voz alta y luego dos veces más en voz baja. Lo miré con una sonrisa y me acerqué para besarlo.
Sacó "mira, lo tienes todo controlado", dijo.
—Lo sé, siempre sabes cómo calmarme —dije apoyando mi cara en su mano con una sonrisa.
Sonreí de nuevo y me atrajo hacia mí una vez más para darme un beso. Pero en ese momento, el altavoz de arriba decía: "La próxima estación es London Kings Cross, este tren termina aquí...". Mientras el anuncio continuaba sobre cómo dejar todas las pertenencias atrás, todavía estábamos en el momento.
“Está bien, vámonos”, dije.
Dejó caer su mano sobre mi hombro y bajó la barbilla con una leve sonrisa. Exhaló un suspiro: “Está bien, vámonos”.
Nos refrescamos, yo asegurándome de que mi corbata estaba bien y él pasándose las manos por su barba incipiente como si fuera suya.
Salimos del baño y nos dirigimos hacia las puertas del vagón. Nos quedamos uno al lado del otro mientras el tren entraba en el andén. Me miró con una sonrisa y su mano todavía sobre la mía. Luego recité el conjuro una vez más y solté la mano del hombre mientras lo hacía. El hombre sacudió la cabeza como si acabara de despertar de un sueño y luego se orientó al darse cuenta de que habíamos llegado a nuestro destino. Bajamos del tren y tomamos caminos separados.
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Me desplacé por la aplicación de citas gay con desesperación. Necesitaba encontrarme con alguien pronto o de lo contrario iba a estar en serios problemas. Estar cansado es una cosa, pero estar cansado y hambriento puede ser una combinación mortal. Seguí escribiendo con la esperanza de que alguien cayera en la trampa, y finalmente alguien lo hizo. Mi bandeja de entrada sonó y estaba respondiendo a Andrés. Su imagen era de él flexionándose en el espejo, mostrando su cuerpo tatuado. El vello cubría su torso, pero podía ver los músculos debajo. Si bien no era el tipo de hombre que normalmente me gustaba, disfrutaba lo que estaba viendo. Además, los mendigos no pueden elegir.

Lo conocí en una cafetería, lo cual me pareció un poco cliché, pero me invitó a un café. Me encanta el sabor del café, especialmente cuando está frío. Hablamos un rato, algo en lo que me había vuelto especialmente buena. Le agradé y pronto nos dirigimos a su casa. Su apartamento era agradable y me estaba poniendo un poco ansiosa a medida que explorábamos el lugar. Al poco tiempo, nos encontramos quitándonos la ropa y metidos en la cama. Cuando me besó, me agarré fuerte para asegurarme de que incluso la más mínima cantidad de saliva se intercambiara con la suya. Eso era todo lo que necesitaba para que estuviera bajo mi control.
Me subí frente a él, imitando su pose".
"Sube a la cama", dije, mirando su alegre trasero mientras se subía al colchón. Me subí frente a él, imitando su pose. Miré su hermoso cuerpo y luego miré mis abdominales. Lentamente, mi forma real se deslizó fuera del ombligo de mi anfitrión, retorciéndome mientras trataba de liberarme. Me aparté de mi antiguo humano y me metí en el otro, meneándome mientras me metía en mi nuevo traje de carne. Él gruñó cuando moví mi cola, deslizándome más profundamente hasta que desapareció el último de mis apéndices. Sus abdominales se tensaron y gimió cuando tomé el control, mirando mi nueva carne musculosa antes de volver a mirar a mi antiguo anfitrión.
Su polla estaba dura mientras me miraba y yo inmediatamente me acerqué más, empezando a chupar. Mi viejo anfitrión echó la cabeza hacia atrás de placer mientras yo chupaba su polla. No me llevó mucho tiempo vaciarlo de su semen, todo el tiempo gimiendo mientras lo hacía. Se desplomó sobre la cama con un suspiro y se quedó dormido. Pronto se despertaría y volvería a la vida normal hasta que regenerara la energía suficiente para contenerme. Por ahora, estaría disfrutando de mi nuevo cuerpo peludo y probándolo en el siguiente pasivo dispuesto.
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El grupo de Aaron se aleja rápidamente y vuela hacia la casa de la fraternidad. Juan lo sigue, dando vueltas detrás de él mientras se lanzan hacia la fiesta.
El DJ estaba tocando y los asistentes a la fiesta estaban bastante apretados. El olor a alcohol era tan potente que solo inhalarlo provocaría un nivel de alcohol en sangre no apto para conducir. Aaron giró con las luces de discoteca y luego encontró un objetivo en la esquina. Estaba apoyado contra una estantería hablando con una chica cuando ella le entregó su bebida. Ella desapareció para ir al baño y luego el chico miró a su alrededor para asegurarse de que nadie lo estuviera viendo antes de echar algo en la bebida. Aaron se inclinó hacia él y se estrelló contra su cara, su forma se tragó su cabeza y luego se disipó en su piel. Jadeó rápidamente y luego se tambaleó mientras Aaron se acostumbraba a su nuevo cuerpo.
—Oh, mierda. —Se agarró a un estante y parpadeó un par de veces antes de mirar a Juan, que rápidamente se había transformado en otro cuerpo. Cuando volvió en sí, ambos se encontraron e inmediatamente se arrancaron las camisas.

—Joder, te ves muy sexy —dijo Juan, acercándose para darle un beso y se besaron mientras sonaba la música.
Aaron había logrado entrar y se quedó cerca del techo mientras observaba a la multitud. Un hombre sin camisa tiró un vaso rojo después de beber todo su contenido y se tambaleó hacia los hombres que estaban ocupados por Pedro y Juan.
—Malditos maricones —dijo el tipo y justo cuando estaba a punto de tropezarse con ellos, Aaron voló directamente hacia su pecho, lo que le hizo abrir los ojos y luego soltar un jadeo cuando el nuevo dueño del cuerpo tomó el control. Se miró las manos y luego, finalmente, su cuerpo desgarrado con asombro mientras Aaron y Juan continuaban besándose

—Chicos, funcionó. —Aaron se desabrochó los pantalones vaqueros y metió las manos en su cálida entrepierna, dándole un par de empujones a su ahora endurecida carne.
—Joder, tío, cómprate una habitación —dijo alguien con desprecio al pasar junto a él.
—Vámonos de aquí. —Juan y Pedro se separaron y salieron todos apresuradamente de la fiesta. Un par de personas les gritaron, pero necesitaban salir a sus viejos cuerpos. Los tres se quedaron mirando a sus viejos yo y luego Juan tomó rápidamente el libro.
—Vamos, quiero probar este cuerpo —dijo Pedro, tirando de Juan.
"¿Vienes? Quería hacer un trío". Juan manoseó el trasero de Pedro y luego una sonrisa apareció en su rostro mientras los tres desaparecían en la noche, comenzando una nueva vida como tres jóvenes universitarios.
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Hice girar el licor en mi boca mientras el sol caía sobre mi piel. No era necesariamente mi piel, técnicamente era la piel que ocupaba en ese momento, pero aun así se sentía bien. La sensación de ardor en mi garganta era agradable incluso mientras bebía el tequila de un trago y entrecerraba los ojos para mirar las nubes.
—Oye, tío, ¿puedo hablar contigo? —Una sombra se cernió sobre mí y me bajé las gafas de sol. Era Carlos, de pie con las manos en las caderas. Era un tío muy guapo y uno de mis mejores amigos. No mucha gente sabe de mi pequeña habilidad, pero le conté todo y ha guardado mi secreto durante años.

—¿Qué pasa? —Me sacudí el polvo y lo miré a través de las gafas de sol. Miró a su alrededor para asegurarse de que nadie pudiera oírme antes de hablar sobre mi poder, algo que realmente aprecié, ya que parecía mencionarlo con más frecuencia desde que lo probé.
—Sólo quería ver si te interesaría nadar conmigo. —Estaba nervioso. Me di cuenta porque sus mejillas comenzaron a sonrojarse.
—Sí, claro. No me importa. Vamos a darnos un chapuzón. —Dejé mi taza en la arena y le sonreí, comprendiendo que lo que realmente me estaba pidiendo era algo que sólo yo podía proporcionarle.
—No. Quiero decir, ¿podrías saltar sobre mí y nadar un poco? He estado pensando en eso desde que llegaste aquí. Sé que te gusta usar a Bryan, pero yo solo he estado, bueno, ya sabes. —Se quedó en silencio, aún más rojo que antes.

"¿Lo estabas deseando?" Lo miré con los ojos entrecerrados y la comisura de mi boca empezó a curvarse hacia arriba.
-Sí-dijo derrotado.
—Claro, pero tienes que dejarme entrar por tu pene. —Me quité las gafas de sol, las arrojé sobre mi toalla y le guiñé un ojo.
"Oh, mierda, nunca he hecho eso antes, pero supongo que sí. ¿Queríamos ir a los autos o...?"
"Aquí mismo. Sácalo".
"Pero los demás..."
"Están demasiado ocupados". Señalé al grupo que había estado ocupado hablando en su área y luego pasaron a jugar al voleibol mientras un par de personas más comenzaron a volar una cometa.
—Bien. —Miró sus pantalones cortos de baño y luego los bajó. Me sorprendió ver que estaba duro y con una de sus manos sacó su polla. Sonreí y me incliné, mirándolo mientras él me miraba ansiosamente y una vez que envolví mi boca alrededor de su miembro palpitante, solté el control que tenía sobre Bryan.
—Oh, joder. —Tensó todo su cuerpo al sentir mi cuerpo pegajoso deslizarse hacia la punta de su polla. Me quedé allí un momento, dejando que Bryan siguiera chupándole la polla mientras yo jugaba con su miembro. Me deslicé por su interior sintiendo que todo su ser se estremecía de placer. Empecé a sentirlo tensarse y, cuando sentí que sus bolas se tensaban, impulsé mi cuerpo dentro de él, provocando que su yo gemidor arqueara la espalda en éxtasis.

Bryan continuó, felizmente inconsciente de la repentina salida, y sentí que toda mi esencia rebotaba en el interior de Carlos. Sus abdominales se tensaron cuando me unté a lo largo del interior de su carne y lo llené hasta el borde. Parpadeé para abrir los ojos e inhalé con fuerza antes de explotar dentro de la boca de Bryan, acercando aún más su cabeza a mí mientras se atragantaba con mi nuevo miembro.
"No está mal, Carlos. Eso me hizo sentir muy bien". Me miré y escuché sus susurros tranquilizadores en el fondo de mi cabeza. No me sorprendió lo mucho que disfrutó de la toma de control, pero realmente disfrutó del hecho de que fuera yo.
—Qué demonios —Bryan me miraba con ojos suplicantes.
—Tranquilízate, B, siempre estoy dentro de ti. Deja que Carlos se divierta un poco. —Deslicé mi dedo bajo su barbilla y él parecía derrotado. Me volví hacia los demás y me aseguré de que mi polla ablandada regresara a su hogar enrejado hasta más tarde. Nadie se dio cuenta, pero fue realmente estimulante dar ese salto en público.
Bryan se sentó en la toalla que le había dejado y yo me estiré mientras miraba fijamente el océano. Cuando mis dedos de los pies tocaron el agua, temblé y sentí el arrullo de Carlos en mi mente.
-Vamos a nadar un rato. Sonreí y comencé a correr hacia el agua.
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