xeneca-blog

[xeneca-blog]

  Y CUANDO YA NO PUEDO MÁS… 

               …Es porque padece el síndrome del Cautivo.

     Si usted cree que ese estado es nuevo y causado por el encierro, se puede equivocar. Lo natural es que lo haya sentido muchas veces en el pasado, pero pasó desapercibido, ¿Por qué? Porque podía quedar disimulado por otras actividades de la vida diaria, con múltiples soluciones, pero dentro de un espacio de libertad que ahora no tiene.

    El aburrimiento o el malestar que lo acosa por la falta de actividad es tiempo libre, de modo que, si lo observa detenidamente, es posible transformarlo en “tiempo útil disponible”. La cuarentena le ofrece la oportunidad de prepararse para la segunda etapa “en libertad”, que también aportará restricciones.

Cuando finalicen las restricciones actuales habrá que esperar un tiempo para saber de qué manera el sistema laboral, ofrecerá los dineros necesarios para satisfacer la economía familiar. Se estará en libertad, pero sin los ahorros consumidos para vivir durante la cuarentena y con la obligación de trabajar. Con las reservas agotadas y la obligación de trabajar sin seguridades, no será una esperanza sino, una fuente de angustia. Estará cercado por otra red de obligaciones que “no se pueden abandonar, pero, habrá que aceptar.”

El Síndrome del Cautivo volverá, pero, enmascarado en la libertad. Se hace necesario entonces organizarlo porque, no es una enfermedad sino, el resultado de subsistir entre formas de vida empobrecida, que producen estados de angustia que si se advierten esos efectos y se regulan pueden causar menos daño.  15/05

[xeneca-blog]

                             LA CUARENTENA Y SUS CONSECUENCIAS.

                                                       Decíamos ayer, en ocasión del C.V.19 que, Sí o Sí en algún momento aparecerá el Síndrome del Cautivo como consecuencia de vivir en cuarentena. ¿De qué se trata? En términos generales es un estado de ánimo que se presenta como distracción, desanimo, facilidad para el enojo, problemas para dormir o poca comunicación que lo cuentan como: “No sé qué hacer” o “Estoy aburrido”.  

     Esas sensaciones se pueden presentar luego del tercer o cuarto día de aislamiento y se pueden sostener o desaparecer. No es una enfermedad sino, un estado de ánimo causado por la supresión obligada de la vida natural en sociedad (trabajos, estudios) que, si se entiende, es posible mitigar sus alcances. Con mayor razón si se piensa que el tiempo de cuarentena por CV19 puede prolongarse en formas secundarias y no menos problemáticas.  

     Existe una manera de superar el Síndrome y tiene que ver con la aceptación o rechazo que los adultos, -cabeza de familia- pueden construir para sobrellevar la reclusión. La opción paliativa consiste en desarrollar una acción como si fuera para iniciar un Nuevo Empleo, no deseado: “¿Como afrontar este trabajo, al que estoy obligado, pero que, si no lo asumo, mi futuro puede ser más dificultoso”? ¿Cómo entender el Estado Cautividad que provoca sentirse sometido, sin poder escapar y con la obligación de contribuir en tareas domésticas y sin derecho a discusión? 

     Pero, si se parte de: La necesariedad de acompañar la cuarentena con acciones deliberadas para el que estoy apto, aunque el confort no sea ideal, pero que, aun así, me permite administrarla, es que descubro la existencia de un nuevo tipo de beneficio a perfeccionar, enmascarado en lo que ahora parece una cárcel. 15/05/20