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lordern:

Hizo lo posible por ocultar su sonrisa, pero como lo esperaba, falló rotundamente. ¿Y cómo podría? A Ernesto le pareció que debía olvidarse de esa tarea desde ese momento. — ¿Ah, no? —enarcó una ceja. — Me gustan las formalidades, pensé que ya lo sabías—mintió abriendo todavía la puerta para dejarlo pasar, se asomó por curiosidad pero no atisbó a nadie por el pasillo. Cerró la puerta y se dirigió hacia el egipcio sin intenciones de apartar la mirada. Le gustaba su nuevo campo visual, le gustaban las bolsas debajo de sus ojos que Zakaria llamaba como evidencia de sus noches sin dormir, para el mexicano era algo que le gustaba ver aunque fuesen el resultado del cansancio. No logró elegir algo en él que no le gustara, ni uno solo. —¿Te gusta?—presumió su atuendo. —Quería vestirme bien para hoy. Me recordé que hoy sería el día que voy a reducir años a mi castigo…—Agregó lo último como en broma pero esperando que aquel juego siguiera en pie. Antes de avanzar miró a Zakaria y su atuendo, sin mucha vergüenza. —Tú siempre luces bien, me gusta —y no mentía. Estaba muy seguro a esas alturas que la sangre real exigia ser parte de su fisonomía. Era extraño. Otros príncipes eran guapos, pero Zakaria tenía esa exótica mirada que te hacia sentir que eras lo que exactamente quería ver. ¿Cómo lo lograba? Increíble. El mexicano recordó que debía mostrar lo que había preparado. La mesita dónde dejaba papelería y otros objetos de trabajo, se convirtió en la mesa del bocadillo. No era una cena, ambos acordaron que deseaban charlar en privado y sin ojos chismosos(y después de tantos acontecimientos era muy necesario). Abrió la puerta corrediza del balcón que daba a un paisaje del mismo Castillo y la noche permanecía en el cielo. — Cuando me muera de frío la cerraré—Informó. La escolta todavía sin acostumbrarse al clima. — Puedes sentarte si quieres. Oh, ese es mi mini refrigerador. Tiene de todo—lo señaló pegado a una pared a la distancia. —Te conseguí jugo de manzana espumoso… Como el de la fiesta de blanco. ¿Recuerdas?—vaciló con el recuerdo apareciendo en su cabeza. Comenzó a preparar su trago y él del contrario. Una vez terminado tomó asiento en una de las sillas, miró el paisaje y seguido a esto a su…cita. Amigo. Demonios. Era muy difícil esa línea. —Veo que tu rostro se ve mejor…Espero te sientas mejor. Creo que si le dio el toque rebelde que querías…—Sonrío por lo bajo. Extendiendo la copa del jugo de manzana. —Brindemos.

Asintió con fingido pesar, como si la idea de la formalidad fuera una que se negaba a aceptar, a pesar de tratarse de algo a lo que estaba acostumbrado prácticamente desde que había nacido. ---Lo había olvidado, de ahora en adelante sólo te llamaré Lord Covarrubias,--- por supuesto, el apellido del mexicano escapó de los labios del egipcio con un terrible -terrible- acento. Aún tenía problemas pronunciando las dos erres en las palabras del español, algo con lo que nunca había tenido que lidiar cuando aprendió francés. Al menos lo estaba intentando, ¿no? Se volvió hacia su acompañante apenas escuchó la puerta cerrarse, su orbes fijos en el semblante ajeno, en cada detalle que caracterizaba las facciones de Ernesto, en la forma de su nariz y su rostro, en los intensos ojos oscuros y el bronceado tono de piel. Un suspiro huyó por lo bajo de su respiración, el nerviosismo que había olvidado volviendo a asentarse en lo más bajo de su estómago como pequeñas punzadas. ---Te noto muy seguro, ¿cómo sabes que no reduciré sólo meses?--- bromeó al respecto, enarcando una ceja y paseando con discreción su mirada por el cuerpo del mexicano, reparando en el bonito atuendo que portaba. Le gustaba seguir con la broma. ---Ahora solamente estás siendo adulador,--- y aún así, no pudo evitar sonreír y apartar sus ojos de él, obligándose a mirar a su alrededor, atrapando detalles en su memoria del lugar que Ernesto había hecho suyo. Observó el paisaje que tenía desde la habitación, parecido al de la propia pero desde un piso menor. De alguna manera, le gustaba más, podía apreciar más detalles que resultaban lejanos desde el piso superior. ---¿Por qué tienes un mini refrigerador con todo y yo no?--- comenzó, sus ojos entrecerrados mientras se sentaba en donde le había sido indicado, pensando en el mini refrigerador vacío que estaba en su cuarto. No se había dignado siquiera a intentar llenarlo, nunca había sido especialmente glotón, y creía que eso se notaba en la delgada anatomía que poseía, apenas y marcada por los músculos que el entrenamiento militar obligatorio había dejado en él. ---Claro que lo recuerdo. Fue realmente vergonzoso intentar pretender que sí estaba tomando whisky,--- inició, riendo ligeramente y negando con la cabeza. Recordaba con especial detalle esa fiesta, y lo que ocurrió después. Tomó con un agradecido asentimiento la copa de jugo espumoso que le era ofrecida, evitando de momento la mirada del otro. Más que nada, porque necesitaba concentrarse en algo que no fuera en la potente mirada de su interlocutor. ¿Por qué diantres estaba tan nervioso? No era como si fuera la primera vez que estaba a solas con Ernesto. Aunque, quizá, era precisamente ello y el recuerdo de lo ocurrido antes lo que le ponía tan tenso. Las palabras del mexicano le hicieron sonreír y voltear ligeramente hacia él. ---Estoy bien. Sólo quedará una pequeña cicatriz aquí. Nada de lo que deba preocuparme,--- señaló su sien, donde habían tenido que ponerle un par de puntos. ---Voy a regresar a Egipto siendo un héroe de guerra,--- bromeó cálidamente, como siempre que recordaba el país que había dejado por cumplir con la responsabilidad de acudir a Dinamarca. ---¿Por qué quieres brindar? ¿Por... esperar que sea benévolo y reduzca tu castigo?--- ofreció, levantando ligeramente su copa en dirección a la del moreno. ---¿Por esta reunión--- cita, se dijo internamente--- que apenas pudo darse?

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( ✉ ) Zakaria ⇄ Ernesto

Ernesto: Que bueno, si uh, tienes alguna duda de las canciones puedo traducirlas para ti...aunque pierden la magia. Un poco.

Ernesto: Bah, no te preocupes. Me agradan por eso.

Ernesto: ¿Ahorita? No, venia de un bar. ¿Por qué?

Ernesto: ¿No tienes sueño?

Zakaria: Está bien. Creo que es parte del misterio, no? Además capto algunas palabras, estoy intentando aprender español. Hay muchas cosas que se parecen al francés.

Zakaria: ¿Qué les dices para que cedan? Usualmente se toman muy en serio eso de... proteger y escoltar, ya sabes.

Zakaria: Especialmente después de las protestas.

Zakaria: ¿De un bar? ¿Estuvo divertido?

Zakaria: Un poco. Tuve un día un poco ocupado. Más videollamadas de las que deberían ser permitidas en un día.

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¡Feliz cumpleaños, Egipto! La etiqueta dicta que debemos decir que éste es un pequeño detalle, el cual esperamos sepas apreciar y sea de tu agrado; pero como no es un pequeño detalle (porque es jodidamente difícil encontrar un cisne negro aunque sean el animal de Dinamarca) y tampoco esperamos que sea de tu agrado (por que más vale que lo será), te diremos una sola cosa: ¡disfrútalo!

                                                                Sin cariño, Lamia & Hella.

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(Dentro de la caja, aparte de los regalos se encuentra una nota).

Zakaria:

¡Hola! Me enteré que es tu cumpleaños, y bueno, hice lo que pude para hacerte un regalo decente. Ya sé que piensas que no es necesario pero quería hacerlo, por favor recíbelo. Tampoco es algo demasiado costoso, porque, ¿qué cosas no puedes comprar, uh? Decidí hacer algo muy tonto como una playlist para que aprendas a hablar español. Pensaba agregar un montón de canciones pero no me dio tiempo de buscar en mi computadora…pero te puse unas canciones muy famosas, y otras, que escuchamos ese día en mi habitación. Oh, y esos gemelos. Es curioso, se me ocurrió que ya que tener gemelos a veces es aburrido…sería divertido que tuvieras un juego con una Z y una E. Así cuando los uses te acuerdes de mí, de mi terrible regalo de cumpleaños. Muchas felicidades, ojalá estés teniendo un buen día.

Tu amigo,

Ernesto.

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( sms ;; zakaria )

Hella: eres un anciano

Hella: te gusta acosar menores de edad????

Hella: no lo digo por mí, es simple curiosidad

Hella: ugh pues lo que tú quieras

Hella: pero si engordo un gramo te dejaré calvo

Zakaria: No soy taaaan anciano.

Zakaria: De hecho, siempre he tenido debilidad por las mujeres un poco mayores.

Zakaria: Llevaré crepas.

Zakaria: No vas a engordar por comer algo dulce un día, Hella, no seas ridícula. Además todavía tienes la edad para comer lo que quieras y que no se te vaya a las caderas.

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( ✉ ) Zakaria ⇄ Ernesto

Ernesto: Uhm, ¿Te llegó algo?

Ernesto: Espero que sí. Soborne a una escolta tuya para lograrlo.

Ernesto: Y estoy regresando a mi habitación.

Ernesto: Me acordé de ti.

Zakaria: Sí, lo recibí. No debiste haberte molestado.

Zakaria: Mis escoltas ceden con una facilidad increíble a tus chantajes. Debería comenzar a preocuparme.

Zakaria: ¿Estás ocupado?

Zakaria: ¿Por algo en especial?

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( sms ;; zakaria )

Hella: uy qué mal

Hella: le dedicaré un beso al cielo en su honor

Hella: ew te exijo que dejes de hablar así que no lo soporto

Hella: no, es blanca con acentuaciones en rose gold duh

Hella: el rosa simplón es taaaan del 2200

Hella: algo bajo en calorías o no te dejo entrar

Zakaria: qué amable de tu parte

Zakaria: ¿así cómo? no tiene nada de malo

Zakaria: estuvo cerca

Zakaria: ¿en serio vamos a comer postre bajo en calorías? ¿en serio?

Zakaria: en ese caso, mejor llevo ensalada...

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( sms ;; zakaria )

Hella: y he de suponer que ya murió

Hella: maldita sea, khaleesi, no te creí tan emo

Hella: yo prometo no romperte la nariz por atreverte a decir que tengo mal gusto, pero sólo por hoy

Hella: mañana será otro día

Hella: la mía, ew, yo no paso el tiempo en las habitaciones de invitados

Hella: tengo decencia y mejor gusto que paredes del mismo color que el resto

Zakaria: El año pasado.

Zakaria: No lo soy, simplemente son cosas que pasan. Hay que buscarle lo bueno a las situaciones, como a las personas.

Zakaria: Estoy de suerte. Mira que me gusta mi nariz tal y como está.

Zakaria: ¿Por qué tengo la impresión de que tu habitación es una oda al color rosa?

Zakaria: Vale, llevaré algo de postre.

Zakaria: ¿Está bien si llego en unos 15 minutos?

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Whats | Zakaria ⇆ Kennedy

Kennedy: Sí, se trataba de ella.

Kennedy: No, no realmente. Parezco incapaz de encontrar una manera adecuada para lidiar con ella y su adolescencia.

Kennedy: No sé, la diferencia de edad es abrumadora, y somos infinitamente distintos. Además últimamente mi paciencia es completamente nula y, bueno.

Kennedy: No es nada exuberante, te digo. Como sea, planeaba regalártelo, fuese tu cumpleaños o no. Así que no hay excusa.

Kennedy: Pero pasa que justo ahora no puedo ir a buscarte, ¿está bien si te lo doy mañana?

Zakaria: Ya veo... Supongo que es algo que ya pasará. Crecerá y quiero pensar que sus problemas van a ir disminuyendo, conforme ella madure un poco.

Zakaria: Intenta ser optimista. A fin de cuentas, es tu hermana...

Zakaria: Si no funciona, siempre puedes regalármela. Siempre quise un hermano o una hermana.

Zakaria: El detalle es lo que importa, ¿sabes? Que te hayas acordado o que te hayas preocupado en averiguar la fecha. Es muy amable de tu parte.

Zakaria: Mañana estará bien. Estaré todo el día en mi habitación, posiblemente, tengo varias videollamadas que hacer. Y ya sabes que siempre eres bienvenido.

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( sms ;; zakaria )

Hella: o sea que nunca lo celebras????

Hella: ew qué fea vida

Hella: ok este es el plan

Hella: veremos mean girls y nos pondremos mascarillas

Hella: hoy quiero comer boneless

Hella: y tú quieres pintarme las uñas

Hella: entendido?

Zakaria: Antes lo celebraba con mi abuelo.

Zakaria: Siempre ha sido como el inicio de Sham El Nesim (y cumpleaños del príncipe Zakaria), algo así como un extra innecesario. No importa, estoy acostumbrado.

Zakaria: Está bien, prometí no juzgar tu mal gusto en películas.

Zakaria: ¿Quieres que vaya a tu habitación o prefieres venir?

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( sms ;; zakaria )

Hella: viva tú entonces

Hella: por qué?

Hella: no conozco esa palabra

Hella: dime qué ofreces para que guarde silencio

Zakaria: viva yo, sí...

Zakaria: pues coincide con el feriado más importante de Egipto, y todos siempre están demasiado ocupados festejándolo como para preocuparse por algo más, como mi cumpleaños.

Zakaria: simplemente estoy acostumbrado a celebrar algo diferente en este día.

Zakaria: ¿qué puedo ofrecerte cuando ya lo tienes todo?

Zakaria: ¿mi gratitud eterna? ¿otra tarde de pizza? ¿una noche de películas? tú puedes escoger y no juzgaré si tienes mal gusto en cine.

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feliz cumpleaños, Egipto, te debo el regalo.

Lo anotaré en la libreta de deudas, Eslovenia. No, ya, es broma. Gracias por tomarte un rato para venir a recordarme que soy un año más viejo... Y sabio, por supuesto. 

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Whats | Zakaria ⇆ Kennedy

Kennedy: Sólo en caso de que quisieras saber... era para mi hermana.

Kennedy: Tuvimos una pequeña pelea telefónica.

Kennedy: Me alegro.

Kennedy: Yo tuve que desaparecer unos días. Volver a mi nación, para variar.

Kennedy: Bueno... sí, quizás lo investigué.

Kennedy: Y de hecho te tengo un regalo. No es gran cosa, en todo caso.

Zakaria: No quería parecer entrometido. Pero sí me daba un poco de curiosidad...

Zakaria: Hmmm... ¿Ya lo arreglaste? Daría algún consejo, pero soy hijo único y mi experiencia es nula.

Zakaria: El deber llama, ¿eh?

Zakaria: Oh...

Zakaria: No tenías que hacerlo, Ken. Que te hayas tomado la molestia de investigarlo y venir a saludar es suficientemente bueno.