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𝐓𝐎𝐗𝐈𝐋𝐀𝐍𝐃𝐋𝐀𝐍𝐃 ₊ ! · cᥲn 儂 * go out ᥲlıvᥱ ? ? ? #ACT3
Al parecer, la suerte de estos chicos se encontraba regida por un incesante juego de ta-te-ti puesto que si una misión les salía bien, la próxima mal y el círculo vicioso y horroroso en el que estaban seguía repitiéndose. La misión anterior fue un éxito, mataron tantos zombies como pudieron, pero Xanthe resultó lastimado y esa fue la mala racha del momento. Ya una vez en el refugio, protegidos y mirando cómo algunos estaban rociados en sangre, recordó que tuvieron que turnarse para ayudarlo a caminar, peleándose por no ser el siguiente porque no es que odiaran a Mango, simplemente no lo soportaba.
Asimismo, pudieron descansar un día, estuvieron felices con los resultados, hasta que pocas horas después, debieron comenzaron a idear otro plan para salir ilesos del lugar porque el joven herido comenzaba a sentirse fatal con el paso de las horas. Hyuk, quien recientemente había sido seleccionado como líder del grupo (estando contento por ello pero no demostrando porque odiaba las responsabilidades ,,, escorpio no lo entenderían) estuvo preocupado por el otro chico, claro que sí, mas en su mente seguía el hecho de que quizás deberían conseguir otro refugio más sano y en mejores condiciones. Así que mientras todos estuvieron sentados, comiendo, él comenzó a hablar en lo que mordía una hoja bastante larga de maleza, afilando su cuchillo despreocupadamente. Ah, ese aire a campesino, solo le faltaba el sombrero de paja y un balde lleno de escupitajos a su lado
—. Creo que deberíamos ir a buscar medicamentos para Xanthe... Y para nosotros también. Cosas útiles de algunos lugares por donde pasemos. Creo que hay un hotel de camino, podemos buscar sábanas y mantas allí, toallas y artículos de limpieza... Sol, ¿hace cuánto no te lavas los dientes?
━ Extraño usar la pasta de dientes. ━ admite con lastima, muchas cosas cotidianas las añora. La misión pasada no resulto ser tan mala, excepto que ahora tienen a un convaleciente con ellos y ya no tiene gasolina para prenderle fuego a las cosas, no es como si la ocuparán para un carro. Sería bueno tener un transporte, piensa. Ahora se encontraba limpiando las heridas de Xanthe con lo último que les quedaba de vendaje y artículos de primeros auxilios, definidamente necesitan ir por suministros y más medicina.
━ También tenemos que ir al hospital, las heridas de Xanthe se ven realmente mal. No soy doctor ni nada eso, pero sus heridas se están infectando y necesita antibióticos. ━ apunta con un deje de preocupación, su compañero se veía realmente mal además de que él era el único que lo atendía. Hyuk sólo parece comer flores y Yubi dice que no le piensa poner una mano encima. ━ Necesitamos salir ya, no podemos perder más tiempo de sol.
Rió con ironía ante lo que había dicho Solntse, ella también extrañaba ese tipo de cosas pero no era necesario decirlo en voz alta porque igual eso no haría que todos los lujos de antes volvieran. Observó sin mucho interés el estado deplorable en el cual se encontraba su compañero Xanthe, miró a Hyuk, se notaba que estaba con la cabeza perdida en Marte. Apartó la vista seguidamente se acostó en el suelo boca arriba, ya había amanecido y todavía no estaba preparada para las dificultades que se venían, contó hasta diez para alinear los "Chakras" o despejar su mente.
— Entonces pongamos manos a la obra y vayamos a la clínica a robar medicinas, en eso busquemos otro lugar para alojarnos, éste ya se está demasiado infestado de zombies. — Le propuso al líder del grupo, por menos que quisiéramos dejar el sitio teníamos que hacerlo o sino moriríamos, así como Xanthe o lo que sea. Se puso de pie, desplegó las colgaduras para que entrara más luz en el salón, éste se encontraba todo descuidado, las cosas estaban regadas por todo el sofá (algunas en el piso), era un descontrol.
— Deberíamos ir empacando todo, muchachos. — Habló parsimoniosa, el día de hoy no le apetecía permanecer agitada o irritada como habitualmente lo hace. — También deberíamos comprar hierba, ya saben, para relajarnos un rato. — Planteó. Le parecía buena idea que hicieran eso, necesitaban reposar de absolutamente todo era claro que todos se sentían sofocados, más que todo Solntse.
— Estamos en pleno apocalipsis, ¿Cómo a quién iremos a comprarle hierba, Yubi? — Preguntó con ironía, es que Yubi se pasaba de tonta y a Xanthe eso le parecía tan irreal, Yubi cada día lo sorprendía con su torpeza.
— Lo bueno es que no tenemos tantas cosas para empacar, así que será fácil "mudarnos". — Comentó, agarrando las mochilas para ponerlas en el centro, esperando que cada uno colaborara para ir empacando todas las pertenencias. — Lo malo es que el hospital queda horrendamente lejos... — Claro, para la mala suerte de todos tenían que atravesar un camino larguísimo para llegar hasta el bendito hospital, y una vez allí obviamente tendrían que buscar los remedios, aunque eso no sería tan difícil, se trataría de un hospital, así que los remedios y todos esos elementos para heridas tendrían que estar a simple vista.
— Podríamos buscar un nuevo refugio cerca del hospital, o por ahí, no lo sé. — Propuso como idea, ya que se sentía una carga para el grupo, al menos debían sacarle más provecho a tosa la situación que solo ir a buscar vendas y ya. Una vez que estaban listos emprendieron camino hacia el hospital, pasando primero por un hotel no tan lujoso pero tampoco tan berreta, como él estaba herido se propuso a entrar primero para testear por si habían caminantes dentro. La puerta principal estaba abierta, así que no fue tanto problema adentrarse al hotel, y caminó sigilosamente una vez dentro, mirando para todos lados, notando que en el escritorio de la recepción se encontraba una arma junto a sus cartuchos de balas como si mágicamente los hubieran puesto ahí, y se apresuró a tomarlas y luego les hizo señas a todos para que pasaran, aunque con aquellas dos adquisiciones no era necesario seguir explorando el hotel, al menos eso pensaba.
Le daba mucha pena ver a Mango en esas condiciones, no iba a mentir, pero como decían por ahí "hombre precavido vale por dos" y se abstenía de acercarse a él en caso de que aquella contusión (que le hacía ver más activo y lúcido de lo que en verdad era) le hiciera una mala pasada y se convirtiera en negativo, desmayandose o algo y él salir culpable del asunto; así que, mejor, mantuvo distancia mientras Sol cuidaba de él.
Así mismo, tampoco tardó demasiado en ordenar sus cosas. Cogió el mismo cuchillo de siempre, el hacha y estuvo listo para la nueva travesía mientras inconscientemente iba planeando todo, pero también estaba atento a su alrededor por si otro caminante aprecía. No tardaron más de lo esperado en llegar a pesar de que Xanthe se era un punto en reversa para el grupo, y aunque le hubiera encantado negarse y ser él quien entrara al hotel primero, se dijo que era buena idea si el otro joven ingresaba primero ya que estaba herido... de nada valía pone en riesgo otra vida sana. Hyuk, quién en todo momento se mantuvo alerta desde el umbral de la puerta, no tardó en trotar al encuentro ajeno cuando fueron llamados. Sabía que los otros dos chicos iban detrás suyo por lo que cogió el arma ni bien pudo y guardo los cartuchos en la mochila de alguno
—. Yo llevaré el arma, soy el líder y jugaba free fire, sé manejarla. —Y aunque era una completa mentira porque solo le gustaba tener las cosas en su control (escorpio no lo entenderían), enfundó el arma en el cinto de su pantalón no sin antes ponerle seguro. Solo revisaron la plants baja puesto que estaban cortos con el tiempo y si tardaban el doble en ir al hospital y luego en volver, estarían caminando directo a su tumba porque no podría ser un genio, pero era bastante obvio que los zombies atacaban en masa durante la noche. Una hora después, llegaron al zoológico. Estaban tardando demasiado, pensó, y eso era malo. Tan malo como ese muerto que se arrastraba hasta ellos. El pelirrojo no tardó en sacar el arma y, a pesar de haber desperdiciado dos balas en el perímetro al bicho, con la tercera dar en medio de su cabeza y acabar, nuevamente, con su vida
—. A este paso seremos comida de zombies... — Murmuró mientras echaba un ojo a Mango y luego a su alrededor, hallando así la posible salvación de los cuatro. A lo lejos y cerca de la entrada del zoo, habían uno de esos carritos a motor que usaban para excursiones. Decidió ir a por él con el arma en mano por si acaso, y agradeciendo que las llaves del mismo estuviesen allí, lo encendió y fue en busca de los tres que restaban
—. También conducía en free... no tan bien pero lo hacía. — Acotó, ahora solo le quedaba bromear mientras volvía a poner en marcha el motor y, tanto salir de aquella reserva, también ir en dirección al hospital —. Busquen algo útil debajo de los asientos, seguro hay algo bueno.
Sólo se dedicó a mirarlos asombrado durante todo el camino, su estado anímico no era el mejor puesto las cosas estaban yendo en picada, incluso comenzó a imaginar su muerte; desde lo esperado hasta lo descabellado e ilógico. Tan perdido estaba que apenas se asomó cuando llegaron al hotel por las armas, miró con cierto recelo cómo acaparaban las cosas y sigilosamente le robó el hacha a Hyuk. Tiene una arma de fuego, ¿Para qué quiere una arma? Qué no sea envidioso.
En un cerrar de ojos ya estaban en el zoológico, por un segundo creyó que encontrarían animales enjaulados todavía; miren qué es tanto. Lo que si había y en ambulancia era zombies. Se vio obligado a descuartizar algunos que se le acercaban lo suficiente, hizo innumerables muecas de asco mientras su ropa se rociaba de manchas; el olor a muerto es terrible. A primera instancia escucha un disparo y rápidamente un carro yendo hacia ellos con el japonés arriba. Se subió rápidamente y siguió la orden.
ㅡ ¿Qué podría haber en un carro de estos? Deberíamos dar las gracias de que . . . Espera. ㅡ rebuscando bien debajo de los asientos encontró una bolsa de tamaño mediano la cual sacó y revisó su interior en cual había un par de papeles y hierba. Se río por inercia, ¿Qué tan probable es encontrar un poco de marihuana en medio de una Apocalipsis.
ㅡ Chicos, el sueño de Yubi se cumplió, felicidades. ㅡ expuso mostrando el contenido. Obvio el fue el primero en sacarle provecho a la situación y hacerse un cigarro. Gracias a Satan aún llevaba los cerillos, sólo le quedaba disfrutar un poco de aquí a que llegaban al hospital. La bolsa fue pasando de miembro del equipo a otro mientras Solntse comenzaba a relajarse significativamente. Fue consciente de su estrés hasta que ya no lo tenía, fue liberadoramente alarmante, pero ya no importaba. Cuando volvió abrir los ojos, ya estaban en el hospital ㅡ Vamos por la basura médica y a boom boom a esos zombies.
Sus ojos se pusieron brillantes (tal cual niño en una tienda de dulces) cuando su amigo sacó una bolsa con aquel contenido verde dentro, lo mejor de todo era que aún tenía los papelillos para poder armarla. Yubi fue la siguiente en mezclar la hierba con la hoja cerrando ésta perfectamente.
— Oye prendelo por mí, por favor.
Le dijo a Solntse refiriéndose al papelillo; luego posicionó éste delicadamente sobre sus rojizos labios, anhelaba la sensación de su cuerpo dejándose llevar por el vicio. No quería pensar en la próxima muerte de Xanthe, por eso mismo hacía aquello a causa de que le causaba agobio, detestaba ser tan sensible sobre esos temas. Era más que obvio que no lo aguantaba pero aún así seguía siendo su camarada, al final, no se sabe quién sería el próximo en descansar en paz, sin embargo, le daba miedo que quedaran dos personas en lugar de ser tres —o cuatro—. Con cuidado sacó el porro sin encender (por los momentos) de sus labios para inmediatamente abrir la boca como la locuaz que era.
—¿Saben? tendríamos que disfrutar el corto tiempo entre nosotros, digo, ¿se dan cuenta que algún día moriremos así como lo hará Xanthe? No está muerto todavía aunque eso no quita el hecho de que esté a punto de morir en algunas horas o solamente minutos. En fin, ¿iremos al hospital en este auto tan atrofiado?
Bromeó la chica, posteriormente se sentó en el peculiar carrito; los muebles de cuero negros que tenía el vehículo eran cómodos, desde hacía mucho no se sentaba en un cojín tan acogedor. Las quejas de Xanthe no tardaron en presentarse haciendo que un dolor de cabeza repentino apareciera haciendo que el papel que sostenía en manos cayera al suelo. Apretó los dientes por la frustración haciéndolos rechinar.
— Lleven de una vez a Xanthe al hospital, sus quejas de verdad me molestan.
Se quejó ella esta vez pero mucho menos molesta que otras situaciones. Un mal presentimiento se manifestó en su estómago, sabía que algo malo iba a pasar hoy pero no quería que eso pasara, mordió sus belfos con fuerza y angustia, probablemente llegaríamos sin algún miembro. Sus hombros pesaban mucho y no era por la mochila, era por otra cosa. No iba a decir nada, su objetivo no era preocupar más al equipo, así que se mantuvo callada respecto a eso y recostó su cabeza al asiento mientras miraba a un punto muerto.
Estuvo bastante preocupado la mayor parte del tiempo, claro, hasta que encontraron la hierba. No se contuvo de fumar unas cuentas caladas porque ya se encontraban en el fin del mundo, nada peor podría resultar se ellos fumando algo de hierba. Solo dejó de hacerlo porque alguien le quitó el porrito, sino, hubiera continuado y seguramente los cuatro chicos resultarían papilla enlatada y cocida para zombies. Estaba bastante drogado, pero pudo dirigir el coche al destino sin ningún herido demás, y agradeció ello así como ver a Xanthe medio dormido en el coche. Sabía que estaba mal, pero despertarlo y esperar a que se levantara les quitaría mucho tiempo, sobre todo porque era muy perezoso. Así que, hablando bajo Hyuk le dijo a los otros dos que siguieran el camino, que nada podría pasarle; y así ingresaron al hospital. Las luces del lugar tintineaban, lo que le dijo que la electricidad seguía en funcionamiento, cosa buena puesto que algunos medicamentos requerían de refrigeración y quizás allí también encontrarían recipientes térmicos y tales cosas
—. Hay que hacer ésto rápido, no sabemos lo que puede haber aquí... —Murmuró, mirando a los chicos —. Hay que separarnos... yo me quedaré aquí a buscar alguna forma de vigilar a Mango y ustedes vayan a buscar cosas no muy lejos, somos pocos y no hay que seguir perdiendonos. —Y así como dijo, pudo en marcha su propio plan.
Esperó a que todos estuviesen cumpliendo parte de su rol para ir detrás de la primer camina que encontró, mirando si no había algo útil allí. Luego pasó a la siguiente, y otra más, hasta que un ruido fuerte (vidrios haciéndose añicos y algunos sonidos de choques) le sacó de su burbuja causando que diera un pequeño salto por el susto, acabando con la espalda contra la pared y un dolor agudo cerca de su omóplato. Las luces comenzaron a encenderse y se tornaron rojas y poco después u incesante y fuerte alarma estaba sonando... Oh, no, había tocado la alarma de incendios y ahora todo el hospital parecía una maldita discoteca ofreciendo sangría fresca a los zombies de los alrededores.
Todo iba tan rápido para Xanthe, si antes se sentía una carga ahora mil veces más, apenas podía caminar y el dolor de sus heridas iban aumentando cada segundo que transcurría, le sorprendía haber llegado a aguantar todos sus dolores hasta el zoológico, estaba por tirar de la toalla hasta que vio al japonés con un carrito, por fin hyuk hacía algo bien (escorpio, no lo entenderías), Xanthe con todas sus fuerzas, y sin depender de nadie, se subió a aquel rodado y se acostó, aprovechando para descansar.
—¿Pueden dejar de actuar como si ya estuviera muerto?
Murmuró Xanthe, si bien el rubio se sentía fatal por la herida, aún estaba algo lúcido, o bueno... eso pensaba hasta saber del hallazgo de Solntse, con ello sí perdió la poca consciencia que le quedaba. Hace tanto tiempo que no se drogaba, y esta situación era la más indicada para ello, le hubiera gustado darle más piteadas pero Yubi se había adueñado del papelillo, y aunque Xanthe solo llegó a dar un par de piteadas fue suficiente para hacerlo sentir mejor, o nuevamente eso creyó, porque una vez que llegaron al hospital no podía ni levantarse de su asiento, sus ojos se entrecerraban y luego de un buen rato, cuando recobró una parte de su consciencia, se dio cuenta de que se encontraba solo, todos sus compañeros lo habian abandonado. Se sintió traicionado, pero no había nada que pudiera hacer, excepto... excepto levantarse e ir al asiento del conductor, girando las llaves y encendiendo el motor, presionado el acelerador en dirección a las puertas de vidrio del hospital, rompiendolas y entrando en este. No tenía ni la menor idea de lo que estaba haciendo.
Dejaron al muerto en el carro, se corrige, al casi muerto de Xanthe. Para ser sincero, si sentía un poco de lástima por él, pero tampoco podían estar cargando un peso muerto por todo el hospital cuando tenían que ser rápidos. Siguió a Hyuk dentro, cuando se separaron se llevó a Yubi con él para conseguir más cosas juntos. Dentro de las habitaciones había muchos cuerpos en descomposición. Pacientes que sólo dejaron morir, pensó con repulsión.
Encontraron diversos artículos, desde medicamentos hasta material médico los cuales metieron dentro de sus mochilas. En la búsqueda, entraron dentro de una oficina dónde hallaron diversas cosas y entre ellas una pistola básica con un par de balas. Silbó en reconocimiento, ganó un poco de confianza y la cargó en caso de necesitarla. Salieron a los pasillos cuando de pronto alarmas empezaron a sonar y luces rojas sonaron con fuerza en todo el edifico. Se cubrió los oídos por inercia, faltó poco para suponer de quién fue culpa y sólo susurró; Hyuk. Corrió junto con Yubi mientras los gritos y quejidos sonaban por todos lados, gemidos grotescos inundaban sus oídos mientras intentaba pensar rápido para huir. Se metieron por un pasillo largo dónde un zombie los esperaba hasta la otra orilla, Solntse creyó que se trataría de uno más pero esté comenzó a correr hacia ellos con una velocidad alarmante. El terror lo asaltó inmediatamente y por instinto levantó su arma y disparó en repetidas veces sobre el ser irregular hasta que dejó moverse. El pánico aún lo controlaba pero la adrenalina era mayor así que tomó la mano de la adversa y siguió corriendo sin tener un verdadero destino. En medio del laberinto encontró al japonés a quien arrastró con él también mientras le gritaba. ㅡ ¡Todo es tu culpa, idiota!
Pasaron por un ventanal enorme en el primer piso del hospital y sólo vieron venir el mismo carro que traían estrellarse contra el vidrio y entrar a la estructura, casi arrollándolos. Por suerte se trataba de Xanthe que seguramente intentó atropellarlos en vez de salvarlos. ㅡ ¡Vamos ya! Y con eso todos subieron al auto.
Las cosas, otra vez, no habían salido bien. Podría ser su culpa el que la alarma sonase porque no vio el interruptor, pero Mango también tenía peso en sus hombros por por fumar estando, literalmente, ya alucinando con la posible infección en su cuerpo. Pero nuevamente todo recaía en él porque de todos modos no le cuidó como debía. Así que, una vez el carro casi se estrelló pero, milagrosamente, acabó intacto, empuñó el arma para protegerlos a ambos de algún caminante mientras le dio un zape con su mano libre a Xanthe, reprochandole.
—. Eres un idiota, Mango, dios. —Sintió unos disparos a los lejos, y deseó con todo su alma que los zombies no hayan adquirido inteligencia y ahora sean francotiradores, así que agradeció en silencio ver al dúo acercarse después con cosas en mano y un nuevo arma también—. Yubi, tú conduce, con Sol mantendremos a Xanthe tranquilo para que no haga otra boludez. —Hizo caso omiso a la culpa que ambos le echaban en cara, y mientras revisaban algunas cosas y mantenían al problemático en raya, estuvieron regresando al refugio. ¿Que qué podía salir mal? Dios, nunca más pensaría eso porque siempre las cosas empeoraban en aquel grupo.
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𝐓𝐎𝐗𝐈𝐋𝐀𝐍𝐃𝐋𝐀𝐍𝐃 ₊ ! · cᥲn 儂 * go out ᥲlıvᥱ ? ? ? #ACT2
Habían acabado con la vida de dos zombies esa vez, y aunque no fue la una diferencia abismal para la gran pandemia que estaba liberándose en ese momento, el pequeño grupo de cinco sobrevivientes se pasó la tarde y noche de ese día hablando sobre sus proezas y buena destreza con las armas. Xanthe había encontrado una buena colección de navajas y Mikkel un juego de palos de golf; no sabía qué había aportado Yubi al equipo pero tampoco podía quejarse porque la excursión al supermercado fue totalmente desastrosa. Solntse y él habían matado un muerto viviente, le habían destrozado el cráneo, pero no pudieron sacar mucho más que unas cuantas bolsitas de snacks del mercado y quizás unos buenos diez litros de agua limpia. Podría decir que ellos fueron los de la peor suerte y los otros tres chicos no se cansaron de restregarselo en las caras. Sin embargo, fuera de eso, también hubieron muchas risas de por medio donde exageraban las acciones de otro miembro y lo hacían quedar infantil y miedoso; puede ser que estuvieran en medio del fin del mundo, pero nunca sería mal momento para burlarse de alguien... o para bailar Fancy. En fin, habían quedado de acuerdo que esta vez deberían ser más cauteloso y perfeccionistas, conseguir lo necesario y lo que les ayudara más en la próxima travesía. Y, mientras algunos estaban hablando sobre eso, el joven Hyuk no perdía tiempo y estaba probando los palos de golf y jugando con ellos. Decir que no estaba molesto por su misión fallida sería censurarle.
Rescatando hechos, lograron matar a un caminante entre Hyuk y él, que no es el logro del año pero hicieron más de lo que esperaban, lástima que su motivo esencial fracasó y ahora sólo cuentan con muchos víveres pero siguen carenciendo de armas. Ahora tenían un nuevo plan de recorrido para llegar más allá del acuario en busca de recolectar más material. Detrás de todo se encontraba el horror lacerante de la decadente ciudad y lo infestada que se encontraba. Es lamentable el detenerse a pesar como, por ahora, son lo único humano existente durante kilómetros. Pero, el filosofar sobre la vida no es un atributo que sirva para la sobrevivencia actual; se descarta y se sigue.
ㅡ ¿Han ido al circo? Está rodeado de zombies. No sé qué cosas podríamos encontrar de utilidad ahí. Además, los juegos mecánicos alrededor llaman mucho más la atención. ㅡ expulsó a pesar de el plan ya estaba hecho; sería en equipo, no más grupos. Ahora sólo llenaban su mochila de los materiales que ocuparán para partir lo más rápido posible. El sol apenas lleva unas cuantas horas brillando y ellos ocupan todas las horas de luz posibles.
El día de ayer había sido aún más difícil que el anterior, el haber salido desde el refugio en busca de provisiones no había salido como esperaban pero no podian bajar los brazos ahora, no cuando aún había cientos de zombies a quien re matar y poder salir de esta, ne parecía increíble que solo estuvieran ellos cinco en un lugar así. Luego de comer lo que se había recolectado Mikkel se levanto de donde estaba buscando la mochila y las pocas cosas que habían encontrado el y Xanthe, el plan de ir al lugar mencionado por Sol parecía perfecto.
— Creo que el circo suena bien, podemos meterlos a todos y prenderle fuego, esperemos que haya un poco de electricidad para poder llamar la atención de alguna manera para que se puedan meter dentro. Ya tenemos algunas cosas extra que recopilamos ayer, hay que ver una manera de conseguir primeros auxilios y más comida, si podemos encontrar más armas esta ideal. El recorrido ya está y está vez no nos vamos a separar, así que andando. — Dijo una vez que se puso la mochila tomando un cuchillo y un palo de golf esperando a que sus compañeros se prepararan, necesitaban todo el tiempo posible para lograr su misión.
— Yo traje una botella de alcohol que encontré a mitad de camino, está completa, también tengo unas gasas que encontré en la mochila, no sabía que estaban ahí metidas, están envueltas en papel kraft. — Se levantó con pereza y estiró sus brazos, no estaba lista para el día de hoy, era sobrevivir o morir, ella no quería que sucediera la segunda opción — Sugiero que compremos pistolas por si las moscas. Ah, el circo queda muy cerca de aquí no hay que caminar mucho. Vamos a tomar rumbo antes de que se haga más tarde. — Escuchó unos rugidos provenientes de afuera, al parecer eran gruñidos de unos tres o cuatro zombies sus ojos se abrieron de par en par. Sacó las tijeras de tamaño grande de su bolsillo para tenerlas en mano y asegurarse de todo lo que viniera de ahora en adelante.
—Al parecer hay zombies, tenemos que salir cautelosamente. Avisó a sus compañeros antes de encaminarse hasta el circo. — Acomodó la mochila color negro en su hombro. Aún no podía creer la situación en la que se hallaban, todo empezó tan de repente, ni siquiera dieron aviso de la epidemia, se estaba volviendo loca. Quería que todo esto acabara, sin remedio, se levantó del suelo y se posicionó al lado de Mikkel para dar marcha hasta el dichoso circo.
—¿Qué armas creen que encontremos allá? — Le preguntó a Hyuk y a Solntse, no creía que allí hubiese algo necesario, aunque tampoco había que tener las expectativas tan bajas. —¿No habían mas botellas con alchohol, Yubi? Hubieras traido un par.
Preguntó mientras se acercaba a la muchacha y le arrebató la botella, prosiguiendo a sacar el corcho con los dientes cual desesperado, pensaba que beber un poco aliviaria todo, pero entre uno que otro trago se le ocurrió una idea, aprovechando que aún no salían del refugio aunque ya estuvieran listos. Dejó la botella encima del escritorio y se dirigió a la cocina para recolectar las botellas que sobraron del día anterior.
— Si encontramos gasolina podriamos llenarlas y usarlas coml bombas o algo así, lo vi en varios videojuegos. — Dijo el rubio como si se tratara del descubrimiento del milenio, aún así, si lograban crear dichos intentos de granada les sería de mucha ayuda contra aquellos caminantes, y así podrían controlar epidemias de zombies, el único problena es que les hacia falta gasolina, eso era algo preocupante pero la esperanza nunca se pierde. Sin nada más que esperar acomodó las botellas en la mochila de Yubi, y dada la situación hizo varias señas a todos para que pudieran dar inicio a la nueva, y muy arriesgada, excursión de hoy, para que todos salieran cuidadosamente del refugio, con la intención de no llamar la atención a aquellos zombies.
A pasos lentos salieron por la parte trasera del refugio, en dirección de la disco, Yubi, Solntse y Hyuk ya habían pasado por ahí, así que no tenían nada de que preocuparse. Simplemente debian estar atentos en el camino para evitar zombies o encontrar cosas útiles para su supervivencia.
— Quizás encontremos cosas que a algunas personas se les soltó en medio de la huida. Tenemos que mirar bien y coger todo lo útil, así sean ropa o cuerdas. — Le respondió a Xanthe. Hyuk había tardado varios minutos consiguiendo el arma perfecta para sí, pero al hacerlo, le gustó bastante la daga de mango tallado (que tampoco sabía para qué serviría pero le gustó) y un palo de golf con cabeza más pesada que las de los otros. Escuchaba atento las palabras de todos, intentando mantenerse con una actitud positiva en toda la situación y queriendo, esta vez, triunfar ante todo. Pero, sin poder evitarlo, el desespero de Xanthe por aquella botella de alcohol /etílico/ le sacó una seca carcajada. ¿Tan nervioso estaba? No le culpaba, también aceptaba que cualquier alcohol era bueno para embriagarse y acabar con los malos y rectos pensamientos, así que no dijo nada al respecto. Quizás esa noche también acabaría imitando a Mango con otra de esas botellas de plástico. Seguía escuchando lo silencioso que debían ser, no obstante, eso no le impedía murmurar HALA HALA mientras comenzaban a salir del refugio con sus amigos, era irónico, pero no podía aguantar hacer algunos pasitos disimuladamente
—. Dios, son increíbles. No podemos hacer mucho ruido mientras caminamos pero ¡ah, vamos a hacer unas bombas para matar unos monstrous! ¿Quieren que todos vengan tras nosotros o qué? —Algo así como indignación se escuchaba en su voz, y no le importó hablar un poco más fuerte de lo normal mientras se expresaba porque así de insensato era. Refunfuñaba sin parar mientras jugaba con una daga en sus manos. Quería golpearles por imprudentes.
— Hyuk, por todo lo profano del mundo, cállate. — más que una solicitud, se trato de una orden. Había cierta tensión mental entre el grupo, el plan estaba dicho y sólo quedaba ejecutarlo sin tener ninguna perdida como la anterior vez; tuvieron suerte. Entonces, era simplemente horrible que el adverso gritará y balbuceará mientras ellos intentan ser sigilosos.
— Baja tu tono un poco. — se corrigió, le dio un pequeño remordimiento con el cual se negó a pelear y sólo se rindió. El resto del viaje fue tranquilo, avanzaron a su paso siento totalmente precavidos. Vieron un par de cuerpos tirados, sangre y al pasar cerca de la disco tuvo una pequeña remembranza que lo asqueó por un segundo. Una de sus paradas fue el supermercado donde en el estacionamiento encontraron un galón de gasolina; completamente lleno. Parece que la fuerza divina (aliens) los bendijo con más suerte de la habitual. Solntse se encargo se llevarlo puesto que su equipaje era mínimo, su única arma seguía siendo el martillo además de los cerillos. A unas cuantas cuadras antes de llegar al circo el ambiente se volvió lúgubre, el cielo empezó a nublarse en un grisáceo oscuro y si aquello no fuera mal presagio, se unió también una cantidad significativa de zombies merodeando por las orillas, eso significaba que efectivamente el lugar está infestado de aquellos seres.
—Hijo de puta Xanthe, te gastaste el alcohol etílico, ¿cómo vamos a desinfectar las heridas? — Habló con rencor, sin pensarlo le dobló el hélix al rubio por la estupidez que había cometido, no se podía ser tan alcohólico como este puto; comenzó a caminar con los tres miembros restantes mientras que llevaba a Xanthe agarrado de una oreja, le gustaba escuchar sus quejidos, eran graciosos. Al ver a los muertos vivientes cerca de su estancia paró en seco y soltó a su compañero.
—Oigan, ¿cómo haremos para pasar por ahí? — Preguntó en voz baja, estaba aterrada porque nunca se imaginó ver a un zombie en la vida real, eso sólo pasaba en los vídeos juegos. Observó con inseguridad a Mikkel, luego a Solntse. Respiró profundo.
— Opino que vayamos hasta donde están ellos y los matemos. Digo, no son muchos. — Habló y luego acomodó su bolso (el cual estaba medio abierto por culpa del desespero de su amigo). Veía como algunos de éstos se acercaban a paso lento donde estaban ellos, no sabía si correr o clavarles las tijeras así que sin pensarlo empujó a Xanthe cerca del muerto viviente como carnada, moría por beber alcohol etílico o moría por una mordida de zombie y era más conveniente lo último. Con los nervios a flor de piel se dirigió a un zombie y le clavó las tijeras en el ojo, todo el chorro de sangre proveniente del cuerpo empapó toda su camiseta gris, éste gruñia, rasguñaba y trataba de comérsela pero ella fue más rápida y hundió el filo de las tijeras en el cráneo de éste manchando todo su rostro de líquido amarillo mezclado con sangre, vio cómo falleció el cuerpo (más de lo que estaba). El olor a podrido no tardó en aparecer, haciéndola vómitar encima del rostro del dichoso zombie.
Mikkel se había mantenido en silencio todo el tiempo desde que habíamos salido de casa, quizás era posible que el día de hoy se sintiera un poco menos valiente que el día de ayer, ahora probablemente estaba asustado y con miedo de lo que pasaría, no quería que nadie saliera herido pero para ser sinceros toda esa misión era prácticamente una carta de defunción. Observó a sus compañeros mientras que caminaban hasta que un zombie apareció atacando a Yubi quien reacciono alerta ante lo que estaba pasando pero en cuanto lanzo a Xanthe contra el zombie nada más reacciono a sacarlo de un brazo y tomar el hacha para decapitar al muerto viviente.
—Necesitamos manetenernos todos con vida, así que por favor no hagamos estupideces empezando por tomarse el alcohol que teníamos para heridas y menos lanzar a un compañero como carnada para un zombie, recuerden que nosotros somos lo único que tenemos aunque sea lamentable. — Dijo una vez que ya estaba todo en su lugar continuo caminando, a lo lejos se veía la feria, parecia en bastante buen estado para parecer un sector bastante abandonado y solo habitados por estos seres, además de nosotros, parecía un chiste o una película de terror si lo veíamos de esa manera. Al llegar había bastante silencio, el acuario estaba hasta un lado de la feria, era todo como un parque temático o algo parecido.
— Creo que aquí podemos dividirnos en ir a buscar cosas al acuario que nos sirvan y otros buscar la manera de conectar lo que habíamos pensado ¿les parece?
Había permanecido en silencio la mayor parte del camino luego de ser regañado, pero de todos modos se tiraba unos pasos mientras arrastraba los pies porque no había nada peor que pasar monotonamente el fin del mundo. Aunque, de todos modos, por muy concentrado que se encontraba (o muy distraído dependiendo de la perspectiva de cada uno), se sorprendió al ver la reacción de Yubi y lo rápido que Mikkel actuó para salvar a Xanthe. A todo eso, a pesar de haber matado otra vez a dos "caminantes", la única reacción de Hyuk fue un sonoro facepalm mientras negaba con la cabeza
—. Qué hice para merecer este grupo. — Se quejó más para sí mismo que para ser escuchado por los otros cuatro miembros. Sin embargo, se recompuso rápido y sintió hasta pena cuando notó a Yubi vomitando, aw pobre perrita, pensó. Concordó con Mikkel entonces y asintió, prendiéndose al brazo de Solntse como si no hubiera un mañana, ya eligiendo a su acompañante
—. Yo voy con Sol al circo porque es nuestro hábitat natural, supongo que Yubi también querrá ir. — Se encontró bromeando hasta cierto punto, porque desde siempre la joda fue su método de defensa. Y poco después estaba dirigiéndose con aquellos dos chicos hasta el circo, esperando que aquellos parlantes funcionasen a la perfección para su maravilloso plan
—. Podríamos hacer un kpop dance public challenge mientras los otro dos bobos regresan hasta aquí, ¿qué tal?
Su estupor fue tan grande ante lo sucedido que lo único que acertó hacer fue mirar congelado; todo fue tan rápido que apenas lo percibió. De pronto, tenía a Hyuk enganchado del brazo hablando mientras Mikkel se separaba del grupo para ir al acuario. Asintió apenas, aún aturdido. Se acercó hacia Yubi para ayudarla un poco a componerse y frota su espalda en un intentó pequeño de consuelo; simpatiza con ella.
ㅡ Vamos, Yubi, tenemos muchas cosas que hacer.ㅡ la anima para lo que comience a seguir al peligro. Caminan alrededor del circo hasta encontrar una entrada con la menor cantidad de zombies ó por lo menos, para no ser descubiertos. Logran entrar con parte trasera de la carpa; la noria se encuentra de frente.
ㅡ Tenemos que buscar suministros que sean utiles, nada que sea muy pesado porqué tendremos que correr mucho. ㅡ indica mirando a su compañeros mientras quejidos de aquellos seres llenaban el espacio, incomodando a los vivos. ㅡ El sistema eléctrico parece seguir funcionando, sólo tenemos que encontrar el sistema de las bocinas, luego saldremos hacia el costado tirando la gasolina y le prenderemos fuego; fácil. ㅡ Intento restarle importancia a lo que hará a pesar de lo complicado que podría ser.
Terminaron por separarse para terminar la tarea, él se encargará del sonido mientras que los restantes de regar la gasolina dentro del circo. Corrió por las largas filas de la estructura mientras encontraba caminantes por algunas partes, evitándolos porqué no hay tiempo para asesinar. Sin embargo, eso no evitó que lo siguieran unos cuantos. Estaba al límite de su cordura, entre la adrenalina que le daba energía para seguir corriendo contra el terror de estar solo. Escaló por las tarimas, lo suficientemente alto para lograr escapar de los caminantes. Justo cuando toco piso de nuevo, frente a él estaba el equipo de sonido. Calmó su respiración durante unos segundos y enseguida encendió el sistema. Hizo un sonido en blanco terrible, con mucha estática pero poco después un sonidos empezó a reproducirse, al parecer era la última reproducción que se hizo antes de comenzar las Apocalipsis; Fancy de Twice.
Las música lleno el lugar de sonido, los parlantes se temblaban de la música tan fuerte. Solntse al terminar su misión salió disparado hacia la salida dónde todos se verían. Los rugidos de los zombies también eran fuertes indicando que se dirigían rápidamente hacia el carpa; una orda. Para su suerte, su carrera no fue tan larga y logró llegar al punto de encuentro a salvo.
La pelinegra limpió los restos de emesis que quedaron en sus rosados labios, con vergüenza le susurró un "gracias a Sol", se sentía un poco mejor ahora. Con debilidad se levantó del sangriento piso y corrió con Sol y Hyuk hasta el circo, se adentró a éste, echó la gasolina, no era mentira que habían muchos zombies pero éstos ni siquiera se inmutaban a la presencia humana. Tomó el galón de gasolina y comenzó a echar éste donde se encontraba la horda de zombies, se aseguró que todos estuviesen bañados de aquel líquido pegajoso.
Le dio una señal a Sol para que escaparan, los tres salieron corriendo lejos de ahí para minutos después escuchar un fuerte estallido, la muchacha miró hacia atrás y todo estaba vuelto pedazos con llamas, la muchacha se escondió detrás de sus dos amigos ya que se hallaba asustada, jamás había esperado algo así.
Las cosas nunca salían como planeaba, al menos no para Hyuk y todo lo referido a sus ideas. Así que, para cuando vio a aquel chico desmayado, ya no se preocupó. Puede ser que sea un mal "líder" pero por favor, estuvo bebiendo alcohol etílico, nada mejor podía esperar de él. Así que continuó si camino hasta el circo, sin preocuparse de si alguien le acompañaba porque la verdad ya estaba muy apurado y enfadado como para preocuparse por ello. A lo lejos vio a Sol dirigirse a esas casitas que reproducían música en la feria y, sin quedarle de otra, siguió a Yubi mientras ésta esparcía como loca toda la gasolina por el lugar mientras él, sin una tarea buenarda, quedaba de vocero y protector por si algún zombie aparecía. Su vista y oído se encontraban en todos lados, aunque le fue imposible no asustarse cuando todo "cobró" vida a su alrededor y aquella canción comenzó a sonar.
Estaba yendo muy bien, serio y enojado por to lo que estaban cansado pero entonces una sonrisita se ladeó em sua rostro y mientras de gustaba una de las mejores canciones del siglo, siendo de sus favoritas, y esperaba a todos los demás jóvenes, tomó posición y, como buen fan, empezó a bailar Fancy sin perderse de ningún paso.
Estaba caminando detrás de Mikkel, en silencio para no distraerlo ni molestarlo. Xanthe apenas habia matado a un zombie desde que empezó el apocalipsis, eso era algo que prefería dejarle a sus demás compañeros, por lo tanto decidía no molestar en el momento y tomaba una distancia prudente de Mikkel, o eso pensaba hasta que de un momento a otro sintió un fuerte golpe en la cabeza, y por un segundo pensó que su vida había caido en manos de aquella extraña mutación. Por milagro logró despertarse del inesperado desmayo, y ahí vio a Mikkel mirándol, y tal cual, un payaso viendo a otro payaso. Nuevamente siguió atrás de él hasta llegar al circo, y vio a Yubi llenar el lugar con gasolina, esperó unos segundos a que ella se apartara y sacó de su bolsillo la caja de cerillos, tomando en su diesta uno de estos y prendiendolo con algo de nervios, y luego de un corto suspiro tiró aquel pedazo hiper diminuto de madera entre la gasolina, en cuestión de segundos el lugar empezó a incendiarse, con Fancy de fondo. —Chicos, no quiero interrumpir, pero... si Yubi es la última mujer en este apocalipsis, ¿Significa que tendremos que preservar la especie con ella?
De un momento a otro vio como todo el circo prendía en llamas y escuchaba como los zombies se quemaban y esperaba que fuera una gran cantidad de ellos exterminados en nada más esa hazaña, nadie le prestó atención a Xanthe por lo que Mikkel le hizo una señal a sus compañeros para que comenzaran a correr hacia el refugio y así poder estar a salvo, menos mal todo eso no se encontraba tan lejos.
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𝐓𝐎𝐗𝐈𝐋𝐀𝐍𝐃𝐋𝐀𝐍𝐃 ₊ ! · cᥲn 儂 * go out ᥲlıvᥱ ? ? ? #ACT1
— Maldita sea. — Se sentó en el sofá y acto seguido observó a sus dos compañeros, Xanthe y Mikkel tirados en el suelo después de una borrachera de la noche anterior, el día apenas comenzaba y se sentía tan pesado como un yunque, con cierto aturdimiento se levantó del acolchado mueble para acto seguido abrir las cortinas de tela shantung color beige, entrecerró los ojos por la radiante luz del sol, cerró y abrió los párpados dejando a que éstos se acostumbraran a tal iluminación; sin poder creerlo observó muertos caminantes merodeando por su cuadra, no lo creía, tal vez estaba delirando. Tanta fue la sorpresa que corrió hasta donde estaba Xanthe para comenzar a patearle las costillas para que despertara rápidamente ya que no sabía si lo que estaba viviendo era real o una película. Sin escrúpulo alguno procedió a escupirle el rostro.
El día anterior fue muy estresante para él, a causa de todo la presión ante la excursión, tanto que optaron por beber en un intento de aliviar los nervios, lo consiguió, pero se durmió apenas se acostó en el piso. Fue inevitable no despertarse apenas la odiosa de Yubi abrió las cortinas, toda esa luz solar era insoportable, y casi tanto como ella; aún así el rubio intentó seguir durmiendo, pero ahora sumándole los golpes de Yubi era el triple de veces imposible.
— YUBI. YA. QUÍTATE POR FAVOR. — Exclamó completamente irritado, si aquél alboroto causado por Yubi no había logrado despertar a Mikkel, seguramente él lo había conseguido con sus gritos. No tenía resaca, pero adoraba dormir y perdía la cordura al ser interrumpido, y más aún con aquel escupitajo. Muy enojado agarró su almohada y se la tiró a Yubi, pero calculó muy mal y le cayó a Mikkel; asustado por la reacción del muchacho se levantó de inmediato y corrió hasta el rincón contrario de la habitación para evitar ser regañado, pero se despreocupó por eso ya que Yubi se encontraba más loca de lo usual y murmuraba muchísimas babosadas, así que el mayor solo esperó a que Mikkel la calmara o algo, porque si fuese por él ya la habría ofrecido como sacrificio humano sin dudarlo.
Para todos la noche anterior había sido difícil, no sabían exactamente como era que había terminado los cinco metidos en una casa abandonada en un pueblo abandonado o aunque no lo crean, habitado por zombies cuando se suponía que todo esto era una excursión programada, tampoco sabíamos exactamente donde se encontraba el resto. Luego de una noche bebiendo el único alcohol que habían traído Xanthe y Mikkel se durmieron en el suelo. Mikkel tenía el sueño bastante pesado, no había manera de despertarlo pero en cuento Yubi, su única compañera dentro de los cinco que estábamos se dispuso a abrir las cortinas el pudo caer en cuenta que lo que había pasando no era un sueño, era real, sintió como Xanthe tiraba su almohada y llegaba hasta su cuerpo pero no se enojo, ni nada solo se levanto estirando su cuerpo.
—Ya, Yubi, ya estamos todos despiertos. — Dijo algo somnoliento, dando una mirada al lugar inspeccionando que es lo que había, la casa parecía normal, un poco descuidada y con polvo pero se veía que tenía las cosas básicas. Camino hasta el lava vajillas para confirmar si al menos tenían algo de agua lo que fue un alivio cuando cayó un pequeño chorro de esta, aun así tenía algo de desconfianza pero no teníamos energía para usar el hervidor por lo que debíamos buscar otra forma de hervir esta y poder beberla.
— A ver, esto es lo que haremos por ahora, hay que buscar la manera de poder llegar hasta el super y poder comprar cosas básicas, más cerillos, algo más con lo que nos podamos defender, comida también y como los grupos estaban previamente hechos así será: Hyuk y Sol al super como lo habíamos acordado, traen lo básico y si alcanza el espacio pueden traer otras cosas, el resto iremos a inspeccionar el lugar, ver que es lo que podemos traer hasta acá, debemos ir armados por lo que vimos ayer así que por ahora este es el plan ¿les parece? Mikkel observo al resto de sus compañeros esperando alguna respuesta.
ㅡ No les vamos a traer nada. ㅡ Musitó Solntse con rencor. A quién se le ocurre, enserio, mandar a sólo dos personas a un camino largo, lleno de estos seres "no humanos" dispuestos a comerlos, para robar alimentos. No importa, pronto recordó que realmente fue culpa de su compañero y su bocota.
De su lado estaba el sol brillante y la tranquilidad inquietante de las calles, ningún sonido parecía perturbar el paisaje urbano, tal vez algún agudo chillido momentáneo que les provocaba reacciones diversas, pero principalmente los mantuvo alerta. Se acordó que al terminar sus labores, todos tendrían que regresar al campamento con todos los suministros recolectados antes del anochecer para preocupar el menor riesgo posible y perdidas; aún no es tiempo de perderse.
Y así, ambos equipos se separaron no sin antes despedirse de diversas maneras según los miembros y prometer el verse nuevamente. Nadie sabía bien cómo había comenzado todo eso, pero de lo que ese grupo de chicos estaba seguro, era de que debían sobrevivir a todo esto. Y, sinceramente, Hyuk tampoco sabía muy bien cómo era que había llegado tanto. Los días pasaron y por más que la poca comodidad que pudieron conseguir era bastante estable, poco a poco lo escaso que tenían iba acabándose. Hasta el momento habían conseguido dos mochilas con algunas cosas indispensables para el apocalipsis que se estaba viviendo, dos hachas, un cuchillo de cocina y cinco míseros cerillos; sabe Dios cómo todos ellos llegaron hasta ahora sin ser amaestrados con armas blancas. En fin, el día tan esperado había llegado, día en el que todo su grupo de supervivencia, ante el apocalipsis zombie, habían decidido salir a explorar en busca de suministros, sin saber muy bien con lo que se encontrarían más adelante. Se agruparon en dos bandos, y muy <justamente>, decidieron mandar a Hyuk y Solntse al supermercado mientras Mikkel, Mango y Yubi iban a explorar los alrededores. Se hicieron de una lista bastante básica pero donde no podían faltar ciertos... caprichos, tales como los dulces de Mikkel. El pequeño grupo de dos integrantes estaba terminando de acomodar sus cosas para poder marcharse de una vez por todas, el sol comenzaba a hacerse valer por los pequeños huecos que adornaban su destruido refugio porque, sí, había decidido hacer todo a último momento, con los primeros rayos del amanecer, porque durante la noche... bueno, en propias palabras de Sol: "sería un desmadre".
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Se dirigió hasta el mesón de la cocina y tomó las tijeras filosas que allí se encontraban, guardó éstas dentro del bolsillo delantero de su pantalón deportivo. Salió de la cocina hasta la sala principal en la cual se hallaban sus dos compañeros sumidos en sus pensamientos, observó a los dos con el entrecejo fruncido, cruzó los brazos para verse más intimidante, estaban en una circunstancia que creían que nunca iba a pasar y tenían que planificarse, esto la ponía nerviosa pero a pesar de todo no dejaría que la situación la hiciera ver débil
—. Digo que aquí es cuando tomamos caminos diferentes. Iré al museo que queda a unas cuadras de acá, ustedes dos vayan a la disco a ver qué encuentran por allá, los esperaré en el supermercado y de ahí probablemente vendremos hasta acá a recopilar los objetos que hayamos encontrado, ¿les parece bien así? — Finalizó dirigiéndose a Mikkel y Xanthe, no había otra opción que esa ya que si iban los tres juntos al mismo lugar tardarían mucho más del tiempo debido, además, había muchos caminos por recorrer, este día no sería fácil. Relajó el semblante para proseguir con su charla —. Por cierto, en la cocina hay cuchillos. ��� Concluyó para después dar marcha hasta la puerta de madera, antes de salir se volteó para observarlos—. ¿Ninguna pregunta? — Cuestionó.
El rubio se encontraba totalmente en las nubes, apenas podía asimilar todo, menos que estaban introduciéndose en el comienzo de un fatal apocalipsis. Xanthe es un completo imbécil, ¿cómo lograría sobrevivir a todo? Estaba muy preocupado, pero por suerte Yubi seguía con vida, agradecía aquello porque en cualquier circunstancia la dejaría a ella atrás con total de sobrevivir; lastima que esta no seria la ocasión, apenas la chica mencionó que iría al museo sola no contuvo hacer una mueca con los labios.
— Bueno, iré con Mikkel a esa disco entonces. Pero ten cuidado. — Murmuró Xanthe a regañadientes, dirigiéndose a la cocina en busca de los cuchillos que había mencionado Yubi, pero solo encontró uno, el cual guardó en su cinturón de herramientas de batman. Xanthe ya estaba listo para el largo camino, por lo que caminó hasta la puerta en donde Yubi se situaba, negando ante su pregunta ya que no tenía ninguna duda respecto a los planes.
Mikkel observó a sus compañeros en completo silencio, Yubi parecía enojada con el mundo por lo cual no quiso llevarle la contraria en un ningún momento, solo asintió a las cosas que mencionó. Por otro lado miro a Xanthe que a si vez parecía asustado pero tratando de calmarse a sí mismo, cada vez que lo veía le parecía un chico bastante estupido, pero aún así en este momento no podría dejar morir a ninguno de sus compañeros. Tomó la mochila y el hacha que disponíamos comenzando a caminar.
— Apura, Xanthe, no tenemos todo el día para poder recorrer el lugar, debemos comer y ver como sobrevivimos lo siguiente que venga. — Dije algo más frío y serio apurando el paso de mi caminar. A medida que avanzábamos encontrábamos casas similares a la que nos encontrábamos nosotros pero no se oía ningún alma dentro de ellas, ni si quiera afuera en la calle, solo nuestros pasos algo inseguros pero intentando poder afrontar la situación. Decidió meterse a una casa la cual se veía mucho más acomodada que las otras, quizás las personas que vivían ahí tenían más dinero, quien sabe pero lo que sí sabía Mikkel era que ahí podrían encontrar muchas cosas que les servirían para sobrevivir, quizás armas las cuales en ese mismo instante eran de gran utilidad. Le hizo una seña a Xanthe para que comenzara a caminar tomado firme el arma que traía empujando la puerta con una patada, hizo silencio luego de escuchar el estruendo esperando oír algo extraño a lo que de inmediato reaccionó levantando hacha para matar al zombie que tenían en frente, no se sabía exactamente de donde había salido esa valentía pero agradeció que apareciera, enterró una vez más el hacha en el cuerpo del zombie esperando que realmente estuviera muerto lo que era extraño porque antes ya lo estaba. Siguió avanzado esperando que su compañero continuara caminado y no estuviera pasmado por lo que acaba de pasar.
—Xanthe, agarra todo lo que creas útil y necesario, revisa todo, dudo que haya otro igual a este así que ve seguro, espero encuentres armas o algo, nos encontramos aquí en la puerta en quince minutos más. — Dijo por último comenzando a caminar en busca de cosas útiles.
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Había asentido a cada palabra que el chico con mayor sentido de liderar convivía entre ellos, aunque era cierto que entre los únicos dos chicos que iban al mercado hubieron algunas miradas cómplices, como decidiendo entre ellos en qué gastarían su preciado y finito tiempo en las afueras de su confinado y bastante protegido refugio. Además, debía compensarle por haber abierto la boca haciendo que solamente ellos dos fueran por el camino más largo
—. Hey, Sol. —Exclamó una vez estuvieron algo lejos de aquel grupo, como si nadie pudiera oírlos, como si no estuvieran, literalmente, en medio de un apocalipsis zombie —. Nos conseguimos algo en el camino, ¿verdad? — Y, mientras seguía caminando, jugueteaba con una de las armas que habían decidido llevar.
Apenas dirigió su mirada al ser nombrado. Su humor no era particularmente el mejor, y para ser sinceros, seguía irritado por la decisión adversa. Tiene el ímpetu juvenil, pero no el de un suicida como para disfrutar del viaje. Asintió con un pequeño movimiento de su cabeza, bien podría mejorar el recolectar un capricho. ㅡ Primero tendremos que pasar por la disco para llegar al supermercado, supongo que en el camino encontraremos cosas agradables para sólo nosotros. ㅡ apunta comenzando a interesarse y haciendo una pequeña lista en su mente. Recorrieron angostas callejuelas de la ciudad, siempre dirigiéndose al sureste con mucha cautela. Sus oídos, sensibles gracias al constante estado de alertar, le indicaron qué rutas tomar para alejarse de esos seres.
ㅡ Bro, ¿Viste como Yubi le escupió en la mañana a Xanthe? Justo acababa de vomitar. ㅡ recordó con desagrado y mucha risa, también para animar el ambiente; por sí solo es muy tenso. Faltaban unas cuentan cuadras para llegar a disco y así acortar hacia su destino.
Sus sentidos también se encontraban alerta, que no lo malinterpreten, pero su actitud tan despreocupada por su alrededor le hacía parecer como que no. Y, otra vez, no es que no le importase la situación actual, quizás estaba más preocupado que todos ellos juntos y la mejor forma que tenía de sobrellevar aquello de haciendo como si no existiese; un demente, la verdad. Por ello, no contigo las risas que fueron contagiadas por el otro joven, incluso se había detenido un segundo a carcajearse y darse el gusto de recordarlo. Agradecido en silencio el que hubiera sacado tema de conversación, aunque últimamente no muchos tópicos elegantes habían para eso.
— ¿Y la forma en que Mango se escondió? En este grupo se aburre el que quiere. — Bromeó nuevamente. Ahora, el sol se encontraba más arriba que antes, una cálida brisa les embriagaba y, lo que no sabían era que incluso antes de llegar al mercado se encontrarían con un caminante
ㅡ Cállate, son de lo peor. No sé cómo seguimos vivos, sólo una fuerza divina nos tiene aquí. En lo personal, opinó que son los aliens. ㅡ expuso mientras sus labios temblaban para no reírse pero lo terminó haciendo con desmesura mientras cubría su boca, como un niño que masculla alguna obesidad y ya no puede retractarse. Jamás midió el tono de su voz, mucho menos el de adverso, tan ensimismado que apenas, por el rabillo del ojo, vio a un “caminante” en la puerta de la disco, sólo merodeando y bastante perdido, pero no se alejaba del lugar. Su primera reacción fue detenerse abruptamente y poner su brazo sobre el torso ajeno para que se detuviera, luego lo arrastró junto con él detrás de una camioneta que estaba de paso. Su corazón, cómo es habitual cuando ve a uno tan cerca, comenzó a latir con fuerza y él a llenarse de adrenalina. Miró a su contrario, tratando de transmitirle algún tipo de calma y él encontrarla también; son un equipo, lo resolverán.
Rebuscó dentro de la mochila para sacar el martillo también, había un par de cosas más pero todo parecía ser medicamentos y comida. ㅡ No podemos permitirnos hacer más ruido del necesario, es uno normal, será fácil. Yo lo puedo atraer, luego tú lo atacas por detrás con el hacha. Ya cuando lo tenga de frente, le destrozo la cabeza con el martillo. ㅡ No fue el mejor plan, tampoco el más limpio pero cree que podrá funcionar si ambos son los suficientemente sigilosos.
— Tienen cinco años. — Se quejó, divertido, mientras asentía totalmente de acuerdo —. Los ángeles guardianes en realidad sin aliens a conspiracy theory thread. — Rió nuevamente con él, despreocupado, como un verdadero chico de veinticuatro años haría. Tal fue su sorpresa, al seguir creyendo que los zombies solo andaban en grandes cantidades o pequeños grupos, cuando ambos se encontraron con uno. Y, si bien se podía mostrar totalmente seguro, valiente y dispuesto a todo, por dentro su corazón se hizo tan diminuto como el de una ratita. Acató la orden ajena y guardó silencio mientras arrastraba los pies sobre el pedregoso asfalto, haciendo tan poco ruido como le fuera posible.
Quizás, pensó, les escuchó riendo y por eso estaba allí... era un punto bastante válido porque la carcajada de hiena impropia podría escucharse hasta en la próxima galaxia. Mientras escuchaba, se puso a analizar los pro y los contra del plan, era bastante bueno; además, podría practicar su puntería así, solo esperaba no darle en el hombro a Solntse —. Si crees que funcione, hay que intentarlo. Total, ¿qué podemos perder además de la vida? — Bromeó, aligerando lá tensión que de pronto los sumergió a ambos. Cogió con más fuerza el hacha y, volviendo a caminar sigilosamente, rodeó el coche donde estaban escondidos, esperando alguna señal del otro joven para iniciar aquella locura que parecía desfavorable para ambos
ㅡ Lo que menos me preocupa ahora; estar vivo. ㅡ masculló con hilaridad sardónica. Tenía la amedrentadora impresión de que todo saldría mal, confiaba en su compañero para deshacerse de un zombie, pero no dos o incluso tres. Solntse siempre se preparaba para lo peor porqué es naturalmente pesimista, simpatiza con los peores casos e intentaba burlarse para disminuir la tensión. Contó hasta cinco para armarse de valor y salir por la parte delante del carro.
Diviso al zombie, aún merodeando en la puerta, sin prestar atención a nada. Su respiración comenzó a ser furtiva, apaciguándose mientras planeo segundos. De pronto, silbó con mediano sonido y comenzó a mover su manos de un lado a otro para llamar la atención, también aplaudió un par de veces hasta lograr la atención del no-viviente quién empezó a caminar hacia él en pasos ligeramente apresurados, Solntse apretó el martillo con fuerza, esperando pacientemente que se acercará lo suficiente a él. El zombie, sin la espera de nadie, comenzó a correr directo a él. Entró en pequeño estado de shock, enmudecido por la sorpresa y justo cuando levantó su martillo para golpear, el ser ajeno detuvo y soltó un quejido. Hyuk, pensó con rapidez. Sin pensarlo más, levantó su arma y la estrelló contra la del enemigo, haciendo un terrible desastre. Repetidas veces lo hizo hasta cumplir su palabra de destrozarle la cabeza, lo que provocó que su rostro de machara de grotescas manchas de sangre. Cuando la adrenalina bajó y sus inhalaciones dejaron de ser tan frenéticas, miró a su compañero.
ㅡ Terminó muy bien.
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Como el contrario le indicó, Xanthe caminó detrás suyo, y una vez que el plan había iniciado se encontraron con varias casas, pero ninguna parecía tener cosas relevantes, cada cada por la que pasaban se parecía a la anterior, eran todas iguales y ninguna lograba destacar o llamar la atención de los tórtolos. A excepción de una casa que era completamente diferente a las demás, se notaba que estaba bien cuidada y que seguramente le pertenecia a gente adinerada, por lo cual no hubo necesidad de preguntarle al muchacho si querían entrar allí, era algo incuestionable.
Ya estando ambos dentro, y luego de haber visto a Mikkel (re)matar a uno de esos muertos en vida, se ahorró el espanto y asintió con la cabeza ante los mandados del muchacho. Xanthe conocía a los burgueses, sabía qué cosas solían tener y donde escondían los objetos más valiosos, las ratas de los ricos siempre escondían todo en un mismo lugar, eran tan predecibles. Siguiendo su corazonada se dirigió a la sala de estar en busca de una estantería, y encontró una algo vieja pero gigante, los malditos burgueses siempre tenían muebles antiguos, desde allí vió unas cajas medianas de madera y una vez que las sacó se encontró con una colección de navajas y otra de cuchillos, justo lo que esperaba encontrar, y si sus calculos no fallaban estaba seguro de que en los armarios del dormitorio principal deberían haber una bolsa con palos de golf, esos también servirían como buenas armas.
— MIKKEL, FÍJATE SI EL VIEJO JUGABA AL GOLF, QUIZÁS HAY PALOS O ALGO. — Exclamó el rubio, llevando las cajas de sus recientes descubrimientos encima de una mesa, para luego ir en dirección a la cocina, ya que seguramente tenían buenos cuchillos para cocinar y cortar carne. Una vez que vio que su compañero siguió su camino, él comenzó el suyo encontrando grandes cosas dentro de la casa, se veía que aquellos tenían dinero de sobra pero como dice el dicho "Cuando mueres no te llevas nada a la tumba" y era cierto, tener mucho dinero solo daba un estatus, para el parecer de Mikkel, algo tonto, porque esas personas solo buscaban llenarse los bolsillos de más cosas.
Escucho a Xanthe a lo lejos decirle algo de los palos de golf a lo que respondió un "Esta bien" encontrando de estos y tomándolo. Una vez con la mochila llena de cosas fui hasta el encuentro con Xanthe metiendo sus cosas en la mochila también caminando ya directamente hasta el súper encontrándonos con Yubi quien parecía menos molesta que hace un rato, a lo lejos se veía que Sol y Hyuk habían encontrado lo suficiente para abastecernos.
— Creo que ya tenemos todo listo, hay que volver al refugio. — Espero alguna señal de ellos y cuando la tuvo comenzamos el camino de vuelta sin ningún tipo de inconveniente.
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