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Chocolatería Fina
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amelia-skye · 7 months ago
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Seguro que esto da para un buen cuento, pero en este momento solo me da para una catarsis rápida.
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amelia-skye · 8 months ago
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Vamos a empezar por el principio para poder entender qué está pasando con la manera en la que nos relacionamos en esta época. De seguro has escuchado el término “responsabilidad afectiva“, que es solo una manera bonita de reformular lo que antes era “tener tantita madre”. Después de aclarar que no es para nada un término nuevo, me gustaría señalar que POR SUPUESTO fueron las morras quienes lo pusieron sobre papel y comenzaron la propaganda del concepto. Fue por allá de la década de los 80 cuando empezaron a ver qué estaba pasando con las relaciones poliamorosas: tener más de una relación de forma paralela debía ser un poco más complicado que separar los días en la agenda. PARTE 1 El primer mito que vamos a tirar es que la responsabilidad afectiva se enfoca por completo en los demás. Falsote como las promesas de tu ex. La responsabilidad afectiva empieza dentro de una misma y termina ahí mismo. Te explico: sirve básicamente para ser conscientes de lo que quiero y lo que necesito, es para tener bien claro qué busco en las personas con las que me relaciono. Sea mi vecina, la neni que me vende natura por catálogo, o la persona con la que estoy dateando. Ser responsables afectivamente se traduce en que yo misma sea clara en necesito esto y por ende, voy a actuar de esta forma. Y una vez que tengamos listo el vision board, actuar en consecuencia. Pero, ojo, esta vez el pizarrón tiene que estar a la vista de la persona con la que me estoy relacionando, o sea, debo comunicarle de la manera más clara posible el resultado que pretendo obtener de esa interacción. Si soy la morra intensa que se quiere casar a la tercera cita, se dice Y NO PASA NADA. Si soy la morra que prefiere el rush de conocer a alguien nuevo cada mes y no comprometerse, se dice Y NO PASA NADA. El punto clave es la comunicación. Qué sorpresa, ¿no? Para tener máster en Responsabilidad Afectiva debemos preocuparnos más por qué digo y cómo lo digo, que en planear diez citas y tener actualizado en perfil en tinder. Más enfocaditas en qué estoy vendiendo, y menos energía en “Es que tengo 40 y no me he casado porque mi ex estaba loco”. PARTE II Una vez que tengo perfectamente planeada mi campaña de marketing, debo asegurarme de que está llegando al target que espero. De nada sirve tener el vision board con mil detalles si ahí puse un vestido de novia y tres morrillos, mientras sigo dateando con el wey cuarentón con cero compromisos al que se le mueren hasta los cactus. Amiga, increíble la terapia, el skin care, la rutina de yoga y el gym, pero de nada sirve si todas tus virtudes se las estás ofreciendo como tributo al Siguemorras3mil, al Fifas4ever, al Mimamávaavivirconmigosiempre. Si ya invertimos nuestro tiempo en analizar con lupa la relación que queremos en la vida, vamos a tener que ser pacientes y entender que es raro encontrar ese paquete justo a la vuelta de la esquina. Creo que la dificultad radica en que una cosa es tener en la cabeza las cualidades que espero de mi pareja y otra cosa es verlo en acción. La experiencia me dice que es súper lindo tener en tu vida a un hombre detallista y caballeroso, pero la inseguridad te pone a temblar cuando te das cuenta de que siemprrre es atento: no solo a ti te pregunta qué tal va tu día, también se lo pregunta a la cajera de starbucks y a la señora que vende sandwiches en su trabajo. Claro que son preguntas sin importancia en el mundo real, pero en nuestro contexto nos pone a dudar. ¿Podré poner mi mejor sonrisa falsa cada que otro ente femenino le sonría demasiado a mi novio? Bueno, mejor pedimos un ejemplar con menos detalles. Y se movió toda la fórmula. PARTE III La otra cara de la responsabilidad afectiva, la parte dos del plan, sí radica en mi interacción con los demás. Yo ya fui clara y puse sobre la mesa cada carta con la que estoy jugando: quiero una relación con tal nivel de certeza y de exclusividad, estoy dispuesta a dar tal cantidad de mi tiempo, mis negociables y no negociables son tales. Una vez que la contraparte está ente...
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amelia-skye · 8 months ago
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Dicen que “lo que no se nombra, no existe”, y dicen que esto lo dijo George Steiner, un filósofo francés. Él analizaba el lenguaje y yo las relaciones interpersonales. Nuestros objetos de estudio son hechos, deshechos, formados y deformados por el ser humano; también son criticados y cobijados según las necesidades personales de su creador. Otra vez el ser humano. Es curioso que sea el hombre quien lo crea y sea al mismo tiempo quien lo niegue. Fuimos nosotros quienes empezamos a nombrar cada elemento que nos encontramos en nuestro camino; nombramos cada situación en la que nos vimos involucrados; quisimos saber cómo llamar incluso a los entes que no podemos ver. Cuántas religiones existen y de cuántas maneras hemos nombrado a dios, procurando siempre conservar un lazo que ata a la deidad con la humanidad. Lo nombramos sin permitirle olvidarse de que quienes lo creamos fuimos nosotros, los mortales. Inventamos instituciones que deciden lo que es correcto y lo que no puede permitir el lenguaje: porque decidimos que impreso e imprimido son formas correctas del mismo verbo, pero que es casi un pecado colocarle una s al final de la conjugación de la segunda persona singular en presente. Después de tan bella introducción, alguien explíqueme porqué hasta facebook tiene un apartado para mostrar/ NOMBRAR tu estado sentimental, donde tienes opciones como Es complicado, En una relación abierta. ¡Incluso tiene Amante entre las respuestas! Pero en la vida real puedes pasar un año saliendo con (mucha) frecuencia con la misma persona, puede llevarte a reuniones donde la temática es clara: solo parejas. Puede presentarte a su familia, y puede reclamarle a un amigo por invitarte a ver películas en modo romántico. Puede dar por hecho que los fines de semana son para planes de dos. Puede incomodarse cuando una amiga quiere presentarte a alguien para salir. Puede hacer planes a largo plazo donde tu presencia es fundamental. Pero puede también rechazar una invitación a pijamada de otra morra por una sola razón: tiene que levantarse temprano el día siguiente. Cuatro años oficiales de licenciatura y otros dos años fantasmas estudiando lingüística, otros varios leyendo a los padres del análisis lingüístico, y sigo sin poder entender el porqué de la imposibilidad de nombrar ciertas relaciones. No es que me haya pasado recientemente y que eso me haga hablar desde la víscera y no desde el análisis profundo y detallado del uso de las palabras y su relación con las emociones.No.No.No. Este texto viene solo de la curiosidad que me provoca la constante incidencia de esta situación. Esta publicación se me ocurre después de haber salido meses y meses con la misma persona y de haber obtenido la misma respuesta a la misma pregunta, pregunta hecha en diferentes ocasiones a diferentes personas después de la misma rutina. “Somos amigos”. Que no está mal, eh. Tampoco es que menosprecie las relaciones de amistad, pero vamos a ser muy honestos. Con cuántos amigos pasas tanto tiempo saliendo-platicando-comiendo-pasándolacul. Claro que tengo amigas de extra confianza a las que les cuento mis tristezas pero se las cuento en un resumen semanal. Sabemos que la vida diaria pocas veces nos permite hacer la narración de cómo se nos acaba de romper una uña en tiempo real. Y también sabemos a qué persona le queremos regalar esa narración; qué persona nos tiene llena la lista de llamadas entrantes/salientes. Qué persona es el daily chat y qué persona es la primera a la que le mandamos el meme que nos hizo atragantarnos con el café. Dejémonos de bobadas: esa persona no es solo un amigo. Se comparte tanto tiempo juntos que es una tontería pensar que nada se va a mover dentro de al menos una de las dos partes. Y perdón yomisma, pero siempre es una la que se involucra más. No “de más”, solo “más”. Porque creo firmemente que no existe esa medida que dicta que Quisiste de más, o que Dimos de más. Ofrecimos lo que el corazón -o el sentimiento- tenía para dar, ni un suspiro menos y ni un abrazo...
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amelia-skye · 9 months ago
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contención refugio compañía presencia acompañamiento fuerza familia seguridad hogar entre dos brazos que no son los nuestros y aun así nos pertenecen.
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amelia-skye · 9 months ago
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-Pues que le iba a los Dodgers. -¿Y recuerdos físicos? – ¿De él? Ya muy pocos. -¿Su cara, el cabello, sus gustos quizá? -Nada. Pero sus ojos, siempre sus ojos.  Esos que desaparecen cuando sonríe, y es que cuando uno ríe no necesita ver, solo sentir. Sentir el momento y guardarlo en la memoria. -¿Y sus manos? Me dijiste que te enamoraste de sus manos. -De sus manos, sus brazos, por dentro y por fuera. De todo eso me enamoré. De la historia que fue escribiendo en ellos; la de todos los lugares y todos los momentos. Empieza en su corazón y continúa hasta llegar a la punta de sus dedos. -Su risa, cuéntame cómo reía. -Con el alma, la misma alma que se gravó a la mía. -No abuelita, sus almas se aprehendieron una a la otra. Eso lo grita la mirada. Y no nomás la tuya. -Qué cosas dices. De seguro recuerda menos que yo. Su mente pertenece ya al pasado. Un pasado en el cual no alcancé a ser presente. -Una vez me dijiste que también los olores y sonidos y sabores se graban en la piel… -Hay quienes los reafirman con tinta, que para no olvidarlos. -Pero lo que entra al corazón, no se va con el correr del tiempo. -A lo mejor no dije bien. A lo mejor estaba muy enamorada. -Enamorada de él. De tu primer y más apasionado amor. -¡Cuál pasión! Amor de niños que no saben todavía a dónde ni con quién van. -¿No tenías ya tus buenas veinticinco primaveras? -Otoños. O eso me parecieron luego de conocerlo. Pero qué importa, m´ijita. A mi edad esas cosas… -Esas cosas son las que valen más. Son las que alumbran la nostalgia y calman tu melancolía. -Para eso sirven los recuerdos, para eso y para apaciguar el corazón cuando no puede estarse quieto. -Si no está tranquilo, ¿cómo se va a quedar quieto? Él sabe tus secretos y conoce sus raíces. -Ni raíces alcanzó a echar. El pino, el roble, esos árboles fuertes tienen raíz, él no fue más que…que un diente de león, yo creo. -¿Fr��gil? -Loco. Cambiante, altanero, brusco. Como el viento. -Entonces el diente de león fuiste tú. Por eso se separaron. -No, no, no. Todo eso estaba bien. Así tiene que ser. Si no fuera por el viento, ¿cómo iban a seguir viviendo las flores? -¿Sabes? Yo también quedé prendida de su tatuaje. Para aquella época debió haber sido todo un rebelde. -Lo fue, lo fue. Un revolucionario de las ideas… ¿Cómo sabes de los tatuajes?, ¿y de su mirada? -Me encontré con tu memoria en un álbum. Un hombre en sepia me saludaba desde el parque de beisbol. Ese hombre tenía tus pétalos en su brazo izquierdo, cerca del corazón. -Fue un testarudo. Le dejé bien claro que era una locura, ese tatuaje iba a ser eterno. Nosotros no. -Pero te equivocaste Su historia, igual que su amor, será eterna. Tan eterna como sus ojos, los mismos ojos que tiene mi mamá. Y que heredé yo. -Si su boca no se callaba, ¿por qué iban a hacerlo ellos? -Esa foto fue posterior, ¿verdad? A su separación. -Fue su prueba de íbamos a seguir juntos. De una forma u otra. Pero me mintió. Estos cuarenta y cinco inviernos sin él, ¿quién me los repone? – Los recuerdos, abuelita, los recuerdos. -Pero ya casi llega, puedo sentirlo.  Y ´ora sí, va a ser para siempre. -¿Le crees ahora? -Poquito. -¿Qué tienes? -Ya viene, ¿escuchas eso? Tarareando siempre la misma canción. -Abuelita…abuelita. ¡Enfermera, rápido! ¡Rápido!  – Ay, no. Estoy igual de nerviosa que hace cuarenta y siete años. Bueno, ¿a qué hora vas a regresar? -¿Regresar? Yo no me voy, abuelita, ni tú. Espérate, quédate aquí, conmigo. -No m´ijita. Tengo que saber, ¿y si ya no se acuerda de mí? -Estoy segura que sí, pero quédate. Solo un ratito más. -¿Y si ya no … -Abuelita, él te siguió amando hasta el último día justo como si fuera el primero. -Yo lo amé desde siempre, lo que pasa es que me tardé veinticinco años en encontrarlo. Y casi el doble en reunirme con él. 
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amelia-skye · 9 months ago
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En algún lugar del internet circula una publicación que dice que si quieres ser eterno, enamores a un poeta o en todo caso a un escritor. Porque los que escribimos inmortalizamos personas y situaciones dentro de nuestros textos. Por pequeño que sea lo que escribimos, tiene un poco o un mucho de la realidad en la que nos desenvolvemos. Acá les dejo una prueba fehaciente de ello; es un cuento basado en un estudiante de filosofía, nunca supe su nombre ni nunca supo de mi existencia. Pero el cuento y el recuerdo existen y ahí se van a quedar un ratote. En otro lado del internet existe una conversación archivada donde un ex me pide nunca escribir de él, no ventilar “nuestras cosas” ni compartir lo que vivimos. ¿Saben cuál es el punto de la escritura? ESE. JUSTO ESE. Compartir con el mundo exterior eso que nos está dando vueltas en la cabeza y que necesita encontrar su lugar en la vida real para dejarnos respirar. Hasta ahora han sido solo dos las personas que me pidieron nunca escribir de ellas y el vínculo que tuvimos. La coincidencia más grande que encuentro entre ellos es la relación tormentosa-violenta-tóxica que desarrollamos. De Pablo ya he escrito y si usted es fiel seguidor de este blog, conoce la historia y la zozobra emocional que me causó ese vato. Del segundo personaje no había escrito porque quise respetar la promesa que le hice, porque una piensa que la gente todavía es leal a esos tratos que se dicen y no se firman. Pero al final y por redundante que suene, la gente es gente y se equivoca y miente y hace cosas contrarias a lo que un día te prometió. Por eso voy a escribir de la relación que tuve con él y su ansiedad. La verdad es que escribo un poco desde el emperre posterior una confesión que me acaba de hacer, y escribo también desde la impotencia. Desde el “ya no puedo hacer nada para que me desvea la cara de tonta”. Desde el “yo sabía que me mentía pero aceptar que mi novio era un manipulador narcisista era peor que fingir que era su ansiedad que lo sobrepasaba”. Y que sepan que escribo también de un tema que nunca me imaginé experimentar por mí misma. Empezamos a salir muy rápido y con mucha confianza; si me conocen, saben que persona que me hace reír, persona que entra en mi top de seres favoritos. Y él me sacó una carcajada en cuanto cruzamos palabra. Intercambiamos números y a la segunda semana, yo ya quería verlo otra vez. Pasó un mes, o algo así, y quedamos para comer. Fue una salida exprés pero la recuerdo como muy bonita: por lo menos me reí mucho y para mí, con la vara en el subsuelo, fue suficiente para decir Quiero más días así. Seguimos saliendo y en algún momento antes de hacerlo oficial, el susodicho que dijo que qué padre todo, que qué bonito, pero que tenía que contarme algo. No me lo dijo, me lo escribió porque fue un mensaje de whats el que me llevó el “y ahora qué, diosito. Este se parecía mucho a EL BUENO”. Al día siguiente me contó que tenía TDAH y que tenía miedo de cómo iba a reaccionar. Puesss nada. Mi reacción fue no reaccionar. En ese momento no lo vi como un problema o un impedimento para seguir saliendo. Nos llevábamos súper bien y platicar con él era muy fácil aunque teníamos poquísimos gustos en común. No le di mayor importancia y seguimos saliendo. Pasaron dos meses y me invitó al beerfest en Texcoco. Obvio me emocioné muchísimo porque era la salida mayor, la de verdad. No una ida a un antrillo o comer ramen a un lugar equis. NO. Era pasar tiempo juntos lejos de los lugares cómodos o seguros en el aspecto de No hay manera en que falles si llevas a tu date a (inserte aquí su lugar favorito).Bueno, pues fui y en el inter me aventé una broncota con mi papá del tipo Niña que se respeta, niña que duerme en su casa. Yo planeaba pasar la noche en su casa -con su familia- para no viajar en uber en la madrugada. Primero porque qué perro miedo andar en carretera con un desconocido a medio amanecer y segundo porque doña tacaña pensó que a esa hora el viaje iba a ser como cinco veces más...
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amelia-skye · 10 months ago
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amelia-skye · 10 months ago
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amelia-skye · 10 months ago
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Not every story is about seeing yourself in it. Sometimes it’s about learning to see other people too.
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amelia-skye · 10 months ago
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El 7 de octubre del año pasado se casó mi mejor amiga de la universidad. Fue un día hermoso; un día que yo llevaba esperando desde que la conocí. Es una persona que da todo y más cuando se enamora, a quien se le ve el amor hasta en el cabello. Nos conocimos por allá del 2011 y desde entonces estaba yo imaginando ese día. Nadie les va a mentir diciéndoles que fue amistad a primera vista, pero cuando por primera vez la escuché decir “perroasco” dije Esta morra tiene que ser mi amiga. Y, agradecida con el de arriba, aquí seguimos. Tanto que tuve el privilegio de acompañarla en ese momento tan esperado (por mí), y no sé, supongo que también por ella. Estuve con ella cuando el primer pretendejo le propuso casarse por el civil a escondidas. Es una etapa de idiotez que ataca a los hombres (y a varios ya no los suelta) y los hace decir cada barbaridad que nombre, hasta ellos se sorprenden de su propia audacia. Gracias, Universa, por no haberla dejado caer en las garras de la intensidad del amor universitario y haberse negado a tal fechoría legal. Deja tú que el wey al final resultó no ser husband material; la boda iba a ser la más exprés y sin chiste del año, nomás por darle gusto al celillo del vato. El 7 de octubre del año pasado fue también el día que me tocó aceptar que no me iba a casar con la persona con la que juraba que ahí era. Tu amiga la más delulu ya se imaginaba viviendo juntos, endomingados cada fin-viendo netflix-tragando alitas-tirados en el sillón con los perritos jugando a las mordidas. Tenía hasta una hija prestada. Neta que yo ya tenía una familia propia. Se me propuso en modo “es broma pero si quieres no es broma” casarnos: obvio acepté. Pero tenía pendientes por terminar antes de eso. Que si el diplomado, que si la tesis, que si mil cosas que quería dejar en orden antes de empezar mi nueva vida de señora. En verdad que en ese tiempo lo único que quería era casarme con mi vato. Lo ÚNICO. Obvio me emocionaba pertenecer a la clase VIP de los paramédicos, y claro que quería ver completa mi tesis. Pero nada me llenaba el cora como pensar que estaba cerquísima de cumplir mi sueño de infancia. El 7 de octubre me tocó viajar con mi hermana a una ciudad que yo llevaba meses soñando visitar con mi señor. Me gustan las vacaciones y la playa y los pueblitos mágicos, pero ninguno tanto como hacer la revisitación de mi lugar seguro. Cuando recibí la invitación oficial, lo primero que hice fue pedirle que apartara ese fin de semana para que me acompañara. Lo primero que él hizo fue decirme Vemos; que por el trabajo, que la familia, que a ver si no le ponían juntas. Entiendo que ser adulto es cargar mil responsabilidades ajenas, pero no creo que sea tan imposible salirte dos horas antes…de tu chamba…virtual. Una parte de mí no lo culpa por no haber aceptado mi propuesta con el entusiasmo que mi cabeza se imaginó: desde nuestra primera salida hubo tropiezos y eventos desafortunados. Pero pos una es aferrada y hasta capaz de pedir libros a otro estado con tal de volver a ver a alguien. Una es tonta y piensa que una boda ajena puede ayudar a tapar los hoyos de tu relación. El 7 de octubre me agarró la lloradera típica de cuando entro a una iglesia. Sigo sin saber porqué me pasa, pero pos pasa. Lloro sin control a los segunditos de haber entrado, y aunque le agradezco con el cora a mi hermana por haber estado conmigo abrazándome todo el tiempo que lo necesite, no podía dejar de pensar en que no eran esos bracitos los que había planeado que estuvieran ahí. El 7 de octubre conocí esta delicia de canción: la bailó/cantó mi amiga con una emoción hermosa, la cantó hacia y para su esposo, la bailó como tenía años sin verla bailar (porque además tenía años sin verla y ya, punto). Fue un remolino de emociones: contentísima de ver a Mime recién casada con una persona que la llena de amor cada segundo, y al mismo tiempo, derrumbada por dentro porque acepté que mi relación había llegado a su final. Y como dice Nodal, esta vez para siempre...
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amelia-skye · 1 year ago
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¿Para qué sirven las puertas?
I Dice un amigo que él no bloquea a las personas que le han hecho daño, que con no hablarles es suficiente. Específicamente son sus exes a las que no bloquea y queda nomas en sacarlas de su vida. Aquí el tema es que ese “no hablarles” es sólo de su lado: las morritas pueden ir y venir entre los DM´s de cualquier red social. Mi incomodidad principal es que a él sí lo bloquearon hasta de Spotify,…
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amelia-skye · 1 year ago
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A mi lado, tú afuera, el mar los tres fluyendo como uno mismo Un solo ser en sincronía respiramos(sal) a la vez Luego las olas.
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amelia-skye · 2 years ago
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amelia-skye · 2 years ago
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Como Noche de san Juan
Tengo una lista pergamínica en mi cabeza de cosas en las que no creo o no hago porque son meras supersticiones, y sabemos que eso no existe; y son también cosas que como quiera evito porque no vaya siendo y se desate la mala suerte. En esa lista hay un espacio dedicado a los ítems de la buena/mala fortuna. Por ejemplo, no salgo a guardia sin la perrera que me regaló mi papá, que más que…
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amelia-skye · 3 years ago
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Que sepan que los 19 de septiembre no suceden solo terremotos y tragedias. Hace bien poquitos años, el universo nos ofreció en forma de persona a su mejor y más chido contenedor de buena onda, cabello precioso, consejitos chidos, y el corazón más noble del condado. Gracias a la pandemia y a mi aburrimiento llegué al mundo de Cruz Roja; tenía rato queriendo tomar un curso de primeros auxilios, o…
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amelia-skye · 3 years ago
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El chico de la espalda pecosa
El chico de la espalda pecosa
(Esta entrada se dedica al fan número 1 de la suricata) Corría el año de Yoeramuyjoven. Nasecrean, calculo que fue en el 2011 cuando nació esta anécdota. Acababa de entrar a la universidad y mi mejor amiga trabajaba como mesera en un bar del andador J. Pani. Era un lugar para viejitos -ya saben, señores de 40 para arriba- y se aburría mucho porque era raro que tuviera clientes de nuestra edad.…
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amelia-skye · 3 years ago
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No hablo de Calisto, pero igual esto es trágico
Amixes, les traigo una entrada llena de eventos que me jodieron el fin de semana. Todo se remonta al sábado pasado, cuando iba a festejar atrasadamente mi cumpleaños con una amiga. El plan era ir a comer a El perro negro y luego a ver qué dios dice. Este mismo plan incluía 4 personas: nosotras dos y la cita de cada una. Llegamos al centro por separado y cada quien con su persona. Ella me marcó…
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