dave-alor

[dave-alor]

Cuando quiero revisar si mi ex sube alguna historia o publicación con otro, noto lo necesitado que estoy de validación y de no quedar como un adjetivo que siempre me han y me he dicho: “pendejo”.

Pero me recuerdo que las personas no valemos más ni menos; por el número de parejas con las que salga o cupule.

[dave-alor]

Es muy peculiar el sonido que hace el metal al rosar la hierva y después de eso, la fuerte pisada en la tierra roja del cañón. El polvo se levanta y se adhiere a las articulaciones metálicas de esta especie de bisonte. Las placas del animal reflejan el rojo atardecer. La temperatura comienza a bajar y las nubes avisan lluvia. Escasa por la zona. Termina de llover y el bisonte suma a sus brillantes ojos azules, incontables estrellas reflejadas en su recién lavado cuerpo cromado.

Comienza a caminar. Sus pasos salpican el lodo y sus articulaciones, donde se alcanzan a ver líneas musculares probablemente impresas, emiten un sonido mecanizado y suave al mismo tiempo. Que conforme pasan las horas sobre los charcos, se han ido volviendo más lentos.

El lodo opaca por completo las piernas del bisonte, las cuales cada vez caminan más lento hasta que después de un par de horas, una de ellas tiembla brevemente para doblarse, seguido de las otra tres, una por una se fueron doblando hasta dejar al bisonte inmobil en el barro. Su cabeza es la única que se mueve como buscando ayuda de algún otro bisonte. Es obvio que los bisontes de metal no necesitan de una manada para sobrevivir ¿o sí?

De pronto comienza a llover de nuevo, esta vez incontrolablemente. Un rio rojo de lodo baja estrepitosamente y lo cubre por completo, apagando las estrellas que brillaban en su lomo. Sus ojos también se apagan y el cuerpo metálico queda en la penumbra.

La mañana en la cañón se pinta de magenta y después de un dorado intenso que impacta sobre el cuerpo sucio del bisonte, un parpadeo surge de sus ojos azules. Se escucha como su moderna maquinaria aumenta la potencia en su cuerpo y el lodo se rompe como láminas chocolate, al apoyarse sobre sus cuatro patas. Después de recargar sus depósitos de energía con los primeros rayos del sol, una vez más empieza su día en el cañón. Hasta la madrugada, cuando su energía nuevamente se acabe.

[dave-alor]

Tengamos diálogos amables con nosotros mismos.

Dave Alor.

[dave-alor]

Ocho horas

A pesar de que las jornadas han reiniciado su ciclo por interminables semanas seguidas, la gente como tú, sigue sin poder habituarse.

Te levantas diariamente y aunque no siempre reclamas... al menos dos veces por semana terminas haciendo un monólogo interior de lo abusivo que es el sistema para el alma. Muchas horas, poco sueldo... aunque te esfuerces en ser positivo, la verdad está ahí y no se va a difuminar aunque seas agradecido.

Has aprendido a vivir en la distimia y mantenerte firme día con día, jornada tras jornada, quincena a quincena.

“Soy un adulto”, te repites constantemente, “un adulto maduro”, y así obligas a tu cuerpo a malbaratar ocho valiosas horas de vida. Ocho horas malpagadas de amor. Ocho horas.

[dave-alor]

¿Hasta cuándo?

Ayer te pregunté ¿hasta cuándo?

¿hasta cuándo seguiré muriendo?

¿hasta cuando seguirán las mañanas repletas de frío y neblina?

¿hasta cuando las jaquecas me perseguirán?

¿hasta cuando el dolor me dolerá?

Polvo

mi alimento diario

hasta el suelo

tus golpes me dejaron

Y arañando

y arañándome pierdo la vida

para vivirla

¿Hasta cuando?

¿hasta cuando dejará de escurrir

la sangre del ventrículo a mis vísceras? ¿!¿hasta cuando, ¡carajo!?

¿hasta cuando?

[dave-alor]

Christus

Y es que no te puedo dejar

no te puedo olvidar

no te puedo abandonar

Si te abandono

me abandono

Si te pierdo

me pierdo

Si te olvido

me olvido

Y es que te tengo pegado

más que la poesía

la melancolía y las búsquedas

más que cualquier mujer

más que mí propio cuerpo

Y es que si huyo de ti

huyó de mí

Y si huyo de mí

¿Quién mantendrá de pie este cuerpo?

[dave-alor]

Vino y amor

Esta noche la única meta es terminarme la botella de vino

solo

me hables o no

te duermas o sigas despierta 

me correspondas o no

Tomaré hasta la última gota

me embriagaré de poesía

de trova y enamoramiento

y por último de vino y cigarrillos

esta noche la única meta es sentir.

[dave-alor]

Te extraño

Extraño tus besos aunque aún ni te conozco tus abrazos pidiendo amor y los míos tan ávidos de amar

Extraño tu mirada luminosa cuando hablas y yo te observo cuando tus pestañas me ventilan directo al espacio que sólo tú llenas

Extraño dormir y despertar con tu olor esperar tus mensajes desearte buenas noches y los buenos días esos que te esperan  hasta el siguiente amanecer

Extraño todo de ti quien quiera que seas nombre incierto paradero desconocido rubia, morena alta y pequeña

Extraño conocerte                      extraña                          

[dave-alor]

Quiero ir a casa

Quiero ir a casa

a casa

al cuarto de arriba

a la cama junto a la ventana

a mis hermanos durmiendo 

a mi sábana vieja

a la cortina azul con “monitos”

a la brisa nocturna

al árbol que creció a mi lado

a mi ventana 

a mi cajonera

a mi espacio compartido

al baño sin puerta 

a la luz que se apaga temprano 

Pero más que todo eso

quiero ir a casa

a la casa gris

a las velas

a las luciérnagas 

a la mesa de plástico 

a mi silla en la bicicleta de papá

a la hamaca

al pecho de Lainol

a las palmadas en la espalda insomne

a la vocal de arrullo

a las caminatas largas

a sus hombros

a sus piernas

a la arena 

a la arena todos los días 

a la arena y mamá y papá 

a la arena y papá 

papá

[dave-alor]

Sólo quisiera dejar de pelear conmigo mismo.

@dave-alor

[dave-alor]

Hermanos

Hay dos sonrisas que ninguna mujer iguala. Son sonrisas hechas de mi propia sangre; de los días de mi niñez. Hay un amor puro que no necesita rosas ni palabras bonitas, ni noches de trova ni ataduras. Hay unos brazos que me abrazan el alma y lo harán hasta que ésta no habite más en mi cuerpo. Hay rizos y mechones que me miran hacia arriba y jamás hacia abajo. Son dos pares de piernas que caminan cerca pero con su propio rumbo y que al llegar a casa, iluminan mi existencia con sus historias prematuras. Mis pequeños. Mis bebés, aunque canas les salgan con el tiempo. Mis mejores amigos aunque no siempre compartamos nuestros interiores. Y es que no es sólo compartir la casa o los padres; es compartir un mismo amor con todo y carencias.

Pasarán las personas pero nuestro amor no pasará. Pasarán los años y pasaremos juntos sin importar la distancia o las mujercitas o los sueños de cada quién. Pasarán nuestros padres pero nosotros seguiremos ahí; dispuestos a compartir las tardes de nuestros ocasos. Pasaremos nosotros y nuestros pequeños conservarán nuestro amor; genuino e incondicional.

Hay dos sonrisas que nacieron después de mí y que le pido a Dios, no se vayan antes. Y aunque sé que algún día todos nos iremos; quien sea que habite nuestra casa escuchará las ocurrencias de Oscar y sus carcajadas burlonas; la sonrisa ancha de Manuel y sus ojos comprensibles. Nos iremos algún día y algún joven triste recibirá sus besos de buenas noches y los “te quiero Babi”; recibirá el regalo que yo recibí hace años, recibirá la vida misma.

[dave-alor]

Hoy estoy dispuesto a derrumbarme; se siente mejor que huir.

Pero, ¡qué daría por derrumbarme en tu cama! y despertar con el sol de tu mirada.

[dave-alor]

Eres mi sombra

Hoy decidí substituir los escapes nocturnos por puñados de palabras para tí. Y aunque no pienso que lleguen a su destinatario, las escribiré como tal.

Quiero detenerme. No me esposible seguir escapando de tu sombra pegada a la mía; si es preciso que me devore. Quiero ser devorado esta noche por el vacío de tu brillo recién consumido. Quiero que seas agujero negro y me absorbas de tal manera que ni la luz escape. Prefiero sepultarme en tu agujero de gusano a sentir desde que despierto hasta que me desvelo la presión intensa de tu fenómeno astronómico.

Ayer leí que no podías dejar de llorar por las noches; de esperar despierta hasta la madrugada por un mensaje mío. Que bien lo tienes eso de llorar y odiarme. Yo no; te envidio. He corrido demasiado tiempo que ya no sé cómo detenerme.

Ayer te escribí después de huir tantos días de tu sombra aferrada a la mía. Esa sombra a la que me entrego esta noche para ser consumido por ella. Devórame todito. Suérgeme en el dolor de una vez por todas; ya no soporto tu presencia difusa. Destrúyeme.

Ayer te escribí para dejar de huir de tu ausencia; te escribí para que no te olvides de mí y sepas que no te dejo de amar. Que ninguna piel da el calor de la tuya da. Que los labios que he probado en estos días son como besar muñecas sexuales importadas de china. Que cada gota de Clonzepan, cada cigarrillo y cada trago, son un analgésico para superar este síndrome de abstinencia de tí y tu amor y tus manos perfectas y tus pies de niña, tu cara adormilada por las mañana, tus brazos de mar, tus pequeños labios y tu entrega en la cama. Es que no logro dejar de pensar en tu sombra cuando otros brazos me abrazan y en tus besos cuando manos extrañas me atraen a sus labios. Y es que nada suplanta tu rostro sobre mi brazo izquierdo, tus labios cerca de mi corazón, tus ojos cerrados con paz y tus piernas dobladas como feto mientras te cubro con mis alas de ternura.. es que no pudo acariciar los mechones de ninguna otra, ni mi alma descanza en cuerpos que me repugnan después de unos minutos.

Hoy estoy dispuesto a derrumbarme; se siente mejor que huir. Pero, ¡qué daría por derrumbarme en tu cama! y despertar con el sol de tu mirada.

[dave-alor]

Mañanas solitarias

Hay un dolor que persigue y persigue. Como en las pesadillas donde corro con miedo paranoico. Es un dolor del alma que corrompe como chapopote cada fibra de vida en mi ser. Es el placer de verse caer como espiral en un vacío ininterrumpido.

El abandono es algo constante en mis mañanas. ¿Será porque mi madre dormía conmigo siempre? Si abro los ojos y solo está mi presencia; el vacío y la soledad se hacen notorios. Por no hablar de la intensidad de la depresión.

[dave-alor]

Privación y ansiedad

¿Alguna vez has sentido que no tienes más espacio para respirar? Esos días son los que más disparan mi ansiedad; mi modo evitativo. Pareciera que todo está bien, pero la realidad es que me estoy desaciendo en pedazos y lo único que queda vivo es un corazón semi-vacío y amarrado con un nudo al estómago. En días me la paso corriendo de la levedad de mi ser, escapando, colgandome de retazos de humo con nicotina, volviéndome sismo errante.

Y la verdad es que no hay escape. Cada fuga resulta en síntomas peores. Vacíos de muerte, dolores de vida.

[dave-alor]

Adicto

Lo más difícil de terminar una relación es el síndrome de abstinencia. En esos momentos, el corazón palpita más fuerte de lo normal, como queriendo escapar del cuerpo que lo puso en esa situación. Así comienza su estrategia.

Después de agitarse, se vuelve así mismo más pesado, como gritando que te atrevas a vaciarlo de la basura que le metiste en el pasado. Tan grande es el peso, que cuando intentas hablar, sale agua en lugar de aire y bofetadas en vez de signos.

Posteriormente se vacía por completo; tan ligero que apenas te das cuenta de su existencia. La levedad se hace presente y trae consigo la desesperación y el miedo de haber perdido el alma, que aún sin saber dónde se encuentra, el corazón baila a su compás para hacernos sentir el doloroso vacío, presente como eco de casa abandonada y en cada paso, cómo campana dominical.

Entonces piensas (ingenuamente) que lo que sientes, seguramente se debe a que tu corazón no ha comido; lo alimentas con lo primero que encuentras y le das de beber raros inventos de mixología que no hacen mas que resaltar el desasosiego.

Como cualquier adicción, la única solución es desintoxicar. Pero cuidado con las drogas disponibles en el mercado, no sea que encuentres otra y reinicies el ciclo sin sanar lo que te llevó a terminar la última vez. Que difícil es terminar una relación. Que difícil es sanar esta adicción.

[dave-alor]

Levanta el rostro

Me siento deprimido, con un dolor en el alma, en el pecho. Con unas ansias de desaparecer. Siento un dolor en mi ser. Pienso en ella y en qué estará haciendo y con quién, más que nada. Siento un sutil vacío calando mi corazón de adentro hacia afuera.

Esquemas. No lo sé. Abandono y privación al mismo tiempo probablemente. Me siento solo en el mundo, desde hace mucho que me siento así. Solo Dios me entiende y me comprende, me acepta como soy. Con el no tengo que fingir ni esforzarme en ser lo que no soy. El desastre qué hay en mí corazón, él lo conoce muy bien. Y aunque yo, en el impulso de mi enfermedad, me alejo de él, no me abandona y no deja de mover el mundo para alejarme del dolor y la autodestrucción; tendencia latente en mí.

Despierta. Me hace falta la ternura de mi padre. Me hace falta su compañía y su oído. No quiero que sea fuerte conmigo, solo quiero que me escuche y saber que esta ahí. No quiero que me diga duramente que me levante, solo que me abrace y me susurre que yo puedo y que en mi momento lo haré. No soy un adultito, deja de forzarme. Está bien sino me quieres cargar pero al menos toma mi mano y camina conmigo. Papá Dios, no te puedo concebir como mi amor, perdón pero no sé ser hijo. Soy un ausente por la ausencia de mi padre. Y al decir esto siento que sólo son pretextos. ¿Será porqué soy muy duro conmigo mismo? Tengo derecho a ser débil ¿no?

La verdad es que no estoy solo. Mi papá quisiera hacer mucho que no puede; yo sé que el quisiera amarme y darme ternura pero algo en su alma no le deja. Yo sé que que no decidió ser así, como yo tampoco lo hice. Sé que soy yo el que la mayoría de veces se aísla y no sabe recibir amor de las diferentes formas que cada quién aprendió a darlo. Tengo a mi madre y muchas personas que piden por mí, mi abuela, mi madrina, mi tía Sol, mi tía Inés y mis hermanos. Ah y mi tío Daniel. No es que esté solo, es que no aprendí a recibir amor.

Han estado ahí siempre desde que era niño. Recuerdo como mis tías me daban ternura, me llevaban a lugares que me hacían feliz. Me dicen Davidsín y me miran como aquel niño, a pesar de los años. Mis hermanos quisieran pasar más tiempo conmigo, lo noto al llegar a casa y en el beso de Manuel cuando se va a dormir. Mi padre siempre le pregunta y le pide a mi mamá que tenga el encuentro conmigo que él no puede. ¡Cómo quisiéramos amarnos más!

Por todo eso y más, aunque quisiera partirme en dos y tomar mi cabeza para ahogarme en el mar del abandono propio, hoy daré gracias por lo que me tocó vivir y me levantaré de esta silla de cafetería con la mente en alto y dispuesto a dar lo mejor de mí en mi día.

Hoy puedo cerrar los ojos y arrancarme una sonrisa desde lo más profundo, respirar la vida, disfrutar mi cigarrillo y ver a Jesús en el verde de las palmeras y en el azul del cielo despejado de hoy. Ver la nubes y descubrir que sus formas amorfas son bellas por eso, por no tener forma. Hoy cierro los ojos y me arranco una sonrisa, recuerdo a mi familia y sus actos de amor en mi vida y no fortalezco mi abandono y mi vacío.