"Una de las herramientas del guerrero espiritual es la retirada oportuna. "Runas. Carta trece
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Ella y la lavanda
Hoy soñé con ella;
con un barrio lleno de plantas de lavanda,
con sus flores violetas, su color favorito.
Las mirábamos por la ventana, con ella.
Mientras caía el sol del atardecer, todo se teñía de un violeta intenso,
su color favorito.
También estaba el, su amor infinito.
Los miré, los observé, disfruté tenerlos juntos otra vez.
Los escuché hablar, no sé bien qué decían, era mejor la imagen que el sonido.
Era mi momento favorito.
Era yo, adulta, pero en un instante de niña.
Ella lo miró, en su mirada estaba todo el amor del mundo, toda la paz que uno puede desear.
Me desperté.
Ojalá pudiera contárselo a el sin llorar.
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De la indiferencia a la acción
Propongo que por cada noticia negativa busquemos una noticia positiva. Hay muchas… pero estamos empeñados en ver solo lo malo, lo que está mal, lo que otros "hacen mal". Si pudiéramos hacer esto, todos seríamos un poco más optimistas, un poco menos grises, menos egoístas. Festejemos los triunfos, los logros ajenos, sin criticar destructivamente, alegando que hay algo oscuro detrás. Seamos generosos con la gente que nos rodea y con los que no conocemos. Dejemos de juzgar a las personas por su forma de vestir, por sus tatuajes, por la música que escuchan, su pasado, sus ideologías o creencias. Seamos receptivos cuando alguien quiere expresarnos lo que siente. Yo también me enojaba, me indignaba y criticaba, lo sigo haciendo a veces (no voy a ser hipócrita), tal vez por un legado colectivo, pero cada vez lo hago menos; porque aprendí que el cambio está en la acción, en ser más solidarios y más comprometidos con la sociedad en que vivimos, porque nosotros formamos la sociedad, y para cambiar algo que está mal hay que empezar por uno mismo y por mirar alrededor con compasión y no con destrucción. Vivimos una época de inmediatez y globalización de la comunicación; a veces es fácil opinar detrás de una pantalla y ajenos a los hechos por no estar de acuerdo con el Gobierno de turno; pero los derechos se consiguen y se mantienen con la movilización y la unión, con respeto y sin violencia. El sedentarismo intelectual y colectivo nos va a consumir cada vez más si mantenemos esa postura cómoda de culpar al otro. Juntémonos en una plaza, hablemos con un extraño, salgamos a la calle. Para construir una comunidad hay que comunicarse cara a cara, dialogar con respeto; cuestionemos, pero propongamos también, integremos al que está excluido, escuchémoslo… tal vez sus ideas difieren, pero nos complementan. Si queremos una sociedad mejor, tenemos que ser responsables con ella y comprometernos a cambiar olvidando el individualismo. Ejercitemos la solidaridad y la acción.
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Eslabones
Renunciar al control Saltar al vacío Lo que aprendí Lo desconocido Creatividad Transformación Cambios Ciclos Amar Odiar Lo simple Lo ambiguo La soledad La Traición Juzgar Jugar Vencer Llorar Caminar descalza Gritar Entregarse Soñar Derrumbarse Reinventarse
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Video
La sensación de despegar los pies del suelo y que el vaiven despierte al viento. La inquietud de abandonar lo seguro, segura de mi peso en el mundo, segura de que no me caigo... hacia atrás solo me impulso, para volar más alto... el miedo queda chiquito allá abajo, se termina rindiendo cuando ya no lo tocan mis pasos #volar #hamacarse #laVidaMisma #simplementeLibre #loMásSimpleDeLasCosas
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Elegir

Cuando descubrí que solo yo elijo mi camino.
Que tengo la habilidad para transformar cada momento,
fui libre de andar sola y a mi manera
de ser feliz cuando yo quiera!
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Entrevista a Rafael Courtoisie Por Eliana Fleitas (yo) “Dios no duerme la siesta... silva un tango por las calles despacio... y tiene miedo”

Nació en Montevideo en 1958. Es poeta, narrador, ensayista. Miembro de número de la Academia Nacional de Letras. Miembro correspondiente de la Real Academia Española.
Entre sus obras más destacadas, su antología “Tiranos temblad” obtuvo el Premio Internacional de Poesía José Lezama Lima (Cuba 2013).
Acaba de ganar el Premio Internacional Casa de América (Madrid) de Poesía por su libro “Parranda”(Editorial Visor, Madrid).
Ha obtenido, en diversas ocasiones, el Premio Bartolomé Hidalgo (Premio Nacional de la Crítica, Uruguay) tanto en Narrativa como en Poesía.
Ha sido Profesor de Literatura Iberoamericana y Teoría Literaria en el Centro de Formación de Profesores del Uruguay, de Narrativa y Guión Cinematográfico en la Universidad Católica del Uruguay y en la Escuela de Cine del Uruguay. Ha sido Profesor Invitado en Florida State University (Estados Unidos), Cincinnati University (Estados Unidos), Birmingham University (Inglaterra) y la Universidad Nacional de Colombia, entre otras.
El 25 de febrero de 2015 publicó su más reciente trabajo “La novela del cuerpo”, una novela dinámica cuyo protagonista es el cuerpo y en la que confluyen la reflexión, la poesía y la narración con relatos colmados de humor. Ésta ha tenido una enorme repercusión en el público y en los medios.
En su casa ocupada por libros y cuadros de las portadas de sus publicaciones y donde también dicta un taller de escritura, nos recibe una hora antes de que comience su clase y con generosidad nos cuenta un poco de su vida.
¿ Cómo fue su comienzo en el universo literario?
Desde antes de la adolescencia, te diría, mi contacto fue con la narrativa primero y con la poesía después, una cosa que es paradójica, en general uno entra en contacto más con la poesía. Me interesó el tema de la expresión con la palabra , me di cuenta que eso no era sólo la expresión creativa y estética con la literatura , en todas sus formas (ensayo poesía narrativa) sino que la articulación en el lenguaje hablado en el ser humano es realmente lo que te permite, no sólo entrar en comunicación y en diálogo, sino que te permite elaborar pensamiento, y en ese sentido (bueno...) desde muy temprano, intuitivamente me acerqué más también a la práctica con la palabra , a la articulación de discurso en el sentido genérico.
Después descubrí la poesía... a los 8-9 años yo ya leía, me gustaba mucho!, como todos los chicos leer cuestiones de aventuras. En aquella época heredé los libros de mi padre que ya eran vetustos digamos... Julio Verne, Emilio Salgari... tenían todo el mundo de aventuras, digamos, de la modernidad (estamos hablando del siglo XX).
Tener una biblioteca en casa es como tener... bueno ahora como tener internet en el sentido de que te pones en contacto. Claro ahora es infinito, en ese momento era finito. Pero para un chico de 8-9 años tener libros desde Balzac hasta Marcel Proust los franceses sobre todo que leían mi madre y mi padre... tenía una biblioteca multilingüe.
Tuve acceso a un universo literario muy temprano y también a un universo de pensamiento, desde existencialistas cristianos, hasta existencialistas natos como Jean-Paul Sartre, como algunos pensadores franceses...y todo eso me estimuló mucho.
¿Qué es la poesía?
Bueno... dificilísimo de definir... porque hay muchísimas definiciones de poesía,
dadas por poetas que responden a su propia corriente. El famoso “Poesía eres tú” de Gustavo Adolfo Bécquer tiene que ver justamente con una subjetividad radical del romanticismo becqueriano, José Lezama Lima (poeta neobarroco cubano) a quién admiro muchísimo, un gran maestro... decía: “La poesía es un caracol nocturno en un rectángulo de agua”... esa definición obviamente no es racional, pero da una referencia. Ahí el lenguaje trabaja en su función referencial respecto a una imagen extraña, un caracol, algo vivo, algo orgánico, en un rectángulo de agua, la palabra rectángulo allí le da ese contraste de geometría con el caracol que son formas curvas y orgánicas.
Para mi la poesía es todo eso, tanto lo de Becquer como lo de Lezama Lima y tiene que ver sí con un modo de vivir, hay una práctica vital de la poesía que cuesta mucho porque éste es un mundo donde hay ciertos elementos y procedimientos poéticos al servicio, por ejemplo, de la comunicación publicitaria, sin duda lo hay... y en algunos discursos elaborados pero cuya finalidad es promover un bien, un producto.
La poesía como tal es una actitud de vida, una actitud de reflexión y contemplación.
Es por un lado una forma práctica de vivir, yo creo que Emily Dickinson (poeta norteamericana) vivía de un modo poético, al hacer un apple pie (pastel de manzana) lo hacía como un gesto poiético y la huella de ese acto, de esa actitud de esa vivencia está en muchos de sus poemas.
Ese acto contemplativo de lo que te rodea, es un acto cognitivo, entonces para mi la poesía es potencialmente un acto cognitivo pero que además tiene un status estético, en el sentido que da goce, placer, que transmite algo que no es utilitario (digamos...) en términos lingüísticos referenciales. Yo te digo: acá está ésta silla, sentate. Te estoy dando una referencia y algo práctico; ahora si yo te digo: esta silla... con su lomo a rayas marrón... que asemeja la montura de un animal manso que lo va a soportar con sus cuatro patas... bueno, ahí hay una mirada poética que no está desvirtuando la objetividad de la silla, la está mirando de otro modo, la está resignificando... y te doy ese ejemplo porque me parece que esa actitud poética va más allá de escribir un libro de poesía o tener un blog, escribir una letra de una canción o hacer un ensayo.
¿Ser poeta es un don, o es el resultado del ejercicio de escribir?
Antes creía que no, que no había ningún don, que era simplemente el trabajo.
Lo que pasa que para encarar el trabajo poético, me parece que uno recibe algo.
Don, no en el sentido interior, que uno lo tenga entonces es superior o es distinto a los demás. Yo creo que uno recibe algo... tiene un deslumbramiento, una revelación, hay una epifanía (para utilizar una palabra muy bíblica)... y ese descubrimiento solamente se hace poesía con la práctica, con el trabajo, con el elegir (esta vía sí, esta vía no) y sobre todo con descubrir hasta qué punto uno puede tener un decir, una personalidad poética propia.
El don de mirar con poesía las cosas o vivir poéticamente, pero si ese don no lo explotas es como el que tiene condiciones para correr una maratón pero no se entrena... o el que tiene condiciones para pintar y le salen con facilidad los dibujos pero no va explorando ese decir de una manera pasional, con el pathos, es decir, no empatiza... el que no se funde con eso no llega a ese status de arte que tiene la poesía.
Entonces es un don, al que hay que sumarle esa vocación, ese empeño.
¿La temática de sus poemas es algo que surge o que se propone?
Eso fue variando mucho con el tiempo... yo en la adolescencia tuve una primera
etapa donde escribía poemas amorosos y tal... porque descubrí una utilidad enorme y práctica de la poesía... uno podía conquistar (eran otras épocas, pero yo creo que ahora todavía se puede) una chica, conquistar o tener una aproximación, decirle ciertas cosas mediante la poesía que de pronto no se las decís en una charla... y entonces sentí un poder en el discurso (como diría Foucault), o sea, yo podía articular elementos que eran palabras, y darles una forma que llegaban al otro y lo hacían cambiar, lo hacían acercarse. Ya en la temprana adolescencia yo tuve un rechazo por lo sentimental y también la formación científica me hizo buscar una poesía muy despojada de un yo, una poesía que eliminara las autoreferencias, los posesivos (yo, nuestro, mi) y que buscara, no digo una objetividad, buscar un lenguaje de otro modo para descubrir cosas nuevas. Después, redescubrí esa etapa de emocionalidad de lo poético, me parece muy válido, o sea, hice como una vuelta.
Y los temas van surgiendo, en mi caso, sobre todo de la observación de un mundo y del descubrimiento de ese mundo, saliendo del lugar común en el que la sociedad lo plantea. Uno va a la feria, va al supermercado y las manzanas son manzanas y hay seis en una bolsita y valen tanto. Bueno... ver en esa manzana un universo mágico, un universo bello, que puede tener además una contracara, lo feo, que es el gusanito que la devora por adentro, pero al mismo tiempo sentir que esa manzana representa muchísimas cosas... está en relación con el pecado. En ningún lugar de la Biblia habla de una manzana; habla de la fruta del bien y del mal, pero está en relación con la tentación, está en relación con el placer que es una de las fuerzas que te mueven como ser humano... y ese descubrimiento en los objetos, de esas otras dimensiones, que no pasa por personalizarlos sino por recrearlo... es como me surgen los temas... yo puedo un día ver una taza de café y descubrir en ella que hay algo más, que va más allá de lo simple, puro, pragmático y capitalista salvaje.
También me propongo muchas veces escribir cierto ensayo de una manera reflexiva y veo que me sale una forma muy poética, o sea, reflexiono pero poéticamente.
Otras veces creo que es verdad lo que dicen muchos poetas (no es mío original), “el tema e elige a ti”, tenés que tener cierta sensibilidad... yo creo que cuando uno está despierto, los temas te aparecen y te eligen a vos y a veces te siguen durante años y no les das formulación concreta, escritura concreta, pero llega un momento que sí se la das.
¿Recuerda el primer poema que escribió?
No el primero que escribí, pero sí el primero que publiqué.
En el año setenta y seis, un año muy difícil para éste país... se publicó una antología que se llamaba “Los más jóvenes poetas”... yo recién estaba por cumplir los dieciocho años cuando me incluyeron... pero ya a los quince años tenía un libro armado, un pequeño libro de poesía que se llamaba “Contrabando de auroras” y el primer poema de ese libro dice: “Dios no duerme la siesta... silva un tango por las calles despacio... y tiene miedo”.
Son tres versos que tenían que ver con la época que vivíamos... y eso tan amplio, tan abstracto asociado a lo sacramental que es un Dios pero puesto en lo cotidiano... un Dios que tiene miedo es un Dios humano...
¿Por qué escribir poemas?
Mirá... desde el punto de vista práctico, digamos de ganarse la vida o de negocio, obviamente es un pésimo negocio, o es un trabajo notable pero que no tiene una recompensa en dinero, pero sí tiene una recompensa enorme en términos de satisfacción, de gratificación y de comunicación.
La poesía es un género que ha devenido en este fin de siglo XX e inicio del XXI (que ya está bastante avanzado)... un género de culto para pocos, pero sin embargo se lee muchísima poesía, no se compran ni se venden muchos libros porque hay un prejuicio respecto al objeto libro de poesía... pero por otro lado es un elemento de comunicación enorme, y es un elemento de descubrimiento del otro y de autodescubrimiento.
Evidentemente uno tiene que buscarse varios oficios... en mi caso he tenido la suerte de tener cierta capacidad docente y puedo dar una clase de matemática o una clase de teoría literaria y eso, bueno... me ha permitido vivir, sobrevivir, ser invitado en distintos lugares... pero en el fondo, sin la poesía tal vez no hubiera tenido el entusiasmo, el impulso vital.
Por qué escribir poemas? Bueno, para alimentar ese impulso vital, para buscar algo que te conecta de un modo más profundo que una simple vinculación pragmática. Y esa vinculación la podes tener con el otro, con tu par, con tu prójimo, con el ser humano y la podes tener también con los objetos.
¿Tiene otra profesión además de las Letras?
Si. Cuando llegó el momento de elegir una carrera, a mi me gustaban mucho las ciencias que se llaman exactas y que yo creo que ese adjetivo es un poquitito problemático... porque son tan humanas como la literatura, la filosofía... sino parece que están las ciencias inhumanas y las humanas. Todas son parte, digamos, de un cultivo y un trabajo sobre una parcela del saber...
Pero me interesaba la matemática, la física, la química... entonces a la hora de elegir una formación académica ya superior, digamos, universitaria , era momento ya de dictadura, entonces pensé que si hacía humanidades o letras o filosofía (que era lo que pensaba), en ese momento no iba a ser una buena elección por las condiciones epocales del país.
Entonces decidí hacer Química, ingeniería química, estudiar también una parte de la carrera de bioquímica y biología.
Ya tenía las letras como una vocación muy firme, como una expresión de una interioridad que no sólo pasaba por lo racional.
¿La combinación de la ciencia y la poesía le da un equilibrio?
Yo creo que he logrado equilibrarlas y me ha dado mucho la lectura y el ejercicio de la ciencia, porque me di cuenta que mi vida no era pasar en un laboratorio 8 horas haciendo siempre todos los días los mismos análisis... en todo caso me hubiera dedicado a la investigación, que es proponerse algo, descubrirlo y hacer una hipótesis, es decir, implica mucha reflexión pero implica una disciplina también muy rutinaria. La poesía es muy poco rutinaria aunque la disciplina sea férrea. Y la ciencia lo que me ha dado es la posibilidad de implementar una disciplina de observación y también de pensamiento. Entonces, sí creo que en parte las he equilibrado... cuando no se equilibran me doy cuenta porque... bueno... o me voy mucho para algo, no sensible, sino sensiblero o me voy para algo muy árido... y ahí me doy cuenta que ciertas formulaciones de ciencia están pesando demasiado. Cuando estás en el punto medio te das cuenta porque logras la comunicación.
¿Ha sido premiado por sus obras?
Sí, afortunadamente. El tema de los premios tiene que ver con un poco de suerte
pero también tiene que ver con la disciplina de armar un libro para un concurso.
Un concurso te sirve, sobre todo, para tener esa visión global de lo que querés decir.
En el noventa y cuatro obtuve un premio muy importante en España, el premio Loewe que es de los más importantes porque concursa todo aquel que habla español sea del país que sea, y es un premio muy codiciado en España mismo.
En 2013 Casa de las Américas de Cuba me dio el premio José Lezama Lima a la trayectoria. El año pasado concurse y gané con el libro “Parranda” (editado por Visor) el premio “Casa América de poesía” dado por el gobierno Español a través de la institución Casa América. Los premios son un estímulo pero cuando uno no los gana hay que pensar que hay ciertos factores que hacen que un premio se gane o no se gane.
También he sido jurado en muchos premios juveniles y he descubierto gente valiosísima y que me confirma que esos jóvenes que nacieron prácticamente en este siglo, encuentran en la poesía esa esencialidad, ese modo de vivir, ese modo de crear y de comunicar.
¿Cómo es ser jurado?
Es tremendo! Porque hay que leer mucho, hay que descartar... en poesía hay
cosas sublimes y hay cosas lamentables (esa es la verdad). Entonces hay que tener mucha honestidad, primero para descartar todo lo que uno sabe que no puede ganar de ninguna manera... y después, dentro de lo que puede ganar , de lo que tiene un gran nivel de expresión, hay que tener la honestidad de no atarse a lo que a uno sólo le gusta, sino, a la variedad posible de expresiones... postsurealista, realistas... porque los 10 o 5 que quedan seleccionados como finalistas pueden ser muy buenos pero en el arte no hay competición, entonces uno debe tener la capacidad crítica, ser lo más objetivo posible como para juzgar el más completo dentro de su propuesta.
O sea... ser jurado es una tarea mucho más dura de lo que la gente piensa y en poesía además se presentan muchísimos, en narrativa también pero no tanto y el ejercicio es leer más, o sea, leer más en el sentido que cada libro es más grande. En ensayo, que es pensamiento, es donde menos se presentan. He sido jurado de las tres categorías, igual me sigue gustando mucho jurar en poesía porque es un modo también, de tener un panorama muy completo de lo que se está haciendo.
He sido jurado en Ecuador, Colombia... te da la posibilidad de decir, bueno, qué se está haciendo en este país?, los jóvenes, los menos jóvenes, los consagrados... y lo mismo en Uruguay... Es una fuente de intercambio.
¿Qué significa para usted ser reconocido internacionalmente?
El gran tema de la época que estamos viviendo tiene que ver con lo que
Mac Luhan llamaba “ La aldea global”...
El reconocimiento internacional siempre fue importante y siempre, de algún modo, lo buscaron los artistas de todo tipo, pintores, músicos, poetas, narradores...
En este momento el reconocimiento yo te diría que es esencial porque se produce una enorme tensión con lo local, si uno quiere destacar absolutamente en Uruguay no es nada difícil, en el sentido que, bueno... es un país pequeño. Te da la pauta que estás haciendo algo en sintonía con esa comunidad global, que tiene distintos caracteres pero que en definitiva, mucho de la cultura que vivimos, es una cultura global y a su vez seguís potenciando a tus raíces, a Líber Falco, a los poetas uruguayos, a los poetas del novecientos, Herrera y Reissig, Delmira Agustini... entonces sentir que a través de uno eso se reconoce en la globalidad, es un estímulo grande, lo que también es un peligro... el peligro del ego... el ego es el peor enemigo del poeta y tal vez del creador.
¿Cuál es el crítico más riguroso?
Con respecto a mi hacer poético me importa el lector, los lectores en general... y me importo yo como crítico. Me importa más mi crítica que la de un jurado o la de un crítico profesional, lo que no quiere decir que no lo atienda o que no “pesque” algo muy interesante de ese crítico profesional. Pero en general los lectores son subestimados, y los lectores tienen un enorme olfato para descubrir. También si no tienen la posibilidad de acceder a los libros, bueno... consumen lo que se les da.
En la poesía hay como escalones de profundidad de lo más volatinero, que se parece a una canción y uno se aprende de memoria... hasta lo más profundo y que es, casi el contacto con el silencio. Entonces uno no puede pretender que eso más profundo que es casi el contacto con el silencio se venda en todos lados y en todo el mundo.
¿Ha recibido críticas negativas?
Sí. He tenido mucha suerte la verdad... porque alguna hay siempre... si todo el
mundo te elogia unánimemente, desconfiá, hay algo malo.
He recibido, sí, de todo tipo... sumamente positivas, positivas con alguna observación y alguna negativa, que entendida en su contexto, me parece que hacen un poco de bien porque te dicen... bueno... pensá de vuelta estas cosas... hasta qué punto también hay una cuestión de mensaje, hasta que punto también el ejercicio crítico es un ejercicio político, en un sentido grande de polis, no en un sentido ideológico ( no?)
¿Cuál considera que es su obra más importante?
Es muy difícil plantearlo... yo te diría dos libros que son de poesía y están editados
por la misma editorial, uno es “Estado sólido” que fue el que tuvo el premio Visor en el año noventa y cuatro. Es un libro que yo creo que es muy coherente, es un libro complejo, pero al mismo tiempo,se dejó leer, o sea, tuvo mucho éxito, en un sentido griego de la palabra, mucha salida. Y éste último, o sea, último en el sentido del más reciente (nunca hay que decir último porque te morís)... “Parranda”... en “Parranda” me parece que logré algo que es más personal y soltarme más, invitar a cualquier lector (aunque no lea poesía) a la fiesta...
Te menciono de poesía... si te mencionara de narrativa es mucho más difícil, yo he escrito varias novelas... pero es muy difícil elegir... cada una tiene sus pautas, su estructura, su dinámica.
“Parranda” es como una consecuencia de “Estado sólido”, en el sentido que años después de sacar un premio en España, que es publicado por la misma editorial, que es muy bien recibido y no te estoy hablando sólo por las buenas críticas (que son todas buenas no ha habido ni un “palo”) sino por los lectores en esta época de aldea global... me ha llegado por facebook, tweeter, averiguan el mail...me han llegado lectores de muchos lugares... algo que no es un elogio y que es el sentido de que se comunicó, que participaron de la fiesta que el libro les proponía.
¿Su poema favorito?
Bueno no mío, de Cesar Vallejo, que es un referente importantísimo para mí... es uno de los poetas más grandes de la historia en varias lenguas (él escribió en español).
Es uno de los poemas de “Trilce” que habla de una cena a la que le invitó un amigo... y termina diciendo: “y el sírvete materno no sale de la tumba... la cocina a oscuras...la miseria de amor...” ese poema me toca muchísimo. Otro de Vallejo es “Los heraldos negros”, ese que dice: “Hay golpes en la vida tan fuertes... yo no se...golpes como el odio de Dios... como si ante ellos la resaca de todo lo sufrido, se empozara en el alma... yo no se...”, este poema, que es muy conocido es un poema que me marcó... junto con el otro.
¿Tiene un nuevo proyecto en el futuro cercano?
Tengo un proyecto novelístico poético y tengo en el “cajón” un libro de poesía
bastante grande, diferente. Probé otras formas y en esas formas encontré una cohesión...
No puedo decir títulos porque (viste) los títulos van en el aire... uno los puede secar...
Pero... también tengo proyectos narrativos. He encontrado una manera de trabajar la novela y dentro de la novela ser muy fiel a la poesía, o sea, no decir esto por un lado es narrativa y esto es poesía pura. He encontrado una forma que me satisface mucho porque entiendo que sí, que es un estilo propio y que ese estilo está siendo aceptado.
Con “La novela del cuerpo” ha pasado eso; porque es una novela que no es que tenga (como quiere la industria) un personaje, que le pasan cosas, que es un personaje humano, bueno no, el personaje es el cuerpo y el cuerpo está en vos, está en mí, esta en todo el mundo... entonces que el personaje sea el cuerpo y la idea de que ese cuerpo se puede cambiar, es lo que le da una dinámica muy especial, con mucho humor...
Y me ha asombrado la enorme repercusión que ha tenido sobre todo en la gente. Por supuesto estoy muy contento con los medios porque he tenido una repercusión como pocas veces. Pero a nivel de la gente que me manda mensajes en el facebook, que saca la foto del libro y la publica, que me dicen: “lo volví a leer”... Es ese apoyo, ese reconocimiento que me parece que es muy importante para mi porque ha sido también como la afirmación de que no era un mal camino el que tomé cuando lo armé... y hay que atreverse en arte a decir, por más que a mí me pidan que haga una novela común y corriente o una novela con personajes estándar, como dice la receta... uno tiene que atreverse a hacer una novela como uno quiere siempre que sea... expresiva, y que logre llegar al otro.
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Con los cinco sentidos

Los sentidos son generadores de sensaciones y éstas son las piezas que componen el puzzle de nuestra existencia.
¿Quién no tuvo la sensación de volver a vivir algo del pasado?
Al oler una flor o un perfume; al tocar una tela, el pasto o la arena; al escuchar una canción, o al viento mover las hojas de los árboles; al ver una puesta de sol o un paisaje; al tomar una bebida o degustar una comida.
Son percepciones, piezas que van quedando en la memoria para componer nuestros sentidos.
Por eso la ropa que usamos, nuestro perfume, nuestra canción favorita, nuestro lugar preferido y una comida o bebida especial dicen tanto de nosotros.
La vista, el tacto, el olfato, el oído y el gusto... están ahí y nos emocionan, nos transportan.
En éstos tiempos en los que vivimos a alta velocidad nos “olvidamos” de sentir.
¿Cómo es ésto posible?
Bueno, es que en realidad nos olvidamos de disfrutar sentir. Porque estamos apurados, preocupados, ocupados, porque no disfrutamos de lo simple de la vida.
La “rutina” no es más que para quien permite que todos sus días sean iguales, y no se dan cuenta que, a veces, tan sólo un giro en la mirada, puede cambiarlo todo.
Dicen que cuando perdemos uno de nuestros sentidos, el resto se agudiza.
Hace años en una clase hicimos esa experiencia.
Cada uno llevó algún elemento, arena, piedras, caracoles, frutas, cremas, ingredientes, papel, aromas, vreduras, salsas... algunos se encargaron de armar la mesa con todos los elementos, mientras otros afuera nos preparabamos para la experiencia.
Primero nos vendamos los ojos y usamos el tacto tratando de descubrir los elementos que había sobre la mesa. Usamos el oído, con los ojos aún vendados, sonaba una cinta con diferentes sonidos, derepente algo se caía o alguien golpeaba fuerte sus manos o arrugaba un papel. Probamos con el gusto: dulce, salado, amargo, agrio, algo fresco, algo caliente, hasta gustos que no conocíamos. El olfato nos llevó por verdes praderas, mercados de frutas y por alguna calle parisina. Para finalizar sacamos las vendas de nuestros ojos y pudimos ver las cosas que activaron nuestros sentidos y miramos algunas fotografías asociandolas con los olres, con el gusto, con lo que oímos, con lo que tocamos.
Normalmente usamos la vista para elgir las cosas que nos gustan sin saber que todos nuestros sentidos pueden participar en esa elección.
Si aprendemos a usar juntos todos nuestros sentidos, lo cotidiano, como por ejemplo ir al mercado de frutas y verduras, puede volverse maravilloso. Descubriríamos que hay muchas cosas nuevas dentro de lo que hacemos todos los días.
Para comenzar les recomiendo una buena comida, desde su elaboración, la preparación del ambiente, y hasta el último bocado... con los cinco sentidos.
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Agua de vida

Si me hundo contigo
quién me asegura que el abismo
será mejor que el dolor
Te ahogaste en el mar entre las rocas
y perdiste la razón
cómo evitar que me arrastres a tu cielo turbio lleno de rencor
cómo evitar heredar tu maldición
Si vuelo en mi cielo
me caigo en tu desvelo
Si quiero ser libre
me cortas el vuelo
Me quedo en silencio
a ver qué resuelvo
y la plegaria de tu discordia
me aturde de nuevo
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Cliché

Caminemos bajo la lluvia, lento
dejemos que el agua corra
mojando nuestros cuerpos perfectos.
Hagamos de las gotas cristal
y de los truenos canción
rozando el suelo débil de la pasión
Caminemos con los pies descalzos
y el corazón descubierto
con los ojos bendados.
Ridículos son los que no bailan bajo el sol
el viento es tan tibio cuando se oculta
y si acaso el agua se hace vapor
dejemos en la orilla nuestras culpas.
Caminemos sin perder de vista el horizonte
Caminemos los sueños
detengamos el tiempo
hagamos de la esperanza un hecho
de las lágrimas lluvia
y del amor un juego.
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Los extremos de la música Crónica- Diciembre 2014 Por Eliana Fleitas

La popular banda española de rock, Extremoduro se presentó en el escenario del Teatro de Verano de Montevideo el pasado 2 de diciembre.
Su líder “Robe” Iniesta en voz y guitarra, Iñaki Antón en guitarra, Miguel Colino en el bajo y José Ignacio Cantera en la batería, hicieron emocionar a los centenares de personas que agotaron las entradas para vivir una noche de rebeldía y rock al límite.
A las 21:15 comenzaron a sonar los primeros acordes, rozando el Blues, mientras los focos de luz reflejaban la lluvia. Detrás de estos Iñaki con su guitarra creaban la escena ideal para que Robe se hiciera presente en el escenario.
Cuando las notas de las guitarras sonaron conocidas, entre gritos y aplausos el público comenzó a entonar la melodía de “Prometeo”, el tema que abre el concierto.
Personal de seguridad y vallas en la cima de las canteras, intentaban impedir que los fanáticos que quedaron fuera del teatro se lanzaran canteras abajo hacia las gradas, mientras en las mismas ya empezaba a sentirse el entusiasmo de espectadores de todas las edades pero que en su mayoría rondaba los 30 años.
“Standby”, el segundo tema, pasó desapercibido, pero “Salir” hizo la diferencia con una introducción del teclado que casi peca de dulce contrastando con la letra y la dureza de la canción, pero denotando el mensaje poético que esconden con su rock extremo.
Alrededor de las 22 horas la lluvia comienza a caer más fuerte y parece que esto motiva a los presentes que no paran de saltar y cantar. Y como si estuviese guionado, con “Dulce introducción al caos”, comenzó a rodar por las canteras una multitud que logró sortear los chapones y el personal de seguridad, resbalando por el pasto y el barro, lograron llegar a las gradas y mezclarse entre el resto de los espectadores. Para los que estaban en la platea alta, la canción se vio opacada por este hecho. Al término de la misma la banda hizo un receso de 20 minutos y al volver al escenario, tocaron los temas más populares de su repertorio como “Golfa”, “Ama, ama y ensancha el alma”, “Jesucristo García”, “Segundo movimiento”, “Puta”, “De acero”.
A las 23 horas el cantante pidió al público que apagaran los móviles, estuvieran atentos y no filmaran porque lo que venía era un tema inédito y que al final de la gira publicarían en su sitio web la mejor versión del mismo. El público acató con respeto y aplausos, los celulares se apagaron, y los oídos se prestaron a escuchar “Experiencias de un batracio”. Tras una introducción de Robe reflexiva e irónica (como es su estilo), comienza la canción, tierna y casi infantil que logró paralizar por siete minutos a los presentes y llegar al momento más sublime de la noche.
Luego de casi tres horas de show la banda se despide durante 14 minutos, con melodías encadenadas, los músicos lucieron su destreza y sus dotes de coordinación de movimientos que hicieron divertir a la gente que los ovacionaba y no paraba de pedir “una más”.
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Infancia, divino tesoro
Tenemos que enseñarles que lo importante de la vida es vivirla con todos los momentos que nos ofrece, que el camino lo hace uno con sus defectos y sus virtudes y que cada uno elige el suyo. Que si se equivoca siempre hay una bifurcación para intentarlo de nuevo. Que un error no es definitivo. Tenemos que enseñarles que el dolor es parte del camino, que es parte de crecer, que de todo se aprende y que siempre resurgimos. Tenemos que enseñarles que las relaciones humanas son simples cuando respetamos nuestros valores y los valores de los otros, que todos somos diferentes y que cuando alguien no nos entiende,a veces tan solo es porque es diferente. Que los tiempos de cada persona no son iguales, ni las formas de expresarse. Que lo más importante es quererse uno mismo, que eso no es egoísmo, que es la manera de hacer lo correcto para uno y por consecuencia para los demás. Tenemos que enseñarles que nadie va a resolver las cosas que solo nosotros podemos resolver. Que el silencio no vale más que mil palabras cuando a veces estas son importantes para entendernos. Que entre un SI y un NO hay un mundo de oportunidades y que está bien decir No cuando no queremos algo. Tenemos que enseñarles que el miedo no es sinónimo de serenidad, porque si no arriesgamos nunca sabremos si algo es posible, que podemos sentirlo pero que lo importante es superarlo. Tenemos que enseñarles que la felicidad y el amor están dentro nuestro, que la esencia los va a guiar a sus sueños, que los sueños no hay que perderlos, que conformarse es dejarse vencer. Que el amor trae felicidad pero no depende de quien tengamos al lado sino de que podamos amarnos a nosotros mismos. Tenemos que enseñarles que decir lo que sentimos no nos hace vulnerables y que callar no nos hace más fuertes. Y tantas cosas más que nosostros aún no hemos aprendido... Tenemos que enseñarles que hay cosas que no podemos enseñarles y que está en ellos aprender de cada experiencia, el ser ellos mismos, libres, inquietos, curiosos, auténticos, sensibles y un poco ingenuos. Y sobre todo que está en ellos y nada más que en ellos el poder ser feliz. Y nosotros tenemos tanto que aprender de ellos!... #niñosFelices #adultosFelices
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Breve descripción de mi misma
No mido más de un metro sesenta, En la escuela nunca fui la última de la fila Mis muecas me delatan si mi paciencia se termina. Soy taurina, un poco terca, Ansiosa, soñadora y genuina. Nací con la democracia Y a esta altura de mi vida, pocas cosas me intimidan. Fácilmente me sonrojo si me halagan o me enojo; Y aunque un poco caprichosa, Reconozco si me equivoco. Tengo la nariz grande y no es por mentirosa, La heredé de mi padre. Mi familia no es numerosa. Tengo una hermana mayor, Cuatro perros y algunas plantas. La música me inspira, Y las malas lenguas no me espantan. Duermo mucho si me dejan Y hago caso a las moralejas. Tuve una infancia feliz Y nunca comí perdiz. No me gusta cumplir años, Ni la Navidad, ni los engaños. Y como crecí libre No soy la oveja negra del rebaño. Esta breve descripción finalizo, Espero me hayas entendido, Si no mirame a los ojos, Que con la mirada te lo explico.
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