No eres un árbol, eres un ave. Viajar para sentirte pequeño y ver lo grande del mundo. La poesía es la única verdad. Amar, sobre todas las cosas, y sobre uno mismo. Perdonarse a uno mismo es la mayor muestra de amor propio. Abrir las alas, emprender el vuelo. Huir como método de sanación. Los corazones rotos son heridas hechas luz. Deja que te encuentre lo que tanto buscas. El amor romántico no es el único que puede romperte el corazón. Tú eres tu propio hogar. Manos y pies abrazarán mi único corazón. Aún hay tiempo, excepto cuando llevas prisa. Decirlo más que hacerlo, no sirve de mucho. El amor siempre nos salva. Después de todo, el niño interior siempre persiste. El arte es un refugio al que siempre puedes volver. Si yo fuera un ave, seguiría volando temprano hasta un cable cerquita a tu casa. La esperanza es lo único que nos queda después de que no queda más.
Amor mío, quiero que sepas que si llegara el día en que nuestros caminos se separen, te prometo que no temere, porque me curaste y me enseñaste a volar sola.
1661- Los hombres quieren volar, pero temen al vacío. No pueden vivir sin certezas. Por eso cambian el vuelo por jaulas. Las jaulas son el lugar donde viven las certezas.
Moverse, como mecanismo de supervivencia. No se sabe a ciencia cierta qué método de orientación se usa, pero las aves viajan hacia el calor, para escapar del frío invierno y para renovarse en el camino. Nuevas plumas, nuevos aires. Ha costado abrir las alas y emprender el vuelo. Despegar. Calor de trópico, en busca de refugio. Finalmente huir del hielo. Las aves no buscan la estática o hibernar, no hay más que hacer ahí. Al sur y en climas aptos, con otros amaneceres y otros compañeros, se verá la vida desde otro ángulo y la perspectiva tal vez se torne correcta; que el viaje es el propósito, y que llegar a otro punto sólo evoque que casa no es más que tu cuerpo abrigado en plumas, la fuerza las llevas en las alas y tu equipaje consiste en no más de lo que tienes en el alma. Todos somos aves.
Es momento de sacar las alas, sacudirlas un poco, agarrar impulso, lanzarte del edificio más alto y empezar a caer poco a poco, cuando sientas que estas apunto de estrellarte recuerda: tienes dos alas y extiendelas lo más pronto posible y empieza aletear con todas tus fuerzas y solo vuela, vuela, vuela lo más lejos del suelo... volar es una de las opciones para escapar del gran abismo que nos rodea, solo no olvides que tienes alas para salir de ahi.