Y ahora una carta de despedida.
Quiero que sepas que antes de tomar el lápiz me pongo a orar para poder ser prudente y a la vez correcto en todo lo que te diga, sin ofenderte, sin hacerte sentir mal y espero no hacerlo ya que siempre lo hice. Quiero decirte que todo lo que está escrito aquí va un pedazo de mi corazón. Mientras escribo estas palabras, mi corazón se llena de una mezcla de emociones; la alegría por la increíble aventura que estás a punto de emprender y una tristeza por la distancia que ahora nos separa.
La verdad tengo tantas cosas que decirte, pero no sé por dónde empezar. No logro ordenar lo que te quiero decir o lo que pienso, pero de forma natural solo te diré lo que tengo que decir.
Fuiste en su momento lo mejor que tuve, en 23 años de mi vida nunca había experimentado una relación así, donde se presentaron de todo tipo de emociones, sobre todo las experiencias que tuvimos juntos en diferentes lugares y momentos. Esas ocasiones las atesoraré en mi corazón siempre, ya que son parte de mi vida, parte de mi ser, de mi esencia.
Fuiste la mujer que me enseñó de todo, me enseñaste a ser humilde, a ser mejor persona, a empatizar más con la gente; incluso eso me ayudó mucho estando en el ministerio porque comprendía mejor a las personas, podía sentir su dolor. Me enseñaste a amar sin medida, porque tu estas llena de amor y ternura de lo cual yo estoy muy satisfecho y sobre todo agradecido de haberlo recibido de tu parte. Tu amor ha sido la fuerza que me ha impulsado a ser mejor persona. Desde que acudí al llamado de estar contigo fueron las mejores experiencias de mí vida. Créeme ¡LAS MEJORES!
Cinco hermosos años, compartidos contigo, que claro, en ningún momento son un desperdicio, porque todo pasa por algo, lastimosamente eres como el atardecer; te quiero, pero no te puedo tener, así que solo veo cómo te vas con la esperanza de que otro día vas a volver. Nunca olvidaré cuando te vi por primera vez, eres una persona bella realmente, las veces que fui feliz a tu lado serán siempre buenos recuerdos, el cariño que me transmitías es único; pero hoy cada uno tiene su propia historia de vida y rumbos diferentes. La voluntad de Dios me permitió acompañarte hasta este momento, y no tengo duda que es la voluntad de Él, pero tengo la esperanza y lo siento en mi corazón que un día de nuestra vida nos volveremos a encontrar.
Puede que todo esto te moleste, pero recuerda que a veces las cosas pasan para aprender, no necesariamente es un "felices por siempre". Y tenemos la edad suficiente para comprender eso. Muchas veces es necesario solamente aprender de esa persona con la que compartes tu vida, y créeme que aprendí mucho de ti y creo que tú también de mí. A eso se le llama relación efímera.
No sé hasta cuando deje de amarte o si nunca lo voy a dejar de hacer, pero Dios sabrá lo mejor para ambos. Este es un momento donde debemos aprovechar a estar solos, a conocernos mejor propiamente y aprender cosas de la vida estando solo. Quizá tú no has vivido esa experiencia, pero tienes la oportunidad para hacerlo porque eres libre, una persona sin atadura que nada te detiene. Tienes alas, ¡vamos, utilízalas! y vuela muy alto, tan alto que los demás no puedan ni voltear a ver para arriba porque les duele el cuello.
Creo en ti Esmeralda, creo en tu capacidad, creo en lo que puedes hacer. Sé que eres capaz de cumplir el sueño por el que tanto has luchado. Lastimosamente en este país las posibilidades de salir adelante son bien pocas, más con la situación económica en la que nos encontramos, pero ahora estarás en mejores condiciones, esta vez no hay excusas; no estoy yo, no está tu familia, no están tus amigos de acá para que te interrumpan. ¡TU PUEDES, ESME!
Quiero que sepas que te apoyo incondicionalmente en este nuevo capítulo de tu vida. Estoy seguro de que lograrás todo lo que te propongas, porque eres una mujer fuerte e inteligente y llena de sueños. Tu valentía me inspira a seguir a delante con mis propios objetivos y seguir mis metas con la misma pasión que tú.
Quiero también agradecerte por la buena persona que fuiste conmigo; me diste de comer muchas veces de tu plato, me permitiste dormir en tu cama muchas veces, me presentaste a tu familia, a tus hermanos, a tu madre a tu padre, a tus primos, tíos y abuelos. Me diste muy buenos consejos y siempre te preocupaste por mí. Me encantaba los buenos días que siempre estaban ahí, algo que siempre nos caracterizó y una costumbre que nunca perdimos fue esa. Por esos pequeños detalles que compartimos juntos, esas salidas, esas comidas. Algo que siempre me gustó era que siempre escogíamos algo diferente con tal de probar más cosas, fue muy bonito de tu parte. A veces con poco presupuesto, pero siempre había algo de por medio. Todas esas fotos locas y formales que tuvimos son de lo mejor, no me gustan las fotos y tu bien lo sabes, pero me las tomaba porque eran contigo. Tengo más fotos tuyas en mi galería que mías. Gracias por ir a ver mis partidos, aunque no te hiciera señas muchas veces de dedicártelos, pero esos goles solo eran para ti. Otra cosa, muchas gracias por ponerme el mejor apodo del mundo “Alecito”, a nadie en este mundo se le había ocurrido llamarme Alejandro ni mucho menos Alecito. Al escucharlo me lleno mucho de ternura y emoción. Tanto fue así que me enamoré de ese apodo. Créeme que siempre estaré muy agradecido.
Eres una persona sumamente hermosa, por dentro y por fuera, eres increíble, espectacular, honrada y perfecta. Me enamoré perdidamente de ti, de tu cuerpo, de tu mente y de tu corazón. Fui afortunado en tenerte, disfruté cada momento contigo, desde nuestras alegrías hasta nuestras tristezas y enojos, pero todo era parte del proceso.
Me encantó tocarte, besarte, abrazarte, incluso apretarte y morderte. Muchos momentos bonitos. Gracias por todo eternamente.
Como repetía antes, eres libre, libre de todo. No dejes que nadie corte tus alas, que nada te amarre y con esa libertad busca tu felicidad. Busca nuevas amistades, busca una nueva forma de ver la vida, pero nunca olvides tus cimientos, de donde vienes, tu historia, pero no vuelvas al pasado. Nunca pierdas la humildad y la valentía, nunca pierdas esa bonita sonrisa que siempre se marcó sobre tu rostro, y sobre todo no dejes de amar como siempre lo has hecho. Yo siempre voy a desear tu felicidad y parte de esto que vivimos es para que seas feliz. Si necesitas algo, sabes que estoy para ti, hice una promesa y esa promesa no fue solo para el momento en el que estuvimos juntos, sino que fue para toda la vida.
Otra cosa, jamás olvides a Jesús ni a su madre, por la intercesión de ella es que esto se ha cumplido, no dejes que el pecado abrume tu corazón, si tienes pruebas (porque siempre las vas a tener) mantente firme y no mires atrás, lucha para triunfar y veras que al final de la batalla se siente una pequeña felicidad, esa sensación que has aprendido algo que Jesús te quiso dar a conocer. Ora, y cuida tu corazón, sobre todo, no dejes que entre basura ahí, mejor prepara ese lugar para tener a Jesús como anfitrión y a María como invitada y verás como los frutos se dan por si solo. Demuestra que le tienes amor a María rezando el Santo Rosario. Rodéate de buenas amistades, de buenas personas, personas que reflejen el amor de Jesús y que hagan el bien, Recuerda; “El que entre lobos anda, a aullar aprende” “El que anda entre la miel algo se le pega”.
Casi lo olvido, no olvides que tenemos a alguien a quien dar ejemplo, esa persona es Alice, nuestra ahijada, escríbele siempre a Katy para ver como está, al menos una vez al mes, pero si puedes en más ocasiones mucho que mejor. Es una niña muy hermosa y creo que Dios nos escogió para darle el mejor ejemplo que necesita para su niñez y juventud.
Creo que ya con esto termino, tengo muchas más cosas que decirte, pero no me siento mal al no escribirlas porque nunca dejé pasar la oportunidad de decírtelas en su momento. Esto es un breve resumen que puedes guardar en tu recuerdo ya que será lo último que te daré de mi parte. Creo.
Espero que todo te vaya bien, te deseo lo mejor, sabes que aún te amo y eso no se va a pasar así por así y tú lo sabes. Estoy seguro de que podremos superar esta distancia. Sé que esto será un desafío, pero estoy seguro de que podemos lograrlo. Te extrañaré muchísimo, Esmeralda. Te amo. Hasta pronto…
Atte: Miope ♡
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Fumar ni tomar te hace más adulto o más maduro, en cierta manera te destruyen, hay un punto en el que no puedes controlarte, además, las drogas y el alcohol, son causantes de millones de muertes, pero, aclarando eso y enfocándome en el punto, yo pienso que no tiene nada malo tomar una vez con amigos, familia, etc. Digo, al fin se trata de disfrutar, y siempre con un límite. En el caso de las drogas, cada persona tiene su historia y la mayoría es de respeto, e independientemente de la historia, no hay que criticar, su estuvieras en su lugar quisieras que te aceptaran...
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