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Con la llegada de la estación las calles porteñas que cobijan este árbol se tiñen de violeta, el color de su flor. Hay más de 11 mil ejemplares en la Ciudad, según el último Censo de Arbolado Público. Un mapa interactivo permite ubicarlos en cada comuna.
Llega la primavera a Buenos Aires, florean las jacarandas y hay un mapa para encontrar las calles más coloridas
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Mapa de la ciudad de México de Juan Díaz de Trasmonte, de 1628. Los vestigios de las viejas calzadas prehispánicas, el lago de Texcoco, y Chapultepec todavía en la lejanía.
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Lou es una artesana de Buenos Aires que elabora bellísimos cuadernos libretas y blocks. Entre sus curiosidades están estos diarios de viaje con un colorido mapa de portada. Los hay de Sudamérica, Estados Unidos, Europa y Lejano Oriente.
Me compré el de Mercosur para poder guardar esos papeles y souvenirs que uno junta en los viajes. Y obvio, también lo llené con mapas.
Pueden ver lo que Lou tiene disponible a la venta en este enlace.
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Un día me hice el propósito de visitar cada uno de los ahora 75 cafés y bares notables de Buenos Aires. Estoy lejos de haber completado la meta, pero la búsqueda me ha ayudado a descubrir barrios de los que, de otra manera, no tendría otra referencia.
El gobierno de la ciudad publicó esta pequeña guía de bolsillo para turistas con un mapa muy lindo aunque un poco impráctico (¡Los bares de Microcentro aparecen demasiado amontonados!). También hay un par de libros donde se recoge la historia de estos baluartes del cortadito, el chocolate con churros o la picada con cerveza.
Mis favoritos: Los Laureles, un paraíso tanguero en Barracas. El Federal y La Poesía en San Telmo; El Boliche de Roberto (12 de octubre) y El Banderín en Almagro, y Varela Varelita en Palermo
En esta edición no aparecen los más recientes nombramientos: San Bernardo (un maravilloso billar de Villa Crespo), El Buzón (en mi querida Pompeya de Homero Manzi) y el Club Glorias Argentinas de Mataderos.
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Cuando me enteré de su existencia, El noreste cartográfico, de Octavio Herrera (Fondo Editorial Nuevo León, 2008), se convirtió en uno de mis libros de cabecera.
Se trata de una edición lujosísima; una investigación que rastrea en archivos de América y Europa para contar la historia del norte de México (y el sureste de Estados Unidos) por medio de mapas. Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y Texas son concebidos como un ente regional, y en el libro desfilan desde mapas coloniales hasta ejemplos traídos de las más recientes administraciones públicas.
Afortunadamente, tienen la posibilidad de leer (y ver) los primeros capítulos en este enlace. Una joya que todo investigador e interesado de la cultura norteña debería poseer.
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Como inmigrante en Buenos Aires, mis referencias cartográficas más inmediatas y útiles son el Mapa Interactivo de Buenos Aires y la Guía T. Evidentemente, hay un capitalfederalcentrismo en mi conocimiento de la geografía urbana local. El Gran Buenos Aires siempre me ha parecido una interrogante, como una especie de terra incognita de los mapas antiguos.
Mis eventuales viajes en tren a La Plata y Tigre, si bien no aportan mucho a la causa, me revelaron que una manera de conocer un poco más del vasto territorio del GBA es por medio de los mapas ferroviarios.
Este mapa de Wikipedia (Cartografía de Jorge Ullfig) me gusta mucho porque es una visión sencilla y simple de la red metropolitana, con colores distintos para cada ramal. Y como Google Maps en Argentina ni si quiera incorpora las líneas férreas, muchas veces me ha salvado el día con una consulta rápida.
Finalmente, si hay algo que amo por sobre todas las cosas en transporte urbano, es los trenes y el metro. Con este post inauguro este breve espacio de mis mapas queridos y mi vida diaria.
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