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Las horas pasaban lento, demasiado. Darius sólo quería largarse de una buena vez de ese hórrido pabellón de urgencias. No importaba si estaba en el mismo castillo, no se sentía correcto, y menos cuando lo que conocía como hogar no era más que una zona de guerra. Se lo explicaron, se lo seguían explicando, y seguía sin poder creer los acontecimientos. ¿Cómo es que tantas cosas habían pasado y no lo recordaba? Por suerte era algo temporal, el médico se lo dijo, Franko se lo decía. Su guarda espaldas era la única ayuda que estaba recibiendo diaria, porque Mary Jane y Sergi... bueno, estaban ocupados. La puerta de la habitación se abrió y Darius sonrió pensando que se trataba de Franko, pero se equivocó. La sonrisa se perdió un poco, tampoco quería actuar como un idiota, al menos no cuando supo que Dominik había sido quien le sacó del estúpido sótano. Entre otras cosas, obvio. No dijo nada, sólo tiró de la vía en su brazo varias veces. @glxzzin

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Claro, porque no le hacía falta nada más. Al menos esperaba tener un poco de tiempo a solas antes de enfrentarse a la cruda y fría realidad. Darius reconoció la voz tan pronto como la oyó, pero no se movió ni un ápice, tal como si le importase nada la presencia del portugués. Permaneció impasible observando cómo la niebla cubría parte del bosque a unos metros de el. Vaya día para reuniones. Muy a pesar de que el corazón lo sentía en la garganta, no se dio el lujo de demostrarlo siquiera. Suspiró dándose la vuelta y, con su mano derecha, le indicó al hombre que esperaba por él a dos metros con el condenado abrigo que se acercara. "Sergi." Alzó la voz. Sus verdes ojos dispararon en la dirección del moreno inmediatamente. Habían pasado meses desde la última vez que le vio, sinceramente pensó que no volvería a fijar su mirada en el portugués. "No soy tu cariño, y creo que puedo hacer esperar a quien quiera cuando quiera." Respondió con picardía. Sobre sus hombros reposo el abrigo de piel de tigre, fue acomodado y, finalmente, pudo avanzar en dirección al moreno. Franko no pestañeo siquiera ante la presencia del príncipe extranjero, después de todo los tres se conocían desde hacía años. "La corona termina afectando, Ser, al menos—" dejó la palabra en el aire, dándose cuenta que era una pérdida de tiempo. "Es bueno saber de ti, ¿como esta tu hermana? No he sabido de ella desde que se casó, o al menos eso escuché…" El rey sí había escuchado de Aitana, muy a diferencia de su hermano, la mujer estuvo en contacto con él, al igual que todos los demás… a excepción de su hermanito, obviamente Dimitrie tenía otras cosas que hacer.

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Llevaba unas horas revisando las últimas páginas del libro. No era algo espectacular, pero al menos le había gustado como había terminado todo. Lo suyo no era escribir, así que dedicó los últimos años a editar. Tenía un trabajo estable en una editorial en new york, no era jefe ni algo extravagante, era digno y sencillo. Además; le gustaba leer. Las últimas páginas del libro fueron tediosas, pero consiguió acabar antes de media noche. Apostaba a que Ian estaba dormido, no iba a molestarlo de todas formas.

Nicholas se levantó del sofá dejando las hojas acomodadas sobre la mesa de café y tomó la copa de vino para llevarla a la cocina. Hacía mucho que no tomaba, pero desde que decidió abrirse a una relación con el otro hombre… bueno, sus ganas de estar un poco más relajado le urgieron. El pensamiento de “relación” le causó risa. ¿Que clase de relación tenían realmente? Ian era un fuck boy, Nicholas le conoció por un amigo en común, se hicieron novios bastante rápido ya que él no sabía cómo decir que no nunca. Tuvieron una cita o algo por el estilo unas noches atrás, Nick se sintió pésimo por no querer besarle pero, ¿que más podía hacer?

Soltó un gruñido avanzando por el recibidor. Extrañaba su vieja casa, sus cosas, pero el regresar y pisar la propiedad que Joseph le había regalado no estaba en sus planes futuros. Bueno, quizás si las cosas se ponían feas con Ian… Sacudió la cabeza, siempre pensaba lo peor. Pero demonios, el hombre estaba quedándose con él incluso cuando no habían compartido más que unas risas y unos momentos incómodos cuando Nick se negó varias veces a ir más allá. Quizás el hombre era paciente, o simplemente conseguía acción en otro lado. No lo culparía, todos sus ex lo hacían de todas formas. ��Wow, pesimista y borracho. Nada bueno, Nicky.” Se dijo justamente al llegar a la cocina y dejar la copa sobre la mesa. No iba a lavarla, tenía dolor de cabeza. Ese era su problema al tomar; se ponía melancólico y estupido. Nick había dejado de ser melancólico con respecto al pasado, eso era más que obvio. Pero existían días en los que se ponía a pensar de más y acababa como en ese momento. No se podía pedir mucho de un chico medio borracho con miedo de meterse a la cama.

Bien, ya era momento de dejar la tontería; se dirigió a la sala para llevarse el manuscrito a la pequeña oficina que instaló en el departamento, cuando escuchó el crujir de la madera. Se congeló de inmediato donde estaba desviando la vista a todos los lados habidos y por haber. Divisó la puerta de entrada abierta y la sangre se le heló ¿había dejado la puerta abierta? Apretó los labios, armándose de valor, y avanzó con rapidez hasta la puerta dispuesto a cerrarla, pero el movimiento se le vio frustrado por Ian. “¿Que haces?” El hombre le preguntó desde afuera, sosteniendo la puerta para que esta no le golpease en la cara.

“Uh, ¿Qué haces afuera?” Fue lo único inteligente que se le ocurrió. El mayor elevó una ceja, o al menos eso divisó Nicholas cuando fijó sus ojos verdes en los contrarios.

“Fui por algo a mi auto… ¿estás seguro de encontrarte bien?” Nick dejó ir la puerta dando un leve paso hacia atrás, sintiéndose torpe. El mayor entro pero no cerró la puerta, simplemente le observó en silencio esperando una respuesta que jamás llegó. Este suspiró y volvió a salir, Nick le siguió con la mirada y luego dio unos pasos para verle. Ian fue al elevador y saco un maletín, posiblemente de su trabajo y le sonrió. Nicholas alzó la vista para dedicarle una sonrisa cuando éste se dirigió de regreso al departamento y le pasó por un lado, no sin antes darle un beso en la mejilla. “Debes descansar, estas paranoico, amor.” Dicho esto Ian entró, dejando a Nick parado en la puerta. Anteriormente, cuando elevó la vista y sonrío fue completamente para su ‘pareja’, pero rápidamente cuando notó movimiento detrás de él; Nicholas se había congelado.

Los ojos verdes al otro lado del pasillo parecían filosos. Eran como dos dagas que le atravesaban. Nick apenas fue consciente de las palabras de Ian, es que no podía pensar en nada más que la penetrante mirada y, por si fuera poco, la rígida postura de Joseph. Habían pasado meses desde la última vez que posó su mirada en el hombre. Quizás la última vez casi, y digo casi, se deja llevar un poquito y comete una estupidez, pero gracias a dios su fuerza de voluntad era enorme. No supo como, cuando o porque, pero ignoro todo y entró. Entro y cerró la puerta detrás de él como si de eso dependiese su vida. Pudo sentir el corazón latirle tan fuerte en el pecho, que si no fuese porque sabía a ciencia cierta que el mismo no podría salírsele volando, podría jurar que todo el jodido edificio le escuchaba.

“Pero que mierda, Nicholas.” Se dijo, aún contra la puerta ya que no confiaba en sus borrachas piernas. Era el alcohol. Claro que sí. Con un respiro profundo se dio fuerza y avanzó a la sala para hacer lo que tenía que hacer, aunque luego de toda la escena que el mismo causó; quizás podría volver a leer el capítulo en busca de errores.

Y eso hizo. Eso hizo hasta que se quedó dormido en el sofá con las hojas resbalando de sus manos.

Sintió dos manos firmes tomar sus muñecas, un cuerpo de considerable tamaño posicionándose sobre si, y un par de labios rozando los suyos. Sus manos sobre el brazo del mueble en una posición bastante incómoda si no fuese porque el calor que el otro cuerpo irradiaba le hacía sentir cómodo. No abrió los ojos, pero tampoco se escandalizó demasiado. Quizás era tiempo de hacer algo más con Ian ¿no? Aún medio dormido Nicholas entreabrió sus labios cuando finalmente el beso fue algo real y no un simple roce. Se sentía tan familiar que hasta llego a pensar que no sería tan malo tener una pareja… no fue hasta que el beso se quebró y Nick comenzó a mover sus caderas rozándose contra las contrarias, que lo supo. Lo supo y se congeló. Los labios que había estado besando se curvaron contra su mejilla conforme se acercaban a su oído. Sintió la bilis en su garganta en cuanto la voz estalló en el silencio.

“Aún me deseas, Nicholas.”

Joseph. No. NO.

Soltó un gemido de horror, alzándose, solo para descubrirse a si mismo solo, en la penumbra de la sala cubierto por un edredón. No. ¡No!

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Decir que odiaba estar atrapado en el palacio era una cosa, demostrarlo con su falta de interés hacia los presentes en la reunión era otra. Quizás por eso es que la misma acabó antes de lo indicado y Darius finalmente pudo salir de la habitación. Sabía muy bien que le quedaba por hacer una última reunión con los representantes de los países los cuales tenían alianza con Rumanía, pero sinceramente eso era lo último que deseaba hacer. El Rey decidió pasar las últimas horas de tranquilidad, antes de la reunión, en el jardín trasero del castillo; aprovechando para sacarse el molesto abrigo de piel de encima. Escuchó a alguien hablando, posiblemente con uno de los de seguridad, y frunció los labios. "No voy a hablar con nadie, joder." Alzó la voz, advirtiéndole a Franko que quién fuese no iba a hablar con éste. @indiegeek

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The Originals season 3 gag reel

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thxndxrstorm:

Fue realmente un completo desafío salir de su país sin que su prometido estuviese de por medio, porque estaba completamente consciente que el mayor no la dejaría salir de Escocia por nada del mundo, no cuando su embarazo estaba embazado y ya era visible que había vida creciendo ahí o que simplemente la escocesa no estaba midiendo sus cantidades de comida. Con una breve carta se disculpó, pero él debía entender que el rumano postrado en esa monótona habitación de hospital era su mayor prioridad y hasta el final de sus días sería así, prometido o no, lo amaba. Por un instante, su conciencia estuvo de pie frente a ella, días antes del viaje, indicándole que era realmente descarado por su parte llegar con aquella imagen hacia el futuro rey de Rumania, que posiblemente eso lograría empeorar las cosas entre ambos, sin embargo, ¿cómo podrían culparla? Antes de todo el accidente, él conocía sobre su embarazo. Apretó con delicadeza la mano del masculino, temiendo acercarse más de la cuenta pudiera herirlo por un esfuerzo innecesario. “¿Dominik ha estado cuidando de ti, cielo?” Indagó vagamente, rozando con su ��ndice el dorso de la mano del mismo, una sutil caricia nada más. “Si, desde que mamá se perdió en su retiro espiritual, el palacio es un desastre y he tenido que encargarme de todo. Súmale los preparativos de la boda y de la coronación.” Suspiró, le daba migraña tan sólo pensar en los agotadores días que tuvo semanas atrás. Atrapó su inferior entre su perlada dentina, dirigiendo de igual manera sus ocelos a su abultado vientre. “¿No lo recuerdas? Estoy embarazada.”  

Desde el día uno se le informó que por los golpes y el trauma causado por los días de tortura bajo el castillo; sufriría de amnesia. Primero pensó que se había salvado de eso, porque recordaba su vida entera, su casa, su nombre... sabía todo. O al menos eso creyó hasta que acabó con Dominik sobre él, abrazándolo, llorando. ¿Qué mierda? Su padre no se veía por ningún lugar, igual que Sergi o su hermano. Sabía que su madre no se asomaría allí, no era algo nuevo, pero que ni siquiera su padre pasase a verlo ni una sola vez en tres días era algo que no podía creer. Ahí fue cuando supo que el hombre había muerto. Quizás esa sería la única noticia que recibió debido a su reacción. ¿Cómo es que podía estar muerto? Hacía muy poco que habían hablado... Pero entonces, eso no era así. Lo que el pensó como muy poco era en realidad MUCHÍSIMO tiempo, más de un año. Por unos segundos sus pensamientos vagaron en una laguna de su mente cuando la fémina le habló. Parpadeó una o dos veces antes de negar con la cabeza, pero después asintió. Perdido. Perdido en su propia mente. Nadie le había dicho cómo es que acabó siendo ‘torturado’ y en algún momento, asesinado. Dominik no quería tocar muchos temas, y tampoco es que Darius quisiese escuchar mucho al griego. “Sí... él...” Las palabras de la contraria le marearon. Boda, coronación... embarazo. Sí, puede que estuviese sin memoria pero no era estúpido tampoco, eh. “No... No, no lo recuerdo, Mary.” Susurró apartando la mirada y un poco después su mano con cuidado. No quería ser mal educado, pero su cerebro no estaba procesando la información muy bien. “¿Vas a casarte? ¿Con quién?” No quería saberlo, pero de igual manera preguntó, como para añadir más dolor. Entonces; ya no tenía a nadie de su familia, Mary Jane estaba con alguien más y, por si fuera poco, Sergi había desaparecido de la faz de la tierra. Claro que no añadía a Dominik porque esa maldición parecía tenerla pegada en el trasero desde que fue a The Royals.

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thxndxrstorm:

Sintió la mirada de una tercera presencia, a la cual simplemente le sonrió con amabilidad, algo realmente clásico en la futura reina de Escocia. “¿Me puedes dejar a solas con él?” Pidió, endulzando de la misma nada su timbre, completamente diferente al que tenía minutos antes de adentrarse a la habitación del masculino. Un asentimiento bastó para que la rubia cereza avanzara con cautela hacia el muchacho. “No te muevas.” Murmuró con cierta suplica denotándose en aquellas esferas esmeraldas, bañadas con cierta tristeza que le brindaban encontrarse con él de esa manera. Una vez cerca, procedió a tomar su mano y sonreírle. “¿Cómo te has sentido? Lamento tardar tanto en venir.”

Por un momento pensó que Dominik no se iría, no lo había hecho nunca si se ponía a recordar las últimas semanas, pero a la final acabó por asentir en dirección de la rubia cereza dejándolos solos en la habitación. Jamás sintió tanto alivio en su vida. Ahora, además de cautivo tenía que soportar al otro hombre, ¿qué pasaba con la vida? Si tan solo pudiese recordar. Apretó los labios guiando su mano derecha a la herida en su cuello para así mover este sin causar alguna nueva herida, se sentía de cristal. Se dejó hacer, una leve sonrisa elevando en sus labios, pero sus pensamientos de nuevo pasaron al vientre de la fémina, así como sus verdes ojos. “Supongo que me he sentido... mejor.” Dejó ir una risa baja, al menos ahora podía hablar. Los primeros tres días no podía mediar palabra. “No te preocupes, supongo que estabas... estabas ocupada. Uh.” Hizo una pausa larga antes de soltar lo que quería preguntar. “¿Cómo es que...? ¿Estás embarazada?” Lo último que recordaba de la pelirroja es que ésta había perdido a su hijo así que...

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“Blossom, sólo necesito que me cubras por unos días. ¿Es muy difícil? Tampoco tienes mucho de lo que ocuparte, nada más de los preparativos para la coronación y ya casi no falta nada.” Se quejó en el móvil, avanzando por el hospital con sus esferas verdosas paseándose por todas partes, esperando localizar la habitación del mayor con rapidez. Una vez fue así, sin siquiera despedirse colgó la llamada y sin más se adentró a la habitación, deslizando su diestra sobre su abultado vientre con los labios apretados, por un instante dudando de si llamar la atención del otro. “Darius.” Aclaró su garganta, manteniéndose de pie en su lugar. ( @kinganghelescu )

Había discutido con el griego por HORAS antes de quedarse dormido por los analgésicos. Lo que más le molestaba era que no importaba lo que dijera, el otro no se largaba del cuarto y lo PEOR era que el otro idiota llegaba hasta a sonreírle. ¿Qué mierda? No supo por qué despertó, pero cuando lo hizo la imagen que se le presentó le dejó sin aliento. Apretó los labios e intentó alzarse, pero el dolor en su costado le hizo volver a su posición anterior. “M-Mary... ¿qué...?” Quería preguntar qué hacía allí, pero era obvio... aunque la enormidad de su vientre; no.

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Haunting | Halsey

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Do you play any sports?

I run away from my feelings

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