Tumgik
leftgoateemagazine · 3 years
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Detente, sombra de mi bien esquivo imagen del hechizo que más quiero, bella ilusión por quien alegre muero, dulce ficción por quien penosa vivo.
Si al imán de tus gracias atractivo sirve mi pecho de obediente acero, ¿para qué me enamoras lisonjero, si has de burlarme luego fugitivo?
Mas blasonar no puedes satisfecho de que triunfa de mí tu tiranía; que aunque dejas burlado el lazo estrecho
que tu forma fantástica ceñía, poco importa burlar brazos y pecho si te labra prisión mi fantasía.
Desamor de Rosario Castellanos
Me vio como se mira a través de un cristal o del aire o de nada.
Y entonces supe: yo no estaba allí ni en ninguna otra parte ni había estado nunca ni estaría.
Y fui como el que muere en la epidemia, sin identificar, y es arrojado a la fosa común.
📷CortesíaFragmento de Nocturno a Rosario de Manuel Acuña
IV
Comprendo que tus besos jamás han de ser míos, comprendo que en tus ojos no me he de ver jamás, y te amo y en mis locos y ardientes desvaríos bendigo tus desdenes, adoro tus desvíos, y en vez de amarte menos te quiero mucho más.
V
A veces pienso en darte mi eterna despedida, borrarte en mis recuerdos y hundirte en mi pasión mas si es en vano todo y el alma no te olvida, ¿Qué quieres tú que yo haga, pedazo de mi vida? ¿Qué quieres tu que yo haga con este corazón?
Espero curarme de ti de Jaime Sabines
Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.
¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.
Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»… Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).
Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.
📷Poemas del Alma
5 poemas de amor
A ella de Salvador Díaz Mirón
Semejas esculpida en el más fino hielo de cumbre sonrojado al beso del sol, y tienes ánimo travieso, y eres embriagadora como el vino.
Y mientes, no imitaste al peregrino que cruza un monte de penoso acceso y párase a escuchar con embeleso un pájaro que canta en el camino.
Obrando tú como rapaz avieso correspondiste con la trampa al trino, por ver mi pluma y torturarme preso.
No así el viandante que se vuelve a un pino y párase a escuchar con embeleso un pájaro que canta en el camino.
Absoluto amor de Efraín Huerta
Como una limpia mañana de besos morenos cuando las plumas de la aurora comenzaron a marcar iniciales en el cielo. Como recta caída y amanecer perfecto.
Amada inmensa como un violeta de cobalto puro y la palabra clara del deseo.
Gota de anís en el crepúsculo te amo con aquella esperanza del suicida poeta que se meció en el mar con la más grande de las perezas románticas.
Te miro así como mirarían las violetas una mañana ahogada en un rocío de recuerdos.
Es la primera vez que un absoluto amor de oro hace rumbo en mis venas.
Así lo creo te amo y un orgullo de plata me corre por el cuerpo.
📷Wikipedia/Archivo Histórico de SinaloaAmiga a la que amo: no envejezcas… de Rubén Bonifaz Nuño
Amiga a la que amo: no envejezcas. Que se detenga el tiempo sin tocarte; que no te quite el manto de la perfecta juventud. Inmóvil junto a tu cuerpo de muchacha dulce quede, al hallarte, el tiempo.
Si tu hermosura ha sido la llave del amor, si tu hermosura con el amor me ha dado la certidumbre de la dicha, la compañía sin dolor, el vuelo, guárdate hermosa, joven siempre.
No quiero ni pensar lo que tendría de soledad mi corazón necesitado, si la vejez dañina, prejuiciosa cargara en ti la mano, y mordiera tu piel, desvencijara tus dientes, y la música que mueves, al moverte, deshiciera.
Guárdame siempre en la delicia de tus dientes parejos, de tus ojos, de tus olores buenos, de tus brazos que me enseñas cuando a solas conmigo te has quedado desnuda toda, en sombras, sin más luz que la tuya, porque tu cuerpo alumbra cuando amas, más tierna tú que las pequeñas flores con que te adorno a veces.
Guárdame en la alegría de mirarte ir y venir en ritmo, caminando y, al caminar, meciéndote como si regresaras de la llave del agua llevando un cántaro en el hombro.
Y cuando me haga viejo, y engorde y quede calvo, no te apiades de mis ojos hinchados, de mis dientes postizos, de las canas que me salgan por la nariz. Aléjame, no te apiades, destiérrame, te pido; hermosa entonces, joven como ahora, no me ames: recuérdame tal como fui al cantarte, cuando era yo tu voz y tu escudo, y estabas sola, y te sirvió mi mano.
Tus formas se graban en el monte… de Elsa Cross
Para Verónica Volkow
Tus formas se graban en el monte, en los bordes húmedos de la piedra -cavidades como axilas. Tus formas se pegan a mis huesos. Dejo de existir, sólo tú quedas como jade en estas faldas.
Cuánto de ti estalla en cada hoja, reverbera en la distancia donde tu luz devora todo brillo.
(¿Estoy en tu abismo o lo rodeo ?)
Renazco en la sombra del laurel, en la celda de un templo circular si sostienes con un pie gigantesco el firmamento.
Tus formas como un vértigo me absorben, me disuelven. Dejan en mis labios briznas de anís.
Y en el fondo del risco árboles como dioses, sabinos rojos.
Y, finalmente, te presentamos el último de los poemas de amor.
Amor sin muerte de Elías Nandino
Polvo serán, mas polvo enamorado. – Quevedo
Amo y al amar yo siento que existo, que tengo vida y soy mi fuga encendida en constante nacimiento.
Amo y en cada momento amar, es mi muerte urgida, por un amor sin medida en incesante ardimiento.
Mas cuando amar ya no intente porque mi cuerpo apagado vuelva a la tierra absorbente:
todo será devorado, pero no el amor ardiente de mi polvo enamorado.
📷S/a
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BONIFAZ NUÑOELÍAS NANDINOJAIME SABINESOCTAVIO PAZ2Ver comentarios
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Stefany CisnerosEditora SEO en México desconocido, amante de los viajes, la literatura y la cultura mexicana.
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