Ogros y asustaniños españoles. Dibujos y textos por Javier Prado.
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Quienes me seguís por Twitter o Instagram ya estaréis al tanto, pero ¡hay un crowdfunding en marcha! La artista Clara Dies Valls (autora del magnífico Bestiario de tierra y tinta) y yo tenemos el placer de presentaros Breve viaje por la España de las brujas, un libro completamente ilustrado que propone un recorrido por las diversas regiones de España para conocer las costumbres, historias y leyendas de las antiguas brujas. Ya podéis apoyarlo en https://www.verkami.com/projects/34131-breve-viaje-por-la-espana-de-las-brujas , donde estará activo hasta el 10 de diciembre.
Se trata de una obra con un aspecto peculiar, a caballo entre el libro de viajes y el ensayo antropológico: tiene la apariencia de las notas que una persona anónima realiza en el siglo XIX, mientras se mueve por España recogiendo historias y cuentos sobre las brujas. De esta forma, el libro posee la apariencia de un cuaderno de notas, lleno de apuntes, dibujos al natural, hojas manuscritas o viejos grabados que dan una visión de ambas caras de la bruja: la amargamente histórica y la oscura o fantástica.
¿Dónde se reunían las brujas españolas? ¿Preparaban filtros de amor? ¿Eran solo curanderas? ¿Qué pasó en Zugarramurdi? ¿Cómo diferenciar una meiga de una bruxa? Todas estas cuestiones y muchas más quedarán resultas, aunque a veces es difícil diferenciar leyenda y realidad...
Hay packs para todos los bolsillos (desde el libro en digital hasta varios ejemplares físicos) y tenéis toda la información en la web de Verkami. A pesar de que salió ayer, ya se han cumplido todos los objetivos iniciales, ¡estamos pletóricos! Pero según se vayan desbloqueando metas, iremos desvelando nuevos regalos que se sumarán al botín ya elegido. ¡Dadle amor!
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¡Presentación en Barcelona!

¡Atención! Monstruos ibéricos, ogros y asustaniños españoles (que felizmente ya cuenta con una segunda edición) será presentado este jueves 16 de junio a las 18:00 en la insigne y flamante librería Gigamesh de Barcelona, destino de peregrinación para tantos y tantos amantes de la subcultura y literatura de género. En esta ocasión, el humilde autor que os habla estará acompañado Clara Dies Valls, magnífica ilustradora y autora del prólogo, para charlar sobre folclore, mitología, monstruos y lo que surja. Por supuesto, se firmarán todos los libros que lleven los asistentes (que ya están a la venta en la propia librería), y habrá un póster/mapa exclusivo del ya pasado crowdfunding para los primeros en llegar. Unidades limitadísimas, eso sí.
Además, la charla será retransmitida en directo por el canal de la librería Gigamesh en Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=Cn4zM-3oZoE&ab_channel=Librer%C3%ADaGigamesh
¡Os esperamos!
PD: Tengo este blog un tanto abandonado, pero actualizo con bastante regularidad Twitter (https://twitter.com/JaviertPrado) e Instagram, donde subo toda mi producción pictórica (https://www.instagram.com/javiertprado/)
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¡YA A LA VENTA!
Después de comenzar con los envíos del crowdfunding, "MONSTRUOS IBÉRICOS: ogros y asustaniños españoles" llega a las webs y librerías. Un bestiario ilustrado con los seres más terroríficos del folclore y la mitología de España que propone un viaje por los recovecos oscuros de nuestro imaginario popular...
Incluye un prólogo de Clara Dies Valls y más de 60 entradas ilustradas sobre ogros, bestias, espectros y demás fauna tenebrosa autóctona.
¿Dónde comprarlo?
Web de la editorial
Librerías (Todostuslibros)
Agapea
Amazon (¡OJO! La edición de Amazon tiene un tamaño de 2cm menor y materiales distintos a la oficial. Especialmente pensada para envíos al extranjero)
Además, esta primera edición (salvo la versión Amazon) tendrá la portada plateada y con imitación cuero que consiguieron los mecenas de Verkami. ¡No os quedéis sin ella!



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¡Quedan 2 días! Este sábado 15/5 a las 21:00 termina el Verkami del libro Monstruos ibéricos: ogros y asustaniños españoles, el bestiario ilustrado de los personajes tenebrosos en el imaginario popular español. Apoyando el crowdfunding conseguirás: una edición exclusiva y limitada del libro con la cubierta imitación cuero, un mapa de España con los monstruos más destacados, una bolsa de tela, una lámina exclusiva, unas chapas, un bloc de notas, un marcapáginas... Además, si llegamos a los 25.000 euros de recaudación todos los mecenas se llevarán también una moneda conmemorativa de Monstruos ibéricos.
¡Hazte con tu libro en https://www.verkami.com/projects/29904-monstruos-ibericos-de-javier-prado !
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«Yo soy la cabra montesina, del monte, monte pinar. Al que pase de esta raya me lo trago de un tragar.»
Este encantador animalito, la cabra montesina, es uno de los muchos seres con los que los padres burgaleses asustaban a los niños traviesos. Peculiar cuanto menos es su costumbre (común en muchos ogros similares) de hablar en verso antes de devorar a sus víctimas. Esta será una de las muchas y nuevas criaturas que estarán presentes en el bestiario “MONSTRUOS IBÉRICOS: OGROS Y ASUSTANIÑOS ESPAÑOLES”, el cual podéis adquirir apoyando este crowdfunding
La campaña acaba en 15 días, ¡no te quedes sin tu ejemplar!
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¡Abrimos crowdfunding de Monstruos Ibéricos!
¡Comienza el Verkami para que Monstruos Ibéricos: ogros y asustaniños españoles vea la luz en formato físico!
https://www.verkami.com/projects/29904-monstruos-ibericos-de-javier-prado
(Bueno, lo de ver la luz es un decir: en solo doce horas hemos alcanzado el objetivo inicial. ¡Así que es mejor afirmar que ya es una realidad!)
Este proyecto consiste en un bestiario ilustrado que recoge a las criaturas más oscuras de la mitología y el folklore de España. La editorial Maldragón y yo nos aliamos para publicar un libro de calidad, en gran formato y tapa dura, con más de 60 seres cuya sola mención causaba pavor en las gentes de la España antigua. Fantasmas, bestias, brujas y espectros, todos ellos recreados para la ocasión. La Tragantía, el tío Saín, la Paparresolla, el Peladits, el Cortador, la Meiga Xuxona, el Coche de la sangre… Nombres sonoros para seres casi olvidados de las más terribles naturalezas. A la hora de elaborar cada entrada he tratado de no caer en descripciones someras de sus apariencias y costumbres: el libro se encuentra lleno de datos históricos y peculiaridades sobre estos monstruos, con orígenes y características de lo más diversos. Para eso he acudido a multitud de bibliografía especializada, una fuente de información maravillosa (y a veces, por desgracia, de difícil acceso) sobre las viejas leyendas e historias de nuestro país. Toda ella, claro está, incluida en un extenso apartado bibliográfico
Sobre las recompensas: por supuesto, si apoyáis el proyecto, no os iréis con las manos vacías. Podéis optar por el libro solamente (y ya con esto vuestro nombre aparece en una sección de agradecimientos del tomo), ¡pero hay mucho más! Por unos eurillos más podéis haceros con el libro acompañado de una dedicatoria dibujada incluida (eso sí, estas recompensas están limitadas, ¡corred que vuelan!). También tenéis la opción de haceros con el libro y uno de los dibujos originales del proyecto, láminas únicas y acompañadas de un certificado que atestigua su originalidad. Y ya, como Recompensa Final™, puedes llevarte el libro y un dibujo original, único y personalizado en el que te retrato (¡a ti, sí, a ti!) pasándote por un filtro monstruoso y terrorífico (¡recompensa limitadísima a cinco mecenas!). Podéis consultar toda la información en el link que encabeza esta entrada.
¡Mil y monstruosas gracias a todos!
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¡Libro de Monstruos Ibéricos!
¡¡Es oficial!! ¡MONSTRUOS IBÉRICOS: OGROS Y ASUSTANIÑOS ESPAÑOLES, el bestiario ilustrado sobre los seres oscuros del folklore español, se publicará en formato físico! Un libro de gran tamaño con tapa dura y más de 140 páginas, lleno de nuevos monstruos y horrores, ilustraciones actualizadas e ingente información sobre la cara más terrorífica de nuestros mitos.
La editorial andaluza Maldragón y yo nos hemos aliado para lanzar una campaña de crowdfunding en Verkami, en la que podréis participar para conseguir el libro y recompensas exclusivas que no se incluirán una vez lanzada la primera edición. Permanecerá activa un mes y dará comienzo el próximo lunes 5 de abril en este enlace, donde podéis pedir ser notificados en cuanto empiece la promoción: https://www.verkami.com/projects/29904-monstruos-ibericos-de-javier-prado
En los próximos días daremos más detalles sobre el libro y las recompensas exclusivas. Por supuesto, este blog y todas sus entradas seguirán disponibles y de forma 100% gratuita. ¡Pero os adelanto que van a palidecer en comparación a todo el nuevo contenido!
Si os ha gustado Monstruos Ibéricos, cualquier difusión es bienvenida. Hay mucha ilusión puesta en este proyecto y estoy convencido de que hará las delicias de todos los amantes de nuestras adoradas criaturillas asustaniños.
¡Estad atentos!
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Fin y bibliografía
Termina el mes de octubre y, con él, "Monstruos ibéricos” llega a su fin. ¡Muchísimas gracias a todos los que lo habéis seguido, compartido y disfrutado! Estoy muy contento con la acogida que ha tenido este proyecto, tanto que me planteo continuar con él ilustrando a más monstruos y ogros que se han quedado en el tintero debido al espacio limitado a 31 entradas, de cara a publicar “Monstruos ibéricos” en formato de libro físico (ya sea autoeditado o con alguna editorial interesada). Sea como sea, iré informando de cualquier novedad al respecto por aquí y por mis redes sociales (las tenéis todas en este link)
Y, ahora sí, dejo a continuación la bibliografía utilizada para la elaboración de los textos. De nuevo, ¡mil gracias por estar ahí!
BIBLIOGRAFÍA
ALONSO, Pilar y GIL, Alberto (1994), Personajes imaginarios en peligro de extinción, Barcelona, Ed. Aura.
AMADES, Joan (1957), Los ogros infantiles, Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, C.S.I.C, tomo XIII.
ARRIETA GALLASTEGUI, Miguel I. (1995), Gentes y seres mágicos de la mitología de Asturias, Gijón, Ed. Trea.
BORGES, Jorge Luis (1977), La Pesadilla en Siete noches, México D.F., Ed. Fondo de cultura económica.
CALLEJO CABO, Jesús y CANALES TORRES, Carlos (1994), Duendes. Guía de los seres mágicos de España, Madrid, Ed. EDAF.
CALLEJO CABO, Jesús y CANALES TORRES, Carlos (2018) Los duendes, Madrid, Ed. EDAF
CALLEJO CABO, Jesús (1995), Hadas. Guía de los seres mágicos de España, Madrid, Ed. EDAF.
CALLEJO CABO, Jesús (1998), Los dueños de los sueños. Ogros, cocos y otros seres oscuros, Barcelona, Ed. Martínez Roca.
CALLEJO CABO, Jesús (2019), El mundo encantado de Castilla y León, Zamora, Museo Etnográfico de Castilla y León.
ESLAVA GALÁN, Juan (1981), Leyendas de los castillos de Jaén, Jaén, Publicaciones de la Caja Rural Provincial de Jaén.
FERNÁNDEZ JUÁREZ, Gerardo y PEDROSA José Manuel (ed.) (2008), Antropologías del miedo: vampiros, sacamantecas, locos, enterrados vivos y otras pesadillas de la razón, Valencia, Ed. Calambur.
GALLO, Pablo (2020), Bestiario del Norte. Seres mitológicos y animales fantásticos de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, Madrid, Ed. La Felguera.
GARCÍA JIMÉNEZ, Salvador (2011), Vampirismo Ibérico. Bebedores de sangre, sacamantecas y curanderos, Santa Cruz de Tenerife, Ed. Melusina.
IZZI, Massimo (1989), Diccionario ilustrado de los monstruos, Palma de Mallorca, Ed. Alejandría.
MARTÍN SÁNCHEZ, Manuel (2002), Seres míticos y personajes fantásticos españoles, Madrid, Ed. Edaf.
WEBGRAFÍA
ÁLVAREZ, Rober (09 de septiembre, 2019), Este informe de la DGT que alerta de una «pandilla» que te echará de la carretera si les das las luces es falso, recuperado de https://www.newtral.es/pandilla-sangre-luces-coche/20190909/
CALLEJO CABO, Jesús (marzo de 2018), Los seres míticos de Castilla y León, I jornadas de creencias mágicas populares: mitos y supersticiones, congreso llevado a cabo en el Museo Etnográfico de Castilla y León, Zamora, recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=DOfe9xTWTv4&ab_channel=MuseoEtnogr%C3%A1ficodeCastillayLe%C3%B3n
ESPINO, Israel J. (27 de febrero, 2012), De Aullones, Pantarujas, Mantarujas y Pamparamantas, recuperado de http://blogs.hoy.es/extremadurasecreta/2012/02/27/de-aullones-pantarujas-pamparullas-y-pamparamantas/
ESPINO, Israel J. (9 de mayo, 2012), Alunados: cuando la noche se vuelve malvada, recuperado de http://blogs.hoy.es/extremadurasecreta/2012/05/08/alunados-cuando-la-noche-se-vuelve-malvada/
ESPINO, Israel J. (07 de septiembre, 2013), Vampiros extremeños: El Barquero del Colmillo, recuperado de http://blogs.hoy.es/extremadurasecreta/2013/09/07/vampiros-extremenos-el-barquero-del-colmillo/
ESPINO, Israel J. (13 de noviembre, 2018), Los “asustaniños” extremeños, recuperado de http://blogs.hoy.es/extremadurasecreta/2018/11/13/los-asustaninos-extremenos/
GONZÁLEZ, Alejandro (coordinador) (23 de julio, 2005), Asustadores de la península ibérica, recuperado de https://web.archive.org/web/20100630110328/http://encina.pntic.mec.es/~agonza59/peninsulares.htm
LÓPEZ, Alfred (30 de enero, 2006), La leyenda urbana de ‘la banda sangre’ y los autos con las luces apagadas, recuperado de https://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/leyendas-urbanas-la-banda-sangre/
MARTÍNEZ BEIVIDE, Alberto (marzo de 2018), El trasmundo y otras historias en la tradición oral cántabra, I jornadas de creencias mágicas populares: mitos y supersticiones, congreso llevado a cabo en el Museo Etnográfico de Castilla y León, Zamora, recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=lkbsx9Hzb0U&ab_channel=MuseoEtnogr%C3%A1ficodeCastillayLe%C3%B3n
OLIVA, Albert (16 de marzo, 2019), El Lladrefaves de Valls: una llegenda gegant, recuperado de https://tarragonadigital.com/alt-camp/geganto-lladrefaves-valls-picamoixons-llegenda-2019
SATTI BOUZAS, Juan Gabriel (04 de marzo, 2020), La maldición de Orcavella y el Vizconde de Fisterra, recuperado de https://www.adiantegalicia.es/reportaxes/2020/03/04/la-maldicion-de-orcavella-y-el-vizconde-de-fisterra.html
TAUSIET, María (febrero de 2020), Brujas en la cama. Deseos y terrores nocturnos, II jornadas de creencias mágicas populares: mitos y supersticiones, congreso llevado a cabo en el Museo Etnográfico de Castilla y León, Zamora, recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=zX-nNwI-rPI&ab_channel=MuseoEtnogr%C3%A1ficodeCastillayLe%C3%B3n
ZAMBRANO, Juan Carlos (31 de marzo, 2016). ‘Los ramiros’, personajes demoníacos que atemorizaban a los niños en la fiesta de la Resurrección, recuperado de https://fuentedecantos.hoy.es/noticias/201603/29/ramiros-personajes-demoniacos-atemorizaban-20160329185435.html
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31. La luna (varias comunidades)
El influjo de los ciclos lunares en la tierra es algo ampliamente demostrado, y ya desde la antigüedad encontramos numerosos mitos relacionados con tan interesante relación. Tanto es así que no hay ni una sola cultura en todo el mundo que no asocie algún elemento mitológico al astro rey. Creencias y leyendas que, en muchas ocasiones, se alejan de la cara amable o protectora del satélite y nos hablan de su influencia malévola en las personas. La palabra lunático, sin ir más lejos, proviene de la convicción romana de que la luna volvía locos a los hombres, hecho manifestado por cómo los delitos y crímenes eran más numerosos durante las noches en las que la luna llena brillaba en el firmamento.
Dicha idea ha pervivido en el tiempo, tanto que durante el siglo pasado la Luna llena era utilizada como entidad asustaniños en algunas zonas pirenaicas, asegurando a los pequeños que el astro era capaz de raptarlos y llevárselos consigo.
En la zona de la Tierra Alta catalana Joan Amades recogió cómo los padres no dejaban salir a los niños durante las noches de luna llena, pues se decía que esta era capaz de absorber su vida y menguar la salud. Tampoco se debía orinar bajo ella, pues los rayos lunares eran capaces de entrar en el cuerpo y provocar graves enfermedades.
En el municipio de Bot (Tarragona) existía una leyenda que se le narraba a los chiquillos y que aseguraba que en el relieve lunar era posible distinguir la silueta de una niña. Se trataría de una muchacha que no se dejaba peinar por su madre y a la que el satélite “secuestró” por su mal comportamiento. Dicha figura servía como advertencia para que las niñas se dejaran peinar los cabellos sin rechistar so pena de ser víctimas del mismo destino. Otra leyenda muy similar la encontramos en algunas zonas de Asturias, donde se contaba que por la superficie de la luna vaga Xinxino, un muchacho al que sus padres le encomendaron recoger una carga de espinos y llevarla a casa. Sin embargo, el chico no lo hizo y al volver con las manos vacías dijo socarronamente que había dejado los espinos “en los cuernos de la luna”. De esta forma, acabó castigado a vagar por el satélite durante toda la eternidad, con su carga de espinos a cuestas y buscando a otros niños malcriados que le hicieran compañía
La maldad lunar también es algo presente en la tradición extremeña. En algunos puntos de su geografía, como en Mérida, se utilizaba el término “alunado” para describir a las víctimas de su mal. En otras zonas, cuando un niño estaba débil, se decía que lo había “cogido la Luna”. Para curar estas dolencias en diversas zonas de Extremadura se vertía aceite en un vaso de agua y se realizaba el siguiente rezo al satélite:
Bendita luna por aquí pasó, el color de (nombre y apellidos de la persona) se llevó.
La bendita luna por aquí pasará, (nombre y apellidos de la persona) lo dejará y el suyo se llevará a tierra de moros donde no vuelva jamás.
En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Si las manchas tomaban entonces una forma extraña era una señal inequívoca de que, en efecto, el muchacho afectado se encontraba bajo la malévola influencia lunar.
También existía en otros pueblos la creencia de que los niños “se caen de la luna”, término que de nuevo hace referencia a la influencia negativa del astro, aunque en este caso se refiere específicamente a los males relacionados con ponerse una prenda tocada por los rayos de luna (razón por la cual no debe tenderse la ropa de noche).
Esta creencia se encontraba especialmente arraigada en la zona de las Hurdes. En el pueblo de Martilandrán se lavaba la ropa tocada por la luna en una tinaja con agua hirviendo y plantas de río (las cuales posteriormente debían ser arrojadas de nuevo al agua lo más lejos posible). En otros pueblos como Asegur o vegas de Coria se realizaban collares y amuletos que los niños debían portar por la noche para no ser “alunados”, en los que se colgaban pequeñas lunas de madera o monedas de cobre agujereadas. Talismanes similares llevaban al cuello las madres y nodrizas del pueblo de Castuera, para que no se les “alunasen” los pechos. En este mismo pueblo, para evitar que la luz de la luna se colase por las chimeneas (la única abertura por la que podía entrar con las puertas y ventanas cerradas) se pintaban en ellas símbolos astrales que alejaran su perverso poder. Visto lo visto, cualquier precaución es poca.
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30. Miguel de Unamuno (Salamanca)
Como hemos visto a lo largo de esta recopilación de espantajos, muchos tienen su origen en personajes reales. A menudo eran gente marginal o enemigos bélicos, personas que, en resumen, provocaban distintos tipos de miedo en pequeños y mayores por igual. Incluso reyes y gobernantes ocupaban a veces el papel de asustachicos, sambenito del que no se han librado ni los Borbones.
Y, si estas acusaciones llegaban a las más altas esferas, ¿quién no podría ser tachado de ogro? Uno de los casos más peculiares es el del escritor Miguel de Unamuno (1864-1936) en Salamanca. El autor de obras tan célebres como San Manuel Bueno, mártir o Niebla fue bastante polémico en vida y se ganó no pocos detractores. Quizá por esto (y tras su fallecimiento en los albores de la Guerra Civil) alcanzó esta fama de tan dudoso honor.
Ha quedado recogido que, por las calles de la Salamanca de los años 50, eran muchos los niños que se asustaban los unos a los otros al grito de “¡Que viene Unamuno!”. Como si no tuviera bastante con haber sido desterrado por la dictadura de Primo de Rivera y finalmente destituido como rector universitario durante sus últimos meses de vida, el pobre Unamuno acabó transformado en un coco de la tradición popular salmantina. Aunque, por otro lado, esta reputación funesta del escritor de la generación del 98 parece anterior a la Guerra Civil. El poeta Luciano G. Egido explica: “por mi parte, recuerdo, y lo he contado en algún sitio, por habérselo oído contar a mi madre, que, cuando durante la Segunda República, se lanzó la idea de dedicarle a Unamuno un monumento en el centro de la ciudad, la gente tuvo la creencia de que se le iba a levantar en Salamanca un monumento al demonio”.
Desde luego, nadie está a salvo de ser convertido en un monstruo.
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29. Marizampa (Castilla)
En muchos lugares de España encontramos ogros idénticos bajo apariencias masculinas o femeninas. Normalmente se trata de asustachicos dedicados a devorar niños traviesos como puede ser el célebre Tragaldabas castellano-leonés, pues esta es la categoría más abundante en la Península y sus representantes se cuentan bajo multitud de nombres y aspectos. De esta forma tenemos al Zamparrón y a la Zamparrampa, a la Paparresolla y al Paparrotxu, al Zarrampla y la Zarrampla…
Aunque también existen ogros que solo tienen versión femenina. Como la Ransoña gallega, cuyo nombre también es utilizado para designar a las personas maliciosas o poco de fiar. Pero la más terrible de estas ogresas no es otra la Marizampa, una criatura presente tanto en Castilla-La Mancha como en Castilla y León.
Se trataba de una mujer enorme y de apariencia horrenda, con grandes garras y un rostro terrorífico. Se decía de las Marizampas que habitaban en lo profundo de los bosques, hábitat que solo abandonaban cuando tenían hambre. Su alimento principal, como podemos intuir, eran los niños humanos. Al parecer estas criaturas absolutamente malignas no soportaban la felicidad infantil, y estaban decididas a destruir y devorar a todo el chiquillo que encontrasen. Hasta aquí la Marizampa no difiere mucho de los otros ogros tragones, pero cabe mencionar una característica única que la convertían en un ser más horrible si cabe. Y es que, según se contaba, en las Marizampas afloraba a veces un instinto maternal que las llevaba a, en lugar de devorarlas, secuestrar niñas humanas y criarlas para que, a su vez, se convirtieran en nuevas Marizampas. Esto nos recuerda al fenómeno de los changelings (algo así como “suplantadores”), término inglés acuñado para referirse a las leyendas que hablan sobre hadas y criaturas sobrenaturales dedicadas a robar bebés humanos e intercambiarlos por seres feéricos que tomaban el aspecto de recién nacidos corrientes, aunque mucho más enfermizos y débiles que los reales. Al parecer este fenómeno imaginario obedecería a las altas tasas de mortandad infantil de épocas pasadas, de forma que las madres pudieran consolarse cuando su retoño moría a tan temprana edad pensando que lo que habían enterrado era una copia, y que el verdadero se encontraba sano y salvo en el mundo mágico.
La Marizampa parece quizá una versión retorcida de estas historias. Aunque, claro está, acabar convertida en ogresa parece un destino incluso más cruel que la misma muerte…
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28. Cavall tonto (Girona)
Los caballos siempre han tenido grandes vínculos con lo sobrenatural, poseyendo connotaciones tanto positivas como negativas. Y, si hablamos de caballos malignos, rápidamente nos vienen varios a la cabeza. Sin ir más lejos el término inglés para pesadilla, nightmare (literalmente “yegua de la noche”), nos da una idea de cómo estos animales vistos hoy como nobles monturas podían ser asociados a los temas más oscuros. Igualmente en Inglaterra habitaban los famosos Kelpies, criaturas acuáticas que se presentaban ante los hombres bajo la apariencia de mansos corceles para luego llevar a las aguas y ahogar a todo el que osaba montarse en ellos. Por España, cómo no, también galopan varios equinos espantosos.
La tradición popular nos habla del Caballo sin cabeza que, según creían los navarros, recorría los montes de Zuberoa y los valles de Vibe, siendo su visión un inequívoco presagio de muerte. Quizá la testa que le faltaba a este era la que tenía de más el Caballo de dos cabezas, criatura bicéfala que tiraba de un carro lleno de troncos por el valle de Aragües (Huesca). Una de sus cabezas era blanca y la otra negra, y cada una quería tomar una dirección distinta dificultando su travesía de manera inimaginable.
Las procesiones de difuntos o cacerías salvajes del norte de Europa también montaban caballos, hecho que en nuestra península toma forma en los mitos de los “cazadores malditos”. En Valencia se hablaba de la Jaca de fuego, un caballo llameante que galopaba por las huertas de Benarrés durante el día de difuntos. Al parecer se trataría de una evolución del mito mallorquín del Conde Mal, que a su vez proviene del legendario Comte Arnau catalán, sanguinario noble que, debido a sus muchos crímenes, fue condenado por Dios a cabalgar sobre un caballo espectral por toda la eternidad mientras persigue una pieza de caza que nunca logra capturar. Este personaje, ya de por sí terrorífico, era a menudo utilizado como asustaniños. Sin movernos de Cataluña, concretamente en el cabo de Creus (Girona), encontramos a otro animal equino y terrible con el que se amenazaba a los niños díscolos. Se trata del Cavall tonto (“caballo tonto”), un caballazo enorme y oscurísimo que tenía un método de lo más peculiar a la hora de capturar chiquillos desobedientes. El Cavall tonto acudía a la casa donde vivía el niño en cuestión y comenzaba a llamar con su morro a la puerta. Se trataba de un animal incansable, pues repetía esta acción incesantemente hasta que alguien le abría. Cuando esto ocurría, el caballo agarraba a los muchachos con sus dientes y los montaba en su grupa, para luego salir disparado hacia su morada, ubicada en una caverna de la montaña de Sant Pere de Roda. Una vez allí, y por si fuera poco tras la infernal galopada, devoraba a sus jóvenes jinetes. En resumidas cuentas, un animal encantador.
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27. Olentzero (País Vasco y Navarra)
Es habitual en fechas navideñas observar en algunas zonas de Navarra y País vasco desfiles y fiestas en torno a la figura del leñador o carbonero Olentzero (también llamado Olentzaro), un personaje fantástico que deja regalos a los niños en Navidad. La imagen que tenemos hoy de él es la de un hombre barrigón y generalmente benévolo, tanto que a veces es representado en forma de monigote que recorre los pueblos en procesiones de carácter más bien festivo y hasta burlesco. Pero esto no siempre fue así.
En épocas pasadas se llegaba a representar al Olentzero como un terrorífico ser de 366 ojos (tantos como días tiene un año bisiesto). Se decía que era el último de los Gentiles, raza mítica de gigantes de la mitología vasca, encargado de anunciar la llegada de Jesús que pondría fin al paganismo.
En algunos pueblos como Bera (Navarra) y Oiartzun (Gipuzkoa) creían que el Olentzero se colaba en los hogares por la noche bajando por las chimeneas, armado con una hoz y cubierto de hollín. Pese a estar siempre tiznado, se trataba de un ser que apreciaba mucho que las chimeneas se encontrasen bien limpias; de lo contrario era capaz de degollar sin miramientos a todos los habitantes de la casa. Igualmente era un monstruo muy voraz y engullía los restos de los banquetes de Nochebuena mientras todo el mundo dormía. Una de las formas de evitar la visita de esta criatura era preparar un gran fuego que durara en la chimenea toda la noche, para que así el Olentzero no pudiera bajar por ella.
Sabiendo esto, no es de extrañar que el Olentzero fuera utilizado como asustachicos en fechas cercanas a la Navidad. El escritor Pío Baroja dejó por escrito cómo, durante su niñez, le asustaban con este gigante que bajaba por la chimenea para llevarse a los niños traviesos, con sus cientos de ojos brillando con un resplandor rojizo. Aseguraban que este ser metía a los chicos en un saco para lanzarlos al mar de la playa de la Zurriola (San Sebastián).
Otro ser muy similar al Olentzero es el Ujanco navarro, un personaje que tiene tantos ojos como días del año. Lo curioso de este es que va perdiendo uno a cada día que pasa hasta que, en Nochevieja, los recupera todos de golpe. En el municipio de Cabezuela del Valle (Cáceres) existe otra criatura muy parecida: allí es llamado Hombre de los ojos y se utilizaba para asustar a los pequeños en Navidad, diciéndoles que verían aparecer a un tipo “con más ojos que días del año”. La gracia estaba en que este personaje solo se dejaba ver el 31 de diciembre, con lo cual podría ser cualquier persona con dos ojos en la cara. Tradición idéntica se encuentra en Cataluña con el llamado Home dels Nassos (Hombre de las narices), que también se llevaba a los niños malos y en lugar de ojos comenzaba cada año con 365 narices, perdiendo una cada día hasta recuperarlas todas cada primero de enero.
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26. María de Padilla (Sevilla)
El sevillano Rodrigo Caro (1573- 1647), que además de sacerdote fue arqueólogo y erudito, escribió numerosos textos a lo largo de su vida y dedicó varios de ellos al folklore español y a las costumbres infantiles. En su obra Días geniales o lúdicros reflexiona sobre el papel de los ogros y asustachicos y llega a mencionar varios ejemplos curiosos. Uno de ellos era una tal doña María de Padilla, misterioso personaje que aparecía en “un coche ardiendo en llamas de fuego” y aterrorizaba a los muchachos de la capital andaluza. Esta mujer tenía un lacayo o compañero inseparable muy popular en el folclore español: nada más y nada menos que un Diablo cojuelo.
El Diablo cojuelo aparece en grimorios y tratados mágicos al menos desde el siglo XIII, y ya entonces se lo clasificaba como un demonio menor, aunque habilidoso y fácil de invocar. Según la tradición castellana, la lesión que le daba nombre y lo obligaba a caminar con muletas se debía a que todos los demás demonios cayeron sobre él tras la rebelión que los expulsó del Cielo, dejándolo tullido para toda la eternidad.
Curiosamente y a pesar de esta cojera, se trataba uno de los diablos más veloces. Esto lo convertía en una criatura muy apreciada por las brujas y hechiceras españolas, quienes lo invocaban con regularidad para que las ayudase en sus tareas y muy especialmente a la hora de realizar rituales de magia amorosa. Cabe destacar que el Diablo cojuelo fue popularizado por la obra homónima escrita en 1643 por Luis Vélez de Guevara (nacido al igual que Caro en un municipio sevillano, Écija). En ella, un estudiante madrileño topa con dicho demonio atrapado en una botella en el desván de un astrólogo. Tras liberarlo, el diablo lleva al estudiante volando por los cielos de Madrid y le hace ver por arte de magia lo que ocurre en cada casa, descubriendo así la hipocresía y miseria de las gentes de la ciudad.
Casi con total seguridad, la compañía de este diablillo emparentaría a la figura de María de Padilla con la hechicería. Debido a esto, y pese a que la verdadera identidad de esta mujer es un completo enigma, había quien se aventuraba a relacionarla con una María de Padilla que fue amante del rey Pedro I el Cruel, no muy apreciada por la corte y ducha en las prácticas nigrománticas. También es posible que se tratase de la esposa del comunero Juan de Padilla, la cual poseía una esclava morisca con oscuras habilidades mágicas. O quizá sea una mezcla de ambos personajes históricos creada por el imaginario popular. Quién sabe.
Lo cierto es que, al revisar documentos inquisitoriales de los siglos XVI y XVII relacionados con los actos de brujería, se pueden encontrar salmos y rituales que invocaban con frecuencia su figura como ayudante sobrenatural en conjuros de amor, como por ejemplo: “Levántate, María de Padilla, de esos infiernos donde estás y tu manto negro te cubrirás y a fulano me traerás”. Fórmula habitualmente acompañada de otras como “Diablo cojuelo, que es buen mensajero, y el diablo coxo, que corre más que todo, diablo cojuelo, tráeme luego…”.
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25. Mano negra (varias comunidades)
Puede que no sea una criatura especialmente sofisticada pero, desde luego, resulta bastante terrorífica. La Mano negra, asustachicos extendido prácticamente por toda España, era sencillamente eso: una mano cercenada, en ocasiones peluda, oscura y con grandes uñas, que se llevaba a los chicos traviesos o directamente los asfixiaba mientras dormían. En Extremadura existían numerosos relatos sobre esta extremidad monstruosa, siendo el más famoso aquel en el que la mano se iba acercando al cuarto del niño díscolo anunciando su llegada hasta que este, aterrorizado, pedía perdón por su mal comportamiento. Entonces la mano negra huía diciendo: “La mano negra soy, y por donde he venido me voy”. Una curiosa variación de este monstruo la encontramos en Santa Marta de Tera (Zamora), donde la mano se llevaba a los niños que comían chocolate a escondidas.
Por otro lado también estaba la Manona, presente en Asturias, Castilla y Extremadura, de la que ya hablamos al tratar el tema del Inguma y otros duendes nocturnos. Lo cierto es que la Manona (y también el Pisadiellu asturiano, que puede adoptar una forma muy parecida) encaja perfectamente en esta categoría de indeseables visitantes que nos asfixian y turban nuestro descanso en la noche. Por ejemplo, Jesús Callejo recogió en las Hurdes (Extremadura) que esta criatura con forma de mano recorría uno a uno los huesos de la columna vertebral del durmiente provocándole temblores y escalofríos. Pero también se daba a otras maldades, como desordenar las herramientas de labranza y sembrar el caos en los hogares.
Algunos asocian el origen de este asustachicos con las acciones violentas de la organización anarquista “La mano negra”, causante de numerosos atentados en la Andalucía rural de finales del siglo XIX, pero lo cierto es que los términos “manpesada” y “manpesadilla” ya se utilizaban en los siglos XVI y XVII para describir a los duendes nocturnos anteriormente mencionados. Sea como sea, las Manos negras o Manonas lograron sobrevivir hasta las últimas décadas del siglo XX, seguramente revitalizadas por algunas películas de terror y misterio que utilizaron extremidades cercenadas como antagonistas. Personalmente, recuerdo que mi madre me contaba cómo durante los años 70 los muchachos de EGB se asustaban los unos a los otros con la Mano negra, capaz de aparecer en sus casas y asfixiarles apretándoles la garganta.
Tan universal es este asustachicos que también se encuentra presente en México y Colombia bajo el nombre de Mano peluda, la cual vive en los sótanos y a veces se deja ver a través de las ventanas y los huecos de las paredes para amedrentar a los chiquillos díscolos.
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24. Cardapeçols (Cataluña)
Pocas cosas incomodan tanto a algunos niños como la “manía” de sus padres de peinar sus cabellos. Y pocas cosas aterran tanto a un padre como la posibilidad de que los desagradables piojos infesten el pelo de sus pequeños. Sabiendo esto es fácil imaginar a qué se dedicaban los ogros de esta entrada.
La Cardapeçols catalana era una extraña y siniestra mujer con la que muchas madres de las zonas de Bruch, Esparraguera y Piera amenazaban a sus hijas cuando no se dejaban peinar. Esta ogresa era la encargada de peinar a las muchachas rebeldes, para lo cual se valía de cardos y arces utilizados para cardar lana de oveja. En su obra Los ogros infantiles, Joan Amades explica que este personaje trataba a sus víctimas sin ninguna delicadeza: tal era su brusquedad que acababa por arrancarles los cabellos a las chicas, dejándolas prácticamente calvas. Además, Amades asegura que la Cardapeçols se entregaba “a mil suciedades y groserías repulsivas de explicar”. Todo un encanto de mujer.
Más monstruoso era otro ser igualmente preocupado por la higiene capilar, el llamado Pardinot, que habitaba en el Valle de Freser, en Ripollés (Girona). Lo describían como una enorme criatura subterránea de abundante pelo negro, la cual poseía unos colmillos inferiores que le llegaban más abajo de la barbilla y otros superiores que sobrepasaban la altura de la frente. Lo más estrambótico del Pardinot, sin embargo, eran sus dos jorobas, situada una en la espalda y otra en la barriga. Dicha condición física le obligaba a caminar de una forma extraña, quizá hasta cómica si no habláramos de un ogro de varios metros de alto.
Esta figura se asociaba originalmente a la de una entidad pagana protectora de los campos, pero su imagen se fue transformando hasta acabar convertido en un asustachicos utilizado para que las muchachitas se lavasen sin rechistar. De lo contrario este ser aparecería para limpiarlas con cepillos de hierro, de los que se usaban antiguamente para limpiar caballerías y bueyes, y luego peinarlas con herramientas de labranza (unos métodos que recuerdan a los utilizados por el sádico Peladits). También se contaba que este Pardinot tenía una especie de esposa o versión femenina, la Pardinota, a la que describían como aún más terrible y encargada exclusivamente del peinado de las muchachas.
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23. Gurrumella (Cantabria)
Pese a que España se encuentra plagada de ogros, algunos han logrado llegar a nuestros días con mayor fortuna que otros. Son muchos los monstruos documentados sobre los que se recogen cientos de historias y datos, pero también los hay que han corrido peor suerte y lo que conocemos de ellos se reduce a unas pocas descripciones escuetas. Es el caso de la Gurrumella, un asutachicos cántabro del que sabemos poco… aunque resulta igualmente terrorífico.
Se trataría de una criatura similar a la mezcla entre mujer y murciélago, alada, vieja, arrugada y horrible. Poseía unos ojos enormes y muchísimos dientes, hasta 5000 según algunas versiones. Contaban que esta Gurrumella se colaba en los hogares a través de chimeneas y ventanucos para llevarse a los niños por los aires y devorarlos. O que, directamente, hacía suyos los desvanes de las casas y dormitaba en ellos (costumbre que nos recuerda a la Paparresolla, monstruo con un nombre algo similar y también presente en Cantabria). Las madres y padres cántabros amenazaban a sus hijos diciendo que, si armaban jaleo por la noche en lugar de irse a la cama, despertarían a la Gurrumella y esta, como venganza, se los llevaría para comérselos. Algo comprensible: un mal despertar lo tiene cualquiera.
Seguramente la Gurrumella tenga relación o sea la misma criatura que otro ser del que se hablaba en la comarca de Liébana, la Gurrumpella, una entidad monstruosa que devoraba a las vacas y los cabritos.
Poco más sabemos acerca de este espanto alado, cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos…
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