nomshores

[nomshores]

Ni siquiera sé si vas a leer esto, pero bueno, acá estoy.

No sé por dónde empezar, Amitai, pero sí sé que los dardos, las balas, el orgullo y todo lo que sea discusión o ataque lo dejé a en casa, no en esta carta.

No me siento muy inspirada, sino desganada, pero quiero hacerlo de una vez, porque luego estaré ocupada, etcétera.

Lamento muchísimo que las cosas hayan terminado así, ambos fallamos más de la cuenta, de lo que deberíamos, porque aunque yo no lo saque a relucir todo tiempo, también estoy herida. Estábamos teniendo una relación no sólo grandiosa, sino única, donde existía la unión, compromiso, cariño, demostraciones de amor que realmente nacían del corazón y eran honestas, al menos por mi parte, asumo que de tu lado era lo mismo.

Lo he repetido muchas veces, pero yo no quería terminar, sí, lo hice porque fue más grande el dolor que sentí, y lo que creí, realmente me sentí desplazada, pero yo no quería terminar. Yo estaba bien con vos, sentía paz, me hacías un poco más feliz, porque eso no depende de vos, pero sumabas, aportabas y sé que eso era recíproco.

Después de que yo te terminara, y que vos me causaras una herida, las cosas se descontrolaron, aunque creo que tu verdadero dolor no es conmigo, Khair, sino conmigo, due.

Si sirve de algo aclararlo, estaba muy feliz a tu lado, no eras suficiente, sino más que suficiente y más de lo que alguna vez también había soñado, porque si algo hice durante ese tiempo, esos casi tres meses, fue amarte, y sé que fue mutuo, quizás esos recuerdos también son los que me llevan al llanto, desde darnos tete, a dormir juntos, o aquella vez que nos tatuamos, o cuando te obsequié vestidos. Mis demostraciones quizás no fueron lo que vos esperabas, o sí, en su momento lo fueron, pero luego todo fue pisoteado cuando tuvimos esa discusión.

Dije que iba a dejar el orgullo de costado, también el dolor, y que venía desarmada, así que sólo me toca agradecerte por haberme permitido conocer tu corazón al desnudo, por haberme permitido experimentar una unión donde el otro terminaba la oración del otro, y por haberme permitido no dar, sino también recibir un amor puro, porque sé que lo que me diste, fue bueno, fue honesto, y nacía de tu corazón. Realmente, con una mano en el pecho, te lo agradezco, porque como dije, fuiste más de lo que había soñado, pero aún así todo se fue por el drenaje.

Aunque no lo justifica, espero que algún día puedas comprender qué pasó por mi cabeza, de dónde nacieron esas palabras llenas de dolor, y qué sentí yo, por mi parte tengo muy en claro lo que sentiste, desde tu personalidad a en general, y por eso lo respeto. Te escuché con mucha atención.

Me duele haberte tratado mal, no sólo por el hecho de que eras la persona con la que quería mi vida entera, donde ambos nos cegamos por el dolor de uno, pero más allá de eso, me duele haberte tratado mal por el simple hecho de que sos un ser vivo, un ser valioso que ríe, llora, siente y sufre, y si debo ser honesta, me cegué tanto por mi dolor, por lo que yo creía y sentía, que puedo decir que hoy me veo en ese momento, y me desconozco, pero también me abrazo, porque sé muy bien cuánto lloré, cuánto me dolió y cuánto creí que me estabas haciendo a un costado, porque creí que después de todo, quizás yo te había aburrido y deseabas conocer más personas, no encontraba otra lógica para que te hicieras a un costado, yo no sabía lo que pensabas vos, y todo esto nació de un malentendido.

Vengo de esta manera, porque ya no quiero una conversación, terminas llorando, estresado, explotando y yo con un dolor en el pecho que me cuesta respirar, y no quiero eso, porque a final de cuentas, el resultado es el mismo o peor.

Retomo, tuve que salir.

Cuando estuviste mal, cuando me bloqueaste en tu ciclo menstrual, en cada discusión y lo aclaro porque leí tu tweet, te dije que había que amarnos en nuestros días grises, que ahí era cuando más debíamos hacerlo, cuando nos fuera incómodo, y justamente por eso me desarmó sentir que te hacías a un costado cuando yo realmente, y usaría mayúsculas para hacer énfasis, necesitaba de tener a mi novio a mi lado, y el dolor que sentí me excedió. Ya no espero que lo entiendas o te pongas en mis zapatos, ni que comprendas lo que sentí, y menos después de que lo hablamos tantas veces, pero sigue siendo prioridad mi error.

Lo que me diste, fue suficiente y más, y lo agradezco, y lo valoro, y me pone feliz haberlo vivido, pero sí siento que en todo esto, no lograste entender o no sé, sí lo hiciste, pero no sé, el hecho de que nuestro dolor ha sido mutuo. A mí también me desarma el pensar en que estábamos bien, en que crecíamos juntos y eramos el confidente del otro, y me duele, porque aunque no lo respondo, a veces te leo y me doy cuenta que pedís lo que nosotros tuvimos, sólo que tu mente ya quedó enfocada en la discusión que tuvimos, y no en los casi tres meses hermosos, porque lo fueron.

Gracias por todo, no voy a continuar porque no quiero llorar, y tengo cosas que hacer. Espero que te vaya muy bien, y que me termines recordando sólo como la loquita que te llora con Duki, nada más. Gracias porque te amé, porque sé que en su momento lo viste, y sé que fue recíproco y bonito, y perdón simplemente por todo lo que ocurrió desde la ruptura. Era inmensamente feliz siendo tu novia, mejor amiga, hermana y todas esas cosas que nos considerábamos, pero lastimosamente nuestro cuento no terminó como ambos lo esperábamos. En mi caso, quizás llevo mi dolor de manera distinta, porque también he logrado ponerme en tus zapatos y entender porqué hiciste lo que hiciste, porqué me hablaste como me hablaste, y aunque no lo justifica, porque los insultos no se justifican, no tengo rencor, sino una profunda tristeza porque soy consciente de cuánto te amé, de cuánto quería absolutamente todo con vos y sin reservas, y no se dio, o lo arruinamos, aunque digas que todo esto es mi culpa, fue mutuo, pero ya no espero que entiendas lo que me hiciste sentir.

Hermosa semana, mes, año y vida, Amitai. Gracias por haberme amado como lo hiciste, y lamento que tu enfoque sea únicamente en este mes, y no más amplió, porque sé y no tengo dudas de que nuestra relación fue preciosa, estábamos estables, y era un ida y vuelta, algo recíproco.

Adiós.