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"No estoy segura de que te encanten mucho si hablas sobre ellas con ese tono” comento un tanto divertida, aunque mirando a la contraria un poco extrañada, por la expresión de su rostro no le creería mucho, pero ante la respuesta afirmativa que le sigue después la sonrisa en su rostro creció un poco más. “Con que me acompañes con una es más que suficiente, tampoco me apetece embriagarme mucho” no después de la última vez que lo hizo en un evento del club, aun le causaba algo de miedo. “Bastante, hace mucho que no me relajaba tanto incluso aunque es una playa artificial ¿y tú?” le pregunto antes de sentarse sobre la toalla para poder llamar la atención de uno de los meseros que andaban caminando cerca. 

‘ ah ~ me encantan las margaritas ’ sale al instante de su boca, con un tonito que suena más quejumbroso que entusiasta. estado de ánimo no era el más adecuado para deleitarse con una bebida así, haciendo que pensara dos veces antes de decidir. ‘ supongo que puedo tomar solo una... ’ termina por aceptar, cediendo a tentadora invitación. ‘ ¿estás disfrutando el día? ’

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Le fue imposible no reír ante las palabras de la contraria al tiempo que negaba suavemente con la cabeza. “Si, la verdad es que fue un poco tonto de mi parte el siquiera preguntarte” la miro sin borrar la sonrisa en su rostro, aunque una parte de ella empezaba a preocuparse por el hecho de que siempre encontraba a la contraria bebida, pero estaban de vacaciones, no le tomaría tanta importancia, se merecían relajarse. “Siempre que los necesitas desaparecen” se quejó mientras se sentaba sobre la toalla mirando a su alrededor para después suspirar suavemente. “Tendremos que ir a pedirlas a la casa club, aunque también podríamos aprovechar para comer algo ¿no lo crees?” le pregunto a la contraria al tiempo que se levantaba, sacudiéndose la poca arena pegada en el cuerpo. 

           " ay, cariño, a este punto ya somos mejores amigas ¿siquiera tienes que preguntar? ¡soy tu chica siemrpe que haya una margarita, una mimosa, o quien sea entre las dos! " le guiñó el ojo compinche a la par que se gira sobre manta que ha puesto para no tocar arena. " ¿dónde está el mesero cuando se lo necesita? " murmuró con un tono juguetón, mirando a su alrededor como si estuviera buscando un milagro en forma de cócteles que aparecerían mágicamente. 

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Se sentó con cuidado la toalla donde había estado demasiado tiempo recostada, pensando en ir a la casa club para buscar esas margaritas que tanto se le antojaban cuando escucho como alguien carraspeaba por lo que desvió la mirada hacia el sonido y le fue imposible no poner los ojos en blanco una vez que lo reconoció, pero sobre todo que recordó lo que le había prometido si es que pasaba un tiempo agradable con él, cosa que había pasado incluso en contra de su mejor juicio. Una sonrisa apareció en sus labios mientras se incorporaba, sacudiéndose la poca arena que se le había pegado al cuerpo, tomándose su dulce tiempo con la clara intención de hacer sufrir un poco más al contrario. “Hola Shin” lo saludo mirándolo a los ojos por unos segundos antes de recoger su bolso, era una mujer de palabra y su deuda ya estaba saldada, ahora era tiempo de ir por esa bebida que tanto deseaba.  

Estaba dando un paseo por el lugar, explorando un poco lo que tenían que ofrecer en las instalaciones cuando nota conocida rubia a la orilla de la playa, no duda en acercarse. Recuerda perfectamente lo que hablaron la última vez, así que tenía que intentarlo para ver si sus esfuerzos dieron frutos. Pasó caminando muy lentamente frente donde estaba ella, carraspeando, muy poco sutil, para llamar su atención.

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Una pequeña risa salió de sus labios ante las palabras de su hermano. “¿Me estás diciendo que me veo tan bonita que podría ser modelo?” pregunto en tono divertido al tiempo que lo miraba con mayor atención y fue entonces que se dio cuenta de la expresión en su rostro por lo que su sonrisa desapareció tan rápido como había llegado. “Siempre eres buena compañía” respondió con rapidez al tiempo que lo imitaba y se levantaba con rapidez de la toalla, ahora estaba preocupada por el mayor. “Podemos hacer otra cosa si no quieres beber, incluso me atrevería a subirme a una canoa por ti” ofreció un tanto desesperada, pero había algo en la expresión de su hermano que no le terminaba por gustar y estaba segura de saber la razón, si había alguien que la ausencia de Anita le afectaba era a él.  

Vachir observa con detenimiento a su hermana, sin una expresión en su cara, lo cual podría resultar alarmante, pues normalmente es efusivo con Noora, pero hoy no⠀‘ Luces como el espectacular de alguna marca ’⠀suelta mientras se levanta y sacude la arena que se le ha pegado a la ropa, lo cual provoca que frunza el ceño⠀‘ No creo ser buena compañía esta vez Noora, perdón. Pero si en verdad quieres una, puedo traerla ’

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Su ceño se frunció ligeramente ante las palabras del contrario. “¿Tequila con agua mineral?” repitió sus palabras para asegurarse de haber escuchado bien. “Nunca en mi vida he probado eso y no estoy segura de creerte en que sabe bien” era una combinación de lo más extraña, aunque rápidamente su rostro cambio por completo al tiempo que le sonreía. “Claramente estamos en la misma sintonía” asintió suavemente para después ver cómo se alejaba, sonriendo aún más al escuchar el pedido que le hacía al mesero del área. “Vaya, pero si eres todo un caballero” hablo al tiempo que se incorporaba con cuidado de la toalla para poder sentarse. “Gracias” le sonrió un poco más. “No creo que seamos capaces de dejar esta playa del todo sobrios, pero se supone que vinimos a relajarnos ¿no?” se encogió ligeramente de hombros.  

La playa, aunque artificial, le bastaba para querer tirarse todo el día y beber algo de cerveza. Aún no tenía la nostalgía de Brasil, quizá porque había estado en su país hace poco, pero, igual le venía bien. En contraparte, él estaba extendido sobre una cama de sol, con los lentes cubriéndole el rostro. "¿Una margarita? Me gusta más el tequila con agua mineral." Exclama con una sonrisa que no expresa más que placer. "Pero puedo pedirte un par, no veo porque no disfrutar este lugar como se debe." Eleva los lentes para buscar a un empleado, levantándose al encontrarlo. No iba a pedirle ir hasta su lugar. "¿Puedo pedirte margaritas para la rubia de allá? Que sean frías, que no se quede sin nada de beber, a menos de que ella desee que se detengan. A mí cerveza, por favor." Pide con amabilidad, extendiendo euros para brindárselos. Al llegar a su lugar, se vuelve a acomodar. "Llegan enseguida."

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Ladeo la cabeza suavemente al tiempo que escuchaba al contrario hablar, riendo suavemente al tiempo que asentía. “Si, entiendo eso de no poder parar una vez que empiezas y más cuando estas de vacaciones” ya que esto era como se sentía, vacaciones en medio de lo que se suponía lo eran, pero con todo lo que había ocurrido en las últimas semanas, todo estaba demasiado tenso. Una de sus cejas se alzó ante sus palabras sin tener idea de que era lo que estaba confesar, pero una vez que lo hizo empezó a reír nuevamente. “Oh entonces eres un ebrio triste” asintió suavemente sin dejar de reír ante la sola idea de imaginárselo. “Definitivamente será una sin alcohol para ti, me gustaría que pudieras relajarte de igual manera que yo, pero no sabría que hacer conmigo misma o contigo si empiezas a llorar aquí después de una o dos bebidas” 

''mira, que me conozco,,,'' comienza a decir, haciendo una pausita y arrugando nariz, haciendo una ligera mueca ''pero tras primer bebida, ya no puedo parar'' ríe, sacudiendo su cabeza, en desaprobación al imaginarse haciendo justo lo que ha descrito. ''y la gente suele ponerse contenta o divertida con el alcohol encima'' chasquidito se escucha, sonido que se hace al encontrarse la lengua contra paladar ''pero soy de las personas que les sucede lo contrario'' los antónimos a los adjetivos que uso en la oración anterior. ''pero puedo hacerte compañía con una sin alcohol''.

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La sonrisa en su rostro creció al ver la bebida que el contrario le brindaba. “Al parecer si lo es o puedes leer las mentes y es algo que te habías guardado para ti mismo” hablo en tono bromista al tiempo que tomaba la bebida. “Gracias” le agradeció antes de darle un sorbo a la bebida, cerrando los ojos por unos segundos ante lo fresca de esta, en verdad esto hacía mucho mejor su día. Le fue imposible no hacer una pequeña mueca ante las palabras del pelinegro por lo que poso la mirada en él una vez que abrió los ojos. “¿Has visto a alguno de tus hermanos?” pregunto suavemente para que solo el pudiera escucharlo, no deseaba incomodarlo, pero sabia como habían terminado las cosas entre ellos. “Un par de idiotas se cayeron de la canoa, no parecían tener una mínima idea de coordinación o trabajo en equipo” le conto con una pequeña risa antes de darle otro sorbo a su bebida.  

" ¿Es tu día de suerte? " respondió a la rubia, llegando precisamente con dos margaritas en mano, le ofreció la que le correspondía. Extrañamente, ha decidido aprovechar la oportunidad para ser hospitalario con Heijnen. " Necesitaba una de estas para soportar el día " de que otra manera iba a lidiar con la posibilidad de toparse con alguno de sus hermanos, un par de tragos ayudarían. Tomó asiento junto a la contraria. " ¿Pasó algo interesante? "

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Asintió suavemente ante las palabras del contrario al tiempo que la sonrisa en su rostro crecía. “Claramente nos estamos entendiendo” respondió divertida, una parte de su cabeza le decía que no debería de tomar tanto, no después de lo ocurrido en el último evento del club donde había bebido, pero fingiría lo suficiente a que todo estaba bien y a ella le gustaba beber en la playa. “Gracias señor” respondió con una pequeña risa al tiempo que se levantaba de su asiento para poder caminar al lado del contrario hacia la casa club donde se encontraba el único bar. “¿Que tanto crees que nos juzguen si pedimos de una vez las tres rondas?” 

‘ ¿sabes? no suena mal. a mí me hacen falta unas tres, mínimo ’ jugó, aunque el suspiro que soltó indicaba que había un poco de verdad en sus palabras. siempre resultaba estresante tener a su padre cerca, ¡ni siquiera sus guardaespaldas le respiraban tanto en la nuca como sus progenitores! ‘ va ’ aceptó, encogiendo sus hombros, antes de hacer un gesto con su mano para indicarle que ella fuese primero. ‘ después de usted, señorita ’ canturreó, decidido a seguirla a pedir aquellas bebidas.

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“Una de mis mejores ideas, aunque suelo tener muchas” hablo con tono divertido, aunque también con el mentón un poco en alto, la modestia no era una de sus cualidades. Su mirada se desvió junto con la de la contraria hacia la casa club. “Una margarita en la mano mientras disfrutamos del sol y tranquilidad es una gran idea” comento suavemente para después posar la mirada en la morena. “No serian capaces de robarnos las sillas en lo que vamos por unas ¿cierto?” 

' no suena para nada mal. ' responde reconociendo a la rubia de alguna que otra interacción pasada y mira de reojo hacia la casa club. ' de hecho, creo que una margarita podría ser lo más sensato que haga en todo el día. ' hace mucho que no se relaja, bebe y se la pasa bien, ahora que es de nuevo libre nada le impide hacerlo.

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“Con una margarita en la mano podemos fingir lo suficiente que estamos en una playa de verdad y que tanto la arena como el agua están más calientes” le responde con tono divirtiendo al tiempo que buscaba su celular en su bolso. “Se supone que debo de tenerlo” comento más que nada para sí misma mientras empezaba a buscar en los contactos. “¿Algo más que deberíamos de pedir para vivir la experiencia completa?” 

"una margarita junto a la playa, definitivamente tiene sentido" responde con una sonrisa divertida mientras dirige su atención a la rubia. personalmente no es el trago de su preferencia, pero tampoco va a negarse. "¿tú tienes el número de contacto? porque dejé el teléfono en mi habitación.

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“Una tentación que no deberíamos dejar pasar” respondió con un pequeño encogimiento de hombros, aunque sin dejar de sonreír mientras miraba, al contrario, estar ahí tomando el sol era lo mejor que se le había ocurrido hacer en todo el día. Una pequeña risa salió de sus labios al tiempo que asentía suavemente. “Una ronda de margaritas nunca es suficiente, mínimo deberían de ser tres” se atrevió a bromear un poco al tiempo que miraba a su alrededor, buscando alguien a quien poder pedírselas. Pero antes de que pudiera hacerlo las siguientes palabras del contrario llamaron su atención por lo que poso su mirada nuevamente en este y estuvo a punto de preguntar a qué era lo que se refería con la forma de hacerlo cuando este mismo le explico, lo que causo otra pequeña risa, aunque parecía más un bufido. “La aceituna no creo que sea necesaria pero el tranquilizante si, debieron ofrecerlos el momento en el que pusimos pie aquí” podrían fingir todo lo que querían, pero el ambiente en las cabañas se sentía un poco pesado después de las últimas semanas y todo lo que estaba pasando.  

Deja que el comentario flote unos segundos en el aire, como si necesitara tiempo para procesar la idea de algo tan sencillo como una margarita. Luego, ladea apenas el rostro hacia quien le habla, el reflejo del agua pintándole los ojos de cobre bajo la luz menguante. "una margarita suena... peligrosamente tentadora" responde, con esa sonrisa ladeada que nunca termina de decidirse entre la ironía y el cansancio "aunque con el clima emocional de esta semana, sospecho que una no bastaría, tendría que ser una ronda o dos." se incorpora un poco en la arena, apoyando los brazos detrás de sí, y deja que la brisa artificial le revuelva el cabello sin molestarse en acomodarlo. "¿crees que todavía las preparan como antes?" pregunta con un deje de nostalgia muy suave "o capaz ahora vienen con una aceituna y un tranquilizante de cortesía." el chiste es ligero, pero no oculta del todo la punzada debajo. El silencio que sigue no es incómodo, sino compartido. Una pausa que ambos entienden, porque todo —incluso una bebida banal— parece estar cargado de significados estos días.

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La sonrisa creció más en su rostro ante las palabras del contrario. “Y esa es una mejor idea que la que la mía y no suelo admitir eso abiertamente” hablo con diversión y completamente relajada al tiempo que asentía suavemente. “Unas pinas coladas para ambos no nos vendrían nada mal, así podemos fingir aún más que estamos en una playa de verdad” comentó con diversión antes de ver a su alrededor por unos segundos. “Solo necesitamos ver cómo conseguirlas sin tener que levantarnos nosotros por ellas”  

' es una gran idea. ' apunta sin demora. ¿le preocupa que el ambiente no acompañe a idea? en lo absoluto. ' aunque una piña colada puede ser una mejor alternativa. ' opina, observando a contraparte, casi anhelando complicidad.

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“Algo de comer tampoco me molestaría” ya que lo pensaba había estado demasiado tiempo tomando el sol que ni siquiera se había acordado de ir a buscar algo para almorzar y ahora que lo estaba pensando podía sentir el hambre. “Pues el bar está disponible a todas horas así que me imagino que deben de hacer cualquier bebida que pidamos ¿no?” pregunto mientras se levantaba de su asiento para ver a su alrededor. “Lo que no estoy segura es de si tienen meseros aquí o tenemos que ir a la casa club” 

Arroja una pequeña piedra en dirección al lago, haciéndola saltar tres veces en la superficie antes de que se sumerja en el agua por su peso. ' Me vendría bien algo de comer también, ' opina con una ceja arqueada. ' ¿Crees que tengan más opciones de bebidas? No sé si se me antoja una margarita en específico. '

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La pregunta del contrario le provoco un pequeño suspiro. “Nunca me dejaras olvidar lo que paso en las montañas ¿verdad?” pregunto a pesar de saber la respuesta al tiempo que miraba al contrario en completo silencio por unos segundos antes de suspirar nuevamente y tomar la botella de agua que le ofrecía, en el fondo sabía que era lo correcto, pero eso no evitaba que le frustrara no poder beber tranquilamente. “Al menos le podrías poner limón para que pueda fingir un poco más” se quejó por lo bajo antes de darle un buen sorbo a la botella, haciendo nota mental de conseguir más para ambos. Justo cuando aparto la botella de sus labios miro como el contrario saludaba alguien por lo que se giró lo suficiente para ver al abuelo de este por lo que también lo saludo con la mano. “¿No sueles ver mucho a tu familia?” le respondió con otra pregunta antes de posar la mirada nuevamente en él. “En mi caso lo raro es que mis hermanos estén pasando tiempo con nosotros, ellos no trabajan en la empresa familiar y solo los vemos en ocasiones especiales”  

‘ ¿vas a beber? ’ la miró con una ceja en alto. no la estaba juzgando, aunque quizás sí un poco. estiró su botella con agua hacia ella y la movió un poco, mientras la sostenía de la zona de la tapa. ‘ cierra los ojos e imagina que es una margarita ’ no se iba a entrometer si pensaba hacerlo de todas formas. sintió una mirada sobre su nuca, y miró por sobre su hombro; allí, a lo lejos, su abuelo lo saludaba con una sonrisa, no hizo más que devolvérsela. ‘ ¿no se te hace extraño que tu familia ande por aquí? ’ al menos, para él era extrañísimo. estaba tan acostumbrado a vivir solo en otro continente, que casi había olvidado que tenía una. 

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Le fue imposible no hacer una pequeña mueca ante las palabras de la contraria. “No puedo entender que le encuentran de interesante a la cerveza, pero estamos de vacaciones” o al menos eso es lo que parecía ser todo esto. “Y esta es una zona libre de juicio” aunque si la estaba juzgando un poco, pero por dentro, era mejor ahorrarse esa clase de comentarios por ajora. “Debe de haber algún mesero al que le podamos pedir las bebidas ¿no?” preguntó al tiempo que miraba a su alrededor en busca de uno. “Porque no quiero levantarme e ir hasta el bar de la casa club, estoy de lo más cómoda aquí”  

"Pues yo quiero una cerveza. Unas. Varias. Muchas". El clima soleado genera el ambiente propicio para incentivar el consumo de una de esas o quizá, solo está buscando otra excusa para alcoholizarse. Mierda, ya se siente como esos borrachos que puedes encontrar en una cantina todos los fines de semana, qué asco. "¿A quién tenemos que llamar para conseguir algo de alcohol? Porque sí me apunto".

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"No se tu pero lo único que me hace falta en estos momentos es una margarita” comento con una pequeña risa al tiempo que se giraba a ver a la persona a su lado en la orilla de la playa artificial. “Deberíamos pedir unas de la Casa Club ¿no lo crees?”