Tumgik
orion-costellation · 10 days
Text
La luna gira alrededor de la tierra Yo bailo alrededor de vos La tierra gira alrededor del sol Yo sigo tu mirada El sol gira alrededor del centro de la vía láctea Yo observo tus labios moverse La vida láctea gira alrededor del cumulo de virgo y mi vida entera gira alrededor de vos. El universo es movimiento y el amor también. Los astros giran atraídos por la gravedad y yo giro alrededor de tu vida, atraída por tu belleza.
1 note · View note
orion-costellation · 15 days
Text
Simplemente quiero estar en soledad un rato, respirar, escuchar musica a todo volumen y perderme en mis propias emociones buscando un alivió... La tristeza duele y mucho.
-S.B
515 notes · View notes
orion-costellation · 15 days
Text
Tumblr media
Diarios - Alejandra Pizarnik
9K notes · View notes
orion-costellation · 1 month
Text
Lilith, la primera mujer
Antes que Eva, antes que Adán y antes del todo ser vivo, Lilith fue la primera en respirar el aire de la recién nacida tierra y ser llamada ser vivo.
Cabello rojo como el primer amanecer, de piel tan clara como las nuevas nubes que con el azul de sus ojos admiraba, fascinada, analizaba cada rincón del Edén mientras descubría el inicio de cada cosa y creatura que de a poco iba apareciendo gracias al poder divino del creador.
El agua de la lluvia le mojaba el cuerpo desnudo, Lilith lo disfrutaba y respondía danzando y cantado, dando saltos de alegría alrededor de un círculo imaginario. Ese fue el primer culto a la naturaleza. El ser humano desde el principio de los tiempos tuvo fascinación por lo circular, tal vez por la necesidad de que lo bueno sea infinito.
No tardo en sentirse sola, se había cansado de recorrer los ecosistemas, de tocar y acariciar a las diferentes especies de animales que se le acercaban para admirar al ser más inteligente y curioso jamás creado. Había probado la textura de todas las plantas, comió algunas, otras las uso para curarse heridas y a otras las dejo intactas porque le gustaba como se veían en el paisaje.
Al llegar el día 28 del primer mes, una sensación nueva le recorrió el vientre, no era agradable, Lilith había experimentado por primera vez el dolor. Al poco tiempo sintió el calor de unas gotas de sangre entre sus piernas, se resbalaron y cayeron a la tierra.
De la unión de la sangre de Lilith con la tierra húmeda y fértil nacieron otras mujeres, algunas parecidas a Lilith, otras de pieles más oscuras, otras más claras. Todas de rasgos únicos, de cabellos de diferentes tonalidades, algunas con risos, otras con rastas, otras con cabellos muy lisos y suaves. Había cientos de características únicas, todas tan bellas como Lilith.
Al igual que Lilith estaban embravecidas con una gran curiosidad que al poco tiempo termino de cansar al creador. Estos seres no dejaban de hacerles preguntas, estaban siempre emocionadas por descubrir cosas nuevas y todos los demás seres admiraban a la creación mas perfecta de Dios corriendo con los cabellos alborotados por el viento, libres. Y con el tiempo, los demás seres y las humanas mismas dejaron de interesarse en su creador.
El creador no tardo en crear nuevos seres perfectos que no tardaron en poblar la tierra de Lilith y sus hijas, hombre y mujer los hizo, se reproducían más rápido y al mismo tiempo destruían la tierra, la única amante de Lilith.
 Desplazaron de a poco a la primera mujer y a su decendencia. Los nuevos seres eran mas sumisos a Dios y al creer que tenían la gracia de este se sintieron con el derecho de echar a Lilith del Edén a un lugar donde se la pasaría triste y resentida hasta el final de sus días. Pero había algo que no pusieron quitarle, su libertad y curiosidad.
Por eso se dice que cada mujer que es libre es tan bella como Lilith ya que descienden de ella y sus hijas. Las de gran curiosidad y que protegen su libertad a toda costa son de la sangre de la primera mujer, la del espíritu de rebeldía que la hizo demasiado para el mundo en el que estaba.
Tumblr media
2 notes · View notes
orion-costellation · 1 month
Text
La muerte y la vida
La muerte es la amante de la vida. Oscura y pacífica, danza alrededor de su amada teniendo cuidado de no acercarse demasiado, pero a cada paso que da se le acerca más. La muerte se lamenta de este amor no correspondido. Llora lagrimas de sangre por ver como la vida trata de huirle. La muerte es una amante fiel, condenada a querer estar cerca y a la vez lejos, condena a apagarla, a terminar con la finitud de la hermosa vida.
2 notes · View notes
orion-costellation · 2 months
Text
La laguna de Bragado
La laguna de Bragado no tenía nada en especial para las personas que vivían alrededor, pero para mí, que pase mi infancia en ese pueblo junto con mi abuelo, era el lugar más hermoso del mundo. Cada fin de semana viajaba horas desde la capital de Buenos Aires hasta el pie de la laguna, me gustaba mirar como el agua se movía y meter las manos, a veces los pies y los días que no hacía mucho frio, me sumergía por completo.
Me relajaba tanto porque me hacia olvidar el presente, el pasado y los miles de posibilidades que pensaba cada día del futuro. La capital, a la que tanto había deseado ir desde mi infancia, no hizo más que arruinarme, me habían quitado todo, hasta las ganas de vivir. La familia que no había conocido en mi niñez, los que me habían abandonado con mi querido abuelo, no eran mas que torturadores. Era un hombre débil y perdido hasta que llegaba a la mágica laguna, entonces recuperaba la fuerza.
Era como si el agua me curara las cicatrices, incluso las de mi alma. Tenía muchas marcas en mi cuerpo que había intentado cubrir con tatuajes, sobre todo en los brazos y piernas, pero de ninguna manera tatuaría mi cara, eso decepcionaría a mi abuelo. Por lo demás tenía tatuajes en todos los lugares donde la ropa las pudiera cubrir. Era estúpido, pensaba de vez en cuando, como utiliza los tatuajes para tapar las cicatrices y la ropa para tapar los tatuajes. Si pudiera tapar la ropa también lo haría, aunque lo que quería en realidad era desaparecer.
Un día de la nada apareció un hombre a la orilla de la laguna. Estaba a unos pocos metros de mí y no lo había escuchado llegar.  Rigel se llamaba, como una de las estrellas más hermosas de la constelación de orión, mi abuelo me había enseñado mucho sobre el cielo, sabia el nombre de casi todas las estrellas y constelaciones.
En un principio pensé que era un fantasma, vestía de blanco y tenia el cabello largo hasta los hombros, era de un rubio platinado que se hacia notar a la luz de la luna. Me acerque como atraído, el no se dio vuelta hasta que me pare a tu lado, pero no se sobresaltó al escucharme.
—¿Conoces la leyenda de la laguna de Bragado? —me pregunto sin siquiera mirarme o decirme hola, estaba mirando al horizonte.
—No, señor —le contesté, se veía mucho mas mayor que yo, me doblaba la edad, pero aún se veía muy atractivo.
—Un potro muy hermoso de color cobrizo con una braga blanca vivía en estas tierras mucho antes de que esta gente llegara. Indígenas y conquistadores por igual trataron de domarlo, pero era imposible atraparlo, era salvaje y feroz. Bebía siempre en esta laguna. Un día un grupo de lugareños lo acorraló junto al margen de la laguna, en una barranca y, cuando ya estaban seguros de hacerlo prisionero, el potro se precipitó desde lo alto prefiriendo morir antes que verse cautivo —En ese momento se dio vuelta y me miro a los ojos, eran verdes y muy brillantes, como las estrellas que se reflejaban en la laguna. Era luna nueva y ellas eran protagonistas del brillo del cielo nocturno. Me sentí extraño en ese momento, intimidado y la vez atraído por su mirada.
—¿Entonces murió?
—Forma parte de esta laguna, es libre en el lugar que siempre quiso. —Hizo un amague para irse, pero lo agarre del brazo, era tan cálido a pesar de que allí hacia mucho frio, yo estaba helado.
—No te vayas —le pedí con voz queda, sentía que si se iba me quedaría más solo que nunca, pese a que ya lo estaba. No lo conocía, pero no quería que se fuera, quería que se quede conmigo cerca, muy cerca, para siempre.
—Tengo que irme, pero voy a volver —Se alejo y sentí un vacío enorme y mas frio que nunca.
Al siguiente fin de semana lo encontré en el mismo lugar, estaba sentado a la orilla del rio. Me senté junto a él.
—¿No tienes frio? —le pregunte al ver su vestimenta, tenía una remera fina y un pantalón de algodón de tela de verano, pero pese a eso irradiaba calor. Me contesto que no moviendo la cabeza.
No hablábamos mucho y la mayoría de las veces era sobre la leyenda, fueron muchos días los que fui. No tarde en entrar en confianza para abrazarlo y besarlo, también para preguntarle sobre su vida, pero por más que insistiera no me decía nada, no me importo, su sola presencia era lo que necesitaba.
Un día de mucho frio, de hecho, a la orilla de la laguna había escarcha, se quitó los zapatos e insisto para que me metiera con él a la laguna. Estaba temblando cuando me saque las zapatillas y me remangue las puntas del pantalón y me hundí hasta la cintura, el me sostenía para que no me cayera, pues el fondo de la laguna estaba irregular y resbaloso.
Me invitó a hundirme más, me agarro la mano para ayudarme, estaba tan cálido y yo tan helado. Me invito a unirme a él en lo más profundo de esa laguna.  Ya no podrían torturarme, ni atraparme, seria indomable. Lo hice y sentí que era libre por fin, como el caballo de Bragado, formaría parte de esa laguna para siempre.
Tumblr media
0 notes
orion-costellation · 2 months
Text
La muerte también se enamora
Tumblr media
Thanatos,la muerte, creía que nunca sentiría miedo de sí misma, pero hay cosas que ni los mismos dioses pueden cambiar y el poder del destino era una de ellas.
Mas de uno se voltea a mirarlo cuando pasea entre los vivos con un aura de misterio y de escalofriante tranquilidad. Nadie se imagina que están admirando a la belleza de la mismísima muerte.
La muerte pacifica, Thanatos, camina entre los hombres y se lleva a algunos sin llamar demasiado la atención. Desde los inicios, ha estado entre los humanos y le molesta el repudio que le tienen, el miedo al destino que es justo, que no discrimina entre raza, género o edad. Después de todo, la muerte es solo el final de la vida, algo natural, esperable.
Los dioses y los mortales no son tan diferentes, solo lo separa el mínimo detalle de la inmortalidad. Pero en el resto de los aspectos son iguales. Si quieren, pueden adoptar formas humanas, tienen sentimientos buenos y malos e incluso pueden enamorarse. Fue eso lo que le paso a Thanatos, el dios de la muerte que se enamoró de una mujer, la joven mortal Esperanza.
Thanatos la conocía demasiado. Fueron varios los intentos de llamar la atención de la muerte. Ocultaba las marcas que se había hecho en las muñecas o en su cuello, actuaba en vano porque nada que pudiera hacer cambiaria el destino que los dioses habían puesto para ella.
Él se le acercó un día con la forma de un hombre de facciones suaves, cabello rubio platino que le caía liso sobre un rostro armonioso, angelical. La ropa de colores claros, sin un atisbo de oscuridad en su cuerpo. Y así, como en la era de los mitos, ella se enamoró perdidamente.
Después de aquello, la muerte disfrazada de hombre la visitaba varias veces sin necesidad de que lo llamara. Ella estaba aprendiendo a valorar la vida a través del amor de la muerte. Hasta que el destino, impredecible y a veces muy cruel, decidió que el tiempo de Esperanza había terminado. Thanatos rogo a los dioses del olimpo que no se llevaran a su amada, pero de nada sirvió. El destino y la muerte también son amantes, se buscan toda la vida hasta encontrarse en la eternidad.
2 notes · View notes